£ Londres, 20 de mayo de 1806 ³ Aviñón (Francia) 8 de mayo de 1873.
Empirismo, utilitarismo, liberalismo.
£ £ Filosofía política, ética, economía, lógica inductiva.
esferas pública y privada, jerarquía de placeres en el utilitarismo, liberalismo, rudimentos de liberalismo feminista, principio del daño o perjuicio, métodos de Mill.
£ Platón, Aristóteles, Epicuro, Tomás de Aquino, Hobbes, Locke, Bentham, Francis Place, James Mill, Harriet Taylor Mill, Smith, Ricardo, Tocqueville,
von Humboldt, Goethe, (Socialistas utópicos).
Coleridge,
Saint-Simon
William James, John Rawls, Robert Nozick, Bertrand Russell, Karl Popper, Ronald Dworkin, H.L.A. Hart, Peter Singer, Wilhelm Dilthey, Paul Feyerabend, Zechariah Chafee, John Maynard Keynes, Will Kymlicka, Carlos Vaz Ferreira
£
La obra de Mill se dirige a la naturaleza y límites del poder que puede ser ejercido legítimamente por la sociedad sobe el individuo. Uno de los argumentos insignia de Mill es el ! o "# (harm principle). Éste mantiene que cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros.
Si la realización de la acción solo abarca la propia persona, esto es, si solo afecta directamente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derecho alguno a intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está perjudicando a sí mismo. En Sobre la libertad se lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad de expresión. Mill defiende el discurso libre como una condición necesaria para el progreso social e intelectual. No podemos determinar con claridad, dice, que una opinión silenciada no contenga algún elemento de verdad.
Además sostienen que el permitir divulgar opiniones falsas puede ser productivo por dos razones. En primer lugar, los individuos tenderán a abandonar creencias erróneas si están involucrados en un fecundo intercambio de ideas. Y en segundo, forzando a otros individuos a examinar de nuevo y reafirmar sus creencias en el proceso de debate, estas creencias se abstienen de desvirtuarse volviéndose meros dogmas. No es suficiente para Mill la defensa de una creencia que casualmente sea cierta, el creyente debe comprender por qué la idea que sostiene es la verdadera.
$ Mill creía que "la lucha entre Libertad y Autoridad es el rasgo más destacable de las etapas de la historia". Para él, la libertad en la antigüedad era "un concurso... entre sujetos, o ciertas clases de sujetos, y el gobierno". Mill definió "libertad social" como protección de "la tiranía del gobernante político". La libertad social según Mill consistía en poner límites al poder del gobernante tal que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la sociedad.
En otras palabras, la población debe ostentar el poder de tomar parte en las decisiones del gobierno. Mantuvo que la libertad social es "la naturaleza y límite del poder que puede ser legítimamente ejercitado por la sociedad sobre el individuo". Ésta se intenta lograr de dos maneras: la primera es la que recurre a la vía del reconocimiento de unas determinadas inmunidades, llamadas libertades políticas o derechos. la segunda recurre al establecimiento de un sistema de "comprobaciones constitucionales".
Sin embargo, limitar el poder del gobierno no resulta suficiente. "La sociedad puede ejecutar sus propios mandatos, y de hecho lo hace, pero si ésta emite mandatos equívocos (no acertados) o cualquier tipo de mandato en lo referente a temas que en que no debería inmiscuirse; está practicando una tiranía social que resulta mayor a muchos otros tipos de opresión política. Esto es así ya que esta postura política deja menos vías de escape: penetra en los detalles de la vida a niveles mucho más profundos y esclaviza la propia alma".
£
La concepción de Mill sobre la libertad, (influenciada por Joseph Pristley y Josiah Warren) consistía en que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee a no ser que dañe al prójimo. Cada persona es por sí misma suficientemente racional para poder tomar decisiones acerca de su propio bien y elegir asimismo la religión que plazcan. El gobierno solo debe interferir en tanto se trate de la protección de la sociedad, explica Mill.
No hay otro fin que la raza humana tenga garantizado, individual o colectivamente, al interferir en la libertad de acción cualquiera que sea su número, que no sea la protección personal. El único propósito por el cual el poder de una persona puede ejercerse adecuadamente sobre cualquier miembro de una comunidad civilizada contra su voluntad, es la prevención del daño ajeno. El propio bien, sea físico sea moral, no es garantía suficiente. La única parte de la conducta de una persona por la cual esta es dócil ante la sociedad es aquella que concierne a los demás.
En la parte que solo atañe a uno mismo, su independencia es, por derecho, absoluta. Sobre sí mismo, su propio cuerpo y mente, el individuo es soberano.>>
£
%£
Como defensor de la libertad de expresión que era, Mill se opuso rotundamente a la censura. Sobre este tema el propio autor escribe lo siguiente, planteando un caso hipotético para ilustrar su postura:
Elijo preferentemente los casos que me son menos favorables; pues en estos el argumento contra la libertad de opinión, tanto verse sobre la verdad como sobre la utilidad, se considera el más sólido. Tomaré las opiniones de la creencia en Dios y en un estado futuro, o bien cualquiera de las doctrinas de la moralidad habitualmente recibidas... Pero debe permitírseme observar que la aparente seguridad de una doctrina (sea cual fuere) no es exactamente lo que yo considero una hipótesis infalible. Es el hecho de asumir las cuestiones para otros, sin dejarles oír lo que puede decirse desde posturas contrarias. Y yo no denuncio ni repruebo menos esta pretensión si se lleva a cabo del lado de mis más solemnes convicciones.
ndependientemente de cuan seguro pueda estar uno de sus persuasiones, y no ya solo acerca la facultad sino acerca de las perniciosas consecuencias, ésta no será sino (adoptando expresiones que yo mismo condeno) la inmoralidad e impiedad de opinión. Aún si, en cumplimiento del juicio privado (esté o no de estar respaldado por el juicio público de su país o contemporáneos) se abstiene la opinión de ser escuchada en su defensa, se asume la propia infalibilidad. E independientemente de que la hipótesis sea más o menos censurable o peligrosa por ser tal opinión llamada inmoral o impía, aquí la cuestión son los demás, los otros; por lo que es aún peor." ». (John Stuart Mill, Sobre la libertad).>>
£ £ 1843 - Un sistema de lógica. 1844 - Ensayos sobre algunas cuestiones disputadas en economía política. 1848 - Principios de economía política; con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social. 1859 - Sobre la libertad. 1860 Consideraciones sobre el gobierno representativo. 1863 - El utilitarismo. 1865 - Examen de la filosofía de sir william hamilton. 1869 - El sometimiento de las mujeres (The Subjection of Women). 1873 - Autobiografía