Música: Enrique Espín Yépez Letra: Pablo Hanníbal Vela Coro Gratitud al Maestro, que alumbra nuestra vida y la llena de estrellas; gratitud de la Patria que, en ellas, ve otro cielo, en palabras de luz. Gratitud de la Patria, que sabe lo que sufre el Maestro y se afana, frente al joven, la voz del mañana; junto al niño, inocencia y virtud. Niños todos, amad vuestras aulas, la lección del Maestro y su ejemplo; porque, en ellas también hay un templo, que la Patria construye en su honor. Gratitud: ¡flor del alma! Perfume, que en el pecho embalsama la vida; nada puede el ingrato que olvida, quien le abrió las ventanas al sol. Solo ¡Oh Maestro que estás en la Cátedra de tus labios queremos la aurora; tu palabra es la luz que se aflora y amanece en las cumbres del bien! Nadie quiera laureles de gloria, si en el pecho de barro le falta la grandeza más noble y más alta: Gratitud a quien hizo un laurel.