�hay o no hay vida en marte? "hay vida en marte..." esta afirmaci�n, concluyente, aparece impresa en tipograf�a de cinco cm.de altura en el t�tulo de tapa del vespertino la raz�n del d�a viernes 16 de julio de 1965. la informaci�n, confirma la existencia de vida en el planeta rojo y fue obtenida durante el viaje interestelar del mariner iv que se convirti� en la primera estaci�n de tv interplanetaria del mundo. por roberto c. neira (*) al recibir las primeras dos fotos del misterioso planeta (de una serie de veinte), los cient�ficos norteamericanos saltaron de alegr�a y no era para menos. por un lado, se trataba de la primera haza�a electr�nica que pod�a dar un resultado cierto acerca de los principales secretos del planeta rojo y, por otro, le permit�a a los ee.uu. tomar la vanguardia de la carrera espacial contra sus adversarios sovi�ticos, que ya les hab�an mojado la oreja un par de veces con los primeros viajes al espacio. en aquella ocasi�n, rusia acept� la derrota con humildad, pues todos los cohetes que hab�an dirigido a marte hab�an fracasado. los cient�ficos sovi�ticos elogiaron sin retaceos el �xito de la misi�n y se mostraron interesados en conocer los datos obtenidos por los cient�ficos estadounidenses. el viaje espacial del mariner iv permiti� reconocer la superficie de marte. dos de las primeras fotograf�as ya estaban en poder de la base espacial de pasadena (california) y se estaba recibiendo la tercera de las 20 tomas previstas por los t�cnicos. la primera foto demor� 8 horas 35 minutos en ser transmitida completa a la tierra y todo el proceso durar�a alrededor de 10 d�as. la zona mostrada por la toma, estaba situada a los 33� de latitud norte, y 17� 2� de longitud este, que la ubica entre dos regiones des�rticas denominadas por los astr�nomos philegra y amazonis. la primera foto fue enviada desde 215.000.000 de kil�metros. los cient�ficos descontaban que la caracter�stica del terreno marciano era de "tierra". no se sab�a si los contrastes de luz y sombra se�alaban valles y monta�as, pero parec�a que hab�a niebla en zonas de su superficie. el rojo y ocre de marte podr�a tener su origen en un compuesto ferroso cuya polvareda se levantaba en el cielo en virtud de las fuertes tormentas. las primeras informaciones confirmaban que en marte no funcionaba la br�jula porque no hab�a magnetismo debido a las radiaciones externas. las siguientes fotos, que completaban la veintena de tomas efectuadas al suelo marciano, demostraron, entre otras cosas, la supervivencia en la atm�sfera marciana de micro-organismos que confirmaban alg�n tipo de vida sobre la superficie del planeta rojo. sin embargo, y, he aqu� lo curioso, esta informaci�n fue celosamente guardada durante tres lustros provocando la indignaci�n del mundo cient�fico que no entend�an los motivos del mutismo de los norteamericanos que, por supuesto, iban contra toda �tica profesional. el viaje de la viking i quince a�os m�s tarde (1980) el novelista ray bradbury -autor de las c�lebres cr�nicas marcianas y de otras memorables obras de ciencia ficci�n- se devoraba nerviosamente las u�as frente a una pantalla de televisi�n, en la misma base espacial de pasadena, california. es que, en ese momento, alrededor de un millar de invitados especiales contemplaban, con los t�cnicos y funcionarios de la estaci�n norteamericana, el descenso sobre la superficie de marte de la nave viking i; un veh�culo espacial que, tras recorrer durante o�nce meses alrededor de 400 millones de kil�metros, develar�a uno de los misterios que m�s apasionaron al hombre en los �ltimos tiempos: la posibilidad de vida en el lejano planeta rojo (?). el lugar elegido para el descenso fue un lago seco ubicado en un paraje denominado chryse planitia y que -seg�n supon�an los responsables del programa espacial- se asemejaba a los desiertos del norte de �frica. all�, tras caer unos 250 kil�metros en paraca�das, desde la nave madre, la c�psula comenz� a tomar las primeras fotograf�as in situ del mitol�gico planeta. por supuesto, ninguno de los que recibieron estas im�genes iniciales en pasadena esperaba encontrar en las
pantallas a marcianos de cabeza verde, antenas y un solo ojo, tal como siempre fueron imaginados por los cultores de la ciencia ficci�n. pero todos se planteaban los mismos dif�ciles interrogantes: las condiciones atmosf�ricas del lugar, �podr�an permitir que existiera alg�n tipo de vida animal o vegetal? y, si as� fuera, �qu� caracter�sticas tendr�an esas plantas o seres vivientes? a juzgar por las informaciones enviadas por la viking i, se consideraba que exist�a una cierta presi�n atmosf�rica en marte. asimismo, habr�a agua, aunque no en estado l�quido: las fotograf�as enviadas a tierra demostraban que el planeta pose�a casquetes glaciares en sus dos polos, que se modificaban seg�n las estaciones del a�o. la temperatura, a su vez, oscilaba entre los 120 grados bajo cero y los 60 grados cent�grados. en cuanto a la topograf�a marciana, se hab�an detectado desiertos y volcanes gigantescos: algunos de ellos alcanzaban los 9 kil�metros de altura. en base a estos y otros datos algo m�s espec�ficos que se recibieron m�s tarde, los hombres de ciencia imaginaron las diferentes posibilidades de vida en el planeta. era obvio que hubiese sido importante chequear los resultados obtenidos por el mariner iv con los de la viking i. de lo poco que trascendi�, se confirmaba nuevamente la existencia en marte de microorganismos microsc�picos, semejantes a las algas o l�quenes terrestres, cuyos tejidos estar�an compuestos por carbono, hidr�geno, ox�geno y azoe. �por qu� se silenciaron los resultados? el problema que origin� el silencio absoluto sobre los descubrimientos de 1965 en la superficie marciana derivaban de una especulaci�n que circul� de inmediato entre los cient�ficos, y, que, por temor al rid�culo, prefirieron callarla. muchos de ellos estaban convencidos de la existencia de vida por distintas razones, pero algunas de estas razones resultaban muy dif�ciles de creer: si las primitivas formaciones - dec�an- llegaban a tener una contextura m�s desarrollada, se aproximar�an sorprendentemente a la de los seres terrestres. por consiguiente, se los podr�a encontrar en los lugares donde la temperatura es elevada y donde la presi�n atmosf�rica hubiese permitido que el agua alcanzara su estado l�quido. surgieron tambi�n las m�s diversas hip�tesis acerca de otro tipo de vida marciana capaz de prosperar en lugares sumamente fr�os y carentes de agua. �ser� as� el recibimiento a los viajes tripulados de los norteamericanos? estos elementos deber�an producir su propio calor, como asimismo su propio l�quido, a partir del hidr�geno y el ox�geno existentes en su medio ambiente. adem�s, tendr�an enormes dimensiones, como para no perder su calor interno, y est�magos a toda prueba: todos los habitantes de marte ser�an petr�fagos (o sea, comedores de piedras), o crist�fagos (comedores de cristales). respecto de su fisonom�a, explicaban que la cantidad de lluvias mete�ricas que azotaban la superficie marciana permit�a suponer que los seres en cuesti�n se encontrar�an cubiertos por una suerte de armadura externa, semejante a la de los insectos terr�queos. podemos considerar entonces que una de las razones m�s poderosas para que los cient�ficos norteamericanos ocultaran la informaci�n sobre los descubrimientos en marte fue estrictamente por razones militares (guerra fr�a). cuarenta a�os atr�s el planeta t�cnicamente estaba dividido entre las dos superpotencias, rusia y los ee.uu., que se adjudicaban mutuamente la tenencia de armas poderosas que pod�an destruir al mundo. otra raz�n ten�a que ver con que durante m�s de treinta a�os, la misteriosa aparici�n de ovnis (platillos y objetos voladores no identificados), conmov�an a los seres humanos en todas las latitudes. si se le hubiera agregado a estas misteriosas apariciones la confirmaci�n de la existencia de alg�n tipo de vida en la superficie marciana, el peligro del caos se cern�a sobre la humanidad. �para qu� las dudas contin�an vestigios
sirvieron los �Ltimos viajes a marte? sobre la posibilidad de encontrar vida en marte, aparentemente, persistiendo en el mundo cient�fico a pesar de haberse encontrado como los mencionados en anteriores exploraciones. un art�culo publicado
en el diario clar�n del 30 de marzo de 2004 (p�g. 32 y 33) demuestra que las noticias sobre posibles indicios de vida y las especulaciones sobre microorganismos y volcanes son las mismas que se publicaron hace 25 a�os. la mayor�a de los datos de la atm�sfera marciana coinciden con los expresados en los viajes del mariner iv y de la viking i. con el incre�ble avance desarrollado por la ciencia en la segunda mitad del siglo xx, cualquier hijo de vecino pudo haber imaginado en 1980 que, veinticinco a�os despu�s del viaje a marte de la viking i, si bien, quiz�s, no se hubiese dado la posibilidad de concretar viajes tripulados, �bamos a disponer de mayores conocimientos sobre las caracter�sticas del planeta y de la comprobaci�n de vida anunciadas en 1965 y en 1980. hoy, la �nica novedad es el descubrimiento de gas metano sobre la superficie de marte, aunque las cantidades detectadas son m�nimas: aproximadamente diez partes por cada mil millones. sin embargo, como se oxida con rapidez y necesita una fuente que lo produzca se especula de nuevo con que el origen puede provenir de alguna forma de vida. lamentablemente, en lo que concierne a la investigaci�n espacial se avanz� muy poco. y si, por el contrario, se avanz� mucho, el secreto de esa informaci�n contin�a siendo manipulado por las grandes potencias. lo real es que en estos �ltimos 25 a�os se dilapidaron recursos, seguramente multimillonarios, que fueron otorgados a la nasa y �ltimamente a la esa (agencia espacial europea) para comprobar los mismos datos que se hab�an recogido un cuarto de siglo antes. si bien es cierto que la ciencia sufre una crisis en el esp�ritu de sus representantes muy semejante al momento de desaliento que afect� a los investigadores del siglo xix, los cient�ficos han comenzado a inquietarse por los frecuentes retornos al mismo punto de conocimiento; algo as�, como vivir un estado de saturaci�n del descubrimiento. sienten v�rtigo al pensar en los enormes recursos que exigen a la sociedad para arrancar a la realidad una parte �nfima de informaci�n suplementaria. los angustia la idea de que la mente llegar� pronto al l�mite de sus capacidades de abstracci�n y de complejidad, incluso con la ayuda de las m�s modernas tecnolog�as. evidentemente, se trata de una actitud claudicante que deber�an cambiar por el bien de la humanidad. aunque aseguran que esta posici�n extrema no es general, se nota que est� motorizada por el inter�s en el impulso tecnol�gico m�s que en el cient�fico. por lo tanto, si estas condiciones no cambian, en poco tiempo m�s, la ciencia va a resultar muy cara para lo poco que se viene obteniendo. (*) roberto c. neira es docente, escritor, periodista y fot�grafo. fue editor de los suplementos "turismo" y "el cronista exportador" de el cronista comercial; colabor� en la edici�n de suplementos de "diarios bonaerenses" y en diversas publicaciones especializadas; tuvo a su cargo la producci�n period�stica de "ensamble 19" (fm 103.5 premium) y colabora actualmente con numerosas publicaciones nacionales y extranjeras. http://www.politicaydesarrollo.com.ar/modules.php?op=modload&name=news&file=index& catid=&topic=6