Gallopin_g_2000_ecolog_a_y_ambiente.pdf

  • Uploaded by: Amaury Navarro
  • 0
  • 0
  • December 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Gallopin_g_2000_ecolog_a_y_ambiente.pdf as PDF for free.

More details

  • Words: 13,641
  • Pages: 36
r~c)L,O(; 1 ~-\.

""-\~\-ILIE;·,,,~TE GLLBERTú GALLOPÍ:\

l.

r0:TRODUCC¡Ó'"

El presen te trabajo es un aná] isis acerca de la evo! ución "\ transforma·ciones teóricas " metodológicas sufridas po:- la ecología con relación a los Tequerimientos generados por la problemática ambiental. En la segunda sección se discute el conten ido de la ecología general -{exceptuando el contenido de la ecología humana derivada de las ciencias "Sociales). En la sección siguiente, se describe la evolución de la ecología -desde sus orígenes hasta su consolidación o.eÍinitiva. En la cuarta sección ·se analiza la evolución de las unidades de estudio de la ecología desde el -éntasis en el organismo o población individual hasta el hombre en la biosreTa. En la sección quinta se discuten algunos aspectos de las corrientes 'contemporáneas de la ecología, las influencias que recibieron de otras ciencias, sus aspectos metodológicos y sus conceptos más relevantes a la problemática ambiental. En la sección siguiente se discute la relación entre lo ecológico y lo ambiental. El trabajo finaliza con la sección séptima, ,donde se propone un marco conceptual para la articulación de ciencias alre-dedor de la problemática ambiental.

"9 ¿QuÉ ES U. ECOLocíA:

La ecología, originariamente definida por E. Haeckel en la segunda mique trata de lasrelatad del siglo XIX como el cuerpo de conocimiento ·ciones entre los organismos;: su ambiente inorgánico y orgánico, como la ·economía de la natu,raleza, ha sidn interpretada de distintas maneras por diferentes investigadores. Charles Elton, por ejemplo. definió la ecologíJ. ·como "historia natural científica" preocupada por la "sociología y economía de los animales", \' pan. f. Clemems eeología es 1:1 ciencia de las -comunidades (E-ormondy, 19(9). Para C. J. K,rebs (1972), la ecología -es "el estudio científico de las interacciones que determinan la distr~~~~[l~¡;:

ciÓn \' abundanCla

de los organismos". 'Para R. i'viargalcf (1974), cc;,lc/[!i;¡ ~'n'~ 10,) eCO',lstemas , ) L. 10g1a es "el estudio de la estructura y tunclOn de la naturaleza", enu.:n diendo al hombre como parte de la naturaleza; más tarde el mi.smo autur •..• '..

c..c

t .. f-

',.,

.-:

la

(1985)

"

define

.-;""

.

r-

_

".

",C

a la ecologia.

";"

"[)

J.

como

"e} estudio

de

•. ,.,

12.

•.•

totalidad

j ~,,/': '

.

,,'

del

,

hnmhrf4

el ambiente". Las caracterizaciones citaeías podrían parecer más diferentes entre :,1 de. lo que realmente son; el concepto clave que subyace a todas ellas es el de' interre ¿ación; la ecología se concentra primariamen te no en los organis mas en si mismos ni en el ambiente de los organismos por su propi'c¡ interés, sino en las interrelaciones entre los organismos y sus ambiente,,,, )' su objetivo central es describir los principios que gobiernan esas inte1 relaciones. Algunas disciplinas Úenen como foco de estudio las caracu' (botánica, zoología, antropología, rísticas y procesos de los organismos psicología, ete.), otras se concentran en las características del medio (gen logía, ,química, hidrología, climatología, geografía, ete.); algunas estudia11 procesos particulares tales como la fotosíntesis, la circulación de la atmó~i y

fera, las transaccioIles csmerciales- La ecología, si bien se apoya en lo." descubrimientos de estas disciplinas, lo hace sólo con el objetivo de comprender cómo esas diferentes estructuras y procesos se interconectan y determinan mutuamente dentro del contexto de un sistema ecológico tOtal. Si bien las diferentes definiciones de la ecología tienen en común el centrar el énfasis en las interrelaciones entre organismos J' ambiente, es en la caracterización del sistema ecológico objeto de estudio donde yacen la.' divergencias .. Organismos, ~poblaciGl1es, comunidades, ecosistemas. naturaleza, son propuestos 'como candidatos para circunscribir la unidad dl" estudio ecológico. La restricción de la unidad de estudio de la ecologítl a una sola de esas. categorías es, en· la opinión del autor de este trabajo. pragmática y epistemológicamente incorrecta. Un sistema ecológico ne tiene una dimensión o escala única: podemos distinguir sistemas ecoló gicos de todos los niveles desde el organismo hasta la ecosfera. Lo qm caracteriza a un sistema como eeológico no es su dimensión o grado dt agregación, sino su naturaleza. Un sistema en general puede ser definido como un conjunto coherent~ de el ementos interactuantes o interdeDendíentes. Todos los sistemas bio lógicos son sistemas abiertos. c1.racteri~ados por un continuo intercambic con su ambiente. intercambio que les permite tender haci2 un estado est
¿:'l

r,ILnERTO

1:28

GAu..ol'{:-;

través de su intercambio de materÍJ. y energh con el ;lmbiente, y esa lejanía del equilibrio funciona como "motor" que permite mantener la organización del sistema o la evolución hacia formas más complejas de Organización (jamsch, 1980). Un sistema eco lógico consiste de uno o más organismos, junto con los varios componentes del ambiente con los que están relacionados funcionalmente (Collier aL.) 1973), Los componentes de los sistemas ecológicos son por lo tanto elementos (organismos, grupos de organismos -incluyendo los seres humanos-, componentes de alimentación, competencia, abióticos, ete.) y relaciones (interacciones regulación, reacciones a variables ambientales, ete.). En este contexto, un sistema ecológico induye mínimamente un biosistema (sistema compuesto por uno o más organismos), un sistema que representa el ambiente del biosistema, y las interrelaciones entre ambos, y por lo tanto constituye una totalidad en el nivel de agregación considerado. Los niveles de agregación de los sistemas ecológicos cubren la gama desde el organismo individual y su ambiente hasta la biosfera y su ambiente. El sistema ecológico constituido por un organismo individual y su ambi.ente ha sido denominado ecoide por Negri (1914). Cuando el biosistema está representado por una población de organismos de la misma especie, la unidad es el sistema ecológico poblacional (población más su ambiente); se podría IJroponer el término demosistema para este nivel. Cuando el biosistema incluido es una comunidad de organismos interactuantes de diferentes especies, más el ambiente de la misma, el todo se denomina ecosistema (Tansley, 1935). Cuando es la biosfera (la totalidad colectiva de seres vivos del planeta) lo que configura el biosistema, la unidad que la incluye junto con su ambiente físico planetario se conoce como ecostera (Cole, 1958b). La unidad de estudio de la ecología, entonces, serían los sistemas ecológicos, desde el ecoide hasta la ecosfera, y no parece legítimo -intentar restringir!a en un nivel de agregación prefijado. Ciertos niveles tienen significados particulares desde el punto de vista de la actividad humana (por ejemplo el ecosistema), pero esto es sólo uno de los niveles en los que trabaja la ecología. Existen muchas preguntas importantes y significativas a resolver en cada nivel de integración, que no deben ser ignoradas, m;Í.xime considerando que a menqdo los descubrimientos hechos a un cierto nivel de organización arrojan luz sobre fenómenos que ocurren en niveles más complejos (McIntosh, 1980, Krebs, 1972:10). Finalmente, conviene precaverse de la confusión entre ecología y ambiente, común en la prensa y debates de la vida diaria. Los dos conceptos son teóricamente muy diferentes. El ambiente de un sistema dado está constituido por- aquellos elementos que no pertenecen at- sistema bajo consideración, y que están interrelacionados con el sistema (Gallopin, 1981 a,

d

ECOLoet;..

y .~~lBlE.YTE

l~~

[081 b), y b ecología es la ciencia que estudia [:J.S interrelaciones entre los biosistemas y sus ambientes, desde el ecoide hasta la ecosfera, y cuyo cUll~enido específico puede variar según la naturaleza-del biosistema (bio. lóg-ico, humano) ' y el nivel de agreg2.ción del sistema ecológico considerado. ~

3,

ORiGE~ES

y

DESARROLLO

DE

LA ECOLOGL\

"Quien desee investigar la medicina adecuadamente, debería proceder así: en primer lugar considerar las estaciones del año, y qué efectos cada una de ellas produce (porque de ningún modo son iguales, sino que difieren mucho entre ellas respecto a sus cambios). Después los vientos, [os c:í.lidos y los fríos, especialmente los que son comunes a todas las áreas y después los que son peculiares a cada localidad. Debemos considerar t:J.mbién [as calidades de las aguas, puesto que así como difieren una de las otras en gusto y peso, también difieren mucho en sus calidades. Del mismo modo, cuando uno llega a una ciudad en la que es extranjero, debería considerar su situación, cómo yace con respecto-a los vientos, y al ascenso del sol; porque su influencia no es la misma cuando yace hacia el norte o hacia el sur, hacia el naciente o el poniente. Estas cosas debería uno consideradas con la mayor atención, y en lo concerniente a las aguas que los habitantes utilizan, el que sean estancadas y blandas, o duras, fluyendo desde situaciones elevadas y rocosas, y también si son salobres e inapropiadas para cocinar; y el suelo, sea éste desnudo y deficiente en agua, o arbolado y bien provisto de agua, y si yace en un hueco o situación confinada, o es elevado y frío; Y el modo en que los habitantes viven, y cuá· les son sus costumbres, si son propensos a beber y comer en exceso, y dados a la indolencia, o les gusta el ejercicio y el trabajo, y no son dados a exce- . 50S en el comer y bebeL" (Hipócrates: "Acerca de los aires, aguas y lugares"; párrafo introductorio, en Al1ee et al., 1949.) La cita precedente muestra cómo la visión eco lógica, si bien no organizada como lo fue posteriormente, tiene antecedentes muy antiguos en Occidente. Elementos de una visión eco lógica aparecen más antiguamente en las filosofías y religiones orientales (el concepto de la interconexión de todas las cosas y eventos, el énfasis en el carácter cíclico de los fenómenos naturales, ete.). Sin embargo, la ecologla como ciencia se desarrolló en Occidente sin influencias orientales aparentes. Todas las sociedades primitivas desarrollaron un cierto conocimiento ecológico práctico necesario para su supervivencia. Los escritos de Aristóteles y particularmente de T eofrasto contienen material de naturaleza eco lógica, una visión de las

comunidades

de plantas.

de la relación

de las plantas

entre

sí )' con su Úib~,r:al.;et'~. básico de la el concepto moderno

ar:ni'.).ienv:: l.? Ilatv.ral entre coml~nidade~~ (AUee et al.) 1949). La armGnía eco lógica era un pnncipio

y

cosmovisión gTiega, que puede ser trazacio hasta de "equilibrio de la naturaleza" (Krebs, 197::). Elementos de principios eeológicos aparecen también entTe los hebreos } particularmente entre los romanos como los filósoros Plinio el Viejo} Lucrecio, el poeta Virgilio ;; el agTónomo Columela (Allee et al.) 1949; Castri, 198 L Después de los romanos, no se produjeron avances conceptuales por cerca de un milenio. Durante el Renacimiento, vuelven a aparecer trabajos de historia natural, y .en los siglos XVI) XVII} XVIll) en gTan pane debido al estímulo de los descubrimientos geoQTáticos, comienzan a ~ ~, u consolidarse las bases de la ecología que convergen hnalmente en el siglo XIX en un cuerpo de conocimientos reconocible. El término "ecología" fue acuñado por el biólogo alemán Ernst Haeckel en 1869 \' la disciplina fue deunida por él de esta manera: "Por ecología entendemos el cuerpo de conocimiento concerniente a la economía de la naturaleza -la investigación de las relaciones totales del animal tanto con su ambiente inorgánico como orgánico; incluyendo sobre todo, su relación amistosa u hostil con aquellos animales y plantas con las que entra directa o indirectamente en contacto--, en una palabra, ecología es el estudio de todas las complejas interrelaciones a las que Darwin se refirió como las condiciones de la lucha por la vida" (Haeckel, en Kormond). 1969). La eeología -es c1aramente-una ciencia' de orígenes múltiples (Allee et al.) 1949. Margalef. 1974, Castri, 1981). lo que muestra su carácter de ciencia cie síntesis desde su mismo nacimiento.

La mayoría de las ciencias han seguido una evolución inversa a partir de un tronco de origen lejano, ramificándose en el tiempo en sucesivas especializaciones relacionadas a la tendencia hacia el análisis, a la circunscripción '\ posterior subdivisión del campo de trabajo. La ecología, 'por el contrario. se podría representar como un conjunto de raíces. originado independientemente, que termina convergiendo en una disciplina. Para Margalef (1974) los materiales de cad;], raíz de la ecología eran descriptivos o de alcance limitado. y sólo después, a través de un proceso de abstracción. se pudo ver lo que tenían en común. Actualmente es posible reconocer c;aramente en la ecología los rastros de esas raíces originales y otras agregadas posteriormente. Este crecimiento de la ecología incorporando aspectos de otras disciplinas, tales como de la botánica, la zoología, la climatología, la edarología, la geog-rafía física.: poneriormente de la bioquímica, la microbiología, las matemáticas, las ciencias de la computación } c.: ::.n:ilisis-de sistemas, y finalmente de la sociología, la economía,

la geografía

} la psicología, resultó en que 12. ecologla es m.en c:; :~oh:~.si\'a q lit L:~.sciencias anal, íric~,~.:;I Ca-:tT' 1981), El prinCl pal tactor unificaóor óe la ecología es tal vez su pumo de vista, su énfaSls en las interacciones entre los seres vivos;, su ambiente (más que en el ser vivo o ei ambiente per se); esLe (mllLO de vista Gl:italiz.;:¡ en algunos conceptos de naturaleza paraciigrnática, el principal de los cuaies es el de ecosistema. La ecologÚ es en cierto modo. histórica y operativamentt. una ciencia más "abierta" a las influencias de otras disciplinas qU,e la mayoría de ellas. Margald (1974) distingue, reconociendo un cieno grado inevitable de arbitrariedad, cuatro raíces principales que coalescieron en el último tercio del siglo XIX para constituir la ecología formalmente reconocida. Estas raíces vienen de la descripción :' ordenación del paisaje geográfico. de cuestiones prácticas de agricultura. g::madería, pesca, etc., de la fisiología y los estudios de comportamientO, y oe la demografía. di''/ersa

aJ

humana

~:' en Clert(:; modo

Geografia

La influencia de la geografía en los orígenes de la ecología tue rouy importante, y recibió un ruerte estímulo con los grandes descubrimientos geográficos que despertaron el interés en comprender las razones de las diferencias y similitudes entre floras y taunas de lugares distintos. El énfasis estuvo puesto en el estudio de los agrupamientos vegetales naturales y en la dependencia entre Ja-distribución de las plantas y el clima, y se acentuó un divorcio entre ecología vegetal y ecología animal que continuó hasta hace pocas décadas. El estudio de las distribuciones geográficas llevó al descubrimiento de numerosas regularidades en la distribución de las especies y en 12 diversidad de organismos.

bJ ApZicacione5

1micticas

La influencia de ia experiencia obtenida en el ataque de prob:emas prácticos, experiencia en gran medida empírica, ha influenciado fuertemente a varias ramas de la ecologia. El estudio moderno de las fluctuaciones demográficas y de la dinámica ele poblaciones en s-eneral. se ha surtido de los datos y la experiencia sobre los insectos plaga (principalmente las plagas forestales) y también de los relativos a mamíferos silvestres de piel v2.liosa. Las teonas de interacción entre poblaciones de diferentes especies y la teoría de b explotación de recursos naturales renovables con su ?:-,:ílisis

'-'-

GlLDERTO

1"0

GALLOpiN

de los efectos ecológicos de la sobrecaptura, se h;:lll originado principal. mente con relación a la actividad pesquera, de gran importancia económica y documentada con largas series de datos. Viro Volterra, uno de los principales precursores de la teoría matemática de pobla.ciones, desarrolló trabajos motivado por problemas de biología pesquera. Los estudios parasitológicos del siglo pasado contribuyeron también a la construcción de la ecología, particularmente las investigaciones sobre expansión de las epidemias, la interpretación de los complejos ciclos de organismos parásitos, el control poblacional ejercido por los par:isitos sobre sus huéspedes, etcétera. Los conceptos de factores limit3.l1tes al crecimiento y reproducción de los organismos y el concepto de ciclos de nutrientes, se derivan directamente de estudios agronómicos más antiguos, particularmente a partir de Justus von Liebig (1802-1873). Estos enfoques también influencian posteriormente el desarrollo de gran parte de la ecología experimental, a partir de estudios de cultivos en condiciones controladas de campo y laboratorio. Es también obvia la influencia de consideraciones económicas prácticas en el desarrollo posterior de los conceptos de productividad, rendimiento y eficiencia ecológicos, elementos fundamenta: es de la ecología .energética o de producción ..

e] Fisiología

y

estudios del comportamiento

Como lo expresa Margalef, una porción importante de la ecología es fisiología de campo, y muchos estudios fisiológicos de plantas y animales individuales tuvieron una dimensión ecológica importante. Uno de los enfoques existentes en la ecología moderna, la autoecología o estudio del organismo individual en relación con su ambiente, deriva más o menos directamente de los antiguos estudios fisiológicos. Muchos conceptos y métodos de la fisiología, tales como las relaciones con los procesos de asimilación de carbono por las plantas y los procesos de asimilación de sustancias minerales, fueron incorporados más tarde a la ecologia moderna. Los estudios fisiológicos contribuyeron mucho a delimItar el concepto de ambiente y a identificar y medir los factores ambientales efectivamente operativos para cada tipo de organismo. Los estudios del comportamiento y reproducción animal también contribuyeron a aumentar el bagaje de la ecología, particularmente con relación al papel adaptativo de los comportamientos dentro de sus ecosistemas específicos. Mucho más recientemente, el conocimiento de la conducta

ECOLocí"

y A~!O!E:-;TF.

133

:mimJ.I y de los procesos re productivos de plantas y ;:mimales, en con unción con elementos de la teoría económica, contribuyeron J. desarrollar los conceptos de estrategias eco lógicas ::1.:: las especies, de asignación de energía a diferentes procesos vitales, las teorías de búsqueda óptima, conceptos relacionados con la competencia entre especies por recursos escasos, etcétera, J

d] Demografia Los aspectos demográficos del crecimiento de las poblaciones biológicas y humanas constituyen un aspecto importante de la ecología moderna. Los trabajos precursores se refieren a poblaciones humanas, para las cuales existían registros de nacimientos y muertes desde hace siglos; muchas regularidades en las probabilidades de muerte eran conocidas a través de la práctica, también antigua, de los seguros de vida. Ya en 1662, John Graunt describió las poblaciones humanas en términos cuantitativos, y puede ser considerado el padre de la demografía (Cole, 1958a). Thomas Malthus en 1798 replanteó una serie de ideas que lo antecedían en dos siglos acerca de la resistencia ambiental al crecimiento ilimitado de las poblaciones humanas. La estadística influencia tempranamente a la demografía, y Quetelet es considerado por Cole (1958a) como el primer biómetra de la historia, iniciando una, tendencia estadística que hoy se mantiene en la ecología de las poblaciones. P. F. Verhulst (1838) derivó la ecuación logística como modelo del crecimiento de una población, ecuación ampliamente utilizada hoy en día; Alfred J. Lotka y Vito Volterra, en la segunda década de este siglo, desarrollaron la teoría matemática de la dinámica de poblaciones interactuantes e influyeron indirectamente en la ecología experimental a través de G. F. Gause y otros, quienes desarrollaron en los años treinta enfoques experimentales para poner a prueba los modelos teóricos. Gause planteó asimismo el principio de exclusión competitiva que dice que dos especies ecológicamente muy similares no pueden coexistir indefinidamente. A su vez, estos trabajos influyeron en la reformulación más precisa del concepto de nicho ecológico, previamente planteado por J. Grinnell en 1917. Algunos de los principales conceptos integradores de la eeología moderna surgieron primeramente con relación a los estudios del medio acuático -que tuvieron una larga tradición de trabajo multidisciplinariocon especialistas de distintas disciplinas trabajando juntos en expediciones oceanográficas o en laboratorios comunes. En el mar y sobre todo en los lagos, las interacciones de los organismos entre sí y con el medio

físÚ:

son particularmente

crrf,: ).n.t()

de

O':3-":jIJ, 1.:S(:C::!j'~,

evidentes. En 1877 Karl Moebius describi() banco de osrr3.S ccml(, un LOdo¡i} <1?

al

una biocenosis o comunidad biológica, y en 1877 S. A. Forbes escribió un :nsayo clásico sobre el lago como microcosmos. Posteriormente en 1935, G. Tansle'y, ecólogo terrestre, propuso el término ecosisrema para ~norar el conjunto formado por la comunidad biológica mis su ambiente .sico-químico. La idea de~ ecosistema, sin embargo, es mucho más antigua \1ajor-, 1969). Un poco más tarde, el invescigador ruso Sukachev acuñó :. término biogeocenosis, aproximadamente equivalente a ecosistema. La noción del fiujo de energía en el ecosisrema fue formulada por Lindeman en 1942, en su trabajo acerca del enfoque trófíco-dinámico en ecosistemas acuáticos. En el segundo teroo de este siglo, ya se configura lo que podría denominarse como ecología moderna, actualmente en pleno desarrollo. La rigura 1 muestra un esquema cronológico del desarrollo de la ecolOQ'ía. incluvendo los nombres de alg-unos de los investig-adores mis ea· ~. , v v nacidos.

-i. EVOLUCIÓT\ DE LAS UT\IDADES DE ESTUDIO DE LA ECOLOGÍA

Casai (1981) distingue CL.J.corases en el desarrollo de la noción de eeología desde el puntO de vista de -su campo de estudio. Si.bien el desarrollo de los conceptos no fue tan secuencial como se podría interpretar leyendo a Casai, la evolución de los énfasis puestos en el estudio ecológico siguió un orden visualizable. Desde el siglo XIX hasta el comienzo de los años veinte, el énfasis principal estuvo puesto en la autoecología, o ecología centrada en un:::. sola especie, con estudios detallados del ambiente en que viven las poblaciones de una especie dada, así como sus relaciones con otras especies (Allee et al.) 1949, Castri, 1981). Los estudios autoecológicos siguen efectuándose en nuestros días, con importantes implicaciones prácticas con relación a la lucha biológica, control de veerores de enrermedades, incremento de la producción vegetal utilizable, etc. Como en todas las rases de la ecología, los cambios históricos de énfasis permitieron incorporar más eiementos y conceptos más complejos, pero sin eliminar las líneas precedentes, las que continuaron desarrollándose hasta hoy, simultáneamente con los nuevos enfoques. Los estudios sobre la ecología del conjunto de especies vegetales y animales que habitan e interactúan en un área dada, ecología de las comunidades o sinecología~ se desarrollaron con cierro retraso con respecto a los

I

VIGURA F.';QUE~!A

CRONOLÓG!CO

DEL

DESAllROLI,{J

DE LA

F,COLor:fA

---~.-'~--'--'--~--~-T A.

v.

Ucv\':r:nl1ock

--

(1632·1723)

l. Sp¡ltlanzanl

(' 729·1799)

TCh. -

-

1

----~r 1I1IJ~I'01f1

--

G. Ehlenberg~ M,F.

Mi\ury

E. Forbcs

--~.,-~- ~-I

"s"L"'Io
(180G·HH3)

Wr~,en r orel

(1815·18~,l)

'-

Ourfon

A. ThÍ(ncmann

A. V. Hurnboldl (1769·1859)

H.U_ :3yordrllp

(1705· 1851)

___

A_,~ de Ch.

\JrHI

T-----

(1707·1180)

J .J. Audubon

-l

hllby

• HP;~~~¡;nanll flll(chlfHi'''' dI' Pl.h.,lIC'llger'· •..•. E~\i\CI0:\ 7m11ogic.-¡d~ ji;\IYl"í t t:'\pnl('~ J. Murray 1\8·11·¡n\,11

Exrrdld0n

a.c.

berq

OIIQ€'

_~t1:lSSll t~').E..!.2L __ A. DolHn (lf\IO·lB9~)

{1882·t9GOl

(t838-\957l

C
Oi'lr ••• ,ln (113091832)

"--...

SC1~~~~I~~dng

A.1l Wi\llacc (1823-19131

Clf'~enIS

J,H. fablo (H\23.19151 H.W. Gales 11825·1892)

O(~\:~s~~')ClIIf't

Shelloro

A,E. Brf'hm (IB29·18B-11 rlslologia

El~~\ln'

y el.olool;\ R. de Roaumur

(1683-1757)

J. IngonhouSl. (1730·1799) C.K. Splcnqel

{1750-1816} :".8. J.V,

BousslngaLJlt L1eblg

(1002-1887)

(\803,\8131

J. Silchs {1812-1897}

l¡flh'rq~n l,'(f'lll

~(1859-192<11

__

H.S_ Jennlngs

l.

ElIter

J~7_}~_

•••••..Vcrhulsl ........... 1111¡"1 G,lll~1! IJict'o\'ion

(ll0l-}763) T.n. Mal\hus ("66.183.1)

t,l\C

A.J. Ouctelet (17~18H)

.•

ArtlHIl

\~I;lll

Lr .-ir"

v.v~~ ~9-\9.101

~L-

~

1650

NOT A:

L_~. 1100

Como

Los autores nacilllir-nlo I,,¡ncip:tlr-s

rderencia

se toma n las ¡(leas

de

dcrlo

1\ Ú 111<'1 o

contelllj7or:'I1I<'OS se representan a la derecha de J:¡ 1\ b inl'tÍcnb de la ccologla corno ciencia integlada, r:lÍc('s '1\1(' dil'lon I"¡gen a b (Tol\ll~r,1. Ilt- ~Ial:::tld

de

¡'l\ est iv,adorcs

¡':lll
1 eeo!1oci

",tlieal, a partir I\ILsll1a ap""'('('u

b

dos, del J:¡s

___

~llil~~-"·

lJG

--------------------

••••• ------------

GILBERTO

GALLOpí~

estudios auroecológicos -aunc¡ue el concepco de comunidad es muv J.nen lS77, y el término sinecologíJ. cerior. YJ. explicicJ.do por :\Icebius parece haber sido acuñJ.do por los botánicos Schri5ter y Kirchner eu 1902más complejos que (Allee et al.) 1949). Estos estudios son inherentemente los J.utoecológicos y requieren una mayor cantidad de datos y teoría. El concepto de comunidad fue floreciendo a medida que se disponía de más información y elementos teóricos. y alcanzó su máximJ. primacía J. finJ.les de los J.ños veinte (Allee et al.) 1949) con relación J. nombres tales como los de A.. ThienemJ.nn, j. Br:nm-Blanquet y C. Elton, desarrolLindose varios conceptos básicos como los de la cadena alimentaria, la pirámide de las especies (disminución progresiva del número de especies en una comunidad desde las plantas hasta los org:mismos finales en la cadena alimentaria) y estudios matemáticos ace:ca de la dinámica de conjuntos de especies interactuantes. En los años cincuenta, el nuevo tocO de la actividad eco lógica pasó a ser los el ecosistema (Castri, 1981)) una unidad de estudio que comprende elementos del ambiente físico y todas las especies que habitan un área determinada, así como las interacciones entre todos los componentes (vivos y no vivos). La comprensión de los ecosistemas aumentó en los años cinde computadoras- permitió- procesar cuenta y sesenta, y la disponibilidad grandes cantidades de datos y exp!orar a través de modelos matemáticos complejos el comportamiento de los ecosistemas. Se efectuaron grandes esfuerzos internacionales, como el Programa Biológico Internacional, y se formaron equipos de investigación interdisciplinaria principalmente en les países más desarrollados. El énfasis en general estuvo destinado a comprender el funcionamiento de ecosistemas principalmente vírgenes o con escasa intervención humana. En ese período, la ecología recibió el influjo de la Teoría Gen..e!al de que se desarrollaba paralelamente y uno de cuyos objetivos era y predicción del comportamiento de sistemas complejos . la comprensión .-\sí surgió el análisis de sistemas eco lógicos, una rama de la ecología que contÓúa en pleno desarrollo, profundizando sus métodos desde las ap!ic2ciones iniciales relatiV2:mente triviales basadas en la construcción de moautomático de datos, delos de simulación descriptivos y el procesamiento hasta los esfuerzos actuales que intentan una comprensión causal más completa de la dinámica de los sistemas ecológicos. En la década de los setenta, y estimubdo en gran parte por la percepción generalizada de la existencia de problemas ambientales de caricter planetario (contaminación global a distancia, modificaciones clim;Íticas, modificaciones oceánicas, cte.), de la importancia de las interconexiones entre diferentes ecosistemas (Castri, 1981) Y del peligro que sufrían los eeosistemas fr;:igi1es marginales debido 3. las 3.ctividades humanas crecien-

Sistemas,

ECOLOGÍA

y

.,~m¡ENTE

10JI

ces, el énfasis se dirigió a los problemas de la biosfera, la capa VlVIente que rodea al pbneca. Como en los CJ.sos J.llteriores., el concep~o precedió en mucho a su aparición en el escenario internacional. El término fue creado aparentemente por el geólogo Suess o por el naturalista Lamarck (Young y Bartuska, 1974) y fue el tema de un libro del científico ruso V. 1. Vernadsky publicado ya en 1926 (Castri, 1981). Sin embargo, el influjo de la Conferencia de Estocolmo sobre el :\fedio Ambiente Humar.o (1972\ Y las preocupaciones ambientales generalizadas en la década, llevó el tema al centro de las actividades eco lógicas. En la décJ.da se c:eó el Pro(PNU::vrA) v la grama de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lJ0IESCO lanzó el Programa :\fAB (Man and Biosphere), sucesor del Programa Biológico Internacional, pero mucho más orientado hacia la acción con relación a problemas específicos locales que este último. La última y actual fase del desarrollo de la ecologia implica la internalización del hombre en la biosfera (Castri, 1981). La ecología fue unJ. ciencia con orígenes en la biología y el foco estuvo históricamente centndo (con excepciones) en los procesos y elementos de la naturaleza. Posteriormente, el papel del hombre fue considerJ.do en forma cada vez más creciente, pero en cierto modo como un componente "externo" a los ecosistemas. Es decir, se analizaban las consecuencias de las actividades hum~nas sobre los ecosistemas, pero el hombre era un agente exterior que introducía perturbaciones o modificaciones. De hecho se podría argumentar que el "hombre" como tal estaba incluso ausente, ya que a menudo se lo representaba en los estudios eco lógicos a través de un agente intermediario (1a tecnología, los asentamientos humanos, las actividades económicas. ctc.). La tendencia actual de incluir al hombre dentro del ecosistema, al hombre mismo, con sus percepciones, sus aspiraciones, sus necesidades y sus actividades, es todavía embrionaria. aunque hay un número cada vez mayor de investigaciones en ese sentido. La ecología en su etapa actual está en pleno proceso de flujo y la ecologia humana (que se desarrolló en varios aspectos en forma independiente también dentro de las ciencias sociales) no se puede considerar todavíJ. como totalmente integrada con la ecología de la naturaleza (Young, 197-!' Bruhn, 1974). Es más fácil declarar que la ecología incluye al hombre como componente del ecosistema, que demostrar que lo incluye efectivamente y no sólo potencialmente. Si el hombre es considerJ.do como un elemento de los ecosistemas en cuanto a sus dimensiones biológicas solamente, o como efector de cambios sobre la naturaleza, entonces el hombre no está incluido; sólo su "sombra" o proyección med.nica y biológica. En el mismo sentido, se podría argumentar que la física o la ingeniería incluye ;:il hom-

:-e, al ocuparse de las propiedades mecánicas de las personas desplazándose ;"\'.'.":' puer~(e. Es Interesante observar que esa progreslOn de ia eeología desde la autoteología hasta el hombre en la biosfera, ha seguido una línea de internaiización creciente de componentes dentro de los sistemas ecológicos. Del estudío del ambiente físico de una especie al estudio de la ecología de poblaciones 'Yde comunidades, se intemalizaron en el objeto de estudio las variables ambiemales biológicas: la comunidad inciuye en su organización las especies que entre sí conforman el ambiente biológico de las otras especies en el área. El ecosistema intemaliza a su vez el ambiente físico de las comunidades. y la ecosÍera intemaliza el ambiente físico y biológico del ecosistema planetario. El hombre en la biosfera, finalmente. imernaliza al hombre como componente cenITal del ecosistema planetario. As:, 12 tendencia de la ecología ha sido cada vez más englobante, de lo particular a lo general, de la parte hacia el todo. En su corta historia, la eeología ha evolucionado de ser una rama relativamente oscura de la biología, a una ciencia interdisciplinaria de la ma vor im pOTtancia que interrelaciona las ciencias físicas, biológicas y sociales (Odum. 1975). De este modo. la ciencia de la ecología ha cambiado a medida que cambiaban las percepciones de los problemas sociales y naturales, y sobre todo el vínculo estrecho que los une. Si bien en sus comienzos y hasta hace relativamente poco la ecología no aceptó el desafio social, y se mantUVO en un oroceso de consolidación interna como rama de la bioloda , ~ (H UTtubia. 1980), las -últimas décadas vieron un -avance acelerado de la toma de conciencia de la ecología corno ciencia integradora dedicada a comprender ;' mejorar los ecosistemas humanos y naturales. La figura:: muestra en forma simplificada la evolución de las unidades de estudio de la ecología..

:;.

CORRIEATES

CO!'\TEMPORÁNEAS

DE LA ECOLOGÍA

Como lo destacan \'arios autores (?I'icIntosh, 1980. Odum, 1971, etc.) la y estudia, interacciones fisiolóecología ha estudiado tradicionalmente. gicas y las respuestas de orga...'1ismos individuales con relación a su ambiente físico; la dinámica. distribución, regulación e interacciones en poblaciones de organismos; la composición específica y la estructura física y biológica de comunidades multiespecíficas, ;' el complejo de imeracciones en los ecosistemas. Cualquiera de esos tem::s puede estudiarse con base

FI"URA 2 E\,OJ.IICIÚN IlE J.AS UNIIlAIlFS

1) 1'.1 orr,~lliSllln

fl)

1,1

hOIIlI""

nI-: I-:STlllllO nI-: J.A FcoJ.ocL\

)' Sil alllhi<:lIle;

1'11 1:,

hi,d,'¡a.

\le

2) la (Cl1l1\l11 i,l:t(1 hinlc'lgica: (1981),

CaslIÍ

1) el ('[mi,lell":

'1)

la hin,fcla:

J, Y'¡:5,;

Tr::-terlOc a la

c.::a¡.Jal,.;.lUdU

UC:: lU~

~1::'1..C:ll1a.J

c:l..V1V:..:,J.. ••... V.)

1....1.'-

••..•.•...

¿ ••.• -....- .•. ,"",.~

.

_

turÍJac::e;es Sltí surrir ·tTansformaciones cualitariva.s.~ ;:Emeue sús variaj~e~ no se Dlantegan constantes ni se aproxIman a un u; ')L:r:cmir~,h"':L Estos conceptos tienen gran importancia con relaciÓn al manej o de los sistemas ecológicos (Holling, 1978; Gallopír. 1980a). Respecto al concepto de sucesión eco lógica. va se mf'nc~o::¿ ,::" p;¡rte dentro de la discusión sobre> reducclOnismo 7' holismo. Aquí sólo se destacará que: el concepto de sucesión ecológica, todavía muy discutido en cuanto a su reQUlaridad v. oredictibilidad, forma Darte central de V2.:rios e ~ enfoques de regionalización ecológica para el desarrollo. eD tanto supongan una "vegetación, comunidad o ecosistema potencial". en las diferentes zonas ecológicas, a la cual tendería espontáneamente la sucesión (Long. Á

1974).

Es básicamente, aunque no exclusivamente, alredecior de la ecologi2. de ecosistem2.s que se ha destacado el influjo de la teoría general de sistemas desarroÚada orig-inalmente por un biólozo, von BertahnfÍ'-' , ~ .•. v (1968): su aplicación ;: desarrollo en ecología ha llegado a la aparición de la denominada ecologia de sistemas, que actualmente es un campo proteico en estado de flujo que derivó muchas de sus técnicas ;: conceotos y constituye una mezde la ingeniería y las ciencias de la computación, cla de teoría y aplicaciones. La ecología de sistemas utiliza extensivamente los modelos de simulación para describir }' predecir el compOrté.miento de sistemas ecológicos complejos, reales o ideales (véase, por ejemplo. Patten, 1975; Hall) Da}, 1977.: '\'\latt, 1968). Luego de algo más de una década de'-aplicaciones y explotaCiones, particularmente alrededor ¿el Programa Biológico Internacional, el análisis de sistemas ecoiógicos está sed.i, estériles. mentando y comienza a distinguirse entre enfoques fructíferos

L

'1.'

6. LO AMBIEKT

AL Y LO ECOLÓGICO

Es innegable que la ecología ha ejercido una fuerte influencia en la perde la problemática ambiental. Ya desde mucho cepción y caracterización antes de la década de los sesenta (el libro La primavera silenciosG., de Rachel Carson, apareció en 1962) se publican libros y estudios basados en investigaciones ecológicas, advirtiendo acerca de la degradación de la generados por el manejo naturaleza y de los riesgos para la humanidad irracional de los recursos naturales y la amenaza de la contaminación, J' enfCitizando la necesidad de tomar medidas de conservación. De ..hecho, la preocupación

ambiental

de la última

década surgió prime-

1_<) :)...

GlLBERTO

GALLOPÍN

ramente en los países industrializ;:¡dos ;:¡lrededor de los tem;:¡sde la contamim.ción y las ;:¡menaz;:¡sal "equilibrio ecológico", implic:mdo una visión del ;:¡mbiente humano como constituido solamente por la naturaleza y por sus procesos físicos, químicos y biológicos; es decir, lo ecolÓgico en su sentido tradicional. Después, en el informe FOUNEX y en la Conferencia de Estocolmo (1972) se incorporaron los puntos de vista de los países del Tercer :\Iundo, que enfatizaban los ;:¡spectos sociales del ;:¡mbiente, tales como la "contamin;:¡ción de la pobreza", el uso irr;:¡cional de los recursos y las condiciones gener;:¡les de vida de la población. El contenido del concepto "ambiente humano" se expandió hasta incluir dimensiones y niveles más amplios que lo meramente ecológico-biológico. Por la diversidad de orígenes y de puntos de vista (esencialmente ideológicos) sobre el problema, la expresión "ambiente humano" ha sido una de las más confusas de las utilizadas en los foros internacionales (Sachs, 1970). Puesto que el concepto de ambiente aparentemente representa un ámbito potencial de convergencia y articulación de diversas ciencias, es conveniente considerarlo en más detalle.

Un concepto general del ambiente humano El con,cepto de ambiente puede ser especificado en distintos niveles de detalle, y de acuerdo con diferentes puntos de vista (Gallopín, 1981a. 198Ib), pero en sus términos más básicos, el ambiente de un sistema humano (denotando por sistema humano a un conjunto de elementos humanos interrelacionados) está constituido por otro u otros sistemas que influyen en el sistema humano y que a su vez son influidos por éL La manera en que un sistema incide en su ambiente depende en general de las propiedades del sistema humano, ;:¡sí como del modo en que el ambiente actúa sobre el sistema. El ambiente de un sistema humano puede ser entonces visto como un conjunto de factores o variables que no pertenecen al sistema, pero están directamente acoplados a elementos o subsistemas del sistema en consideración. Este nivel de detalle es suficiente para la caracterización operativa del estado del ambiente;- sin embargo, el pronóstico de las condiciones ambientales futuras y el manejo ambiental, usualmente requieren que se tome en cuenta la organización interna y el comportamiento de las variables del mundo externo que contribuyen significativamente a la determinación del estado del sistema humano. En ese caso, el ambiente es concebido como un conjunto de variables interrelacionadas en un sistema ambiental con una organización y dinámica dadas, interactuando con el sistema humano considerado. El supersistema compuesto por el sistema

-"'~'.'-:-""."'''''''''''''''''''------'-~''''.'',.,.,-:....-_""', ,_

........ _-".,.." .•...

ECOLociA

y .\~lB1E.'1n:

...

..•

153

humano y su sistema J.ffibiental puede ser visto como un sistema. el' , 'd l' E 1 l b' eo ogleo en senn o a~? 10. s c aro entonces que e am lente es. pna entidad defiTIlda en relaClon con un SIstema dado, y por lo tanto el ambiente en o-en al es diferente pan, sistemas humanos distintos. Así, el ambiente al C;al ~rt' expuesta una persona (sistema humano individual) no es el mismo q~: el ambiente de una sociedad (sistema humano societal), el que a su vez puede diferir del ambiente que rodea a la humanidad como ente colectivo (sistema humano '2;lobal). _-\.simismo, las características ambientales en 0 o-e. neral pueden diferir entre personas o grupos dentro de una misma sociedad, y también entre sociedades. El ambiente de una persona o grupo intrasocietal puede ser visualizado en términos de dos grandes categorías: el ambiente bio-geo-físico-químico ("físico") y el ambiente social. El ambiente físico incluye diversos componentes: el aire, el agua, el clima, la ciudad, el campo, el ambiente de trabajo, las condiciones de higiene, las condiciones físicas de vida, plantas y animales, ete. ::vruchos de estos factores están relacionados con los condicionantes externos (a la persona o grupo} que afectan la probabilidad de satisfacción de las necesidades humanas materiales. \

~

I

El ambiente social de las personas y grupos incluye factores tales como el tipo y la calidad de las relaciones imerpersonales (o intergrupales), el acceso al trabajo productivo, el acceso a la educación y a la cultura, los condicionantes externos de la participación y libertad de expresión, las influencias psicosociales, ete., relacionados generalmente con los factores externos que inciden en la probabilidad de satisfacer las necesidades humanas no materiales. El ambiente de un sistema humano en el nivel de agregación de una sociedad nacional puede concebirse constituido por dos componentes básicos: por un lado, el ambiente físico incluido denrro del territorio del país, y por otro lado, el ambiente externo. El ambiente físico de la sociedad incluye tanto el ambiente natural (espacio, clima, recursos naturales, ecosistemas, ete.) como el ambiente construido (edificios, ciudades, rutas, infraestructura, ete.). El ambiente externo tiene tanto componentes físicos (el ambiente físico global o regional) como sociales (el ambiente internacional, interacciones entre países de tipo cultural, comercial, político, etc.). Por lo tanto, el ambiente del sistema persona está compuesto parcialmente por elementos del sistema humano societal (que constituyen la organización interna de la sociedad y no forman parte del ambiente de 1:1 misma) y por elementos del ambiente físico de la sociedad, aunque los últimos generalmente están definidos, en el caso de la persona, a un nivel de' percepción más fino que para el caso- societal. El ambiente de la humanidad como un todo (el sistema humano global o sociosfera) puede ser caracterizado corno constituido tamb i¿n por dos

Jmponentes fundamentales. El ambiente flS1CO Qt la numamdad mClUve atmostera, la hidrosfera la lÍwsrera, la blOsrera y la tecnosfera (la últi:IÚ, contiene el ambiente total construido por el hombre). El am!;¡enLc extra-terrestre posee, de acuerdo a lo conocido hasta el momento, s610 los componentes fi:;ico:;, y por lo tanto el sistema numa..'10 global carece de un componente ambiental SOCIal.

Componentes

objetivos )' subjetivos

del amiJ1ente humano

El hombre como entidad biológica es miembro de una sola especie y sus reauerimientos Hsico-ouimicos v biolócicos 'varían relativamente ooco en1 l. '.•. tTe los diferentes grupos ~\' sociedades. Por el contrario, los componentes económicos, sociales y culturales más significativos del ambiente pueden variar ampliamente entre diferentes grupos humanos y organizaciones y adjusociales, 'Ylos diferentes sistemas humanos perciben diferentemente ciican diferentes valores a los ciistintos aspectos específicos del ambiente. Desde este punto de vista, es posible caTacterizar al ambiente de acuerdo con las siguientes categorías: potencial, operativo, percibido y valorizado. El ambiente potencial incluye aquellos factores que interactúan en un momento determinado con el sistema hum2.J."1o,más aquellos que podrían interactuar en otros momentos debido a eventos conocidos o desconocidos. Representa esencialmente un componente abierto, relacionado con los conceptos de "limites externos" y "posibles roturas", El ambiente operativo incluye aquellos factores ..que interactúan .actualmente con el sistema humano considerado. Sólo algunas de estas variables operativas son percibídas en un momento dado por el sistema humano. El ambiente percibido incluye las variables ambientales operati'vas de las que el sistema humano es consciente, y podrían subdividirse en propiamente percibi das e inferid.as (las últimas pueden extenderse hacia el dominio del ambiente potencial). El ambiente valorizado es el subconiunto mis reducido. y está representado por aquellos factores ambientales a los cuales el sistema humano adjudica un valor significativo, ya sea éste económico. social, estético o ético, y tambiénpuede extenderse hacia el ambiente potencial tal como ocurre en los casos en que se toma en cuenta el ambiente de las generaciones futuras. Obviamente, los ambientes percibido y valorizado exhiben un componente subjetivo importante, tanto individual como colectivamente, y por lo tanto son los que tienen mayor probabilidad de presentar grandes variaciones entre sistemas humanos, Estos asoectos contribuven a explicar muchas de las diferencias entre actitudes hacia el ambiente exhibidas por diferentes sociedades. Algunos problemas ambien..tales están claramente asociados con la pobreza y el ,

1_

subdesarrollo: otros al'maldesarrollo "Yotros 3., ulperaCSaao1tu (UDZ ZDV(.'la de ma ldesarro1' o:. Los paise5 pn bre;; y ricos difieren significa >;:, .. IIlcncc en su cuoca re;aciva de esospTublcmas, y pur lo cantú ::.a¡IlUl:..:n diheren sus ambientes operativos. Por encima de esas diferencias aparecen las diferencias en cuamo a percepción, )' finalmente:, las diferencias e!'. cuanto a valorización. Es por lo tantO natural que el enfasis relativo adjudicacio a los direrentes aspectos y problemas ambientales difiera en las distintas sociedades y grupos sociales .. aun en el caso en que ios ambientes operativos fueran idénticos.

La

e-JOLució11 de!

ambiente

Los componentes importantes del ambiente de las plantas y animales 111reriores son rundamentalmente de naturaleza física. química y biológica.. En la mayoría de los casos. el ambiente de una bacteria puede definirse adecúidamente sobre la base de la temperatura, humedad, concentración de algunos compuestos químicos orgánicos e inorgánicos -: densidad de la población bacteriana. Sin embargo, cuando se consideran niveles superiores de organización, resulta necesario agregar otras variables y dimensiones para representar adecuadamente el ambiente de los organismos (Gallopino 1981b). El mantenimiento cie la sustancia viva sólo puede tener lugar dentro de una gama limitada de valores de algunas variables esenciales, gama más estrecha. que--aquella que se encuentra en el ambiente externo. A través de los cambios y la selección natural desde el origen de la vida en nuestro planeta., los organismos han desarrollado mecanismos homeostáticos que permiten hasta cieno punto mantener la constancia interna hente a un ambiente cambiante. En un ambiente variable, la supervivencia y el éxitO de los organismos depende fundamentalmente de su capacidad de percibir estos cambios y reaccionar frente a ellos, evitando o neutralizando los negativos y asimilando o buscando los que son positivos. En los organismos inferiores, los sistemas de percepción son muy sencillos, quizá tan elementales como la excitabilidad básica del protoplasma, expresada por la alteraciÓn del ritmo de algunas reacciones bioquimicas. La capacidad de percepción aumenta en complejidad ~. poder de resolución a medida que se avanza hacia los organismos más evolucionados o superiores, y culmina en los complejos sistemas sensoriales de los animales superiores, que pueden percibir una amplia gama de estímulos con sorprendente detalle. Los sistemas reguladores, relacionados con la capacidad de reacción a los cambios qUf modifican las relaciones del organismo con su ambien te, .••

__

.1.

,

Lío

GILBERTO

GALLOP{N

o de control de las carJctenstJCJS hostiles del Jmbiente. tJmbién JumentJ.n en complejidad y eficJ.cia J. trJ.vés de la jerJrquía biológicJ., desde las simples reJ.cciones enzimáticJ.S, h:¡sta el complejo compoHJ.II1iento y Jctividad posibilitados por los complicJdos sistemas neuromotores de los vertebn.dos superiores, y que permiten reaccionar no sólo a los cambios actuales sino también a los futuros, culminando en los niveles más altos que hace posible la actividad del cerebro humano. Por lo t:mto. a medida que J.umentJ.n la complejidJ.d, eficacia y rJ.n~o de los sistemas de percepción y regulación, se va :J.gregando un número (:lda vez mayor de variables al J.II1biente, variab] es que se extienden mucho más allá del conjunto de factores físico-químicos necesarios para el mero funcionamiento del protop/;:¡sma. A. medida que :J.lgunas variables J.II1bientales se hacen menos críticas al desarrollarse los mecanismos reguladores, otras variables adquieren import:J.ncia para los organismos e influyen en su actividad y comportamiento. Ésta es la razón fundamental por la cual el :J.mbiente humano es mucho más difícil y complejo de caracterizar que el de los organismos más sencillos. Las dimensiones sociales, culturales, estéticas o éticas del ambiente humano, sólo tienen significado y son operativas en la medida en que exista la capacidad de percibir dichas variables y reaccionar a ellas. La compleja estructura de 12s sociedades humanas determina que el éxito e incluso la supervivencia del individuo, del grupo, de la sociedad aun de la humanidad pueda depender, en un sentido muy real, de su capacidad de percibir y reaccionar frente a variables de naturaleza fundamentalmente diferente a la de las variables biológicas y físico-químicas que componen el ambiente total de los organismos más sencillos. Por lo tanto, estas nuevas variables, que de hecho representan nuevas dimensiones. son tan legítimamente parte del ambiente humano como las variables biofísico-químicas. Incluso en ciertos insectos, av.eii y mamiferos, algunos de estos componentes, por ejemplo el ambiente social, ya son operativos con claras repercusiones selectivas. Se ha sostenido a veces que los componentes sociales y culturales no deben considerarse parte del ambiente humano, basándose fundamentalmente en que el mismo es exterior al hombre y por lo tanto, no humano. Esta concepción sólo tiene sentido para un nivel de agregación: el de toda Ia humanidad. En el caso de cualquier otro sistema humano, algunas interacciones sociales son externas e in.t1uyen en el sistema, o son influidas por él, y por lo tanto es evidente que forman parte de su ambiente. Naturalmente, no hay que confundir ambiente social con sistema social, porque el primero sólo se compone de las variables del sistema social que interJ.ctuan directamente con el sistema humano considerado, por. ejemplo, el individuo o el grupo. Una posición intermedia está representada por los investigadores que

[COLociA

\'

.\~m{E:-;TE

lj7

~cept:::tn el concepto de :¡mbiente social, pero sólo reducido ~ las dimen::)lones más biológic:lS del hombre (tamaño y tasa de crecimiento det grupo, nÚmero e in tensldad de bs in teracciones entre sus miemo{os, etc.L Se~n este punto de vista, las relaciones entre grupos, clases sociales, culturas, países, formas de org~mización insutucional, ete., se consideran parte del sistema social, pero no del ambiente social. "No comparto esta posi-ción. El sistema social se define como tal como un objeto de estudio, con una estructura y organización determinadas. Por otra parte, el ambiente social es un concepto complementario del sistema humano examinado (individual o colectivo) y se define en función de las interacciones atinentes entre el sistema y todo lo que no pertenece a él. La diferencia radica esencialmente en el punto de vista. Por ejemplo, al nivel de agregaci6n de un pais, los demás países con los cuales interactúa ciertamente form;:J.n parte de su ambiente: iniluyen en el país considerado y son influidos por éste. Es preciso dejar en claro que los argumentos aquí ofrecidos no pretenden negar que, para algunos efectos, puede ser conveniente analizar separadamente los componentes físicos y sociales del ambiente humano, aunque sólo sea porque las disciplinas científicas tradicionales han elaborado sus métodos, técnicas y conceptos de distintas maneras. Sin embargo, no hay que confundir esta separación pragmática. COIl.._una.dicotomia conceptual. ~o sólo porque, como se dijo, los componentes físicos y sociales naturalmente forman parte del ambiente humano total, sino que además interactúan en forma estrecha. Cuando el ambiente humano es limitado simplemente a sus alcances físicos, surge la tentación de concebir al hombre y su ambiente como entidades separables y a menudo conflictivas. Parece claro entonces, que el contenido del concepto de ambiente humano es mucho más amplio que lo que cubre el ámbito de la ecología biológica, y es incluso más amplio que el campo más general de la eco~0gía en su fase actual. La ecología general evolucionó del estudio de las relaciones entre cosas (organismos, factores físico-químicos, ete.), al estudio de un conjunto de relaciones entre los hombres y las cosas ("el hombre en la biosfera"), pero su ámbito no ha abarcado el estudio de las relaciones de los hombres entre si salvo, a veces, en cuanto a algunos aspectos específicos. El concepto general de ambiente humano, por otrJ parte.:. abarca como aspectos centrales tanto las relaciones de los hombres con los hombres, como de los hombres con las cosas y de las cosas entre sí. y su tratamiento integral y operativo requiere necesariamente de la articulaciÓn de diferentes enfoques disciplinarios alrededor de una problemática común y a través de un punto de vista unificador. El concepto de lo ambiental excede asimismo al de lo ecológico en cuanto el primero tiene un claro componente normativo) reflejado en Sll relación con la calidad de la vida de los seres humanos y en el concepto

l

calidad uación

.1 mbicntc)

ambiental.

Estos aspectos serán brevemente

calidad de vid¡¡ )' necesidades

dIscutidos

a conu-

humanas

Las condiciones- ambientales a las que están ex puestas las personas se relacionan íntimamente a la calidad de vida, conceptO cuyo referente fundamental es la persona individual. La calidad de vida es concebida. como la resultante de la saluc psicosomáÚca de una persona (evaluada objetiva o intersubjetivamente) y del sentimiento (subjetivo) de satisfacción. La salud depende de los procesos internos de la persona y del grado de cobertura de las necesidades. y la satisfacción depende de los procesos internos y del grado de cobertura de los deseos y aspiraciones. J\1ientras que las necesidades humanas son ~.generalmente concebidas corno reauerimientos 1 genéricos de los seres humanos para mantenerse saludables, los deseos :: son las formas concretas en que una persona busca cubrir sus aspiraciones necesidades percibidas, especificando los satisractores específicos requeridos (l'víallmann, 1980; Gallopín, 1981c). Los satisfactoTes son los elementos cuyo uso o consumo determina la cobertura de una necesidad, deseo o aspiración; mientras que algunos satisfactores son intrahumanos, provenientes de la persona misma, muchos otros provienen del ambiente de la persona, y la misma los obtiene a través de sus actividades. Las condiciones del ambiente de las personas, tanto en sus aspeqos físicos como .sociales, ..inciden entonces en la posibilidad de satisfacción de sus necesidades, deseos y aspiraciones, y por lo tan to directamente en su calidad de vida. El estado del ambiente de la sociedad, por otra parte. también puede influir sobre la calidad de vida de las personas que pertenecen a una sociedad, pero en general de un modo menos directo. Una sociedad, por ejemplo, puede tener cubiertos sus requerimientos de recursos naturales, y no satisfacer (por razones atribuibles a su organización interna) las necesiciades alimentarias mínimas de una parte importante de su población, o puede tener déficit de recursos y posibilitar la satisfacción de las necesidades (al menos las básicas) de todos sus miembros. Por lo tantO, las condiciones del ambiente de una sociedad, sumadas a la organización interná del sistema humano societal. son los factores principales que inciden sobre la calidad de vida de las personas. En este sentido, el ambiente físico de la sociedad está más directamente relacionado con el ambiente físico de las personas, mientras que la orgmización interna de la sociedad está más directamente relacionada con el ambiente social de las personas, aunque

no en forma I"xclusiva.

En este contexLO, la calidad

de vicia puede ser utilizada

como un

cepto unif.icad:JT :rue perrn'i ;~~!"eL~cJc·n:Jr las n~ces.i.d2des

b,tLfIlar;:L:,

íc"~~,~~,.

bientes individuales

(Gallopín,

1981 c).

Calidad

y

societajes

y

ei desarrollo

humano

amuienwl

La calidad ambiental ha SlelO definida de muchas maneras por distintas personas. La propuesta presentada aquí se basa en un análisis del ambiente humano en función de la calidad de vida de los seres humanos (Gallopino 1980). Si se acepta que una alta calidad ambiental eSGt asociada a aquellas situaciones del ambiente oue favorecen b meioi calidad de vida de las 1 personas que pertenecen a un sistema human" clado, y que la calidad de vida está determinada tanto por factores objetivos como por satisfacciones subj~tivas, se desprende que la calidad del ambiente debe necesanamente incluir aspectos objetivos)' subjetivos. En términos generales. la calidad ambiental puede ser conceptualizada como los juicios de "":alor adjudicados al estado o condición del ambiente, donde el estado se refiere a los valores (no necesariamente numéricos) adoptados en una situación y momento dados, por las variables o componentes del ambiente que ejercen una mayor influencia sobre la calidad de vida presente y futura de los miembros de un sistema humano. Es conveniente distinguir entre los componentes objetivos y subjetivos de la calidad ambientai, en términos de calidad ambiental esomada\' percibida, respectivamente. La calidad ambiental estimada representa una evaluación ("calidad") de las condiciones de los diferentes componentes ambientales basada en juicios de valor intersubjetivos aplicados a mediciones o estimaciones de las condiciones. Estos juicios son efectuados por expertos calificados, tomando en cuen::a las requerimientos para la salud y los patrones y "":alores sociales y culturales. En el caso de algunos componentes (particularmente en el dominio de (criterios prefijados la salud somática) pueden existir normas universales de calidad aceptable. deseable u óptima); en otros casos, las normas pueden ser socialmente determinadas; para algunos componentes puede no haber normas claras, ya sea por dificultades de medición o por falta de información acerca del efectO de esos componentes sobre la calidad de vida. La calidad ambiental percibida representa una evaluación subjetiva de la calidad del ambiente efectuada por la gente. Esta información puede ser obtenida a través de relevamientos de opiniones, debate público, eventos u otras técnicas.

160

GILRERTO

GALLOP/N;

En resumen, la evaluación de b calidad del ambiente de las personas. debe tener en cuenta tres aspectos principales: a] mediciones o estimaciones del estado o condición del ambiente de las persc:::2s; b] una evalua_ ción intersubjetiva de esas condiciones, y e] una evaluación subjetiva personal de esas condiciones efectuada por las personas que las experimentan. En el caso de la calidad Jmbiental de sistemas bumanos supraindividuales, como por ejemplo la calidad del ambiente de una sociedad, sólo los dos primeros componentes citados arriba son relevJntes, puesto que las. personas que pertenecen a la sociedad no experimentan directamente el ambiente de la sociedad. Las opiniones, colectivas o individuales, de las. personas miembros de la sociedad deberían en este caso ser incluidas como parte de la evaluación intersubjetiva de las condiciones ambientales de la sociedad.

El campo de lo ambiental, tanto por su cobertura como por sus componentes nomativos, tanto por incluir componentes subjetivos como juicios. de valor, excede el ámbito de la ecologia; lo ecológico no es sinónimo de lo ambiental, sino que aquél es un subconjunto de éste. En este caso parecen existir tres posibilidades básicas en cuanto al futuro de. la relación entre la ecología y la problemática ambiental. La primera posibilidad es que la ecologia continúe ampliando su unidad de estudio hasta incluir toda la problemática ambiental, con la coalescencia de las ramas de la ecologia humana proveniendo, a través de diferentes líneas, de las ciencias sociales (antropología, psicologia, etc.). Es decir, que la ecologia incorpore dentro de su ámbito todos los aspectos de las ciencias sociales relevantes a lo ambiental. La segunda posibilidad es simétrica de la anterior; es decir que las ciencias sociales, partiendo del análisis de las relaciones de los hombres' entre sí, se expandan hasta incluir los aspectos ambientales hoy tratados por la ecologia. Las dos alternativas mencionadas terminarían en la constitucion de una "superciencia" en cada, caso, y se podría especular que· la segunda seria menos probable que la primera, puesto que las ciencias sociales no han mostrado históricamente un grado de convergencia tan grande como la ecologia, y que tal alternativa implicaría no sólo una expansión del ámbito de estudio, sino también la modificación de su punto de vista tradicionaL Las dos alternativas son, sin embargo, potencialmente posibles. La tercera alternativa no implica la absorción de la problemática ambiental por ninguna de las actuales disciplinas ecológicas o sociales. Se trata de la articulaci6n de las disciplinas que tocan diferentes temas relacionados con el ambiente alrededor de una problemática común de índole

ECQLoct.\

y .\:-.¡nrE..'ITE

lol

intcrdisciplinariJ., contribuyendo a la comprenslOn del problema desde distintos ángulos, pero m;:¡nteniendo sus especificidades. Parece evidente que para que tal articulación no se reduzca a una suma más o menos inconexJ. de enfoques parciales, para que se pueda dar una verdade-J. integr:lción de los aportes de los distintos enfoques y una comprensión global de 1:1problemática :lmbiental, es necesario que exista un marco conceptual o p:lradigma transdisciplinario de tal problemática, compartido por bs diferentes disciplinas participantes. Aparentemente hastJ. el momento no existe tal paradigma, o por lo menos no es aceptado por las diferentes disciplinas. La mayoría de los currÍcula universitarios en 1:1sllamadas "ciencias J.mbient,des" que están proliferando en el mundo, se asemejan mucho más a intentos multidisciplinarios que verdaderamente interdisciplinarios o transdisci plinarios. De darse la articulación de diversas ciencias alrededor de la problemática ambiental, es posible que eventualmente se genere una nueva ciencia, con sus propia identidad, axiomática y metodológica, incorporando también algunos, pero no todos, de los conceptos y ~étodos de la ecología y de las ciencias sociales y generando otros nuevos. Se:l ello así o no, es probablemente a través de ;a cJternativa de articulación que se puede dar de mejor manera la cooperación e integraéi6n entre- disciplinas y no a través de la absorción de la temática ambiental por una u otra de las disciplinas existentes actualmente.

7.

EL ~EXO

SOCIEDAD-NATURALEZ.A..• HACIA

DE .-\RTICUL\CIÓN

UN POSIBLE

:'fARCO

DE Cffi'lCIAS

De acuerdo con el concepto amplio de ambiente utilizado aquí, lo ambiental no está reducido a lo natural, ni aun a lo estrictamente ecológico. Sin embargo, es innegable que uno de los aspectos centrales de la problemática ambiental es el de las vinculaciones entre la sociedad y la naturaleza. El término nexo entre la sociedad y su -ambiente natural o modificado puede incluir dos sentidos. El primero es el del tipo de relaciones establecidas entre la sociedad y su ambiente, o entre la sociedad y la naturalez::t, la manera general en que el ambiente es percibido y tratado por la sociedad; por ejemplo, se puede hablar de sociedades dominadas por la naturaleza, sociedades antagónicas respecto de la naturaleza y sociedades en armonía con la naturaleza_ La segunda acepción de nexo induye lo que aquí se determinará interacciones entre la sociedad y el ambiente, que repre·

:;en tan canales más concretos

e' identificables

de influencias

mutuas.

La

"C:rlexiÓn s apuntará a las dos acepciones; por lo ranto se el término más general de nexo. En términos generales, el nexo entre la sociedad)" la naturaleza se produce a través de dos grandes tipos de factores: el con Junto de acciones humanas que inciden sobre el sistema ecológico natural, y el conjunto de efectos eco lógicos generados en la naturaleza y que inciden sobre el sistema sociaL Los efectos ecológicos pueden representar respuestas de los sistemas naturales a las acciones humanas, o pueden ser fenómenos espontáneos derivados del funcionamiento de los sistemas ecológicos (por ejemplo inundaciones, cambios ecológicos sucesionales, cambios ecológicos debidos a variaciones climáticas naturales, etc.·¡. i\simismo, las acciones humanas pueden ser acciones espontáneas de la sociedad (apertura de nuevas áreas agrícolas, emisión de desechos industriales o domésticos, etc.) o pueden representar la reacción social frente a erectos ecológicos naturales o inducidos antrópicamente (medidas de control de erosión. regulación de los cursos de ... ~ agua, cultivos en áreas fertilizadas por inundaciones, incremento de la explotación pesquera al disminuir la abundancia de especies comercial es. etcétera',.

Que acciones se ejercen sobre los sistemas ecológicos (y con qué modalidad) depende en general del funcionamiento del sistema social y de su percepción \' evaluación del ambiente. Por otra parte, esas acciones no son ejercidas por una sociedad indiferencia da; en cada sociedad, ;: de acuerdo con su org2..'1ización interna, distintos actores o agentes socioeconómicos pueden actua:' eIC.Jorma diferente sobre el ambiente ecológico y por lo tanto se hace necesario tener en cuenta quien actúa sobre el ambiente. Las acciones ejercidas pOI" los actores raramente son caprichosas o aleatorias, sino que responden a una cierta lógica o racionalidad. Es entonces necesario consicierar por que las acciones humanas que inciden sobre los sistemas ecológ-icos se llevan a cabo con la modalidad y tecnología adoptadas. El porqué es variado (desconocimiento, conveniencia, ausencia de otras opciones, percepción de la situación, etc.) y depende del actor y de las circunstancias particulares a las que ha estado expuesto, así corno de su inserción en una configuración social que condiciona, al menos parcialmente, sus opciones efectivas de manejo. luimismo, es necesario considerar quien sufre o se beneficia primariamente del cambio de condiciones ecológicas, dado que no necesariamente los actores sociales directamente expuestos a los erectOs ecológicos son los mismos que aquellos que generaron las acciones que produjeron los efectos, o que las generarán en respuesta a los efectos eeológicos inducidos o espontáneos. Cuáles son los grupos, sectores o actores sociales que reciben los efectos ecológicos depende en parte de la nan,lraleza de tales efectos y en parte de h configuración

social. A su vez, la conÍlguraclOn segÚn

quién

reciba

los

efectos,

SOCIalpuea::: se;:-atectaQ<.t GltereIluaunc,;'.t't "Yen algunos casos, los actor~~

C;t~e su.fren

los erectos ecclógicos pueden ser los mismos qu:.:: los que acai~-:'L;obr::: (;~ ambiente. Los efectos ecológicos pueden afectar al hombre de diversas maneras (disminución de la producción, deterioro ne };¡ s;¡Jlld, pérdida de tierras, aumento de costos de explotación, ete.), dependiendo de la localización de la población y de las actividades productivas, las condiciones generales de vida ';' OLros factores aquí incluidos dentro del concepto amplio de configuración social (por ejemplo la vulnerabilidad ante enrermedades epidémicas depende en parte del nivel nutricional de la población; la eutroficación de cuerpos de agua es clásicamente considerada como un deterioro ambiental, pero en el sudeste de Asia tales concentraciones de nutrientes, algas ~. plantas acuáticas, son vistos en muchos casos como recursos productlvos -en los arrozales, estanques de peces y aun en algunos cuerpos de aguas naturales(Holling, 1978: 17). Ello implica entonces la necesidad de analizar" evaluar como afectan los cambios ecológicos al sistema humano; en otras palabras, cómo un conjuntO de erectOs ecológicos se traduce de impactos (perjudiciales o beneficiosos) sobre la sociedad. Desde el puntO de vista ecológico se hace necesario conocer como afectan las acciones humanas a los sistemas naturales (eliminaclOn o introducción de especies, extracción de biomasa, alteraciones del drenaje, introducción de sustancias tóxicas, etc.) " que efectos ecológicos específicos se producen espontáneamente o en respuesta a las acciones humanas. El impacto de las acciones humanas sobre los sistemas eco lógicos depende de la naturaleza de la acción y de la configuración ecológica (por ejemplo, una misma tasa de extracción de individuos vegetales o animales puede estimular el crecimiento de la población biológica o puede producir su extinción, dependiendo del estado sanitario de la población, la historia previa del ecosistema, ete.). Puesto que las acciones humanas pueden incidir directamente sobre distintos elementos de los sistemas ecológicos. es necesario tener en cuenta cuáles son los elementos ecológicos receptores, lo que depende en parte de la configuración eco lógica (por ejemplo, In fumigación del área con insecticidas afectará directamente a la fauna del suelo en ecosistemas abiertos, pero en los bosques densos los receptores primarios serán los insectOs de los estratos superiores del follaje; la conta· minación hídrica puede llegar inicialmente a distintos grupos de plantas o animales dependiendo de la circulación de las aguas 'Y la distribución de los organismos, ttc.). Los efectos sufridos por los elementos receptores pueden transmitirse al resto del ecosistema, produciendo alteraciones en la configuración ecológica (por ejemplo. los pesticidas organoclorados puco den terminar acumulándose a dosis letales en los animales carnívoros ;l

lC-l

GILllERTO

GALLOP{:'j

tTJ.vés del proceso de concencn.ción biológicJ., la eliminación de los :írboles dominantes puede permitir la proliferación de otras especies previamente escasas, ete.). Debido a esta reverberación de efectos a través del ecosistema, es necesario conocer también cwíles son los elementos o funciones ecológicos críticos cuyas alteraciones condicionarán los efectos ecológicos finales. Estos factores críticos pueden en algunos casos ser los mismos elementos que sufrieron el efecto diTecto de las acciones humanas, pero a menudo se trata de otras variabl es que dependen de la configuración ecológiq total y que reciben las perturbaciones por vías indirectas. El conocer como se produce la reorganización del sistema eco lógico (algunos de cuyos cambios producirán los efectos ecológicos incidentes sobre el sistema humano), requiere analizar cuáles son los factores críticos modificados e inferir por qué se produce esa reoTg~mización, lo que depende de la "lógica" ecológica inherente a la configuración ecosistémica de que se trate (por ejemplo, en las selvas pluviales tropicales, los nutrientes son acumulados primariamente en la biomasa y no en el suelo; por lo tanto al eliminarse la selva para hacer agricultura, se produce una rápida fuga de los mismos y los suelos pierden su fertilidad a los pocos años; esto no es así en los bosques templados, los que a menudo proveen suelos agrícolas cuya fertilidad puede mantenerse por períodos muy largos). El mismo esquema de indagación es válido en el caso de las alteraciones ecológicas espontáneas, que se producen naturalmente sin intervención humana. En muchos casos es necesario tener presente también el ambiente externo de la sociedad considerada, tanto en sus aspectos sociales internacionales como en los físicos. Además de la obvia interacción del ambiente externo con la configuración social, en casos particulares algunas acciones que inciden sobre los sistemas eco lógicos incluidos dentro del territorio de una sociedad determinada pueden ser generadas por agentes del ambieñfe externo (acciones bélicas, explotaciones tipo "enclave", ete.). Además de tales acciones, ciertos cambios naturales o debidos a acciones humanas en el ambiente ecológico externo pueden afectar a los sistemas naturales de la sociedad (por ejemplo variaciones climáticas g:obales naturales, migraciones de especies, lluvias ácidas, derrames de petróleo en aguas aledañas, contaminación atmosférica global, contaminación hídrica aguas abajo, alteración de corrientes marinas --caso El Niño--, etc.). Del mismo modo, algunos efectos ecológicos inducidos o espontáneos producidos por los sistemas naturales de la sociedad pueden incidir sobre el ambiente externo de la misma. Las preguntas mencionadas representan los principales elementos que debieran ser tomados en consideración en una visión holística dirigida a mejorar las relaciones entre la sociedad y el ambiente natural. Estas expli-

ECOLOGÍA

y A~IOIE:'
155

c:lciones c:lusJ..les son necesarias para evaluar la rigidez o flexibilidad de ciertas Zlcciones, y para descubrir los medios para modific:rrlas, en caso necesario. Por ejemplo, si la razón básica por la cual se.degr:lda el ambiente en un área determinada es atribuible J. la ignorancia, puede ser necesario incentivar la capacitación y 13. investigación; sin embargo, si el perjuicio es causado por la aplicación de alguna racionalidad económica resuictiva, se requeriría un conjunto diferente de medidas para revertir las tendencias. Por otra parte, en algunas situaciones un. aumento del conocimiento de la dinámica causal de los sistemas eco lógicos puede ::ryudar a cambiar deliberadamente las respuestas' de los mismos sin modificar drásticamente el conjunto de acciones humanas, mientras que en otTOScasos un conocimiento adicional podría revelar algunos rasgos de las acciones ejercidas que son inherentemente perjudiciales, llevando a recomendaciones para su modi"ficación o su remplazo por un nuevo conjunto de acciones. Las acciones humanas pueden ser definidas en distintos niveLes, dependiendo de la resolución deseada y del grado de agregación del ecosistema social considerado (local, nacional, regional, global) e incluyen desde propuestas legislativas, políticas, proyectos de desarrollo, procedimientos operativos, métodos de manejo, hasta procesos humanos vitales. Las acciones humanas pueden incluir acciones delib.eradas o. normativas (algunas acciones pueden incluso ser propuestas con el único propósito de mejorar o restaurar la calidad ambiental) y también acciones "espontáneas" derivadas del funcionamiento del sistema (tales como cambios en los tipos de producción, las prácticas corrientes de manejo, etc.). Las acciones consideradas aquí son solamente aquellas que tienen un efecto identificable sobre los sistemas ecológicos; todas las otras acciones humanas pertenecen al dominio de la organización interna del sistema humano. Las acciones son generadas por los diferentes actores sociales y pueden ser influenciadas por el ambiente externo de la sociedad. Los sistemas eco lógicos reaccionan a las acciones humanas de acuerdo con la natura:eza de la acción y con su propia dinámica interna. Estas respuestas pueden a su vez producir efectos directos sobre el sistema humano y sobre el sistema ambiental externo. Por ejemplo, la respuesta del sistema eeológico frente a la colonización de nuevas áreas para agricultura extensiva influenciará la organización del sistelI!a humano (directamente o a través de influencias sobre los actores socioeeonómicos), ya sea la respuesta un aumento en la fertilidad o la degradación del suelo agrícola, reflejándose de esta manera en acciones humanas futuras (por ejemplo intensificación agrícola o abandono de tierras). El sistema eco lógico puede en algunos casos afectar el ambiente externo, ya sea en respuesta a acciones locales o a acciones externas. A menudo, los efectos soci;:¡Jes de la respuesta de los sistemas eeológicos

ae

acciones efectuadas en el pasado contriouyen a generar nuevas caren~;ccesid.ades humanas a través de la modificación de las condicio:le;

u'~ producción y reproducciÓn social. Así, la contaminación del agua y a:re, la contaminación sonora, la degradación del paisaje, y otras respuestas del ambiente natural a las acciones humanas, generan requerimientos de vacaciones, espacios verdes urbanos, recuperación psicológica, ete. Demasiado a menudo, esas necesidades colectivas son explotadas por el mismo tipo ae actores que iniciaron la degradación del ambiente, quienes entonces ofrecen privadamente (a aquellos en condiciones de pagarlos) los medios de satisfacer las necesidades generadas por sus propias actividades (Gorz, 1964). El marco conceptual discutido arriba puede ser visualizado como en la (1981b, 193:2). figura 3, modificada y generalizada a partir de Gallopín Dado el carácter circular de la gráfica es posible pan.ir de cualquier puntO \" aplicarlo a tan diferentes situaciones como la percepción cultural de un ambiente, los aspectos tecnológicos, la generación de residuos u oua situación cualquiera, como fue observado, en referencia a una versión anterior, por Gutman (1983:83). Los contenidos de las preguntas y de las flechas que las unen cambiarán en cada caso particular, según sean las respuestas a las preguntas planteadas, y el diagrama puede ir evolucionando en el tiempo y el espacio, a medida que se consideran nuevas modificaciones sociales y ecológicas. Por lo tanto, las cuestiones fundamentales acerca del dónde y el cuándo se producen los fenómenos considerados están implícitas en esta conceptualización. Es importante enfatizar que el diagrama de la figura 3 no -intenta -ser un modelo del sistema sociedadnaturaleza sino sólo un esquema general heurística para la indagación de los nexos concretos en casos específicos. Parecería clara la ubicación en el diagrama del ámbito de las ciencias sociales y de la ecologÍa en la parte superior e inferior del mismo, respectivamente. Además de las características internas del siStema societal vI del sistema ecológico, el nexo entre la sociedad y la naturaleza aparece como de fundamental importancia dentro de la problemática ambiental. Por lo tanto, es esencial que las diferentes ciencias que tienen que ver con la problemática ambiental tengan' en cuenta (aunque mantengan sus respectivas especificidad es) todos los demás aspectos de las cadenas causales, los cuales, eventualmente, contribuirán a modificar el comportamiento de su propia unidad de estudio. Esto es cierto particularmente en el caso de las actividades de planificación y gestión, que tienden a modificar la realidad. La planificación y gestión deben necesariamente analizar todos los factores principales involucrados, indispensables para la explicación de la generación de problemas ambientales, así como para proponer los merlios para solucionarlos.

FIGURA

~

F"C:TORL-S

CRiT1COS

PARA

LA

COMPRENSIÓN

r'---'"

DE L/,

RELACJÓN

(

SOCIEDAD·CiATURALEZA

... -.

i)

~------------'.-I

I

TI Configuración

1

I

socia;

I

\

1

~

~ ¡POR QUo'

factores

e:.2

cond¡·

\

CJonantes. tecnOlogla. etc.) . ~

¡CÓMOAFcCT;,'

r

electas) taAu~~J;:C¡'De

,

\

;

'\

(actores} ¡QUI!:N:

~

SOCIEDAD

¡QUÉ' \€iCctOS

SISTEMAS ECOLOGICOS

ecclóglcos)

¿QUt? (aCCIones tecnología)

¡CUÁLES: (factores critlcos)

~

~

I

t.:.'

~

I

u.; ~~ .g

I

/ "-

.

I

~ ~

(raClonaJlo¿,:;,

\

I

l

,., r

¡j8

C:LUERTO

GALLOpi:-¡

Por otra p::ute, el diagr:uUJ. de l::1 figura 3 puede ser Útil como base de un mnco transdisciplinario para identificar los principales puntos o circuitos donde es más necesaria lJ. articubción interdisciplinaria de diferentes ClenClas.

.\sí, por ejemplo, se podría pensar que en el ataque de un problema ambientJ.l determinado, se requeriría el aporte de la sociología, la economía y las ciencias políticas para analizar los aspectos relevantes de la configuración social, de las relaciones con el ambiente externo v de los efectos sociales de los cambios ecológicos. ParJ. el análisis de los actores, su racionalidad y condicionantes y 1a identificación y antici pación de las acciones humanas ejercidas, se necesitaría la articulación de la antropología, la psicología social, la demografía, b. economía, l;::.sciencias políticas y las disciplinas tecnológicas. Para el estudio de la cadena causal que va de las acciones humanas ejercidas sobre los sistemas ecológicos hasta las respuestas ecológicas finales, se requiere el concurso de la ecología, 12s disciplinas tecnológicas, la agronomía, el urbanismo, etc. Para a[acar los procesos que, partiendo de los efectos eco lógicos , repercuten sobre la sociedad, es necesaria la articulación. de análisis procedentes de la economía, la sociología, la antropología, la medicina, la ecología, etcétera. En resumen, la articulación de ciencias alrededor de la problemática ambiental puede darse tanto en un nivel teórico) de búsquedas de explicaciones generales, como en niveles pragmáticos) de búsqueda de soluciones particulares a problemas específicos. Pero para que esa articulación tenga sentido en términos ambientales totales, debe existir un marco conceptual subyacente que permita identificar los puntos concretos de articulación, así como el aporte necesario de cada disciplina, aporte que varía en orientación e intensidad de acuerdo con los ámbitos considerados. En una situación concreta, el principal problema podría radicar en una interconexión determinada de factores, los que deben ser entonces analizados más intensamente. Por ejemplo, el centro del problema podría estar, en un caso dado, en cómo y a quién de los actores sociales afectan las respuestas o fenómenos ecológicos, mientras que la influencia de otros aspectos es secundaria. En tal caso, el aporte de las demás ciencias podría reducirse a un análisis diagnóstico preliminar.

nlBlIOGRAFÍA

Allee, W. C., A. E. Emerson, O. Park y K. P. Schmidt anima.l ecolog;'j) Filadelfia, vV. B. Saunders .

(1949), Principles

of

~ .

~

...

" 0,

., .~

'ECO LOGiA

y .\:'¡OlE:-;TE

109

Berc:llanffv, L. von (1953), The theoT') of opcn systems in Physies and biolog"}, Science 111:23-29. -(1968), Genera! systems theoT)', G. Braziller, ~~Y. Deverton, R. J. H. Y S. J. Holt (1957), On the dynamies of exploited populations, Londres, :'vIinisrry 01 .-igriculture, Fisheries and Food. Fisheries Investigations Series 2 (19). Braun-Blanquet, J. (1932), Plant sociolog'j." the study of plant communities, :\f ueva York., ,\IcGraw-HilL Brook.haven National laboratory (1969), Diversity and stability in eeologieal systems, Estados Unidos, Brook.haven Symp. BIOL. 22. Bruhn, J. G. (197i:), "Human ecology: a unifying science?", Human Ecology 2: 105-125. Bunge, M. (1967a), Scientific Research 1. The SeaTeh {OT System, ::-J'uevaYork, Springer-Verlag. -(1967), Scientitic ReseaTeh n. The SeaTeh tor Truth, )fueva York. Springer-Verlag. Casrri, F. di (1981), "La e!.:ología moderna: génesis de una ciencia del hombre y de la naturaleza", Correo de la UNESCO, pp. 6-11. Clark, C. W. (1976), lvIathematical Bioeconomics, )fueva York, Wiley. Clements, F. E. (1905), ReseaTch methods in ecolog'j, Lincoln, Nebraska, Uni· versity Publ. Co.. _ . . __._._ -(1936), "Nature and stTUcture of the climax", J. Ecol. 24::252-284. Clements, F. E. Y V. E. Shelford (1939), Bio-Ecolog'j, Nueva York, Wi1ey. Cody, M. L. Y J. ::VI. Diamond (comps.) (1975), Ecology and evolution ot communities, Cambridge, The Belknap Press of Harvard Univ. Cole. L. C. (1958a), "Sketches of general and comparative demography", Cold Spring HarboT Symp. Quant. Biol., 22: 1-15. -(1958b), "The ecosphere", Sci. AmeT., 198:83-92. Collier. B. D., G. W. Cox, A. W. Johnson y Ph. C. Miller (1973), Dynamic Ecolog'j, Londres, Prentice Hall. Conway, G. (1976), ;Y[an versus Pets, pp. 257-281 en May (1976). Curtís, J. T. Y R. P. McIntosh (1951), "An up1and forst continuum in the prairie-forest boder regían of Wisconsin", Ecolog'j 32:476-496. Daubenmire, R. F. (1966), "Vegetation: identification of typal communities", Science

151:291-298.

Dobben, W. H. van y R. H. Lowe-McConnell (1975), Unifying eoncepts m ecolog'j, DI. W. Junk B. V. Publ., The Hague. Ehrlich, P. R. (1968), The population bomb, Nueva York, Ballantine. Elton, C. (1927), Animal Ecology, Nueva York, Mac Mi11an Co. Fretwell, S. D. (1975), "The impact of Robert ::vrac Arthur on ecology", Ann.

Rev.

Ecol .. and Syst., 6:1-13.

Gallopín,

G. C. (1980), Basic need.s and environmental quality, Report UNEP, enero, Fundación Bari1oche. -(1980a), "Development and environment: an i11ustrative model", Policy

ModeL

2:239-254.

to

J.

(198b), "The abstraet concept oi environment", InL J. General S~¡istems 7: 139-149.

--

(1981b), "Planning methods and the human environment", Socio-ecostudies 4:1-67 (UNESCO). --(1981c), "Human systems: needs, requirements, environments andqualit Y of life'~, en G. E. Lasker (comp.), ApPlied systems and cybernetics, vol. I, pp. 124-128,Nueva York, Pergamon Press. -(1982), Tecnología y sistemas ecológicos, Seminario sobre Tecnología y Medio Ambiente (UCO~CA), Río de Janeiro, 6-10 de diciembre de 1982. También en portugués en el Informativo do Instituto Nacional de Tecnología, Brasil. Gause, G. F. (1934), The struggle for existence, Nueva York, H;¡fn.er Cleason, H. A. (1939),"The individualistic cm::ceptel tbe plant community", nomic

Am. Mid. Nat. 21:92-110.

G-oodall, D. W. (1963), 'The continuum and the individualistic association", Vegetatio 11:297-316._

Goodman, D. (1975), "The theory of diversity-stability relationships in ecology", Quart. Rev. Biol. 50:237-266. Gorz, A. (1964), Stratéégie ouvríae et neocaPitalisme, París, Ed. du Seuil. Gutman, P. (1983), La dimensión ambiental en la dinámica rural. de América Latina, documento 4, Seminario CEPAL-cIFCA sobre el proyecto "Procesos agropecuarios de importancia en América Latina desde la perspectiva ambiental", Santiago, Chile, junio 28-30. Grinnell, J. (19}7¡),"Field tests of theories concerning distributional control", Amer. Nat. 51:115-128.

Hall,-C. ·A. S. yJ -W;Day, -]r.-(1977);-Ecosystem-modeling in theory and practice, Nueva York, Wi1ey. Hardin, G. (1960), "The competitive exclusion principIe", Science 131:12921297. Holling, C. S. (1973), "Resilience and stability of eco1ogical systems", Ann. --

Rev. Ecol. Syst. 4:1-23. (comp.) (1978), Adaptive

environmental

assessment and management,

Chichester, '\"1iley. Hurtubia, ]. (1980), "Eco1ogía y desarrollo: evolución y perspectiva del pensamiento ecológico", pp. 158-204en O. Sunkel y N. Gligo (comps.), Estilos de desarrollo y medio ambiente en la América Latina, Lecturas 36, México, Fondo de Cultura Económica. Hutchinson, G. E. (1957), "Concluding remarks", Cold Spring Harbor Symp. Quant. Biol. 22:415-427.

---

(1964),"The lacustrine microcosmreconsidered", A.m. Scientist 52:334-341. (1975), "Variation on a theme by Robert Mac Arthur", pp. 492-251 en Cody y Diamond, op. cit. Jantsch, E. (1980), The self-organizing universe, Oxford, Pargamon Press. Kormondy, E. J. (l~~9). Concepts of ecolog"), Englewood Cliffs, N. J., Prentice-Hall.

ECOLOGJA

t

AI\11H1.:.:-~TL "'1\ -

.~

Krebs, O. J. (1972). Ecology, Nueva York, Harper & Row. Kuhn, T. S. (1970). The structUTC 01 scientif!c revolutions, Chícago, Univ. Chicago, Press. Leviru:, R. y R. Lewontin (1980), "Dialectics and reductionism in ecology", Synthese

43:47-78.

Long, G. (1974), Diagnostic phyto-ecologique et amenagement du teT7it~die. 1. Principes generaux et methodes, París, Masson. Mac Arthur, R. y E. O. Wilson (1967), The theory uj island biogeography, Princeton, N. j., Princewn UDiv,?¡6~. Major, J. (1969), "Iiiswncal development of the ecosystem concept", e!l G. M. Van Dyne (comp.), The ecosystem concept in natural resources management, Nueva York, Academic Press, pp. 9-22. Mallman, C. A. (1980), "Society, needs and rights. A systemic approach", en . K. Lederer (comp.), Human needs. A contribution to the current debate, Cambridge, Massachusetts, Oelgeschlager:, Gun & Rain. en ecología, Mem. Real Margalef, R. (1957), La teoría de la información AéaCi. Ciencias y Artes de Barcelona, 22 (13) :79 pp. -(1974), Ecología, Barcelona, Omega. Mason, H. L. Y J. A. Langenheim (1957), "Language analysis and the concept environment", EcoLogy 38:325-340. Mal', R. M. (1976), Theoretical ecology. Principles and appJications, Ox.ford, Blackwell. Mayr, E. (1961), "Cause and effect in biology", Science 134 (1501), en C. R. Waddington, (comp.), Towards a Theoretical Biology. 1. Prolegomena, Aldine Publ. ea., pp. ·:2<)1. Mclntosh, R. P.' (1980;;' -''Theoackground and some current· problems of theoretical ecology", Synthese 43 (2):195-255. Negri, G. (1914), "La unita ecologische fondamentali in fitogogragia", Atti. Acad. Sci., Torino 49:1-14. Odum, E. P. (1971), Fundamentals of ecolog-y, la. ed., Philadelphia, W. B. Saunders. -(1975), Ecology: the link between the natural, and the social sciences, 2a. ed., Londres, Holt Reinhart & Winston. Odum, H. T. (1971), Environment, power, and society, Wiley, Nueva York. Orians, G. R. (1962), "Natural selection and ecological theory", Am. NaturaZist 96:257-263.

O'Neill, R. V. (1976), "Paradigms of ecosystem analysis", en S. A. Levin theory and ecosystem models, Office oí Ecosystem (comp.), Ecological Studies, the lnstitute of Ecology, pp. 16-19. Patten, B. C. (1971), Systems analysis and simulatíon in ecolag)', Acad. Press. Nueva York, vol. l. Ponyatovskaya, V. M. (1961), On two trends in phytoecology, Vegetatia 10: 373-.385, en SimberloH (19S0a). Sachs. l. (1976), "Environment and styles of development", en W. R. Mat·

I

I

Gll.ilERTO GAllOP[N

1-<) J_

lhé:WS (comp.), Outer íimits and human needs, Upsab, Fundación Dag Hammars kjald. Se::tle , R. L. (1974), EcolofY, Encycl, Britannica 6:197-200. Simberloff, D. (1980:3.), "A succession of paradigms in ecology: essent~alism to materialism and probabilbm", Synthese 43:3-39. -(1980b), "Reply", Synthese 43:79-93. Slobodkin, L. B. (1965), "On the presenc incompleteness of mathematical ecology", Am. Scieniist 53:347-357. Smuts, J. C. (1926), Evoluiion and Holism, Nueva York, The i\Iacmillan Co. Tansley, A. G. (1935), "The use and abuse of vegetational concepts and terros",

Ecolog;y 16:284-307.

Van Dyne, G. M. (comp.) (1969), The ecosystem concept in natural resource management, Acad. Press. Nueva York. Watt, K. E. F. (1968), Ecolog;y and resource management, Nueva York, McGraw-Hill. Whittaker, R. H. (1951), "A criticism of the plant associatíon and ciimatic clímax concepts", Northwest Sci. 25:17-31. Young, G. C. (1974), "Human ecology as an interdisciplinary concept: a critical inquiry", Adv. Ecol. Res. 8: 1-105, Londres, Acad. Press. Young, G. L. Y T. J. Bartuska (1974), "Sphere: terro and concept as an integrative device toward understanding_. environmental unity'!'-H' General Systems

19:219-230.

More Documents from "Amaury Navarro"