Gagliano 1 Perlas En Collares

  • December 2019
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artículos

Encuentros y desencuentros entre las culturas que enseñamos, sabemos y vivimos

Perlas sin collares Rafael Gagliano *

El autor convoca a la escuela, como organización inteligente, a recuperar oficio para reconocer la dignidad de los sujetos, alentando formas de asociatividad y diálogo entre los diversos mundos que habitan niños y adolescentes.

*Licenciado en Letras y

Las reflexiones que siguen han nacido de vida fragmentaria y

Profesor de Historia.

como tales perseveran en el texto. No pretenden cerrar tema

Docente e investigador de

alguno ni, tal vez, abrir algún otro. Sólo quieren contribuir a

la Universidad de Buenos

desarrollar una mirada sobre algunas últimas sombras produ-

Aires. Director ejecutivo

cidas en la vida social y educativa de niños y adolescentes, com-

de la asociación civil

prendidos como sujetos entre-culturas. Aumentar el campo de

Alternativas Pedagógicas

lo visible, rearticulando lo que hay con lo que podría haber,

y Prospectiva en América

constituye la secreta porfía de este trabajo.

Latina (Appeal). Jefe de Asesores de la Directora

1.

General de Cultura y

Perlas sin collares. Imagen que desafía a pensar los mundos

Educación de la Provincia

que se abren y se cierran cuando el trabajo artesanal de enhe-

de Buenos Aires.

brar, articular, diferenciar y configurar se suspenden o pierden fuerza social plasmadora. Nuestra sociedad ha tornado problemática la filiación simbólica de sus hijos. Se los recibe como perlas provenientes de mundos profundos y creativos pero faltan los hilos que los inscriban en totalidades mayores, donde sus voces singulares/ Filosofía política del currículum I 111

corales pudieran escucharse. La “cuestión so-

sin memoria. La destrucción de las configu-

cial” de la filiación no es un problema estricta-

raciones de sentido institucional o sistémico-

mente educativo. La escuela puede configurar

orgánicas advierte sobre la incesante victoria

nuevas filiaciones sobre la superficie ya escrita

cultural del modelo neoliberal. Tornar visible

de otras, basales y originarias. Sin éstas, pre-

para la conceptualización político-pedagógica

sentes y vivas, la tarea de educar sistemática-

tal modelo nos abre al modo de su operatoria:

mente pierde vigencia histórica.

la práctica cultural neoliberal debilita pero no destruye, desconecta y reagrupa, concentra y

2.

separa. Los sujetos son procesados en esas

No podemos perder los saberes de orfebrería

instancias donde se marcan sus pertenencias,

fina, paciente y anticipatoria. Allí donde no

déficits y adicciones: las poblaciones así cons-

está o se quiebra el hilo de una filiación la

tituidas están fuera de toda sociedad aunque

cultura social multiplicará por dos o más las

vivan en ella.

figuras de identificación posibles. Todo niño necesita muchos terceros a quienes apelar,

4.

con quienes dialogar, confesarse, jugar, guar-

Sin el despertar del trabajo por las múltiples

dar secretos, llorar, reír o estar en silencio. Los

filiaciones, sin entramar collares que se en-

niños pueden desilusionarse de un adulto, de

trelacen con otros, sin transmitir todas las

dos pero, en las familias amplias o ampliadas

culturas a todos los sujetos, no hay mundo co-

siempre hay tíos, primos, abuelos y padrinos

mún. No tenerlo es asunto peligroso, porque

con los que incorporar alteridad y diferencia.

el vacío siempre es ocupado por alguna forma

Una sociedad puede decidir no tener huérfanos, ni excluidos, ni desafiliados. Hacer visible nuevas constelaciones familia-

inhumana de la barbarie. En una conversación sostenida en julio de 1933, Karl Jaspers le pregunta a Martín Heidegger:

res, deconstruir los presupuestos cotidianos

—¿Cómo pudo usted pensar que un hom-

del patriarcado ayudaría a reintegrar vidas a la

bre tan inculto como Hitler podría gobernar

sociedad. Crear ambiente para que lo posible

Alemania?

en lo que hay, emerja y conecte a los sujetos

Heidegger respondió:

en nuevas configuraciones filiatorias, resulta

—La cultura no tiene importancia. ¡Observe

el desafío mayor de la agenda pública del futu-

qué maravillosas son sus manos!

ro inmediato. 5. 3.

La barbarie heideggeriana focaliza la parte, fetichi-

El trabajo del campo devenido invisible, allí

za el fragmento. Visibiliza la mano que gesticula y

donde opera con más fuerza el modo neolibe-

torna invisible la totalidad que la hace posible.

ral de destruir las pautas que conectan, continúa

Volver a pensar nuestro mundo como épo-

su obra incesante: niños desfamiliarizados,

ca, como campo histórico de lo posible, resitúa

pibes desescolarizados, hogares desvecinali-

a la escuela como espacio de religación con la

zados, organismos sin ambiente, experiencias

sociedad.

112 I Anales de la educación común

Hay nuevas infancias y nuevas adolescencias y eso significa nuevas jerarquías de saberes y experiencias. La matriz de toda religación fundada en el

más tarde, esas mismas instituciones necesi-

conocimiento se temporaliza en los procesos

tan cerrar el proceso filiatorio haciendo que

de intersubjetivación. Conocer es siempre co-

el sobreviviente se instituya como sujeto de

nocer con-otros, entre-otros los mundos que

derecho. Tal trabajo es la mayor empresa de

se despliegan fuera, entre y dentro de noso-

pedagogía social y comunitaria que la Argen-

tros. Ningún paradigma de interconectividad

tina del siglo XXI puede afrontar para vivir una

hombre-máquina podrá desplazar, sin conse-

sociedad de ciudadanías plenas.

cuencias gravosas, el modelo educativo de la intersubjetividad. Dante necesitó a Virgilio

6.

–poeta y Maestro– para ingresar al mundo sin

Los niños y adolescentes viven entre-mundos,

caminos del Infierno.

entre-culturas. Nada tiene que ver esta afirma-

Porque la escuela necesita y puede religar

ción con posicionamientos multiculturalistas

resulta imperioso alentar novedosas formas de

o definiciones posmodernas acerca de la ri-

asociatividad –entre niños, entre niños y jóvenes,

queza de la diferencia y la diversidad. Se trata

entre generaciones distantes– donde sea posible

simplemente de la tensión que recorre los

concretar inteligencia colectiva, frutos del trabajo

cuerpos cuando reconocemos las voces dispa-

común, despertados al calor de una narrativa re-

res de lo que sabemos, lo que aprendimos y

lacional de saberes, intereses, deseos, memorias,

lo que vivimos. En este campo se despliegan

experiencias y problemas de conocimiento.

conflictos éticos, epistemológicos, políticos,

Donde no haya instituciones públicas que

existenciales. Si la escuela tradicional pudo

transmitan y revisen las herencias configura-

mantener un relativo equilibrio entre las

das y se faciliten los ambientes para actualizar

instituciones formativas y la experiencia de la

lo posible que cada época porta, sólo pueden

vida cotidiana, esa armonía aparente también

enseñorearse formas invisibles de guerra civil,

segregó negaciones y sombras y alfombras

con sus sórdidas máscaras de expulsión social

abultadas por residuos incómodos. Finalmen-

y vidas concentracionadas. Todos reconocen, mu-

te, ese collar desató sus cuentas.

chos saben que vivimos nuevas guerras aunque no podamos hacer visible con fuerza pública los espacios de los campos de batalla.

Nuestra época cambió pero el cambio fue que nos mudamos de época. La jerarquía de saberes que edificó la ar-

Las instituciones que filian, que educan en

quitectura de los sentidos eslabonados de la

la filiación, necesitan hacer que las víctimas se

modernidad se ha revuelto. Hay nuevas in-

perciban con el poder de los sobrevivientes;

fancias y nuevas adolescencias y eso significa Filosofía política del currículum I 113

nuevas jerarquías de saberes y experiencias.

Lo necesita hacer para recuperar oficio, para

Los niños viven entre mundos que se ordenan

reconocer la dignidad de los sujetos y para ex-

en registros disímiles y combinables. Hay

tenderles una invitación abierta a dialogar con

nuevas jerarquías pero no son permanentes y

otros saberes que sinteticen posibilidades más

las posiciones resultan intercambiables. Los

allá de todo enclaustramiento.

saberes convivenciales –la prueba cotidiana de vivir las experiencias propias– pueden derivar

7.

linealmente de la socialización primera –mis

En La Leyenda del Santo Bebedor, Joseph Roth

saberes de origen– o mezclarse con los apren-

describe la historia de Andreas, un hombre

didos en las instituciones escolares o sinteti-

que, aunque posea honor, no posee domicilio,

zarse contradictoriamente en las decisiones

ya que duerme bajo los puentes del Sena. No

tomadas entre pares. Las combinaciones pue-

tener domicilio le hace perder el honor, ya que

den ser variadas y no están informadas por

su palabra no puede inscribirse en un lugar

jerarquías previas a la experiencia. En cada

de referencia, que diferencie un afuera de un

decisión propia pugnan agendas de múltiples

adentro. Los sujetos se derrumban cuando no

planes curriculares.

pueden volver a un lugar seguro, a un espacio

La escuela no puede restablecer por sí sola

propio y afectivizado. Cuando esas condi-

una jerarquía común de saberes, pasiones y

ciones se resignan, los niños se sumergen

valores. Pero sí puede hacer dialogar los diver-

en procesos crecientes de mudez donde la

sos mundos que habitan los niños y adoles-

palabra se fragiliza hasta tornarse inaudible.

centes. Devolverle inteligibilidad a la acción,

Los niños que viven en condiciones de pro-

ayudar a configurar las organizaciones de sen-

miscuidad, sin intimidad, ni espacio propio

tido personal, elaborar narrativas potentes que

alguno, construyen subjetividad sin narrativa,

nos permitan transitar entre mundos suman-

aislándose de sí mismos tanto como de los

do riquezas y comprensión, puede redefinir

otros. En muchas ocasiones, la mejor política

a la escuela como organización inteligente al

educativa es una política de vivienda, para que

servicio de las nuevas generaciones.

los niños y niñas puedan regresar a mundos

María Zambrano señaló que “pensar es descifrar lo que se siente”.

seguros y propios, donde la palabra enlaza y la mesa familiar convoca.

La escuela necesita volver a pensar qué

Estas ausencias de los espacios fuertes de la

sienten sus alumnos, qué pasiones los reco-

infancia tienen soluciones vicarias: los niños

rren, con qué palabras nombran sus mundos.

enmudecidos recrean una relación afectiva

En muchas ocasiones, la mejor política educativa es una política de vivienda, para que los niños y niñas puedan regresar a mundos seguros y propios. 114 I Anales de la educación común

con los electrodomésticos, incluyendo –no

sitan heterogeneidad, combinación de hori-

podría ser de otra manera– las pantallas su-

zontes de vida, conocimiento de otras reglas

cesivas del televisor, de la computadora y del

familiares. Los criterios zonales entendidos

celular. La intersubjetividad ha dado paso a

como discriminación positiva han originado

la interconectividad del mercado, que asegu-

instituciones redundantes respecto al medio

ra clientes fidelizados para toda la vida. Los

social. Los niños también se vuelven violen-

otros niños, también enmudecidos dirimen

tos cuando advierten que la escuela es una

sus tensiones con otras armas, muchas de

continuidad no modificada de su barrio o de

ellas de fuego. Nuestra sociedad le está ense-

la calle donde viven. Cada escuela debe tener

ñando a los niños que la solución más rápida

su luz propia, una luz mestiza con el mayor

de los problemas más superficiales y banales

grado de tonalidades posibles, siempre rigu-

puede lograrse usando armas de fuego. Mu-

rosa en sus logros sociales y sus resultados

chos niños saben esto, aunque no lo hayan

académicos. Una mayor cohesión social

aprendido.

resulta de una mayor diversidad al interior de cada institución educativa. Hay una de-

8.

manda oculta y tácita de las nuevas genera-

La escuela pública de hoy no logra mezclar a

ciones por instituciones que permanezcan y

los niños de distintas procedencias. Barrios

estén allí, aunque todo cambie. Necesitamos

homogéneos favorecen escuelas homogé-

escuelas y necesitamos un sistema educativo.

neas. Las escuelas públicas posibles nece-

Perlas en collares.

Filosofía política del currículum I 115

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