Florencia Rico Douglas, Su Regreso A La Felicidad

VIVIO 7 MESES EN LA EMBAJADA ARGENTINA EN PARAGUAY PARA LUCHAR POR LA TENENCIA Recuperó a su hijo y volvió al país http://www.clarin.com/diario/2006/10/07/sociedad/s-04501.htm Mariana Iglesias [email protected] Un revuelo absoluto rodeó ayer la llegada desde Paraguay de Florencia Rico Douglas y su pequeño hijo. Ya desde temprano a la mañana toda la familia materna los esperaba con enorme ansiedad en la estación Retiro. El Crucero del Norte llegó justo al mediodía, después de dieciséis horas de viaje por tierra desde Asunción. "Fue cansador, pero yo estaba tan feliz que ni me di cuenta de todas las horas que pasaron ni de nada", dijo Florencia a Clarín. A la tarde la mujer ya estaba instalada en la casa de sus padres en San Isidro, donde va a vivir con su hijo este primer tiempo, hasta que "las cosas se tranquilicen". El caso de Florencia Rico Douglas se conoció hace casi un mes, cuando Clarín contó la historia de esta madre que estaba viviendo desde marzo en la embajada argentina en Paraguay, país donde su ex marido es funcionario y tenía retenido ilegalmente al hijo que la pareja tuvo hace diez años. Los problemas habían comenzado el año pasado, cuando el pequeño fue a visitar a su padre, entonces con destino en Viena, Austria. Era la tercera vez que viajaba, y nunca había pasado nada, pero ese viaje terminó mal, y el padre no lo dejó volver. Ahí empezó la odisea de esta economista de 37 años por recuperar a su hijo. La Justicia le dio la razón de entrada: todos los fallos le otorgaron la tenencia a la madre y a la Argentina (el padre es paraguayo). Pero el hombre apelaba o presentaba recursos y así se fue dilatando la restitución.

El lunes, la Corte Suprema de Paraguay firmó el séptimo fallo en favor de la mujer, y aclaró que el padre no podía presentar ningún otro recurso. Así, el chico pudo reencontrarse con su mamá, con quien el jueves se embarcó en el micro que los trajo de vuelta a Buenos Aires. "Hace más de un año que no ve a su familia. Por eso, está contentísimo de poder charlar con sus tíos, la abuela, sus amigos", cuenta Florencia. La mujer no puede contener tanta felicidad, después de estar contenida, nerviosa y llena de bronca e impotencia durante tanto tiempo. "Todavía no lo puedo creer, lo miro a mi hijo, que está acá conmigo, y estoy como flotando en el aire", dice. La mujer está feliz no sólo porque recuperó a su hijo sino que ya está pensando en cómo recuperar la rutina: que el chico vuelva al colegio, a su club. Y también porque se avecina una semana llena de emociones: el nene cumplirá sus 11 años el viernes 13. Y después, el domingo, es el Día de la Madre. "De sólo recordar que el año pasado estuvimos separados esas dos fechas se me hace un nudo en el estómago". El nene, además, tiene otro motivo para estar ansioso: el domingo palpitará el clásico en familia. Y todos hincharán por el mismo equipo: River.