Fe En Dios

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FE EN DIOS Habacuc 2: 2 “Y Jehová me respondió y me dijo escribe la visión y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.” Primera cosa en toda visión; Dios la otorga al líder o al que va al frente para que todos corramos con ella. Si usted ha visto mucha de la bendición de Casa de Dios, es porque aquí hay una visión. No hay muchas visiones. Y todos corremos con esa visión. Vamos a discipular a los guatemaltecos enseñándoles a guardar lo que Jesús nos mandó por medio de grupos de amistad en donde se nos enseña a dar la vida por nuestros amigos. Es esa visión la que ha provocado Dios a través de su visión. ¿Cuántos han ido a su encuentro? ¿Salieron bendecidos de allí? Que tal si un día no hay una generación que obedece, usted nunca hubiera sido llevado a un encuentro. Gracias a Dios por la gente que ha obedecido la visión y como consecuencia hemos recibido bendición. Todos corrimos con una misma visión, la cual el Señor nos ha dado. Dice la palabra aquí en el versículo 3: “Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá”. “El justo por su fe vivirá”, no dice que el justo por la fe vivirá, dice: “el justo por SU fe vivirá”, no sólo va a tener vida eterna, sino también aquí en la tierra. Se vive por la fe que cada uno tiene, y según leo yo en la Biblia, en Romanos capítulo 12, el Señor le dio a cada uno una medida de fe. “Dios ya te dio tu medida de fe”. Todo lo que hagas hazlo conforme a tu medida de fe. Tú tienes fe y debes usar la fe que el Señor te dio. Romanos

14:22 “¿Tienes fe?, tenla para contigo delante de Dios”. ¿Para quién es esa fe? Para ti, delante de Él, delante de Dios se viene con fe. Fe es lo que tenemos que tener para venir delante del Señor, y si tengo fe, la tengo para conmigo mismo. El problema muchas veces es que usted quiere usar la fe del otro para usted. Hay gente tan haragana que ni su fe quiere usar o es tan tacaña que quiere que la fe de otro se gaste y no la de usted. Como decimos en Guatemala: “ve que de a petate”, ¡use su fe! Usted la tiene, lo que no hace es usarla; eso es como tener piernas y no caminar. Usted tiene piernas, camine; tiene ojos, mire. Como aquella vez que estaban dos personas, y le dice uno al otro: -Mirá, vos Juan, ¿qué es bueno para la mordedura de culebra? -¿Por qué? - ¡Porque allí viene una! ... (No se quita). Hay quienes son haraganes y tienen ayudante, ¡Dios mío! ¡Use su fe! Cuántos tienen fe. Levanta tu mano y di: “Yo tengo fe y la voy a usar, la voy a explotar, es el recurso que Dios me dio”. Déjese de excusas, déjese de cuentos y utilice su fe La fe Dios no la dejó para decir “hay pobrecito yo, voy a salir a buscar hoy quién me tiene lástima, talvez en esa iglesia llamada Casa de Dios me van a tener lástima”. Aquí no le tenemos lástima a nadie, creemos que las personas valen y que pueden hacer las cosas. ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo mismo delante de Dios. En ocasiones he escuchado que primero se debe de orar por todos y luego por uno, a mí el Señor me enseñó al revés: que ore primero por mí y después por los demás, ya hay muchos que

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dependen de uno. Además si usted esposo ora primero por la esposa, siempre le está viendo los defectos ¿verdad? Ore por usted primero. Ya después de haber orado por usted, haber si se atreve a orar por los defectos de ella.

Marcos 11;22 “Respondiendo Jesús dijo: “Tened fe en Dios”. Siempre que Dios trató con la gente trató con su fe, es impresionante. El Señor le dijo a la gente “conforme a tu fe te sea hecho”, ojo acá. Dios puede hacer tanto como yo crea.

Aún mi esposa debe usar su fe. No usa la mía. Es como la ropa, yo no me pongo la ropa de ella. “Conforme tu fe te sea hecho, en ningún otro lugar he hallado tanta fe como en este hombre” dijo Jesucristo. A otro le dijo “tu fe te ha salvado”, y a Pedro cuando estaba siendo tentado Jesucristo no oró diciendo “he orado para que tu santidad no falte” no, ¡no! dijo: “Satanás te pidió para zarandearte como al trigo más yo he pedido para que tu fe no falte”. Usted puede estar en medio de un problema impresionante, en quiebra, sin empleo, cualquier cosa le pueden quitar, pero si no le han quitado la fe, tiene lo que necesita para poder salir adelante. La gente enferma que acudió a Jesús por su fe fue sana. La gente que estaba en pecado como María Magdalena por su fe fue salva. Cuando aquel hombre pidió un milagro, Jesús le dijo por tu fe te sea hecho. Estaba ciego, pero tenía fe; estaba enfermo pero tenía fe. Los que estaban en quiebra tenían fe.

¿Por qué no se esfuerza en creer? La Biblia dice que Abraham se esforzó en su fe, de esperanza contra esperanza o en su esperanza contra las demás esperanzas para llegar a ser u obtener lo que Dios le había prometido.

Cuando los madianitas estaban comiéndose el alimento del pueblo de Israel, Dios encontró un hombre que le creyó que se llamó Gedeón. Y por la fe de Gedeón y esa su fuerza, le fue hecho y libró a los israelitas de las manos de los madianitas.

Si tú tienes fe, esfuérzate en ella. Es la única manera en que tu fe va a ir creciendo; pero si eres haragán en tu fe, que si te duele el dedo gordo del pie quieres que el hermano Cash ore y si te dicen que otra persona ore por ti, dices que si no es el hermano Cash el que ora, no vas a ser sano del dedo gordo. ¿Por qué no se esfuerza en su fe? porque conforme su fe le será hecho.

Tú puedes tener no muchas cosas, pero si tienes fe, te voy a decir algo que te va a escandalizar. ¡Tienes lo mismo que tuvo Dios cuando no tenía nada...! ¿Cómo así? Entendemos que por fe fue hecho todo lo que hoy se ve de lo que no se veía. Dios creyó y dijo “sea la luz” y después vio la luz, y dijo ¡qué bueno! Dios dijo “sea hecha la tierra”. Vio la tierra y entonces vio que lo que había hecho era bueno.

Ore por usted padre de familia porque su esposa y sus hijos dependen de usted. Uno ora por uno mismo primero para que uno esté bien y poder ser de bendición para los demás. Quizás los demás no necesitan oración, sino necesitan un cambio. Tal vez al cambiar yo, cambian los otros.

¿Cuesta creer? ¿Hay que pagar para creer? Y si le cuesta creer, ore y ayune y el espíritu de incredulidad se va a ir de usted. La fe es un patrimonio que usted tiene, úselo. ¿Verdad que tarde o temprano pasa? Use su fe, usa tu fe.

La mayor parte de las personas dicen tener fe, pero no lo demuestra. Sabemos que las personas tienen fe por sus obras. Jesucristo dijo: “Si no creen a mis palabras, crean a mis obras” (Juan 10:38). Es importante que a las palabras se les haga

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acompañar de obras. Hay una clase de fe que no hace nada y es la fe que es sólo de palabras, pero que no tiene acción. La Palabra del Señor dice: "¿De qué aprovechará, si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Santiago 2:14). En Santiago 2:15-18 dice: “Si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Hay personas que hablan mucho, pero nunca hacen nada. La fe y las obras deben de ir juntas, nuestras obras deben ser obras de fe. Debemos de entender que para entrar en un mundo de fe, debemos de aceptar los desafíos que Dios presenta. Las épocas de crisis que se viven en algunos países latinoamericanos son excelentes para que se muestren las obras de fe. Fe es la certeza de lo que espero y la convicción de lo que no veo (Hechos 11:1); por lo tanto, un ambiente que no aparenta estar muy bien, es excelente para que Dios levante empresas de fe, hombres y mujeres de fe, ministerios de fe. Es muy importante que ejerzamos la fe que profesamos. La Palabra de Dios dice en Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Primero se cree y luego se obtiene. En algunas ocasiones yo he estado predicando una palabra de fe y al final de la prédica, se acerca alguien confundido a preguntarme qué hacer, cuando ya había enseñado de eso en la prédica. Yo me pregunto, ¿se acercan esperando que les diga otra cosa? No se

puede hacer nada más que darles una palabra de fe. Debes aceptar tus desafíos y activar tu fe. Algunas personas activan su fe porque se ilusionan por alcanzar alguna cosa, mientras otros sólo reaccionan con fe ante alguna situación adversa. Siempre vas a usar tu fe, pero tú escoges si la utilizas para crecer y anticiparte o para salir adelante de los problemas en que estás metido. Usa tu fe proactivamente, en lugar de usarla reactivamente. Algunas personas, por no usar la fe para un día construir su casa, ahora tienen que usarla para ver cómo alquilan otra. La mayor parte de las personas vive usando su fe delante de un problema que tienen. Utilizan su fe para pedirle a Dios que les ayude a salir, y eso no es que esté mal, pero ¿por qué no usas tu fe para llegar más lejos de donde has llegado? Puedes usar tu fe para crecer o para salir del hoyo en que te metiste, pero de una manera o de otra la vas a usar. Hay personas que dicen: “Yo no tengo por qué pedirle algo a Dios, ya Él sabe lo que necesito”. Mientras no les falta nada, viven creyendo eso, pero el día que les falta algo, ruegan a Dios que les ayude. Pero, ¿por qué no usan la fe para pedir antes de estar en una crisis? La Biblia dice que Dios bendice al hacedor de la Palabra, no al oidor (Santiago 1:23). La Palabra que debemos enseñar debe ser práctica, para que aquellos que la escuchen puedan hacerla y así recibir la bendición de Dios. Si sólo les doy una palabra que aprender, ¿dónde está la bendición? Dios bendice al hacedor. Si sólo recibimos un mensaje que se puede oír o leer, pero no podemos hacer nada más con él, no se va a recibir la bendición. Dios bendice al hacedor de la Palabra. Las personas que practican la Palabra de fe son gente bendecida por Dios. Dios no te bendice por oír o por leer, te bendice por creer y por hacer.

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La Biblia nos habla de que existen cosas que se reciben por la fe, entre ella están: · La salvación: En Efesios 2:8-9, dice: “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de nosotros sino por Dios, no por obras para que nadie se gloríe”. No se puede ser salvo por obras, se es salvo por fe. La salvación es un regalo de Dios. Yo siempre he dicho que la salvación es tan cara, pero tan cara, que sólo gratis se puede recibir. No hay quien la pueda comprar. Jesús derramó su sangre en la cruz del calvario para salvarnos, por eso es que la salvación es un regalo y se recibe por fe. · Llenura del Espíritu: En la Biblia dice, en Gálatas 3:5: “Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?”. Muchos tienen problemas para recibir el Espíritu Santo, porque quieren hacer alguna obra para merecerlo en vez de creer. Debes ilusionarte y no afanarte para ser lleno del Espíritu. Si Dios lo prometió, Él lo va a cumplir, lo único que necesitamos es creerlo. Si tú, siendo malo, sabes dar buenas cosas a tus hijos, ¡cuánto más, Dios te dará el Espíritu si se lo pides! · Sanidad: En Santiago 5:15: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados le serán perdonados”. Los enfermos son sanos por la fe en el Señor, no por los ayunos o las obras que hacen. Es la oración de fe y la plena convicción, de que si Jesucristo lo dijo, lo va a cumplir. No hay ministerio de sanidad como algunos piensan, sanar enfermos es una orden que el Señor nos dio (Marcos 16:18).

La Biblia nos habla de que existen cosas que se reciben por la fe, entre ella están: · Enfrentar retos: Dios está esperando que hagas algo grande para Él, y sólo tienes una vida para lograrlo. Acepta los desafíos que tienes delante. Si por la fe tienes entrada al cielo, puedes también enfrentar los retos que tienes aquí en la tierra. Hay quienes que, al igual que Pedro cuando caminó sobre el agua, al ver el fuerte viento, sienten miedo y se hunden (Mateo 14:28), pero eso no quiere decir que ese reto no provenía de Dios. Levántate y créele al Señor. · Resolver problemas: Un día los discípulos en la barca tuvieron un gran temor al ver la tempestad tan grande que les sobrevenía, y clamaron al Señor para que les salvara. Él les dijo: “¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza" (Mateo 8:23-26). Hay quienes creen que el más responsable es el que más se preocupa, pero no necesariamente es así. Muchas veces el más responsable es aquel que se encuentra sereno porque le está creyendo a Dios que le va a salvar en medio de la tormenta. · Respuesta a nuestras oraciones: En 1 de Juan 5:14 leemos: “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye”. La fe no tiene doble vía. Si tú has hablado con Dios, y has orado conforme a su voluntad, cree que Él te oyó y que tienes lo que le has pedido. · Prosperidad: En Mateo 6:33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas os serán añadidas”. Así como podemos ser sanos y salvos por fe, aceptar los desafíos y resolver problemas, también podemos recibir prosperidad por medio de la fe. Si tienes fe, Dios te la dio para usarla, créele y Dios te la va a dar.