Fargo Es una película que gira en torno a dos núcleos familiares que se ven conectados a través de una serie de hechos delictivos. De un lado tenemos, a Jerry Lundegaard que planea secuestrar a su propia mujer para obtener dinero de su suegro Wade. De otro, a Marge Gunderson que comparte la vida con su esposo, un tranquilo hombre dado a las artes. La película trabaja muy bien los personajes a través de pequeños detalles. Jerry es mostrado como un perdedor. No es respetado por su suegro, ni por su mecánico ni por ningún personaje que aparezca en la película. Wade, su suegro, es un hombre ambicioso que es capaz de robar hasta las ideas de su yerno. Una frase lo pinta de cuerpo entero cuando afirma que a la mujer de Jerry y a su hijo jamás les faltará nada. Con eso, excluye a Jerry de cualquier tipo de consideración. Durante el filme existe coherencia en el manejo de los personajes. En el caso de Jerry, esto se nota a través de los múltiples fracasos que experimenta. Incluso cuando hace las cosas bien, como el diseño de su negocio, todo le sale mal. Con el suegro, su desprecio para con el yerno se manifiesta inclusive a la hora de pagar el rescate.
El lado criminal también se pinta por medio de pequeños detalles. Desde un inicio las cosas salen mal. No hay coordinación en la hora, no existe entendimiento entre los criminales, el suegro no accede a negociar con Lundergaard como intermediario, el mecánico no responde por los dos delincuentes, sino por uno solo, etc. La pareja de secuestradores es un equilibrio de humor negro. Carl es el tipo raro que pone notas de humor. Geaer es la oscuridad que desencadena la violencia que saca de quicio todo lo planeado. La ironía aparece en la película en cada malentendido que produce una situación límite. Para muestra diremos que hay más dinero en juego del que se requería, el dinero se esconde en un sitio donde no se podrá encontrar, el asesinato final se da por una diferencia económica pequeñísima y así podríamos seguir delineando una cadena de infortunios. Volviendo a la contraposición de núcleos familiares (perfectamente disfrazada por la cantidad de personajes secundarios), Jerry Lundergaard se presenta como jefe de una
familia en la que no decide nada. Su suegro no le consulta si va a comer en casa. Su mujer tampoco lo hace. El hijo es capaz de insinuar que él no se ocupe del secuestro de su madre. La solución de Jerry a sus problemas a costa de su familia evidencia lo disfuncional de su relación. En imágenes, las rabietas de Lundergaard muestran su vida interior. Marge Gunderson, de otra parte, encarna una mujer centrada que mantiene una relación estable y sana. Su inteligencia está en todo momento por encima de su físico. Así, es un acierto presentarla como embarazada, ya que de esa manera se muestra cómo la deducción está por encima de la fuerza de criminales brutales. Desde el comienzo se presentan los detalles de la vida cotidiana, como cuando despiertan y se producen toses desagradables que se toleran dentro de un matrimonio que se respeta. Las imágenes del desayuno, la compra de las lombrices, el almuerzo compartido y las felicitaciones por el premio de las estampillas ponen de manifiesto la coherencia con respecto al tratamiento de los personajes.
Ahora bien, algo muy positivo en la construcción del personaje de Marge es que, no obstante presentarse como una mujer hogareña, también se demuestra que es una persona inteligente y poco inocente: sus deducciones, las entrevistas con las distintas personas involucradas y el tratamiento a su antiguo amigo oriental nos la pintan como alguien centrada. Su discurso final sobre el dinero termina por bosquejarnos a una mujer con valores que usa su inteligencia al servicio del bien. Muchas veces Hollywood nos propone personajes que guían sus actos por la moral, pero que pecan de ingenuos. No es éste el caso de Marge, quien al igual que los demás personajes mantiene el talante a lo largo de la película. Finalmente, hay que anotar que la edición de la película fluye a través de imágenes que se conectan de modo muy natural. Resultan destacables, las conexiones que se hacen a través de las pantallas de televisión o los cortes en donde una imagen se relaciona a la otra como cuando mastica el esposo gordo de Marge, se da el corte y se enfoca masticando al socio gordo de Wade. Fargo es una película irónica, equilibrada y coherente tanto en su forma como en su contenido. José Antonio Salas García