Explicación_del_santo_sacramento_de_la(1).pdf

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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

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EXPLICACION DEL

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DE LA EUCARISTIA COMO SACRIFICIO,

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Y BE LOS MISTERIOS, RITOS Y CEREMONIAS DE LA MISA. " POR EL ILmo. Sr. D. ANTONIO MARTIN1, ARZOBISPO SE FLORENCIA. Con un discurso sobre la Misa por el P. Croiset. PUESTAS EN CASTELLANO >0R EL TRADUCTOR DE LAS MEMORIAS r para la Historia de la virtud.

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PROLOGO DEL TRADUCTOR.

.on el objeto de que sirviese d la educación christiana de mis hi jos emprendí la traducción de la preciosísima obra de las Instruc ciones sobre los siete Sacramen tos, dichas en la Catedral de Flo rencia por su dignísimo Prelado el limo. Sr. Martini; y habiéndola visto varios sugetos sabios y pia dosos , me persuadieron que de bía dar á luz la traducción por la utilidad general que podría pro ducir su lectura ; y con efecto no tardaré en darla á la prensa median te Dios : pero antes he creído con veniente publicar la parte de aque llas Instrucciones relativa al sacra mento de la Eucaristía como sa-

crificio, y á la explicación de la Misa con las agregaciones que con tiene este tomito , por la ignoran cia que generalmente he observa do en unos puntos tan impor tantes.

.

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DE LA EUCARISTÍA COMO SACRIFICIO.

E.

«1 Bautismo es aquel lavatorio de regeneracion por el qual la Iglesia da hijos á Dios: la Confirmacion es aquel sacramento por el qual los hijos rege nerados se fortifican en la fe , median te los dones del Espíritu Santo , y la caridad difundida en eJIos; y Ja divi na Eucaristía es el manjar y el susten to de la vida espiritual de los mismos hijos de Dios : y con este orden fueron administrados estos tres sacramentos y hasta ahora se administran á los adul tos que entran en la Iglesia, y con el .mismo Por lo orden que,debemos habiendo tratar hablado de ellos. ya de los dos primeros (¿i) , vamos ahora a tratar del tercero, que es el mas gran de de todos por lo que contiene , que es el mismo autor de la fe y consumador (a) En las pláticas precedentes, como se verá quando se publiquen juntas.

6 Explicacion del sacramento Jesuchristo 1 , Salvador y Dios nues tro. Por tanto se llama por excelencia el Sacramento , el Sacramento del al tar 4 , la Cena del Señor 3 , Van de hijos, Pan de angeles 4. Eucaristía quiere decir rendimiento de gracias; y tiene este nombre en primer lugar porque en su institucion se nota la ac cion de gracias hecha por Christo al Padre; y se nota, digo, en todos los santos Evangelistas 5 y en S. Pablo 6. En segundo lugar porque la oblacion y la participacion del cuerpo y de la sangre de Jesuchristo se hace princi palmente en accion de gracias á Dios por sus infinitos beneficios 7. La Eucaristía por tanto es sacrificio y es sacramento. Como sacrificio se I Hebr.XII. 2. í Ib! XIII. io. 3 I. Corint. XI. 2 o. 4 Psalm. LXXVII. 25. Sap.XVI. 20. 5 Matth. XXVI. 26. Marc. XIV. 22. Luc. XXII. 1 7. 6 I. Corint. XI. 24. 7 S. Just. Mait. apolog.I. n. 65 . S. Aug. contr. advers. kg. et profet. lib. I. c. 1 8. n. 37.

.

de la Eucaristía. «r dice tambien Misa : como sacramento se llama Comunion. Hablaremos ahora de la Eucaristía en quanto es sacrificio , y despues tra tarémos de ella como sacramento. Generalmente hablando , por nom bre de sacrificio se entiende qualquier acto de religion , por medio del qual el hombre se ofrece y se une á Dios *. Así las oraciones y las alabanzas que se dirigen á Dios, la contricion, las obras de misericordia , y en general to das las obras buenas se llaman sacrificios en las divinas Escrituras 2. Pero mas propia y rigurosamente por nombre de sacrificio se entiende la ofrenda de tna cosa exterior y sensible , hecha á Dios por un ministro legítimo , la qual cosa , ó se consume del todo en honor deDios,ó se convierte en otra. Ofren da i, dixe Sacrlficium , que seesthace omneá opus Diosquod en agitur, reco-

ut sancta societate inhxreamus Deo. S. Aug, ele Civ. Dei lib. X. cap. 1 6. 2 Psalm. XLIX. 14. Hb. 10. Eccles. XXXV. 2. Hebr. XIII. 15 &c.

S Explicacion del sacramento nbcinúenro de su patrocinio, y á fin de darle un tributo qual se debe á su soberana Mágesrad. Os explicaré una por una rodas. estas palabras. El sacri ficio hemos dicho que es la ofrenda de una cosa exterior y sensible ; y lo he mos dicho para distinguir el sacrificio de que hablamos del sacrificio interno é¡ invisible que podemos y debemos hacer á Dios de nosotros mismos, ofre ciéndonos á él para hacer en todo su santa voluntad. Este sacrificio y esta ofrenda de nosotros mismos no se pue de hacer sino por aquel que ama á su Dios mas que á todas las cosas ; y por esto dice S. Agustin que todo el cul to de Dios consiste en solo el amor de Dios '. El sacrificio exterior y visible consiste en el ofrecimiento de alguna cosa exterior y visible, como en otro tiempo, esto es, en la antigua ley se' ofrecian á Dios animales, bueyes, va cas , aves; y como en la nueva ley en lugar de estas cosas se ofrece el cuerI Nec collitur ille (Deus) nisi amando. Épist. CXL. cap. 1 8. n. 45,

de la Eucaristía. 9 po y Ja sangre divina de Jesuchristo, baxo las especies del pan y del vino, como manifestaremos adelante. Hemos dicho tambien que el sacrificio es una ofrenda hecha á Dios , porque á Dios solo es debido un sumo culto *. He mos dicho que este ofrecimiento se hace por un ministro legitimo, esto es, establecido y destinado por Dios. Así en la antigua ley correspondia solo á los descendientes de Aaron ofrecer los sacrificios; y en la ley nueva solo á los Obispos y á los Sacerdotes legíti mamente ordenados pertenece ofrecer nuestro sacrificio. Se dice ademas que en el sacrificio la cosa que se ofrece, ó se destruye totalmente , ó se convier te en otra cosa ; y esto lo decimos á fin de distinguir el sacrificio de la sim ple ofrenda. Quando los israelitas ofre cieron a Dios oro , plata y telas pre1 Sacrificium certe nullus hominum est quí audeat dicere deben', nisi Deo..... Quis sacrificandum ceasuit, nisi e¡ quem Deus aut scivit, aut putavit, aut finxit. S. Aug. de Civ. Dei lib. X. cap. 14. .

i o Explicacion del sacramento ciosas para servicio del tabernáculo, esta era una simple ofrenda , no un sa crificio ; pero quando los mismos israe-^ litas degollaban las víctimas , y luego las quemaban ó en todo ó en parte; quando quemaban la sal, la harina, el incienso ; quando la sangre , el vino, el agua se derramaban sobre el altar ó en el fuego , estos eran verdaderos sa- x orificios , porque se destruian ó se va riaban las cosas ofrecidas. La destruc cion efectiva de las cosas que se ofre cian era un requisito ordinario del ' sacrificio , como se ve en las cosas ani madas que se mataban, y luego se quemaban en todo ó en parte, y en los sacrificios de las cosas inanimadas, como la sal , la harina , el aceyte , el agua &c. , las quales se consumían so bre el altar. A veces lo que se ofrecia á Dios no se destruia sino para sacar de su destruccion otra cosa, que era laque principalmente se queria ofrecer. Así quando se ofrecia á Dios el incienso y los perfumes, aquel y estos se consu mian para sacar el vapor y el humo

de la Eucaristía. n que exhalaban ; y este vapor y este humo ( ó por decirlo mejor , lo que significaba con ellos, esto es, la ora cion y el afecto de los oferentes ) era aquello que hacia acepto y agradable el sacrificio : de lo qual procede aque lla expresion tan freqüente en la Es critura : El Señor acepta este sacri ficio como un incienso de agradable olor *. Y así en el gran sacrificio de la Misa se ofrece á Dios el pan y el vino para ser convertidos por medio de la consagracion en el cuerpo y en la san gre de Jesuchristo, el qual cuerpo y la ficio qual quesangre Jesuchristo formany ella divino Iglesia sacri-; ofre cen al Señor. La cosa que se ofrece á Dios en sacrificio se llama hostia ó víctima; pero víctima propiamente se dice de las cosas animadas: hostia se dice igualmente de las animadas y de las inanimadas. El acto con que el mi nistro ó sacerdote mataba la víctima, se llamaba inmolacion. Hemos dicho üi Exod.XXIX. 8. XXV. 41. Levit. I. ¡f. 13. 17. III. 5. 16. TV. gi.&c.

1 2 Explicacion del sacramento nalmente que el sacrificio es una ofren da hecha á Dios para reconocer con ella su dominacion , y para darle un tributo que se debe por toda criatura racional á su soberana Magestad: por que el sacrificio exterior é interior es el modo mas propio con que puede el hombre tributar á Dios el honor y el culto que le son debidos. Dixe que para esto es aptísimo el sacrificio tan to interior como exterior, porque en quanto al interior no se puede demos trar mejor el aprecio que hacemos de la soberana Magestad de Dios, que en tregándonos á él sin reserva ; lo qual se hace quando se ama á Dios sobre todas las cosas, y en este amor consis te , como hemos dicho, el sacrificio in terior. En quanto al sacrificio exterior, por su medio manifiesta el hombre á • Dios las disposiciones de su corazón • hacia él : destruyendo ó consumiendo en honor suyo la cosa ofrecida, ó con virtiéndola en otra , viene á declarar á Dios : i? que lo reconoce como ab soluto señor de todas las cosas, y á

de la Eucaristía. 13 todas las criaturas como una nada: 2? que no necesita los bienes del hom bre, quando ofreciéndoselos á él se destruyen : 3? que él es el señor abso luto de nuestra vida y de nuestra muerte , y que estamos prontos á mo rir como víctimas quando él lo quie ra : 4? que con el pecado hemos me recido la muerte; y no pudiendo dár sela el hombre á sí mismo, substituye por eso una victima en su lugar, cuya muerte desea que Dios agradezca en satisfaccion de su justicia : 5? que es tamos dispuestos á sacrificarnos y con sumirnos en su servicio , como se con sumen en su honor las cosas que se ofrecen. De lo qual debeis inferir que todos aquellos que en la antigua ley ofrecian a Dios los sacrificios externos, sin acompañarlos con estos sentimien tos interiores , no honraban verdade ramente á Dios, antes le deshonraban, porque eran hipócritas , declarando con los hechos lo aue verdaderamente no sentian ni pensaban en su corazon; y por eso semejantes sacrificios eran -

14 Explicacion del sacramento repelidos por Dios, como muchas ve» ees lo manifestó él mismo por sus Pro fetas. Finalmente , con los sacrificios se dan gracias á Dios por los favores recibidos de él, se implora su miseri cordia á fin de obtener el perdon de los pecados , y se le piden las gracias divinas que necesitamos. • Todos los hombres estan obligados á ofrecer á Dios el sacrificio interno y espiritual de su amor ; y esto por mu chas razones. i Primera : porque Dios no ha hecho las criaturas racionales con otro fin que el de ser honrado y glorificado por ellas ; y estas no lo pueden honrar si no con el libre movimiento de la vo luntad que se dirija á él , que es lo que quiere decir amarlo. Segunda : el deber de sujetarse la criatura á su Criador ; y esta sujecion consiste en querer lo que quiere Dios sin restriccion alguna ; lo que no pue de hacerse si no se ama á Dios sobre todas las cosas. Tercera: hemos recibido de Dios,

de la Eucaristía. i§ todas las cosas , todo lo debemos á Dios, y principalmente nos debemos á Dios nosotros mismos : por esto nos debemos entregar á Dios de justicia; y esto no podemos hacerlo sino amán dole. Este es el primer sacrificio, y con él ofrecemos á Dios lo que tenemos y lo que somos , y le tributamos de ello las debidas gracias. Quarta : en calidad de pecadores te nemos una continua necesidad de la misericordia del Señor, y de aplacar su justicia ; y esta justicia no puede aplacarse sino con el amor : se ofende á Dios quando se cesa de amarlo : lo aplacamos y nos lo hacemos propicio quando volvemos á amarlo. Quinta : finalmente tenemos infinita y continua necesidad de los beneficios y de los auxilios del Señor, y no po demos hacernos dignos de ellos si no vi vimos De unidos todo loá qual él poraparece medio del claroamor. que el cesario sacrificio : i? interno para honrar es espiritual á Dios ycomo ne-. señor y dueño nuestro : 2? para darle

1 6 Explicacion del sacramento grpcias de sus favores : 3? para alcan zar el perdon de los pecados : 4? para alcanzar los auxilios temporales y es pirituales. Nuestros progenitores , en el paraí so terrestre , siendo puros y exentos de toda mancha y desorden de pecado, se ofrecian ellos misinos á Dios como hostias purísimas y aceptables á Dios *. Pero despues del pecado , la rebelion continua de las pasiones y de la con cupiscencia hace que no podamos ofrecer á Dios el sacrificio de nuestro amor, sino destruyendo en quanto nos es posible las reliquias de la concupis cencia que nos agitan continuamente. De ahí es que no podamos amar áDios quando y como debemos , sino mu riendo á nosotros mismos, esto es, ven ciendo nuestras corrompidas inclina ciones , y mortificándonos por destruir en nosotros lo que se opone á la volun tad de Dios. Esta muerte, esta destruc cion espiritual , sin la qual no podemos 1

S. Aug. de Civ. De¡ XX. 1 6. n. 2 1.. i

de la Eucaristía. íy amar á Dios, hace que nuestro amor sea un verdadero sacrificio : sacrifi cio que debe ofrecerse á Dios en to do tiempo , en todo lugar , no habien do tiempo ni lugar en que no estemos obligados á amar á Dios , á estar uni dos con él , á vivir y á obrar para él solo , y á hacer su voluntad , á sujetar nos á las disposiciones de su providen cia , y á hacernos violencia para cum plir estas grandes obligaciones. He aquí como debe ofrecerse continua mente á Dios este sacrificio, porque en quanto á los actos de amor efecti vo, por decirlo así, no podemos exercitarlos continuamente , ni Dios nos pide esto , contentándose con que ta les actos se hagan de tiempo en tiem po , para excitarnos nosotros mismos, y despertar nuestra fe. La obligacion de mostrar á Dios públicamente y por medio de señales sensibles la reverencia , la gratitud y el amor que tenemos á su soberana Magestad : esta obligacion , digo , es sobre la que se funda la necesidad del

1 8 Explicacion del sacramento sacrificio exterior. Este sacrificio ade mas sirve : i? para mover nuestro co razon por medio de tales signos y de tales cosas sensibles (las quales hacen en nosotros mas viva impresion que las espirituales) á revestirse de los senti mientos que debemos tener para con Dios : 2? para edificar al próximo , ó inducirlo con nuestro exemplo á tribu tar á Dios lo que le es debido : 3? pa ra obedecer á Dios , que nos manda el culto no solo interior , sino tambien exterior. Antes de la ley de Moyses estaba en libertad de cada uno ofrecer á Dios todo aquello que estimase ser mas digno de su soberana grandeza , ó mas apto para mostrar la propia grati tud. Abel ofreció lo mejor de su re baño , Caín frutos de la tierra * , Noé saliendo del arca sacrificó aves y ani males 2 , Melchisedec finalmente ofre ció pan y vino 3. En la ley escrita Dios 1 2 3

Genes. IV. 3. 4. IbíVlII.20. IbiXLIV. 18.

de la Eucaristía. 19 mismo dio por medio de Moyses á los hebreos las reglas que debian observarse en los sacrificios , especificando la qualidad de las víctimas y de las hostias, y las diversas ceremonias de cada sa crificio. Mas finalmente aquellos sacri ficios fuérori abolidos por Jesuchristo, de quien todos eran sombra y figura, y de quien recibian toda su eficacia ; y ahora no se puede ofrecer otra vícti ma que el mismo Jesuchristo , el qual con su sacrificio llenó todos los otros, y nos dio el modo de tributar á Dios un culto digno de su eterna Magestad. Dios no aceptaba los sacrificios de la ley antigua sino por respeto al sacrifi cio de Jesuchristo , el qual se figuraba en ellos. Ahora que la sombra ha cedi do el lugar á la verdad , seria hacer una injuria á Jesuchristo si se quisiese ofrecerle otro sacrificio que el suyo. Pues era imposible que la sangre de los moruecos y de los toros pudiese aplacar á Dios , y hacernoslo propicio, como dice el Apóstol * : era tambien 1

Hebx. X. 4. B2

2 o Explicacion del sacramento imposible que el hombre pudiese por sí mismo aplacar á Dios con el sacrifi cio de su corazon , sino que era nece sario un mediador que reconciliase al hombre con Dios por medio de su pro pia sangre. De ahí es que no por otro motivo podia Dios agradecer los anti guos sacrificios , sino porque con ellos le demostraban los hombres los internos sentimientos de su corazon , y su fe en el Mesías que esperaban , y de quien en tales sacrificios se representaba, por decirlo así , la oblacion. La sangre de Jesuchfisto era la que anticipadamen te obraba la reconciliacion de los pe cadores por medio de aquellos sacrifi cios ; y el entero efecto de tal reconci liación permanecia suspenso hasta tan to que esta sangre fuese real y verda deramente derramada. Y de aquí es que todos los Santos del antiguo tes tamento christo hubiese debieron ofrecido esperarsuque sacrificio, Jesuy fuese á librarlos del limbo , para lle varlos consigo en triunfo al cielo , cu ya puerta les habia abierto con su san

de la Eucaristía. 21 gre , habiendo vencido la muerte co mo canta la Iglesia : Deus , qui per TJnigenitum tuum aternitatis nobis aditum devicta morte reserasti: Dios, que por medio de tu Unigénito, vencida la muerte , nos abriste la en trada á la eternidad *. Dos especies de sacrificios enseña dos y ordenados por Dios mismo tenia el pueblo hebreo : los sacrificios de san gre ó cruentos , y los sacrificios no sangrientos ó incruentos. Los sacrificios de sangre eran aquellos que se hacian derramando la sangre de las víctimas y de los animales: los no sangrientos se hacian sin derramar sangre , como el sacrificio de la flor de harina, de perfumes &c. Todos los antiguos sa crificios servian para dos fines, como se dixo otra vez: 1? para demostrará Dios por via de semejante señal ex terna el sacrificio interno del corazon: 2? para figurar el sacrificio ofrecido por Jesuchristo sobre la cruz , y que 1

Orat. Dom. Pase.

a a Explicacion del sacramento se continúa sobre el altar por todo el mundo en la Iglesia y en el cielo, conforme explica S. Pablo *. Los sa crificios de los animales ó de las aves, inmolados y muertos , significaban á Jesuchristo, que debia ser inmolado sobre la cruz: y por esto Jesuchristo se llama en el Apocalipsi el Cordero muerto desde el principio del mundo 2; porque era en cierto modo inmolado en todos aquellos animales , pues que su sangre y su muerte futura daban todo su valor á aquellas víctimas anti guas para hacerlas agradables á Dios y eficaces. Pero venida la plenitud de los tiempos, suchristo ydebia llegada ser lainmolado hora en que sobreJe^ la cruz por los pecados de los hombres, en la maúltima de la cena Eucaristía , en la instituyó institucionJesu mis1 christo el gran sacrificio de los christianos , que debia ser hasta el fin de los i a

Hebr. IX. 24. 25. 16. Cap. Xin. 8.

de la Eucaristía. 23 siglos una continuacion perenne del sa crificio mismo de la cruz. Tomad y co med (he aquí las palabras de Jesuchristo á sus discípulos) : tomad y co med : este es mi cuerpo , que es despe dazado por vosotros : esta es mi san gre , que se derrama por vosotros. Con las quales palabras quiere Jesuchristo significar la mística inmolacion y la oblacion que hizo entonces en la misma cena de su cuerpo y de su san gre por la salud de los hombres : y es ta oblacion y este sacrificio es el que entre los christianos de mas de trece siglos á esta parte se llama comunmen

te Misa. La Misa pues contiene y es el sa crificio del cuerpo y de la sangre de Jesuchristo: el qual cuerpo y sangre se ofrecen por Jesuchristo y por la Iglesia con el ministerio de los Sacer dotes , baxo las especies de pan y de vino , para continuar y representar el sacrificio de la cruz. Se ofrece pues á Dios en la Misa por los ministros legí timos , esto es, por el Obispo y el sim

24 Explicacion del sacramento pie Sacerdote , el cuerpo y la sangre de Jesuchristo , oculto baxo las visibles especies de pan y de vino. Y esto os hace entender, hermanos carísimos, que es un mismo sacrificio el de la Misa y el de la cruz. ¿Y por qué ? Porque se ofrece la misma víctima, el mismo Je suchristo. En el sacrificio de la cruz, Jesuchristo ofrecido víctima por nues tros pecados , verdadera y efectiva mente murió : sobre nuestros alta res se representa solamente la muer te del mismo Jesuchristo; y por esto el sacrificio de la Misa se llama sacri ficio que seincruento hace sin óderramamiento no sangrientode , por.1 san gre. El pan y el vino se convierten en la sangre viva y vivificante del Sal vador , que ha sido y será por todos los siglos hostia de propiciacion pa ra nosotros. Mas oid como explica el Concilio de Trento la esencia del gran sacrificio de los christianos : Je suchristo nuestro Señor debia ofrecer se d sí mismo una vez d Dios Pa dre , muriendo sobre el altar de la

de la Eucaristía. 25 cruz, para obrar la redencion eter na de todos los hombres ; pero como su sacerdocio no habia de acabarse con su muerte , dexó á la Iglesia su ama da esposa un sacrificio visible.-.. Sa crificio que representase el sacrificio sangriento de la cruz , y conservase la memoria del mismo sacrificio de la. cruz hasta el fin del mundo , y nos aplicase su saludable virtud para la remision de los pecados que diaria mente cometemos. En la última cena y en aquella noche misma en que fue entregado , declarando que él era el Sacerdote constituido para todos los siglos segun el orden de Melchísedec, ofreció al Padre su cuerpo y su san gre baxo las especies de pan y de vi no : y constituyendo á sus discípulos Sacerdotes del nuevo testamento por estas palabras ; Haced esto en me moria de mí ; les ordenó , y á sus suce sores en el sacerdocio , que ofreciesen el mismo cuerpo y la misma sangre \ . 1 Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. I. et Can. II.

26

Explicacion del sacramento El sacrificio pues de la Misa , como explica el Concilio , fue instituido pa ra representar el sacrificio sangriento ofrecido una vez en la cruz : para con servar la memoria del mismo sacrificio de la cruz , y para aplicarnos su vir tud para la remision de los pecados. De ahí sigue diciendo el mismo Con cilio l , que es una sola y misma vícti ma la que se ofreció y sacrificó en la misma cruz , y la que ahora se ofrece sobre el altar por las manos de los Sa cerdotes ; es decir , que el mismo Jesuchristo ofrecido y sacrificado en la cruz por la salud de los hombres , se ofrece en la Iglesia para el mismo fin por los Sacerdotes en el sacrificio de ía Misa. La única diferencia que hay entre el sacrificio de la cruz y el de la Misa consiste en que en el sacrifi cio de la cruz la sangre del Hijo de Dios fue efectivamente derramada por los pecados de los hombres ; pero en el sacrificio de la Misa no hay el derr i Scs. cit. cap. II.

de la "Eucaristía. 27 ramamiento de la sangre, ni la ver dadera muerte de Jesuchristo , y sí una representacion misteriosa de la misma muerte del Salvador : por cuya causa el sacrificio de la cruz se llama y fue sacrificio cruento, y el sacrificio de la Misa se llama sacrificio incruento , ó sea no sangriento. Mas , como hemos dicho , se halla en la Misa una viva representacion de la muerte del Salvador, y oid atenta mente el cómo, amadísimos hermanos. Es cosa sabida de todos los christianos, y lo explicaremos despues, que Je suchristo todo entero se halla despues de las palabras de la consagracion tanto baxo la especie del pan , quanto baxo la especie del vino , de tal suer te que baxo la especie del vino se contiene no solo la sangre , mas tam bien el cuerpo divino de Jesuchristo, y baxo la especie del pan se contiene el cuerpo y tambien la sangre del Salvador. Pero esto no sucede sino por que el cuerpo de Jesuchristo , siendo cuerpo de un hombre vivo , no puede

28 "Explicacion del sacramento estar sin la sangre. Por lo demas las palabras de la consagracion : Este es mi cuerpo , esta es mi sangre ; por la virtud que las dio Jesuchristo mismo no son destinadas á traer baxo la espe cie de pan otra cosa que el cuerpo, y baxo la especie de vino no son desti nadas á traer sino la sangre de Jesu christo ; de tal forma que quando el Sacerdote pronuncia las palabras de la consagracion este es mi cuerpo , el cuer po solo , y quando dice esta es mí sangre , la sangre sola se hace presen te sobre el altar en virtud de las mis mas palabras. Con que esta separacion del cuerpo y de la sangre , y de la san gre y del cuerpo, significadas y repre sentadas por las diferentes especies de pan y de vino , y por la distinta con sagracion que se hace de ellas , segun la institucion y el exemplo de Jesu christo, es una viva figura y represen tacion del derramamiento de la san gre y de la violenta muerte de Jesu christo, como que separando la sangre del cuerpo de un hombre , el hombre

de la Eucaristía. 29 finiere. La misma consagracion separa da del cuerpo de Christo baxo las es pecies de pan , y de la sangre baxo las especies de vino , representa la separa cion del cuerpo y dela sangre de Jesuchristo hecha sobre la cruz. Jesuchrisro pues descendiendo á nuestros altares, oculto baxo las especies de pan y de vino , y como en estado de muerte , re nueva continuamente la memoria de aquella altísima obediencia con que se sujetó hasta la muerte , y a la muerte de cruz ' : se ofrece á su eterno Pa dre, é implora su misericordia por no sotros, poniendo delante de los ojos de su mismo Padre la voluntaria y cruel muerte que sufrió por los hom bres , y el precio exuberante é infini to con que nos redimió. i Pero qual es la parte que tienen los christianos en semejante sacrifi cio? Quando nosotros consideramos lo que Jesuchristo hace en este misterio; quando con los ojos de la fe lo mira1

Philip. 11. 8. .

3 o Explicacion del sacramento mos presente sobre el altar , nos uni mos á él, lo presentamos á Dios co mo nuestra única víctima y nuestro único medianero, hecho tal con el der ramamiento de su propia sangre ; y es ta sangre y el infinito mérito de su muerte ofrecemos al Padre : y en cali dad de miembros del mismo Jesuchristo , en él , y por él , y con él nos ofrecemos tambien nosotros mismos á la Magestad del Señor como víctimas santas y agradables á sus ojos. Porque en el sacrificio de la Misa no solamen te Jesuchristo se ofrece á sí mismo, sino que como cabeza de la Iglesia ofre ce la misma Iglesia , que es su cuerpo místico, y á todos los fieles, que son miembros del mismo cuerpo ; y así como en el sacrificio de la cruz murió Christo para purificarnos de nuestros pecados y para ofrecernos á Dios 1, así en el sacrificio del altar nos ofrece consigo como su pueblo, su heren cia , su conquista. Toda la ciudad de i

L Petr.m.i8.

de la Eucaristía. 31 los creyentes , dice S. Agustín, esto es, toda la congregacion y la socie dad de los fieles es ofrecida á Dios en sacrificio universal por las manos de aquel Sacerdote grande , el qual se ofreció á sí mismo en la pasion por nosotros , d fin de que pudiésemos ser miembros de tal cabeza '. Y á este modo la Iglesia , presentando á Dios el sacrificio de su cabeza divina , se ofrece á sí misma junta con él , por lo que mutuamente es ofrecido Christo por la Iglesia y la Iglesia por Chris to, como notó el mismo Agustino 2. De ahí es que animados nosotros con tales sentimientos de viva fe , comul gamos juntamente con el Sacerdote el cuerpo y la sangre de la víctima san ta efectiva , ó á lo menos espíritualmente. Quando en la antigua ley se ofre cian á Dios víctimas por el pecado, tenia ordenado Dios que el pecador . 1 2

De CiV. X. 6. Ibi cap. XX.

i

32 Explicacion del sacramento no pudiese participar ni comer de la carne de las víctimas 1. Una parte del animal sacrificado se quemaba sobre el altar , la otra parte servia de man jar y de alimento para los Sacerdotes. El ser así privado el pecador de la participacion.de la víctima ofrecida por él, servia para hacerle compreheuder que no estaba todavía perfec tamente reconciliado con Dios, y te nia necesidad de otra víctima infinita mente mas excelente para obtener el perdon de sus pecados, y esta víctima era Jesuchristo. Pero porque con la oblacion de Christo sobre la cruz y sobre el altar se aplaca Dios efecti vamente con los pecadores, se borran nuestros pecados , y nosotros venimos á ser reconciliados con el Padre : por esto nosotros somos admitidos todos á participar de la carne santísima del Hijo de Dios ofrecida por nosotros, y de su sangre esparcida por nosotros. De ahí es que el Sacerdote , despues i

Levít. VI. 25. 26. VII. 1. 7.

de la Eucaristía. - 33 de haber comido el cuerpo divino y bebido la sangre del Salvador , inme diatamente hace participantes y dis tribuye en la comunion á los fieles la misma carne santa é inmaculada del Cordero de Dios , que ha ofrecido por ellos. Ved, carísimos hermanos, qual es el sacrificio de la religion christiana : sacrificio digno de la nueva alianza , en el qual se ofrece la misma víctima ofrecida ya y santificada so bre la cruz : sacrificio que abraza en sí todos los fines y frutos que se encu bren y se figuran en los sacrificios de la antigua ley, como demostraremos luego : sacrificio por cuyo medio , se gun la expresion del santo Concilio de Trento , obtenemos misericordia , y hallamos el socorro de la gracia en nuestras necesidades siempre que nos llegamos á Dios contritos y peniten tes , con sincero corazon y verdadera fe , y con espíritu de temor y de resfeto 1 ¡ y por medio de esta incruenta i

Conc. Trid. de Sacrif. Mis. cap. 2. C

34 Explicacion del sacramento oblacion recibimos en abundancia el fruto de la oblacion sangrienta hech^ sobre la cruz. Mas á fin de dar á conocer mejor y entender la naturaleza y la excelen cia de nuestro gran sacrificio , acer quémonos mas á examinar : i °. á quien se ofrezca : i°. por medio de quien es ofrecido : 3? en favor de quien se ofre ce; y 4? finalmente por qué fines y por qué causas se ofrezca. De la ex plicacion exacta de estas cosas espero que formareis cada vez mas justa idea de la santa Misa. 1? ¿A quien se ofrece el sacrificio del altar? El sacrificio se ofrece solo á Dios , porque á Dios solo deben ge neralmente los hombres qualquiera sa crificio , conforme hemos explicado anteriormente. Pero ¿qué se quiere significar quando se dice, por exemplo, la Misa de la santísima Vir gen , Misa de S. Pedro ó de S. Pa blo , ó de algun otro Santo cuya fiesta se celebrad Este modo de hablar no quiere decir que el sacrificio de la Mi



de la Eucaristía. 35 sa se ofrezca á la Virgen santísima ó á aquellos Santos , sino que aquel sa crificio , que se ofrece á Dios solo , se ofrece y se celebra en memoria de la Virgen ó de aquellos Santos. Oid so bre esto la bella doctrina del santo Concilio tumbre dedelaTrento Iglesia: celebrar Aunque sea tal vez eos* Misas en honor y memoria de los San tos ; con todo , el sacrificio no se les ofrece d ellos , sino á solo Dios , el qual ha santificado , glorificado y coronado á los mismos Santos : por lo que el Sacerdote celebrante jamas ha usado decir : Te ofrezco el sacrificio, ó S. Pablo ; sino que dando con el sa crificio gracias al Señor por las vic torias conseguidas por los Santos , implora su patrocinio , d fin de que se dignen interceder por nosotros en el cielo aquellos cuya memoria se hon ra por nosotros acá en la tierra l. De las quales palabras debeis enten der que en el sacrificio de la Misa, I

Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. 3. Cl

36 Explicacion de sacramento que se ofrece solo á Dios, se hace me moria de los Santos : 1? para alabar y dar gracias al Señor de las victorias que les ha hecho conseguir por me dio de su gracia , y de la gloria con que nos álosDios ha coronado con Jesuchristo : 2? para juntamen ofre:erte y con ellos : 3? para significar que tenemos esperanza de gozar de los fru tos y de la virtud del mismo sacra mento como ellos los han gozado : 4? finalmente para alcanzar de ellos que unan sus oraciones con las nuestras , á fin de que se digne inspirarnos las dis posiciones interiores necesarias para participar de los frutos del mismo sa crificio. a? Despues de haber explicado á quien se ofrezca el sacrificio -del altar, debemos ahora decir por medio de quien se ofrece. El primero y princi pal Sacerdote de este sacrificio ente ramente celestial y divino, es Jesu christo mismo , porque él es el que convierte el pan en su propio cuerpo, y convierte y transübstancia el vino

de la Eucaristía. 37 en su propia sangre; y él es el que obrando esta inefable conversion , se ofrece á su eterno Padre en qualidad de víctima y en estado de muerte baxo los símbolos y las apariencias del pan y del vino. Jesuchristo , dice San Agustín, Jesuchristo es nuestro Sa cerdote : él es el que ofrece nuestro sa crificio , así como es la victima que se ofrece : Per hoc et Sacerdos est , ipse ejferens , ipse et oblado '. Así en Ja ultima cena, en el dia antes de su muerte, ofreció á Dios Padre su cuer po y su sangre baxo las especies de pan y de vino ; y en la misma cena , des pues de haber dado su mismo cuerpo y su misma sangre á los Apóstoles» añadió Jesuchristo : Haced esto en me moria de mí; lo que quiere decir: Ha ced lo que veis que hago yo ahora: hacedlo en memoria de mí : hacedlo en memoria de la muerte que voy á sufrir muy en breve : hacedlo en me moria del misterio de la redencion del 1

De Civ. Dei lib. X. cap. ío.

38 Explicacion del sacramento mundo , qué debe cumplirse por mí en la cruz. Con las qúales palabras insti tuyó el Salvador un nuevo orden de Sacerdotes, dando á sus Apóstoles y á los sucesores de estos la potestad de consagrar el pan y el vino , convirtién dolo en el cuerpo y en la sangre de Jesuchristo , y de ofrecer á su imita cion el mismo cuerpo y la misma san gre. Los Obispos pues y los Sacerdotes son en el sacrificio de la Misa minis tros y lugartenientes de Jesuchristo, asociados por él á su sacerdocio : de ellos ha querido servirse como de ins trumentos animados para consagrar y ofrecer su cuerpo y sangre. Y de aquí es que en la Misa no son los Sacerdotes propiamente los que hablan , hacen y obran, sino mas bien Jesuchristo es el que habla por boca de ellos, y por sus manos se ofrece al eterno Padre. Por lo qual el Sacerdote celebrante quando llega el acto de consagrar el pan y el vino no habla en propia persona, sino en persona de Jesuchristo, diciendo: Este es mi cuerpo , esta es mi sangre.

de la Eucaristía. 39 Tal es el ministerio del todo divino que Jesuchristo ha confiado á los Sa cerdotes de la nueva ley , dándoles en Ja ordenacion potestad sobre su cuerpo y sobre su sangre divina para hacer lo descender sobre el altar , y ofrecerlo en su nombre por la remision de los pecados. Pero el Sacerdote en el altar no re presenta solamente la persona de Je suchristo, sino tambien todo el cuerpo de los fieles, toda la Iglesia. El Sacer dote en el sagrado altar , á mas de ha cer las veces de Jesuchristo , represen ta tambien á toda la Iglesia de Jesu christo, ó á nombre de la Iglesia y co mo su diputado ofrece y presenta á Dios juntamente con la víctima santa sacrificada por nuestra salud ; ofrece, digo, las alabanzas, las oraciones de la misma Iglesia. Así enseña el sa crosanto Concilio de Trento , que Je suchristo despues de haber comido con tituyó sus discípulos la nuevaelpascua cordero, pascual dándose insd si mismo para ser ofrecido é inmolado

4° Explicacion del sacramento baxo las visibles especies, á nombre de la Iglesia por las manos de los Sa cerdotes * . El sacrificio pues de la Mi sa no es sacrificio del Sacerdote solo, sino de toda la Iglesia , la qual por mano del Sacerdote mismo presenta á Dios el cuerpo y la sangre de su Re dentor. Aun digo mas : el sacrificio de la Misa es ofrecido visiblemente por el Sacerdote solo ; pero invisible y espiritualmente es ofrecido en particular por cada uno de los mismos fieles. Verdad de sumo consuelo para los fie les dro, y nosegun tuvo ladificultad qual el Apóstol en decirS. que. Pe-, todo christiano de qualquiera condi-, cion, de qualquiera sexo tiene parte en cierta manera en el sacerdocio chris tiano : Vos genus electum , regale sacerdotium"1. Noson, dice el gran Pon tífice Inocencio III , no son solo los Sa cerdotes los que ofrecen , sino tambien todos losjieles ; porque aquello que es* r i

Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. i. I. Petr. II. p.

de la Eucaristía. 41 penalmente se executa j)or el ministe rio de los Sacerdotes , se obra umver salmente, por los deseos de todos los Jieles \. Lo qual quiere decir que to dos y cada uno de los fieles se unen con el mismo espíritu de fe y de amor al Sacerdote que ora por ellos , y por ellos y á su nombre ofrece el sacrifi cio. Por esta razon , despues de ofreci do sobre el altar el pan y el vino , des pues de lavadas las manos, antes de comenzar el canon de la Misa , el Sa cerdote, volviéndose al pueblo asis tente , pronuncia aquellas preciosas palabras : Orad, hermanos ; y sigue diciendo : Vara que mi sacrificio , que tambien lo es vuestro , sea agradable d Dios Padre omnipotente ; y al fin del Memento de vivos: Acordaos, Se ñor , de todos vuestros siervos que estan aquípresentes , por los quales os ofrecemos , ó los quales os ofrecen este sacrificio de alabanza. Véase en qué manera es ofrecido el tremendo miste1

De Myst. Mis. lib. III. 6.

42 Explicacion del sacramento rio de la Misa: i? por Jesuchristo , que es el solo Sacerdote sumo á quien se debe sin restriccion este nombre , por que él es el que ha hecho la inmola cion real de la víctima ofrecida : 2? por los Sacerdotes por cuyas manos es mís ticamente sacrificado y ofrecido sobre el altar , segun el poder que les ha da do el mismo Jesuchristo: 3? por la Iglesia y por cada uno de los fieles , los: quales se unen á Jesuchristo y á los Sa cerdotes para ofrecer este mismo mis terio, y para ofrecerse tambien á sí mismos en sacrificio juntamente con Jesuchristo. Pero de esto último ha blaremos . mas largamente quando se trate de las disposiciones para oir bien la Misa;». « 3?- .Veamos ahora en favor de quienes se ofrece el sacrificio de la Misa. La Misa se ofrece generalmente en primer lugar por los vivos y en segun do por los muertos. Se ofrece por Ios. vivos , y principalmente por los christianos catolicos ; pero aun los hereges,

de la .Eucaristía. 43 los cismáticos , los infieles no son del todo excluidos de la oracion de la Igle sia en el gran sacrificio. La Iglesia re zando en la Misa la oracion domini cal , en aquella peticion con que pide á Dios la glorificacion de su nombre, sanctificetur nomen tuum , santificado sea tu nombre, viene á pedir á Dios el arrepentimiento y la conversion de los hereges y de los cismáticos , y que los ilumine y llame á la fe á todos los paganos y á todos los infieles : lo qual pide mas distintamente una vez en el año en la Misa del viernes santo. La Iglesia , animada del espíritu de caridad de su divina cabeza y maes tro, sabiendo que tales oraciones son agradables á Jesuchristo , el qual de sea que todos los hombres se salven y lleguen d conocer la verdad l : la Iglesia , digo , no excluye del fruto de su sacrificio á ninguna suerte de per sonas, sean fieles ó infieles, hereges ó católicos , aunque principalmente y en 1

I. Timot. II. r.

44 Explicacion del sacramento modo mas especial recomienda á Dios los católicos. Se ofrece en segundo lugar el sacri ficio por los difuntos , esto es , por las almas de aquellos que han fallecido en estado de gracia, pero que teniendo que pagar á la justicia divina algunas deudas, estan detenidas en el fuego del purgatorio para satisfacerlas 1. El fin pues por que ofrece la Iglesia las Misas por los difuntos es el de alcanzar les de Dios que en virtud de su sacri ficio sean aliviadas sus almas en los tor mentos que sufren , ó librados entera mente de ellos para ir á gozar de Dios en el paraiso 2. Pero no debo dexar de apuntar y refutar, aunque sea de paso , algunos errores que corren entre las personas no bien instruidas acerca de las Misas que se ofrecen en sufra gio de los difuntos. En primer lugar pues conviene notar que el valor del sa crificio de la Misa es infinito ; pero este "i "'"éonc. Trid. Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. 2 2 . t S. Aug. Enchin cap. X. n. ap.

de la Eucaristía. 45 mérito le aplica Dios á las almas de los difuntos segun las reglas de su jus ticia y misericordiosa providencia , y particularmente á proporcion de la fe y de la caridad que tuvieron los di funtos quando vivian 1 , y á propor cion tambien de la fe y de la caridad de aquellos que hacen celebrar las Mi sas por los difuntos. En segundo lugar seria error creer que porque el sacrifi cio de la Misa alivie á los difuntos , sea necesario que se diga precisamente la Misa que se llama de Difuntos. Es an tigua costumbre de la Iglesia permitir que se ofrezca el sacrificio de la Misa por todo difunto en particular en el dia de su muerte , al tercero , al sépti mo , al mes y en el dia aniversario. En tales dias , si el rito lo permite , con viene que la Misa que se celebre sea de Requiem ; pero fuera de estos dias los Sacerdotes deben decir la Misa se gun el oficio correspondiente ; y el pue1 S. Aug. loe. cit. id! lib. de Cura pro mort. gcr. cap. XVIII. n. 22.

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46 Explicacion del sacramento blo no debe pretender que siempre que quiere se diga Misa por un difunto sea de Requiem ; porque aun en la Misa de vivos ( para usar del modo comun de hablar) se puede rogar y se ruega por un difunto particular , y aun se ofrece en particular por él el sacrifi cio. El tercer error es el de imaginar se que pueda suceder nunca que la Misa se celebre por alguno en parti cular , v. gr. por el que ha dado la limosna , de modo que aproveche á aquel solo. De que proviene que ha ya tal vez christianos que piensen ha ber en el purgatorio almas abandonadas y sin alivio , porque no tienen , por exemplo , amigos ni parientes que ofrezcan á Dios oraciones y Misas por ellas. Hemos dicho desde el principio que la Misa es el sacrificio universal de toda la Iglesia , que lo ofrece por todos los vivos y los muertos: y aun que la Misa se diga alguna vez espe cialmente por alguna persona particu lar , con todo en la misma Misa pide la Iglesia por todos , y por todos ofrece

de la Eucaristía. 47 el sacrificio. Por lo que con respecto á las almas que pueden estar en el pur gatorio olvidadas de sus parientes, di ce S. Agustín que la Iglesia, madre comun de los christianos, las hace este oficio de caridad , pidiendo por todos aquellos que han muerto en su comu nion l. Y entiéndase lo mismo á pro porcion para consuelo de tantos pobres christianos que no tienen posibilidad para mandar celebrar Misas por sus almas en vida ó en muerte. 4? Resta finalmente ver para qué fines se ofrece el santo sacrificio de la Misa. Digo pues que este sacrificio se ofrece para todos aquellos fines por los quales el pueblo hebreo ofrecia sus sa crificios en la antigua ley , segun el or den que el mismo Dios les habia dado. Por tanto el sacrificio de la Misa es en primer lugar un holocausto , ó sea sacrificio de adoracion , esto es , sacri ficio ofrecido á Dios en reconocimien to de 1su Lib. soberana de Curagrandeza ger. pro mort. y mages.

48 Explicacion del sacramenta tad entero do : porque en Jesuchristo la Misa á Dios se ofrece Padre to« en la misma forma que se ofreció una ver sobre la cruz , y en la misma tambien que se ofrece continuamente en el cie lo : y los fieles no pueden honrar á Dios con acto alguno de religion que le sea mas acepto, que ofreciéndole á Jesuchristo y ofreciéndosele á sí mis mos juntamente con él. En segundo lugar el sacrificio de la Misa es un sacrificio de propiciacion *, esto es , que se ofrece por la expiacion y remision de los pecados. Así se ve manifiestamente por las palabras mis mas de la institucion del propio sacri ficio : Este es mi cuerpo despedazado por vosotros : esta es mi sangre , que se derrama por vosotros para remi sion de los pecados. Y á la verdad, ¿qué cosa puede ser ó imaginarse mas propia para aplacar á Dios y hacer noslo propicio que ofrecerle el cuerpo 1 Conc. Trident. Ses. XXII. de SacriC Mis. cap. II.

de la Eucaristía. 49 y la sangre de su Hijo unigénito , sa crificado por nosotros sobre la cruz? Si el sacrificio de los animales degolla dos y ofrecidos á Dios en la antigua ley tenian alguna eficacia para aplacar la ira del Señor , no tenian esta efica cia sino en virtud de la sangre de Jesuchristo , de que eran figura aquellas "víctimas; ¿quánto mas puede servir para aplacar á Dios y hacernoslo pro picio el cuerpo y la sangre de Jesuchrisro , ofrecido y sacrificado no en ígura, sino real y verdaderamente? El sacrificio pues de la Misa es por su na turaleza sacrificio de propiciacion, puesto que no solo representa la muer te que padeció Jesuchristo por nues tros pecados, sino que mas real y efec tivamente contiene la misma víctima santa sacrificada en la cruz por los pecadores : la qual víctima se ofrece por los mismos pecadores : Passio Domini est sacrificium quod offerimus T. Pero ¿de qué modo el sacrificio de la 1

Cyprian. ep. LXIII. ad Caecil. D

5 o Explicacion del sacramento Misa es un sacrificio propiciatorio , es to es, en qué manera el sacrificio de la Misa alcanza el perdon de los pecados? Lo primero la Misa oída con espíritu de fe viva alcanza de Dios la remi sion de los pecados veniales : y lo se gundo , en quanto á los mortales el efecto de la Misa es moVer á Dios á compasion hacia los pecadores , y al canzarles del mismo Dios las gracias de la penitencia y las disposiciones necesarias para convertirse 1 : y en esta misma manera fué propiciatorio el sa crificio de la cruz , del qual recibe to da su eficacia el sacrificio de la Misa. En tercer lugar la Misa es un sacri ficio de accion de gracias ; y por esto justamente uno de los nombres con que suele llamarse es el de Eucaris tía , que quiere decir demostracion de gratitud , ó accion de gracias. Con este sacrificio pues demostramos á Dios nuestra gratitud por los infinitos benei Conc. Tríd. Sm. XXII. de Sacrif. Mii. cap. II.

de la Eucaristía. $1 ficíos que de él hemos recibido , y que recibimos continuamente. Persuadidos, como lo estamos, de que nada tene mos que tributar al Señor que sea dig no de sus infinitas misericordias para con nosotros , le ofrecemos á su mismo divino Hijo , le presentamos el cáliz de la salud , y la hostia de alabanza y agradecimiento que le es sumamente grata y acepta . . En quarto lugar finalmente , la Mi sa es un sacrificio de impetracion , esto es , sacrificio que se ofrece á Dios para alcanzar todos los auxilios y todos los bienes , así espirituales como tempora les, que necesitamos. Pero el objeto principal, y aun en cierto modo el único por que la Iglesia ofrece su sa crificio , son los bienes futuros. Y de aquí es que Jesuchristo (el qual he mos dicho ser el gran Sacerdote que ofrece el sacrificio de la Misa) , Jesu christo , digo , es llamado por el Após tol S. Pablo Pontífice de los bienes fu turos: Pontifex futurorum honorum x, 1

Hebr. IX, n. : D2

¡ja Explicacion del sacramento Los bienes eternos son los que él pro mete á sus fieles ; y a estos bienes solo quiere que aspiren con todo el afecto de su corazon. Mas para conseguir es tos bienes eternos , para conseguir la eterna salud nos pueden servir de au xilio y de medio los bienes temporales; y por esta razon y con este fin é in tento nos es permitido desear tales bie nes , y pedirlos á Dios por medio de Jesuchristo y por el de su sacrificio. Así la Iglesia pide á Dios en la Misa la paz y la tranquilidad pública , á fin de que sus hijos los christianos puedan servir á Dios tranquilamente : así tam bien pide para ellos la salud del cuer po, para que cada uno pueda cumplir las obligaciones de su propio estado segun el orden de Dios : así finalmen te pide á Dios la preservacion de las tempestades •, y la conservacion de los frutos de la tierra, para que estando suficientemente provistos de las cosas damos necesarias atender para lamejor vida del al cuidado cuerpo, po¡del alma y de. nuestra salvacion. Y ved

de la Eucaristía. $3 ahí, hermanos carísimos, el espíritu con que pide la Iglesia los bienes de la tierra ; y ved en qué espíritu es permitido á los christianos el pedirlos quando oyen la Misa , ó la mandan decir por su intencion. Las oraciones y los sacrificios que hacen ofrecer con el fin de alcanzar alguno de estos bie nes deben ser con esta disposicion de corazon , de tal suerte que estemos prontos á sufrir de buena voluntad que Dios no nos oiga y no nos conceda es tos bienes temporales , si él, que todo lo ve , conoce que estos mismos bienes pueden servir de obstáculo á la salva cion de nuestras almas. Quando no se hiciere esto , ó quando el fin primario con que se oyeren ó se hicieren decir nes las Misas y los consuelos fuere de de conseguir esta vida los , bie. no pediremos ni ofrecerémos el sacrificio^ con espíritu de verdaderos christianoEg/ teg á quienes ha enseñado Jesuchristo m\-^ que soliciten principalmente el reyno" de Dios , y que no busquen las cosas 1

Matth. VI. 33.

$4 Explicacion del sacramento de este mundo sino en quanto pue den sernos útiles para conseguir nues tro altísimo fin , que es la salvacion del alma y la eterna felicidad. De lo que hemos dicho hasta ahora acerca de la esencia y efectos de la Mi sa puede comprehender fácilmente to do christiano quales deben ser las dispo siciones así interiores como exteriores del que asiste á este grande sacrificio. La necesidad de estas disposiciones se entenderá todavía mejor «juando lle guemos á explicar una por una todas las partes de la Misa. Diremos breve mente ahora que en el que asiste á la Misa se requiere: i? una fe viva: 2? una firme y viva esperanza : 3? pene trarse de un gran respeto , reverencia , temor y temblor. Hemos dicho que se requiere una fe viva, porque solo la fe nos hace conocer y comprehender los altísimos misterios que se obran en la Misa : solo la fe nos hace ver á Jesuchristo patente sobre nuestros altares en estado de muerte , y en figura de vícti ma que ofrece al Padre su divino cuerpo

de la Eucaristía. $5 despedazado por nosotros , y su divina sangre derramada por nosotros. En la asistencia pues al tremendo sacrificio era necesario que los christianos tuvie sen una fe semejante á la de Moyses, de quien dice el Apóstol que estaba delante de Dios como si le hubiese visto con sus propios ojos , aunque es invisible : Invisibilem tanquam vi.dens sustinuit. 1 Hemos dicho que la segunda disposicion consiste en una firme y viva esperanza. Lleguemos, dice el Apóstol , con confianza al tro no de la gracia y de la misericordia para recibir el auxilio conveniente en nuestras necesidades , particularmen te espirituales. ¿Y qual puede llamar se mejor trono de misericordia que el altar de Dios , sobre el qual se ofrece Jesuchristo mismo por nosotros? ¿Y qué cosa podrá llenar mejor el cora zon de los christianos de esta viva es peranza que mirar atentamente á Je suchristo crucificado y ofrecido por su salud? Hemos dicho que la tercera 1 Hebr. L 1/.

«¡6 Explicacion del sacramento disposicion consiste en estar penetrado de un gran respeto y reverencia. La Misa es la accion mas santa, la mas tremenda de nuestra santa religion. En la Misa Jesuchristo se ofrece á sí mismo á Dios , y tambien nosotros de bemos ofrecerlo á Dios mismo por ma nos del Sacerdote. El sacrificio se ofre ce para aplacar la ira de Dios, para implorar su misericordia , para adorar lo, para honrarlo. ¡Qué reverencia, qué profundo obsequio, qué temor y temblor deberian tener todos aquellos que tienen la dicha de estar presentes á tan grandes misterios, y de eritrar en parte de tan augusto y divino sa crificio ! Faltan al respeto á Jesuchristo y su sacrificio en primer lugar aquellos que asisten á la Misa en postura poco decente , con un ayre libre , qual con vendria mas bien á una accion profa na que á un acto de religion : aquellos que en el tiempo de la Misa tienen por lícito conversar con los que estan al lado , mirar á una parte y otra , no

de la Eucaristía. 57 estar casi nada de rodillas : en una pa labra , todos aquellos que asisten á la Misa sin recogimiento , sin devocion, y, por decirlo de una vez , con casi ningun sentimiento de verdadera fe. En segundo lugar pecan contra la reverencia debida al sacrificio aque llos que hallándose en pecado mortal asisten á la Misa sin espíritu de ver dadera penitencia, y sin deseo eficaz de convertirse. La Iglesia quiere que el Sacerdote que celebra la santa Misa la comience confesando con profunda humildad sus propios pecados, y pi diendo misericordia y perdon , aunque la Iglesia misma suponga que el Sa cerdote que se acerca al altar de Dios no se halle á sí mismo en su concien cia con algun pecado grave. Esta sola reflexion basta para demostrar qual deba ser la disposicion de un pecador christiano , que se presenta delante de Dios para asistir al tremendo sacrifi cio del Cordero, de cuyo sacrificio viene á participar, como se ha dicho: debe pues pedir á Dios el espíritu de

58 Explicacion del sacramento penitencia , y la gracia de la conver sion , como el mayor fruto que puedo sacar del mismo sacrificio. La Iglesia, obligando á estos pecadores, como á todos los christianos, á que oigan Mi sa todos los domingos y fiestas señala das , les advierte que procuren tener y alcanzar los afectos de fe, de humildad, de compuncion y de dolor que convie nen al infeliz estado en que se hallan. Los fines y las intenciones que de be tener el que asiste á la Misa son los mismos con que se ha dicho que la Iglesia ofrece este sacrificio. La Misa es, como hemos dicho ya muchas ve ces , sacrificio del pueblo y del Sacer dote juntamente. Debe pues el pue blo que la oye tener los mismos fines y las mismas intenciones : y estas son, como se dixo : 1? honrar á Dios , y tributarle un culto que es debido á su infinita Magestad : 2? darle gracias por las infinitas mercedes que nos ha he cho : 3? pedirle el perdon de los pe cados : 4? pedirle igualmente todas las gracias necesarias á todos los fieles vi

de la Eucaristía. 59 vos y difuntos. Estas intenciones de be tener todo el que asiste á la Misa. Un christiano que tenga las disposi ciones que hemos expresado , fe , es peranza y reverencia ; y tenga ademas, como hemos dicho ya , la general in tencion de unirse al Sacerdote , y de ofrecer con él el sacrificio para todos los fines por que lo ofrece la Iglesia, y la intencion de pedir á Dios por medio de Jesuchristo lo que la Igle sia pide , asistirá útilmente al sacrifi cio ; y teniendo esto en el corazon , po drá durante la Misa usar de aquellas oraciones que mejor sepa ó quiera: por exemplo , ocuparse en los actos de fe , de esperanza , de amor de Dios , ó en la consideracion de la pasion de Jesuchristo. Con todo , el mejor y mas verdadero modo de oir la Misa es el de atender á lo que hace el Sacerdote, y seguir con el espíritu y con el cora zon al Sacerdote en cada parte de la Misa. ¿Pero es posible esto para quien no es capaz de entender lo que lee el Sacerdote y pronuncia en el altar en

6 o Explicacion de la Eucaristía. un lenguage que ignora la mayor par te del pueblo (#)? A un, christiano de buena voluntad , que desee y pro cure estar bien instruido , no le es imposible, antes añado que tampoco es difícil. Y justamente para que los christianos pudiesen unirse en espíri tu al Sacerdote celebrante ordenó el sacrosanto Concilio de Trento á los Párrocos y á los Ministros del Señor instruir al pueblo y enseñarle los ri tos, las ceremonias y los misterios de la Misa l , conforme hemos observado desde el principio. Yo iré pues expli cando parte por parte toda la Misa con la mayor brevedad y claridad que pueda : y si me prestareis la atencion que merece un asunto de tanta impor tancia para vuestro provecho espiri tual , podreis acaso vosotros mismos reconocer que puede fácilmente todo christiano , hasta cierto grado , oír la Misa del modo advertido. (a) Con este objeto se pone al fin de este libro la Misa en castellano. i Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. 8.

cm3QGGGOGüQQQGaOQÜÜÜüaCX3ü£» DEL ORDEN DE LA MISA. JLio primero que debeis observar respecto de la Misa es que el Cele brante tiene siempre consigo un clé rigo, ó á lo menos un secular, que le asiste y le sirve en e\ altar ; y este ayu dante representa todo el pueblo , y en nombre de todo el pueblo responde al Sacerdote, y coopera en cierto modo al sacrificio, como veremos adelante. El Sacerdote, llegando al altar, ex tiende sobre él los corporales , que son unos paños de lino limpísimos , para poner encima el cáliz y la partícula ú hostia que debe consagrarse. Despues, saliéndose de la tarima, saludado con devota inclinacion el Crucifixo que está en medio del altar , se signa con la señal de la cruz , é invoca la santí sima Trinidad , diciendo : En el nom bre del Padre , y del Hijo , y del Es píritu Santo. Así sea. El Sacerdote principia con la señal de la cruz , no

62 Del orden solamente porque ha sido uso entre los christianos comenzar todas las ac ciones , particularmente las de piedad, con la señal de la cruz ; mas tambien porque la grande accion que executa el Sacerdote en celebrar la Misa con tiene la vida , memoria y representa cion de la pasion del Salvador: é in voca la augustísima Trinidad porque el pueblo se une con el Sacerdote en el nombre de Dios trino y uno para ce lebrar el gran sacrificio : en el nombre del Padre, que dio á su Hijo para ser sacrificado : en el nombre del Hijo , que se dió á sí mismo para ser inmolado : en el nombre del Espíritu Santo, por cuyo medio se ofreció el mismo Hijo. Qui per Spiritum Sanctum semetip* sum obtulit : El qual por el Espíritu Santo se ofreció á sí mismo '. Luego el Sacerdote ert el mismo lugar era* pieza un salmo de David , y lo reza todo , un versículo él y otro el minis tro que ayuda la Misa , ó sea el pue'

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Hebr. IX. 14.

de la Misa. 63 blo representado en él , como hemos dicho. En este salmo se representa David perseguido por Saul, y obli gado á vivir desterrado de su patria. David pues en él representa á Dios su afliccion , y se muestra no obstante lleno de placenteras esperanzas de volVer á ver á Jerusalen, de presentarse al altar del Señor para ofrecerle sus sacrificios. He aquí pues el por que se reza este salmo al principio de la Mi sa. Estamos desterrados del paraiso, que es nuestra patria, pero vivimos con la dulce esperanza de llegar á ella. El altar es figura del cielo, y nosotros nos llegamos á gl con una santa con fianza y con alegría. El salmo se ter mina con el Gloria Patri érc. , con el qual honra la Iglesia á las tres divinas personas ; y preparándose al sacrificio, en el qual resplandecen tan vivamen te la omnipotencia del Padre, la sabi duría del Hijo , la caridad del Espíritu Santo, y pidiéndose en este salmo los beneficios y las gracias del Señor, in vocamos las tres divinas personas al

«

64 Del orden fin de él : el Padre de quien procede todo bien: el Hijo por cuyo medio recibimos todo bien : el Espíritu San to que hace que nosotros lo pidamos y lo consigamos. Concluido el salmo, dice el Sacerdote : Adjutorium nostrum in nomine Domini: Nuestro au xilio está en el nombre del Señor; y el pueblo responde por boca del mi nistro : Que hizo el cielo y la tierra. Despues el Celebrante, profundamen te inclinado , confiesa en general todos sus pecados rezando el Confíteor : ÍTq pecador me confieso á Dios todopo deroso, á la bienaventurada siempre Virgen 6v. Nuestros pecados nos han agoviado y hecho inclinar hácia la tierra , y por eso el Sacerdote , dicien do el Confíteor , mira á la tierra; no teniendo corazon para alzar sus ojos á un Dios ofendido , como en otro tiem po el Publicano : Nollebat nec oculos ad calum levare: No quería ni aun levantar los ojos al cielo1. Concluida ,

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Luc. XVIII. 13.

de la Misa. 6$ por el Sacerdote la Confesion , el mi nistro á nombre del pueblo ruega al Señor Dios omnipotente que ten ga misericordia del Sacerdote , le per done sus pecados , y le conduzca á la vida eterna. Despues el mismo mi nistro hace por sí y por el pueblo la misma confesion rezando el propio Confíteor; y hecho esto pide igual mente el Sacerdote al Señor que per done al pueblo , é implora la miseri cordia de Dios para sí y para el pue blo. Así recíprocamente ruega el Sa cerdote por el pueblo , y el pueblo por el Sacerdote , á fin de que puedan este y aquellos ofrecer con confianza el sa crificio , esperando en la misericordia del Señor que quiera limpiarlos de to da mancha, aun la mas ligera^ Tanto elipueblo como el Sacerdote ,qúarjdó en el Confíteor llegan á las palabras mea culpa irc. , se dan tres golpes. dé pecho, imitando la accion del Publrcano del Evangelio , el, qual se golpea ba el pecho 1 , reconociéndose. V coni Lité XVIÜ. »f.,w" "¿

66 . Dtl órden, fesándose gran, pecador , y pidiendo humildemente al, Señpr que, tuviese piedad de él : Quando tundís. pectus,, irasceris corde tuo. , út satisfacías Domino Deo tuo :, Quando teegelpeas el pecho , te irritas con tu propio, co razon para satisfacer al $éjior. tu Dios Del corazon salea los peca dos : De corde e^ceunt cogitation^js mala , homicidio, , adidteria ,fornÍsAr tiones ,furta ,j alsajestimoniá,, blasphemia dos precedia 2. La también confesional de sacrificio Jos 'peca.? en la antigua ley 3. Y;á la verdad ;el.,pri? roer sacrificio que se debe .á.íJJijQ^ es do. el deSegun un corazon Maymónides contrito , aun y hjwilia? los par-, jaculares que ofrecian el sacrificio: ha cian }a confesion .no solo general , s¡aó tpmjbjeji especialmente : Confiten$,,dii cebatl peccayi, iuique egi , pr¿ervaricatus surn , commisi hite, 'ef. Mludi. ad ípwnitentiam revertory aique, '^i'',S^Áüi Sari*.' XXIX. n. 2. ^V"1 ~J ~l\cxj \M3»h. X.V.'lpt^t , 1 ¡.r!.j3íj ¡y sá 3 Levit. XVI, i6¡ fji.£ L *

de la Misa. 6$r piaculum meum : El que hacia la can jesion decia pequé?, obré iniquamente , he hecho esto y aquello : me vuelvo a la penitencia , y ved .el sacrificio de, mi expiacion1 . jDixi: confitebor^iujus-i titiam meam Domina, et tu remisistii fesaré impietatem al Señor. peccati .faiuinjusticia wei ; Dixe ,c..con-, y tw perdonaste pas Se confiesan la impiedad los pecados de mis^culA no sof* Jo á Dios \ sino tambien á los Santos,* porque Ioí Santos amando á Dios, sé» ofenden con las mismas .ofensas,,hechas tencia á él , así decomo los pecadores;^ se.&legran ¡por muchas la. peni-' ve ces perdona Dios:á.e¿tos por amor de aquellos 3. Finalmente ,:nos confesa mos tambien á todos iniaest¡ros> hermaños, á toda k Iglesia militante, para alcanzar el auxilio de lasi mutuas ora ciones , siguiendo el consejó de Santia go : Confitemini.: altitut.rum psccatd. vestea >£t orate' pto\inrvicem : Con/e2 3

Psalm. XXXI. 5. ... Genes. XX. zyJfyjaT}. 8.

68 Dé! orden saos unos á otros vuestros petados, y orad unos por otros *.V>V. .«. í.» .Todo lo . demas que despues del Confíteor dicen.el Celebranter y el mi nistro alternativamente , son otras tan tas oraciones sacadas de la divina Es critura, con las quales el Sacerdote y eh pueblo piden.á JDios el perdon de todos sus pecados: y estas oraciones, que todas contienen una misma cosa, esto es, ser purificados de todo peca do, deben servir para hacernos comprehender de quanta necesidad juzga k Iglesia que^ei Sacerdote y el pue blo no se lleguen al altar siri una pu reza y. limpieza grande de conciencia, qual conviene, á la pureza y santidad infinita¡de la viíatima inmaculada que ofrecemos >. y ná la augusta magestad de los sagrados misterios que se cele bran en Ja Rí isa. . Concluye el Sacer dote las oraciones que dice ai. pie del altar ¿on."saludar; ai. pueblo .diciendo: Dominus vobiscum : El SettQr sea con

de la Misa. Dosotros ; á que. responde el pueblo por boca del ministro: Y tambien con tu espíritu. Con esta salutacion des pierta el Sacerdote la atencion del pueblo , y el pueblo con su respuesta hace ver que está atento y aplicado al sacrificio. Todo esto es como una preparacion de la Misa, que se hace en xomun por el Sacerdote al pie del altar y por el pueblo.: y es de notar se; que el Sacerdote en toda estapar te de la Misa tiene juntas las manos, según Ja rúbrica , y esta ceremonia con viene bóllisimamente á los sentimien tos que expresa el Sacerdote á este tiempo : porque dice Nicolao I xpe es conveniente ligarse en cierto modo las .manos al tiempo1 de la oracion, y de estar en la presencia de Dios como si estuviésemos preparados al suplicio, del qual somos. dignos , á fin de no ser ¿condenados á él como los impios del Evangelio : Ligatis manibus.... mittiie eum 1yc.x . o.'. U.í'Xí; . ':, . . ,. ..íir ' y

DíUrdett cerdote , 'Despues al altar de esto, renueva subiendoel>Salas oraciones para alcanzar de Dios que le purifique y quidad le lave , á áfin él y dealque pueblo puedan de. su coninit. el corazon puro llegarse al Santo de , los Santos dio de tél, llegado pidiendo ¡al altar jíodavía besa el en.perdon el mer de. los; pecados por la intercesion. ¡y ruegos . de los Sántos cuyas reliquias estan dentro delrnismo altar; El 'altar representa á Jesuchristo ; y por eso el -Sacerdote le saluda. con el ósciilKa lo dos ¡las veces que llegaialimádid de élT, para saludar á Jesuchristo y jrapstraf que.se une á Jesuchristo para. ofrecer juntamente con* él su sacrificio. Des pues de besada el'. altar se va el Sa cerdote mos de la al epístola; lado derecho y signándose , que. llama' coa la. señal de la cruz,, lee en el 'übro^fó sea misal, lo que se llama Introito> esto es, el ingresó, ó principio' de 1& Misa. El Introito es compuesto fox lo general de algunos versículos de algun salmo adaptados . á la solemnidad ó al

de la Misa71 misterio del dia, ó á: la circunstancia del tiempo. En Quaresma el Introi to por lo comun contiene afectos de penitencia , en el Adviento fervorosas oraciones para acelerar la venida del Redentor. El Introito se; concluye con e\ Gloria Patri érc. , el qual se dice segun el antiquísimo uso de la Iglesia al fin de.¡todos los salmos desde el tiempo de los Apóstoles. Este Introi to se canta en las Misas cantadas por el clero y por el pueblo. Despues del Introito el Sacerdote ¡va al medio del altar, y alternativamente con el mi nistro dice seis veces Kyrie eleison, y tres veces Christe eleison. Estas dos palabras Kyrie eleison significan Señor, tened misericordia , y Christe eleison significan Christo , tened misericor dia. La Iglesia en- la celebracion del sacrificio , por antiquísimo uso , se sir ve no solo del latin , sino tambien de palabras griegas y aun hebreas, como son Alleluia, Amen, Hosanna, Sabaoth. Usa la Iglesia de todas estas lenguas consagradas sobre la cruz, del Salvador,

72

Del orden

porque la inscripcion puesta por; los hebreos sobre la cruz de Jesuchristo estaba escrita parte. en hebreo, parte; en griego y parte en latin *: así se ha ce uso en la Misa de estas tres lenguas para manifestar la union de la Iglesia, no obstante la diversidad de las gentes que la componen. Se dice seis veces esta breve y preciosa oracion Señor, tened misericordia, y tres veces Christo, tened misericordia : lo qual quiere decir que se repite tres veces por ca da una de las personas de la i santísima Trinidad. Esta oracion debe acompa ñarse por el pueblo con sentimientos de verdadera y profunda humildad, y con un vivo conocimiento de la pro pia miseria , y de la necesidad que te nemos de la divina misericordia. Se ñor , tenedmisericórdia-. Christo, tened. misericordia. En las Misas cantadas, mientras que se cantan los Ryries el Sacerdote inciensa el altar.; El incien sa es figura de las oraciones del pue,""- '

i. Jdafi. XIX. 2.a. -J. Un .•.;;.)

de la Misa. 73 blo , las quales ofrece á Dios el: Sacer dote , suplicando á su. divina Magestad que reciba las mismas oraciones como incienso de agradable olor por medio de Jesuchristo. . ';'.<... 1 Acabados los Kyries , el Sacerdote extendiendo y despues juntando las manos comienza el Gloria in. excelsis Dea. El Gloria se halla entero en San Atanasio que exhorta á las vírgenes á decirlo todas las mañanas ; y quasí todo entero en las Constituciones apos tólicas con el título de Oracion de la mañana a. En el tiempo de S. Atanasio lo sabian de memoria todos los christianos. Una parte de este \ himno fué compuesto por los ángeles , los qua les, como leemos en el Evangelio 3, la cantaron en aquella feliz noche en que vestido de nuestra carne apareció al mundo el Unigénito de Dios : lo demas de este himno ha sido com puesto por la Iglesia. Este cántico adí' Lib. de Virgin, tí. i o. . ' ' 1 Lib. VII. cap. XLVII. . 7^ 3 luc. II. 14. \ , .,. .y i 1

f'4 Del orden mirabilísimo está lleno de ternísimos sentimientos de amor , de alabanza, de bendicion, de agradecimiento y de súplicas á Dios y á Jesuchristo; El Gloria en las Misas cantadas se canta por «b clero y tambien por el pueblo; y concluido, el Celebrante besando el altar saluda al pueblo diciendo : El Señor sea con vosotros; y¡..eLirnismí) pueblo, ó en su lugar el ministro, res ponde s Tambien sea con tu espíritu; y vuelto ¡al altar, alzando los ojos y las manos hacia el Gruciíixo , dice: OrenHis, esto es -.Oremos. y sncomen*démonos d'Dios. Esta; palabra Oremus se repite muchas veces en la Misa, ¡co mo tambien el saludo Dominus vabiscum, el Señor sea con vosotros , para excitar al mismo pueblo á elevar á Dios la mente y el corazon , á exemn nes pío del con Sacerdote las del propio , y á unir Sacerdote^ sus oracio* V¡k después el Sacerdote al lado derecho del altar , y allí reza la oracion con que la Iglesia por bpca del Sacer dote representa al Señor los votos y

de la Misa. 75 deseos del pueblo. Esta oracion es di1 versa segun la diversa solemnidad , y segun Jos diferentes tiempos del año. El Sacerdote al decir quasi todas las oraciones de la Misa tiene abiertas y algo levantadas las manos, á imitacion de Moyses , que oraba con las manos extendidas mientras que Josué com batia ' contra los Amalecitas ' : . y si guiendo tambien el precepto del Após tol , en donde escribiendo á Timoteo diqe . Quiero que los hombres oren en todo lugar levantando las manos pu ras i. Al fin de la oracion , el. minis tro á nombre del pueblo responde Amen, que quiere decir Así sea, así se haga ,*así lo conceda Dios : con la qual respuesta demuestra el pueblo que pide á Dios las mismas cosas que le ha pedido el Sacerdote en su nombre. Todas las antiguas oraciones, ó sea co lectas, son dirigidas al Padre, y ter minan con las palabras : Per Dominum

J ¡iW ¥imot. 11.8^ . ,n

y6

Del orden.

nostrum Jesum Christum.Lós'chrhtiár ñus honran alJPadre por medio del Hijo nuestro Salvador, el qual en el tiem po de su vida. mortal siempre dirigía al Padre sus oraciones ; y á imitacion <de Jesuchristo nos' volvemos al Padre, y le rogamos por medio del Hijo , que es nuestro mediador, por quien solo tenemos entrada al trono de ía.. gracia y de la misericordia.. Lee despues de esto el Sacerdote aquello que seJlama Epístola, y es una. leccion sacada por lo comun de las cartas de SvPabio ó de algun otro Apóstol; en k; qual lec cion se contienen instrucciones útiles al pueblo : por lo que mientras el .Sa cerdote la lee, Jos asistentes deben pe dir al Señor que les ilumine el enten dimiento para entender la ley del Se ñor, .y que les j dé un vivo/y tierno amor á la misma ley. Al fin^deia Epís tola responde el ministro :_D
di la Misa.

jj

de lo que se llama Gradual , y coa tiene varias oraciones sacadas de la santa Escritura, y por lo general de los Salmos , y se añade una ó muchas veces Alleluia, que quiere decir: Ala bad á Dios , bendecid á Dios ; y es canto de alegría con el qual hacemos conocer quan felices somos por haber tenido la dichosa suerte de entender 1»í verdad que Dios nos ha enseñado por medio de sus divinas Escrituras. Así la instruccion sucede, y sigue inmediata mente la oracion para impetrar de Dios gracia y vigor para poner en práctica los documentos que oímos en la Epístola. Despues del Gradual se va el Sacerdote al medio del altar , y allí . con una devotísima oracion ruega fervorosamente al Señor que limpie su corazon y su boca , á fin de que pueda anunciar dignamente el Evangelio de Jesuchristo. Mientras así ora el Sacer dote debe el pueblo pedir á.Dios la. gracia de entender y de amar su pala- . bra ; porque nosotros no serémos jamas capaces de comprehenderla ni de prac-

78 Del orden ticarla si él con su gracia no ilumina nuestro entendimiento , y no conforta nuestro corazon para abrazarla. Da mihi intellectum, et scrutabor legem; tuam , et custodiam. Mam in toto corde meo: Dame entendimiento , y haré diligente estudio de tu ley , y la obserr varé ' con todo mi corazon ' .. Todo christiano al oir leer el Evangelio deberia pensar entre. sí : este es el libro que contiene la doctrina y las reglas nar de vida, si quiero segun salvarme. las quales Y para deboindicar camir á los christianos este respeto , veis en las Misas cantadas que el Diácono lle va solemnemente el Evangelio al pul pito, acompañado de los ministros, de luces .y del incienso, con. el qual se perfuma el mismo libro divino. Escu chemos el Evangelio, dice S. Agustín," como si Jesuchristo mismo lo pronun ciase. No digamos : bienaventurados los que. lo vieron ; porque muchos de aquellos: que lo vieron le frucificd.,., ,, . .t ... . a V Psalm. GXVIII. 34.

.\.:

de la Misa. 79 ron Las preciosas palabras que salieron de su boca se escribieron pa ra nosotros , se han conservado para nosotros , y para nosotros se recitan1. Alabemos á Jesuchristo. San Agustín refiere que sanaban muchas veces los enfermos poniéndoles sobre la cabe za el libro de la santos Evangelios. Póngase , dice el mismo Santo , en el corazon del hombre para sanarlo 2. Va despues el Sacerdote al lado iz quierdo del altar, que llamamos del Evangelio , y saludado el pueblo , se hace la señal de la cruz en la frente , en la boca y en el pecho, con lo qual así el Sacerdote como el pueblo quieren mas significar de la que cruznodeseJesuchristo avergonzarán , ni ja-. de Ja verdad del Evangelio, y que antes bien la confesarán con la boca, y la tendrán siempre impresa en el cora zón , y por eso en estas tres partes se hace ja señal de la cruz. El pueblo 't¡* i' Tract. XXX. ¡n Joan.. Evang. n. i.1'1 ;. .2; .Tract. VII. ¡n Joan. Ift'ang. o».!*»- -

8o ' Del orden pues debe signarse con estos senti mientos en la boca , en la frente y en el pecho al principio del Evangelio quando se signa el Sacerdote. Leido el Evangelio , lo besa el Sacerdote en se ñal de respeto y de amor. Despues del Evangelio concluya la que se llamaba Misa de catecúmenos; porque la Iglesia permitia á estos , á los penitentes y á los infieles oir to da esta parte de la Misa para que pu diesen gozar de las instrucciones que en ella se contienen. Finalizada esta parte se despedian dichas personas, comenzándose la que se llamaba Misa de los fieles ; porque no era permitido asistir á ella sino á los bautizados, y á solo aquellos bautizados qué se po dia presumir hubiesen conservado la inocencia y la santidad recibida'.¡en el santo bautismo. Esta segunda parte comienza desde el Credo , que se reza por el Sacerdote acabado el Evange lio. El Credo contiene una expresa confesion de nuestra santa fe , la qual confesión de fe fué compuesta por la

de la Misa. 81 Iglesia en el Concilio de Constantinopía. La primera parte del Credo con tiene lo que se atribuye á la primera persona de la santísima Trinidad , el Padre eterno omnipotente , el qual profesamos creer que de nada crio el cielo y la tierra , y todas las cosas que se hallan en el cielo y la tierra , tanto espirituales como .corporales. La se gunda parte contiene lo que ha hecho por nosotros el Unigénito del Padre, hecho hombre por redimir al hom bre, el qual concebido por nosotros en el seno de una Virgen , padecio , fué crucificado, murió por nosotros, re sucitó , subió al cielo &c. La tercera parte contiene lo que se atribuye al Espíritu Santo , la santificacion de las almas por medio de la caridad , la qual, según el dicho del Apóstol, se difundé en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado '. Últimamente confesamos una sola Igle sia católica y apostólica, el bautismo, i

Rom. V. 5. F

82 Del orden la remision de los pecados , la resur reccion de los muertos, y la vida eter na. Todos los christianos lo aprenden de memoria desde la infancia , con que á ninguno puede ser difícil el re zarlo juntamente con el Sacerdote, acompañándolo con un vivo senti miento de fe. Rezado ó cantado el Credo , el Sacerdote saluda de nuevo al pueblo , exhortándole otra vez á orar con él. En los tiempos antiguos acabado el Credo se hacia por el pue blo la ofrenda del pan y del vino que debían servir á la celebracion del sa crificio ; y entonces se cantaba el Ofer torio. Al presente en muchas partes se: ofrece pan en ciertos dias , el qual bendice y distribuye el Sacerdote á los asistentes en señal de comunion.; Tambien se ofrecen en algunos parages candelas y aun dinero para la ma nutencion de los Párrocos. Antigua mente despues que el Sacerdote había tomado del pan ofrecido lo que era necesario para la comunion del clero y del pueblo , bendecia el restante , y

de la Misa. 83 se distribuía despues á los demás que asistian á la Misa , pero que no comul gaban. La ofrenda que debia servir para la comunion se ponia sobre el aJtar, y el sobrante que se habia de distribuir en señal de comunion se ponía fuera del altar. He aquí el orígen del pan bendito , cuyo uso se fue aumentando á proporcion que por la tibieza de los fieles se fue disminuyen do el número de los que comulgaban en Ja Misa* El Sacerdote pues, luego que ha dicho el Ofertorio , descubierto el cá liz , tomada la patena , sobre la qual está el pan, ó sea la hostia, y tenien do con las manos levantadas la misma patena , ofrece al eterno Padre la hos tia que debe sacrificar: y con senti mientos de profunda humildad expo ne al Señor que se la ofrece por sus pecados , y por todo el pueblo asisten te, y por todos los fieles así vivos co* mo difuntos, á fin de que sirva á to* dos y les procure la vida eterna. No es el pan que se ofrece por el SacerF2

84

Del orden

dote el que debe obtener de Dios el perdon de los pecados y la vida eter na : esto lo pedimos y alcanzamos no sotros por medio de Jesuchristo , que es nuestra víctima santa é inmaculada; y el Sacerdote, al ofrecer á Dios ei pan que ha de consagrarse , no tanto alude al pan que tiene sobre la pate na, quanto al cuerpo divino de Jesu christo , en el qual debe transubstanciarse el mismo pan por medio de las palabras divinas de la consagracion. Al poner la hostia sobre los corporales hace el Sacerdote con ella la señal de la cruz , como si pusiese á Jesuchristo mismo sobre su cruz , sobre aquella cruz en que él se ofreció por nosotros. Tomado despues el cáliz , echa en él el vino, y despues una pequeña canti dad de agua : y mientras hace esto rue ga fervorosamente á aquel Dios que Crió maravillosamente al hombre en altísima dignidad, esto es, semejante á él, y que mas admirablemente lo ha re formado , despues que por el pecado se había desfigurado en él la imagen del

de la Misa. 85 Criador: le suplica, digo, por el mis terio que se oculta en la mezcla del agua con el vino , que haga á todos la gracia de participar de la divinidad de aquel su divino Hijo , que se dignó participar de nuestra humanidad. Per auem maxima, et pretiosa nobis promissa donavit , ut per hac ejjiciamini divina consortes natura : Por el qual nos ha dado muy grandes y preciosas promesas ; para que por él seais heckos jrartütpantes de la naturaleza divina l. Qui adharet Domino, unus spiritus est : El que está unido al Se ñoras con él un mismo espíritu 2.Copulatio et conjunctio aqua et vini sic miscetur in calice Domini , ut commixtio illa non possit ab invicem separari. Unde et Ecclesiam....nulla res se parare poterit d Christo : El agua y el vino se unen y mezclan de tal suer te en el cáliz del Señor , que no pue den separarse ya el uno del otro. Así 1 2

II, Petr. I. 4. I. Corint. VX i;?.

. „;.

86 Del orden ninguna cosa puede separar deCJiristo ala Iglesia '. Se echa tambien con el vino una corra porcion de agua ea el cáliz , porque asi hizo Jesuchristo mismo al consagrar la Eucaristía, se presentar gun sia 2 nos , y loenseña hacemos el misterio la tradicion justamente que éldequiso para la Igler in rer

dicar con esta mezcla. ¿Yqual es este misterio? La naturaleza humana es re presentada por el agua , y la natura leza divina es representada por. el vi no. Mezclando pues con el vino una corta cantidad de agua , se viene á re presentar la union inefable de las dos naturalezas divina y humana en la persona de Jesuchristo : en segundo lugar se representa la union mística de los fieles con Jesuchristo su cabeza : fi nalmente, se recuerda con esto el mis mo misterio encubierto ya en el agua y en la sangre que salieron del cosr i Cyprian. ep. LVIII. de Sacram. Domin. calic. ad Cxcil. 2 Id. eplst. cit. Concil. Trid. Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. VII.

de la Misa. Sy tado ¿e Jesuchristo abierto con la lan za sobre la cruz *. Se bendice el agua sola , y no el vino al echarlo en el cáYiz, porque no la divina sino la huma na naturaleza necesita ser purificada y bendecida para ser unida á Jesuchris to. Así Durando 2. El Sacerdote te niendo elevado el cáliz le ofrece á Dios, pidiéndole que \e acepte por ía salvacion, no solo del pueblo asistente á la Misa , sino tambien de todo el mundo 3; é inclinándose delante de Dios en medio del altar, protesta que se presenta juntamente con el pueblo, delante de Dios, con un espíritu hu millado y un corazon contrito, y le ruega que le reciba á él y al pueblo benignamente , y que haga que el sa crificio, así suyo como del pueblo , sea tal que pueda agradar á su Señor y Dios. Está oracion nos advierte como debemos i Cypr.unir loe cit; la ofrenda Conc.Trid.ySes. el prxd. sacrifi-

23

Rit. Christíatiorum Div. Offic.precipua lib. IV. cap. salus. XXX; Epiph.

ad Joan. Episcop. Hleros:

88 Del orden cio de nosotros mismos al sacrificio y á la ofrenda de Jesuchristo , y que no podemos ofrecer á Dios fructuosamen te el sacrificio sino presentándonos á él con un corazon contrito y humillado por la consideracion de nuestros peca dos y de nuestro infinito desmereci miento. Se ofrecen el pan y el vino que deben convertirse en el cuerpo y en la sangre de Jesuchristo , y anhelamos por ser convertidos. tambien nosotros en hombres perfectos , á fin de poder ser hostia digna del agrado de Dios: y por esto invocamos al Espíritu San to , espíritu santificador , que convier te nuestros corazones llenándonos de su caridad. Veni y dice el Sacerdote, satiftificator omnipotens áteme Deus, et benedic hoc sacrificium tuo sancto nomini praparatum : y elevados los ojos y las manos al cielo. para hacer descender de . allí. la gracia y k.virtud del Espíritu Santo , hace una señal de cruz sobre el pan y el vino diciendo: Ven , santificador , Dios poderoso y eterno , y bendice este sacrificio pre-

de la Misa. 89 parado para honrar tu santo nom bre : y al decir estas últimas palabras hace una señal de cruz sobre el cáliz y la hostia. Luego va al lado derecho del altar , y se lava los dedos , con lo qual , dicen todos los Padres , se quie re significar la pureza interior y exte rior que debe tenerse para ofrecer un sacrificio tan grande y tan santo ; y es ta pureza la pide á Dios el Sacerdo te rezando algunos versículos del sal mo XXXV ; y Ja misma pureza de ben tambien pedir humildemente á Dios con el Sacerdote los asistentes. Las manos significan en la Escritura las acciones y las obras ,y es necesario pu rificar estas para que sean dignas de Dios. Lavados los dedos , el Sacerdote inclinado en medio del altar ofrece de nuevo á la santísima Trinidad el pan y el vino que habia ofrecido ya ¡separadamente : lo ofrece, digo, en memoria de la pasion, resurreccion y ascension de Jesuchristo , y en honor de ¡a bienaventurada siempre Virgen María, de S. Juan Bautista, de los

90 Del orden Santos Apóstoles Pedro y Pablo , y de los Santos cuyas reliquias estan en el altar, y de todos los demas Santos, pa ra que ellos reciban gloria , y nosotros salud del sacrificio, y sean nuestros in tercesores en el cielo aquellos cuya memoria honramos en la tierra. Digo que ofrecemos también la Mi sa para la gloria de los Santos: i? por que los Santos no han sido glorifica dos sino en virtud del sacrificio de Christo que se continúa en la Misa: 2? porque Jesuchristo es honrado por el sacrificio de la Misa ; y siendo los Santos miembros de Jesuchristo uni dos inseparablemente á su cabeza , la gloria de este redunda á los miembros: 3? porque para los Santos es gloria y honor el ofrecerse con Jesuchristo , y esto hacen ellos en nuestro sacrificio, que es sacrificio de Jesuchristo todo entero , esto es , de la cabeza y de los miembros. Despues de dicha oracion , el Sa cerdote besa el altar (el altar sé ha dicho que representad Jesuchristo, y

de la Misa. gi el Sacerdote le saluda con el beso antes de saludar al r/ueblo , extiende las ma nos diciendo Orate &c. para enfervori zar con esta accion á los asistentes á <jue mediten y oren), y volviendo al pueblo dice : Orate fratres &c. , que quiere decir: Orad, hermanos , para que mi sacrificio , que tambien es vuestro , sea agradable ¿Dios Padre todopoderoso. El pueblo responde por boca del ministro: El Senor reciba de tus manos el sacrificio en alaban za y gloria de su nombre , y tambien para utilidad nuestra y de toda su Iglesia santa. Por estas dos oraciones debeis saber, hermanos carísimos, en primer lugar, que el Sacerdote, como ya se dixo , ofrece el sacrificio no solo en nombre de Jesuchristo , sino tam bien de la Iglesia , y que él es el mi nistro del pueblo como de Jesuchris • to : y en segundo , que el pueblo , esto es , todos los asistentes deben unirse al Sacerdote, y ofrecer con él el sacrifi cio, pues es sacrificio suyo como del Sacerdote: y en tercero, que el sacrifi

qi Del orden cio se ofrece: i? para honrar á Dios: 2? para utilidad del pueblo que le ofrece , esto es , para alcanzar todo lo que necesitamos , que es el perdon de los pecados, y todo género de gracias espirituales Vuelto despues y temporales. el Sacerdote al al tar , hace á Dios la oracion que se lla ma secreta, con la qual pide al Señor que reciba benignamente los ofreci mientos de los fieles El nombre de se creta viene acaso de que esta oracion se hace secretamente. La Iglesia en es te punto entra en un profundo secretq , no habla ya sino á Dios , y solo de Dios quiere ser oida. Es necesario saber que segun la antigua liturgia an tes del Prefacio se cerraba el Sancta Sanctorum,y se corrian las cortinas, y por eso el Sacerdote ni aun diciendo Dominus vobtscum antes del Prefacio se vuelve ya al pueblo , que no puede ver mas. El Sacerdote se ha como des pedido del pueblo con el Orate fratres brc. , y se considera como encer rado en lo íntimo del sagrario , segre

de la Misa. 93 gado del pueblo mismo, y á solas coa Dios. La Iglesia ha usado rezar una parte de las oraciones de la Misa en voz baxa ; y esto no lo hace por ocul tar á los fieles lo que pide á Dios pa ra ellos , quando ha ordenado que sus Ministros se lo expliquen públicamen te al pueblo, sino porque semejante modo de orar en silencio sirve para infundir mayor respeto , y porque el pueblo esté mas atento á Dios en el tiempo que el Sacerdote ruega solo por toda la congregacion de los fieles. Re zada la oracion secreta , el Sacerdote comienza el Prefacio, que es una es pecie de himno de accion de gracias y de alabanza á Dios. Este himno es tan precioso , ó mejor diré , tan divino , que yo creería haceros agravio si no os lo explicase: y por otra parte lo oyen tan continuamente los christianos , que/ no será difícil á ninguno retener el sen tido , á lo menos en quanto baste pa ra acompañar con el corazon al Sa cerdote mientras lo reza. Saludado pues el pueblo con las razones acos-

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D*/ orden

tumbradas : El Senor sea con vosotros, y respondido por el ministro : Y con tu espíritu i continúa el Sacerdote di ciendo: Sursum corda , esto es, elemad d lo alto vuestros corazones; y el pueblo responde : Los tenemos en el Sinor. Sursum corda, ¡qué exhor tacion tan aplaudida y celebrada por los santos Padres , Chrisóstomo en particular * y Agustino 2 ! Gran pala bra es esta, amadísimos hermanos, y una gran respuesta la que se da por to do el pueblo por medio del ministro que sirve. El Sacerdote os dice que al ceis á lo alto el corazon , y respondeis que teneis el corazon en el Señor : na solamente el espíritu, mas tambien el corazon. Y esto quiere decir , segun S- Cipriano 3 , que entonces vuestro corazon no debe estar accesible ni abierto sino á Dios , cerrado á todos los pensamientos de la tierra , á quak i Hotn. XVIII. ¡n IT. Corint. n. 3, 2 De vera Relie.. can. III. mira. 5. epist» CXXX. a!. CLVI.'ad Probam lib. 3 De Orat. Domin.

de la Misa. 95 quier cuidado terreno, lleno de los sentimientos de reverencia , de fe y de amor que convienen á los altísimos misterios que comienzan á celebrarse. Tenedlo presente, hermanos carísimos, y quando oigais al Sacerdote aquellas grandes palabras Sursum corda , pro curad con todo esfuerzo poneros en tal estado de atencion, de devocion y de fe., que el ministro pueda responder con toda verdad que teneis todo el co razon en Dios nuestro Señor. Al de ciros el Sacerdote Sursum corda , alza. las manos como para animaros con es te ademan á soliviar vuestro corazon, y para mostraros en nombre de la Igle sia el vivo deseo que tiene de que vo sotros lo hagais. Así advierte el Sacer dote al pueblo , porque verdaderamen te necesita elevarse sobre los sentidos, ?T estar con el ánimo en el cielo entre os coros de los ángeles para cantar. can ellos dignamente las alabanzas de Dios. ¿Qué seria de nosotros , amadí simos hermanos, si asistiendo á la Mi sa quando el Sacerdote nos grita que

<j6 Del órdeti tengamos el corazon elevado hacia Dios , Sursum corda , lo tuviésemos en la tierra ocupado de los afectos terre nos? ¿Y con qué sacrilega mentira res ponderémos que tenemos el corazon en el Señor, habemus ad Dominutnl Porque , como muchas veces lo he di cho, el ministro responde al Sacerdote por nosotros. El Sacerdote , habiéndole respondi do que el pueblo está atento y ocupa do en Dios , sigue diciendo : Demos gracias d Dios nuestro Señor ; y al decirlo junta las manos y alza los ojos al cielo: dos señales, la una de humil dad y reverencia, y la otra de deseo y amor: y el pueblo responde : Es digno y justo. Gratias hagamus Domino Deo nostro : Dignum et justum est. Entonces el Sacerdote vuelve á decir: Verdaderamente es digno y justo,' equitativo y saludable que siempre y en todo lugar te demos gracias , Se ñor, Padre santo ¿todopoderoso y eter no Dios , por medio de Jesuchristo nuestro Señor : jpor quien los ángeles

de la Misa. 97 alaban tu Magestad , las Dominacio nes la adoran , las Potestades la ve neran con temor , los Cielos y las Vir tudes de los Cielos y los bienaventu rados Serafines todos juntos la cele bran con comun alegría. Suplicamoste , Señor , quieras recibir nuestras vo ces , que unimos días suyas , diciéndote con humilde confesion : Santo, Santo, Santo tos : loses cielos el Señor y laDios tierra de estan los exérri llenos de tu gloria : Hosanna en lo mas alto de los cielos : Bendito el que viene en nombre del Señor : Hosanna en lo mas alto de los cielos. Aquellas palabras Santo , Santo , Santo forman el cánti co eterno que el Profeta Isaías, arreba tado en espíritu al cielo, oyó que can taban á Dios los querubines *. Así la Iglesia militante , la Iglesia que está •en la tierra, se une á la del cielo, y de esta toma el modo de honrar y ben decir dignamente al Señor. Del gran número de escritores sagrados que ha1

Isai. VI. 3G

98

Del orden

cen mencion de este himno Sanctus ire. , se ve que estaba en gran devo cion y veneracion entre los christianos, y por muchos siglos todos los asisten tes se unian para recitarlo juntamente con el Celebrante : Bendito el que vie ne ere. La Iglesia, despues de habet tributado honor á la santísima Trini dad con el divino trisagio, no se ol vida de rendir sus homenages al Salva dor , y usa de las palabras y del cánti co con que los niños recibiéron á Jesuchristo en su última entrada en Jerusalen: Bendito &c. l Continúa el orden de la Misa. facio Lasseoraciones llaman elque Canon se siguen , porqueal son Pre* la regla, el orden, la norma común de todas las Misas, porque en todas las Misas se dicen estas oraciones, con al guna corta diferencia que se añade en ciertas solemnidades. Elevados pues 1

Matth. XXI. o. 15.

de la Misa.. gg primeramente los ojos y las manos al cielo , y despues profundamente incli nado sobre el altar , empieza el Sacer dote á decir : Suplicarnoste pues humildemente , Padre clementísimo , por nuestro Señor Jesuchristo tu Hijo , que admitas benignamente y bendigas es tos dones , estas ofrendas , estos san tos sacrificios sin mancha que te ofre cemos, en primer lugar por la santa Iglesia católica , para que te dignes pacificarla, conservarla , unirla y gobernarla por todo el mundo : junta mente con tu siervo nuestro Papa N., nuestro Prelado N. , nuestro Rey N., y todos los ortodoxos que profesan la fé católica y apostólica. Al decir estos dones, estas ofrendas, estos sacrifi cios, hace tres veces la señal de la cruz sobre el pan y el vino ; y mientras el Sacerdote dice esta oracion , el pueblo, en cuyo nombre la dice , debe pedir á Dios las mismas cosas, y rogarle por el Papa , por los Prelados de la Iglesia, por la Iglesia toda , y por todos los fieles. Con esta palabra unirla , ad-

oa

loo Del orden unare, se pide por la conversion de los hereges y de los cismáticos. Orate et pro dispersis ovibus, veniant et ipsi, agnoscant et ipsi, ament et ipsi, ut sit unus grex , et uuus pastor : Pedid tambienpor las ovejas dispersas , ven gan tambien esas , conozcan tambien esas , amen tambien esas , para que sea un solo rebaño y un solo pastor '. Despues que el Sacerdote ha pedi do de esta manera por toda la Iglesia, alzando y juntando las manos dice: Memento Domine be, esto es: Acuér date, Señor , de tus siervos y siervas: y aquí se detiene un poco para enco mendar á Dios en particular aquellas personas por las quales quiere ó debe rogar particularmente: y de todos los circunstantes , cuyafe y devocion cono ces , por los quales te ofrecemos , 6 quienes te ofrecen este sacrificio de alabanza por si y por todos los su yos., por la redencion de sus almas, por la esperanza de su salvacion y i S. Aug. Serm. CXXXVIII. n. 10.

de la Misa.

ioi

conservacion , y tributan sus votos d tí Lios eterno, vivo y verdadero. Observad en esta oracion aquellas pa labras cuya fe y devocion conoces , por las quales debe comprehender todo christiano qual ha de ser la fe y la piedad de cada uno en la asistencia á la Misa. De esta misma oracion se saca tambien la obligacion que tenemos de pedir los unos por los otros , y particu larmente por los parientes, amigos &c. Y cabalmente el christiano al tiempo de este Memento , que se llama de vi vos , debe pedir en particular por las personas que quiere encomendar á Dios con especialidad, como tambien por el Sacerdote , y por todos los que oyen la misma Misa. Sigue la tercera oracion del Canon, en la qual el Sacerdote que primero ha dicho á Dios que ofrece la Misa por toda la Iglesia que está en la tierra, añade ahora que se une á todos los Santos que estan en el cielo : recita los nombres de muchos de estos Santos, comenzando por la Santísima Virgen

loa Del orden y los Santos Apóstoles S. Pedr,o y San Pablo , y ruega al Señor que proteja y asista con su auxilio á la Iglesia que está en la tierra. Así veis ahora como se verifica lo que tantas veces hemos dicho, que la Iglesia que está en la tierra se une á la que está en el cielo (es decir, á todos los Santos del cielo) para ofrecer nuestro gran sacrificio. Y así el pueblo debe unir sus votos de adoracion y de amor con los de los Santos que hay en el cielo, y pedir tambien á Dios la gracia de imitar á los mismos Santos para entrar un dia á la parte en sus triunfos. En la quarta oracion del Canon el Sacerdote, extendidas las manos sobre el cáliz y sobre la hostia , ruega en esta forma: Suplicarnoste pues , Señor, que recibas propicio esta ofrenda de nues tra servidumbre , que es tambien la de toda tu familia : que nos hagas gozar de tu paz. en esta vida , y nos libres de la condenacion eterna , y nos pongas en el número de tus escogidos. Por Jesuchristo nuestro Señor. No

de la Misa. 103 tad aquí en primer lugar que, confor me a lo que hemos dicho muchas ve ces, el sacrificio de la Misa no es sacri ficio del Sacerdote solo , mas tambien de todo el pueblo asistente, y que coopera con su oracion y con su fe al mismo sacrificio. En segundo lugar no tad que en la antigua ley el que ofre cía á Dios un sacrificio ponia la mano sobre la cabeza de la victima antes de inmolarla , para mostrar á Dios con esta accion que substituia en su lugar la misma victima para que sufriese la muerte que él merecia, y pedia á Dios al mismo tiempo que recibiese el sa crificio de su corazon , y mirase con benignos ojos la ofrenda que hacia de aquella víctima que debia inmolarse, y le concediese por ella ó la remision de los pecados, ó las gracias que pe dia l. De la misma manera pues el Sacerdote antes de hacer la mística in molacion del cuerpo y de la sangre de Jesuchristo , á nombre del pueblo , por el qual, y juntamente con el qual ofre1 Vid. Lsvit I. IIL IV. XVL

1 04 T>el orden ce el sacrificio, pone las manos sobre el pan y el vino que deben consagrar se , y con esta ceremonia se ofrece á sí mismo á Dios y á toda la Iglesia : á Dios por medio de aquel mismo Jesuchristo que debe ser místicamente in molado, diacion laá paz fin de de alcanzar la vida presente por su me^ , la remision de los pecados, y la gloria de la vida futura. El pueblo pues, quando el Sacerdote hace esta imposicion debe ofrecerse á Dios por medio de Jesuchristo , y juntamente con Jesuchristo , y hacer este ofrecimiento con pro funda humildad, en espíritu de adora cion, y pedir á Dios lo que pide el Sacerdote. Tres son las cosas que el Sacerdote pide en esta oracion : la pri mera , que se nos conceda la gracia de vivir en la paz de Dios , no en la paz del mundo , sino en aquella paz de Dios : Pacem meam do vobis : non quomodo mundus dat , ego do vobis: Mi paz, os doy : no os la doy yo como la da el mundo l. Pax í>ei, qu
Joan. XIV. 27.

de la Misa. 105 txuperat omnem sensum : La paz de JDios,que excede todo entendimiento r. La segunda ser librados de la conde nacion eterna , pues la tenemos me recida. ¡Y quien no la ha merecido! La tercera , que nos ponga en el núme ro de sus escogidos. Ved ahí lo que laslglesia pide por vosotros , y lo que vosotros debeis pedir. jAh! qué bella oracion para un christiano el decir, pero de corazon , Señor , yo no os pi do ni la salud , ni los adornos , ni los placeres , ni las satisfacciones tempora les : os pido solo que me hagais ser del número de vuestros escogidos ! Na die puede saber si es de este número; pero puede ser un indicio no leve el adherirse con todo el ánimo á esta ora cion de la Iglesia, y tenerla muchas veces en los labios, y continuamente en el corazon. En la quinta oración del Canon el Sacerdote bendice de nuevo el pan y el vino juntamente por tres veces uno 1 Philip. rv. 7.

106 Del orden y otro, y una vez separadamente el pan , y otra tambien separadamente el vino: bendice, digo, el pan y el vino haciendo sobre ellos las acostumbradas señales de la cruz , con cuyas señales anuncia la muerte de Jesuchristo , de la qual se continúa la memoria en nuestro sacrificio. Pide al mismo tiem po al Señor que haga que su oblacion sea una oblacion perfectamente bendi ta , acepta y aprobada , racional y agra dable á sus ojos, para que (sigue di ciendo) se haga para nosotros el cuerpo y la sangre de Jesuchristo tu amado Hijo nuestro Señor. Este es el tiempo para los christianos asistentes á la Misa de renovar su atencion, su fervor y su fe: porque el Sacerdote, tomando el pan en la mano , alzando los ojos al cielo , lo bendice de nuevo á imitacion de Jesuchristo ; y pronun ciando las palabras de la consagracion, convierte el pan y lo transubstancia en el cuerpo de Jesuchristo. De la mis ma manera tomando el cáliz lo bendi ce , y pronunciando sobre él las pala

de Xa Misa. 107 bras del mismo Jesuchristo , convierte y transubstancia el vino en la sangre preciosa del mismo Jesuchristo. Los christianos saben lo que se oculta baxo Jas especies del pan y del vino des pues de las palabras de la consagra cion : los christianos estan instruidos del grande , del inefable milagro , por el qual destruida la substancia del pan y la substancia del vino , permanecen solo las especies , y baxo de ellas el adorable cuerpo del Hijo de Dios na cido de María , y la sangre preciosa derramada por el Redentor para nues tro rescate. Hecha la consagracion del pan , el Sacerdote es el primero que adora el cuerpo del Salvador , arrodi llándose delante del altar , y despues lo hace adorar del pueblo mostrándo le la partícula consagrada. Hecha igual mente la consagracion del vino, adora él la preciosa sangre del Salvador , y la hace adorar del pueblo, mostrándo le el cáliz elevado á lo alto : con cuya accion se representa tambien el acto de levantar á Jesuchristo en la cruz.

108 Del orden Esta elevacion de la hostia y del cáliz se hace ademas para ofrecer á Dios el sacratísimo cuerpo y la sangre vivifi cante de Jesuchristo inmolado místi camente. Los christianos que estan pre sentes á un misterio tan grande, tan augusto , tan superior á toda humana inteligencia , deben meditarlo con san to temor y temblor , adorar la bondad de Dios en hacer tan grandes cosas pa ra unas criaturas tan miserables, y pe dir la gracia de ser , por decirlo así, transformados por amor en Jesuchristo mismo ; adorar finalmente con profunda humildad á Jesuchristo, oculto para nosotros baxo las especies de pan y de vino , y pedirle misericordia. Por an tigua costumbre todo el pueblo pre sente á la Misa se estaba postrado con el rostro en tierra por todo el tiempo que duraba la consagracion así del pan como del vino. Este rito debe hacer nos comprehender los sentimientos de profunda humildad con que deben es tar los pecadores delante de Dios que tienen presente. En otras Iglesias la

de la Misa. 109 postracion duraba desde la consagra cion hasta la paz. Recuerda despues el Sacerdote el orden dado por Jesuchristo á sus discí pulos y á los sucesores de estos en el sacerdocio para celebrar el divino sa crificio en memoria suya , y añade que acordándose así él como todo su santo pueblo de la pasion bendita del mis mo Jesuchristo su Hijo y Señor nues tro , y de su resurreccion y de su as cension al cielo, ofrece á su incompara ble Magestad de los dones que él nos ha dado , y que ha puesto en nuestras ma nos, la hostia pura, la hostia santa, la hostia inmaculada , el pan santo de vida eterna , y el cáliz de la perpetua salvacion : y diciendo esto hace tres veces la señal de la cruz sobre el pan y el vino juntamente , una vez sobre el pan , y otra igualmente sobre el vi no. Los signos de cruz que hace el Sa cerdote sobre la hostia y sobre el cá liz despues de la consagracion tienen un fin diferente de aquellos otros sig nos hechos antes de la consagracion.

lio Del orden Antes de esta se hacen para conseguir la bendicion del pan y del vino, y para pedir la conversion del mismo pan y del vino en el cuerpo y sangre de Jesuchristo. Pero despues de la consagracion no se dice ya palabra para pedir alguna bendicion, siendo ya todo santo y bendito lo que tene mos sobre el altar, y solamente lo ofre cemos, offerimus; y las señales de cruz que se hacen muestran solo que los do nes que tenemos sobre el airar son el cuerpo y la sangre de Jesuchristo, el cuerpo crucificado por nosotros , y la sangre derramada sobre la cruz por nosotros. La Iglesia quiere que el pueblo , y mas particularmente el Sa cerdote despues de la consagracion, tenga delante de los ojos á Jesuchris to inmolado sobre la cruz. Nótense aquellas palabras : Memores Domine nos servi tui , sed et plebs tua sancta.... offerimus &v. , las quales prue ban mas y mas que la santa Misa es un sacrificio comun del Sacerdote y del pueblo. Las señales de cruz que

de la Misa. 111 se hacen despues de la consagracion sobre la hostia , no son bendiciones , si no signos que acompañan á las pala bras para significar que la ofrenda del cuerpo y sangre de Jesuchristo es una continuacion del sacrificio de la cruz, y de este sacrificio viene toda su vir tud á la Misa. De los dones que nos ha dado y puesto en nuestras manos : dice así porque la hostia pura , santa &c. no se halla presente en el altar sino por la conversion admirable hecha del pan y del vino (que son sus dones) en el cuerpo y sangre de Jesuchristo. El cuerpo de Jesuchristo se llama pan en el mismo modo que él dice: Ego sunt panis vivus * ; esto es , pan de vida , manjar celestial &c. Sigue despues el Sacerdote , pide al Señor que acepte favorablemente la ofrenda del pan de vida y del cáliz de salud, como aceptó los sacrificios del justo Abel y de Abrahan nuestro x Joan. VI. 41.

na Del orden Patriarca, y de Melchisedech Sumo Sacerdote. La ofrenda del cuerpo di vino y de la sangre preciosa de Jesuchristo no puede menos de ser infini tamente grata á Dios. La Iglesia pues quando ruega al Señor que admita con agrado esta ofrenda , pide esto con respecto á nosotros que la ofrece mos , como si dixese : „ Sednos propi cio, ó Señor, por respeto á Jesuchristo que te ofrecemos , como otras ve ces aceptaste y te fueron gratos los sa crificios de los otros Patriarcas , no por otro motivo sino porque eran figuras de Jesuchristo y su sacrificio, y por este respeto miraste con ojos de mise ricordia á aquellos que los ofrecian." En una palabra el sacrificio que noso tros tamente ofrecemos agradable es por y acepto sí mismo al eterno infini»1 Padre; pero se ofrece por hombres pe cadores, los quales necesitan que Dioá perdone sus pecados, y ademas el atre vimiento que tienen de ofrecerle una hostia tan pura , tan santa é inmacu lada con manos nunca bastantemente

de la Misa. - 113 puras y santas. Le pedimos por eso que no nos mire sino como unidos á la víctima que le ofrecemos , y que nos trate por amor de ella con misericor dia y clemencia. Respexit Dominus ad Abel , et ad munera ejus l. La Iglesia hace particular mencion de los sacrificios de Abel , de Abrahan y de Melchisedech , porque estos fuéron fi guras mas expresas y vivas de Jesuchristo, de su sacerdocio y de su sa crificio. Nótese que sanctum sacrificium , immaculatam hostiam , se refie ren, segun el sentido literal y grama tical , al sacrificio que está sobre el al tar , no á los de Abel , Abrahan &c. Humillándose pues profundamente de lante de Dios el Celebrante, y tenien do las manos juntas y puestas sobre el altar (lo que muestra la accion de un hombre suplicante) con grande instan cia y. fervor dice : Te suplicamos hu mildemente , Dios todopoderoso , man des que estos dones sean llevados por 1

Genes. IV. 4. H

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Del orden

las manos de tu santo ángel d tu su blime altar , para que todos quantos participando de este altar recibiére mos el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo , seamos colmados de todas las bendiciones y gracias celestiales por medio del mismo Jesuchristo nuestro Señor. Así sea. De todas las oraciones del Canon esta es ciertamente la mas difícil de entenderse bien, y de expli carse con claridad. Ivon Carnotense dice que en ella se contiene un sacra mento de la fe, que debe creerse, pe ro no aspirar á comprehenderlo per fectamente. Inocencio III da á esta oracion un significado mas llano, sin excluir por eso el otro : Salvo occulto calestis oraculi sacramento , possunt htec verba , licet simplitius , tamen securius intelligi : jube hac , id est, vota fidelium, videlicet supplicationes et preces perferri érc. '. En este caso el ángel que debe presentar tales votos será aquel de quien se dice en i De Myster. Mis. l!b. IV. cap. VL

de la Misa. 11$ la Escritura que ofrece las oraciones de los justos á Dios , y que seria el án gel tutelar de cada Iglesia , ó sea Dió cesis : Angelo Smirna Ecclesia scrile ixc '.En el primer sentido se pue de decir que la Iglesia llama á Jesuchristo con el nombre de ángel ; por que habiendo por un exceso de de seo y de afecto rogado á Dios omni potente que mande que los santos mis terios sean llevados &c. , no ha osado decir que mandase á Jesuchristo que hiciese esto , y que los llevase él mis mo , como en realidad querria que lo hiciese , y ha pedido que mande sean llevados por mano de su ángel , á quien se ha dado en las Escrituras el nombre de Ángel del gran Consejo *. Que este ángel sea Jesuchristo apare ce claro de la antigua liturgia referi da en las Constituciones apostólicas: Angeli tui.„. Angeli magni Consilii tui 3. Es de observarse por otra parte i s 3

Apocal. II. 8. Isaí. IX. sec. LXX. Lib. VIII. 12. Ha

Il6

Del orden

que la liturgia que tenemos en la obra de Sacramentos ¿ atribuida á S. Am brosio , dice per manus angelorum. Jesuchristo en el altar, segun la doc trina de los antiguos Padres , está acompañado de los ángeles, como lo estuvo en la ascension , y por eso aca so en alguna Iglesia se quiso por res peto nombrar mas bien á los ángeles que al Señor, el qual juntamente con ellos presenta al trono de Dios la obla cion incruenta de sí mismo hecha so bre el altar. Por lo demas esta oracion no es hecha sino para aquellos que co mulgan sacramentalmente en la Misa, como aparece de aquellas palabras: Ut quotquot ex hac altaris participatione &c. Unamos un sentido con otro, y expliquemos esta oracion así: Haced , Dios omnipotente , que el sa crificio de Jesuchristo os sea ofrecido por el mismo , que es el solo digno de no ofreceroslo. á la dignidad Miradinfinita no d nosotros, de nuestro sir mediador y de nuestro Pontífice. Ha ced tambien que los santos ángeles

de la Misa. 1 17 presenten á vuestra divina Magestad nuestros votos , nuestras oraciones , y ademas á nosotros mismos , que sea mos ofrecidos juntamente con nuestro Salvador , para queparticipando del altar visible en la comunion del cuer do de Jesuchristo vuestro Hijo, no seamos desechados de vuestro altar in visible , sino que seamos hechos dig nos de todas las bendiciones. Hemos dicho arriba como en el sa crificio era menester que la víctima despues de su inmolacion fuese que mada , para que elevándose el humo de ella á lo alto , viniese á ser la mis ma víctima llevada, por decirlo así, delante del trono de Dios , y así la recibiese Dios como ofrenda de gra to olor , por la qual colmase de sus bendiciones y de sus gracias á aque llos que la ofrecian. Jesuchristo fué in molado sobre la cruz, y se hizo in mortal por su resurreccion * , la qual á manera del fuego destruyó todo lo 1 Rom. VI. p»

T18 Del orden que habia de mortal y de corruptible en, él : se elevó hasta el trono de Dios en la ascension , y así se hizo fuente pe renne de las bendiciones y de las gra cias derramadas por Dios sobre todos los hombres en el dia de Pentecostés: Ascendens in altum.... dedit dona, hotninibus l. Por tanto representando no sotros y renovando estos grandes mis terios en la Misa , no solo decimos á Dios que le ofrecemos el sacrificio en memoria de la pasion , resurreccion y ascension de Jesuchristo } no solo le pedimos que lo reciba con agrado y lo acepte , como agradeció y admitió los sacrificios que eran figuras de él; mas tambien le pedimos que esta víc tima inmolada místicamente sobre el altar, sea presentada delante de su tro no , y con ella nuestros votos , nuestra fe y nuestro amor , á fin de que podamos participar nosotros de ella , y ser por su medio colmados de todas las gracias y bendiciones que nos haya alcanzado del cielo.

i Ephes. rv. a.

de la Misa. 119 La Iglesia sabe muy bien que Jesuchristo no dexa nunca el cielo , y sabe de consiguiente que no puede volver á subir á él como si hubiese dexado de estar allá ; pero se usa de esta ex presion metafórica haciendo alusion á los antiguos sacrificios, en los quales la víctima era en cierto modo llevada de la tierra al cielo, y presentada á Dios por los ángeles, de quienes se di ce en muchos lugares de las Escrituras que presentan delante del altar de Dios, esto es, delante de Jesuchristo, las oraciones, los votos y sacrificios de los hombres '. Quiere decir pues la Iglesia que conociéndonos nosotros in dignos de presentar á Dios por noso tros mismos esta hostia sin mancha ,le suplicamos que mande á uno de sus ángeles , que estan siempre delante de su trono , que la ofrezca él mismo al santo altar, esto es, á Jesuchristo en el cielo , que sa una á nosotros en esta grande accion para que la ofrenda nos sea útil. 1 Tob. XII. Apocalyp. VIH. 4.

120 Del orden Rezada la dicha oracion , el Sacer dote levantando algun tanto la voz dice : Memento etiam Domine óv. , es to es: Acuérdate tambien, Señor , de tus siervos y siervas que nos han pre cedido con el sacrificio de la fe , y duermen en el sueño de la paz. En es te lugar se detiene un poco el Sacer dote para encomendar á Dios en par ticular á los difuntos por quienes quie re y tiene obligacion de rogar , y des pues sigue : Te suplicamos , Señor, concedas cansan enáJesuchristo estos y á todos un lugar los quedesde re frigerio , de luz y de paz. Por el mis mo Jesuchristo nuestro Señor. Así sea. Como al tiempo de este Memen to Jesuchristo vivo y verdadero está sobre el altar , el Sacerdote tiene siem pre los ojos humildemente fixos sobre él La mientras Iglesiapide , como porveis los ,difuntos. encomienda áDios en la Misa á los difuntos, no á todos en general , sino á los que han muerto en gracia de Dios, y en la paz de Dios , los quales teniendo deudas

de la Misa. iix que pagar á la justicia divina , gimen por eso en el fuego, en las tinieblas y en las aflicciones del purgatorio. La Iglesia pues pide por tales difuntos, no pide por los Santos que estan ya en los gozos, en la luz y en la dulzu ra inefable del paraíso : no pide tam poco por los difuntos condenados, por que estos no son capaces de refrigerio, ni de gozar la luz ni la paz de Dios, porque murieron en desgracia de Dios, y condenados á una eterna infelicísi ma separacion de Dios y á los eter nos tormentos del infierno. Exceptua dos pues los Santos y los condenados, la Iglesia pide por todos los difuntos: y esta buena madre á ninguno de sus hi jos olvida , sino que por todos se obra, y para todos implora la misericordia divina en un sacrificio que se ofrece por todos. Y obsérvese la bella armo nia de toda la Iglesia, de aquella que está en los cielos , esto es , de los San tos , de la de la tierra , esto es , de to dos los fieles vivos , y de aquella que sufre en el purgatorio. La Iglesia que

122 Del orden está en la tierra , unida á la Iglesia que está en el cielo , ofrece á Dios á Jesuchristo en sacrificio , para alcanzar el alivio y la libertad de la Iglesia pa ciente, esto es, de los fieles que estan en el purgatorio, á fin de que reunidas una vez todas juntamente en el cielo con su cabeza y esposo Jesuchristo, puedan todas tres con un mismo cora zon y con una sola voz amar , alabar, bendecir y glorificar á Dios por toda la eternidad. Dios nos lo conceda. Dios nos lo conceda. trasDeben el Sacerdote pues loshace chrlstianos este Memento^ , míen* recomendar al Señor en particular las personas por las quales quieren ó estan obligados á pedir, y rogar tambien ge neralmente por todos los fieles difun tos; porque dice la Escritura: Santo y saludable es el pensamiento y el cui dado de orar por los muertos para que sean librados de las reliquias de sus pecados '. i n. Ma.hab. XII. 46.

de la Misa. 123 Levanta despues la voz el Sacerdo te (esta elevacion de voz debe servir para despertar la atencion y el afecto de los circunstantes), y dice dándose golpes de pecho en señal de compun cion y humildad : Nobis quoque peccatoribus. Despues de haber pedido la felicidad eterna para las almas de los difuntos, ¿cómo podremos dexar de pedir para nosotros una gracia tan preciosa? Pero nosotros somos y nos conocemos pecadores, y no pedimos esta gracia sino confiados en la espe ranza de la infinita misericordia divi na , de la qual nos confesamos indig nos dándonos golpes de pecho con el Publicano ; y el Celebrante alza un poco la voz para que los asistentes lo oigan , se unan á él , se humillen con él , y con él imploren la piedad del Señor. Non enim in justificationibus nostris prosternimus preces ante faciem tuam , sed in miserationibus tuis multis; Porque no postramos nuestras oraciones delante de tí confiados en nuestra justicia , sino en tus muchas

124 Del orden misericordias *. Dice pues el Sacer dote: JT tambien á nosotros , pecado res siervos tuyos , que esperamos en la muchedumbre de tus misericordias, dígnate hacer que tengamos parte y compañía con tus Santos Apóstoles y Mártires (y aquí nombra en particu lar varios Santos y Santas),^ con todos tus Santos , en cuya compañía te pe dimos nos admitas , no atendiendo d nuestros méritos , sino usando de mi sericordia por Jesuchristo nuestro Señor , por quien produces siempre, Señor, santificas, vivificas, bendi ces , y nos das todos estos bienes. Al decir estas palabras santificas , vivi ficas , bendices , hace tres veces la se ñal de la cruz sobre el cáliz y sobre la hostia. Luego , descubierto el cáliz y arrodillado, adora el divinísimo Sa cramento, y tomada la hostia ó el pan consagrado , teniendo con la mano iz quierda el cáliz, hace con la misma hostia tres señales de cruz en el' cáliz * Daniel IX. 1 8.

de la Misa. 125 diciendo l Por él ,y con él, y en él te es debido todo el honor y toda la gloria d tí Dios Padre todopoderoso en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Así sea. Al nombrar al Padre y al Espíritu Santo hace el Sacerdote con la hostia cada vez una señal de cruz entre el cáliz y el pecho. Habiendo pedido ya á Dios el Sa cerdote antes de la consagracion que se digne hacer entrar la Iglesia de la tierra en la sociedad y comunion de los Santos, despues de haber pedido lo mismo para las almas purgantes , ó sea la Iglesia del purgatorio , pide lo propio para sí y para todos los fieles que asisten al sacrificio, en nombre de los quales habla , y por eso levanta algo la voz para que los mismos asis tentes lo oigan , y se unan á él quando dice Nobis quoque peccatoribus : JT tambien á nosotros pecadores. En esta oracion se mencionan va rios Santos, todos Mártires, pero de todo sexo y de todo orden , Obispos,

ii6 . Del orden Sacerdotes, Diáconos (S. Juan Bau tista se puede contar por los legos), casadas y vírgenes ; y con esto nos ha ce ver la Iglesia como de todos los es tados saca Dios sus escogidos, y ani ma de este modo á todos los christianos á que procuren hacerse quales se hiciéron los Santos , pudiéndose decir cada uno á sí mismo, segun la bella expresion de S. Agustín : Quod isti et ista , cur non ego? Lo que hicieron estos y estas ¿por qué no lo he de ha cer yo? En la misma oracion habeis entendido en qué manera deben pedir los christianos ser admitidos en el con sorcio de los Santos , es decir , supli cando al Señor que no atienda á nues tros méritos, porque sabemos que so mos pecadores , sino que nos haga es ta gracia por su misericordia. La vida eterna no es una cosa debida , sino mas bien una gracia y una misericor dia :Gratia Dei , vita aterna ' : po demos merecerla, pero nuestros mérii

Rom. VI. 23.

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de la Misa. 1 27 tos son un puro efecto de la gracia y de la misericordia que Dios usa con nosotros por medio de Jesuchristo. An tiguamente en alguna Iglesia al fin del Canon se bendecian los frutos , las le gumbres, la leche, la miel, y cosas se mejantes, á fin de alcanzar de Dios que hiciese de este modo que usasen santamente de quanto ha dado á los hombres para su sustento. Esta ben dicion se hacia inmediatamente antes de aquellas palabras por Jesuchristo nuestro Señor ¡por quien produces érc. Pero esta bendicion no era en aquellas palabras^r quem hac omnia érc. , co mo alguno ha imaginado : habia allí una bendicion señalada para aquella ceremonia. Por medio de Jesuchristo produce Dios el pan y el vino de que nos servimos para el sacrificio , porque todas las cosas han sido criadas por el Hijo de Dios '. Dios santifica el pan y el vino eligiéndolo y destinándolo para materia del sacrificio : vivifica el pan y el vino, porque siendo antes z

Joan. I. 3.

128 Del orden substancias inanimadas, por medio de la consagracion las transforma en el pan vivo descendido del cielo, y en la sangre viva y vivificante de Christo, poniendo en su lugar á Jesuchristo , pan vivo venido del cielo * : lo bendice, porque el cuerpo y la sangre de Jesu christo producidos por la conversion de la substancia del pan y del vino, son sacrificio de bendicion y de ala banza ofrecido á gloria de Dios, y fuente perenne de bendiciones para la Iglesia ; y nos lo da por medio de la santa comunion, en que recibimos el cuerpo y la sangre de Christo. Mas en aquellas preciosas palabras por él, con el, y en él érc. viene á contesar la Iglesia que solo el sacrificio de Jesu christo puede tributar á Dios el ho nor que le es debido, y que no se puede honrar á Dios sino por medio de Jesuchristo, con Jesuchristo y en Jesuchristo. Por medio de Jesuchristo, porque es el único mediador por cu ya gracia podemos agradar á Dios: i Joan. VI. ¡>i.

-¿f^ de la Misa. 129 ton Jesuchristo , porque para agradar á Dios y honrarlo es necesario ser unidos á Jesuchristo, tener sus senti mientos, y estar en todo y por todo sujetos á él y dependientes de él : en Jesuchristo , porque no podemos ser gratos á Dios si no somos incorporados con Jesuchristo como sus miembros. . Las señales de cruz que hace el Sa cerdote sobre el cáliz y la hostia son para mostrar que la accion , por la qual el pan y el vino son santificados , vi vificados , y hechos principio de ben dicion para nosotros , representa y con tinua el sacrificio de la cruz, y que Dios no puede ser honrado sino por .virtud del sacrificio de la cruz. Con hacer estas cruces se demuestra que siempre que decimos él ó este enten demos que la hostia y el cáliz contie nen indivisiblemente el mismo Jesu christo inmolado sobre la cruz. Quando nombramos á Dios Padre y al Es píritu Santo , los quales no estan uni gre dos personalmente de Jesuchristo, al cuerpo las señales y á la,sande 1¿

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130 -'Del orden cruz se hacen fuera del cáliz, porque esto basta para expresar que el mayor culto que podemos ofrecer á las divi¡ñas personas consiste en el sacrificio d*e la cruz de Christo. lia elevacion de la hostia y el cáliz se hace una vez , diciendo aquellas palabras per ifsum érc. . á las quales por eso en los antiguos Sacramentarlos ó Misales no se El ve Sacerdote añadida ninguna , despues señal quede hacruz. dicho. omnis honor et gloria, levanta un po co el cáliz y la hostia. Hasta el si glo XII se elevaban de modo que el pueblo pudiese \erel cáliz y la hos tia , y adorar á Jesuchristo , por quien se tributa á la Trinidad santa el honor y la gloria ; y esta era la única eleva cion que se hacia en la Misa. Introdu cida la otra elevacion , que se hace in mediatamente despues de la consagra cion , se ha conservado solamente al zar un poco el sacramento por modo de protesta de que solo por Jesuchris to, con Jesuchristo y en Jesuchristo puede tributarse honor á la Santísima

de la Misa. 131 Trinidad. : En muchas Iglesias á esta elevacion se toca todavía la campani lla , y el ministro dice : Ave salus , ava vita , ave redemptio nostra. Los anti guos órdenes de la Iglesia Romana , y tambien los Misales romanos impresos hasta todo el siglo XVI traen que ei Sacerdote tenga la hostia y el cáliz un poco alzado hasta que haya dicho; Per omnia sacula sueculorum , y el pueblo haya respondido Amen; y que entonces pose Ja hostia y el cáliz sobre eJ airar. Si se restableciese esta prácti ca, serviria para mostrar mas clara mente á los fieles que el Per omnia sacula krc y el Amen no son otra co sa que la conclusion y confirmacion de todo quanto comprehende el Canon, esto es , de la oracion que principia : Te igitur krc, y acaba con esta palabra aliñen ; la qual (segun Floro) dicen los fíeles , ó el coro ó el ministro en su nombre , para confirmacion del gran misterio, ratificando y subscribiendo, por decirlo asi , á quanto el Celebrante ha dicho á X>íoí secretamente en su

132 Del orden nombre. Nótese que algún Obispo de Francia ha restablecido en este siglo el dicho rito antiguo. Quando el Sacerdote dice: Nobis quoque peccatoribus , debe el pueblo darse golpes de pecho con verdadero dolor de sus pecados , pedir perdon de ellos á Dios , y la gracia de ser admi tido en la sociedad de los Santos , cu yos nombres ha rezado el Sacerdote: 2? debe adorar áDios por Jesuchristo, conAquí Jesuchristo comienza y en unaJesuchristo. parte nueva de la Misa , que contiene la preparacion á la comunion. Hasta aquí el Sacerdo te ha orado siempre en secreto desde el principio del Canon. Ahora levanta la voz para que el pueblo pueda de mostrar su union con el Sacerdote , y ratificar con su consentimiento todo lo que este ha dicho á Dios en su nom bre y del pueblo. Dice pues : Per om* nia sácula saculorum : Por todos los siglos de los siglos ; y él pueblo por boca del ministro responde ; Así sea. Entonces el Sacerdote reza aquella ad

de la Misa. 133 mirable divina oracion enseñada á los fieles por Jesuchristo J , la oracion do minical , ó sea el Padre nuestro ; pero antes de empezarla protesta al Señor, que no se atreveria á hablar á Dios con aquellos tiernos sentimientos de confianza que se expresan en la misma oracion , si Jesuchristo no le hubiese ordenado y enseñado á orar de tal modo. Despues de esta declaracion di ce el Padre nuestro (rc. El Pater noster es precedido de un breve exordio que nos ha venido des dos de lapor maslos remota preceptos antigüedad. saludables Instrui(de Jesuchristo ) , y siguiendo la fórmula divina que nos ha sido dada , tenemos Ja confianza de decir hrc. La Iglesia reconoce y protesta que semejante ma nera de oracion es tan honrosa y glo riosa para nosotros, que nunca se atre verla á usarla si Jesuchristo mismo no la hubiese ordenado hacerlo. Pero ¡ qué realce debe dar á nuestra esperanza el x

MatthtVl. 9. 10. 11. 12. 13-

131 "Del orden reflexionar que rezamos con la Iglesia esta oracion al mismo tiempo que te nemos sobre el altar, y por decirlo así, entre nuestras manos á Jesuchristo misr pío que nos la ha enseñado , sacrifica do y ofrecido por nosotros , á fin de merecernos todo lo que con ella pedi mos á Dios! Tertuliano llama al Pa dre nuestro breviario de todo el Evangelio '. La Iglesia querria que para poder decir con fruto esta oracion estuviesen sus hijos en estado de gra cia; y por eso Optato Milevitano es cribe, po ó Sacerdote que concluido imponia el Canon las manos elObis* para la remision de los. pecados á aquellos que necesitaban ser reconciliados , y cion despues del vuelto Señor *. al En pueblo la Iglesia rezabaGriega la orar y en otras partes el Pater noster se re zaba juntamente por el pueblo y por el Sacerdote. La Iglesia Latina lo ha hecho rezar siempre por el Sacerdote t.

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aS X¡b. L!b. de II, Orat. advers»cap. Parmefl. I. .

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de la Misa. 135 solo ; pero para que el pueblo tuviese tambien su parte en él , ordenó luego que el pueblo dixese la última de las siete peticiones, que es quasi una re copilacion de toda la propia oracion, como quien dixese, líbranos de mal (esto es, de todos aquellos males del cuerpo ó del alma , espirituales ó tem porales , que pueden ser causa de que nosotros perdamos los bienes eternos), líbranos para que podamos glorificar tu nombre , para que reynes en nuestros corazones, y hagamos tu voluntad &c. Vosotros sabeis, amadísimos herma nos , que esta oracion contiene quanto se debe ó se puede pedir á Dios por un christiano , y por eso ha querido la Iglesia que la rezásemos solemne mente en el tiempo del sacrificio , en el tiempo en que tenemos á nuestra vista, y casi en nuestras manos para ofrecerla, la víctima santa é inmacula da por cuyo medio debemos alcanzar quanto pedimos, y sin la qual nada podemos obtener. El pueblo debe re zar el Padre nuestro con el Sacerdote

136

Del orden

con sentimiento de viva fe y de espe ranza firme. En varias Iglesias al tiempo del Pater noster el Diácono en la Misa cantada muestra al pueblo la patena, para avisarle que se acerca el tiempo de la comunion, y que es tiempo de prepararse á recibirla , siendo la pate na el plato sobre el qual se pone el cuerpo de Jesuchristo que se ha de distribuir á los fieles. Esta patena des de el Ofertorio hasta el Pater noster la tiene el Subdiacono al pie del altar en la Misa cantada , porque despues que la dicha patena ha servido al Ofer torio para poner en ella el pan que se lia de consagrar es inútil hasta la co munion , porque el pan despues de la ofrenda se pone inmediatamente sobre el altar', y por esto se da á guardar la patena al Subdiacono , que por enton ces no tiene otro oficio que hacer. La última peticion de la oracion dominical se dice por el pueblo : Li bera nos d malo : Líbranos de mal : y el Sacerdote en voz baxa responde;

de la Misa. 1 37 Así sea , amen. Y tomando la patena sigue diciendo : Te rogamos , Señor , que. nos libres de todos los malespasados, presentes y futuros ; y por la interce sion de la bienaventurada y gloriosa siempre Virgen Maria , Madre de Dios , y de tus bienaventurados Após toles Pedro , Pablo , Andres , y de todos los Santos > danos por tu bondadla paz en nuestros dias , para que auxiliados de tu misericordia seamos libres del pecado ', y preservados de todo peligro. Por nuestro Señor Jesuchristo tu Hijo , que vive y reyna con tigo en unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Los males pasados de que pedimos ser li brados son nuestros pecados : los pre sentes son las tentaciones interiores ó exteriores que inducen á pecar : los males futuros son las penas eternas merecidas por nuestros pecados , de las quales esperamos y pedimos ser absueltos por medio de Jesuchristo. Re* duce pues aquí la Iglesia todas sus sie te peticiones á estas dos; primera, ser

138 Del órdeH' libre del pecado , porque el pecado es. el único verdadero mal , mal infinito^ mal que él solo puede perdernos en el alma y en el cuerpo : los otros males no son males verdaderos, pueden ser un bien para nosotros , y son efectos y pe na del pecado. La segunda cosa que se pide es la paz : esta es un resumen y compendio de todos los bienes , y esta paz solucion no puede del pecado tenerse : Los sino impíos con la , ab« los pecadores no tienen paz, , dice Dios1. Antes de decir: Danos la paz; el Sacerdote hace sobre sí mismo con la patena cir aquellas la señal palabras de la besa cruz , lay patena. al de-^ La patena es instrumento y símbolo de la paz , porque sobre ella se pone el cuerpo de Christo, que se distribuye en señal de paz , y por esto la besa el Sacerdote quando dice : Danos lapaz. Se hace con ella la señal de la cruz para hacernos entender que la paz y todo bien nos ha venido de la 1

Isai. XLVIII. 2 i.

de la Misa. 139 paz de Jesuchristo : Ipse est fax nos tra sohens inimicitias in carne sua : El es nuestra paz habiendo disuelto la enemistad en su carne Tj quiere decir, la enemistad entre Dios y el pecador. Pacific ans per sanguinem crucis ejus i?c. 2 Se implora eL auxilio de todos , y nombradamente de la santísima Virgen , que fue la Madre del Dios de la paz, y los tres primeros Apóstoles que anunciaron á los hombres el Evangelio de la paz. Rezada la sobredicha oracion , y pues ta la sacrosanta hostia sobre la patena, el Sacerdote arrodillándose adora el sacramento : y tomada la hostia la di vide por el medio sobre el cáliz, y posando una parte de ella sobre la pa-r tena, de la otra mitad que tiene en la mano separa una partícula, y puesta la porcion mayor igualmente sobre la patena , y teniendo la dicha partícula. sobre los dedos consagrados , hace con ella tres signos de cruz sobre el cáliz 1 Ephes.II. 14.

2 Cotas. 1. 20..

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140 -Del orden diciendo : La paz del Señor sea sienh fre con vosotros, A estas palabras en los seis primeros siglos se daban los fieles unos á otros el ósculo de paz. ; Esta particion de la hostia se hace á imitacion de Jesuchristo , que partió él pan antes de distribuirlo á los Após toles. Todos los christianos saben que partiéndose la hostia no se rompe ni se parte el cuerpo de Jesuchristo , el qual queda entero en todas las partes de la hostia aun las mas menudas. Todo el Occidente hace tres partes de la hos tia , una para echarla en el cáliz , otra para el Sacerdote , y la tercera que se dividia en muchas para la comunion del pueblo , y tambien para guardar pa ra la comunion de los enfermos, quando por lo comun en una misma iglesia solo se decia una Misa cada dia. Las hostias para esto eran mucho mas gran des. Hay pues allí la parte de la co munion del cuerpo de Christo para todos los que asisten á la Misa , segun los deseos de la Iglesia, que querria en verdad que todos los christianos estu.

de la Misa. 141 viesen siempre en estado de comulgar quando oyen Misa *. : La razon por que se mezcla el cuer po con la sangre, parte es natural, y be parte saberse misteriosa. que á En masprimer de la lugar partícula de* que nosotros echamos ahora en el cá liz , los antiguos echaban aquella que habia enviado el Obispo, ó bien aque lla que ellos mismos habian reservado en el precedente sacrificio. El Papa y los otros Obispos de Italia mandaban en todos los domingos á los Presbíte ros tícula de de las laiglesias ^hostia titulares consagrada unaenparr su Misa , y los Sacerdotes echaban esta partícula en el cáliz diciendo.; Pax Domtni érc. , en señal de comunion. Así los Obispos en su consagracion re cibian del consagrante una hostia muy. grande, de la qual por algunas sema nas ponian cada dia una partícula en el cáliz. De la hostia que el Papa con1 Conc. Trid. Ses. XXII. de Sacrif. Mis. «ap, VI.

14» . Del ¿rdeft sagraba en los dias de Pascua' de Rqsurreccion, ritu Santo yde Navidad Pentecostés , una, del parte Espí» se conservaba para llevarla á las estacio nes que se hacian en el discurso del año, y se echaba en el cáliz al decij aquellas palabras Pax JDomir.i érc.,. siempre que el Papa no concurria á la •estacion '. El Papa y los Obispos an tes del quarto siglo recibian la Euca ristía de las Iglesias mas remotas a , y conservaban tambien una parte de la hostia consagrada , siempre que decian -Misa , para el sacrificio siguiente. Es tas partículas que una Iglesia enviab» á otra se llamaban_/Vrmí«í«íw, levadu ra de..comunion y de caridad , que ha.cia ver que el Papa y los Obispos ofre cian un mismo sacrificio ; y que todos ellos , juntamente con los fieles que participaban , hacian un solo pan y un solo cuerpo 3. Esta partícula de la hosr i Vide Mabill. íter. Germán, et Masac. Ital. . ; i .!Vid. S. Iren. ep, ad Víctor. Pap. 3 Corínt. X. 17.

de la Misa. 143 tía consagrada anteriormente se lleva ba en una caxa delante del Papa quando iba al altar , y él la adoraba antes de comenzar la Misa l .Pero prescindiendo la de de todo la hostia esto , laconsagrada mezcla de en unaelpartícu* mismo dia , con la sangre , se ha usado siempre. En quanto á la partícula enviada por otras Iglesias ó por los Obispos se ponia en el cáliz en señal -de comu nion, como hemos dicho. La partícula guardada del sacrificio precedente se ponia á la verdad en el cáliz con la -del mismo dia , para demostrar la uni dad y la continuacion del sacrificio. Pe ro esto se podia hacer así , porque sien do las hostias en aquellos tiempos mas gruesas y sólidas que ahora , podia ha berse endurecido la partícula , y así se humedecia á fin de consumirla mas fá cilmente. En muchas Iglesias griegas la Eucaristía para los enfermos se apar.taLpara todo el año el juéves santo, y el a Mabill, CorocKSt. .in Ord. Rom. art. VI. JlUiU. j,

144 D*l orden Sacerdote la baña en el vino qnando la administra. Acaso lo harian así los pri meros christianos y los solitarios que llevaban la Eucaristía á sus casas ó á los desiertos '. Pero la gran misteriosa razon por que aun ahora mezclamos nosotros una parte de la hostia con la sangre de Jesuchristo es la de manifes tar la; reunion del cuerpo y de la san gre , y explicar así el gran misterio de la resurreccion. La consagracion sepa rada del cuerpo y de la sangre es una imagen de la muerte del Salvador, co mo lo hemos dicho otra vez : la re union del uno y de la otra explica la nueva vida que Jesuchrkto recobró en su resurreccion. . '>. Mientras el Sacerdote pone la dicha partícula de la hostia en el cáliz dice: Esta mezcla del cuerpo y de la san gre consagrada de Jesuchristo sea para nosotros que los recibimos prin cipio de vida eterna. Así sea. Ado^ '»' - V¡de Bolland. Act. S. tucse ad diem / F«br.

de la Misa. 145 lado despues el sacramento, el Sacerdo te dándose tres golpes de pecho, dice dos vectís esta preciosa oracion: Corde ro de Dios , que quitas los pecados del mundo , ten misericordia de nosotros, y una vez: Cordero de Dios, que qui~ tas los pecados del mundo , danos la paz. El Cordero de Dios es Jesuchristo , el qual ha borrado con su sangre los pecados de todos los hombres. A esta oracion sigue otra , con la qual el Sacerdote profundamente inclinado pide á Jesuchristo , el qual en las Es crituras se llama Rey de paz , que no atendiendo á sus pecados , sino á la fe de su Iglesia, conceda á la Iglesia la paz , y que reúna generalmente toda la misma Iglesia , de modo que todos los fieles , que son sus miembros , hagan un solo cuerpo y una sola alma, y con es te tuaespíritu se lleguen de union todosy ádeparticipar caridadTnudel sacramento de paz y de union. Con cluida esta oracion , se da en las Mi sas cantadas el ósculo de paz entre los fieles , para demostrar Kque todos noso-

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Del orden

tros, pan , somos que participamos un solo cuerpo de un y un mismo solo espíritu"1.' El misterio de la Eucaristía es el símbolo de esta union, ó por mejor decir de esta unidad. El pan es com puesto de muchos granillos de trigo, los quales hechos harina , amasados y mezclados juntamente hacen un solo cuerpo : el vino se compone de mu chos granitos de uva , los quales pisa dos y mezclados juntamente hacen lo que se llama vino. Así todos los fieles que participan de la mesa de Jesuchristo estan todos reunidos en Jesuchristo para hacer una sola cosa con él , estando dio de la participacion incorporadosdeá su él sacratísi por me-. ma carne. Deben pues ser una sola co sa , por decirlo así , un solo cuerpo, un solo espíritu entre sí y con Jesuchristo. El Sacerdote antes de dar la paz al Diácono besa el altar para ma nifestar que no pudiera dársela para I

I. Corint. X. 17.

de la Misa. 147 que él la diese al Subdiácono , y este al pueblo, si no la hubiese recibido de Jesuchristo , de quien es figura el al tar. Alguna vez se usaba en muchas Iglesias que el Sacerdote antes de dar la paz besase la hostia. El pueblo de be en este tiempo pedir á Dios la concordia y la mutua caridad entre todos los christianos , que todos son hermanos , y todos incorporados con Jesuchristo ; y cada uno debe pedir al Señor que no le permita violar jamas aquella bella y santa union que Jesu christo recomendó tanto á sus fieles, hasta decir que por su mutua caridad se reconocerían sus verdaderos discí pulos1. Al Agnus Dei (Cordero de Dios &c. ) el Sacerdote se da golpes de pe cho , diciendo : Miserere nobis , para mostrar la compuncion de su corazon. Esta oracion la hemos tomado de San Juan Bautista \ La repetimos tres ve ces para manifestar que conocemos la 1 Joan. XIII. 34. 35. Ka

a

Id. I. 25.

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Del orden

infinita necesidad que tenemos de la misericordia divina. Pero aproximándose ya el tiempo en que el Sacerdote debe comulgar, mirando con fe á Jesuchristo presente le dice : Señor Jesuchristo , Hijo de Dios vivo , que por voluntad del Pa dre y cooperacion del Espíritu Santo diste la vida al mundo con tu muer te , líbrame por tu sacrosanto cuerpo y sangre aquípresente de todas mis iniquidades y de todos los males , y haz. que yo sea siempre constante ob servador de tus mandamientos , y no permitas que me separe jamas de tí, que vives y reynas con el mismo Dios Padre y con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Así sea. Se ñor Jesuchristo haz, que la partici pacion de tu cuerpo , que yo me atrevo á recibir aunque indigno , no sea pa ra mi motivo de juicio y condenacion, antes bien por tu misericordia me sirva de defensa del alma y del cuer po , y de un remedio saludable. Con cédemelo , ó Dios , que vives y rey-

de la Misa. 149 ñas con el Padre y el Espíritu San to por los siglos de los siglos. Así sea. La primera oracion : Domine Jesuchriste,qui dixisti Apostolis érc. : Se ñor Jesuchristo , q"ue dixiste á los Apóstoles irc. , hace la Iglesia que la diga el Sacerdote por sí en particular. No mires á mis pecados : Ne respi gas peccata mea érc. En el altar siem pre habla el Sacerdote humilde y baxamente de sí , pero de los fieles con mucho miramiento. Pacem relinquo vobis , pacem meam do vobis hrc. : La paz os dexo , mi paz os doy iyc. La paz que Jesuchristo dexaba á los Após toles , dice S. Agustín l , era aquella que consiste en la buena conciencia y en la suavidad que el hombre espiri tual halla en la ley de Dios: esta paz es un gran don ; pero no está sin embar go exenta de toda turbacion é inquie tud. Aun con ella en el corazon se ne cesita todavía combatir y suplicar que se nos perdonen nuestras deudas. Os doy mi paz quiere decir : os doy una 1

ln Joan.Evang.tract.LXXVIII.n. 3.4.

I$o Del orden' paz estable, segura, perfecta y eter na : Secundum voluntatem tuam paci ficare &c. La paz que es segun la voluntad de Jesuchristo , es aquella misma de que él goza, la qual debe reunir todos los miembros de la Igle sia con él y con la augustísima Trini dad, ut in nobis unum sint l. El dar la paz por medio de un instrumento destinado á ello no se usó jamas en los primeros siglos. Los hombres y las mugeres (estas estaban separadas de aque llos) se daban la paz con el ósculo usado desde los primeros dias de la Iglesia. La confusion de los dos sexos fué tal vez causa de que dexase de usarse el dar la paz , y que en donde se conservó el uso de darla se hiciese por medio del osculatorio , que tam bien se llama la paz. Por lo demas na die debe llegarse al sacrificio de union, de paz y de amor sin el espíritu de paz y de union. Como -estas oraciones son hechas para la comunion sacramental , y en el i

Joan. XVII. si.

de la Misa. 151 dia son pocos los que comulgan en la Misa; por eso todo christiano debe sa ber el modo de comulgar espiritualmenre , baxo el supuesto de que esta especie de comunion debe hacerse por todo el que oye Misa , como enseña el Concilio de Trento t. Tomado despues el cuerpo de Je suchristo con la mano izquierda , dice: Tomaré el pan celestial , é invocaré ti nombre del Señor ; y luego levan tando la voz dice tres veces , dándose un golpe de pecho en cada una : Se ñor , yo no soy digno de que entres en mi labra morada , y mi ; pero almadecid seráuna sana. solaDes papues de tantas purificaciones y ruegos el Sacerdote de Dios se protesta in digno de recibir el cuerpo y sangre de Jesuchristo , para confusion de tantos christianos que se creen siempre dig nos de la sagrada comunion, que se disgustan de aquellos Confesores que tal vez se la niegan por honor del sa cramento de Jesuchristo y por bien de 1

Ses. XXII. de Sacrif. Mis. cap. VI.

152 "D.eVórden. su alma. Semejantes enristranos , re cibiendo el cuerpo del Salvador. sin humildad y sin verdadero amor , lo reciben ciertamente no para su salva cion , sino antes bien para su conde nacion. Por último , he aquí el momen to de la consumacion del sacrificio: Tomaré el pan celestial érc. Se expli ca con estas palabras el deseo ai diente de una alma que sabe la necesidad que tiene de Jesuchristo, y toda se con suela á la vista de este manjar divino. El hambre espiritual debe preceder. Affiixit te penuria , et dedit tibi cibum manna : Te afligió con la esca sez , y te dio por alimento el maná l. Despues de estos actos de pública .humillacion toma con suma reveren cia la hostia santa , y signándose con ella , dice : El cuerpo de nuestro Señor Jesuchristo guarde mi alma para la vida eterna. Así sea. Y luego que ha consumido, juntando las manos, se para por un brevísimo espacio de tiem po á meditar sobre el gran bien que , i

Deüteron. VIII. 3*

de la Misa. 153 ha recibido : y seguidamente recoge con la patena los fragmentos de la hostia (á estos fragmentos ó partícu las llamaron los griegos perlas ) que pueden haber quedado sobre los cor porales , diciendo entre tanto : ¿ Con qué corresponderé al Señor por los be neficios que me ha hecho ? Beberé el caliz de la salud, é invocaré el nom bre del Señor hrc. El cáliz de la san gre de Jesuchristo es el cáliz de ben dicion , ofrecido por el Salvador en ac cion de gracias, y en este mismo cáliz halla el Sacerdote el modo de dar gra cias dignamente al Señor: y signán dose con el cáliz , dice igualmente : La sangre de Jesuchristo guarde mi al ma para la vida eterna. Así sea. Bebida la preciosa sangre (dice la rú brica del Misal romano) el Sacerdote da la comunion á los que estan .dis puestos á recibirla , y al tiempo de la comunion del pueblo se canta lo que se llama Postcommunio , que en el dia de hoy consiste en una antífona , la qual antiguamente se cantaba despues de

i £4 Del orden un salmo que tambien se cantaba mien tras comulgaba el pueblo. El canto del salmo acaso comenzó á omitirse quando empezaron á disminuirse las comu niones de los fieles á la Misa. He aquí como se hacia antiguamen te la comunion. El Celebrante , des pués de haber hecho la suya , daba el cuerpo y la sangre de Jesuchristo á los Sacerdotes que habian dicho la Mi sa juntamente con él. Los Diáconos recibian la especie de pan del Cele brante, y la especie del vino de los Sacerdotes asistentes : los Subdiáconos y el resto del clero recibian el cuerpo de Jesuchristo del Celebrante , y el cá liz de los Diáconos. Los Presbíteros distribuian el cuerpo de fila en fila al pueblo juntamente con el Celebrante, y los Diáconos el cáliz á aquellos que querian comulgar con ambas especies. Los primeros á comulgar eran los hom bres, los quales recibian el cuerpo de Jesuchristo en la mano desnuda , y por sí mismos se lo metian en la boca. Des pues de los hombres comulgaban las

de la Misa. 155 mugeres, dándolas tambien el cuerpo de Jesuchristo con la mano; pero en muchas Iglesias , y particularmente en el Occidente, las mugeres recibian á Jesuchristo en la mano cubierta con un pañito que se llamaba dominical. Los Sacerdotes recibian la comunion de lante del altar , los Diáconos detras del altar , el resto del clero dentro del co ro, y todo el pueblo fuera del coro, cada uno en su puesto, llevándose por todas partes la comunion, á fin de evi tar la confusion. Antes de dar la comunion decia un Diácono en alta voz : Sancta Sanctis: Las cosas santas son para los Santos. Las quales palabras aun ahora se dicen en la Iglesia Griega por el Celebrante. Al dar la comunion decia el Sacerdo te: Corpus Christi; y el que la recibía respondia : Amen , así es. Por muchos siglos no se celebraba la Misa en la igle sia sin que los asistentes comulgasen con el Sacerdote , y el orden natural lo queria así. La Misa es sacrificio del pueblo como del Sacerdote : pide pues

1 56 Del orden la razon que el pueblo participe del sacrificio juntamente con el Sacerdote, é inmediatamente despues de él. El sacrosanto Concilio de Tremo explica sobre esto los deseos santos de la Igle sia nuestra madre. ti sacrosanto Con fieles cilio desearía que asisten qued en ellacada recibiesen Misa los sacrammtalmente la Eucaristía, pa ra que .pudiesen recibir mas abun dante fruto de este santísimo sacrifi cio l. Pero la comunion espiritual á lo menos está ordenada é inculcada por el mismo santo Concilio a. Siendo acaso mas de desear que de esperar que entre los christianos se ha lle un número bastante grande de per sonas que vivan de modo que merez can comulgar siempre que oyen Misa, seria al ménos de procurarse que las comuniones de los fieles , segun el es píritu de la Iglesia, se hiciesen todas (excepto las de los enfermos) al tiem1 Ses. XXII. de Sacrif. Mi», cap. VI. 3 Ibi.

de la Misa. 1 57 po de la Misa : y los Obispos que en quanto es posible se afanan por res tablecer semejante disciplina, son de alabar y de imitarse. San Carlos orde na esto en el quinto Concilio de Mi Jan ' . El uso del Confíteor , del Agnus JDei érc. y del Domine non sum dig nus brc, era solamente para la comu nion de los enfermos. Introducido poco á poco el uso de dar la comunion fue teor ra deylalaMisa absolucion 2 , vinoque de esto se dicen el Lonfihoy antes de la comunion aun en la Misa. Algun vestigio de este nuevo uso se halla en algun Misal ú Orden de ocho ó nueve siglos ha. Quando por justí simas razones se comenzó á no dar ya la comunion sino baxo de una sola especie á los fieles, se creyó propio presentarles vino puro, ó mezclado con agua 1 ,Conc. pudiendo Mediol. serProvine. necesario V. part. para I.pade

his quse ad sanctis. Euch. sacr. pertinent. Act. Eccles. Mediol. part. I. pag. 176. 2 Vide Morin. de Poenitent. lib. VIII.

cap. XLV.

1 58 Del orden sar la forma sagrada , lavándose con él la boca, para que no pudiese quedar alguna partícula del sacramento entre los dientes. En las comuniones gene rales se practica aun esto en algu nas Iglesias de Italia y de España , y aun en las comunidades. Al distribuir se la Eucaristía al pueblo se oia cantar: Gustad y ved quan suave es el Señor: Gustate et videte quam suavis est Dominus l. Así lo refiere S. Cirilo 2. Despues de la comunion, tomando vino en el cáliz se purifica el Sacer dote , esto es , se lava la boca , en la qual podria aun haber quedado algu na partícula de la hostia , ó alguna go ta de la preciosa sangre : luego , to mando vino y agua en el cáliz , puri fica y lava el cáliz, y sume la misma purificacion, ósea ablucion. Haciendo todo esto reza dos bellas oraciones. En la primera pide que el cuerpo y la sangre de Jesuchristo sea para él un 1 2

Psalm. XXXIII. 9. Catcch. mystag. V. n. 40.

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de la Misa. 159 remedio saludable que lo sostenga y conserve por toda la vida hasta la eter nidad: en segundo, que sea para él un manjar de vida que conforte su corazon y lo reanime : y así como el alimento corporal para ser útil al hom bre es necesario que se encierre en el estómago para convertirse allí en un xugo vital que se transmita á todas las partes del cuerpo , así el cuerpo y la sangre de Jesuchristo, alimento de nuestras almas, se insinúe en la parte mas íntima de nosotros mismos , en nuestros afectos, y los purifique, y los retorne al amor suyo y de su caridad, los enfervorice á fin de que vivamos de su misma vida. Hecho esto , va al lado derecho del altar , y allí reza la antí fona llamada Comunion, que es un ver so que ha quedado de los muchos que se cantaban durante la comunion del pueblo. En las Constituciones apostó licas * se asigna para cantarse al tiem po de la comunion el salmo XXXIII. 1

Lib. VIII. cap. XIII.

1 6o

Del orden

En otras Iglesias se cantaban himnos sacados de los Salmos r. Se cantaba el salmo por antífona , esto es , se repe tia despues de cada verso del salmo un versículo determinado , como en el XXXIII era probablemente Gustate et videte quam suavis est Domiñus. Se cantaba pues al modo que no sotros el V^enite exultemus Domino a. Despues de la antífona reza el Postcommunio, que es una oracion con la qual el Sacerdote y el pueblo dan gra cias al Señor de la que han recibido ea la santa comunion. Con esta oracion se concluye la Misa, por lo que di cha la oracion saluda el Sacerdote al pueblo diciendo : El Señor sea con vosotros ; y respondido por el pueblo: Y con tu espíritu; dice el Sacerdote: Idos, la IvAsa estdjinalizada:lte, Missa est: podeis retiraros, os es per mitido retiraros, porque la Misa se ha concluido : á lo que el pueblo res-< i . Vid; S. Aug. Retract. lib. II. cap. XI. 2 Vid. Joseph Thomas. Prsef. in Antiq. Iib. Mis.

de la Misa. 161 ponde por boca del Ministro : Deo gratias -.Gracias sean dadas dDios. El sacrificio de accion de gracias no puede acabarse mejor que con el pú blico tributo de ellas que hace el pue blo que ha asistido á él , respondiendo; Deo gracias. El Ite , Missa est , y su respuesta se usaban desde el quinto si glo *. Antiguamente no se deciael Itei Missa est quando debia mantenerse todavía el pueblo en la iglesia , por que faltase otra oracion u oficio en que el pueblo debiese hallarse ; y por eso se ha conservado el uso de que en la Misa de los días de ayuno y de pe nitencia no se diga Ite , Missa est , si no Benedicamus Domino , porque en tales dias el pueblo permanecia en la iglesia á decir vísperas. Vuelto el Sacerdote hacia el altar reza una oracion en que pide á la san tísima Trinidad que acepte con agra do el homenage de su servidumbre, y haga que el sacrificio que ha ofrecido i

Vid. Avit. Vien. epist.

161 Del orden sea de propiciacion para él y para to dos aquellos por quienes lo ha ofreci do ; y dicho esto , bendice al pueblo en el nombre de Dios omnipotente Pa dre , Hijo , y Espíritu Santo. El pue blo asistente á la Misa debe para este acto rogar humildemente al Señor que lo- bendiga por medio del Sacerdote, y que haga de suerte que esta ben dicion sirva de prenda y de arras de aquella que esperamos recibir de Jesuchristo do bendiga en el ádia susdelescogidos, juicio final, y losguan lla me á participar de su reyno. La oracion Placeat tibi sancta Trinitas ire. no hacia parte de la Mi sa , sino que se decia en particular por el Sacerdote concluida la Misa y mien tras se desnudaba. Ella tiene nueve si glos por lo menos de antigüedad. La bendicion al fin de la Misa es antiquí sima en la Iglesia Griega l. Hasta el Undécimo siglo los simples Sacerdotes i Vid. Const. Apost. lib. VIII. cap. XV. Goar. Ritual. Grsec.

de la Misa. 163 no se atrevieron nunca á dar bendicion, al pueblo. Un canon del primer Con cilio de Orleans del año de 5 1 1 de cia : Populus non ante discedat quam Missa solemnitas compleatur , et ubi Episcopus fuerit , benedictionem accipiat Sacerdotis : El pueblo no se separe antes que se concluya la solemr nidad de la Misa , y en donde es<~ tuviere el Obispo reciba la bendicion del Sacerdote. El no haber sabido comprehender que aquel Sacerdotis se de bia entender del mismo Obispo , hizo que se creyese deber añadir un non, y decir ubi Episcopus non fuerit ; y así lo añadió Graciano ,y su autoridad sir vió para tener como cosa cierta que en ausencia del Obispo pudiese el Sa cerdote y debiese bendecir al pueblo al fin de la Misa , y así comenzó el uso de esta bendicion. El dicho canon está , co mo lo hemos citado nosotros, sin nega-» cíon , en todos los antiguos manuscritos, y así debe ser, como aparece del canoa 29 del tercer Concilio de Orleans Despues de la bendicion lee el SaL2

164 -Del arden de la Misa. cerdote el capítulo primero del Evan gelio de S. Juan, en el qual capítulo' se contiene el misterio de la encar nacion del Verbo eterno , el qual , por compasion de los hombres , descendió del cielo , se vistió de nuestra carne, y habitó entre nosotros para iluminar nos, para sanarnos de nuestras mise rias , para mostrarnos el camino del pa raíso con sus penas y con su muerte. Por tanto , mientras se lee este Evan- gelio debemos rogar ardientemente á nuestro Salvador que por la suma ca ridad con que quiso someterse á nues tras miserias , se digne no permitir que nosotros perdamos jamas la gracia que él nos ha merecido de hacernos hijos de Dios , y sus hermanos y coherede ros en el cielo. Adoramos con vivos sentimientos de humildad y de amor á este Verbo divino , particularmente quando el Sacerdote, arrodillándose delante del altar, pronuncia aquellas grandes palabras : tt Verbum caro jactwm est : El Verbo se hizo hombre, tomó la carne humana.

«xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx» DEL SACRIFICIO DE LA MISA. Discurso P. Juan sacado Croiset, de Jesús. dede las la Companía obras del

3-Ja. religion no tiene cosa mas santa, ni el mismo Dios pudiera hacer cosa mayor ni mas respetable que el sacri ficio de Ja Misa : institucion del todo divina, oblacion santa, víctima de un precio infinito, sacrificio del cuerpo y sangre adorable de un Dios hombre, mo Pontífice Dios. sumo ¿Puede , igual imaginarse en todocosa al misr mas divina ni mas digna de nuestro culto? Todo esto se halla reunido en este di vino misterio. El sacrificio de la Misa no solamente es acto de religion: es tambien por excelencia la maravilla de la religion misma: es, por decirlo así, el compendio de toda la religion. Todos aquellos augustos sacrificios

1 66 Del sacrificio de la ley antigua , que Dios había Ins tituido y arreglado por sí mismo hasta Jas mas leves ceremonias: aquellas magestuosas solemnidades que con tanta devocion se celebraban: aquella arca misteriosa , que no era permitido ni li geramente torum donde mirarla: el Sumo aquelSacerdote Sanctasanc po dia entrar una sola vez en el año; y en fin, aquel maná milagroso que Dios hizo caer del cielo para alimentar á su pueblo : todo esto era solamente som bras y figuras imperfectas de la magestad y excelencias del sacrificio de la ley de gracia. La Misa es propia mente el tesoro de la Iglesia: es la obra mas prodigiosa de la sabiduría y de la misericordia de Dios. La Escritura dice que Salomon sa crificó al Señor veinte y dos mil bue yes y ciento y veinte mil carneros en la solemnidad de la dedicacion del •templo. La Iglesia cuenta casi veinte -millones de Mártires , que derraman do su sangre por la fe , fuéron otras tantas víctimas consagradas al Dios vi

de la Misa. 1 67 vo. ¡Qué honra no diera á Dios el sacrificio voluntario de todas las cria turas] Mas todos estos actos de reli gion , y aun otros muchos mas perfec tos que pueden hacer las criaturas más nobles , no solo son inferiores , pero ni aun proporcion tienen con la excelen cia del sacrificio incruento de Jesuchristo en nuestros altares. Mas honra se le da á Dios con una sola Misa , que la que se le pudiera dar con todas las acciones de los ángeles y de los hom bres , por heróycas y fervorosas que fuesen. La hostia inmaculada que en ella se ofrece en sacrificio á la Magestad de Dios es de un mérito propor cionado al mismo Dios á quien se ofrece. ¿Está Dios irritado? ¿tenemos ne cesidad de nuevos socorros? ¿nos ha ce gemir la violencia de nuestras pa siones ? ¿ nos faltan los alientos con las enfermedades que nos oprimen? ¿debemos dar gracias á Dios por sus beneficios? ¿ó por ventura tenemos que satisfacer á su justicia? En este

1 68 Del sacrificio solo sacrificio tenemos con que acudir á todas estas necesidades y pagar to das estas deudas. Se halla en él un caudal inagotable de satisfacciones y de méritos. La Misa es un remedio uni versal: es el árbol de la vida. En ella recibe Dios los reconocimientos de aquel Hijo amado en quien tiene sus delicias : es una víctima que desarma su indignacion : es un sacrificio de pro piciacion que no puede menos de ser le agradable. Esta es una de las verdades funda mentales de nuestra religion, y un punto esencial de nuestra fe. ¡ Quáles deben ser los sentimientos de admiracion, de amor y de reconoci miento de todos los fieles con solo acor darse de este incomprehensible bene ficio! ¡Qué asombro! ¡Mas qué res peto á vista de esta maravilla! ¡con qué humildad deben asistir delante de una Magestad tan adorable! ¡qué de seo tan ardiente deben tener de parti cipar de estos divinos misterios! ¡qué veneracion no deben á los sagrados al

de la Misa. 169 tares! ¡qué respeto á estas augustas ceremonias 1 ¿Puede tenerse la osadía de compa rar la compostura respetuosa con que se está delante de los grandes , á la que se debe tener mientras dura este divi no sacrificio? Porque ¿qué semejanza hay , ó qué sombra de proporcion pue de haber entre el respeto que se debe á Dios y el que se debe á los homr bres ? Hay honores que se deben á los Príncipes : ¿ y quáles deben ser los que se deben á Jesuchristo ofrecido en sacrificio sobre nuestros altares ? *

II. ¿Mas quál debe ser la eficacia de la fe? ¿quál la pureza de la vida y la eminente santidad de los Ministros del Altísimo? ¿de estos mediadores visi bles entre Dios y los hombres? ¿de estos Sacerdotes del Dios vivo , cuya dignidad reverencian los Príncipes de la tierra , y cuyo sagrado carácter es res petable á los mismos ángeles del cielo?

lyo Del sacrificio ¿Pueden acercarse á los altares sin estar penetrados de un santo terror? ¿Pueden tener la hostia viva entre sus manos sin sentir los efectos maravillo sos de su presencia? Moyses, del trato que tuvo con Dios en el monte, salió con rayos de luz sobre su rostro. ¿Pue de el Sacerdote apartarse del altar sin nuevo fervor? ¿sin una devocion y una virtud mas visible? Así lo piensan todos. los hombres de juicio instruidos en las verdades de nuestra fe : así discurren hasta los In dios luego que se hallan informados de nuestros sagrados misterios. Y á la verdad, aunque no se tenga sino una ligera tintura de la religion christiana, ¿se puede discurrir de otro mo do ? Pero en los que siguen esta santa ley ¿no se halla quasi siempre una conducta del todo contraria? Esos christianos imperfectos que tienen una Misa por una devocion cansada: esos christianos del mundo que por floxedad ó desgana dexan de asistir á los divinos misterios : esos li

de la Misa. 171 cenciosos y esas mugcres vanas que asisten á él con todo el aparato de la disolucion y falta de piedad, ¿conocen lo que confiesan que creen? ¿ó por ventura creen lo que miran con tanta indiferencia , y aun lo que tratan con el mayor desprecio? Los primeros christianos tenian sen timientos tan religiosos y reverentes de este adorable sacrificio , que entre ellos á lo menos parecia vacilante en la fe el que asistia con poca devocion á una Misa. ¿Pudieran creer que esta ban entre fieles si fueran testigos de nuestra religion y de nuestras escanda losas irreverencias mientras se celebran los misterios sagrados? ¡Cosa extraña es por cierto ! Ningu na falsa religion ha habido, ninguna secta, aun la mas extravagante, que no haya tenido respeto y veneracion á sus sacrificios , por supersticiosos y abominables que fuesen. El Príncipe, igualmente que el pueblo, no se atre vió jamas á intentar eximirse de esta ley. Entre los gentiles hubo quien se

172 Del sacrificio dexó abrasar la mano por no inter rumpir ó alterar con algun movimien to irregular sus sacrilegas ceremonias. La idea sola de sacrificio hace religio sos á los mas desenfrenados , aun entre los pueblos mas toscos t y solo entre los christianos, es decir, donde estan la verdadera santidad y religion, ¿ha de ser donde el sacrificio del Dios vivo se trate con irrision y con escándalo? ¡ Quántos asisten á la Misa con me nos compostura que á un espectáculo ! Lo cierto es que muchas veces se está en ella con menos decencia que en una visita de cumplimiento. No son ya irreverencias miídas y ocultas , son profanaciones manifiestas. Se asiste con la pompa mundana: en otras partes la falta de devocion procura encubrirse: aquí se hace ostentacion de ella. Pues ¿qué accion hay mas respetable? ¿qué ceremonia en la christiandad digna de mas respeto, y que pida mas religion?

de la Misa.

173

ni. ¿ Qué se hubiera dicho si en el Cal vario , al acabar Christo Señor nuestro de espirar , se hubiera visto á algun discípulo suyo con la misma inmodes tia , disposicion y falta de respeto con que se asiste á la Misa ? ¡ Quantos fue ran los que se indignaran! La Iglesia le mirara hasta el dia de hoy como un apóstata. ¿Y qué dixeran aun Jos mismos que no tienen mas religion que él mientras dura la viva y real representacion de este primitivo sa crificio? ¿Es acaso para honrar la humildad de Jesuchristo , que está como anona dado en este estado de víctima, el lle garse á los altares con el trage mas pro fano , y con una vanidad la mas mun dana y soberbia? Las pretensiones de distincion y preferencias que en las demas ocasiones no se disputan tanto, pa rece que no se tratan con calor sino en h Misa, j Qué delicadeza tan refina

174 Del sacrificio da ! ¡ qué vanidad en la única muestra que se da de religion , aun al doblar las rodillas en presencia de una Magestad tan formidable! Sillas, almohadas mucho mas preciosas á veces que los ornamentos que sirven al altar , todo se emplea para recompensar, por de cirlo así , á esos fantásticos adoradores del respeto y culto aparente que pare ce dan á Dios, y que en verdad mas se le dan á si mismos. No intento opo nerme á los Usos y derechos legítima mente establecidos : la Iglesia no con funde las condiciones ,s¡no que las au toriza, y quiere el buen orden ; mas ¿podrá ver sin gemir que reynen la. profanidad, la soberbia y el espíritu del mundo mas afectado en los actos mas esenciales de nuestra religion? Aunque no hubiéramos tenido mas sacrificios que los que Dios habia esta blecido por el ministerio de Moyses, decia un sabio , debiéramos siempre asistir con reverencia, debiéramos res petar acuellas carnes muertas, aquellos toros degollados y ofrecidos al Dios

de la Misa.

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vivo, postrarnos siempre delante de aquellos altares cargados de ofrendas y votos , y seguir quantas lecciones, quantos preceptos dio Dios á su pue blo pera enseñarle el profundo respeto con que debia asistir á estas religiosas ceremonias. bras y figuras^ Estas delnogran eransacrificio mas que de sonv la ley nueva : y esto bastaba para hacer las dignas de todo aquel respeto, y pa ra infundir un santo terror á los que asistian á ellas. ¿ Habremos de buscar siempre exemplos que nos edifiquen en un pueblo indócil y tosco para que nos enseñen á no ser impíos ? ¿ Será menes ter traernos siempre á la memoria es tas figuras y sombras para hacernos asistir con menos irreverencia al sacri ficio incruento del cuerpo y sangre adorable de Jesuchristo ? Nos admiramos de los terribles azo tes de que se vale Dios para castigar nos. Es verdad que tenemos en la ma no el medio de aplacar á un Dios irri tado. La víctima que se ofrece sobre nuestros altares es muy poderosa para

176 Del sacrificio desarmarle; pero ¿se ignora acaso el rigor con que castigaba Dios la menor irreverencia durante el sacrificio ? La justicia divina no ha perdido sus fuer zas: la víctima divina sacrificada por nuestros pecados se profana aun. en la misma accion del sacrificio. La sangre, del Cordero divino , derramada para al canzar misericordia , grita contra esta profanacion y sacrilegio. El herege, que no cree la presencia real de Jesuchristo en la Misa , es impio ; pero ¿es menos culpable el católico que la cree, y asiste á un misterio tan terrible con tanta irreverencia y falta de respeto? IV. Mas ¿de donde nace un desorden tan irreligioso y una indevocion tan comun? ¿nos falta la instruccion so bre un dogma que nos distingue de tantas sectas? ¿se titubea en un pun to de fe por el qual diéramos nuestra sangre? ¿quién nos ha familiarizado con un desorden que horroriza al en

de la Misa. i77 tendimienro del hombre que se acuer da de que es christiano? Nazca de don de naciere esta abominacion de la de solacion en el lugar santo , nunca es menos culpable, ni la profanacion me nos escandalosa. Mas ¿no es de temer que la poca decencia y piedad de los que dicen la Misa contribuya mucho a la indevocion de los que la oyen? Un Sacerdote indevoto en el altar ha ce un grande agravio á la religion. Mientras el pueblo vio que Jesu cristo brillaba en medio de los doc tores ; quando vid que se echaba á sus pies uno de los primeros de la Sinago ga , suphcandole que entrase en su casa para dar la saluda su hija; quantemplo de los mismos que nole ama«". «J Pueblo le miró "con Veneiacion le siguio con ansia, le honró co mo * su Rey y Mesías ; ndo el nnsmo pueblo vio á este Salvador divino en manos de los Sacerdotes tra tado con tanta indignidad , cargado de oproono, mirado como un Rey de far

178 Del sacrificio sa , y que por irrision doblaban las ro dillas en su presencia , ¿ mantuvo mu cho tiempo los afectos de estimacion, amor y respeto? La veneracion que le habia tenido se convirtió en breve en desprecio y en horror. No pudo ima ginar que un hombre tratado tan in dignamente por los Sacerdotes fuese el Mesías : desde entonces le miraron como á un impostor : milagros , doctri na y beneficios todo se olvidó. La in credulidad de aquellos á quienes res petaban como depositarios de la fe y de la religion pasó fácilmente al es píritu y corazon de todo el pueblo , y muy luego fue el Salvador del mundo la fábula y oprobrio de él. ¡Qué maravillas hace, qué impre sion causa en todos los que lo ven la piedad edificante de un Sacerdote en el altar y su fe quando su devocion la hace sensible ! Todo lo que se ve ha cer con magestad se respeta. Una Misa dicha con la religiosa compostura que se debe , es como un motivo de credibi lidad. Aquel temor santo que se reco

de la Misal-. 179 noce en el Ministro infunde en todo el pueblo un terror respetuoso : la uncion sagrada que la presencia de Jesuchristo le hace sentir , se derrama en todos los que le adoran. ¿Y puede dexar de tener se una profunda veneracion al sacrificio" de un Dios vivo, quando el Sacerdo te que le sacrifica no desmiente la san tidad de la persona á quien representa? ; Pero quando el Sacerdote no lleva no al altar las vestiduras otra cosa santa sacerdotales y Venerable ; quan si-, do se le ve sin modestia y sin aquella religiosa magestad que pide la cele bracion de nuestros misterios sagrados} quando su indevocion conocida se opo ne tan visiblemente á su fe , que si no se hubiera de hacer juicio sino por lo que ven los ojos , se dixera que por ir rision ofrece el mas santo y formidable sacrificio, ¿hará mucha impresion en los presentes? ¿alentará su fe? ¿les in fundirá aquella profunda veneracion, aquel santo terror , aquella confianza y aquella piedad que no siente él en sí mismo? , MJ

1 8o Del sacrificio Un ángel visible encomendado de los votos y oraciones del pueblo , su agente para con Dios , un depositario sagrado del cuerpo y sangre preciosa de Jesuchristo , un intérprete de sus voluntades, su Ministro con el pue blo ; todo esto es un Sacerdote en el altar; pero ¿lo parece siempre? Mas ¡qué infelicidad si no mantiene con magestad la grandeza y santidad de tan formidable ministerio!

La Misa es la accion mas santa y la mas augusta de la religion. Este sacri ficio se llama accion por excelencia: mas á la verdad jos esta la idea que nos da de él el Sacerdote en el altar? ¿es esta la que él mismo tiene quando executa con tan poca reverencia y tanta indignidad la mas importante y magestuosa accion de la vida? Quiere Dios que esten llenos de un p^aVor respetuoso los que estan solo á la vista del santuario : Pavete ad sanc-

Je la Misa. 181 iuarium meum (Lev. xxvi). Quie re Dios que no entren en él sino coa la mas perfecta pureza , con una sin gular modestia , una gravedad magestuosa y una santidad eminente. Estas son las disposiciones necesarias para en trar en el santuario; y ¿serán menos para subir al altar? ¿no son necesarias aun mayores para tan augusto sacri ficio? ¿Bastará leer de carrera una serie de oraciones, y seguir por costumbre «n cierto orden de acciones exteriores, que el mismo Sacerdote parece que hace con disgusto, quando las hace con tan poca devocion y magestad ? ¿Bastará no omitir en el altar nada de Jo que es esencial al sacrificio , y no poner cuidado en él, haciendo despre ciables á vista del pueblo tantas sa ngradas ceremonias con una indecencia irreverente? En una palabra, ¿decir la peto Misacomo con tan si nopoca se creyera reverencia en ella? y resri Aprende , Israel (exclama el Profe ta} qual es el colmo de la abomina- '

3 81 Del sacrificio cion. Un Sacerdote que entre el vestíbula y el altar , donde no debia tener sino los sentimientos de piedad que ins pira el lugar santo , no se ocupa sino en deseos seculares y en pensamientos profanos, desacredita su religion con su inmodestia , y ya no respeta el lugar santo que profana, ¿De que términos se hubiera valido el Profeta , cómo se hubiera explicado si hubiese visto á los Sacerdotes de la nueva ley subir al altar , tener en sus manos el cuerpo ,y sangre de Jesuchristo debaxo de las especies de pan con tan poco respeto, y haciendo tan poco caso como si fue ra el pan comun y material? ¿si los hubiera visto ofrecer este divino sacriíficio con tanta indignidad? ¿y mirar «na Misa como un exercicio de cada dia y una ocupacion de cumplimien* to, como si fuese puramente un em pleo lucrativo, y alimentarse todos los dias de la carne y sangre del Cordero divino sin dexar de ser irreverentes y profanos ? . Increíble parece; pero en realidad

de la Misa. 183 es así : hay pocas acciones en la vida civil que no cumpliese un Sacerdote indevoto con mas cuidado, atencion y decencia que la que observa en la mas santa y formidable , en la mas impor tante funcion de su ministerio. Jesuchristo por la consagracion su cede en la hostia en lugar del pan. ¿Siente por ventura el Sacerdote al tiempo de esta grande conversion una nueva devocion , acompañada de un temor santo? ¿se aumenta su respeto? ¿hace las ceremonias sagradas con mas reverencia ? La diferencia en el objeto es muy considerable: ¿se reconoce al gún efecto de ella en el Sacerdote? Tiene presente á Jesuchristo: ¿lo ad vierte? Y si lo advierte , ¿puede sentir mas que medianos efectos de devocion? ¡Qué de preceptos, qué de practi cas, á qué menudencias descendió el Señor para arreglar las ceremonias que quiso se observasen al ofrecer el sacri ficio de, la ley antigua l Apenas basta ron libros enteros de la Escritura para señalar las reglas, y hacer con ellas

1 84 Del sacrificio que se supiese lo que ordenaba: mas jquanta puntualidad exígia en la execucion ! Si no cumplieseis , dice el Se ñor , todas las ceremonias ordenadas, temed que caigan sobre vosotros to das las maldiciones: Venient super te omnes maledictiones ist<e. ¿El nuevo sacrificio es menos digno de respeto que el antiguo ? ¿ Le es menos agrada ble á Dios la celebridad de nuestros sagrados misterios que la solemnidad de lo que no era mas que una pura fi gura de ellos ? , No hay accion , no hay ceremonia en la Misa que no deba venerarse , que no deba hacerse con compostura y gravedad : los signos de cruz , las ele vaciones de manos, las inclinaciones .de cabeza &c. , todo es en ella santo, todo es misterioso ; no hay palabra que no sea digna de nuestra atencion y respeto, . ¡ Qué circunspeccion , qué reveren cia de culto, qué exactitud no es ne cesaria en todo lo que pertenece al di vino sacrificio ! En nada puede admir

de la Misa. 185 tirse descuido : nada se puede omitir sin culpa. Un Sacerdote que ni siquie ra atiende á lo mismo que hace en el altar j un Sacerdote que no parece que dice Misa sino para causar desestima cion de una causa tan sagrada y pa ra deshonrarla , ¿tiene por ventura ex cusa ? ¿su priesa por apartarse del al tar da estimacion á su ministerio y á la santidad de su religion? ¿Un recien convertido á nuestra fe podrá hallar un nuevo motivo de cre-^ enc/a en el modo poco magestuoso y devoto con que muchos Sacerdotes dicen la Misa? Y al verles distribuir al pueblo el cuerpo de Jesuchristo muchas veces sin veneracion, sin de vocion ni gravedad, ¿sentirá crecer su fe en este acto ? ¿ sentirá una ham bre sagrada de la comunion? Con vosotros hablo, ó Sacerdo tes , que despreciais mi nombre : Ad vos , ó Sacerdotes , dice el Señor. Y mos decísde : ¿quál vuestro es elnombre desprecio ? Habeis que hace sidoescándalo de muchos : en vosotros con-

1 86 Del sacrificio siste que no sea nulo el pacto que hi ce con JLeví , y que el altar del Señor no sea despreciado, ¡ Pues qué terri bles castigos no debeis temer ! ¡ Qué dignidad mas alta que Ja del Sacerdote evangélico! ¡qué ministe rio mas divino ! ¡ qué funcion mas san ta y digna de respeto ! A los Sacerdo tes pertenece llevar cada dia á los pies del trono del Cordero los suspiros , los votos, las necesidades y miserias de los fieles : el cielo ni se abre ni se cierra sino á su voz : Jesuchristo obedece á su palabra. ¡ A qué grado tan eminen te de perfeccion obliga un estado tan, perfecto! ¡Qué infelicidad, si los que deben ser la sal de la tierra , se hacen desabridos por falta de virtud! Si las piedras del santuario se convierten en piedras de escándalo, ¡quan de temer es que las vestiduras sacerdotales que se le ponen al Sacerdote despues de su muerte esten muy lejos de servirle de ornamento en los ojos de Dios! Ciertamente un Sacerdote indevoto en el altar es una gran paradoxa para

de la Misa. 1 87 tjuien sabe lo que es el santo sacrificio de Dicen la Misa. que se hace costumbre el ha cer lo que se hace muchas veces. Es Verdad que siendo tan limitada la per feccion de las criaturas , en habiéndo se pasado la sazon de la novedad , se puede fácilmente caer en el hastío. La freqú'encia tarde ó temprano causa desprecio, descubriendo imperfeccio nes antes no conocidas. Pero el acto mas augusto y respetable de la reli gion ; el sacrificio de un Dios vivo, cuya víctima es un Dios mismo; el ministerio divino , cuya funcion res petan y aun envidian , por decirlo así, los ángeles mismos ; la presencia real de Jesuchristo entre nuestras manos : ¿todas estas cosas no han de despertar nuestra fe? ¿no nos han de infundir un nuevo respeto? ¿no harán que ha- ytf liemos cada dia nuevo gusto en aquel' ; e Señor que desean ver mas y mas las.' ^ ¿y brirnos inteligencias cada del dia nuevas cielo? Y perfecciones el descuen este divino objeto, ¿no nos incita

1 88 Del sacrificio rá á tener cada dia mas temor y revé* reacia? VL ¿Es acaso la Misa de aquel género de acciones cuyo mérito se toma úni camente del que las hace? ¡Pues qué cosa hay en la religion que sea mas digna de nuestro culto ! El altar es co mo un Tabor: ¿debe el Salvador ser menos oído, ó causar menos gusto por que se transfigure en él con mas freqüencia que en el monte? Los que tie nen la honra de estar mas veces en la presencia de un Rey , ¿ se acostumbran por eso á hacerle la corte con menos respeto? La honra infinita que tiene el Sacerdote de acercarse todos los días a la persona de Jesuchristo, el privile gio de ofrecer todos los dias el divino sacrificio , ¿ puede ser razon para excu sar su poca complacencia y falta de devocion? ¿Será una excusa mas admisible pa ra autorizar la ligereza en dexar el al tar, y la precipitacion con que se cele

de la Misa. i8p bra la Misa, el decir que es por aten cion á los que la oyen ? ¿ que una Misa algo mas larga, esto es, dicha con mas devocion y respeto , cansa á los que Ja oyen , y hace que muchos se impa cienten ? ¿De quando acá la poca de vocion de los mundanos es regla y medida de la piedad de los Sacerdotes? Si todos los Ministros de los altares dixeran la Misa con la magestad y de vocion que exige un sacrificio tan san to y Ja alta idea que formaria el puebJo de tan grande accion seria causa de que nunca le pareciera largo el tiempo de estar en ella ; antes se ad miraran , como les sucedia á los pri meros fieles , de que el Sacerdote pu diese dexar el altar, y de que los christianos pudiesen ver sin sentimiento que se acababa la Misa : mas como no ven en el altar cosa que despierte la fe, ni que infunda veneracion ; un Sacer dote poco penetrado de la santidad de los divinos misterios, unas acciones po co respetuosas, unos ornamentos mu chas veces viles y despreciables, un

190 Del sacrificio modo de tratarlos poco respetuoso" ; la? Misa se toma como qualquier otro exercicio de piedad , y quando mucho como una pura ceremonia de religion, y de ningun modo como sacrificio tan divino como lo es. Con esta falsa idea , con esta habitual indevocion efecto de una fe desmayada, y soste nida con la multitud de exemplos de poca nos insensible edificacioná ;lasipresencia un Sacerdote de Jesume-. christo , lleno de religion , ofrece con menos precipitacion , esto es , con de cencia y respeto este sacrificio sobe rano , la indevocion de los concurren tes se cansa , no les gusta tanta fe ea el altar. : A la verdad , una demasiada prolixidad es reprehensible ; pero si hay en la vida accion que deba hacerse con gra vedad y decencia , y para eso observar con la mayor puntualidad las reglas* aun las mas menudas; si hay alguna que deba hacerse con un recogimien to de espíritu y una piedad extraor dinaria, ¿no lo es el divino sacrificio,

de la Misa. 191 ele la Misa ? ¿Y para esto será mucho tiempo media hora para los que nun ca tienen por largas las asistencias de muchas horas á los espectáculos y jue gos , una infinita continuacion de ha cer la corte á los grandes , una servi dumbre seca y estéril en un empleo de poco gusto , y al fin una ociosidad eterna ? A la verdad es preciso , según pare ce, que sea muy ligera la tintura de religion , y muy débil la fe , y aun que tenga un hastío declarado de Jesuchristo el que se cansa tan presto y juzga tan largo el tiempo de estar en su pre sencia. Si todos los Sacerdotes dixeran la Misa como Sacerdotes , es decir , con un verdadero espíritu de sacrificio, de piedad y de recogimiento, todo el pue blo la oiria como christiano. VIL Dícese que si se subiera con menos freqüencia al altar, fuera menor la ace leracion para descender de él ; es de

192 Del sacrificio cir, que fuera el Sacerdote menos in digno, segun se cree, diciendo Misa ciertos dias , y no diciéndola todos los dias. Se dice mas : que se le puede dar á Dios la misma honra con un amor vivo y tierno , y una humildad llena de respeto y temor. Sobre este prin cipio se pregunta : si les es útil á to dos los Sacerdotes que viven con cui dado de no incurrir en culpas y tie nen virtud , celebrar todos los dias ; ó si muchos de ellos no sacarán mas fru to con un medio término entre amor y humildad , haciendo algunas veces que una de estas virtudes cediese á la otra: y se resuelve que este último partido es el mas útil y seguro. Pero lo fuera sin duda si esta hu mildad no fuese defectuosa, y si el bien de que nos priva se pudiera re compensar con el bien que nos prome te con esta separacion. Pero ¡ quán de temer es que el amor propio nos en gañé ! No hay cosa mas sutil ni mas artificiosa que el amor propio quando intenta deslumhrarnos y engañarnos

'¿le la Mistty 193 «en el discernir lo que hemos de hacer en el camino de.Dios* Tenemos religion , y conocemos la perfeccion y pureza que han de tener indispensablemente todos los que su* fcen a\ altar á celebrar los sagrados mis terios. ¡Qué pureza de corazon ! ¡que mortificacion de sentidos!, ¡qué des confianza de sus propios deseos ! ¡ qué vigilancia 1 ¡qué recogimiento! ¡qué recato 1 Para esto ¡quántos trabajosos combares no son necesarios! ¡quánto cuestan las victorias ! Dígase lo que te se dixere á esta vista ; no hay ; y elquien amor no propio se desalien» , apro vechándose diestramente de este te mor, recurre á un falso pretexto de humildad; y con el favor de esta en.ganosa luz de devocion, nos asegura, desembarazándonos de esta multitud de obligaciones que nos parecen mo lestas, i Se resuelve rio subir tantas veces al altar; pero esto es siempre para que darse con mas quietud y mas descanso en su estado. Estos intervalos de hu> V

194 Del sacrificio mildad, que pueden llamarse suspen sion de la devocion, dexan al amor propio tiempo para respirar : no se siente ya tan apremiado : la vigilancia y el esfuerzo tienen lugar de afloxar, y todas las pasiones se desahogan; y tanto menos desconfianza da esta astu cia , quanto mas especioso es el pre texto. Indignidad , temor reverencial y respeto mal entendido, ¡qué motivos mas plausibles ! Pero á fuerza de no llegarse al altar ¿se acerca mas eí Sa cerdote á Jesuchristo ? ¿se conoce que los que dicen mas raras veces Mi sa sean mas devotos y menos indignos de decirla ? Los Sacerdotes mas vir tuosos experimentan lo contrario. Un S. Carlos Borromeo , un S. Francis co de Sales , un S. Felipe Neri, un S. Francisco Xavier no juzgaron que había en el mundo cosa que nos pu diese recompensar la pérdida que te nemos con dexar un solo dia de ofrecer este divino sacrificio : y estos grandes Santos no ignoraban el fondo de in dignidad que se halla en los Sacerdo-

de la Misa. 195 tes mas santos , ni el mérito de una hu mildad respetuosa. Esta virtud era ciertamente el mo tivo de rehusar S. Pedro que el Sal vador del mundo le lavase los pies; pero esta humildad le hubiera sido inuy nociva al Apóstol si se hubiera retirado con el pretexto de indigni dad y respeto. No hay accion ni vir tud en los hombres que pueda jamas acercarse al mérito y dignidad de lo que Jesuchrísto hace por sí mismo: ¿ qué cosa se puede hacer que sea de igual valor? ' ' '. Mas ¿no se le puede dar á Jesuchrís to la misma honra con un amor vivo y tierno, y con una humildad llena dé temor y respeto? Sin duda, si se ha bla solamente de un fruto , por decir lo. así , que nace en nuestro suelo: mas ¿qué proporcion hay entre la honra que le podemos dar á Dios con todas las acciones mas perfectas , y la que Jesuchrísto daá su Padre siempre que se le ofrece en sacrificio sobre los al tares ? Si üo se hablara sino de un acw2

196 Del sacrificio to de caridad, acaso se podria hallar un acto de humildad tan perfecto, que sin que Dios perdiese nada de sus de rechos, pudiese substituirse el uno por el otro ; pero hablamos de la gloria in finita que recibe Dios del sacrificio divino: ¿y se quiere persuadir que un acto de humildad que hace un Sacer dote , absteniéndose por respeto de ce lebrar los misterios sagrados , sea de tanta honra de Dios como el sacrificio del cuerpo y sangre adorable de Jesuchristo, que un amor vivo y tierno hace que un Sacerdote virtuoso ofrez ca cada dia en el altar? Claramente se conoce la despropor cion infinita de estos términos. Pues ¿por qué no se saca la conseqüencia de que por qualquier motivo que el Sa cerdote se retire del altar , le priva á Dios de una gloria , y á sí mismo de un bien que no puede compensarse con ningun acto de virtud?

¡He la Misa.

197

VIH. * • *

¿Pero la religion es ciertamente el motivo de retirarse del altar ? ¡ Quan de temer es que esta apariencia de re ligion y este respeto mal entendido no sean un velo para encubrir nues tra indevocion! ¡Y aun queremos ga nar estimacion con este pretexto ! Un respeto sinceramente religioso, una afectuosa y profunda veneracion de nuestros divinos misterios está tan lejos de apartarnos del altar , que an tes nos acerca mas á él por la santa disposicion en que nos pone este te mor respetuoso de subir á él con me nos indignidad. Se teme por el amor sincero y por el afecto que se tiene á Jesuchristo no sea que se ofrezca indignamente el divino sacrificio. ¿A qué pureza de costumbres , á qué enmienda de vida incita una aprehension tan religiosa? Hace do, hace apartarnos mortificar del el comercio espíritudelmuny el co

198 Del sacrificio razon , hace huir de todo lo que pue de manchar unas manos consagradas: no dexemos el altar, dexémonos á no sotros mismos , y para esto nada ayu da tanto como el mismo sacrificio; y este es el fruto mas útil que puede causar este religioso respeto. ¡ Qué error , decia S.. Juan Chrísóstomo , el hacer por una falsa idea de respeto mérito del intervalo y es pacio de tiempo entre una y otra co munion, en lugar de aplicarse para adquirir aquella regularidad y pu reza que es necesaria para comulgar bien ! Non munditiam animi, sed intervalla temporis longioris meritum fufantes. Si se le tiene a\ sacramento de Jesuchristo todo el respeto que se le debe, y se quiere mostrar todo este respeto , nada debemos sentir mas , nada debe causarnos mayor dolor que el es tar privados de la mesa divina , á la qual somos convidados: Unus sit nobis do lor hac esca privari. Quaiuo mayor religion se tiene , tanto esta separacion del altar nos debe ser mas sensible.

. de la Misa. 199 El sacerdocio da poder para subir á él todos los dias ; pero impone una ne cesidad de que cada dia la vida sea mas perfecta. El delito enorme de los hijos del Sacerdote Helí, por el qual fueron reprobados , fué retraer al pue blo del sacrificio: Peccatum grandt nimis , quia retrahebant homines d sacrificiis Domini. Se conoce y se confiesa que esas reliquias del espíritu del mundo , esos vastagos de las pasiones, esas reflexio nes eternas del amor propio y de la vanidad, esos intervalos de floxedad y codicia , y al fin ese comercio con el mundo, retraen del sacrificio. ¿Pue den verse estos defectos con indiferen cia y sosiego? Un Sacerdote debe ser menos hombre en quanto es Sacerdo te: su carácter, respetable á los mis mos ángeles , le obliga á ser santo. Zacarías perdió el uso de la len gua , y parecia que se habia vuelto otro hombre, solo con haber conver sado algun poco de tiempo con un án gel en el santuario. ¿Qué efecto de

2co sacrificio de la Misa, be hacer en un Sacerdote la presencia real de Jesuchristo sobre el altar y entre sus manos? ¿Despues de haber hablado con Jesuchristo tan de cerca, ha de gustar de conversar con los hom bres? ¿No se deberia decir de un Sa cerdote que acaba de decir Misa \o que se dixo de Zacarías : Et cognoverunt , quod visionem tidisset in tetn* j)lo : Bien se conoce con quien viene de estar este Sacerdote, y qué visioa ha tenido ?

202 LA SANTA MISA. Tuesto el Sacerdote en medio del al tar al fie de la tarima , y hecha reveren cia , se santigua , y dice en voz clara : En el nombre del Padre, y ¿el Hijo, y del Espíritu Santo. Amen. Juntando despues las manos ante el fecho, Entraré empieza al la altar antífona de Dios. : Ministro. Al mismo Dios que re Despues gocija mi dice mocedad. alternativamente oon los Ministros : Sacerdote. Júzgame , Dios , y se para mi causa de la gente no santa : líbrame del hombre in justo y engañoso. Min. Puessi tú eres , Diosmio , mi fortaleza , ¿por qué me has des echado? ¿ por qué ando triste quando me aflige el enemigo ?

ae>3 SANCTA MISSA.

■ n nomine Patris , et Filii, et Spiritus Sancti. Amen.

Introibo ad altare Dei. Min. Ad Deunt qui latificatju~ ventutem meam. .

Sac. Judiea me Deus , et discerne causam meam de gente non sancta , ab homine iniquo et doloso erue me. JVÍin. Quia tu es Deus fortitU' do mea : quare me repulisti? et quare tristis incedo , dum ajjligit me inimicus ?

304 Sac. Emitte lucem tuam , ei verita tem tuam : ipsa me deduxerunt , et adduxerunt m montem sanctum tuum , et in tabernacula tua. Mín. Et introibo ad altare Deu ad Dewn qui luetificat juvetltutem meam. ' ' Sac. Confitebor tibi in cithara Deus , Deus meus : quare tristis es anima mea? et criara conturbas me? " ' Min. Spera in Deo , quoniam adhuc confitebor Mi : salutarg "vultus mei, et Deus meus. Sac. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Min. Sicut erat in principio ," et nunc , et semper , et in saculo, " sacMorum. Amen. Sac. Introibo ad altare Dei; " Min. Ad Deum qui Utificatju* ventutem meam.

« 20j Sac. Envia tu luz y tu verdad: ellas me conducirán y me lle varán á tu monte santo y á tus moradas. ( . JMtn. Y entraré al altar de Diosi al mismo Dios que regocija mi mocedad. Sac. Cantaré tus alabanzas con el .." arpa ,ó Dios , ó Dios mio: alma mia, ¿por qué estás tris te? ¿por .qué me perturbas? Iklin. Espera en Dios , porque yo le confesaré en todo tiempo mi Dios y mi Salvador. Sac. Gloria al Padre , y al Hijo, y al Espíritu Santov ..j^.i Jkü'n. Como era en el principio, así ahora y siempre, y por los siglos de, los siglos. Amen. Sac. Entraré al altar de Dios. ¿Min. Áí mismo Dios que rego. cija mi mocedad. ri.,.j

206 Sa(. Nuestro amparo está en el nombre del Señor. Min. Que hizo el cielo y la tierra. Despues junta el Sacerdote las ma nos? é inclinado profundamente dice la, Confesion'. NOTA. En las Misas de los difun tos y en las de la Dominica de Pasion hasta el sábado santo exclusive se omi te el salmo Júzgame Dios ', con el Glo^ ría Patri,_j» la repeticion de la antífona. Yo pecador me confieso á Dios todopoderoso, á la bienaventu rada siempre Virgen María , al bienaventurado S.Miguel Arcán gel, al' bienaventurado S. Juan Bautista , á los Santo* Apóstoles S. Pedro y;S. Pab1o¡,y*?á iodos los Santos yf d vosotros 'mis herma* nos (así dice el Sacerdote : los Mi nistros¡dicen:;' á vás Padre), que miento, peqüé gravemente palabra y con obra di ; por pensa* mi culpa, por mi culpa/ por mi gra>

20? Sao Adjutorium hosttnm in no mine Domini. . « Min. Quifecit calum tt ttrram. ...

.. V.

. . :

Confíteor Deo omttipotenti, beata María semper Virgini , beato Michatli Archangelo , beato Joanni Baptista , Sanctis Apostolis Petro et Paulo, omnibus Sanctis, tt -vobis fratres (et tibi Pater); quia peccavi nimis cogitatio" ne, verbo, et opere, mea culj?a , mea culpa mea maxi' ma culpa. Ideo precor beatam Mariam semper Ftrgittem , beatum Michaelem Ar

2o8

changelumj heatum Joamen Baptistam , Sanctos Aposto los Petrum et Paulum , omnes Sanctos , et vos fratres ( et te Pater) orare pro me ad Dominum Deum nostrum.

Min. Misefeatut tui omnipotens • Deus, et dimissis peccatis tuis y perducat te ad vitam . aternam. , •• ¡4vT. '. ,• oac. Amen.

Sac. Misereatur vestri omnipo tens Deus ,et dimissis pecca tis vestris , perducat vos ad vitam aternam. .s, Tf\i., Min.Ámen-' Sac. Inajulgentiam , absolutionem,

Ü09

vísima culpa. Por tanto ruego á la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado S. Mi guel Arcángel , al bienaventurado S. Juan Bautista, á los Santos Apóstoles S.Pedro y S.Pablo y á todos los Santos , y á vosotros mis hermanos (ó d vosJPadri) que rogueis por mí á Dios nuestro Señor. Min Dios todopoderoso tenga misericordia de tí , te perdone tus pecados, y re lleve á la vida eterna. Sac. Amen. Después dicen los Ministros la Con fesion, con. la diferencia advertida en su lugar ; y concluida dice el Sacerdote :

Dios todopoderoso tenga mise ricordia de vosotros, y perdo nandoos vuestros pecados , os Min. lleve Amen. á la vida eterna. Sac. El Señor todopoderoso y o

2IO

misericordioso nos conceda in dulgencia, absolucion , y perdon de nuestros pecados. Min. Amen. Sac. Dios mío, si te vuelves á nosotros, nos darás vida nueva. Min. Y tu pueblo se regocijará en tí. Sac. Muéstranos, Señor, tu mi sericordia. Min. Y danos tu Salvador. Sac. Señor, oye mi oracion. Min. Y mi clamor JJegue á ti. Sac. El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. Sute el Sacerdote al altar, y dice en voz clara: OSEMOS. Y en secreto:

Suplicarnoste , Señor , que qui tes de nosotros nuestras iniquida des, para que merezcamos entrar

31 % et remissionent peccatorum , nostrorum tribuat nobis omnipotens et misericors DominuSj Min. Amen. Sac. JDeus tu conversas vivifi* cabis nos. Min. Et plebs tua Jeetabitur in . te. Sac. Ostende nobis , Domine , mir sericordiam tuam. Min. Et salutare tuumdanobis, Sac. Domine exaudí oraiionettt mearñi Min. Et clamor tfteus ad te veñtat. Sac. Dominus vobiscum. Min, Et cum sjtiritu tua. ^

.

OREMVÍ. Aufet a nobis , qtusumus Do' ruine , iniquitates riostras «í ad Sancta Sanctorum , jpuris mg'

212 reamur mentibus introire. Per Christum Dominum nostrum. Amen. Oramus te, Domine , per mé rito. Sanctorum tuorum , quorum reliquia hic sunt , et ornnium Sanctorum : ut indulgere digneris omnia peceata mea. Amen.

K/rie elei'son. Kyrie elei'son. Kyrie elei'son. Christe eletson. Christe elei'son. Christe elei'son. .

2I3 al santuario con pureza de cora zon. Por Jesuchristo nuestro Se ñor. Amen. Luego besa el altar diciendo : Te suplicamos, Señor , por los méritos de tus Santos cuyas reli quias estan aquí, y de todos los Santos, que te dignes perdonar me todos mis pecados. Amen. Despues lee el Introito del día , y vuelto al medio del altar dice : Sac. Señor , ten piedad de no sotros. JMin. Señor, ten piedad de no sotros. ;; Sac. Señor , ten piedad de no sotros. Min.Cb.mto, ten piedad de no sotros. Sac. Christo , ten piedad de no sotros. Jifót. Quisto, ten piedad de no sotros. ... . .. .



aI4 Saf. Señor , ten piedad de nosotros. Min. Señor, ten piedad de no-, sotros, Sac. Señor, ten piedad de no sotros. Gloria á Dios en las alturas, y paz en la tierra á los hombres de buena voluntad. Alabamoste:, bendecímoste: adoramoste: glo rificamoste : te damos gracias por to grande gloria: Señor Dios, Rey del cielo , Dios Padre todopodero so: Señor, Hijo unigénito, Jesuchristo : Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, que quitas, los pecados del mundo, ten mise ricordia de nosotros : que quitas los pecados del mundo , recibe nuestro ruego: que estás sentada á la diestra del Padre , ten piedad de nosotros. Porque tú solo eres Santo , tú solo Señor , tú solo Altí-

Kyrle eleison. JZjrie eleison. Kyrie eleison. Gloría in excelsis Deo , et in terra pax hominibus bon<e voluntatis. Laudamus te. Benedidmits te. Adoramus te, Glorificamus te. Gratias agimus iibi propter magnam gloriam tuam. Domine Deus , Rex calestis, Deus Pater omnipotens. Domi ne Fili unigenite Jesu Christe. Domine Deus , Agnus Dei, Fi lms Patris. Qui tollis peccata mundi ,miserere nobis. Qui tollis peccata mundi , suscipe deprecationem nostram, Qui sedes ad dexteram Patris , miserere no bis. Quoniam tu solus Sanctus, tu solus Dominus , tu solus Al

ai 6 tissimus , Jesu . Christe , citm Sancto Spiritu , in gloria, Dei Patris. Amen. ,. v.»,/» Sac. Dominus vobiscum. Min. iíí c«m sgiritu tuo.

JEx Epístola B. Pauli Apstolf ad Romanos. Habentes autem donationes secundum gratiam qu<¡e data est nobis , diferentes : sive prophetiam secundum rationem fidei, sive ministerium in minis trando, sive qui docet in doc trina , qui exhortatur in exhor tando , qtíi tribuit in simplicitate , qui pr<¡eest in solicitudine, qui miseretur in hilaritate. Dilectio sine simulatione. Odientes

Simo Jesuchristo , con el Espíritu Santo dre. Amen. , en la gloria de Dios . Pa-.i. Vuelto el Sacerdote alpueblo dice: El Señor sea con vosotros, Jtfin. Y con tu espíritu. Luego dice la oración llamada Co lecta^ la Epístola , que varía seguñ la: festividad ; y no pudiendo acomodarse todas en este libro manual , se pone par te de una de S. Pablo á los Romanos: cap, ig. v.
2l8 amandoos recíprocamente cort amor fraternal : adelantandoos pa ra honraros unos á otros ; en ha cer bien nada perezosos: fervoro sos de espíritu ; sirviendo al Se ñor : en la esperanza gozosos ; en la tribulacion sufridos : en la ora cion perseverantes: socorriendo citando las necesidades la hospitalidad. de los santos: Bendecid ejer á vuestros perseguidores : bende cidlos , y no queráis maldecirlos. Gozaos con los que se gozan : I/o rad con los que lloran : sintiendo entre vosotros una misma cosa: no preciando cosas altas ,sino aco modandoos á las humildes No seais sabios en vuestra opinion : nopagando á nadie mal : procurando bienes, no solo delante de Dios, sino tambien delante de todos los hombres. Si ser puede, quanto esté de vuestra parte , teniendo.

219

rnalum , adhar entes bono : charítate fraternitatis inv'cem di ligentes : honore invicem prave*. nientes : solicitudine non pigri: spiritu ferientes ; L omino ser^ vientes : spe gaudentes ; in tribulatione patientes ; orationi instantes : necessitatibus sanctorum communicantes ; hospital litatem sedantes* JBenedicitepersequentibus vos ; benedicite* et nolite maledicere, haudere funt gaudentibus , flere cum jlentibus. Idipsum invicem sentientes : non alta sapientes , sed humüibus consentiantes. Nolite esse prudentes apud vosmetip-\ sos : nulli malum pro malo r$ddentes ;- providentes bono. non tantum coram Deo , sed etiam coram omnibus hominibus Si fieri potest , quod ex vobis est, cum omnibus hominibus pacent.

í>20

habentes : non vosmetipsos defettdentcs charissimi , sed date Ioeum ir<se. Scriptum est enim : mihi vindicta; ega retribuam , dicit Dominus. Sed. si esurierit inimicus tuus , ciba illum : si siiit , potum da Mi : hoc enim faciens , carbones ignis congeres super caput ejus. jVblli vinci d malo , sed vince in bono malum, ur

Munda cor meum , ac labia mca,omnipotens Deus, qui labia Isaías Propketne calculo mundas* ti ignito : ita me tua grata miseratione dignare mandare , ut sanctum Evangelium tuttm digne valeam nuntiare. Per Christum Dominum nostrum. Ameiu

paz con todos los hombres : no defendiendoos vosotros mismos, muy amados ; mas dad lugar á la ira; porque escrito está: A mime pertenece la venganza: yo pagaré, dice el Señor . Por tanto , si tu ene migo tuviere hambre , dale de co mer : si tuviere sed , dale de beber: porque si esto hicieres , carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. No te dexes vencer del mal; mas vence el mal con el bien. Concluida, la Efístola sigue el Gra dual, que tambien varía;y luego ya el Sacerdote al medio del altar , y dice : ,

Purifica mi corazon y mis labios, © Dios omnipotente, que purifi caste los labios del Profeta Isaías con un carbon encendido: y por tu graciosa misericordia dígnate puri ficarme de manera que pueda anun ciar dignamente tu santo Evange lio. Por ChristoNtro. Sr; Amen.

»21 Dame , Señor , tu bendicion. El Señor sea en mi corazon y en mis labios , para que digna y com petentemente anuncie yo su san to Evangelio. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espirita Santo. Así sea. Antes de empezar el Evangelio dice El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. ' El Evangelio varía tambien seguit Ja festividad , y par esú se pone a-/ta una parte del cap. XI. de S. Mateo, ¡ue siempre es oportuna,. Sac. Continuacion del Evangelio , segun S. Mateo. Min. Gloria á ti , Señor. ' En aquel tiempo, respondien do Jesus dixo : Alábote , Padre, Señor del cíelo y de la tierra , por gue escondiste esto á los sabios y á los entendidos, y lo descubriste i los párvulos. Así es , Padre ; pot-

Jube Domine benedicere. Dominus sit in torde meo , et in labiis meis : ut digne et competenter annuntiem sanctum pvangelium suunt. In nomine Patris , et Filii, et Sjpiritus Sancti. Amen. Dominus 'vobiscum. Min. Et cum spiritu tuo.

Sequentia sancti Evangelii secundum Matthaum. Min. Gloria tibi Domine. In illo tempore responden* Je' sus , dixit : Confíteor tibi Pater, Domine cali et terra , qui abscondisti hac d sapientibus , et jjrudentibus ,et revelasti eapar*vulis. Ita Pater , quoniam si

224 fuit placitum ante te. Omnza mihi tradita sunt d Patre meo. Et nenio novit Filium nisi Pater, neque Patrem quis novit nisi Filius , et pui voluerit Filius revelare. Venite ad me omnes, qui laboratis , et onerati etr tis , et ego reficiam vos. Tollite jugum cite d me meum , quia supermitis vos ,sunt et dis, ét humilis corde , et invenietis re' quiem animabus vestris. Jugum enim meum suave est , et onus meum leve.

Min. Laus tibi Christe.

.

.1

Sac. Per Evangelica, dicta de leantur nostra delicia, vs. ' . ' . .. . >.,' r».\r.v.j>

225 que así fué de tu agrado. Mi Pa dre puso en mi mano todas las co sas ; mas no conoce ninguno al Hijo sino el Padre, ni conoce nin guno al Padre sino el Hijo , y aquel á quien lo quisiere revelar el Hi jo. Venid á mí todos los que teneis trabajos y estais cargados, y yo os aliviaré. Traed mi yugo so bre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de co razon , y hallareis reposo para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. Concluido el Evangelio dicen los Mi nistros: ..[ o. .

Alabado seas , ó Jesuchristo. Y haelPor leido Sacerdote el sean santo besando borrados Evangelio el Evangelio nuestros quedice: se

pecados.

....•.;:;

Vase luego en medio del altar , y dice ti Símbolo. : i .'. .: -v ;,.,i¡

226

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso , Criador del cielo y de la tierra , y de todas las cosas visibles é invisibles : y en un solo Señor Jesuchristo , Hijo unigéni to de Dios , y nacido del Padre an tes de todos los siglos : Dios de Dios : luz de luz : Dios verdadero de Dios verdadero : engendrado, no hecho , consubstancial al Pa dre , por quien han sido hechas to das las cosas. El qual por nosotros los hombres y por nuestra salva cion baxó de los cielos. Y encarnó .por el Espíritu Santo de María Virgen, y se hizo hombre. Fue tambien crucificado por nosotros baxo el poder de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado. Y resu citó al tercero dia segun las Escri turas. Y subió al rielo, donde está sentado á la diestra del Padre. Y ha de venir segunda vez con ma-

227

Credo in unum Deum , Patrem omnipotentem , factorem cali ir terra , vtsibilium omnium , et invisibilium. Et in unum Dominum Jesum Christum, Filium JDei unigenitum. Et ex Patre natum ante omnia sacula. Deum de Deo , lumen de lumine , Deum verum de Deo vero. Genitum, non factum , consubstantialem Patri : per quem omnia facta sunt. Quipropter nos homines , et jjropter nostram salutem descendit de calis. Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Mario. Virgine : et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis : sub Pontio Pilato passus , et sepultus est. Et resurrexit tertia die , secundum Scripturas. Et ascendit in calum : sedet ad dex~ teram Patris. Et iterum venturus est cum gloria , judic are tipa

228 tos et mortuos : cujus regni non erit Jinis. Et in Spiritum Sanetum , Dominum et tivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui cuín Patre et Filio simul adoratur,etJonglorificatur : qui locutus est per Prophetas. Et Unam , Sanctam , Catholicam et Apostolicam Ecclesiam. Confí teor unum baptisma in remissionem peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum. Et iAtam venturi steculi. Amen. Sac. Dominus vobiscum. Min. Et cum spiritu tuo. Sac. Oremus.

Suscipe Sancte Pater , omnipotens ateme Deus , hanc imma culatam hostiam , quam ego. indignus famulus tuus ojfero tibi

229 gestad á juzgar los vivos y los muertos ; y su reyno no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo , Señor y vivificante , que procede del Pa dre y del Hijo: que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado : que habló por boca de loa Profetas. Creo una Iglesia Santa , Católica y Apostólica. Confieso un bautismo para perdon de los pecados ; y espero la resur reccion de los muertos, y la vida del siglo venidero. Así sea. Sae. El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. Sae. Oremos. Dice despues el Sacerdote el Ofertorio del dia , toma la patena en que está l» hostia ,y ofreciéndola dice:

Recibe , ó Santo Padre omni potente y eterno Dios , esta hos tia sin mancha , que yo indigno siervo tuyo te ofrezco á tí, Dios

23° . " mío vivo y verdadero , por mis innumerables pecados y ofensas y negligencias , y por todos los que estan presentes; y tambien por todos los fieles christianos vi vos y difuntos , para que á mí ?r á ellos nos aproveche para a salvacion en la vida eterna. Amen. . Al bendecir el agua que ha de echar en el cáliz dice :

O Dios , que maravillosamente formaste en dignidad á la natura leza humana , y que mas maravi llosamente la reparaste : concedenos que por el misterio de esta agua y vino seamos participantes de la divinidad de aquel que se dignó hacerse participante de nuestra humanidad, Jesuchristo tu Hijo nuestro Señor : el qual vive y reyna contigo en unidad

.*3r Deo meo vivo et vero ,pro innumerabilibus peccatis et offen~ sionibus, et negligentiis meis, et pro omnibus circumstantibus, sed et pro omnibus Jidelibus Christianis vivis atque defunctis : ut mihi et illis proficiat ad salutem in vitam <eternam. Amen.

Deus y qui humante substan tive dignitatem mirabiliter condidisti , et mirabilius reformasti : da nobis per hujus aqua et vini mysterium , ejus divinitatis esse consortes , qui humanitatis nostroe Jieri dignatus est particeps , Jesus Christus Filius tuus Dominus noster: qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus,

232

per omnia sacula saculorum. Amen. Offerimus tibi, Domine, caUcem salutaris , tuam deprecan tes clementiam : ut in conspectu divina Maje statis tu* , pro nostra et totius mundi salute cum odore suavitatis ascendat. Amen.

In spiritu humilitatis , et in animo contrito suscipiamur d te , Domine : et sic fiat sacrificium nostrum in conspectu tuo hodie , ut placeat tibi, Domine Deus.

Veni sanctifícator omnipotens áteme Deus : et benedic hoc sa

233

del Espíritu Santo , Dios por to dos los siglos de los siglos. Amen. Al ofrecer el cáliz dice:

Ofrecernoste , Señor , el cáliz del Salvador , implorando de tu clemencia que como olor de sua vidad suba ante el acatamiento de tu Magestad divina para nues tra salvacion y la de todo el mun do. Amen. Puestas las manos sobre el altar pro sigue :

Con espíritu de humildad y corazon contrito seamos, Señor, recibidos por tí : y de tal manera sea ofrecido nuestro sacrificio hoy en tu presencia , que te sea agra dable, mi Dios y Señor. Despues , extendiendo las manos y le vantando los ojos , dice :

Ven , ó santificador , Dios to dopoderoso y eterno , y bendice

«34 este sacrificio preparado á tu san* to nombre. LavaréAlmis lavatorio manos dice entre : los inocentes , y andaré , Señor , al re dedor de tu altar. Para oír la voz de tu alabanza , y contar todas tus maravillas. Señor, amado he la hermosura de tu casa y el lugar donde habita tu gloria. No pier das, ó Dios, mi alma con los im píos, ni mi vida con los hombres sanguinarios , en cuyas manos estan las maldades, y cuya diestra está colmada de presentes. Pero yo he caminado en la inocencia: redímeme , y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado firme en el camino recto : yo te bendeciré, Señor, en las Iglesias. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo , como era en el princi pio , así ahora y siempre , y por

erificium tuo sancto nominiprxparatum. Lavabo inter innocentes manus meas : et circumdabo altare tuum , Domine : ut audiam vocem sa mirabilia laudis , ettua. enarrem Domine univerdilexi decorem domus tua , et locum habitationis gloria tua. Ne perdas cum impiis Deus animam meam , et cum viris san~ guinum vitam meam : in quorum manibus iniquitates sunt : dextera eorum repleta est muneribus. Ego autem in innocentia mea ingressus sum : redime me, et miserere mei. Pes meus stetit in directo. In Ecclesiis benedicam te, Domine. Gloria Patri , et Filio , et Spiritui Sancto. Sicut erat in princi pio , et nunc , et semper , et in

236 saculo, saculoritm. Amen. Suscipe , sancta Trinitas, hané oblationem^ quam tibi ojferimus ob memoriam passionis, resurrectionis , et ascensionis Domini nostri Jesu Christi : et in honore beata Maria semper Virginis , et beati Joannis Baptistoe , et Sanctorum Apostolorum Petri et Pauli , et istorum, et omnium Sanctorum: ut illis proficiat ad honorem, nobis autem ad salutem : et Mi pro nobis intercedere dignentur in calis , quorum memoriam agimus in terris. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen. Orate fratres : ut meum ae vestrum sacrificium acceptabile fíat apud Deum Patrem omnipotentem.

237 los siglos de los siglos. Amen. Inclinado Recibe, luego ó en Trinidad medio delSanta, altar dice: es ta ofrenda que te presentamos en memoria de la pasion , resurrec cion y ascension de nuestro Señor Jesuchristo, y en honra de la bienaventurada siempre Virgen María , y de S. Juan Bautista y de los Santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo , y de estos y de todos los demas Santos, para que á ellos les sirva de honor, y á nosotros para la salvacion : y aquellos se dignen interceder por nosotros en los cielos, cuya memoria celebra mos en la tierra. Por el mismo Christo OradVuelto nuestro , hermanos al pueblo Señor. , para dice: Asíque sea.es

te sacrificio mio y vuestro sea agradable á Dios Padre todo poderoso.

238

Min. El Señor reciba de tus ma nos este sacrificio para alaban za y gloria de su nombre , y tambien para nuestra utilidad y de toda su santa Iglesia. Sac. Amen. Reza luego la oracion secreta del día, y sigue:

Por todos los siglos de los siglos. Min. Amen. Sac. El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. Sac. Elevad el corazon. Min. Lo tenemos en el Señor. Sac. Demos gracias á Dios nues tro Señor. Min. Es digno y justo. Prefacio comun. Verdaderamente es digno y jus to , saludable y de nuestro deber, que te demos gracias siempre y en todo lugar, Señor Santo, Pa

23? Min. Suscipiat Dominus sacrifidem ciumetde gloriamnominis manibus tuis ad sui,ad lautiusque utilitatem Ecclesia quoque nostram su<s sancta. , toSac. Amen.

Sac. Min.Peromnia Dominus Amen. vobiscum. sacula saculorum.

Min. Et cum spiritu tuo. Sac. Min. Sursum Gratias Habemus corda. agamus ad Dominum. Domino

Deo nostro. Min. Dignum et justum est.

Vere dignum et justum est, aquum et salutare , nos tibi semper , et ubique gratias agere : Domine Sancte, Pater om~

240 nipotens , aterhe Deus , per Christum Dominum nostrum. Per quem Majestatem tuam laudant Angeli, adorant Dominationes , tremunt Potestates. Cali, Calorumque Virtutes, ac beata Seraphim , soda exultatione concelebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admitti ja beas deprecamur , supplici confessione dicentes ; Sanctus , Sanctus , Sanctus , Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt ceeli et terra gloria tua. Hosanna in excelsis. Benedictus qui venit in nomine Domini. Hosanna in excelsis. Canon Missa?. Te igitur , clementissime Pa' ter,per Jesum Christum Filium tuum Dominum nostrum , supplices rogamus ac petimus , uti

241 dre omnipotente, eterno Dios, por Jesuchristo nuestro Señor: por el qual alaban tu Magestad los Angeles, la adoran las Dominacio nes , tiemblan ante ella las Potes tades , los Cielos y las Virtudes de los Cielos, y los bienaventurados Serafines la celebran con mutuo regocijo : con cuyas voces te supli camos admitas tambien las nues tras, diciéndote con humilde con fesion : Santo , Santo , Santo es el Señor Dios de los exércitos. Los cielos y la tierra estan llenos de tu gloria. Sálvanos en las alturas. Bendito el que viene en nombre del Señor. Sálvanos en las alturas. Se inclina frofundamente el Sacerdo te , y dice t

clementísimo Hijo y bendigas Pedírnoste nuestro estos ,ySeñor por rogárnoste dones, Jesuchristo , que estos ,recibas Padre pretu

Q

242 sentes, estos santos sacrificios sin mancha ; los quales te ofrecemos en sia primer Católica, lugar á lapor qual tu santa'Iglete dignes darla paz, guardarla, mantenerla en union , y gobernarla por toda la redondez de la tierra , junta mente con tu siervo nuestro Papa N. y nuestro Prelado N. y nues tro Rey N. , y todos los ortodo xos que profesan la fe católica y apostólica. Acuérdate Memoria, Señor por los ,vivos. de tus sier vos y siervas N. y N. Aquí se hace una pausa para enco mendar á Dios á aquellos por quienes se quiere pedir en particular ,y continúa:

Y de todos los presentes , cu ya fe y devocion te es conocida, por los quales te ofrecemos, ó los quales te ofrecen este sacrificio de alabanza por sí y por todos los suyos, por la redencion de sus

243 ta accepta hac sacrificia dona ,habeas hac illibata munera , et , benedicas ,h<¡ec in sano pri-

mis qua tibi offerimus pro Ecclesia tua Sancta Catholica, quam pacificare , custodire, ad unare , et regere digneris toto orbe terrarum : una cum famulo tuo Papa nostro N. et Antistite. mostro N. et Rege nostro N. et ómnibus orthodoxis , atque catho lica ér apostolicafidei cultoribus. Memento , Domine , famulorumfamularumque tuarum NNL

Et omnium circumstantium, quorum tibifides cognita est , et nota devotio,pro quibus tibiofferímus : niel qui tibi offerunt hoc sacrificium laudis pro se , suisque omnibus : pro redemptione

244 animarum suarum , pro spe salutis et incolumitatis sua : tibique reddunt vota sua aterno Deo vivo et vero. Commünicantes , et memoriam venerantes , in primis gloriosa semper Virginis Mario, , Genitricis Dei et JDomini nostri Jesu Christi: sed et beatorum Apostolorum ac Martyrum tuorum , Petri et Pauli , Andrea, Jacobi, Joannis , Thoma , Jacobi,Philippi, Bartholomai, Matthai , Simonis , et Thaddai, Li nt, Cleti , Clementis ¡Xysti, Cor. nelii, Cypriani, Laurentii, Chry. sogoni , Joannis et Pauli , Cosma et Damiani, et omnium Sanetorum tuorum , quorum meritis precibusque concedas , ut in om nibus protectionibus tua muniatnur auxilio. Per eumdem Christum Dominum nostrum Amen.

almas , por la esperanza de su sa lud y conservacion , y tributan sus votos á tí , Dios eterno , vivo y verdadero. Nosotros, que participamos de una misma comunion, y venera mos la memoria en primer lugar de la gloriosa siempre Virgen María Madre de Jesuchristo Dios y Señor nuestro, y tambien de tus Santos Apóstoles y Mártires Pedro y Pablo, Andres, Jacobo, Juan, Tomas, Diego, Felipe, Bartolomé , Mateo , Simon y Tadeo, Lino, Cleto, Clemente, Six to , Cornelio , Cipriano , Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cos me y Damian , y de todos tus San tos: te pedimos que por sus mé ritos y ruegos nos fortalezcas en todo con el auxilio de tu protec cion. Por el mismo Christo nues tro Señor. Amen.

3.¿fi Con las manos extendidas sobre la hostia, y el cáliz dice:

Rogárnoste pues, Señor, que re cibas benignamente esta ofrenda de nuestra servidumbre,. que lo es tambien de toda tu familia , y, que ordenes en tu paz todos nues tros dias , y nos libres de la eter na condenacion , y nos cuentes en el número de tus escogidos. Por Christo nuestro Señor. Amen. La qual ofrenda te rogamos, ó Dios , te dignes hacerla en todo bendita , dedicada , aprobada , ra zonable y agradable, para que se convierta para nosotros en el cuerpo y sangre de tu muy ama do Hijo Christo nuestro Señor. El qual un dia antes de pade cer tomó el pan en sus santas y venerables manos, y levantando los ojos al cielo , á tí Dios, su Pa dre omnipotente , dándote gra cias,' lo bendixo, partió, y dio

247

Hanc igitur oblationem servitutis nostra , sed et cuncta fa• milia tuce , quasumus Domine, tit placatus accipias : diesque nostros in tuapace disponas , at-que ab ¡eterna damnatione nos eripi , et in electorum tuorum jubeas grege numerari PerChristum Dominum nostrum. Amen. Quam oblationem tu Deus in omnibus, quasumus , benedictam, adscriptam , ratam , rationabh Jem, acceptabilemque facere digneris : ut nobis corpus , et sanguis fiat dilectissimi Filii tui Domini nostri Jesu Christi. Qui pridie quam pateretur, accepit panem in sanctas ac venerabiles manus suas ; et ele'vatis oculis in calum ad te JDeum Patrem suunt omnipotentem , tibi gratias agens , be

248 nedixit , fregit , deditque discijpulis suis , dicens.

Unde et memores , Domine, nos servi tui, sed et plebs tua sancta ejusdem Christi Filii tui Domini nostri tam beata passionis , nec non et ab infe ris resurrectionis , sed et in ca los gloriosa ascensionis ; offerimus praclara Majestati tua de tuis donis ac datis hos tiam puram, hostiam sanctam, hostiam immaculatam , panem sanctum vita aterna , et calicem salutis perpetua. Supra qua propitio ac se reno vultu respicere digneris , et accepta habere , sicuti accepta habere dignatus es munera pueri tui justi Abel, et sacrijicium Patriarchd nostri Abraha : et auod tibi obtulit Sum

249 á sus discípulos , diciendo : Sigue luego la consagracion, la ele vacion y adoracion , y continúa :

Por tanto , Señor , haciendo me moria nosotros tus siervos y tu pueblo saríto de la bienaventu rada pasion del mismo Christo tu Hijo nuestro Señor , y de su re surreccion de los infiernos, como tambien de su gloriosa ascension al cielo , ofrecemos á tu incompa rable Magestad de tus mismos do nes y dádivas la hostia pura, la hostia santa , la hostia inmaculada, el pan santo de vida eterna , y el cáliz Sobre de lalosperpetua quales dígnate salvacion.ex tender la vista con semblante pro picio y sereno, y aceptarlos, co mo te dignaste aceptar los dones de tu siervo justo Abel, y el sa crificio de nuestro Patriarca Abrahan, y el «jue te ofreció tu Sumo

25° Sacerdote Melchísedech , sacrifi cio santo , hostia inmaculada. Se inclina profundamente el Sacerdo te, y dice :

Rogárnoste humildemente , J)ios todopoderoso , mandes que por manos de tu santo Ángel sean llevadas estas cosas á tu sublime altar á la presencia de tu divina Magestad , para que todos quantos, participando de este altar, re cibiéremos el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo , seamos col mados de todas las bendiciones y gracias celestiales. Por el mismo ChrístoMemoria nuestropor Señor. los dijuntos. Amen. Acuérdate tambien, Señor, de tus siervos y siervas N. y N. que nos han precedido con la señal de la fe , y duermen en el sueño de la paz. Aquí ruega en particular por los di funtos que quiere.

25* mus , Sacerdos dech sanctum sacrijicium tuus Melchise-' , immaculatam hostiam.

Supplices te rogamus , omnipotens Deus : jube h<¡ec perferri per manus sancti Angeli tui in sublime altare tuum in conspectu divina Majestatis tuce : ut quotquot , ex hac altaris participatione sacrosanctum Filii tui corpus , et sanguinem sumpserimus , omni benedictione caelesti , et gratia repleamur. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen. Memento etiam , Domine ,famulorum famularumque tuarum 2V. et N. qui nos pracesserunt cum signo fidei , et dormiunt in somno pacis.

25a Ipsis , Domine , et omnibus in Christo quiescentibus locum refrigerii , lucis , et pacis , ut indulgeas, deprecamur. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen,

Nobis quoquepeccatoribusfamulis tuis de multitudine miserationum tuarum sperantibus, partem aliquam et societatem donare digneris , cum tuis Sanctis Apostolis et Martyribus : cum Joanne , Stephano , Mathia , Barnaba , Ignatio , Ale jandro , Marcelino , Petro , Fe licitate , Perpetua , Agatha, Lucia , Agnete , Coecilia , Anas tasia, et omnibus Sanctis tuis: intra quorum nos consortium,non astimator meriti , sed venia, queesumus , largitor admitte. Per quem hac omnia , Do

253 queAdescansan estos , Señor en Christo , y á todos , te su los plicamos les des el lugar de re frigerio, de luz y de paz. Por el mismo Christo nuestro Señor. Amen. Dándose un golfe de pecho , y con voz mas alta dice:

Y tambien á nosotros pecado res siervos tuyos, que esperamos en la muchedumbre de tus mise ricordias, dígnate darnos alguna parte y compañía con tus Santos Apóstoles y Mártires , con Juan, Estéban , Matías , Bernabé , Igna cio, Alexandro, Marcelino, Pe dro, Felicitas, Perpetua, Águe da , Lucía , Ines , Cecilia , Anas tasia, y todos tus Santos : en cuya compañía te rogamos nos admi tas , no por mérito nuestro , sino por don de tu gracia. Por Jesuchristo nuestro Señor , por quien produces siempre todos estos bie

a$4 nes nos ,los losdas. santificas Por él , los y con vivificas él , y ,en y él , á tí , Dios Padre todopode roso , en unidad del Espíritu San to , es dado todo honor y gloria. Por todos los siglos de los siglos.

Min. Amen. Sac. Oremos. Amonestados con preceptos saludables, y dirigi dos por la enseñanza del mis mo Dios , nos atrevemos á de cir : Padre nuestro, que estás en los cielos , santificado sea tu nombre : venga á nosotros tu reyno : hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo: el pan nuestro de cada dia dá nosle hoy, y perdónanos nues tras deudas , así como nosotros perdonamos á nuestros deudo res ; y no nos dexes caer en tentacion.

255 mine, semper tificas , vivificas bona, creas benedicis , sanc, et pr astas nobis. Per ipsum , et cum ipso , et in ipso, est tibi Deo Patri omnipotenti , in imi tate Spiritus Sancti, omnis ho nor et gloria. Per omnia sacu la saculorum. Min. Amen. Oremus. Praceptis salfitaribus moniti , et divina institutione formati , audemus dicere : Pater noster , qui es in calis, sanctificetur na men tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in calo , et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte no bis debita nostra , sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem. •

256 Min. Sed libera nos d malo. Sac. Amen. Libera nos , quasumus Domi ne , ab omnibus malis prute ritis , prasentibus , et futuris: et intercedente beata et glo riosa semper Virgine Dei GenitriceMaria, cum beatis Apostolis tuis Petro et Paulo , atque Andreea , et omnibus Sanctis : da propitius pacem in diebus nostris : ut ope misericor dia tiiee adjuti, et d peccato^ simus semper liberi , et ab omni perturbatione securi. Per eumdem Dominum nostrum Jesum Christum Filium tuum , qui tecum vi.vit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus per omnia sacula s<¡eculorum. Min. Amen. Pax Domini sit semper tobiscum.

Min. Mas líbranos de mal. Sac, Amen. Rogárnoste, Señor , que nos li bres de todos los males pasados, presentes y venideros ; y por in tercesion de la bienaventurada y gloriosa siempre Virgen María Madre de Dios , y de tus bien aventurados Apóstoles Pedro y Pablo y Andres , y todos los San tos , danos benignamente paz en nuestros dias, para que ayudados con el auxilio de tu misericordia perseveremos siempre libres de pecado, y seguros de toda pertur bacion. Por el mismo Jesuchristo nuestro Señor tu Hijo, que con tigo vive y reyna , un solo Dios con el Espíritu Santo , por todos los siglos de los siglos. Amen. Min. Amen. Parte la hostia, y dice;

La paz del Señor sea siempre con vosotros.

2$8 Min. Y córi tu espíritu.! ' .r. Echa en el cáliz una partícula di ciendo: ,r:. y .'. ¡. . Esta mezcla y consagracion del cuerpo y sangre de Jesuchristo nuestro. Señor nos sea de vida eterna á los que los recibimos. Amen. . ,¡C. v Cordero de Dios , que quitaslos pecados del mundo, ten miseri cordia de nosotros. Cordero de Dios , que quitas los pecados, del mundo, ten miseri cordia. de nosotros, a..: Cordero de Dice , quequitas los pecados del mundo, danos paz. Indinase profundamente, y diceS f Señor mio Jesuchristo, que dixiste á tus Apóstoles : la paz 08 dexo , mi paz os doy; no.atiendas á mis pecados , sino i la, fe & tu . Iglesia, y dígnate de darla paz, y unirla , segun tu volontad. Tu que vives y reynas, Di&, Por

259 Min. Et cum spiritu Uto. "

\ ,V.i>T

;\. .:. .

- Hac commixtio. et consecratio corporis , et sanguinis Domini nostri Jesu Lhristi , Jiat accipientibus nobis in vitam <eter.nam. Amen. .•. - Agnus Dei , qui tollis peccatamundi , miserere nobis. - Agnus Dei ,. qui tollis peceelta mundi , miserere nobis. Agnus Dei , qui tollis peccata mundi y da nobis pacem. \Domine Jesu Christe , qui dixisti Apostolis tuis :pacem relinquo vobis,pacem. meútndo vobis: fie respicias peccata tnea , sed Jidem Ecclesia tu&s eamque sexundttm.voluntatetHiudm pacifi car* •, et coadunare.digneris. (¿ui

a6o vivis et regñas Deus , per omnia sécula s.teculorum. Amen. Domine Jesu Christe, Fili JDei vivi , qui ex voluntate Patris , cooperante Spiritu Sancio, per mortem tuam mundum vivificasti : libera me per hoe sacrosanctum Corpus , et sanguinem tuum ab omnibus iniquitatibus meis , et universis malis : etfac me tuis semper inñarere mandatis , et d te numquam separan permitías :.. qui tum eodem De o Paire et Spirifu Sancto vivis et regnas Díus in sacula saculorum. Amen. Perceptio corporis tui , Domi ne Jesu Christe ,quod ego indignus sumereprasumo, non mihi proveniat in judicium et condemnationem : sed pro tua pietate prosit mihi ad tutamentum men tis et corporis , et ad medelam percipündant. Qui vivis et reg'

a6i todos los siglos de los siglos. Amen. Señor mio Jesuchristo, Hijo de Dios vivo , que por voluntad del Padre y cooperacion del Es píritu Santo diste por tu muerte la vida al mundo; líbrame por es te tu sacrosanto cuerpo y sangre de todos mis pecados y de todos los otros males , y haz que yo es té siempre unido á tus manda mientos, y no permitas que me. separe jamas de tí , que con el Pa dre y con el Espíritu Santo vives y reynas, Dios, por los siglos de los siglos. Amen. ^ La participacion de tu cuerpo, ó Señor Jesuchristo , que yo in digno me atrevo á recibir , no sea para mí juicio y condenacion , si no que por tu misericordia me sir va para defensa de mi alma y cuerpo, y para remedio de mis males: que vives y reynas con

a6a Dios Padre ea unidad del Espí ritu Santo , Dios , por todos los siglos de los siglos. Amen. Recibiré el pan celestial, é in> Tocaré el nombre del Señor. Toma la hostia consagrada en la ma no izquierda , y dándose golpes de fecho dice por tres veces : Señor, no soy digno de que entres en mi morada ; mas di solo una palabra, y mi alma será sa na. Despues hace la señal de la cruz con la sagrada hostia diciendo: El cuerpo de nuestro Señor Je* suehristo guarde mi alma para la vida eterna. Amen. Recibido el cuerpo de nuestro Señor Jesuehristo , toma el cáliz y dice .. é por dado Con invocaré ¿Qué todos alabanzas ? Tomaré retribuiré los el nombre el invocaré bienes cálizyoque de del allaSeñor, Señor. me Señor salud, ha

2¿3 ñas cum Deo Paire in imitate Spiritus SanctiDeus,per omnia seecula saculorum. Amen. Panem calesiem accipiam'iet nomen Domini invocabo.

Domine , non sum dignus , ut intres sub tectum meum : sed tantum ma mea. dic verbo .•.•'.i , et sanabitur ani-.

Corpus "Domini nostri Jesu Christi custodiat animam meam in vitam ceternam. Amen.

Quid retribuam Domino pro ómnibus quae retribuit mihi? Ca lióem.salutaris accipiam.,.et no men Domini invocabo. Laudans invocabo Dominum , et ab inir

264 mieis meis salvus ero.

Sanguis Domini nostri Jesu Christi custodiat animam meam ift vitam aternam. Amen.

Quod ore sumpsimus , Domine, pura mente capiamus : et de mu nere temporali fiat nobis remedium sempiternum. ,

Corpus tuum , Domine , quod sumpsi , et sanguis, quem potavi , adhareat visceribus meis: et prcesta , ut in me non rema neat seelerum macula , quem pu ra et sancta refecerunt sacra menta. Qui vivis et regnas in Seecula saculorum. Amen.

26$ y «eré libertado de mis enemigos. Hace la señal de la cruz con el cá liz diciendo :

vida suchristo La eterna. sangre guarde de Amen. nuestro mi alma Señor paraJela

Recibida la sangre del Señor, y echa do vino en el cáliz for la primera ablu cion , dice.:

beneficio nosotros tomado conHaz, puropor remedio temporal Señor, corazon la boca eterno. que lose; que yhaga recibamos que hemos para este

Echado vino y agua en el cáliz para la segunda ablucion , dice :

Únanse, Señor, á mis entrañas tu cuerpo que he recibido , y tu sangre que he bebido ; y haz que no quede mancha de pecado en mí , á quien han alimentado tan puros y santos sacramentos. Tú. que vives y reynas por los siglos de los siglos. Amen.

*66 . Despues reza la antífona llamad* Communio,_y vuelto al pueblo dice: El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. .. i l Dice luego la oracion llamada Postcommunio , y vuelto al pueblo repite : , El Señor sea con vosotros. Min. Y con tu espíritu. Sac. Idos , que ya es Misa. . En las .Misas en que no se ha dicho Gloria tar dice; , vuelto el Sacerdote hacia el al~ Bendigamos al Señor. Min. Gracias á Dios. i . Inclinado en medio del altar dice esta oracion: i, , :. Séate agradable , ó santa Trini dad , el obsequio de mi servidum bre , y haz que el sacrificio que yo, aunque indigno, he ofrecido á los ojos de tu Magestad , te sea aceptable ; y á mí y á todos aque llos por quienes lo he ofrecido sea por tu piedad propiciatoria..

267

Dominus vobiscum. Min. Et cum spiritu tuo.

Dominus vobiscum. Min. Et cum spritu tuo. Jte , Missa est.

Benedicamus Domino. Min. Deo gratias. .

. Place at tibi , Sancta Trinitas, obsequium servitutis mea , et pasta : ut sacrificium , quod oculis tu<e Majesiatis indignus obtuli^ tibi sit accepabile , mihique , et omnibus pro quibus illud obtuli, sit , te miserante , pro* fitiabik. Per Cbristum Domi*

s68 num nostrum. Amen.

Benedicat vos omnipotens. Dcus , Pater , et Filius , et Spiritus Sanctus. Min. Amen. •. ", Dominus vobiscum. . < ; - Min. Et cum spiritu tuo. Initium sancti Evangelii sc cundum Joannem. Min. Gloria tibi Domine. .\ In principio erat Verbum t et Verbum erat apud Deum , et Deus erat Verbum. Hoc erat in principio apud Deum. Ontñia per ipsum facta sunt : et sine\ tpso factum est nihil. Quodfactum est : in ipso vita erat , et vita erat lux hominurn : ¿t lux in tenebris lucet , et tenebros eam non comprehsnderunt. Fuit homo missus d Dea , cui nomen erat

269 Por Christo nuestro Señor. Amen. Besa el altar, y se vuelve al pueblo para bendecirle diciendo:

Padre Bendígaos , Hijo , Dios y Espíritu todopoderoso, Santo.

Min. Amen. '..¡. .;.:' Al comenzar. el. Evangelio de S. Juan:

El Señor sea con vosotros. •Min. Y con tu espíritu. Sac. Principio del santo Evange. lio segun S. Juan. Min. Gloria á tí , Señor. .. En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las co sas fueron hechas por él ; y nada de lo que fué hecho se hizo sin él. En él estaba la vida , y la vida era la luz de los hombres;. y la luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la comprehendiér ron. .Hubo un hombre enviado de

270 Píos , que sé llamaba Juan. Este vino para ser testigo , para dar testimonio, para que todos cre yesen por él. No era él la luz; si no para dar testimonio de la luz. 'La luz verdadera era la que ilu mina á todo hombre que viene á esté mundo. Está. en el mundo , y el mundo fué hecho por él , y el mundo no lo conoció. Virio á lo suyo , y los suyos no lo recibie ron. Mas á todos quantos lo reci bieron les dio potestad de 'ser he chos hijos de Dios, á los que creen en su nombre, los quale& se'n na cidos no de sangre, ni de volun tad de carne , ni de voluntad de .varon , sino de Díbs. Y el Vferbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, glo ria como del ¡Unigénito del Pa dre, lleno de gracia y de verdad. Min. Gracias á Dios. . .

271

Joannes. Hic venit in testimonium , ut testimoniumperhiberet de lumine , ut omnes crederent per illum : non erat Ule lux , sed ■ut testimonium perhiberet de lu mine. Erat lux vera , qua illuminat omnem hominem venientem in hunc mundum. In mundo erat , et mundus per ipsumfactus est, et tnundus eumnon cognovit. Inpropria venit ,et sui eum non receperunt. Quotquot autem receperunt eum , dedit eis potestatemjilios Dei Jieri ,his ,qui credunt in no mine ejus : qui non ex sanguinibus , neque ex. voluntate carnis, ñeque ex voluntate viri, sed ex Deo nati sunt. Et Verbum caro factum est , et habitavit in nobis: et vidimus gloriam ejus , gloriam quasi Unigeniti d Patre, plenum gratia et veritatis. Min. Deo grafias.

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