Esta experiencia me la enviaron y es de un hermano de Brasil, es realmente emocionante!!
• Un joven precursor de 22 años, trabajando solo en el territorio de su congregación, tocó en una determinada casa. El morador, mostrando cierta irritación, le pidió al joven que aguardase. Volvió armado y disparó un tiro, matando al joven en el lugar. Ese hombre, dijo en su juicio, que tenía un profundo odio por los Testigos de Jehová, y él ya había advertido que mataría a la primera persona que osase tocar la puerta de su casa. Fue condenado y preso. Años después, en libertad condicional, volvió a morar en el mismo lugar.. Los hermanos de la congregación de aquel territorio fueron avisados y evitaron predicar en aquella casa. Pero había un hermano que deseaba visitar la casa de nuevo. Le aconsejaron no hacerlo, pero después de mucha insistencia consiguió que la visita fuese permitida. Pensaba, que al fin, años en la prisión podrían haber cambiado a aquel hombre. Y así, el hermano fue a visitar la casa del asesino. Este quedó muy sorprendido y preguntó si acaso él no sabía que ya había matado a un testigo años antes. El hermano le respondió que sí sabía, y eso impactó al hombre, quiso conocer al hombre capaz de tener tanto coraje de tocar su puerta. Invitó al hermano a pasar, y se comenzó un estudio bíblico con él. Los meses pasaron y la verdad de la Palabra de Jehová quedó clara para aquel hombre, ahora conocía un Dios capaz de perdonar hasta los pecados mas graves. Su progreso espiritual era evidente, pero al ser invitado al Salón del Reino, no acepto. Dijo que no podría ir al Salón si los padres del joven que él había asesinado no pudiesen perdonarlo también. 'No es necesario' dijo el instructor, 'Jehová ya lo perdonó, El no lleva cuenta de lo que usted hizo antes de tener conocimiento exacto'. Aun así, el estudiante de la Biblia rehusaba aceptar la invitación a asistir al Salón. Dijo que precisaba del perdón del padre del joven que había asesinado, sino, no conseguiría ir al Salón. 'De verdad necesita eso?' pregunto el hermano, insistiendo en la misma pregunta. 'Necesita que el mismo padre del joven le diga que lo perdonó?' Cuando el hombre respondió que sí...el hermano dijo: 'Entonces considérese perdonado, pues yo soy el padre del joven que usted asesinó'. Hoy ambos sirven juntos en la misma congregación, y ansían juntos el día en que Jehová traerá de vuelta a la vida a aquel joven en la resurrección. El discurso fue concluido después de eso, mostrando el valor del perdón genuino, y ciertamente aquella experiencia tocó profundamente el corazón de aquellos que la escucharon… ES DIFICIL, PERO NO IMPOSIBLE, EL ARTE DE PERDONAR.