En El Reino Del Peyote

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~

En el reino

EL DCIONAL

del peyote

de cualquier material de este Diario sin la

JOSE JESUS VilLA

Prohibida la reproducción total o parcial autorización expresa de /05 editores

sentin;i~ntos reli!!ioso-far.iséicos selectJSlmO grupito, constituyen

PELAYO

_______________

ma".

y

lo cieno

n uno de sus libros.

en la pompa.

Martín

"peregrinaje"

Heidegger

-

de"un el al-

es que el sólo pensar

eircunstancia

y gala del

papal: en la desafOJ1unada

ec~plic'!.elp~JigJ:2 -""in;ersión de t~mto dinero: e~I:E~..c9J1'::,eJ-..".que entraiia la reli-, sión. repentina y oportuna. de] alma de gión cuando se los políticos y gobernantes que co]oca-' comporta

-o es uti-

lizada- como medio para desviar la atención del pueblo: como organismo manipulable

o susceptible

ción: como mecanismo

de manipula-

de distorsión

r<Ín la alfombra

roja bajo los pies del

m<Íximo obispo romano: en el extravío mental que supone organizar el magnífico fOllr del mandatario

religioso

-en

de

un país en el que el pueblo asume cada

la conciencia colectiva, Y Marx postulaba una idea aÚn m<Ís corrosiva y álgi-

día la enorme carga ¡mímica y económica de las erratas de sus gobemantes- li-

,da. Decía: "La religió!! es el alll/a de

ll/1

Así. Marx describe la religión -pero no lo religioso- co-

111l//ldu sin co}'(/~ún".

mo un universo

vacío cuyos vértices

zan en ocasiones la iniquidad: allilll/{s de un mundo hueco: manifestación

última

los movimientos

1'0-

como el como la

de la entropía

espirituales.

de

Decía

teralmente

causa grima -o peor aún. es-

tu por. Sospechamos que. previendo los desajustes futuros. a la creativa maquinaria mental de nuestm

gobierno

se le

ocullió la genial idea de traer al seíior Wojtyla. Así. pues. es preciso imaginar -para tener una impresión

supeli'icial

lo gravoso de este "peregJin:~e"-

de

que se

••... es el espíritu de una época sin espíritu. Un opio para ellme-

invitaa un personaje cuya preseneia haría parecer a la de Clinton o Yeltsinuna

blo·'. Como

mera alegoría. Pero no se hable de los gastos. ni de la retreta -o de la feria- que

también:

fuere. en estos primeros

del ajio. he discernido. dad. las palabras

días

con mayor clari-

de Marx: las conclu, •.

se prepara en La Carlota. ni de los días de paralización

del aeropuerto.

ui de los

sioues metafísicas de Heidegger y las experiencias allicinógenas de Henri Mi-

tres mil integrantes de orquestas y coros. ni de los francotiradores en los alre-

cheaux. Ahora. mientras observo -día tras día. hora tras hora. en televisión-

dedores del aeropuerto. ni de los cuarenta mil efectivos de las Fuerzas Ar-

Ias persistentes. insípidas e insólitas nÓtici:is e imÚgenes sobre la visita del P¡l-

madas para pmteger la vida del humildc visitante. nI del papamóvil -tecnología y

pa a nuestro país: sus palabras vacías y sus demandas a la santa virgen del Ko-

billete ciento por ciento l'eiIezolanos. La realidad es aLÍn m<Ís dramática e iró-

ro\\'III!~.1'1Í -advierto.

con ligera ingenui-

dad. por qué la religión constituyc elúltimo y m<Íximo estadio de la entmpía de los movimientos puede

del espíritu

ser usufructuada

y cómo

por polítieos

¡]Vezados. por hombres poderosos. por t~lriseos vestidos con ropajé de eordems o por col11erCÍ<mtes sin escrÚpulos distraer

la mirada de

1,1

para

mayoría. cueste

nica: A alguien

por allí se le ocurrió

meter nuestra cabeza e inteligencia en el polvito del Peyo!e. en el reino de los TIIJ'{/hllllW/'(/S. hish.

en el vientre

en el rito del Cigllri.

del Hlls-

en las entra-

lias de la ClIIlIIII!Ji.l' indica para que padezcamos las visiones de Antonin Ar¡aud o el desdoblamiento Caslaíieda.

Ahora

tengo

teúrgico

de

por axiomas

lo que eueste. De hec\hJ. en Venezuela se ha utilizado -y se utiliza- la religión

los que en un principio presentí eomo ingenuos postulados. Pero tal vez yo

como jugo de adormidera, como hoji(¡¡de coca parJ dmgar el pensamiento

esté equivocado ocurra retribuir

del pueblo.

que aquí con absoluta prodigalidad

paradiJigirlo.

con dolo. ha-

y al seíior Wojtyla se le un poco de la caridad se ]e

eja una realidad menos patética y quiZÚs

dispensa

y prepare.

más conveniente:

obsequio

más digno y menos débil que

La del Reino del Pe-

1'0/1'. la de las alas del 7irlllgllri.

En nuestro

país

"sin corazón".

los

para los <Ígapes. un

~I de su visita::quiz¡ís alguno de los humildes tesoros del Vaticano.

¡H([rtes. 30 de enero de /996

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