El Poder De La Mente

El poder de la mente Zitha Rodríguez Montiel Cada uno de nosotros posee un poder mental que por lo general no utiliza completamente. Todo lo que somos nos indica que estamos compuestos por mente en mayor dimensión que por materia. Humano en sánscrito también se traduce como todo mente. Luego entonces, somos todo mente en un cuerpo físico.El poder de la mente es de naturaleza energética, por tanto hasta nuestros tiempos no ha sido debidamente estudiado este poder. La habilidad psíquica, que poseemos no es un privilegio de algunos. Todos nacemos con un talento natural que logra que podamos percibir las intenciones de los que nos rodean, presentir un peligro, saber quién nos llama cuando suena el teléfono, y percibir la energía negativa de aquel que se acerca a nosotros con malas intenciones. Es increíble cómo la capacidad psíquica de cada uno de nosotros se muestra en nuestra vida como un abanico de posibilidades, sólo que no les concedemos mucho interés especialmente a aquellas habilidades que se clasifican dentro del campo de la telepatía, la clarividencia, la intuición, la curación por manos o por energía, la capacidad de ver el aura en otros, la telekinesis, es decir la capacidad de mover objetos a distancia, y por supuesto, la posibilidad de saber qué están pensando los demás de uno mismo. Existen otras cualidades mas que se han clasificado en el campo de la parasicología como la percepción extrasensorial. Estas capacidades psíquicas humanas son tan importantes, que la NASA experimentó la telepatía con los astronautas, con exitosos resultados, a principios de los 60. Ellos utilizaron las cartas estándar para probar la telepatía entre astronautas en órbita y psíquicos en tierra, y obtuvieron resultados positivos. La capacidad de enviar y recibir mensajes telepáticos no se reduce al tiempo o al espacio. Inclusive los experimentos realizados cuando las naves se encontraban en órbita en lugares diametralmente opuestos a los psíquicos en tierra, eran tan perfectos como cuando ambos estaban a escasos metros de distancia. También en Rusia se realizaron experimentos similares. Para ello se llamaron a aquellas personas que, tras un análisis específico se clasificaron como psíquicos agudos, con una capacidad mental capaz de interferir o de captar los secretos de operadores de complejas computadoras. El uso de los poderes parasicológicos podría traer enormes implicaciones si no se utilizan adecuadamente. En este tipo de experimentos el escritor norteamericano Ingo Swann aseguró en los años 80 que los rusos estaban a la cabeza.

El hombre es energía pura y ya lo demostraron en el desarrollo del campo psíquico con la fotografía kirliana, que puede tomar fotografías del aura, es decir del campo magnético que emana de la materia. Los Kirlian, matrimonio ruso, desarrollaron en los años 40 una técnica fotográfica para detectar las radiaciones que emanan de objetos vivos o inanimados. Los Kirlian, a través de la cámara, descubrieron colores en torno a los insectos, en las hojas, en el cuerpo humano, lo cual modificó su forma de pensar respecto de la condición psíquica y energética del hombre. Ellos también descubrieron que de los dedos emanaba una poderosa energía con poderes curativos que podía transferir su propia energía a otros cuerpos integrando su radiación con la de otra persona de manera que hubiera un intercambio de energía. Al mismo tiempo encontraron que aun cuando hubiera cambios en el cuerpo físico humano, el cuerpo energético mantenía su forma original. Descubrieron también que desde que nace el ser humano tiene un cuerpo específico energético, que algunos clasifican como fantasma límbico que no modifica su tamaño, a medida que crece. Y que aunque el individuo pierda, a lo largo de su vida, uno o mas miembros el fantasma límbico no modifica su forma original. John Barklam, escritor inglés, mencionó durante una entrevista con la autora, que todo cuanto existe, particularmente las cosas vivientes, tienen su contraparte psíquica. El efecto conocido como fantasma límbico muestra que nuestra energía (conocida por los místicos como aura) está completa, a pesar de que nos falte un brazo o una pierna. Dijo Barklam que esa energía emana de la mente y que muestra el poder que esta tiene en nuestra personalidad y en nuestra vida y que esta se expande en torno a nuestro cuerpo como un campo de fuerza del cual emanan partículas específicas de energía individual, cada una de estas desarrollando un carácter especial y agregando a su sabiduría infinita conocimientos adquiridos en cada una de sus vidas. El doctor Vasiliov, científico ruso, publicó en los años 50 un libro titulado Experimentos de sugestión mental, en el cual escribió que el campo mental del hombre es tan poderoso que puede: 1) Transmitir el pensamiento a través del Cosmos de mente a mente. 2) Penetrar mentalmente en cualquier objeto o persona que desee, inclusive en viajeros a través del espacio. 3) Un campo mental puede interferir en los pensamientos de una persona por lejana que esta se encuentre. Y cuando esto último sucede el receptor, al captar las ondas mentales enviadas hacia él percibe la imagen del emisor que llega hasta él con claridad y entonces surge un recuerdo, tal vez lejano o cercano, eso depende de cuándo haya sido la última vez que se encontraron o se llamaron por teléfono. El doctor Ron Anjard, también de origen inglés, plantea una hipótesis más: el hombre que ha desarrollado su mente puede traspasar las barreras del tiempo y conectarse con personas que han tenido vínculos psíquicos en el pasado o en el futuro.

Inclusive con aquellos que se encuentran en un plano mas allá de este mundo material. Este ultimo concepto hace posible el concepto de la psicometría, en el cual una persona sensitiva también conocida como psíquica puede percibir de objetos inanimados, información de su pasado, quienes fueron sus propietarios, donde tuvo lugar su fabricación, y cuando y cuánto tiempo tuvo duración su vínculo con su propietario. La telepatía fue científicamente probada en los años 80s, y desde entonces quedó establecida como un hecho. Una forma común de telepatía es cuando pensamos en una determinada persona que no hemos visto por algún tiempo sin ninguna razón para pensar en esta, y poco después nos encontramos con ella, nos envía una carta o nos llama por teléfono. La gente que está asociada con esta clase de pensamientos o sentimientos y que permite que se desarrollen, obtiene bastante de esta clase de telepatía. En algunos casos puede parecer que esta habilidad en unos individuos está mas desarrollada que en otros, pero el que no se utilicen estas habilidades puede ser multifactorial ya que estos dones pueden haber sido negados por sus creencias, ya que algunas religiones tienen por sentado que este tipo de cualidades proviene de los bajos astrales. Sin embargo lo aceptemos o no, estamos continuamente practicando esa clase de comunicación telepática especialmente con nuestros seres queridos. Un hombre que ha sufrido un accidente automovilístico puede imprimir sus emociones profundamente y enviar a su esposa un mensaje con el deseo de que ella sepa lo sucedido. ¿Acaso se necesita un estímulo emocional para enviar telepáticamente un mensaje? El Dr. Anjard dice que no es necesario, lo que sucede es que en ese momento se imprime mayor energía en el mensaje, por el impacto emocional que genera el incidente. Si la esposa es receptiva puede captar el envío telepático y saber que su esposo ha sufrido un accidente automovilístico en el momento en que éste ha ocurrido. El doctor Rhine, quien diseñó las cinco cartas más importantes utilizadas por los estudiosos para efectuar experimentos de telepatía, concluyó después de realizar cientos de experimentos telepáticos, que cada hombre, mujer o niño, tiene la capacidad de practicar la telepatía como parte de su equipo mental con el que ha llegado a este planeta. Lo único que se requiere es practica para desarrollarlo. Quizás la parte mas fascinante de estas habilidades psíquicas es la proyección psíquica o astral. Personas que han estado sobre una plancha de operación, bajo anestesia, o cuando se encuentran en un estado cercano a la muerte, han reportado haber visto su cuerpo físico descansando en la plancha o en su cama y al mismo tiempo escucha las conversaciones entre las enfermeras o doctores, mientras observa desde otro ángulo todo aquello como si se tratara de una escena ajena al individuo.

Este cuerpo astral es invisible para aquellos que se encuentran en el plano material, excepto quizás para quienes tienen desarrollada su vista psíquica. En este estado, su vista se convierte en una enorme pantalla periférica desde donde puede observar todo cuanto sucede en torno a su cuerpo. Su mente capta todo aquello que rodea a su cuerpo físico, y por supuesto a su astral, los cuales, según Anjard, continúan unidos a través de un cordón umbilical a los que los místicos llaman el cordón de plata. Este vínculo permanece unido al cuerpo físico hasta que se produce la muerte. Si estos fenómenos han recibido la atención de científicos reputados entonces significa que existe algo más importante que el cuerpo físico, y que la función mental es independiente del cuerpo físico. Mucha gente no está interesada en desarrollar sus capacidad psíquicas y aunque no le concede mayor importancia, las utiliza o las ocupa constantemente. El desarrollo psíquico conciente puede ser muy interesante en la medida en que nosotros despertamos nuestras capacidades síquicas. Para hacerlo, en primer lugar, debe desarrollarse la telepatía, como ya se ha mencionado al principio. Es decir entrenando a nuestra mente tratando de adivinar el nombre del interlocutor cada vez que alguien toca a la puerta o cuando suena el teléfono. Nada está más allá de nuestro propio poder. Po medio de este ejercicio puede desarrollar su personalidad y su comprensión en la vida. Le traerá mayores satisfacciones si dirige sus experimentos hacia un desarrollo espiritual. Al respecto, la investigación psíquica en torno a la telepatía está rodeada de teorías, ideas y opiniones a cual mas disímbolas, pero sólo usted podrá comprobarlo si lo hace en forma individual y podrá, a través de la psicometría, medir su propia capacidad. Cada uno de nosotros puede desarrollar su mente... si es su voluntad lograrlo.