Para ti que amas...
Cuando en tu corazón se abra, llena de vida, la flor perfumada del amor, recuerda que alguien la plantó un día dentro de ti.
Cuando tu corazón se ilumine con el suave colorido de la puesta del sol, recuerda que alguien amaneció contigo.
Cuando el fuego de la pasión queme tu corazón, consumiendo todas tus fibras en la inmolación del placer, recuerda que alguien encendió esa llama.
Cuando tu corazón esté bordado de sueños dorados, tejidos con hilos de luz de luna, recuerda que alguien coloreó tu mundo interior.
Cuando la noche te encuentre con el corazón partido y angustiado por las amarguras recogidas en el día, recuerda que hay alguien esperándote con el pañuelo en la mano.
Cuando el insomnio te haga dar vueltas desesperadamente en la cama, recuerda que alguien puede sembrar sueños de paz en tu mente.
Cuando la soledad te oprima y tu grito no encuentre eco, recuerda que allá, del otro lado, alguien ama tu compañía y entiende tu clamor.
Cuando tus secretos no quepan más dentro de ti, amenazando romper los diques de tu alma, recuerda que existe alguien dispuesto a recogerlos y guardarlos con el cariño y la dignidad que tú esperas.
Cuando en tu corazón habite el azul del cielo, la calidez del sol, el gorjeo de los pájaros, el perfume de las flores, la nostalgia del atardecer, el encanto de las mañanas, la serenidad de los lagos y la sonrisa de la ventura, recuerda que alguien ha tocado tu corazón con la varita milagrosa del amor.
¡TU, que amas y vives en el contradictorio mundo del arco iris y de la oscuridad, de la calma y de la agitación, de la paz y de la inestabilidad, sabe que existe alguien más que habita en tu planeta!
En las horas felices, comparte con ella tus sonrisas, en las horas de soledad, ve, levántate y búscala dondequiera que esté. ¡NO mires el reloj! ¿Qué importan las horas? La vida es tan corta, no hay tiempo que perder!
Tú que amas, si tienes el coraje y la sencillez de hacerlo así, abre tus labios y canta el milagro del amor, porque sólo el "amor" aproxima a las personas y hacen que hablen el mismo lenguaje...
Las personas son regalos que la vida me ha dado.Ya vienen envueltos,algunos en forma muy bella y otros de una manera menos atractiva. Algunos han sido maltratados en el correo; otros llegan como "entrega especial"; llegan envueltos, cerrados o rígidos. Pero la envoltura no es el regalo, es importante darse cuenta de esto; Es muy facil equivocarse en este sentido, juzgando el contenido por el estuche. Ocasionalmente el regalo se abre con facilidad; otras veces se necesita la ayuda de mas personas;Tal vez porque hay miedo, quiza por haber sido heridos antes y no quieren ser lastimados de nuevo; alguna vez se abrieron y luego se descartaron. Yo como persona, como todas las demás personas también soy un regalo. Poseo una bondad que es sólo mía.
Y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura. Tal vez temo decepcionarme, quizá no confío en lo que llevo dentro. Pudiera ser en realidad que nunca he aceptado el regalo que soy. Cada encuentro y comunicación entre personas es un intercambio de regalos. Mi regalo soy yo, tú eres tu regalo. Somos obsequios de Dios unos para otros. Es difícil pensar en ocasiones que aquel que me ha lastimado es también un regalo de Dios, pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con ella, seguramente encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos tiene una enseñanza para crecer en su amor, en nuestra fe... Nosotros mismos podemos tener una envoltura tan maltratada por el tiempo y/o las circunstancias, pero lo que llevamos dentro siempre es hermoso, pues quién lo puso ahí es nuestro Creador, solo tendríamos que ver hacia adentro y estar listos para darnos...... Descubre en tu interior todos los dones que El Señor te conformó y sé el digno regalo para todos aquellos que te necesitemos.