EL NUEVO DE LOS NUEVOS
Y si me preguntan sobre mi vida, diría que no es sencilla; una vida cuyos problemas no faltan en el día a día es común, pero no todas las vidas tienen los mismos problemas. El problema de todos es uno mismo, somos nuestros problemas; nacemos, nos complicamos y morimos, eso pienso yo. Cuando llegué al colegio todo parecía un disparate, tanta variedad en un solo sitio me sorprendió, a diferencia de mi anterior colegio, veía varias culturas urbanas alrededor, diferentes pensamientos sobre ciertas cosas de la vida, maneras de expresarse, ser, hacer y hablar; todo esto es nuevo para mí. Llegué a un sitio donde era nuevo, ya que todos se conocen tiempo atrás, gente que ha estado junta desde antes de entrar al colegio, otras personas que ya han socializado y las que ya tienen lazos de amistad, ya habían llegado. Por un tiempo ya no eran nuevos relativamente, pero yo sí. No conocía a nadie y para completar, no tenía ni la menor idea de la existencia de los que me rodean. Nos diferenciamos de los demás en nuestra forma de pensar, de ser y hacer, nadie es igual a otro, todos somos diferentes mentalmente. Llegué a un curso donde me clasifican como el sabelotodo, pero prefieren decirme “nerdo”. Fui criado por una madre contemporánea, una abuela medieval, una tía moderna y otra que su forma de ser es igual a la de mi madre; mi padre y yo no tenemos una relación estable, pero mi madre dice que yo me parezco en ciertas cosas en él, todo esto me ha hecho ser la persona que soy, adicionando que, según el horóscopo, soy piscis, agregando sobre los estudios del cerebro, soy zurdo, por lo tanto, soy un revuelto de ideales revolucionistas con una gran pasión por el arte, todo esto me ha hecho temer de las personas, siento que si me llegasen a conocer podrían juzgarme por la manera que soy. 10-07 me ha gustado, en el sentido de que puedo ver que la inteligencia va más allá de haberse comido miles de enciclopedias, o de haber estado en las suficientes actividades didácticas como para llegar a ser un heredero de Aristóteles. La astucia que he visto en mis compañeros es voraz, su manera de pensar es lo contrario a la mía, pero eso los hace apasionante de conocerlos, ante todo ciertos que ven el arte en un vehículo, otros que se encierran en el cubículo y los que clasifican como raros. Llegar allá no ha sido fácil, pero tampoco puedo negar que no me han dado piedad este año. Llevo 3 semanas y 3 días en 10-07 y la he pasado genial, me ha desahogado como persona que soy y no he escuchado comentarios negativos que provienen de mis compañeros, al contrario, recibo halagos como “qué nerdo eres” o “ya, parce, cállese. Ya sabemos que usted sabe mucho”. Esas cosas me hacen sentir por parte bien, me hacen reír, no es mi culpa que me hayan criado así, pero así como ellos me aceptan yo los acepto, los estimo mucho y espero que sigan invirtiendo en mí esos “halagos” tan envidiables.
El Lenguaje Gíglico Se trata de un lenguaje musical que se interpreta como un juego, además de ser un lenguaje exclusivo, compartido por los enamorados, que los aísla del resto del mundo. El glíglico es un lenguaje creado por Julio Cortázar. El glíglico tiene la misma sintaxis y morfología que el español, usando palabras normales con otras inventadas pero reconocibles como sustantivos o verbos, y puntuando correctamente las frases. Una posible fuente de inspiración es el Jabberwocky de Lewis Carroll. Está presente en Rayuela, donde el capítulo 68, está completamente escrito en él: “Los perfumes, los himnos órficos, las algalias en primera y en segunda acepción… Aquí olés a sardónica. Aquí a crisopracio. Aquí, esperá un poco, aquí es como perejil pero apenas, un pedacito perdido en una piel de gamuza. Aquí empezás a oler a vos misma. Qué raro, verdad, que una mujer no pueda olerse como la huele un hombre. Aquí exactamente. No te muevas, dejame. Olés a jalea real, a miel en un pote de tabaco, a algas aunque sea tópico decirlo. Hay tantas algas, la Maga olía a algas frescas, arrancadas al último vaivén del mar. A la ola misma. Ciertos días el olor a alga se mezclaba con una cadencia más espesa, entonces yo tenía que apelar a la perversidad -pero era una perversidad palatina, entendé, un lujo de bulgaróctono, de senescal rodeado de obediencia nocturna-, para acercar los labios a los suyos, tocar con la lengua esa ligera llama rosa que titilaba rodeada de sombra, y después, como hago ahora con vos, le iba apartando muy despacio los muslos, la tendía un poco de lado y la respiraba interminablemente, sintiendo cómo su mano, sin que yo se lo pidiera, empezaba a desgajarme de mí mismo como la llama empieza a arrancar sus topacios de un papel de diario arrugado. Entonces cesaban los perfumes, maravillosamente cesaban y todo era sabor, mordedura, jugos esenciales que corrían por la boca, la caída en esa sombra, the primeval darkness, el cubo de la rueda de los orígenes. Sí, en el instante de la animalidad más agachada, más cerca de la excreción y sus aparatos indescriptibles, ahí se dibujan las figuras iniciales y finales, ahí en la caverna viscosa de tus alivios cotidianos está temblando Aldebarán, saltan los genes y las constelaciones, todo se resume alfa y omega, coquille, cunt, concha, con, coño, milenio, Armagedón, terramicina, oh callate, no empecés allá arriba tus apariencias despreciables, tus fáciles espejos. Qué silencio tu piel, qué abismos donde ruedan dados de esmeralda, cínifes y fénices y cráteres…”
ECHTRA DIOS DEL ODIO
Afrodita se había casado con Efesto, pero en secreto amaba a Ares, le era fiel con su amante, se escondían de él para que su romance existiera ante los obstáculos. Un día, el Sol le dijo a Efesto que su amada le era infiel, él le tendió una trampa. Cuando los amantes se dieron cuenta ya estaban atrapados en una red mágica que tenía el esposo de la bella diosa, él llamó a todos los dioses para que fueran testigos del engaño. Lo que Efesto no sabía, era que Afrodita estaba embarazada, pero algunos pocos dioses si sabían, como lo era poseidon, el cual pidió piedad con los amantes haciendo que los dos fueran libres de la red. Afrodita, avergonzada y llena de odio, partió a Chipre, pero en secreto del mundo, ella dio luz a su hijo de la relación con Ares, el cual lo crió hasta llegar a su destino. Cuando afrodita llego, descargó toda su ira en su hijo, y lo dejo a la diestra de una pequeña población de la isla. Los aldeanos, al darse cuenta que era un dios, tuvieron miedo y lo aborrecieron. El dios, al darse cuenta de que lo aborrecían, los maldijo eternamente con un maleficio el cual hizo que la humanidad se odiase entre sí y se temiera como le temieron a su dios, llamado echtra, (“έχθρα” que significa “odio”).
SUEÑOS SIN TIERRA
Recuerdo cuando la gente contaba aquellas historias sobre el fin del mundo en el 2000, en aquel año yo tenía 5 años y era uno de los que no creía en eso, con tan sólo 5 años , 3 meses , 4 días de edad pensaba que el mundo se iba acabar más adelante. Éramos una familia muy católica y algo que me enseñaron mis padres era tener en cuenta que Dios es bueno y si Él realmente es bueno, no creo que me haya hecho nacer de mi madre para venir a este mundo y dentro de 5 años, 3 meses, 4 días de nacido vaya a morir sin razón alguna, no había vivido la vida como tal, me la pasaba jugando con carros, balones, con mis amigos, la golosa, entre otros miles de juegos que conformaron una gran infancia. El 27 de septiembre del año 1994 nací yo, Santiago Meneses Torres, mi madre se llama Lolymar Torres Reyes y mi padre se llama Francisco Javier Meneses Espinosa, mis hermanos eran Camilo y los gemelos Andrés y Alex, gracias a Dios yo fui el mayor. Mi tierra natal se llama San Vicente del Cuan, Caquetá. En mi época no sólo existían los monstruos que se esconden bajo la cama o aquellos que viven en la oscuridad, sino también esos que vestían de verde, cargaban armas; asesinaban o secuestraban gente para la final liberarla o asesinarla, a mi alrededor los llamaban Las FARC pero yo prefería decirles monstruos, el nombre les quedaba mejor que ese, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. A mis 5 años viví una época de gente temerosa, a estar a menos de 24 horas para el año 2000 la gente se suicidaban, en grupo, lanzándose de largas alturas, con armas de fuego, y demás formas de despreciar la vida, mientras que acá en Colombia ya tenían su propio problema de escapar de las garras de los monstruos que atemorizaban el pueblo, de los que buscaban lo que querían arriesgando la libertad y la vida de gente inocente era mucho más que temerle a tales mitos. Al pasar el fin del año a los pocos días nació mi hermana, Isabel, era hermosa, gordita, ojos claros y cabello hermoso, en donde vivía todos la querían. Un día, mi madre fue a alimentarla y al verla estaba pálida y sus labios estaban morados, mi madre llamó a mi padre y le dijo que la tocara, pero al tocarla estaba fría y sin vida. A los pocos días fue su entierro, uno muy humilde claro, éramos una familia no tan rica como los demás, o algo pero teníamos lo necesario o algo así, pero por eso no íbamos a impedirle a mi pobre hermana tener un entierro digno, no fue su culpa morir joven, sino de las enfermedades que existían, no nos dimos cuenta que había nacido con un soplo en el corazón, mi madre consultó a un doctor después de muerta y el aclaro que fue por eso que murió. Descansa en paz, querida hermana, no alcanzaste ni a dar tus primeros pasos o a decir tus primeras palabras, pero así es la muerte, insensible e indiferente, casi como yo, porque era pequeño y solo veía muerte por todos lados. No había pasado mucho tiempo cuando los monstruos atacaron nuestras tierras, mi padre se vio afectado en su trabajo, no quedaba nada, solo gente pobre y desempleada. Cuando mi tía nos fue a visitar, se dio cuenta de la miserable vida que teníamos, mi madre estaba en depresión y mi padre buscaba trabajo arriesgadamente, al vernos en aquella situación, lo primero que hizo fue llamar a la abuela para que nos ayudara donde ella vivía, en Bogotá. Al llegar allá todo era distinto, más gente, más autos, más humo, más casas y otras casas inmensas que llegaban más allá de los 2 pisos que veía comúnmente en mi humilde tierra, le pregunté a mi madre cómo se llamaban esos gigantes de cemento y
acero y ella me dijo que se llamaban edificios, donde la gente vivía o también trabajaba. Al llegar a la casa de mi abuela todo el ambiente cambió, ya no era tan lujoso como lo veía al principio sino todo lo contrario, pero lo que me consolaba era que donde estábamos me recordaba mucho mi hogar. Mi abuela nos recibió en su casa por unas horas y de ella solo escuchaba quejidos, que mi padre era un holgazán y mi madre una alcahueta. Por un instante observé un cuadro que estaba en el cuarto de mi abuela, era el de un señor que tenía el corazón en las manos y una de ellas estaba apuntando al cielo, le pregunté a mi madre qué significaba ese cuadro y ella me iba a responder hasta que mi abuela la detuvo, la regaño sin sentido alguno y le dijo que de fe no tenía nada, que era algo inexplicable no habernos enseñado a nosotros, sus hijos, sobre el sagrado corazón de Jesús, pero yo sí sabía de Jesús, mas no de su sagrado corazón, ¿acaso no era más importante saber de la persona que sus órganos? Pero según mi abuela eso si era extremadamente importante, para mi madre era distinto, ella le contestó que de donde veníamos la cultura era distinta, aún mantenían ciertas cosas de sus antepasados indígenas, pero a la vez se adaptaban a la nueva era traída por la colonia, luego mi padre llegó e interrumpió la discusión entre madre e hija con la agradable noticia de que encontró un lugar en donde vivir, se llamaba San Cristóbal, llegamos allá y todo era normal para mí, un techo en donde vivir y una cama en donde dormir era importante. Nos acomodamos al lugar, mi padre empezó a buscar empleo y estudio para nosotros, ya se iban a acabar las vacaciones y no teníamos un colegio en donde estudiar. Hubo un tiempo donde acomodarse a Bogotá era difícil, puesto por la contaminación y el frío que existía, llovía de vez en cuando pero las lluvias eran más comunes que un brillante sol, por esas condiciones uno de los gemelos murió una noche y tuvimos que pasar por otro entierro, luego al poco tiempo murió el otro, quedando mi hermano camilo y yo, pero cuando nos dimos cuenta, nació un nuevo miembro de la familia, se llamaba Tomás, sólo esperaba que ninguno de mis hermanos muriera otra vez. Uno de los gemelos, Alex, murió por una infección respiratoria aguda grave, por no ser cuidada y el otro, Andrés, murió por beber del agua contaminada provocándole diarrea y con ello una deshidratación. Entramos a estudiar y conocí muchos amigos: Daniel, Felipe y Sebastián fueron con los que más convivía. Mi estudio fue destacado y todo marchaba bien, sólo faltaba que mi padre consiguiera empleo. Al ver que mi padre no consiguió empleo, tuvimos que irnos a vivir a otro lugar, se llamaba las cruces, cerca de un caño, uno que queda cerca a los comuneros. Vivíamos en una habitación enfermiza, donde nuestros vecinos arrojaban la basura cerca de donde vivíamos, ese caño era tremendo, su olor era fétido y asqueroso, convivir con eso todos los días era más que un infierno. Ser desplazado por la violencia era algo tenaz, algo en contra de la supervivencia, vivir en el campo era mejor, en vez de sobrevivir en la gran ciudad era de muy difícil, la contaminación era excesiva, el tabaco, los automóviles, la basura en la calle y el humo de las fábricas extranjeras eran causas de enfermedades respiratorias que habían en esta época. Mi padre llegaba la mayoría de noches ebrio, cantando las canciones de los tigres del norte, Antonio Aguilar, Helenita Vargas, Vicente ferdandez y el favorito de él, Dario Gomez. A causa de su vicio no tenía trabajo ya que al conseguirlo al otro día debía presentarse, pero no lo hacía porque no se despertaba por las copas que se bebió. Consiguió un trabajo en Medellín en donde él nos enviaba una comisión de dinero mensual, lo suficiente para vivir bien, pero de un momento a otro dejó de enviar cosas, pero qué se puede esperar de Medellín, el narcotráfico era común y si se hacía algo sin que los jefes supieran de lo que se hace, podrían matar sin piedad
Me vi a mí afectado por eso y me puse a trabajar para el sustento de mi familia trabajando como un vendedor ambulante. Soportando diariamente el humo de los autos. Al pasar el tiempo me enfermé por una intoxicación de los autos y mi madre me prohibió trabajar así, me concentré en mi estudio hasta cumplir 17 años, ya había terminado mi estudio y me quedé un tiempo con mi madre. Cuando la abuela nos fue a visitar se dio cuenta de la vida tan miserable en la que estábamos, la ropa ya era un conjunto de cosidos de trapos, la casa era sucia, el olor era aún más fétido que antes y ya no eran condiciones dignas para vivir, así que la abuela nos envió a vivir a las guacamayas con un primo que se aprovechó de mi madre obligándola a que algunas noches tuvieran relaciones sexuales sin importarle nuestra presencia, fue algo duro, no podía dormir bien y me dolía el alma la situación de dignidad en la que vivíamos. Un día me enfrenté a mi tío pero mi golpeó y preferí irme de la casa, a vivir en la casa de mi difunta abuela, la cual murió por una infección respiratoria aguda, la cual pasó a ser leve, después a una bronquitis, luego a una neumonía, hasta llegar a provocarle la muerte. Conseguí un empleo mejor como cartero, donde conocí a una bella joven con la cual tuve mi primera relación sexual, también conocí a una gota, una bruja, una mujer a la que todos odiaban por amenazar bruscamente a sus deudores. La mujer con la que tuve mi primera relación, falleció y fue el único entierro al que me dolió el corazón, podría decirse que la amaba y ahora la extraño, solo recuerdo su nombre, Dana. Después de la muerte de mi amada, murió la bruja la que todos le debían, tomé uno de sus ahorros y los cuadernos en los que ella escribía y fui a arrojar aquel cuaderno al caño que me atormentaba. Mi gran sueño fue estudiar periodismo, y ser uno de los grandes periodistas en revelar los secretos de pablo escobar, la muerte de Jorge Eliecer Gaitán y los demás mitos del fin del mundo, los fenómenos de la nueva herramienta llamada internet y demás historias que se me antojan descubrir, cumplí recientemente 18 años y al poco tiempo v mi primer eclipse lunar, ahora entraré a los andes con el dinero recaudado. Estamos en el año 2014 y aún continúo mis estudios y espero ser un gran periodista reconocido por todos, profundizando grandes noticias como lo son la causa de la onda de calor y demás ideas del presente.