El madrugón de los estudiantes de los colegios privados De lunes a viernes, unos 80.000 estudiantes de colegios privados tienen que levantarse antes de las 4 de la mañana para esperar el bus del colegio. En las porterías de los edificios se juntan los estudiantes a esperar el bus, se pueden contar hasta 10 rutas en una sola cuadra. El movimiento está entre las 4 y 30 y las 5 y 30 de la mañana, los vecinos piden policías acostados porque hay un alto flujo de tráfico. Estos estudiantes no tienen tiempo ni siquiera de desayunar, es que el bus de su colegio los recoge tan temprano que tomar el desayuno completo es muy difícil, pues el bus los recoge a las 5 y 15 de la mañana. El recorrido de las rutas es tan largo, aproximadamente de hora y media que los estudiantes alcanzan a dormir en sus rutas, para sentirse más cómodos mientras llegan a sus colegios siempre llevan su bufanda y su pequeña cobija térmica para no sentir tanto frio de la mañana, esta es la vida para alrededor de 80.000 estudiantes de la ciudad y municipios aledaños que acuden a colegios privados, pues estos estudiantes deben levantarse sin que haya luz del día y regresar a sus hogares entre las 4 y 5 de la tarde casi anocheciendo. Los padres de estos estudiantes manifiestan que madrugar es una dinámica que las familias han asumido con tal que sus hijos se eduquen bien. Por solo una cuadra, pasan, en un lapso de 10 minutos 15 rutas distintas de buses o microbuses. En las porterías de los edificios o en las puertas de sus casas se ven niños uniformados y papás que los acompañan hasta que llegue el transporte. A esta hora el frio es demasiado fuerte. ¿Pero que tanto afecta esto a los estudiantes? Según la opinión de unos psicólogos, madrugar tanto no aumenta la deserción. En general, no es un factor determinante para aprender además es hecho de que los colegios no cambien su horario de entrada está demostrando que este aspecto no es un problema. Una alternativa que propone los colegios oficiales es realizar convenios con los colegios privados cercanos a las viviendas de los estudiantes, para así no tenerlos que desplazar desde lugares muy lejanos y tener que invertir mucho dinero en contratos de buses escolares.
Nombre: Nathalia Bernal H.
Curso: 1101
Código: 6
El madrugón de los estudiantes de los colegios privados Con esta plata que se ahorraría se podría construir colegios donde hay más necesidad escolar. Del mismo modo muchos estudiantes no tendrían que madrugar tanto e incluso las mamás que son las encargadas de levantar y alistar a los niños mejorarían su calidad de vida. Hay estudiantes que opinan que las madrugadas seguirán siendo heladas y los niños tendrán que continuar con esta rutina, dicen, que aunque a veces les da pereza levantarse tan temprano, el frio se les quita cuando llegan al colegio y se encuentran con sus amigos.
Nombre: Nathalia Bernal H.
Curso: 1101
Código: 6