El Lugre, Un Velero Singular En Baleares

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NÁUTICA

Domingo, 12 de noviembre de 2006 / Diario de Mallorca

HISTORIA NAVAL

El Lugre, un velero singular en Baleares Su gran superficie vélica le permitía un magnífico andar, por lo que algunos fueron armados en “corso” En anteriores artículos se han descrito los distintos buques de vela utilizados por los antiguos marinos de las Islas Baleares. Algunos de ellos, como los jabeques, faluchos, goletas, etc, se dieron con bastante profusión. Otros, como las tartanas, los místicos y velacheros, tuvieron un uso algo menor. Lo mismo cabe decir de los queches, que fueron más bien escasos. Pero quizás el tipo de embarcación más raro y peculiar en la historia de nuestra antigua marina vélica sea la conocida con el nombre de lugre.

Reproducción de “El Lugre”

ILUSTRACIÓN: RAMÓN SAMPOL ISERN

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Pese a sus buenas prestaciones, los armadores se decantaron por nuestros veleros más tradicionales

La palabra “lugre” procede del francés “lougre”, que a su vez lo hace del inglés “lugger”, cosa lógica ya que recibe este nombre del aparejo que es de origen británico, probablemente de la zona de Cornualles. Empezó a difundirse mucho como buque de pesca, en la segunda mitad del siglo XVIII. Pronto lo adoptaron los franceses, especialmente los de la Bretaña, quienes acuñaron el nombre de “lougre” para las unidades de mayor tamaño, quedando la denominación de queche marín, ya en castellano, para el tamaño pequeño.

Diferencias en el aparejo establecieron diversos tipos como los llamados lugres de Falmouth, Deal, Yorkshire, etc. Sus buenas cualidades marineras hicieron que fuera empleado como barco corsario, especialmente durante el periodo de las guerras napoleónicas, y particularmente, en las costas atlánticas francesas. Según el libro “Traite de Máture des Vaisseaux”, los lugres eran los buques que largaban mayor superficie vélica en proporción a su tamaño, cosa que probablemente fue determinante para su expansión como corsario, puesto que aseguraba una notable velocidad, superior a la de sus posibles perseguidores, factor muy importante en general y para la guerra de corso, ya que sus reducidas dimensiones y escaso armamento –solían llevar de ocho a diez piezas artilleras-, los convertían a menudo en “presas”.

El empleo bélico de este tipo de embarcación, con el que los franceses causaron grandes perjuicios al comercio marítimo británico, motivó que se fueran efectuando importantes y paulatinos perfeccionamientos, tanto de aparejo como de casco, hasta lograr un velero excepcionalmente rápido y seguro. Hacia mediados del siglo XIX se pudieron ver algunos lugres en las aguas de nuestras islas, dedicados esencialmente al tráfico mercante. Con toda probabilidad, fueron adquiridos por armadores locales en los puertos franceses con los que mantenían unas excelentes relaciones comerciales. De todos modos, cabe confirmar que la implantación de este tipo de aparejo en Baleares no tuvo éxito y lo mismo ocurrió en casi todo el Mediterráneo. Por lo que parece, la gente del Mare Nostrum mostró destacada preferencia por la vela lati-

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na, y continuó usando los jabeques y los laúdes o faluchos tradicionales. Pasemos a realizar una descripción detallada de este tipo de embarcación denominada lugre. El casco no tenía en sí mucho de especial. La eslora equivalía aproximadamente a unas

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El Lugre, sin lugar a dudas, constituye una rareza en la tradición de la marina velera balear

tres veces la manga, o poco más. De formas finas, la proa era redondeada , mientras que la popa, de bastante calado, tenía forma cuadrada. Contaba con una sola cubierta, que solía ser corrida aún en los de mayor porte. La arboladura estaba formada normalmente por tres palos, más un largo botalón para el foque –algunos carecían de él- y un batículo casi igual de largo que salía por la popa para poder cazar la vela de mesana de un modo análogo a como lo hacían los jabeques y faluchos. Los palos aveces constaban de una sola pieza

y otras estaban formadas por dos secciones, llamadas en orden a su diámetro macho y mastelero, con la particularidad de que dichos masteleros iban enzunchados al macho por la cara de popa, al contrario de lo que ocurría en todos los otros tipos de aparejo, Asimismo el palo de mesana era en proporción mucho más pequeño que el trinquete y el mayor. Las velas cuadras, del tipo denominado al tercio se suspendían del palo mediante una verga sujeta por un punto situado aproximadamente a un tercio de su longitud -de ahí el nombre-. Las unidades más grandes solían llevar tres velas bajas y otras tantas por encima de éstas, de menor tamaño. Las pequeñas únicamente utilizaban velas bajas o, como mucho, sólo largaban una vela alta en el palo mayor. Podían usar un solo foque o dos, dependiendo del tamaño del buque. En resumen, el lugre fue una embarcación con historia y que por sus características es conocida como una de las más peculiares y raras de las empleadas por los antiguos marinos en las Islas Baleares. MANOLO RIVES Director Escuela Náutica Palma