EL INMENSO AMOR DE DIOS POR TI
Te conozco. Yo te formé. Te he amado desde el vientre de tu madre. Has volado de mi amor, como ya lo has de saber, pero te amo aún a pesar de lo lejos que hayas volado.
Soy yo quien sostiene tu poder de volar y finalmente jamás te dejaré ir. Te acepto como eres y conozco todos tus sufrimientos, siempre los he conocido, mas allá de tu propio entendimiento, cuando tu sufres, yo sufro.
También conozco todas las pequeñas artimañas por las cuales tratas de esconder la fealdad que has hecho de tu vida y de la de otros.
Pero eres hermoso y eres aún mas profundamente hermoso de lo que puedes ver. Tu eres hermoso porque, tu mismo, eres una persona única, reflejando algo de la hermosura de mi santidad de una manera que jamás finalizará
Tu también eres hermoso porque, yo, únicamente yo, veo la hermosura que llegarás a ser; a través del poder transformador de mi amor, el cual se perfecciona en la debilidad, serás perfectamente hermoso y de una manera extraordinaria “insustituible”.