El imperio Bizantino:
El imperio Bizantino logró sobrevivir a la amenaza germánica. Por eso, perduró casi diez siglos, hasta el año 1453, en que los turcos otomanos ocuparon su capital, Constantinopla. Aunque hablaban griego, los bizantinos se llamaban a sí mismos romanos, pues se consideraban herederos de ese antiguo imperio. Por eso, Constantinopla también es conocida como la nueva Roma. *La historia de un gran imperio: Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, los gobernantes bizantinos añoraban los tiempos en que este imperio dominaba todo el Mediterráneo. Por lo que uno de ellos, el emperador JUSTINIANO, intentó restaurar la grandeza del viejo imperio. *Justiniano: Al momento de su ascensión al trono, el año 527, el Imperio Bizantino incluía la Península Balcánica, Asia menor, Siria, Palestina y Egipto. Pero, Justiniano pensaba que el mundo cristiano debía tener una única autoridad política que debía ser el emperador bizantino. Con esta idea, se apoderó del norte de África, de Córcega, de Cerdeña de las islas Baleares, Italia y Silicia y por último el suroeste de la España visigoda. Creó el CODIGO DE JUSTINIANO que incluyó todas las constituciones dictaminadas hasta la época. Murió en el 565, año en el que concluyó uno de los más brillantes periodos de la historia bizantina. *El estado imperial: El imperio Bizantino contó con una sólida organización política. Su imperio consistía en que el emperador era considerado el delegado de Dios en la Tierra, por lo que era un personaje sagrado, Para su acción de gobierno, contaba con tres instrumentos -La burocracia civil, conformada por verdaderos profesionales de la administración pública. -El ejército, integrado por soldados de diversas nacionalidades. -La Iglesia bizantina, que se encontraba subordinada al emperador.