El Enemigo Silencioso Okkkk

EL ENEMIGO SILENCIOSO Autor: Zandra Eugenia Pedroza Caicedo Recuerdo mis años de infancia, cuando escuchaba a todo volumen una canción que decía:”Mas ruido….ruido…ruido…MAS ….ruido..Ruido..ruido” y sonaban unos platillos una y otra vez y una vez más; como olvidarla …si mi madre apagaba el equipo de sonido, no sin antes darme un buen jalon de orejas. Bien… a Dios gracias….que a mi madre no le gustaba el ruido o si no…más de uno, hoy día estaría sordo en mi casa. Reconozco que exagero un poco la nota, pero es cierto que las empresas cuentan con profesionales en salud ocupacional que son los encargados de atender estas situaciones de exposición a ruido…pero en casa ¿quién? O en la fiesta donde la mesa esta situada justo al lado del gigantesco parlante que incluso sientes que las vibraciones golpean tú pecho. En todo caso, el tema que nos interesa tratar la incidencia del ruido en la generación de enfermedades profesionales y siendo así dejemos a un lado lo personal. Si en el ámbito laboral, nos preguntan ¿Cuál es la enfermedad profesional ocasionada por ruido?...estoy segura…que inmediatamente, automáticamente…como decimos en mi tierra…”de una” la respuesta es: Hipoacusia, los que no manejan este termino dirán sordera profesional y listo…diez para todo el mundo; pare de contar, en consecuencia esta percepción convierte al ruido en un enemigo silencioso. Ahora bien, tenemos una empresa de taxis en una ciudad con mucho tráfico….caótico... (cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia). Nuestro taxista inmerso en esta selva de cemento…en este ir y venir contenido en el flujo vehicular…de motos, buses, taxis, volquetas, peatones..etc..etc..ect…se encuentra sometido de forma prolongada a las situaciones anteriormente descritas y supongo que ya ustedes se imaginan de manera implícita, que allí hay ruido; siendo esto así…como se ve afectado este hombre que se gana la vida conduciendo un taxi, y por favor…no me vayan a decir … la popular respuesta. En primer lugar, el protagonista de esta historia puede desarrollar algunos síndromes como los siguientes: • • •

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Cansancio crónico Tendencia al insomnio Enfermedades cardiovasculares: hipertensión, cambios en la composición química de la sangre, isquemias cardiacas.(se han mencionado aumentos de hasta el 20% o el 30% en el riesgo de ataques al corazon en personas sometidas a más de 65 decibelios en periodo diurno.) Trastornos del sistema inmune(responsable de la respuesta a las infecciones) Trastornos psicofísicos: Tales como ansiedad, manía, depresión, irritabilidad, náuseas, jaquecas, y neurosis o psicosis en personas predispuestas a ello. Cambios conductuales: especialmente comportamientos antisociales tales como hostilidad, intolerancia, agresividad, aislamiento social y disminución de la tendencia natural de la ayuda mutua.

En otras palabras, la combinación de los factores anteriormente descritos, le dan un valor agregado a nuestro enemigo silencioso a medio o a largo plazo…en el argot popular, tarde que temprano…el organismo…si señor…el organismo del sujeto pagará el precio. No se si esta noticia, es nueva para algunos…tal vez no…en todo caso recuerden que dejamos al taxista bajo la presión del ruido del claxon, de motores, de madres y a todo esto se súmele otras cositas. Finalmente, el nivel de malestar, de perturbación funcional o daño de este factor de riego físico ruido en la generación de enfermedades profesionales esta condicionado a una variación de las características físicas del mismo, intensidad, frecuencia….sin embargo… Es difícil definir con precisión si ciertas reacciones o patologías están asociadas a este factor de riesgo o el grado de legitimación como enfermedad profesional. En fin, la influencia negativa de este enemigo silencioso está a la orden del día, dentro y fuera de los ambientes laborales…basta con mirar …ejem…..escuchar...la contaminación sonora que todos de una u otra forma enfrentamos o peor aún que algunos disfrutan. Es un reto para los que estamos participando en este proyecto lograr que la población a nuestro cargo expuesta a ruido conserven su estado de bienestar, físico, mental y social. Permítanme concluir con una frase que me gusta mucho: “Atézate grapa vieja, que este es un guayacán”