Jardín de Niños “Alejandro Fleming” de Villa Lázaro Cárdenas.
Don Campbell es un reconocido músico y pedagogo, es autor de “El Efecto Mozart”. Sus libros: Introducción al Cerebro Musical y Los ritmos del aprendizaje, son utilizados por maestros y padres de familia en todo el mundo. Durante siete años, Campbell tuvo como alumnos a niños de 60 países en la Escuela Internacional Saint Mary’s de Tokio. En 1988 fundó el Instituto de Música, Salud y Educación. Wolfgang Amadeus Mozart ha sido llamado muchas veces el niño eterno. Su carácter juguetón, su alegría y su genio, han creado música que se encuentra entre la más inspirada de todos los tiempos. Mozart ya escuchaba violines y pianos mucho antes de nacer. Su padre Leopold, era un gran músico y le gustaba tocar el violín cuando Mozart todavía estaba en el vientre de su madre. El pequeño Wolfgang Amadeus nació en Salzburgo el 27 de enero de 1756 y entró a un mundo lleno de música. Cuando Mozart tenía apenas cuatro años de edad, comenzaba a componer y a tocar música para los amigos importantes que su papá tenía en el Palacio Real. A los ocho años ya escribía música excelente. Pese a que Mozart murió muy joven a los 35 años, en su corta vida compuso más de 600 importantes obras musicales, incluyendo óperas, sinfonías, conciertos y grandes piezas corales. Doscientos años después de su nacimiento el Doctor Alfred Tomatis, médico francés, comenzó a estudiar la relación entre la audición y el aprendizaje; en particular descubrió que los bebés comienzan a desarrollar su oído antes de nacer. El Dr. Alfred Tomatis también descubrió que tocar música de Mozart puede contribuir al desarrollo del lenguaje, a mejorar la motricidad y a desarrollar la actividad del hemisferio cerebral izquierdo, que es el que controla el pensamiento lógico. Al inicio de las décadas de los noventas, investigadores de la Universidad de California en Irvine, comprobaron que escuchar música de Mozart diez minutos antes del examen aumenta considerablemente el rendimiento intelectual. En estudios posteriores se comprobó que niños de edad preescolar pueden aprender a tocar en el piano melodías de Mozart y Beethoven, después de tomar apenas
seis meses de lecciones. Además, los niños que recibieron instrucción musical básica demostraron una inteligencia espacial y temporal considerablemente mayor que aquellos que estudiaron computación u otros tipos de actividades. Los efectos de este aumento de inteligencia se prolongaron más en los niños de edad preescolar que en los jóvenes preparatorianos y universitarios. Don Campbell, autor de El efecto Mozart, un trabajo que definitivamente muestra el poder de la música para curar el cuerpo, fortalecer la mente y liberar el espíritu creativo, seleccionó música de Mozart, elegida especialmente para estimular, inspirar y producir el máximo beneficio en los niños (aprenden, escuchan, se relajan y crean el máximo de su potencial). La capacidad de escuchar con atención puede afectar todos los aspectos de la vida, incluyendo la salud física, emocional, espiritual e intelectual. Cada uno escucha la música a su manera y no hay dos personas ya sean adultos o niños que perciban las melodías de Mozart de igual modo. La misma música puede sonar muy diferente después de una gran comida o mientras uno descansa y da rienda suelta a la imaginación. Puede no inspirar reacciones “geniales” inmediatas, pero la música de Mozart prepara la mente y el cuerpo para el aprendizaje, la creatividad y el descanso. Su música ingresa al cerebro de manera a la vez sutil y poderosa.
Jardín de Niños “Alejandro Fleming” de Villa Lázaro Cárdenas.
A continuación te sugiero algunas melodías para que las pongas en práctica con tus alumnos y nos puedas comunicar tus resultados, ya que nunca terminaríamos de conocer la grandeza de Wolfgang Amadeus Mozart. 1.- Presto, I, Cuarteto para cuerdas en sol mayor, K.156. El ritmo de esta pieza es perfecto para practicar las tablas de sumar, de restar, multiplicar o dividir, también puede usarse para cualquier clase de trabajo de memoria, deletrear, rimar, etc…
2.- Rondo: Allegro Graziozo, III, del cuarteto para cuerdas en Si Bemol, K.159 Despierta en el niño creatividad e imaginación infinita. 3.- Menueto-Trio, IV, de Serenata, K.185. Reduce el estrés en las personas adultas y en los niños estimula su creatividad. 4.- Menueto-Trio de la Serenata, K.203. Especial para distinguir cada una de los instrumentos que se escuchan. 5.- Finale I, de Don Giovanni, K.527. Sirve para que los niños puedan orquestar con juguetes, aprovechando la elegancia y majestuosidad de ésta. Con ésta música los niños se relajan, imaginan, crean, dibujan y aprenden, haz la prueba. Autor. Mtro. Hildegardo Montiel Aparicio Puesto: Coordinador General Lugar: Centro de Maestros de Villa Lázaro Cárdenas. Teléfono: 10-746-843-55-33 Correo Electrónico:
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Comentario. Me parece bueno el artículo, sólo me queda la duda si los gráficos son de alguna escuela de la región de Villa Lázaro, en donde se ha puesto en práctica la idea. Así que le solicitaría a MINE que se entrevistara con HILDE para enriquecer el artículo Espero que en este Jardín de Niños se pueda pilotear aunque sea con un grupo.