EL CÁNTICO ESPIRITUAL San Juan de la Cruz
Iniciativa del Proyecto POESÍA PARA ARENAS
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“El valor del amor no consiste en sentir grandes cosas, más en una desnudez y la paciencia.....” San Juan de la Cruz
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1.- BIOGRAFÍA DE SAN JUAN DE LA CRUZ
2.- LA MÍSTICA: UN INTENTO DE DEFINICIÓN
2.- EL CÁNTICO ESPIRITUAL
3.- OTRAS OBRAS SIGNIFICATIVAS DE SAN JUAN
4.- EL CÁNTICO ESPIRITUAL DE VALENTE
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BIOGRAFÍA DE SAN JUAN DE LA CRUZ Juan de Yepes Álvarez nace en Fontiveros, Ávila, el 24 de junio de 1542 y muere en Úbeda, el 14 de diciembre de 1591. conocido como estudiante con el nombre de fray Juan de Santo Matía y más tarde como San Juan de la Cruz, fue un poeta místico y un religioso carmelita descalzo del Renacimiento español. Desde 1952 es el Patrono de los poetas en lengua española. Fue hijo de Gonzalo de Yepes y de Catalina Álvarez, tejedores de buratos y de escasos recursos económicos. El padre y el hermano pequeño, Luis, mueren cuando Juan tiene sólo tres años, por lo que la madre y los dos hijos restantes (Francisco y el propio Juan) se ven obligados por la acuciante pobreza (las penalidades pasadas hicieron de Juan un hombre de escasa corpulencia, bastante bajo de estatura, Santa Teresa lo llamaba "mi medio fraile") a trasladarse primero a Arévalo (donde viven durante cuatro años) y en 1551 a Medina del Campo. El incremento de fortuna que les reportó el matrimonio del hermano mayor consiguió que se establecieran allí definitivamente. Juan, gracias a su condición de pobre de solemnidad, puede asistir al Colegio de los Niños de la Doctrina, privilegio que le obliga a realizar ciertas contraprestaciones, como asistir en el convento, la ayuda a Misa y a los Oficios, el acompañamiento de entierros y la práctica de pedir limosna. La mínima formación recibida en el colegio le capacitó para continuar su formación en el recién creado (1551) colegio de los jesuitas, que le dieron una sólida base en Humanidades. Como alumno externo y a tiempo parcial, debía compaginar sus estudios con un trabajo de asistencia en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción de Medina, especializado en la curación de enfermedades venéreas contagiosas. Así, pues, entre 1559 y 1563, estudia con los jesuitas; durante los primeros tres años, recibe la formación según la novedosa ratio studiorum, en la que el latín era la base de todo el currículum; en el cuarto año, aparte de recibir instrucción retórica, aprende a escribir en latín, a construir versos en este idioma y a traducir a Cicerón, Julio César, Virgilio, Ovidio, Marcial y Horacio. Simultáneamente, vive las nuevas corrientes del Humanismo cristiano, con estilo y comportamientos renovados en la pedagogía. A los veintiún años, en 1563, ingresa en los Padres Carmelitas de Medina (orden de los Carmelitas) y adopta el nombre de fray Juan de Santo Matía. Tras realizar el noviciado entre 1563 y 1564 en el convento de Santa Ana, se traslada a Salamanca donde estudiará en el Colegio de San Andrés de los Cármenes entre 1564 y 1567 los tres cursos preceptivos para bachillerarse en Artes. Durante el tercer curso, fue nombrado, por sus destrezas dialécticas, prefecto de estudiantes en el colegio de San Andrés. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
En 1567 regresa a Medina del Campo por unos pocos días para ser ordenado presbítero y celebrar su primera misa en presencia de su hermano, del resto de su familia y de sus amigos del convento. Allí conocerá a Teresa de Cepeda y Ahumada, futura santa Teresa de Jesús, que había llegado a la ciudad para fundar una nueva sede de su Reforma Carmelita, los llamados carmelitas descalzos. Teresa convence a Juan y lo une a su causa de reforma de su orden. Ésta, reformada, tropezó con una gran hostilidad por parte de los carmelitas calzados. Juan regresa a Salamanca e inicia estudios de Teología durante el curso 15671568, pero solo termina un curso -los preceptivos hubieran sido cuatro- por lo que no obtuvo ni siquiera el grado de bachiller. En agosto de 1568 abandona Salamanca para acompañar a Teresa en su fundación femenina de Valladolid. El 28 de noviembre de 1568 funda en Duruelo el primer convento de Descalzos de la rama masculina del Carmelo Descalzo siguiendo la Regla Primitiva, esto es, un establecimiento que propugna el retorno a la práctica original de la Orden; en la ceremonia, cambia su nombre por el de fray Juan de la Cruz. En 1570 la fundación se trasladó a Mancera, donde Juan desempeñó el cargo de Subprior y Maestro de novicios; tras una estancia en Pastrana para poner en marcha su noviciado, se establece en 1571 en Alcalá de Henares como Rector del colegio recién fundado. Juan se convierte en uno de los principales formadores para los nuevos adeptos a esta reforma carmelitana. En 1572 viaja, invitado por Teresa de Jesús, al Convento de la Encarnación en Ávila, en donde asumirá las tareas de Vicario y Confesor de las monjas. Permanecerá aquí hasta finales de 1577, por lo que acompañará a la madre Teresa a la fundación de diversos conventos de Descalzas, como el de Segovia. Durante este periodo, en el seno de la Orden del Carmelo se habían agravado los conflictos jurisdiccionales entre los carmelitas calzados y descalzos, debidos a distintos enfoques espirituales de la reforma; por lo demás, el pleito se enmarcaba también en la confrontación entre el poder real y el pontificio por dominar el sector de las órdenes religiosas. Así, en 1575, el Capítulo General de los Carmelitas decidió enviar un visitador de la Orden para suprimir los conventos fundados sin licencia del General y de recluir a la madre Teresa en un convento. Finalmente, en 1580 el Carmelo Descalzo se erige en Provincia exenta y en 1588 es reconocida como Orden. En este contexto es en el que se produce el encarcelamiento de Juan de la Cruz, quien ya en 1575 había sido detenido y encarcelado en Medina del Campo durante unos días por los frailes calzados. La noche del 3 de diciembre de 1577 Juan de la Cruz es nuevamente apresado y trasladado al convento de frailes carmelitas de Toledo, donde es obligado a comparecer ante un tribunal de frailes calzados para retractarse de la Reforma teresiana. Ante su negativa, es recluido en una prisión conventual durante ocho meses. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
Durante este periodo de reclusión escribe las treinta y una primeras estrofas del Cántico espiritual (en la versión conocida como protocántico), varios romances y el poema de la fonte, y los canta en su estrecha reclusión para consolarse. Tras concienciarse de que su liberación iba a ser difícil, planea detenidamente su fuga y entre el 16 y el 18 de mayo de 1578, con la ayuda de un carcelero, se escapa en medio de la noche y se acoge en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, también en Toledo. Para mayor seguridad, las monjas lo envían al Hospital de Santa Cruz, en el que estuvo mes y medio. En 1578 se dirige a Andalucía para recuperarse completamente. Pasa por Almodóvar del Campo, cuna de los místicos San Juan de Ávila y San Juan Bautista de la Concepción, y luego llega como Vicario al convento de El Calvario en la serranía jienense. Entabla amistad con Ana de Jesús, tras algunas visitas a la fundación de Beas de Segura. En junio de 1579 se establece en la fundación de Baeza donde permanece como Rector del Colegio Mayor hasta 1582, en que marcha para Granada tras ser nombrado Tercer Definidor y Prior de los Mártires de esa ciudad. Realiza numerosos viajes por Andalucía y Portugal, por razones del cargo. En 1588 es elegido Primer Definidor y Tercer Consiliario de la Consulta, la cual le traslada a Segovia. Tras un nuevo enfrentamiento doctrinal en 1590, es destituido en 1591 de todos sus cargos, y queda como simple súbdito de la comunidad. Durante su viaje de vuelta a Segovia, cae enfermo en el convento de La Peñuela y es trasladado a Úbeda, donde muere la noche del 13 al 14 de diciembre.
La obra literaria de San Juan de la Cruz La obra de San Juan de la Cruz ha sido, desde siempre, enfocada desde dos perspectivas, la teológica y la literaria, que, en muchas ocasiones, se han presentado mezcladas. Desde el punto de vista religioso, la obra de San Juan sufre una serie de tendentes a integrarla dentro de los límites de la ortodoxia. Probablemente, la primera realiza el propio autor cuando se decide comentarios.[1]
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La cita hace referencia a los comentarios o paráfrasis explicativa que Juan de la Cruz escribió para su obra más importante, el llamado Cántico espiritual, con una finalidad didáctica como resultado de las dificultades de adaptar la estructura del poema al esquema del itinerario místico (las tres vías y los tres estados correlativos).
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Esta presencia teológica sobre su obra, y en concreto sobre el Cántico, se ha manifestado también en las constantes manipulaciones de tipo editorial que ha sufrido, en forma de añadidos al título o de epígrafes para determinados grupos de estrofas del poema. Consecuentemente, una importante rama de los estudios sanjuanistas se ha dedicado a demostrar la adecuación de lo escrito por San Juan a la ortodoxia religiosa católica, privilegiando los Comentarios en prosa sobre la poesía. Por otro lado, es frecuente en el estudio literario de su obra que o bien se den saltos continuos a lo teológico, o bien que se estudien de forma conjunta la poesía y los Comentarios doctrinales del propio poeta, con la idea de que estos son necesarios para comprender aquella. Frente a esta vertiente de los estudios sanjuanistas, se encuentra otra que postula que la necesidad (o posibilidad) de la interpretación religiosa es algo que debe ser argumentado y discutido en cada caso,[2] En tanto que el sentido objetivo de la poesía de San Juan no obliga necesariamente a aceptar un significado religioso. Combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares con las fórmulas propias del petrarquismo, produjo una rica literatura mística, que hunde sus raíces en la teología tomista y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su producción refleja una amplia formación religiosa, aunque deja traslucir el influjo del Cancionero tradicional del siglo XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del amante y de la amada) para simbolizar y representar el sentimiento místico del amor divino. La estrofa más empleada en sus poemas es la lira, aunque demuestra igual soltura en el uso del romance octosílabo. San Juan utiliza determinados recursos estilísticos con una profusión y madurez poco frecuentes, dando un nuevo y más profundo sentido a las expresiones paradójicas («cauterio suave»), a las exclamaciones estremecedoras («¡Oh, llama de amor viva!») habituales en los cancioneros. Además, emplea símbolos como la casa o morada, la noche, la luz, la fuente, la oscuridad, la caza de cetrería, la caída, el vuelo, los animales etcétera. Lo que mejor define su poesía es su extraordinaria intensidad expresiva, gracias a la perfecta adecuación y el equilibrio de cada una de sus imágenes. A ello contribuye así mismo su tendencia a abandonar el registro discursivo y eliminar nexos neutros carentes de valor estético para buscar una yuxtaposición constante de elementos poéticos de gran plasticidad en torno a un elemento central, como ha demostrado Dámaso Alonso.
Obras _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor viva son sus tres obras poéticas capitales, a las cuales corresponden varias obras en prosa que les sirven de corolario explicativo, dado el hermetismo simbólico de su poesía: Subida al monte Carmelo, Noche oscura del alma, Llama de amor viva (las tres reunidas en el volumen Obras espirituales que encaminan a un alma a la unión perfecta con Dios) y Cántico espiritual. Además de estas tres composiciones, San Juan es autor de 7 poemas más (a los que se suelen añadir varios de autoría discutida). Esos poemas son (se cita el primer verso): "Entréme donde no supe", "Vivo sin vivir en mí", "Tras de un amoroso lance", "Un pastorcico, solo, está penado", "Aquella eterna fonte está escondida", "En el principio moraba" y "Encima de las corrientes".
Fuentes literarias La poesía de Juan de Yepes constituye el punto de encuentro de una larga tradición literaria. Su lírica integra tradiciones literarias de distinto origen que, aunadas por el escritor en sus textos, van adquiriendo significados y valores múltiples que sobrepasan aquellos que tenían en su origen. La crítica, desde Dámaso Alonso, ha puesto de relieve la confluencia de tres influjos: por un lado, el bíblico del Cantar de los Cantares, y, por otro, la tradición de la poesía culta italianizante y la tradición de la poesía popular y de cancioneros del Renacimiento español. •
El influjo de la Biblia es fundamental en su poesía, en tanto actúa como molde y catalizador del resto de lecturas que conforman el bagaje cultural de San Juan. Particularmente, resulta trascendental en el Cántico, cuyo simbolismo e imágenes tienen su origen en el Cantar de los cantares.
Doctrina Toda su doctrina gira en torno al símbolo de la «noche oscura», imagen que ya era usada en la literatura mística, pero a la que él dio una forma nueva y original. La noche, al borrar los límites de las cosas, le sugiere, en efecto, lo eterno, y de esa manera pasa a simbolizar la negación activa del alma a lo sensible, el absoluto vacío espiritual. Noche oscura llama también san Juan a las «terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo»; ateniéndose a este último significado, habla de una noche del sentido y de una noche del espíritu, situadas, respectivamente, al fin de la vía purgativa y de la vía iluminativa, tras las cuales vendría la vía unitiva, aspiración última del alma atormentada por la distancia que la separa de Dios, y realización de su deseo de fusión total con Él. La existencia de estas tres vías _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
se corresponde con las tres potencias clásicas del alma: memoria, entendimiento y voluntad, que en este mismo orden son reducidas a un estado de perfecto silencio. El silencio de la memoria es llamado en la mística esperanza. El silencio del entendimiento se llama fe y el silencio de la voluntad caridad o amor. Estos tres silencios representan a la par un vaciamiento interior y una renuncia de uno mismo que alcanza su máximo grado a través de la virtud de la caridad. De ahí sobrevienen la enorme angustia y la sensación de muerte característica de los místicos, pues unirse a Dios es un perderse previo a sí mismo... para después ganarse. Antes de acceder a la experiencia mística de unión con Dios, el alma experimenta una desoladora sensación de soledad y abandono, acompañada de terribles tentaciones que, si consigue vencer, dejan paso a una nueva luz, pues «Dios no deja vacío sin llenar».
LA MÍSTICA: UN INTENTO DE DEFINICIÓN La palabra “Mística” procede del griego místicos: cerrado . Se podría definir como una Filosofía o Teología que trata de los fenómenos que no se pueden explicar racionalmente. La mística es un estado religioso elevado de conciencia por el que la realidad se percibe cercana a Dios La mística se da en todas las religiones, si bien cada una tiene sus propias particularidades. • • •
En el cristianismo se conoce también como éxtasis o éxtasis místico. Los sufíes son una rama del Islám que como objetivo principal persigue la mística. Se acepta en todas las religiones que la mística es la antesala de la Iluminación
Mística como Corriente literaria La mística, o vía mística, es, junto a la ascética, una de las dos corrientes de poesía religiosa cultivadas durante el Renacimiento (movimiento sociocultural del siglo XV y XVI). La mística es comúnmente considerada como un grado superior a la ascética. La mística es la corriente literaria que utiliza la creación de obras escritas como medio para expresar la religiosidad y lo que supone para sus autores la religión (al hablar de relígión, dado que se enmarca en el contexto sociocultural español del siglo XVI, se refiere siempre a religión cristiana). Dentro de la poesía religiosa, la mística está reservada a muy pocos elegidos, y se consuma al producirse la unión del alma con Dios. Para que la unión del alma con Dios se realice se deben seguir tres pasos o fases: _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
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Vía purgativa: el alma se purifica de sus vicios y sus pecados mediante la penitencia y la oración. Las atracciones por sí mismas no tienen por qué ser malas pero sí lo es el apego o gusto que provocan en la memoria, porque la impide orientarse plenamente hacia Dios. La privación corporal y la oración son los principales medios purgativos.
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Vía iluminativa: una vez purificada, el alma se ilumina al someterse total, única y completamente a la voluntad de Dios. El alma se halla ya limpia y en un desamparo y angustia interior inmensos, arrojada a lo que es por sí sola sin el contacto de Dios. El demonio tienta entonces y el alma debe soportar todo tipo de tentaciones y seguir la luz de la fe confiando en ella y sin engañarse mediante una continua introspección en busca de Dios. Pero ha de ser humilde, ya que si Dios no quiere, es imposible la unión mística, pues la decisión corresponde a Él.
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Vía unitiva: el alma se une a Dios, produciéndose el éxtasis que anula los sentidos. A este punto sólo pueden llegar los elegidos y es muy difícil describirlo con palabras porque el pobre instrumento de la lengua humana, ni siquiera en forma poética, puede describir una experiencia tan intensa: se trata de una experiencia inefable. El hecho de haber alcanzado la vía unitiva puede manifestarse con los llamados estigmas o llagas sagradas (las heridas que sufrió Cristo en la cruz), con fenómenos de levitación del santo y con episodios de bilocación (es decir, encontrarse en varios lugares al mismo tiempo). El santo, porque ya lo es al sufrir este tipo de unión, no puede describir sino sólo aproximadamente lo que le ha pasado.
Históricamente, la palabra misticismo va asociada a las religiones de misterios o cultos mistéricos que florecieron en el mundo grecorromano en los primeros siglos de la era cristiana (eleusinos, órficos, dionisíacos). El místico (mustes) era el iniciado que bajo juramento de guardar el secreto prometía callar sobre la actividad interna de su recién fundada religión. En su sentido original, pues, la palabra misticismo está asociada con el misterio, el secreto y lo oculto. Luego pasó al neoplatonismo donde significó cerrar los ojos a todas las cosas externas, práctica que se hizo central en la meditación neoplatónica, se excluía al mundo para poder levantarse hasta el Uno y estar “solo con el solo”. Mientras los ojos del cuerpo estaban cerrados, el ojo interior permanecía abierto y buscaba la sabiduría. La palabra mística fue introducida por el cristianismo por un monje siríaco desconocido, un neoplatónico cristiano de finales del siglo V o principios del siglo VI, que escribió varios tratados teológicos, uno de ellos llamado Mystica Teologia. Sus obras, aunque poco apreciadas, recorrieron el mundo intelectual de Europa después de haber sido traducidas al latín en el siglo IX. Alberto, Santo Tomás de Aquino, Buenaventura y los escolásticos recibieron al autor _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
con entusiasmo, haciendo numerosos comentarios sobre sus obras. Esta obra, la Mystica Teologia, fue traducida al inglés por el autor anónimo de La nube del no saber (tal como la conocemos hoy), en el siglo XIV. La obra se abre con un pasaje que describe como el alma asciende al área de la supraconceptualidad y del silencio interior, trascendiendo todas las imágenes y pensamientos: Trata, pues, en tu intento de practicar la contemplación mística, de dejar atrás los sentidos y las operaciones del intelecto, así como todas las cosas que pueden percibir los sentidos y el intelecto y todas las cosas que no son y las que son. Lánzate a lo desconocido, en cuanto es posible, hacia la unión con aquel que está por encima de todas las cosas y de todo conocimiento. Solo por una incesante y absoluta negación de ti mismo y de todas las cosas en pureza, abandonándolo todo y liberándote de todo serás transportado al rayo de la divina oscuridad que supera todo ser” (La nube del no saber, Anónimo inglés, 1981, p. 47) Estas son algunas de las definiciones clásicas de la teología mística que eran comunes en la Edad Media y, más tarde, en San Juan de la Cruz: Juan Gerson (1363-1429) canciller de la Universidad de París: “La teología mística es el conocimiento experimental de Dios por medio del abrazo del amor unitivo”. Buenaventura (1217-1274): “La teología mística es el ascenso de la mente a Dios por medio del deseo amoroso”. San Juan de la Cruz (1542-1591): “Contemplación es la teología mística que llaman los teólogos secreta sabiduría, la cual dice Santo Tomás que se comunica e infunde en el alma por amor” (Noche oscura). El mismo San Juan de la Cruz, comentando su propio poema, habla de una “ciencia sabrosa y amorosa”, y escribe: “La ciencia sabrosa que dice aquí que la enseño es la teología mística, que es ciencia secreta de Dios, que llaman los espirituales, contemplación, la cual es muy sabrosa, porque es ciencia por amor, el cual es el maestro della y todo lo hace sabroso” (Cántico Espiritual) De esto se desprende que el misticismo es sabiduría o conocimiento que se encuentra a través del amor, es un conocimiento amoroso. Además, es un conocimiento experimental comparable a la sensación o al tacto, diferente del conocimiento abstracto, y este conocimiento experimental de Dios solo se puede obtener a través del amor. Esta es la doctrina de la primera carta de San Juan y es la doctrina del autor de La nube del no saber, que escribe: “Pues por amor podemos encontrarle, sentirle y alcanzarle por sí mismo” (1981, p. 78). Y en otro lugar también dice: “Aunque no podamos conocerle, sí podemos amarle. Por el amor puede ser tocado y abrazado, nunca por el pensamiento” (1981, p. 78)
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Otros autores medievales sostienen que los conceptos pueden alcanzar a Dios tal como es en la creación, pero solo el amor puede alcanzar a Dios tal como es en sí mismo. Santo Tomás de Aquino sostiene que la infinitud de Dios supera cuanto la razón pueda alcanzar, porque lo finito no puede comprender adecuadamente lo infinito. Por esto los misterios de Dios no son antiracionales sino supraracionales. Frente a esta incapacidad del hombre para alcanzar el misterio de Dios, San Juan de la Cruz invita a una búsqueda que deja de lado lo intelectual, cierra los ojos del entendimiento y de los sentidos, y por el camino de la negación y del amor se encuentra con su Amado. Cabe señalar que la inspiración fundamental de los místicos de la Edad Media proviene de los Evangelios, las Epístolas de San Juan, los Salmos, el Cantar de los Cantares, es decir la Biblia. En otras palabras, la experiencia mística fue interpretada así: Dios que es amor infunde su don de amor en el alma. Cuando el alma responde a esta llamada recibe el espíritu santo que es el amor personificado. Para San Juan la experiencia mística es la “llama de amor viva”. “¡Oh, llama de amor viva Que tiernamente hieres De mi alma en el más profundo centro!”
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EL CÁNTICO ESPIRITUAL Canciones entre el Alma y el Esposo Esposa 1. ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido. 2. Pastores, los que fuerdes allá por las majadas al otero: si por ventura vierdes aquel que yo más quiero, decidle que adolezco, peno y muero. 3. Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras. Pregunta a las criaturas 4. ¡Oh bosques y espesuras, plantadas por la mano del Amado, oh, prado de verduras, de flores esmaltado, decid si por vosotros ha pasado! Respuesta de las criaturas 5. Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura, y yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura. Esposa 6. ¡Ay, quién podrá sanarme! _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
Acaba de entregarte ya de vero; no quieras enviarme de hoy más ya mensajero, que no saben decirme lo que quiero. 7. Y todos cuantos vagan, de ti me van mil gracias refiriendo, y todos más me llagan, y déjame muriendo un no sé qué que quedan balbuciendo. 8. Mas, ¿cómo perseveras, oh vida, no viviendo donde vives, y haciendo porque mueras las flechas que recibes, de lo que del Amado en ti concibes? 9. ¿Por qué, pues has llagado aqueste corazón, no le sanaste? Y, pues me le has robado, ¿por qué así le dejaste, y no tomas el robo que robaste? 10. Apaga mis enojos, pues que ninguno basta a deshacellos, y véanse mis ojos, pues eres lumbre dellos, y sólo para ti quiero tenellos. 11. Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolecencia de amor que no se cura sino con la presencia y la figura. 12. ¡Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados, formases de repente los ojos deseados, que tengo en mis entrañas dibujados! 13. Apártalos, Amado, que voy de vuelo. El Esposo Vuélvete, paloma, que el ciervo vulnerado por el otero asoma, al aire de tu vuelo, y fresco toma. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
La Esposa 14. Mi Amado, las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos. 15. La noche sosegada en par de los levantes del aurora, la música callada, la soledad sonora, la cena, que recrea y enamora. 16. Nuestro lecho florido, de cuevas de leones enlazado, en púrpura tendido, de paz edificado, de mil escudos de oro coronado. 17. A zaga de tu huella las jóvenes discurren al camino, al toque de centella, al adobado vino, emisiones de bálsamo divino. 18. En la interior bodega de mi amado bebí, y cuando salía por toda aquesta vega, ya cosa no sabía; y el ganado perdí, que antes seguía. 19. Allí me dio su pecho, allí me enseñó ciencia muy sabrosa, y yo le di de hecho a mí, sin dejar cosa; allí le prometí de ser su esposa. 20. Mi alma se ha empleado, y todo mi caudal en su servicio: ya no guardo ganado, ni ya tengo otro oficio; que ya sólo en amar es mi ejercicio. 21. Pues ya si en el ejido de hoy más no fuere vista ni hallada, diréis que me he perdido, que andando enamorada, me hize perdidiza, y fui ganada. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
22. De flores y esmeraldas en las frescas mañanas escogidas, haremos las guirnaldas, en tu amor florecidas, y en un cabello mío entretejidas. 23. En sólo aquel cabello, que en mi cuello volar consideraste, mirástele en mi cuello, y en él preso quedaste, y en uno de mis ojos te llagaste. 24. Cuando tú me mirabas su gracia en mí tus ojos imprimían; por eso me adamabas, y en eso merecían los míos adorar lo que en ti vían. 25. No quieras despreciarme, que, si color moreno en mi hallaste, ya bien puedes mirarme después que me miraste, que gracia y hermosura en mi dejaste. 26. Cogednos las raposas, que está ya florecida nuestra viña, en tanto que de rosas hacemos una piña, y no parezca nadie en la montiña. 27. Detente, cierzo muerto; ven, Austro, que recuerdas los amores, aspira por mi huerto, y corran sus olores, y pacerá el Amado entre las flores. Esposo 28. Entradose ha la Esposa en el ameno huerto deseado, y a su sabor reposa, el cuello reclinado sobre los dulces brazos del amado. 29. Debajo del manzano, allí conmigo fuiste desposada. allí te di la mano, y fuiste reparada, donde tu madre fuera violada. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
30. A las aves ligeras, leones, ciervos, gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores y miedos de las noches veladores: 31. Por las amenas liras y canto de serenas os conjuro que cesen vuestras iras, y no toquéis al muro, porque la Esposa duerma más seguro. Esposa 32. Oh ninfas de Judea, en tanto que en las flores y rosales el ámbar perfumea, morá en los arrabales, y no queráis tocar nuestros umbrales! 33. Escóndete, Carillo, y mira con tu haz a las montañas, y no quieras decillo; mas mira las compañas de la que va por ínsulas extrañas
Esposo 34. La blanca palomica al arca con el ramo se ha tornado, y ya la tortolica al socio deseado en las riberas verdes ha hallado. 35. En soledad vivía, y en soledad ha puesto ya su nido, y en soledad la guía a solas su querido, también en soledad de amor herido. Esposa 36. Gocémonos, Amado, y vámonos a ver en tu hermosura al monte ó al collado do mana el agua pura; entremos más adentro en la espesura. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
37. Y luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos, que están bien escondidas, y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos. 38. Allí me mostrarías aquello que mi alma pretendía, y luego me darías allí, tú, vida mía, aquello que me diste el otro día. 39. El aspirar del aire, el canto de la dulce Filomena, el soto y su donaire, en la noche serena, con llama que consume y no da pena. 40. Que nadie lo miraba, Aminadab tampoco parecía, y el cerco sosegaba, y la caballería a vista de las aguas descendía.
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OTRAS OBRAS SIGNIFICATIVAS NOCHE OSCURA Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual. 1. En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada. 2. A oscuras y segura, por la secreta escala disfrazada, ¡Oh dichosa ventura!, a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada. 3. En la noche dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía. 4. Aquésta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. 5. ¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que la alborada! ¡Oh noche que juntaste Amado con amada, amada en el Amado transformada! _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
6. En mi pecho florido que entero para él sólo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba 7. El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía. 8. Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.
LLAMA DE AMOR VIVA Canciones del alma en la íntima comunicación, de unión de amor de Dios. 1. ¡Oh llama de amor viva, que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro! Pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres; ¡rompe la tela de este dulce encuentro! 2. ¡Oh cauterio suave! ¡Oh regalada llaga! ¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado, que a vida eterna sabe, y toda deuda paga! Matando. muerte en vida la has trocado. 3. ¡Oh lámparas de fuego, en cuyos resplandores las profundas cavernas del sentido, que estaba oscuro y ciego, con extraños primores calor y luz dan junto a su Querido! 4. ¡Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno, donde secretamente solo moras _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
y en tu aspirar sabroso, de bien y gloria lleno, cuán delicadamente me enamoras!
El 'Cántico espiritual' de Valente El poeta vuelve sobre san Juan de la Cruz y sobre la poesía mística JUAN CARLOS SUÑÉN, - Madrid - 07/10/1989 El análisis que hace José Ángel Valente de la lectura actual del Cántico espiritual centra esta entrevista. Valente prepara ahora, de nuevo enfrascado en la espiritualidad, la edición de la Guía espiritual de Miguel de Molinos. Pregunta. En 1942 se celebró el cuarto centenario del nacimiento de san Juan de la Cruz y la proximidad del cuarto centenario de su muerte, en 1991. ¿Qué diferencias en la lectura de la obra del carmelita advertiría como más significativa entre ambas fechas? Respuesta. La diferencia fundamental para mí radica en que la lectura actual sería una lectura mucho más operativa. Es decir, que la obra de san Juan de la Cruz estaría mucho más incorporada a la escritura poética de lo que estaba en el año 1942. El centenario de 1942 fue más que nada una celebración triunfalista. Algunos críticos, como Colin Thompson, han señalado que se trató de un centenario que no fue acompañado de ninguna evaluación crítica analítica. De él deriva, por ejemplo, la lectura de Dámaso Alonso, que es una lectura hecha desde este lado. Es la negativa a entrar en el misterio de la experiencia mística. La nueva lectura tendrá que ser una lectura más integral, una lectura que asuma desde el lado de la poesía que san Juan es el poeta clave de la tradición a la que pertenecemos, pero también un gran místico. Algo que no suele suceder más que en las tradiciones orientales. Lo que yo espero es que ahora realmente "entremos más adentro en la espesura". P. La obra de san Juan estuvo olvidada durante 300 años, hasta que Menéndez Pelayo reparó en ella mientras estudiaba a fray Luis. R. Creo que se trató sobre todo de un problema de interpretación, de posición de la crítica, que en un país muy tradicionalista ha encasillado a san Juan como un fenómeno puramente religioso y no perteneciente a la órbita de lo literario. Así se da la paradoja de que quien quizá sea el poeta clave de la tradición española no pesa sobre ella, sino que la determina, como si dijéramos, a la larga. Incluso Menéndez Pelayo cuando habla fray Luis se refiere sólo incidentalmente a san Juan de la Cruz, sin entrar a analizarlo. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
P. Usted se ha ocupado mucho de su obra. R. Sí, teórica y poéticamente, pero no soy un fenómeno aislado. La aproximación al carmelita se produce de una manera selectiva pero ya muy acusada, por ejemplo, en Blas de Otero, cuya obra arranca de una lectura pro funda de san Juan de la Cruz. Lectura que es también evidente en Luis Cernuda y en algunos poetas latinoamericanos a los que personalmente me he sentido muy próximo, como Lezama Lima o Westphalen. P. Usted ha dicho que la mística es el deseo del deseo del otro. Y en rigor la comunión o identidad entre amor profano y amor sagrado constituye el centro de su lectura del Cántico. R. Lo que he sostenido es que necesitamos abolir la distinción entre cuerpo y espíritu, que sería un poco, en el sentido que le da Derrida, una pervivencia de la metafísica. Es decir, es una oposición que hay que tachar. Hay que operar con ella desde luego, porque está ahí, pero hay que operar con ella en situación de tachadura. Y lo mismo sucedería con la distinción entre sacro y profano. Quiero decir que yo, al hablar del lenguaje amoroso, no distinguiría nunca entre esas dos categorías. Y finalmente, el sentido de mi exposición era el de buscar ese punto anterior a la división. Eso me llevaba, por ejemplo, a repetir una cita de John Donne, un poeta en el que se da un intercambio continuo de lenguajes, de modo que hacia su poesía profana viene la simbología de la Iglesia católica de la que él procede, y hacia su poesía sacra va una imaginería de tipo sexual que le lleva incluso a dirigirse a Dios en términos violentamente eróticos. El lenguaje sexual no se puede partir. Y cuanto más nos remontamos, ya sea hasta la tradición cabalística o hacia los ritos hierogámicos de Babilonia y de los sumerios, más imposible es dividir ese lenguaje. Porque si lo hacemos se provoca enseguida una lectura alegórica que a mí poéticamente me parece del todo innecesaria, aunque pueda aceptarse con fines didácticos. Si la Iglesia quiere leer el Cantar de los cantares como una alegoría de las nupcias entre Cristo y la Iglesia, eso es cosa suya, pero para mí se trata ya de una segunda lectura. La lectura primaria me sitúa ante un lenguaje, el del eros, que es el único posible y en el que, insisto, no puedo llevar a cabo la distinción entre sacro y profano, porque no considero que la experiencia sexual excluya la experiencia de lo divino. P. ¿Es posible una poesía mística sin religión, encontrar la "oscuridad que arroja luz" sin religión, sin dogma? R. Yo creo que sí, que es posible. Ahí está toda la experiencia mística basada en el yoga, que es una mística sin religión. En cierto modo, además, el problema del místico es que termina por abolir los dogmas. Lo que le lleva casi siempre a una situación de conflicto con las religiones positivas. Conflicto que evidentemente no busca. El místico no es de antemano un revolucionario, pero interioriza tanto el dogma que al final entra en conflicto con él. Por eso la Iglesia acaba cortando la tradición mística con el proceso de Miguel de Molinos, que es el último gran místico de la Iglesia en Occidente. Como a cualquier otro Estado, le interesa el poder, y así no es posible que el individuo mantenga zonas acotadas en las cuales no entre el poder. _________________________________ http://poesiaparaarenas.blogspot.com/
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