VICARIATO APOSTÓLICO DE MACHIQUES PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO En el marco del Año Sacerdotal…
Bodas De Oro Sacerdotales Pbro.
Eladio Domeño. Párroco de Nuestra Señora del Rosario. Celebración Eucarística Jubilar Villa del Rosario –Venezuela, 18 de julio de 2009
VILLA DEL ROSARIO - VENEZUELA JULIO 2009
Bodas de Oro Sacerdotales Pbro. Eladio Domeño Párroco de Nuestra Señora del Rosario Celebración Eucarística Jubilar Villa del Rosario –Venezuela, 18 de julio de 2009 © Vicariato Apostólico de Machiques– Zulia, 2009 Portada Pbro. Eladio Domeño con fondo de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario Contraportada Fotografías del álbum personal de Pbro. Eladio Domeño Diseño de Portada Gregori Lobo Trascripción de Texto Seminaristas del Vicariato Apostólico de Machiques Corrección de texto Marco Antonio Cueter F. Seminario San Buenaventura de Mérida–Venezuela Diseño y Diagramación Gregori Lobo Arte Final Gregori Lobo
“Mi fe de vida” Nací en Pamplona, España, el 08 de Enero de 1.935, hijo de Serafín Domeño(+) y Francisca Maeztu(+), tengo 03 hermanos, Josefina: Del Opus Dei, José Luis: casado y con 05 hijos y Andrés: Sacerdote Escolapio en Japón. Estudié primaria en la escuela del Barrio Magdalena y la culminé en el Colegio de los Padres Escolapios. De 1.947 a 1.959 estudié en el Seminario de Pamplona: Humanidades (5 años), Filosofía (3 años), Teología (4 años). Me ordené de Sacerdote el 19 de Julio de 1.959. Los primeros 9 años trabajé con el equipo Formador del Seminario. Hecho este “rodaje”, llegué a Venezuela el 08 de septiembre de 1.966. Vine en barco a la Guaira: 11 días me costó llegar. La “cuarentena” la pasé en Cabimas, en la Villa puse el pié el 28 de Septiembre de 1.966. Vine a predicar la Novena a la Virgen del Rosario desde un púlpito, en la primera columna de la Iglesia a 4 metros de altura y a “grito pelao” y me quedé aquí. El 1 de Mayo de 1.967, Monseñor Aurrecoechea nuestro Obispo en aquel entonces, me llevó a Machiques, Viví primero en la Catedral y luego en el Colegio San Pablo de los Hermanos Maristas. Allí estuve 7 años, desde donde atendía el Caserío de Calle Larga. El 15 de Junio de 1.974, el mismo Obispo me devolvió a la Villa y aquí he dejado el pelo, los dientes en el Dr. Camilo Saab y espero dejar mis huesos. ¿Quién me enterrará?, “Despreocúpate” Eladio, que no faltará quien te entierre, si te han enterrado vivo, cuánto y más muerto! (Humor Negro). Vine a los 31 años y ya cumplí 74, he vivido 43 años en Perijá y en la Villa 38, ¿Qué he hecho en estos 38 años?, mi Curriculum, no hace falta introducirlo, porque todos lo conocen, unos estarán de acuerdo y otros en desacuerdo, pero yo me siento muy bien: con una conciencia muy en Paz con Dios y con ustedes mis feligreses y muy a gusto como hombre y como Sacerdote. Si no fuera así, yo no estuviera aquí. Este es mi perfil, más que una Biografía, es una Cronología. La Necrología, todavía no está lista, será otro día.
Pbro. Eladio Domeño Párroco de Nuestra Señora del Rosario
Bodas de Oro Sacerdotales
BODAS DE ORO SACERDOTALES PBRO. ELADIO DOMEÑO Párroco de Nuestra Señora del Rosario. 18 de julio de 2009
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA JUBILAR Empieza la procesión desde el salón parroquial Ntra. Señora del Rosario, con el ritual de costumbre: La cruz procesional y ciriales, monaguillos, seminaristas, sacerdotes, obispo y fieles.
MONICIÓN DE ENTRADA Buenos días. Queridos hermanos, sean bienvenidos a esta Eucaristía, que nos une en la alegría de compartir la celebración de las Bodas de Oro Sacerdotales del Padre Eladio Domeño, párroco de esta comunidad. Nuestra feligresía se siente agradecida con el Buen Dios por habernos cuidado, enseñado, y guiado a través del ministerio sacerdotal del Padre Eladio. Dios, en su gran bondad y misericordia ha permitido que la fidelidad haya sellado su existencia y que ahora podamos contemplar en su rostro la belleza de una vida de entrega generosa en el servicio y en la caridad, transparentando la imagen de Cristo en medio de nuestro pueblo. Cincuenta años de vida sacerdotal se han convertido en la oportunidad para que el corazón manifieste su gratitud. Hoy celebramos la fidelidad al compromiso que el Padre Eladio hizo un día con el Señor, un profundo misterio. Él fue elegido personalmente por Dios para una misión específica: ser Sacerdote, a imagen de Cristo, Buen Pastor. Son muchos los fieles que han recibido de las manos del Padre Eladio los sacramentos de iniciación cristiana, el sacramento de la reconciliación, la unción de los enfermos y el sacramento del Matrimonio. El compromiso apostólico del Padre Eladio creció siempre unido a la verdad contemplativa de la humanidad doliente. Que esta celebración eucarística, en la que nos hemos reunido para dar gracias a Dios por el don de la vocación y la vida del Padre Eladio, sea una manifestación auténtica de amor filial y de comunión eclesial. . Nos ponemos de pie para dar inicio a esta gran liturgia. Canto de entrada.
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño
RITOS INICIALES Cuando llega al altar, el obispo con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar y lo inciensa. Después se dirige con los ministros a la sede. Terminando el canto de entrada, el obispo y los fieles, de pie, se santiguan, mientras el obispo dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El pueblo responde:
Amén. Saludo El obispo, extendiendo las manos, saluda al pueblo con la siguiente fórmula:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros. El pueblo responde:
Y con tu Espíritu. Acto penitencial El obispo invita a los fieles al arrepentimiento:
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios. Se hace una breve pausa en silencio. Después, hacen todos en común la confesión de sus pecados:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Luego prosiguen:
Por eso ruego, a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. El obispo concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. El pueblo responde:
Amén.
Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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Bodas de Oro Sacerdotales A continuación el obispo entona el himno:
Gloria a Dios en el cielo… Acabado el himno, el obispo con las manos juntas canta:
Oremos Y todos, junto con el Obispo, oran en silencio durante unos momentos. Después, el Obispo, con las manos extendidas, dice:
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ios, Padre santo, que, sin merito alguno de su parte, has elegido a Eladio para compartir el eterno sacerdocio de Cristo y dedicarse al servicio de tu Iglesia; haz de él un valiente y humilde predicador del Evangelio y un fiel dispensador de tus misterios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. El pueblo aclama:
Amén.
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño
LITURGIA DE LA PALABRA MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA En la primera lectura, extraída del libro del Éxodo, vemos cómo los israelitas siguen caminando juntos rumbo a la tierra prometida: Canaán. En el proceso de la conciencia de Israel se establece como necesario el respeto al don de la vida. Israel equipara dicho respeto con el querer de Dios. Escuchemos. Primera Lectura: Ex 12, 37-42. LECTURA DEL LIBRO DEL ÉXODO. En aquellos días, los hijos de Israel partieron de Ramsés hacia Sukot; eran unos seiscientos mil hombres, sin contar a los niños. Salió también con ellos una enorme y abigarrada muchedumbre con grandes rebaños de ovejas, vacas y otros animales. De la masa que habían sacado de Egipto cocieron piezas de pan ázimo, no fermentado; pues los egipcios, al arrojarlos del país, no les dieron tiempo de dejar fermentar la masa, ni de tomar provisiones para el camino. Los hijos de Israel estuvieron en Egipto cuatrocientos treinta años, salieron de la tierra de Egipto todos los ejércitos del Señor. Esa noche veló el Señor para sacarlos de Egipto. Por eso, esta noche será noche de vela en honor del Señor para todos los hijos de Israel, de generación en generación. Palabra de Dios. El pueblo aclama:
Te alabamos, Señor. MONICIÓN AL SALMO RESPONSORIAL El salmo 135 que meditaremos hoy es un hermoso himno que comienza con una invitación a la alabanza. Luego se proclama el credo de Israel: la creación, el éxodo y la tierra prometida, y culmina con una nueva invitación a la alabanza. Este salmo ha de ir completándose con las nuevas muestras del amor divino en nuestras vidas. SALMO RESPONSORIAL: SALMO 135. El pueblo aclama:
DEMOS GRACIAS AL SEÑOR, PORQUE ÉL ES BUENO. L. Demos gracias al Señor, porque Él es bueno; Él se acordó de nosotros en nuestra humillación y nos libró de nuestros enemigos. Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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Bodas de Oro Sacerdotales L. Demos gracias al que hirió a los primogénitos egipcios y sacó de Israel de aquel país con mano poderosa y brazo extendido. L. Demos gracias al que en dos partió el mar Rojo, condujo a Israel entre las aguas y arrojó en el mar Rojo al faraón y a su ejército. MONICIÓN AL SANTO EVANGELIO En el santo Evangelio, los enemigos de Jesús se quedan atónitos y sin respuesta ante sus palabras, pero Jesús comienza a ser ya un peligro público que debe ser eliminado. Frente a esta deliberación, Mateo pronuncia un veredicto aplicando a Jesús u texto profético de Isaías, el primer canto del Siervo. Escuchemos con atención esta Buena Noticia. Sigue el canto antes del Evangelio. Mientras tanto, el obispo pone el incienso en el incensario. Después el sacerdote que proclamará el evangelio, inclinado ante el obispo, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición. El obispo en voz baja, dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre y del Hijo ; y del Espíritu Santo. El sacerdote responde:
Amén. Después el sacerdote va al ambón, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios; ya en el ambón dice:
El Señor esté con vosotros. El pueblo responde:
Y con tu espíritu. El sacerdote dice:
Evangelio: Mt. 12,14-21. PROCLAMACIÓN DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor. El sacerdote inciensa el libro. Luego proclama el evangelio:
En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con Él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. Muchos lo siguieron y Él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras de profeta Isaías: 8
Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi Espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que aún humea, hasta que haga triunfar la justicia sobre la tierra; y en él pondrán las naciones su esperanza. Acabado el evangelio el sacerdote dice:
Palabra del Señor. El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor Jesús. Después el sacerdote lleva el libro al obispo, y éste lo besa, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados. Luego tiene lugar la homilía.
Homilía Al culminar la homilía, el obispo, de pie con las manos juntas, invita a los fieles a profesar su fe.
PROFESIÓN DE FE. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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Bodas de Oro Sacerdotales PLEGARIA UNIVERSAL El obispo, sin mitra, invita a los fieles a orar diciendo:
Al celebrar, hermanos, el misterio pascual de Cristo y las Bodas de Oro sacerdotales del Padre Eladio, oremos unidos a Dios Padre, por Jesucristo, Buen Pastor. A cada invocación aclamamos:
CRISTO, BUEN PASTOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN. 1. Por la santa Iglesia de Dios, para que establezca en todo el mundo el reino del amor y de la vida, de la justicia y de la paz. Oremos. 2. Por nuestro Obispo Ramiro y por todos los sacerdotes de nuestro Vicariato, para que el Espíritu Santo descienda incesantemente sobre sus obras y encuentren entre nosotros los más fieles colaboradores en la difusión del Evangelio. Oremos. 3. Por el Padre Eladio, quien cumple 50 años de servicio y entrega a la Iglesia, para que su ejemplo de sacrificio y caridad pastoral nos ilumine y el Señor bendiga su apostolado. Oremos. 4. Por el pueblo de la Villa; por nuestro estado Zulia, ayúdanos Buen Pastor a convivir los unos junto a los otros; que todos nos sintamos responsables del desarrollo armónico de esta parte de nuestra Patria. Oremos. 5. Por todos los que estamos aquí reunidos, por nuestros hermanos ausentes, por cuantos han pedido nuestras oraciones y por el eterno descanso de nuestros hermanos difuntos, para que el Señor nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el reino de su Hijo. Oremos. Luego el obispo concluye con la siguiente oración:
Escucha, Dios misericordioso, nuestras súplicas, para que, quienes asiduamente quieren servirte, sean siempre enriquecidos con tus dones. Por Jesucristo nuestro Señor. El pueblo responde:
Amén.
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño
LITURGIA EUCARÍSTICA Culminada la Liturgia de la Palabra, se presentan las ofrendas ante el altar:
Presentación de las ofrendas MONICIÓN La celebración eucarística tiene como centro a Jesucristo, Buen Pastor, que entrega libremente su vida para que todos la tengamos en abundancia. Hoy le estamos dando gracias porque ha hecho ministro de su acción pastoral al Padre Eladio. Como comunidad cristiana presentamos ante el altar del Señor las ofrendas. Culminada la presentación de las ofrendas, un sacerdote y los ministros colocan en el altar el corporal, el purificador, el cáliz y el misal; mientras tanto se ejecuta el canto de ofertorio. El obispo se acerca al altar, toma la patena con el pan y, manteniéndola un poco elevada sobre el altar, dice en secreto:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Después deja la patena con el pan sobre el corporal. Un sacerdote, echa vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana. Después el obispo toma el cáliz y, manteniéndolo un poco elevado sobre el altar, dice en secreto:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Después deja el cáliz sobre el corporal. A continuación, el obispo, inclinado, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro. Y luego, el obispo inciensa las ofrendas y el altar. A continuación un ministro inciensa al obispo, los sacerdotes y a la asamblea. Luego el obispo, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto:
Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado. Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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Bodas de Oro Sacerdotales Después, de pie en el centro del altar y de cara a la asamblea, extendiendo y juntando las manos, dice la siguiente fórmula:
Orad, hermanos, para que, llevando al altar los gozos y las fatigas de cada día, nos dispongamos a ofrecer el sacrificio agradable a Dios, Padre todopoderoso. El pueblo responde:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. Luego el obispo, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:
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e ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza para que, aumentes en Eladio el espíritu de servicio y lleves a término lo que le has entregado sin méritos propios. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El pueblo aclama:
Amén. PLEGARIA EUCARÍSTICA V/a Dios guía a su Iglesia Esta plegaria eucarística forma un todo con su prefacio, el cual no puede cambiarse. Por consiguiente no puede decirse cuando está prescrito un prefacio propio. En todos los otros casos puede decirse, incluso cuando las rúbricas prescriban un prefacio del tiempo.
El Señor esté con vosotros. El pueblo responde:
Y con tu Espíritu. Levantemos el corazón. El pueblo responde:
Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. El pueblo responde:
Es justo y necesario.
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e damos gracias, Señor y Padre nuestro, te bendecimos y te glorificamos, porque has creado todas las cosas y nos has llamado a la vida.
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño Tú nunca nos dejas solos, te manifiestas vivo y presente en medio de nosotros. Ya en tiempos antiguos guiaste a Israel, tu pueblo, con mano poderosa y brazo extendido, a través de un inmenso desierto. Hoy acompañas a tu Iglesia peregrina, dándole la fuerza de tu Espíritu. Por medio de tu Hijo nos abres el camino de la vida, para que a través de este mundo, lleguemos al gozo perfecto de tu reino. Por eso, con los ángeles y los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Coro y pueblo:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. El obispo, con las manos extendidas, dice:
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e glorificamos, Padre santo, porque estás siempre con nosotros en el camino de la vida, sobre todo cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega para el banquete pascual de su amor. Como hizo en otro tiempo con los discípulos de Emaús, él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Te rogamos, pues, Padre todopoderoso, que envíes tu Espíritu sobre este pan y este vino, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Junta las manos. En las fórmulas que siguen, las Palabras del Señor han de pronunciarse con
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Bodas de Oro Sacerdotales claridad, como lo requiere la naturaleza de éstas.
Él mismo, la víspera de su Pasión, mientras estaba a la mesa con sus discípulos, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar prosigue:
tomó pan, te dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Se inclina un poco.
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES. Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión. Después prosigue:
Del mismo modo, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz lleno de vino, te dio gracias con la plegaria de bendición, y lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión. Luego dice la siguiente fórmula:
CP Este es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Después el obispo, con las manos extendidas, dice:
CC Por eso, Padre de bondad, celebramos ahora el memorial de nuestra reconciliación, y proclamamos la obra de tu amor: Cristo, tu Hijo, a través del sufrimiento y de la muerte en cruz, 14
Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha. Dirige tu mirada, Padre santo, sobre esta ofrenda; es Jesucristo que se ofrece con su Cuerpo y con su Sangre y, por este sacrificio, nos abre el camino hacia ti. Señor, Padre de misericordia, derrama sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de Hijo. C1 Fortalécenos con este mismo Espíritu a todos los que hemos sido invitados a tu mesa, para que todos nosotros, pueblo de Dios, con nuestro pastores, el Papa Benedicto XVI, nuestro Obispo Ramiro, con los presbíteros y los diáconos, caminemos alegres en la esperanza y firmes en la fe, y comuniquemos al mundo el gozo del Evangelio. C2 Acuérdate también, Padre, de nuestros hermanos que murieron en la paz de Cristo, Serafín Domeño y Francisca Maeztu y de todos los demás difuntos, cuya fe sólo tu conociste; admítelos a contemplar la luz de tu rostro y llévalos a la plenitud de la vida en la resurrección. Y, cuando termine nuestra peregrinación por este mundo, recíbenos también a nosotros en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria. En comunión con la Virgen María, Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, san José y de todos los santos, te invocamos, Padre, y te glorificamos,
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Bodas de Oro Sacerdotales Junta las manos
Por Cristo, Señor nuestro. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
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or Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén. RITO DE LA COMUNIÓN Una vez dejado el cáliz y la patena, el obispo, con las manos juntas, dice:
Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado: Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa: adre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
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El obispo, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz e nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos. El pueblo concluye la oración, aclamando:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. Después el obispo, con las manos extendidas, dice en voz alta:
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Junta las manos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. El pueblo responde:
Amén. El obispo, extendiendo y juntando las manos, añade:
La paz del Señor esté siempre con vosotros. El pueblo responde:
Y con tu espíritu. Luego, el obispo añade:
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz, damos la paz como signo de reconciliación. Y todos, según la costumbre del lugar, se dan la paz. Después, el obispo, toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una parte del mismo en el cáliz, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna. Mientras tanto se canta:
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. A continuación, el obispo, con las manos juntas, dice en secreto la siguiente oración:
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti. Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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Bodas de Oro Sacerdotales El obispo hace genuflexión., toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo, diciendo:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Y, juntamente con el pueblo, añade:
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. El obispo dice en secreto:
El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna. Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo. Después toma el cáliz y dice en secreto:
La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna. Y bebe reverentemente la Sangre de Cristo. Cuando el obispo comulga el Cuerpo de Cristo, comienza el canto de comunión Los concelebrantes se acercan al Altar para comulgar junto con el obispo, luego se distribuye al pueblo la Sagrada Eucaristía. Luego, de pie en la sede, el obispo dice:
Oremos Y todos, junto con el obispo, oran en silencio durante unos momentos, a no ser que este silencio ya se haya hecho antes. Después, el obispo con las manos extendidas, prosigue:
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n el aniversario de la ordenación sacerdotal de Eladio, hemos celebrado, Señor, llenos de alegría, para alabanza de tu nombre, este misterio de fe; haz que él sea de verdad en su vida lo que místicamente está significado en este sacrificio. Por Jesucristo nuestro Señor.
El pueblo aclama:
Amén. RITO DE CONCLUSIÓN En este momento se hacen, los agradecimientos o anuncios oportunos a la asamblea. Después tiene lugar la despedida.
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Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño
BENDICIÓN APOSTÓLICA El obispo extiende las manos hacia el pueblo y dice:
El Señor esté con vosotros. El pueblo responde:
Y con tu Espíritu. Luego el obispo, extendidas las manos sobre el pueblo, dice:
Por las súplicas y los méritos de la bienaventurada santa Virgen María, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos, Dios omnipotente y Misericordioso os conceda tiempo de verdadera y fructuosa conversión, corazón arrepentido y perseverancia en el bien obrar, y perdonados todos vuestros pecados os conduzca a la vida eterna. El pueblo responde:
Amén. Sacerdote:
Ramiro Díaz Sánchez, por voluntad de Dios y de la Sede Apostólica, Obispo de esta Iglesia de Machiques, en nombre del Romano Pontífice dará la bendición con indulgencia plenaria a todos los aquí presentes que estén verdaderamente arrepentidos, se hayan confesado y recibido la Sagrada Comunión. Rueguen a Dios por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por nuestro Obispo Ramiro, y por la santa madre Iglesia, y hagan el esfuerzo por permanecer en plena comunión con ella y en santidad de vida. El obispo extiende sus manos sobre el pueblo e imparte la bendición:
Por la intercesión de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo, os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Luego el obispo, con las manos juntas, despide al pueblo con la siguiente fórmula:
Glorificad al Señor con vuestras vida. Podéis ir en paz. El pueblo responde:
Demos gracias a Dios. Después el obispo besa con veneración el altar, como al comienzo, y, hecha la debida reverencia con los ministros se retiran en procesión al salón parroquial Nuestra Señora del Rosario.
Villa del Rosario, 18 de Julio de 2009.
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