El 13 de Octubre se celebra el “Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales” (International Day for Natural Disaster Reduction). Es un día para de promover una cultura mundial de reducción de los desastres naturales para prevenirlos, mitigarlos y estar preparados para ellos. Se busca disminuir las pérdidas de vidas, la afectación económica, social y ambiental derivada de los peligros naturales y los desastres tecnológicos y ambientales conexos. El día internacional para la reducción de los desastres naturales pretende fomentar la colaboración solidaria de todos los estados del planeta, dado que ninguno está exento de ser una posible víctima. La estrategia se basa en las asociaciones de colaboración donde participan todos los individuos y las comunidades con el fin de que las consecuencias se reduzcan al máximo. Cuatro son las bases de este plan, esgrimido en cada día internacional para la reducción de los desastres naturales: • Aumentar la conciencia del público respecto de los riesgos y la vulnerabilidad de los desastres, pues cuanto más información posean las personas, las organizaciones y los gobiernos, el modo de hacer frente a los desastres será más eficaz. • Lograr el compromiso de las autoridades de cada estado tanto para la colaboración con otros estados como en la educación y legislación fronteras adentro. • Estimular alianzas interdisciplinarias. • Aumentar los conocimientos científicos sobre el tema, lo que implica inversión y reconocimiento nacional e internacional.
MENSAJE CON OCASIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE LOS DESASTRES 13 de octubre de 2016 El año pasado, los Gobiernos aprobaron el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres e incorporaron los objetivos del Marco en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Hoy damos inicio a la campaña “Sendai Siete: Siete Metas, Siete Años”, que destaca de qué manera podemos contribuir todos a reducir las pérdidas ocasionadas por los desastres. La meta de este año es reducir la pérdida de vidas. Las posesiones materiales se pueden reemplazar, pero las personas no. No deja de sorprenderme cada vez la cantidad de personas que mueren cuando ocurre un desastre. En todos los casos, la mayoría de las víctimas son los pobres y vulnerables. Hoy en día, cientos de millones de personas corren riesgo por el aumento del nivel del mar, los terremotos, las sequías, las olas de calor, las inundaciones y las tormentas. Viven en tierras marginales, debajo de laderas inestables o en zonas costeras expuestas a las tormentas. Por eso, erradicar la pobreza extrema, el primero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es esencial para reducir el riesgo de desastres. El informe que publicó hoy la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), titulado Poverty & Death: Disaster Mortality 19962015 (Pobreza y muertes: mortalidad causada por desastres, 1996-2015), es una dura
crítica de la desigualdad. Los países de ingresos altos sufren enormes pérdidas económicas en los desastres, pero las personas que viven en los países de ingresos bajos pagan con la vida. En este Día Internacional para la Reducción de los Desastres exhorto a todos los Gobiernos a que colaboren con la sociedad civil y el sector privado para pasar de la gestión de los desastres a la gestión de los riesgos. Pasemos de la cultura de reacción a una cultura de prevención y aumentemos la resiliencia reduciendo la pérdida de vidas.