Cronica

“Los hombres se convierten en caballeros por el contacto con la naturaleza”. Badén Powell. Roverismo hacia el Éxito. MI CRONICA DE UNA RUTA NOCTURNA. SABADO 28 NOV 2.009. …………………………Vencimos nuestra pereza, implicamos a nuestras familias, superamos nuestros problemas y nos vimos andando junto a otras personas, en silencio, en la oscuridad, dejamos a un lado lo personal para ser un grupo, una PATRULLA, y en nuestro interior resurgió la necesidad de hacer algo más de lo que estamos haciendo, de remangarnos las mangas, de pensar que en el esfuerzo esta la satisfacción…………………………… Tal y como se preparó y en poco tiempo, se planteó la realización de una marcha nocturna “La Vieja Senda”, por el Cañón del Río Luchena (desembocadura del Pantano de Valdeinfierno, Sierra del Gigante Pericay). No se si os pasaría como a mi, pero pase la semana pensando donde tenia un saco de dormir, un aislante; preparando la linterna con sus correspondientes pilas de de repuesto, etc.; así pasó la semana rápido, más rápido de lo normal (quizás por el volumen de trabajo), pero casi sin darme cuenta era sábado 28 de noviembre. Después de un poco de deporte por la mañana, y pasado el medio día llegue a casa, Gladys salía a comprar unas cosas y me quede vistiendo a Andrés, y ya la marcha en la cabeza: “Andrés, ¿me dejas tu linterna para la marcha nocturna?, su respuesta no, que me va a hacer falta a mi, jejejejej risas. Justo después de vestirlo envié a los participantes de la marcha el siguiente sms: “Espero que estéis sintiendo en el estomago esas mariposas que sentiste en tus primeras acampadas dentro del movimiento Scout”. Largas lunas. Por problemas técnicos el mensaje no llegó completo a sus participantes, pero aunque no lo leyeron entero, algo pasó por su cabeza: la marcha estaba más cerca. Se acercaban las 18:45 h. hora de la recogida de los y las participantes, me desplace a la Avda. Juan Carlos I, donde había quedado con Antonio Galindo, iba con todo lo necesario botas y calcetas, pantalones cortos, camisa para andar, pañoleta, chaquetón y como no mi “cuatro bollos”, que iba a cubrir durante otra marcha.

Asociación de Amigos de los Exploradores de Lorca. C/ Abenhalaj, 4, 2º b. 30.800 Lorca (Murcia). C.I.F: G-73606006 www.antiguosexploradoreslorca.blogspot.com

Allí puntual estaba Antonio, que casualmente estaba hablando con un antiguo scout, estuvimos hablando un rato de la actividad y nos despedimos, durante el tiempo de espera, mientras llegaban Juan Aradra y Paco Gracia, me puse en contacto con el Guarda del Pantano de Valdeinfierno, con el que comenté el estado de la noche, de la posible existencia de agua en el cañón y di si nos íbamos a ver por la presa, me dijo que no, que se bajaban a la Zarcilla de Ramos, unos saludos y hasta la próxima. A los 5 minutos llegó el vehiculo con remolque, con leña, provisiones, cargamos nuestros equipajes y nos desplazamos a recoger a Juan Jiménez, seguimos de paso hasta el lugar de reunión la gasolinera BP, allí estaba Jesús Sánchez y Diego Jiménez. Mientras conversábamos apareció Gregorio Vidal. Nos tomamos una caña, compramos gasolina, pilas, etc., y de camino al Refugio de los Ojos del Río Luchena. A las 21:10 abríamos la puerta del Refugio, rápidamente sacamos el grupo electrógeno, la gasolina, comenzamos a encender el fuego, etc., y una vez todo descargado, nos montamos en el coche de Gregorio los 7 magníficos camino a la presa del pantano de Valdeinfiernos. Con 5º centígrados, y tras unas fotos, comenzamos a saltar la valla (Bajo el cartel de Prohibido el Paso), que da inicio a unas largas escaleras que transcurren desde lo alto de la presa hasta el cauce del canon. Comenzamos la ruta en silencio, cada uno ocupo su sitio cual Patrulla organizada, Antonio Galindo iba abriendo camino, eligiendo con sabiduría el sendero a seguir desde la presa hasta el refugio, fue nuestro Guía durante la Ruta, fue seguido en todo momento por Juan, fue el que puso los sentidos, sobre todo el oído, para descubrir a los animales que nos iban observando desde lo alto, concretamente dos manadas de arruis de unos 10 a 15 componentes, en la oscuridad y debido a las potentes linternas las veíamos pasar caminando, observando a ese grupo de humanos andando por su cañón. En tercer lugar, Paco García, con su mochila y bastón, cabeza cubierta para el relente y siguiendo atento el paso de Antonio y de Juan. En cuarto lugar entusiasmado, con la linterna de mi hijo en la frente, con la cámara colgada del cuello, con mi pequeña mochila y mi bastón y tampoco sin hablar mucho. En quinto lugar Gregorio Vidal, hablando en todo momento con Juan Aradra, que fue cerrando el grupo durante la marcha, y que actuó como subguia.

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El andar transcurrió de una forma serena, sin prisas, durante algunos tramos incluso sin linternas debido a la presencia de la luna; íbamos deteniendo la marcha cuando escuchábamos algún sonido que podía prevenir de algún animal, así como hemos comentado antes vimos dos rebaños de arruis con bastantes componentes, escuchamos el piar de polluelos (quizás de las buitreras existentes en el cañón), vimos multitud de rastros de zorro (excrementos en piedras, huellas, etc.,) de jabalíes (huellas). Parábamos ante cada piedra extraña o de distinto color, ante grandes rocas, ante charcos, íbamos descubriendo el paisaje nocturno del Cañón del Río Luchena. Como buenos exploradores íbamos provistos de walkies para cualquier emergencia, pero solo tuvimos cobertura a unos escasos 500 metros del refugio, donde el aparato empezó a sonar con la voz de Jesús, informándonos que la casa se había ahumado………………………………….jejejeje. Así, y tras una hora y 45 minutos después de la salida de la presa sobre las 21:45 h, y cuando eran las 23:30 vislumbramos el refugio desde el cañón, conforme íbamos subiendo comentábamos que había sido un paseo, realizado sin descansos…………………subimos juntos la cuesta, y allí nos esperaban nuestros caseros Jesús y Diego. Nos echamos unas fotos, incluso bromeábamos con echarnos agua para parecer que habíamos sudado, por que el esfuerzo había sido mínimo. Una vez dentro, nos pusimos a ordenar, subir los equipajes a las habitaciones ponernos cómodos, poner la mesa, terminando preparar el fuego, tomar asiento frente a las llamas y tomarnos una caña. Comentamos como había ido, que esta actividad teníamos que retomarla bien por Sierra Espuña, por Maria, etc. tras una segunda cerveza, y tras preparar unas patatas para hacerlas en el fuego, llegó la hora de darle una oportunidad al Buey traído por Gregorio. Gregorio y Antonio hicieron de pinches prepararon las parrillas, preguntaron como queríamos la carne: poco echa, al punto o pasada, cada uno la pidió a su gusto, y un corto periodo de tiempo cada uno teníamos nuestro chuletón en el plato. Acompañamos el Buey con varias botellas de vino tinto, pan casero y ajos tiernos, tras el chuletón pasamos al solomillo, Antonio los cortó con maestría, y volvió a preparar las parrillas para la carne.

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Eran ya las 01:30 h. y seguíamos degustando la carne de buey, alguno se retiro como yo………………recogimos la mesa, hicimos café, sacamos algunas galletas, el azúcar, y preparamos para tomarnos un digestivo después de tan copiosa cena. Cuando estábamos en ese punto, se acabo la gasolina del grupo electrógeno (habíamos gastado los 5 litros de gasolina) en apenas 5 horas, desde que llegamos. Encendimos algunas velas, algunas linternas y continuamos como si nada, cada uno tomo asiento y comenzamos a hablar, a contar historias, a hablar de experiencias personales, y casi sin darnos cuenta se nos hicieron las cuatro de la mañana. Fuimos acostándonos poco a poco, primero Diego, luego Juan y Paco, y Luego los de mas (Gregorio, Paco, Jesús, Antonio y Jesús). Yo desde luego dormí en la gloria, incluso con calor, eso si parece que ronque demasiado (eso que llevaba 28 días sin fumar) Por la mañana a las 10:00 h. ya estábamos todos en pie, preparando café, tostadas, recogiendo, etc. y preparando el viaje de vuelta para recoger a los demás participantes para la convivencia del día. Una experiencia entrañable, voluntaria, en la oscuridad, de convivencia, compartiendo, recordando tiempos pasados, planeando tiempos futuros a pesar de nuestra edad. Se determinó incluir una actividad similar cada 3 0 4 meses, pero que volvamos a recobrar el espíritu de convivencia, de comunidad, de ayuda. Una bonita noche en buena compañía viviendo nuevas aventuras.

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