NUEVO ORDEN
Crisis, Oportunidades y Transiciones Creando el Éxito y las Nuevas Realidades Ing. Carlos José Yunén , M.S., M.L.S.
En la película “Harry Potter and The Prisoner of Azkaban”, el profesor Lupin, entrenando a Harry para poder enfrentar los dementores” (criaturas oscuras cuya única función consiste en “robar la vida”), le pide que traiga a su memoria su recuerdo más feliz, que lo visualice, que lo sienta, que lo haga intenso... Harry lo hace, y así puede vencer a un dementor simulado. Lupin le pregunta acerca de qué pensó, y Harry contesta algo así como: “estaba con mis padres, quienes me sonreían... no sé si es cierto o no, pero para mí es igual, lo sentí como si lo fuera”. ¿Dónde termina la ficción? ¿Dónde comienza la realidad? O, mejor aún,
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¿Cuál es una, cuál es otra? ¿Hay alguna diferencia? Hace pocos meses nos despertamos con la noticia “una nueva crisis ha sorprendido al mundo”; “una debacle de proporciones inigualables se cierne sobre la humanidad”; “nos abocamos a un descalabro económico sin precedentes”… la lista es interminable. La pregunta es una: ¿Qué tan ciertas pueden ser todas estas proyecciones, todos estos pronósticos? Hablamos de “crisis” con total desenfado y sin mediar reflexión consciente siquiera como muestra del debido respeto que merece la palabra como creadora de realidades, y como expresión de
conceptos y entidades específicas, precisas. ¿Qué es “crisis”? ¿Qué significa “crisis”? ¿Realmente es esto una “crisis”? De su raíz griega, “Krisis” significa cambio, así como “cambio considerable en la formación de una enfermedad”. Tomemos en cuenta esta última definición, en la cual ni siquiera se habla de “agravamiento” o “desenlace fatal” de la enfermedad; sencillamente, “cambio”… seguido por el calificativo “considerable”. Según la Real Academia Española de la Lengua (http://www.rae.es), la palabra “crisis” tiene las siguientes acepciones:
Crisis, Oportunidades y Transiciones, Carlos José Yunén, Febrero 2009
crisis. (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις). 1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente. 2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales. 3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese. 4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes. 5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente. 6. f. Escasez, carestía. 7. f. Situación dificultosa o complicada
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Como podemos ver, de siete definiciones o significados, cinco de ellas tienen que ver con cambio (1 y 2), punto de decisión (3 y 4) y dificultad situacional, circunstancial (7). En ese sentido, de estas 7 definiciones, 5 son neutras, apuntan a un punto de definición de algo, en un sentido u otro; 1 es negativa (escasez, carestía) y una tiene que ver con el tema de la crítica a hechos pasados (5). Crisis es, pues, cambio, inflexión, un salto a algo nuevo, distinto, discontinuo. Muchos conocemos la llamada “curva del ciclo de vida” o “curva de aprendizaje”, una curva en forma de “s” muy pocas veces comprendidas. Esta curva nos indica que, a través del tiempo, una idea, un producto, un modelo económico, un ciclo de desarrollo, inicia creciendo lentamente, para entonces pasar a un crecimiento muy acelerado, seguido de un crecimiento cada vez más lento, hasta que el crecimiento se detiene. Obviamente, si se proyecta la curva hacia el futuro, se experimentará un decrecimiento, una caída, una recesión…
la muerte del producto, modelo económico, empresa… lo que sea. Cuando un ciclo no es atendido debidamente, muere irremediablemente. Pero los sistemas jamás se suicidan, más bien, confrontados con una situación de caos que amenaza su existencia, los sistemas se auto-organizan. Muchas veces, es la intervención inadecuada por parte del ser humano la que evita que el sistema consiga el orden por sí mismo. (esto es algo bien sabido en el estudio de la teoría general de sistemas y del pensamiento sistémico, de los cuales se derivan modelos y teorías económicas, sociales, biológicos, ecológicas, políticas, y de negocios). Entonces, ocurre lo más hermoso: la renovación, el renacimiento, una nueva curva, una transición… un nuevo ciclo que sucede al anterior. Un salto a una nueva realidad… una disrupción creadora de esa nueva realidad. Así, llamamos crisis a este estado de transición, de resurgimiento, de reorganización, a este punto crítico que abre las puertas a una nueva realidad, la cual nos toca construir con nuestras expectativas, con nuestras creencias, con nuestro pensamiento, con nuestra acción. Lo importante no es lo que pasó; ni siquiera lo que está pasando… lo importante es lo que haremos que suceda… Muchas veces me preguntan, o me cuestionan: “pero, Carlos, las proyecciones dicen que…” y ya sabemos los augurios que siguen a esa intervención, ¿cierto? Mi respuesta, constante y continuamente, invariablemente, es la misma: las proyecciones y pronósticos sencillamente expresan lo que sucederá si seguimos haciendo las mismas cosas, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera. Cuando cambiamos la actuación, el pensamiento, las expectativas, las creencias, entonces creamos una nueva realidad, un nuevo ciclo, unas nuevas reglas de juego… y, por sentido común, es obvio que rompemos el ciclo anterior y así, de forma creativa, creadora, al dejar morir un ciclo que se desgasta, desafiamos y vencemos la muerte al permitir el nacimiento de un nuevo ciclo, de nuevas oportunidades, que se abren ante nosotros… en realidad, que se abren con brillo y esplendor para quienes tienen sus ojos y sus percepciones sintonizadas para ver esas oportunidades, esa luz, ese salto, esa apertura.
Crisis, Oportunidades y Transiciones, Carlos José Yunén, Febrero 2009
Lo más lamentable de estas situaciones, es que de manera recurrente, los ciclos siempre se han presentado ante la humanidad, con precisión predecible, casi exacta. En el pasado mes de enero, en la edición electrónica de la revista McKinsey on Finance (vol. 30, Winter 2009) fue publicado un trabajo firmado por Bin Jiang, Timothy M. Koller, y Zane D. Williams, titulado “Mapping decline and recovery across sectors”. En éste, los autores presentan la extensión y el impacto que han tenido las últimas “crisis” en diversos sectores de la economía. Para mí, lo más importante fue, sin embargo, observar los años en que ocurrieron esas “crisis”; más bien, los períodos que transcurrieron entre ellas. ¡Ah! ¡Sorpresa! Los ciclos se repiten de manera prácticamente invariable, cada 7 a 8 años: la última de ellas tuvo lugar en… adivine el lector… ¡El año 2001! Sumemos 7 y nos da… ¡2008! ¡Vaya descubrimiento de lo obvio! Las economías se reinventan, aproximadamente, cada 7 años. Quizás algunos recordemos la historia de José y el Faraón. Siete años de vacas gordas… siete años para la transición… siete, siete, siete… “Krisis”, cambio, renovación… punto de inflexión, punto de decisión, donde la enfermedad mejora o empeora. Pero, ¿Por qué podría empeorar? Sólo hay una razón para que empeore: el miedo. En un momento de crisis, de punto de inflexión, de cambio de curva, todo se detiene por un ínfimo momento, como la pelota que, impulsada hacia el cielo por un niño, se detiene por una fracción imperceptible de segundo antes de cambiar el sentido de su movimiento y comenzar su descenso. En ese momento de la transición, son nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestras creencias y expectativas las que definirán el sentido del cambio, el orden del nuevo orden. Si tememos, detendremos las acciones y las inversiones “a ver qué pasa”, y esto creará incertidumbre, lo cual hará que más empresas y personas se detengan a esperar “a ver qué pasa”… y así sucesivamente, llegará el momento en que la mayoría estará esperando “a ver qué pasa”. Entonces, ¿Quién estará haciendo algo? ¿Cómo se moverá el mundo, la economía, la sociedad? Habremos conseguido que la profecía se autocumpla: la crisis habrá sido para lo peor, la transición habrá sido dolorosa. Reitero: la crisis es cambio, transición a un nuevo orden, puertas que se abren, nueva realidad, nueva curva, nuevo ciclo. Es periódico, es recurrente, es renovación permanente. La diferencia de las crisis actuales, comparadas con aquéllas de los tiempos de José, radica en que antes las transiciones eran más largas, y las recuperaciones también (siete años de vacas flacas es un largo tiempo). Los avances
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tecnológicos, económicos, de información y conocimiento han acelerado al mundo de una forma impresionante. Por ello, esta transición, como cualquier otra, durará cada vez menos tiempo. Menos tiempo para que se consolide la nueva curva, el nuevo orden, y dejemos atrás el viejo. Sí, queda poco tiempo para aprovechar las oportunidades de este momento. La pregunta es, ¿Estás listo(a) para tener éxito en este nuevo orden, en este nuevo ciclo, en esta nueva realidad? “No podemos hacer nada acerca del pasado, excepto hacer los esfuerzos para comprenderlo mejor y beneficiarnos de él, evitando los sentimentalismos y la nostalgia, en virtud de los cuales lo viejo pudiera esterilizar lo nuevo.” Ansel Adams.
Así las cosas, vemos como estas épocas de transición traen consigo retos, confrontaciones, oportunidades. Y sólo aquellas personas que tengan la visión y el coraje necesario para aprovecharlas podrán hacer de las transiciones su mejor aliado, un aliado de expansión, de crecimiento. Seamos conscientes de algo: si tu competidor está
abatido e indeciso a causa de la crisis, y tú eres capaz de ver la puerta que se abre ante ti, toda la oportunidad es tuya, te pertenece; te apropias de ella, la desarrollas, y te haces de un lugar extraordinariamente ventajoso en la carrera. Cuando él despierte de su sueño, de su ilusión de desastre, estarás muy lejos como para poder siquiera acercársete. Éste es el momento de actuar, con nuevos paradigmas para una nueva realidad. El futuro se construye instalando hoy los paradigmas de mañana. Con una visión de vanguardia, discontinua, retadora, atrevida… y con la calidad de pensamiento y acción que la cristalizan de manera real y efectiva. Recuerda: creamos aquello en lo que creemos. Y tú, ahora, ¿qué crees? ¿cuál realidad estás creando? ¿Te estás quejando, sumido(a) en tus temores y los negros augurios? ¿O estás buscando como fluir e influir en la creación de un nuevo orden, de una nueva realidad? Como Harry Potter, la manera en que visualizas y confrontas lo que tienes delante determinará tu derrota o tu éxito. Lo que creas, pienses y hagas ahora se convertirá en la realidad que vivirás mañana. Para más información acerca del tema, y para saber cómo aplicar herramientas altamente efectivas para crear y obtener una nueva realidad en su empresa, en su organización o en su vida, escríbanos:
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Crisis, Oportunidades y Transiciones, Carlos José Yunén, Febrero 2009