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Nociones básicas
El sistema de escritura coreano es mixto y se comienza a usar en el siglo VII d. C., siendo una modificación del chino. En el siglo XV se produce una reforma en la escritura. El sentido de la escritura es de arriba hacia abajo comenzando por la derecha. Este es el sistema de escritura usado en Corea del Sur.
actualmente originalmente
Promulgado en 1446 d. C. como "escritura popular", el sistema hangul (figura superior) es mixto (alfabético y silábico) y es usado en Corea del Norte. Originalmente el sentido de la escritura era de arriba hacia abajo comenzando por la derecha, actualmente es horizontal de izquierda a derecha.
Ha habido numerosas teorías para explicar el origen de los caracteres coreanos, pero a pesar del intento de relacionarlo con otras escrituras, la teoría más convincente es la que dice que la forma básica de las letras consonantes coreanas procede de la representación gráfica del órgano empleado en la pronunciación (figura inferior) de la lengua coreana.
En cuanto a la forma de las vocales tienen un origen distinto. Cada vocal está diseñada por uno o más de los tres elementos (figura inferior), Cielo, Tierra y Hombre.
El Asia oriental tiene sistemas de escritura diseñados específicamente para sus necesidades. El alfabeto coreano es uno de los más científicos que jamás se hayan inventado.
El rey Sejong (1397-1450 después de Cristo) inventó nuevas formas para las letras, mostrando que tenía profundos conocimientos lingüísticos. Eran dibujos de los dientes, lengua, labios, mejillas y garganta, cosas que usamos para formar los sonidos al hablar. Corea había usado los caracteres chinos, pero muy poca gente se podía permitir el lujo de estudiar años y años hasta aprenderlos. Sejong buscaba una manera fácil de escribir el coreano con el fin de que su pueblo pudiera escribir y leer. De esta manera promulgó un decreto en el que ordenaba el uso de la nueva escritura denominada han gul. Se han hecho muchas especulaciones sobre el origen del han gul; unos lo consideran pariente del devanagari, otros ven influencias semitas, por mediación de los mongoles. No obstante, el alfabeto de Sejong encontró oposición; algunos decían que era demasiado fácil. Finalmente cayó en desuso hasta casi el siglo veinte, cuando su uso para la traducción de la Biblia ayudó a popularizarlo. Hoy día es el alfabeto oficial de Corea del Sur.
La tabla inferior muestra la comparación entre el fenicio arcaico y siete escrituras diferentes, entre las que se encuentra el coreano. (Extraído del artículo sobre el alfabeto rúnico húngaro, o magyar)
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Historia Universal de la escritura Autor: Harald Haarmann (Vers. Esp. Jorge Bergua Cavero) © Editorial Gredos, s.a. Madrid, 2001 ISBN 84-249-2299-9 LA ESCRITURA COREANA (HANGUL) [pp. 381-387] […] caso especial de la forja de una escritura singular de la que hasta el día de hoy se supone que no tiene relación alguna con ningún sistema de escritura conocido, y que, a la vista tanto de las condiciones culturales en que surgió como de su organización, no se puede comparar con ningún otro episodio en la evolución de la escritura. Estamos hablando del intento de crear una escritura alfabética, independiente de la tradición china, para poner por escrito el coreano. Desde los primeros siglos medievales Corea estuvo por completo en la órbita de la cultura escrita china, y durante siglos fueron exclusivamente los signos gráficos chinos los que sirvieron para poner por escrito el coreano. Por ello es tanto más digna de atención la ruptura que se produce en el siglo XV y que da lugar a una versión gráfica autóctona que se distingue por una tenaz concepción y por una inconfundible impronta coreana. Naturalmente, el empeño por crear un sistema de escritura autónomo para el coreano no nace de la nada, antes bien, hay razones claras que explican que en un momento determinado se procediese a reformar los usos escritos. Desde los comienzos de nuestra era, Corea estaba familiarizada con la escritura y la lengua chinas. Esta familiaridad significaba al mismo tiempo una enorme presión de la lengua culta china, dado su prestigio, de tal modo que desde la Edad Media la lengua autóctona sólo se utilizaba como lengua escrita para fines determinados. Ocasionalmente se escribía en coreano con la escritura china, pero los textos así compuestos (básicamente poemas líricos) pertenecían a registros inferiores dentro de los usos lingüísticos no oficiales. Aparte del hecho de que la lengua escrita coreana gozase como tal de poco prestigio, la adaptación de la escritura china a una lengua que tiene una estructura totalmente distinta del chino suponía dificultades considerables. El coreano es, como el japonés, una lengua aglutinante y por ello —diferencia radical con el chino clásico— posee terminaciones gramaticales. Aunque su parentesco genético no está del todo aclarado, hoy día muchos investigadores suponen que el coreano pertenece a la familia de las lenguas altaicas (p. ej. Miller, 1971) y está así emparentado con las lenguas túrcicas, con las mongólicas y con las tungusas, además de muy de lejos con el japonés. La adaptación de la escritura china a una lengua con otra estructura era complicada, y el uso escrito antiguo nunca fue satisfactorio. La creación de un sistema de escritura propio para el coreano respondía a una necesidad práctica. Pero cabe suponer que la idea de revalorizar la lengua nacional también fuera un condicionante a la hora de enfrentarse con el problema de la escritura. La organización de un sistema de escritura coreano —que más tarde se conocería como hangul (científicamente correcto: han’gul)— se remonta a la iniciativa del rey Sejong, que reinó de 1418 a 1450. Éste designó a un gremio de sabios cuya tarea era la de fijar los sonidos estándar del coreano en la escritura; de ahí que a este gremio se lo llamase también Oficina de los sonidos estándar. Se supone que Sejong se limitó a supervisar las actividades de este comité de sabios, por más que en la tradición histórica coreana se atribuya la invención de la escritura al propio rey. La elaboración del nuevo sistema de escritura, que, cosa notable, es totalmente independiente de la escritura china, se llevó a cabo entre 1443 y 1446. Los resultados de la comisión de la escritura se publicaron en el año 1446 con el título de Hunmin Chong’um («Los sonidos estándar para la educación del pueblo»). El título del libro era al mismo tiempo la denominación oficial del sistema de escritura. En los círculos de coreanos ilustrados, que dominaban la escritura china, pronto se impuso el remoquete de onmun («escritura plebeya»). A los ojos de los versados en la escritura, hunmin chong’um no era más que «una trivialización de la seria y difícil tarea de escribir en chino» (Sampson, 1987, 123). Parece que el rey tenía miras más amplias que el estrecho horizonte de los «ilustrados», recelosos de perder sus privilegios relacionados con la escritura. En un país como Corea, en el que la cultura escrita gozaba de una alta consideración, la mayor parte de la población no tenía participación alguna en ella. La propia administración del Estado resultaba difícil, pues faltaban funcionarios cualificados, es decir personas
capaces de leer y escribir. En palabras del propio Sejong, esta paradoja se presentaba así: «Quienes cultivan la ciencia padecen porque les es difícil dar a conocer sus pensamientos, y quienes custodian cárceles se ven en dificultades porque las condenas (escritas) y probanzas son incomprensibles para ellos». Pero en los tiempos subsiguientes se demostró que la autoridad y la amplitud de miras del rey no eran suficientes para popularizar el nuevo sistema de escritura, que era fácil de aprender y de manejo práctico. Hasta finales del siglo XIX los hunmin chong’um, mirados con desprecio por la mayoría de los miembros de la elite social, estuvieron a la sombra de la cultura escrita china de Corea. A partir de 1880 el sistema se utiliza con mayor frecuencia y se le cambia la denominación por la de hangul («escritura grande»). A lo largo del siglo XX el hangul se impone de forma general. Pero la tradición escrita con signos chinos se ha mantenido hasta hoy. En los textos sudcoreanos se utilizan signos gráficos chinos, llamados hanmunja o hanja, para reproducir de forma logográfica conceptos coreanos (il. 232). Así que en el caso de la cultura escrita de Corea del Sur estamos ante un estilo mixto, que por lo demás es objeto desde los años sesenta de disputas cada vez mayores. En 1970 se renunció de forma provisional a la utilización de la escritura china, pero unos años más tarde se la introdujo de nuevo en las escuelas. En los años ochenta se ha ido perfilando una tendencia orientada a la utilización exclusiva del hangul para escribir el coreano. Mientras en Corea del Sur la controversia acerca del estilo mixto —es decir, del uso tanto de hanja como de hangul— dura hasta hoy mismo, en los estados socialistas el problema de la escritura entre la población coreana se decidió desde muy pronto a favor del hangul. La literatura escrita en los años veinte y treinta por los coreanos en la región del Extremo Oriente soviético se imprimió exclusivamente en hangul. Después de la migración forzosa de los coreanos desde el Extremo Oriente al Asia Central (fundamentalmente a regiones de Uzbequistán, Kazajistán y Kirguisistán), es decir después de 1937, la literatura soviético-coreana se imprime allí en hangul. Entre estos escritos se cuenta el más antiguo periódico coreano que sigue publicándose hoy, y que sólo utiliza hangul, Lenin Kichi («La bandera de Lenin»), que aparece desde 1938 en Kazajistán (en Kzyl Orda, desde 1978 en Alma Ata) (Kho, 1987, 129 sigs). Pocos años después del fin de la guerra, y más concretamente en 1949, el régimen de Corea del Norte dispuso la supresión de la escritura china y el uso exclusivo de hangul. En su versión original, presentada como Hunmin Chong’wn, el sistema de escritura comprendía 28 signos, de los que cuatro están anticuados hoy en día. De la combinación de estos signos básicos se obtiene un total de 40 signos fonéticos. 21 de ellos designan las vocales coreanas así como una serie de combinaciones entre vocales y las semiconsonantes y y w. Los 19 signos restantes sirven para escribir las consonantes (il. 233). El carácter básico del hangul es el de una escritura alfabética, pues los signos individuales (o combinaciones de signos) se corresponden con sonidos individuales del coreano. Pero considerado desde el punto de vista del uso práctico de la escritura, el hangul se presenta como una escritura silábica. Lo peculiar en su escritura es que los signos gráficos se ordenan en sílabas, o expresado de otro modo: las expresiones coreanas se reproducen silábicamente con los signos del hangul. Para la praxis de la escritura y la lectura esto significa que las palabras coreanas no se «deletrean» según el modelo de los alfabetos europeos, sino que se dividen en sílabas que se leen y escriben
de la forma correspondiente. Según Lewin-Kim (1978, 9), los principios básicos de este modo silábico de escritura son los siguientes: a) En el caso de signos vocálicos con trazo básico vertical, los signos consonánticos iniciales (de la sílaba) se sitúan a la izquierda del signo vocálico. b) En el caso de signos vocálicos con trazo básico horizontal, los signos consonánticos iniciales se sitúan debajo de dicho trazo básico. c) Los signos consonánticos de fin de sílaba se sitúan bajo el signo vocálico. d) En el caso de silabas que empiezan por vocal, figura, ya sea a la izquierda junto al signo vocálico vertical, ya sobre el signo vocálico horizontal, la letra «jung» como signo correspondiente a «ausencia de consonante». e) En todo complejo silábico los signos vocálicos son los gráficamente dominantes; su tamaño es algo mayor que el de los signos consonánticos. El sistema coreano hangul es sin duda uno de los más interesantes tipos de escritura jamás creados, y ello por diversas razones. En primer lugar, de acuerdo con todo lo que sabemos sobre su origen, se trata de un sistema de signos completamente autónomo, que no se parece externamente a ninguna otra escritura del mundo. En este sentido el sistema hangul es una auténtica invención gráfica. Por otra parte, es digno de mención el hecho de que en Corea —es decir, en un país en el que prevalecía el modo logográfico de escribir del chino— se produjese una ruptura radical con esta tradición escrita y se crease un sistema plenamente fonetizado. Además, los creadores de la escritura coreana se saltaron el estadio evolutivo de la escritura silábica, también fonográfica, que fue la que se privilegió en Japón como complemento al modo de escritura chino (ver cap. 7). Pero los creadores del sistema hangul no se pudieron liberar por completo del modelo escrito chino. Esto se reconoce en el hecho de que los signos gráficos coreanos, en ordenación silábica, se orienten en cuadrados imaginarios. Este rasgo técnico-gráfico es típico de la escritura de símbolos chinos. Aun hoy en Japón y en China se escribe en papel con cuadrículas normalizadas previamente impresas.
Diccionario Espasa Lenguas del Mundo Rafael del Moral Aguilera 84-239-2475-0 © Espasa Calpe, SA, Madrid, 2002 Coreano Lengua considerada altaica, propia de Corea del Norte y de Corea del Sur, países de tradición única políticamente separados por los acuerdos de Yalta desde 1948. Tiene con el japonés un incontestable parentesco no probado, aunque sí manifiestamente ligado. Como los rasgos que lo acercan a las lenguas drávidas, austroasiáticas o paleo-siberianas no son despreciables, la afinidad genética del coreano permanece cuestionable. Hablantes de lenguas tungusas comenzaron a emigrar al norte de la península de Corea alrededor del año 4000 a. C. Hasta el siglo xv los coreanos utilizaron la escritura china, a partir de este momento se inventa e introduce el alfabeto hangul. La cultura china, su literatura y su escritura conviven con la cultura coreana hasta el siglo XIX. Los coreanos han venido considerando a los japoneses como los invasores bárbaros instigadores de su identidad, aunque éstos hubieran asimilado también la cultura china. En busca de los orígenes se descubre, junto a la importancia del elemento chino, su lejanía genética. La comparación con el japonés resulta tentadora, sobre todo por las afinidades gramaticales, pero las dos lenguas parecen haberse desarrollado y acercado de manera paralela y no evolucionado desde un tronco común. Corea estuvo bajo la dominación japonesa entre 1910 y 1945. Por entonces los coreanos fueron trabajadores emigrados a Japón. Durante aquel período el coreano estuvo prohibido en las escuelas. Aquella sumisión sirvió para exacerbar el sentimiento nacional por una parte y el rechazo a lo japonés por otra. Hoy Corea del Sur y Japón han organizado y extremado sus tecnologías, sus industrias y su producción, y compiten en el mundo entero. Japón ha arrancado antes y cuenta con la ventaja de duplicar en población a los coreanos. 75.830.000 hablantes. Corea del Norte (25.300.000) y Corea del Sur (46.800.000), y también en algunas regiones de China (2.100.000), Japón (660.000), Kazajstán (100.000), Uzbekistán (130.000) y Estados Unidos (740.000). Caracteres lingüísticos: — La fonética es extremadamente compleja, sobre todo por sus consonantes aspiradas y glotalizadas que se escriben dobles, y las usadas en el final de la sílaba, posición que el japonés no conoce. Dispone además de un elaborado sistema de asimilación consonántica y ciertos restos de armonía vocálica. — No distingue número en los nombres, aunque existen morfemas de plural. Utiliza un sistema de sufijos para señalar las diferentes funciones del nombre en la frase, y de ellos se sirve para indicar la de genitivo, acusativo, dativo, locativo, instrumental y conminativo. — En cuanto a los nombres de los números, y al igual que el japonés, dos series se alternan, la patrimonial coreana y la china. Los diez primeros números en coreano son: 1
2
3
4
5
6
7
8
9
hana
tul
set
net
tasŏt
yŏsŏt ilgop yŏdŏl ahop
10 yŏl
Al igual que el japonés, los adjetivos a veces se tratan como verbos. — El verbo es extremadamente complejo. Varios son los componentes que, al modo de las lenguas aglutinantes, pueden añadirse a la raíz, generalmente para señalar tiempo, modo, aspecto e interrogación. Pero sus formas también varían en función del grado de respeto que tiene la persona que habla, la persona a
quien le habla y la persona de quien se habla, que exigen cada una de ellas los sufijos pertinentes. Tales precisiones son tan complicadas y exigentes que, en situaciones especiales, no hay fórmulas que respeten la cortesía requerida y los interlocutores evitan hablarse. A tal complicación se añade la necesidad de disponer de verbos con raíces distintas según el grado de cortesía que se quiera utilizar. Con valores literarios, las formas del verbo pueden contarse por decenas. Curiosamente no usa morfemas de número ni de persona. — La lengua en general se muestra especialmente proclive a señalar los diversos grados da cortesía. — El orden de las palabras es de una gran complicación y absolutamente ajeno a las normas de las lenguas occidentales. Habitualmente el verbo aparece al final de la oración. — Los préstamos chinos constituyen en el alfabeto coreano más de la mitad del patrimonio. Durante algún tiempo las formas chinas y las patrimoniales coreanas fueron utilizadas en paralelo y muchas de aquéllas vencieron a éstas, que acabaron desapareciendo del uso habitual. El léxico patrimonial coreano es profundamente distinto al japonés. Desde la guerra de Corea las palabras de origen inglés son frecuentes en Corea del Sur, lo que constituye una fuente continua de diferencias con respecto al léxico de Corea del Norte. Las dos Coreas escriben con el alfabeto local que data del siglo xv, el hangul. El hangul o escritura coreana comprende 19 consonantes y 21 vocales. Las letras de una misma sílaba se agrupan para formar lo que, a simple vista, podría parecer un ideograma chino de forma angulosa y geométrica. Los principios del hangul son sencillos, salvo por una característica que constituye la principal dificultad para los estudiantes extranjeros: son frecuentísimas las palabras diferentes que se pronuncian igual. Corea del Norte solo utiliza las líneas horizontales de izquierda a derecha, pero en Corea del Sur permanece el estilo japonés, es decir, columnas verticales de izquierda a derecha. Asimismo. Corea del Sur simultanea a su uso con los caracteres chinos, es la llamada escritura mixta. La norma literaria se basa en el uso que de la lengua se hace en Seúl. La escritura coreana es alfabética, pero la composición de las letras en silabas es muy original: la primera consonante de la sílaba se coloca en la parte superior izquierda: la vocal, según su naturaleza, se coloca a la derecha o debajo de esta consonante. La consonante final (o las consonantes finales si son varias) se colocan bajo el bloque anterior. Pero si la palabra se inicia por una vocal, la consonante que debería ocupar el estratégico lugar se sustituye por una O. La escritura coreana es de fácil aprendizaje. Todas las letras se deducen fácilmente de diez consonantes y 6 vocales simples: por ejemplo, las letras aspiradas se deducen de las letras normales por la adición de un trazo superior. Los coreanos utilizan las formas de las cifras de las lenguas occidentales, que comparten su uso, cada vez más infrecuente, con las grafías de las cifras chinas
Korean Origin of writing in Korea Chinese writing has been known in Korea for over 2,000 years. It was used widely during the Chinese occupation of northern Korea from 108 BC to 313 AD. By the 5th century AD, the Koreans were starting to write in Classical Chinese - the earliest known example of this dates from 414 AD. They later devised three different systems for writing Korean with Chinese characters: Hyangchal, Gukyeol and Idu. These systems were similar to those developed in Japan and were probably used as models by the Japanese. The Idu system used a combination of Chinese characters together with special symbols to indicate Korean verb endings and other grammatical markers, and was used to in official and private documents for many centuries. The Hyangchal system used Chinese characters to represent all the sounds of Korean and was used mainly to write poetry. The Koreans borrowed a huge number of Chinese words, gave Korean readings and/or meanings to some of the Chinese characters and also invented about 150 new characters, most of which are rare or used mainly for personal or place names. The Korean alphabet was invented in 1444 and promulgated it in 1446 during the reign of King Sejong (r.1418-1450), the fourth king of the Joseon Dynasty. The alphabet was originally called Hunmin jeongeum, or "The correct sounds for the instruction of the people", but has also been known as Eonmeun (vulgar script) and Gukmeun (national writing). The modern name for the alphabet, Hangeul, was coined by a Korean linguist called Ju Si-gyeong (1876-1914). King Sejong and his scholars probably based some of the letter shapes of the Korean alphabet on other scripts such as Mongolian and 'Phags Pa, and the traditional direction of writing (vertically from right to left) most likely came from Chinese, as did the practice of writing syllables in blocks. Even after the invention of the Korean alphabet, most Koreans who could write continued to write either in Classical Chinese or in Korean using the Gukyeol or Idu systems. The Korean alphabet was associated with people of low status, i.e. women, children and the uneducated. During the 19th and 20th centuries a mixed writing system combining Chinese characters (Hanja) and Hangeul became increasingly popular. Since 1945 however, the importance of Chinese characters in Korean writing has diminished significantly. Since 1949 hanja have not been used at all in any North Korean publications, with the exception of a few textbooks and specialized books. In the late 1960s the teaching of hanja was reintroduced in North Korean schools however and school children are expected to learn 2,000 characters by the end of high school. In South Korea school children are expected to learn 1,800 hanja by the end of high school. The proportion of hanja used in Korean texts varies greatly from writer to writer and there is considerable public debate about the role of hanja in Korean writing. Most modern Korean literature and informal writing is written entirely in hangeul, however academic papers and official documents tend to be written in a mixture of hangeul and hanja.
Notable features of Hangeul
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There are 24 letters (jamo) in the Korean alphabet: 14 consonants and 10 vowels. The letters are combined together into syllable blocks.
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The shapes of the the consontants g/k, n, s, m and ng are graphical representations of the speech organs used to pronounce them. Other consonsants were created by adding extra lines to the basic shapes. The shapes of the the vowels are based on three elements: man (a vertical line), earth (a horizontal line) and heaven (a dot). In modern Hangeul the heavenly dot has mutated into a short line. Spaces are placed between words, which can be made up of one or more syllables. The sounds of some consonants change depending on whether they appear at the beginning, in the middle, or at the end of a syllable. A number of Korean scholars have proposed an alternative method of writing Hangeul involving writing each letter in a line like in English, rather than grouping them into syllable blocks, but their efforts have been met with little interest or enthusiasm. In South Korea hanja are used to some extent in Korean texts. Korean can be written in vertical columns running from top to bottom and right to left, or in horizontal lines running from left to right.
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Used to write Korean, a language spoken by about 63 million people in South Korea, North Korea, China, Japan, Uzbekistan, Kazakhstan and Russia. The relationship between Korean and other languages is not known, though some linguists believe it to be a member of the Altaic family of languages. Grammatically Korean is very similar to Japanese and about half its vocabulary comes from Chinese.
The Hangeul alphabet
Note on the transliteration of Korean There are a number different ways to write Korean in the Latin alphabet. The methods shown above are: 1. (first row) the official South Korean transliteration system, which was introduced in July 2000. You can find further details at http://www.mct.go.kr/. 2. (second row) the McCune-Reischauer system, which was devised in 1937 by two American graduate students, George McCune and Edwin Reischauer, and is widely used in Western publications. For more details of this system see: http://mccune-reischauer.org/
Sample of in Korean
Translation All human beings are born free and equal in dignity and rights. They are endowed with reason and conscience and should act towards one another in a spirit of brotherhood. (Article 1 of the Universal Declaration of Human Rights)