Conversaciones Seductivas: Número 22, Volumen 2 En este número: •
Editorial
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¿Cómo utilizar incongruencia?
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¿Cómo usar la técnica de la pesca?
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¿Cómo conocer el estado de ánimo de una mujer por el color de su ropa?
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Caso práctico de éxito: La convivencia
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Despedida
tu
falsa
marcha
y
evitar
la
Editorial ¡Hola! ¿Qué tal la semana? Espero que la hayas aprovechado tanto como yo. He estado en Nueva York impartiendo un seminario y la acogida ha sido fenomenal. La verdad es que cuando se trabaja con un público como vosotros todo es mucho más fácil. Pero centrémonos en el boletín. Hoy, te hablaré de un par de técnicas seductivas nuevas, para que las añadas a tu repertorio. La falsa marcha y la técnica de la pesca. Estudia la teoría, practica con objetivos menores, y, luego, busca a tus objetivos principales. Puedes estar seguro de que ambas funcionan. Además, te explicaré lo que es la incongruencia y por qué debes evitarla a toda costa. Por último, analizaré contigo la importancia que tiene el color de la ropa para las mujeres, y como éste determina su estado de ánimo. Y, acabaremos, como siempre, con el caso práctico de éxito.
¡Qué lo disfrutes!
¿Cómo utilizar tu falsa marcha y evitar la incongruencia? Si hay un hecho irrefutable en el arte de la seducción es que cada mujer recibe más de una aproximación seductiva por noche, o por día. ¿Te afecta eso a ti? Evidentemente, sí. Porque cuando tú intentes acercarte a tu objetivo y utilices tu técnica seductiva depurada te encontrarás con una primera barrera delante tuya: ELLA YA HA PASADO POR ESO HACE CINCO MINUTOS Entonces, o eres el tipo más guapo del mundo, o si no estás en problemas, porque ella no estará dispuesta a escuchar tu maravillosa puesta en escena. No. Ella estará pensando: “¡Vaya! Otro marearme, a ver cuando se marcha”.
pesado
que
viene
a
Y eso no te interesa. Porque hace que no preste atención a tus frases de inicio, o a tus juegos de flirteo, o a cualquier técnica que estés utilizando de entre todas las que te he venido enseñando hasta ahora. Pero, ¿qué puedes hacer, entonces? Muy sencillo. Tienes que limitar temporalmente el conflicto. ¿Qué es eso? Es una técnica cinematográfica esencial en la redacción de guiones. Si te fijas todas las historias (por lo menos las que están bien escritas) están limitadas temporal y espacialmente.
Como ejemplo paradigmático vamos a ver la película “Los pájaros”. ¿La has visto? Sí, seguro que sí. Esa de unos pájaros que se agrupan y atacan a los hombres en un pueblo perdido de San Francisco. Estaba dirigida por Hitckock. Bueno, el caso es que existe un conflicto: LOS PÁJAROS ESTÁN ATACANDO A LOS HUMANOS. Pero es conflicto debe de ser acotado para generar interés, tanto temporal como espacialmente. En primer lugar, queda acotado espacialmente porque todo sucede en una isla cuya única conexión con el resto del mundo es una carretera, tomada, evidentemente, por los pájaros. Y, en segundo lugar, se acota temporalmente al fijarse la acción en un fin de semana. ¿Ves las dos claves? Ahora vamos a extrapolarlo a tu proceso seductivo. ¿Cuál es el conflicto? TÚ INTENTANDO SEDUCIR A TU OBJETIVO. ¿Está limitado espacialmente? Sí. El espacio de acción del conflicto se encuentra en el lugar en el que se esté desarrollando tu aproximación seductiva, en el que ella no tiene salida hasta que se deshaga de ti. ¿Está limitado temporalmente? ¿Tú que crees? Podrías decirme que el límite temporal es el éxito de tu aproximación seductiva, pero eso no es un límite. El límite debe de estar en la mente del receptor de la comunicación.
Volviendo a “Los pájaros”, el límite es conocido por los espectadores en todo momento, lo que les ayuda a meterse en el conflicto. ¿Qué es lo que tú quieres? Que tu objetivo se meta, también, en el conflicto. ¿Cómo lo consigues? Acotando el conflicto. Haciendo que aproximación.
ella
comprenda
cuando
va
a
terminar
tu
¿No lo entiendes? Vamos a ver un ejemplillo. Imagínate que te acercas a una chica en una discoteca. TÚ: Hola, llevo un rato observándote y me parece que tus labios me han hecho una señal para que me acerque. ELLA: ¡Vaya! Esto es un motín en toda regla. ¿Qué está pensando ella? “Mira, otro pesado que viene a amargarme la noche. Por lo menos este es un poco original, pero vamos a ver cuando me lo puedo quitar de encima”. Imagínate que haces lo siguiente: TÚ: Hola, llevo un rato observándote y me parece que tus labios me han hecho una señal para que se me acerque. ELLA: ¡Vaya! Esto es un motín en toda regla. TÚ: Ya te digo. Si no tuviera prisa porque he quedado con unos amigos, te ayudaría a resolverlo. ¿Qué está pensando, ahora, ella? “Mira, otro pesado que viene a amargarme la noche. Por lo menos este es un poco original, y parece que se va a ir rápido. Vamos a ver que me cuenta”. ¿Ves una diferencia de comportamiento? En el primer ejemplo, ella solo está esperando el momento para que te marches. En el segundo ejemplo, sin embargo, ella ya asume que te vas a marchar enseguida, así que prestará más atención a lo que digas.
¿Y te tendrás que ir? No, por eso se llama FALSA MARCHA. ¿Cómo seguir? Bien, ya has lanzado tu primer aviso de falsa marcha, y ella lo ha reconocido como tal. Ahora, simplemente, tienes que seguir con tu aproximación seductiva, por ejemplo, contándole una de las historias que tienes preparada. Poco a poco, irás notando que ella te lanza las señales de interés que te he venido enseñando en los boletines anteriores. Y, entonces, cuando creas que has detectado al menos tres de esas señales es el momento de volver a decir: TÚ: Bueno, me voy a tener que ir marchando. Como te dije, he quedado con unos amigos.
Así, estarás despertando en ella el TEMOR DE PÉRDIDA. Ella ya se siente atraída por ti, porque todo tu material ha funcionado, y ahora ve como te vas a marchar, y no quiere que te marches. ¿Qué hará ella entonces? Intentará que te quedes, y ahí tendrás abierta tu ventana de kino de par en par, para que cruces por ella en busca de la recompensa de tu éxito. ¡Enhorabuena! Y siguiendo con nuestro paralelismo cinematográfico. ¿Has visto alguna vez una película en la que un actor está recitando un texto que no le pega en absoluto? Para que te hagas una idea. Imagínate haciendo de pandillera juvenil. ¿Qué te parece? No le pega, ¿verdad?
a
Nicole
Kidman
Por eso los directores de casting o de reparto ganan tanto dinero, porque tienen que encontrar el actor adecuado para cada personaje. Y por eso tú tienes que trabajar tanto en casa para filtrar todo el material que te estoy ofreciendo y quedarte solo con aquel que realmente le va a tu personalidad. Porque si no lo haces corres el grave peligro de caer en la INCONGRUENCIA. Y ese es absoluto.
el
camino
más
rápido
hacia
el
fracaso
más
Debes de intentar recolectar todo el material disponible ante ti, tanto para frases de inicio, como para historias, o para avances en la escala de kino. Organiza todo ese material y redáctalo a tu manera. Ahora, intenta recitarlo delante del espejo. Rápidamente descubrirás lo que te funciona y lo que no. Desecha lo segundo y quédate con lo primero. ¿Y luego? Luego tendrás que presentar tu representación a objetivos secundarios y a amigas de confianza, que son las que determinarán si has acertado con la elección del material. ¿Por qué se hacen previews de las películas? Por lo mismo, para realizar las modificaciones necesarias antes de presentar la película al gran público. Al igual que tú tendrás que desechar todo aquello que no funcione en tus “previews” para quedarte solo con ese material que ha funcionado. Y ese será el material que debes de llevar ante tu objetivo, para evitar el pecado capital de incongruencia.
¿Cómo usar la técnica de la pesca? Hoy, en mi intención de ofrecerte diversas técnicas de seducción que te ayuden a pulir todo tu conocimiento para convertirte en un seductor profesional, te ofrezco “la técnica de la pesca”.
¿Sorprendido? No te preocupes. Intentaré explicártela en detalle, porque si la utilizas de la manera adecuada te puede reportar muchos beneficios. ¿Has ido alguna vez de pesca? Seguro que sí, y si no es así seguro que tienes algún amigo o conocido que sí ha ido y que te ha contado todo con pelos y señales, porque tanto los pescadores como los cazadores tienen esa peculiaridad: se creen que todo el mundo debe saber hasta el más insignificante de los detalles. Pues bien, ahora vas a utilizar todo ese conocimiento que has adquirido, ya sea de manera directa, o de manera indirecta. Bien, vamos a centrarnos en el ejercicio de la pesca. En primer lugar, debes de preparar el cebo. Esta es una cuestión esencial, porque un cebo inadecuado será rechazado por tus presas y te marcharás de vacío a casa. Después, tienes que colocar el cebo en el anzuelo que te servirá para enganchar a tu presa. En tercer lugar, necesitas darle carrete al cebo. Es decir, tienes que soltar sedal para que el anzuelo flote libremente en el río. Y por último, debes de liberar la bobina de seda, para que la presa quede enganchada en el anzuelo al intentar tomar el cebo. Es decir, que nos encontramos con cuatro elementos básicos en la pesca: CEBO – ANZUELO – CARRETE – LIBERAR ¿Y qué tiene esto que ver con el arte seductivo? Todo. Vamos a hacer la extrapolación. CEBO El cebo sería cualquier frase de inicio que hayas elegido para aproximarte a ella.
Por ejemplo, utilicemos una de las frases de inicio del boletín nº 7, del primer volumen: TÚ: ¿Sabes? Creo que deberías relajarte un poquito, porque estás siendo un poco injusta con las demás chicas. ELLA: ¿Cómo dices? TÚ: sí, que deberías apartarte un poco de la pista de baile, porque estás haciendo que todas las demás chicas parezcan mediocres, comparadas contigo. …
Así, acabas de lanzar el cebo al río. Para ello he utilizado esta frase de inicio, pero te puede servir cualquier que se adapte a ti (no olvides que no puedes caer en la incongruencia que te explicaba en el artículo anterior). ANZUELO Ahora es trabajo de ella. Tú has lanzado el anzuelo, y ahora debes de esperar a que ella pique. ¿Y cuando sabrás que ella ha picado? Cuando siga tu conversación. Eso querrá decir que, de alguna manera, quiere seguir hablando contigo, ofreciéndote, con ello, una oportunidad. Siguiendo con el ejemplo anterior: … ELLA:(Sonrisa) ¿Y qué podemos hacer? …
¡Ahí está! Ella ha picado el anzuelo. Ha sentido cierto interés por tu frase de inicio, y te da pie a continuar con tu aproximación seductiva. CARRETE
Este es el momento más importante de la técnica de la pesca. Ahora es cuando debes de dar lo mejor de ti. Tienes que tirar de tu repertorio y continuar con tu flirteo de la mejor manera posible. También puedes, utilizar una de las historias que tengas preparadas. En definitiva: … TÚ: ¿Qué te parece una conversación interesante conmigo? ELLA: (Sonrisa) ¿Y qué te hace pensar que nuestra conversación sería interesante? TÚ: Puedo desconfiar de mi parte, pero estoy completamente seguro que la tuya será muy interesante. ELLA: (Sonrisa) Te agradezco el cumplido. …
Y a partir de aquí debes de continuar con tu proceso para conseguir despertar el interés en ella. Genera el confort adecuado, y deja que te envíe alguna señal de interés, y, entonces, pasa a la siguiente fase. LIBERAR Una vez que has captado sus señales de interés, y que estás completamente seguro de que ella se siente atraída por ti, es el momento de liberar sedal. ¿Con qué objetivo? En primer lugar, conseguirás desconcertarla. Ahora que se siente atraída por ti, ve como tú estás perdiendo interés, y eso la desconcierta. Entonces, ella hará todo lo posible para volver a despertar tu interés por ella, con lo que te facilitará el trabajo. Y, ¿cómo consigues liberar sedal? Tienes varias opciones: 1. Deja de mirarla solamente a ella
Durante una aproximación seductiva es muy importante el contacto visual permanente, sobre todo mientras se habla. Pues bien, ahora, lo que tienes que hacer es mirar hacia otro lado mientras ella habla. De vez en cuando, fija tu mirada en ella, pero desvíala, y si es hacia otra chica mucho mejor.
luego
2. Utiliza la falsa marcha. Aquí también puedes utilizar la falsa marcha, de la que te hablaba en el epígrafe anterior. Consigue que ella piense que te vas a marchar, con lo que su temor de pérdida aparecerá e intentará retenerte a toda costa. 3. Juega con los silencios No inicies conversaciones. Si es necesario deja que el silencio esté presente hasta que sea ella la que comience de nuevo la conversación.
Bien, estos son tres posibles opciones que puedes utilizar para liberar sedal, aunque te servirá cualquiera que comunique a tu objetivo una falta de interés. Pero, cuidado al liberar sedal. Si liberas demasiado, harás que tu objetivo interés que había adquirido por ti y se marche.
pierda
el
La regla es la siguiente: DEBES DE LIBERAR A TU OBJETIVO HASTA QUE NOTES UN PRIMER INDICIO DE FALTA DE INTERÉS POR SU PARTE ¿Y entonces? Pues, entonces tienes que volver a recoger carrete. ¿Cómo? Simplemente, volviendo a tu proceso seductivo. Entonces, ella se volverá a sentir cómoda porque notará que has vuelto a tu camino inicial y vuelves a mostrar interés por ella.
Así, ella retomará ese interés que nunca había perdido.
¿Qué te parece? La técnica de la pesca es una herramienta muy elegante de seducción, porque te permite llevar el control absoluto del proceso. Eres tú el que decides el momento de aproximación y el momento de alejamiento, y eres tú el que juegas con el interés de ella, y no al revés. Sin embargo, no te voy a engañar: ES UNA TÉCNICA DIFÍCIL DE DOMINAR. Al igual que la pesca es un deporte que requiere mucha práctica y un gran dominio de la técnica, la aproximación seductiva de la pesca también. Por ello, te aconsejo, como siempre, que no la utilices por primera vez con un objetivo que te interese especialmente. Practica, primero con objetivos menores, con esas chicas que no te atraen especialmente, pero con las que no te importaría pasar un buen rato. Y luego, cuando ya tengas claro que dominas la técnica en su conjunto, podrás lanzarte a por objetivos más importantes. Así que sal ahí fuera, practica, y triunfa con la técnica de la pesca. ¡Ya me contarás!
¿Cómo conocer el estado de ánimo mujer por el color de su ropa?
de
una
Como seductor profesional tienes que ser capaz de leer todos los mensajes que te esté enviando tu objetivo, para poder analizar tus posibilidades y elegir la mejor estrategia de aproximación. A lo largo de todos los boletines anteriores te he venido dando claves esenciales para que descubrieras todos esos secretos que esconden las mujeres y sus comportamientos.
Y hoy, añadiré un nuevo secreto a la lista. ¿Estás preparado? Bien, pues vamos allá. Seguro que has leído o te han contado que los colores tienen un profundo efecto en el estado de ánimo de las personas. Es decir, el observar un color u otro definirá, en cierto modo, tu estado de ánimo. Y, lo que es más importante, el hecho de que tu objetivo esté vistiendo de un color determinado definirá el estado de ánimo en el que se encuentra. ¿Y de qué te sirve conocer ese detalle? Muy sencillo. Si ella está contenta, podrás utilizar una frase de inicio en forma de broma. Sin embargo, si ella está triste no deberías utilizar una frase de inicio de ese tipo, y decantarte más por algo más serio. ¿Lo ves ahora? Por tanto, antes de decantarte por una estrategia de aproximación determinada deberías analizar, entre otras cosas, el color de la ropa de tu objetivo. Pero, ¿cómo sé el significado de cada color? Para eso estoy yo aquí. Te voy a mostrar el espectro de colores más habituales y sus significados, así como el estado de ánimo con el que están relacionados. ROJO El rojo es un color vivo que siempre ha estado identificado con el amor, y, efectivamente, el color rojo está directamente relacionado con este sentimiento. Porque el amor es un sentimiento activo y excitante, que consigue revolucionar todas las hormonas del cuerpo. Y el color rojo está relacionado con ese tipo sentimiento. Refleja excitación, enfado, hostilidad,…
de
Es decir, si una chica lleva algo rojo querrá decir que “quiere guerra”. Que ese día se ha levantado en plan guerrera y que no le apetece nada encontrarse con un tipo “blandengue”. Por tanto, si tu objetivo viste de rojo, tienes que colocarte el disfraz de cínico empedernido y flirtear con ella desde tu atril. Dominando tú la situación, y no dejando, en ningún momento, que ella tome el mando. Entonces, notarás como su interés por ti se acrecienta a pasos agigantados. AZUL El color azul, en contraposición con el color rojo, refleja la paz, la tranquilidad, el sosiego. Basta con imaginar la calma de un mar sin olas, para hacerse una idea del estado de ánimo que determina el color azul. Así que, si tu objetivo se ha decantado por el color azul la noche en la que se encuentra contigo, querrá decir que se encuentra en un momento placentero de su vida. ¿Y eso cómo te afecta? Pues te dice absoluta, tú tranquilidad.
que si ella tendrás que
vive en la tranquilidad aproximarte manteniendo
más esa
Con un flirteo sin agresividad, con el falso objetivo de pasar un buen rato, sin que ella note, de una manera clara, que buscas su seducción. Nunca incomodes a una chica que viste de azul, porque, entonces, estarás perdiendo la batalla. AMARILLO El amarillo es el color de la energía, de la alegría, de la jovialidad. Una mujer que vista de amarillo se querrá sentir joven y habrá salido de su casa a pasar un buen rato, a divertirse con sus amigas y con el resto de la gente.
¿Cómo te puedes aprovechar? Explotando tu vena cómica en la medida de lo posible. Mostrándole que contigo nunca se aburrirá porque eres un tipo con gracia que le hará pasar muy buenos ratos. Puedes aproximarte con frases de inicio en forma de bromas, y siguiendo con un flirteo ligero, o con historias cómicas que le hagan pasar un buen rato. A una chica que viste de amarillo nunca le vayas con temas trascendentales o con tus problemas existenciales, porque ella no tendrá el estado de ánimo adecuado para ello. Ella solo quiere diversión y tú se la vas a dar. ¿O no? NARANJA ¡Peligro! Si cuando un semáforo muestra un color naranja estás obligado a detener tu coche, cuando tu objetivo viste de naranja deberías alejarte lo antes posible. ¿Por qué? Porque el color naranja refleja contrariedad y hostilidad. Si intentas acercarte a una chica con ropas de color naranja, estarás perdiendo tu tiempo, porque desde el primer momento ella se pondrá a la defensiva y no estará receptiva a tu aproximación. Pliega velas y dirígete hacia otro objetivo. MORADO El color púrpura es el color de la elegancia, de la clase, de la inteligencia. Si una chica viste de color púrpura te estará diciendo que ese día se siente de esa forma, y todo lo que no llegue a un mínimo nivel de elegancia será desechado por ella. Por tanto, debes de rebuscar en tu repertorio de técnicas seductivas para aproximarte de forma elegante y utilizando conversaciones inteligentes.
Por ejemplo, con un objetivo vistiendo color púrpura sí que te servirán las conversaciones trascendentales sobre cualquier asunto. Ella agradecerá el conocer a un tipo inteligente y con el que se puede hablar. Entonces, olvídate de ir de graciosillo con una chica que viste de color púrpura, y céntrate en ofrecer tu versión más “pedante”. VERDE El color verde Al igual que sosiego, pero producir en el
es como una versión mejorada del color azul. éste ofrece una imagen de tranquilidad y sin lo potenciales vaivenes que se pueden color azul.
Así que, una chica que vista de color verde será alguien que se encuentra en paz consigo misma y que se siente relajada, sin tensiones innecesarias que dificulten su existencia. Y tú no ¿verdad?
vas
a
provocarle
esas
tensiones
innecesarias,
Simplemente, aproxímate con tranquilidad, y con conversaciones neutras, que no provoquen ningún sentimiento extremo, ni a favor ni en contra. Entonces, ella aceptará interés por tu persona.
tu
valía,
y
empezará
a
sentir
NEGRO Cuando una chica se decide por el color negro en su ropa, es porque se trata de una persona con gran confianza en si misma. Es una mujer elegante que quiere dar un toque de misterio a su vestimenta, causando una atracción instantánea en los hombres de su alrededor. A una mujer que vista de negro le gustará jugar contigo durante vuestra conversación, y tú no podrás defraudarla en ese juego. No dudes en responder a sus insinuaciones, o a sus insultos velados, con contraataques que se encuentren a la altura.
¡Hasta aquí! Siete colores, siete formas de aproximarte a tu objetivo, conociendo de antemano su estado de ánimo. Seguramente, estarás pensando que esto que te acabo de contar no es de gran importancia, porque en ti no se da una relación directa entre el color de tu ropa y tu estado de ánimo. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero, respóndeme a esta pregunta: ¿Eres una mujer? No. Pues bien, ellas funcionan así: EL COLOR DE SU ROPA DETERMINA SU ESTADO DE ÁNIMO Así que céntrate en analizarlo antes de iniciar tu proceso seductivo, y notarás como tu éxito se multiplica sobremanera. ¡Ya me contarás!
Caso práctico de éxito: La convivencia ¿Has estado alguna vez de convivencia? Yo sí. Y me lo pasaba genial. El hecho es que no veía muy claro aquello de la fe que intentaban inculcarme, pero, un poco por obligación familiar, un poco porque en ellas podía estar con gente de mi edad, el caso es que siempre me apuntaba a las convivencias. Las celebraba la parroquia de mi barrio, que había organizado una especie de catequesis para adolescentes, llamada “Pastoral Juvenil”. En ella se trataba de retomar todo lo aprendido en los años anteriores y preparar nuestras almas para la confirmación. Bueno, el caso, es que más allá de lo involucrado que estuviera en ese sentimiento, el hecho de poder estar durante tres o cuatro días fuera de casa con un grupo de chicos y chicas de mi edad me encantaba.
La convivencia que recuerdo con más cariño es la que se produjo una Semana Santa de un año que prefiero no recordar. Estábamos a mediados del mes de abril y la primavera ya empezaba a florecer, tanto en las flores del campo, como en los cuerpos de las mujeres. Nuestro destino era un pequeño pueblo de la sierra, donde nos alojaríamos en una pequeña casa rural cercana a un riachuelo. Fuimos en los coches particulares de los monitores, así que hasta que no llegamos al lugar no supimos, exactamente, quien estaba presente y quien no. ¡Y sí! ¡Ella estaba presente! Ella era Guadalupe. Mi gran amor de adolescencia. Era una chica morena, de rasgos indígenas y con un acento encantador. Su cara era maravillosamente imperfecta, y su cuerpo ya comenzaba a florecer. La verdad es que casi no habíamos hablado, pero yo no podía dejar de mirarla cada vez que nos encontrábamos en un mismo lugar. Las primeras horas transcurrieron sin mayores sobresaltos, con las típicas charlas de los monitores sobre el comportamiento que esperaban de nosotros y todo eso. A media tarde, me las arreglé para quedarme a solas con Guadalupe en mitad del campo. Habíamos ido a buscar leña y por un sorteo algo amañado, había conseguido que nos tocara a ella y a mí juntos. - ¿Te importa que te haga una pregunta, Guadalupe? - Depende del tipo de pregunta que sea. - No te preocupes, es una pregunta sin maldad. - Bueno, entonces sí que la puedes hacer. - Es muy simple, ¿de dónde eres exactamente? Quiero decir, ¿de dónde son tus padres?
- Mis padres son de Venezuela, y yo también nací allí, aunque llevo desde los dos años en España. - ¡Claro! Eso lo explica todo. - ¿A qué te refieres? - A nada, cosas mías. - ¡Venga! ¡No me dejes así! ¿Qué querías decir? - Que eso explica lo de tu belleza y hace justicia a la fama de las mujeres venezolanas. - ¡Vaya! Muchas gracias, Óscar. - No se merecen, simplemente constato la realidad. - Pues me gusta que lo hagas. - Y a mí me gusta que te guste.
Estaba poniendo en práctica una técnica seductiva sobre la que acababa de teorizar una semana antes. Se trataba de hacer algo parecido a lo que se hace cuando se ejercita la pesca. Primero había lanzado el cebo con el anzuelo, y ella había picado. Ahora, era el momento de darle un poco de carrete. - ¿Sabes? El otro día leía que Venezuela es el país más rico de América del Sur. - Sí, la verdad es que tenemos mucho petróleo. - Petróleo y mujeres guapas, ¿qué más se puede pedir? - ¿Políticos honestos? - ¿Existen? - Seguramente, no. - Entonces, no pidas lo imposible. - ¿Y qué me aconsejas que pida? - Cosas más asequibles.
- ¿Cómo cuales? - ¿Qué te parece, un beso mío? - Un poco atrevido, ¿no? - ¿Eso es un no, un sí, o un depende? - Creo que nos están llamando los monitores.
Era mentira, pero aún así hicimos como que era cierto y volvimos a la casa. La técnica estaba funcionando como yo esperaba. Ella había picado el anzuelo, y ahora le estaba dando carrete. Sin embargo, había llegado el momento de soltar sedal. Ahora debía ignorarla durante un tiempo, a ver como ella reaccionaba. Así que durante el resto del día no le hice el menor caso. Me aseguré de estar siempre rodeado de chicas, y de aparentar que tanto ellas como yo nos lo pasábamos de miedo. Por la noche, salí a dar un paseo para poder fumar a escondidas, y ella me sorprendió en la oscuridad. - ¡Qué susto me has dado, Guadalupe! - ¡Vaya! No sabía que te asustabas tan fácilmente. - No suelo, solo que no te esperaba aquí. - ¿Y eso? - No se, como no me has hecho caso en todo el día. - ¿Cómo? ¿Yo a ti? ¿Y qué me dices de tú a mí?
¡Perfecto! Con aquella indefensa.
burda
estratagema
había
conseguido
dejarla
- ¿Yo a ti? Pero si he intentado quedarme a solas contigo todo el rato, pero tú como si nada.
- Bueno, dejémoslo. Y, ¿para que querías quedarte a solas conmigo? - Para pedirte la respuesta que no me diste antes. - ¿A qué te refieres? - A que quiero que me digas si es un sí, un no, o un depende. - ¿Tengo que responder a presencia aquí te basta?
esa
pregunta
o
con
mi
- Veo que tu lógica es aplastante.
Y, entonces, nos empezamos a besar. Así que mi técnica de ir de pesca en busca de chicas, en lugar de peces, había funcionado. Debía perfeccionarla, eso estaba claro, pero tenía muchas posibilidades. En lo que se refiere a Guadalupe y yo, la verdad es que no llegamos muy lejos. Digamos que fue un simple amor adolescente, de esos que vienen y van. Pero mi técnica de la pesca me ha acompañado hasta hoy.
Despedida Una semana más, el boletín llega a su fin. Tienes por delante siete nuevos días para que pongas en práctica todos tus conocimientos y para que filtres aquellas técnicas que no se adapten a ti. Recuerda que un seductor profesional necesita dominar todas las técnicas y todas las localizaciones, porque debe de ser capaz de triunfar en cualquier circunstancia. ¡Hasta la semana que viene!