SÁBADO, 15 SEPTIEMBRE 2007
PEDRO MADUEÑO
“Lo complejo es simple” Tengo 66 años. Nací en Oklahoma y vivo en Boston. Viudo desde hace 5 años y con 3 hijos. Soy catedrático de Física, de Ingeniería Biomédica y de Fisiología en la Universidad de Boston. De joven era de izquierdas, ahora tiendo al camino de en medio. Me convertí al judaísmo cuando me casé hace 40 años, pero no creo en un más allá
FÍSICO ESPECIALIZADO EN LAS FRONTERAS DE LA CIENCIA
H. EUGENE STANLEY FUTURO
C
–Me interesa muchísimo estudiar la molécula del agua porque es un puzzle que no se comprende. –¿Qué es lo que no comprenden? –El agua tiene propiedades muy extrañas, por ejemplo, el cubito de hielo flota cuando la mayoría de los sólidos se hunde. La densidad del agua se reduce por debajo de los 4ºC, eso significa que si en este vaso hubiera hielo, la temperatura cerca del hielo sería de 0ºC pero en el fondo del vaso sería de 4ºC, es decir, más caliente. –Curioso, pero ¿qué tiene de trascendental? –Los procesos de vida exigen que todas las moléculas puedan moverse y el agua es el medio en que eso se produce, pero no sabemos por qué. Si cambiamos un poquitín el agua, la vida se detiene. –¿Cambiarla un poquitín? –Sí, añadiéndole alcohol, por ejemplo, podemos matar a cualquier ser vivo. En nuestras universidades, en EE.UU., cada año tenemos casos, es un grave problema. –¿Alumnos que sufren colapso? –Sí, jóvenes y tontos. Se reúnen, se van pasando la botella de vodka y siempre hay uno que cae fulminado. Se debe a que el alcohol destruye la función del agua. El agua no se puede modificar sin detener la vida. –¿Qué otros misterios tiene el agua? –Sus propiedades no dependen únicamente de una molécula sino de las interacciones con todas las demás. –¿No se comporta de forma regular? –Exactamente, las moléculas del agua son aleatorias. –¿Desde que existe la Tierra siempre ha habido la misma agua? –Cuando el planeta se formó no tenía agua, apareció más tarde. Pero a lo largo de la historia de la vida en la Tierra siempre ha habido agua y más o menos en la misma cantidad. –¿Un reciclaje permanente desde el origen?
Toda su vida le ha gustado investigar en campos fronterizos entre la física y la biología, la física y la economía, y la física y la química, terrenos muy inexplorados y poco bien vistos por la ciencia de siglos pasados, cuando cada científico vivía en su mundo sin informarse sobre lo que investigaban otras ciencias; pero curiosamente muchos Nobel se han otorgado a ese tipo de científicos inquietos que meten las narices en otras disciplinas. Stanley, que ha pasado por Barcelona para participar en el encuentro internacional sobre nuevas fronteras de la ciencia, organizado por la Fundació Caixa Catalunya y KRTU, es doctor honoris causa en cinco universidades, miembro de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana y adora el futuro: “Sí, mis estudiantes”.
–Sí, vuelve al cielo, vuelve a caer... –¿Me estoy bebiendo la misma agua que pasó por el estómago de Sócrates? –Se ha hecho el cálculo de que en un año uno se bebe como mínimo una molécula de agua que ha estado antes en el cuerpo de otra persona: Napoleón, Jesucristo... –Qué curioso, ¿no? –Sí, tiene usted razón, muy curioso. Y lo mismo ocurre con toda la materia, con todos los elementos de la Tierra. –Entonces, nosotros formamos parte de esos elementos que se reciclan. –Sí, por eso a mí lo que más me asombra es el nacimiento de un niño a partir de una célula, un espermatozoide y un óvulo. Frente a este fenómeno tengo un sentimiento casi religioso. También me asombra el amor. –¿Por? –El hecho de que puedas sentirte tan cercano a otra persona es un milagro. Otro fenómeno increíble para mí es la mente, que una persona como Gaudí, por ejemplo, pueda crear algo que antes de él no fue imaginado. –En su trabajo la herramienta fundamental también debe de ser la imaginación... –Desde luego, de nuevo una herramienta simple resuelve problemas complejísimos. –¿Qué es lo más importante que ha aprendido en lo que lleva de vida? –Para serle sincero, mi norte son los errores. He cometido y cometo muchos, y tengo claro que si no los analizo y aprendo de ellos volveré a cometerlos una y otra vez. Por tanto, procuro recordarlos con ahínco. –¿Qué quiere? –Mi sueño es conocer mejor el agua y la regulación de los sistemas del organismo, porque todo está conectado pero no sabemos cómo, ¡es increíble! Cuando nos dormimos cambia nuestro cerebro y eso afecta directamente al corazón, ¿cómo?... Es uno de los grandes rompecabezas de la ciencia. IMA SANCHÍS
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uál es el secreto? –Lo complejo es simple. –Pero usted se complica. –¿Porque trabajo en la frontera de distintas disciplinas, algunas que no me atañen? –Sí. ¿Por qué lo hace? –Por una razón muy simple: la ciencia se mueve en grupos de científicos que trabajan juntos en una misma disciplina haciendo las cosas de una manera determinada, eso es lo que provoca que por ejemplo los economistas tengan un estilo. –Y entonces aparece usted. –Sí, ¿y qué pasa?... Cuando llega alguien de otro campo distinto, como la física, ve las cosas que a ellos se les pasan por alto. Hay muchísimos ejemplos de cómo alguien de fuera del club es capaz de reconocer aspectos importantes que en su momento se pasaron por alto. Muchos premios Nobel han ido a parar a este tipo de intrusos. –Cuénteme su caso. –Fíjese en su periódico, páginas diarias dedicadas a cómo suben y bajan los valores, algo muy complejo que desde la física hemos hecho sencillo: hemos descubierto una ley que describe estas fluctuaciones. –¿Una ley como la de Newton? –Sí, al igual que hay una ley que describe la caída de los cuerpos, hay una ley que describe la caída y subida de los valores. –¿Y para qué sirve su ley? –Nos permite predecir y minimizar los terremotos financieros. –Otra de sus fronteras es la de la física y la biología. –Tiene puntos comunes con la economía; por ejemplo, en el pulso cardiaco hay fluctuaciones y podemos cuantificarlas; así hemos descubierto diferencias entre los corazones sanos y los enfermos. –¿Cuáles son los trabajos más curiosos que ha llevado a cabo en la frontera?