Iximulew, cuatro Kawoq - 10 de julio 2009 Ante los hechos ocurridos en los últimos días en el hermano país de HONDURAS, manifestamos Nuestra condena enérgica al GOLPE DE ESTADO ejecutado por el ejército hondureño y orquestado por la oligarquía de aquel país. Este acto antidemocrático respaldado por las bancadas mayoritarias del Congreso y la Corte Suprema de Justicia hondureñas, es un enorme retroceso para la continuidad de la construcción democrática de Honduras y para la estabilidad en la región centroamericana. Nos unimos a las exigencias de las organizaciones sociales y el pueblo hondureño, la comunidad internacional, representada en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, ONU, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA y los países miembros del ALBA, que exigen la restitución en el cargo al Presidente Legítimo Manuel Zelaya, el retorno de la institucionalidad democrática y el respeto a la voluntad, los intereses y las decisiones del pueblo. Rechazamos la actitud y las declaraciones de algunos sectores políticos, empresariales y de comunicación guatemaltecos que directa o indirectamente apoyan los lamentables sucesos en Honduras. Hace no más de 25 años vivimos en el país el ejercicio de gobiernos golpistas y represivos que son responsables de graves violaciones a derechos humanos. No se puede justificar de ninguna manera, por intereses económicos o políticos, la ruptura del orden democrático de ningún país. Asumimos lo que están viviendo las organizaciones sociales y el pueblo hondureño, como una ofensiva contra todos los movimientos de Nuestra América, pues consideramos que esto es parte de una estrategia para disminuir la fuerza de una alternativa al proyecto hegemónico impulsado desde el imperialismo de los Estados Unidos y las oligarquías regionales. Se vive hoy en Honduras un proceso de persecución y represión a hombres y mujeres, líderes sociales, magisteriales, sindicalistas, comunitarios, campesinos, estudiantiles y a medios de prensa independiente. Exigimos la restitución de las garantías constitucionales y el pleno respeto a los derechos humanos de las y los hondureños. Hoy más que nunca la profundización de la democracia es urgente. Una democracia social, política y económica construida de manera participativa e incluyente, que democratice el acceso a los medios de producción y el pleno goce de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, donde el protagonismo y la toma de decisiones lo tengan los pueblos. La mejor manera de ser solidarios con Honduras es siendo revolucionarios en Guatemala Honduras somos todos y todas!