Coccidioides immitis
Es un hongo patógeno residente en el suelo de ciertas partes del suroeste de EE. UU., norte de México, y otras pocas áreas del Hemisferio Occidental.
Junto con la otra especie C. posadasii, puede causar la coccidioidomicosis (o Fiebre del valle de san joaquin), puede diseminarse a piel, huesos y meninges, el mayor riesgo lo tienen los individuos inmunodeprimidos. Fue declarado un agente selecto tanto por el DHHS (Dto. de Salud y Servicios Humanos, EE.UU.) y el USDA (Dto. de Agricultura, EE.UU.), y está considerado un patógeno de nivel de bioseguridad nivel 3.
Coccidioidomicosis (Fiebre de San Joaquín, fiebre del valle)
Es una enfermedad pulmonar o diseminada por vía hematógena causada por los hongos Coccidioides immitis y C. posadasii; en general, se manifiesta como una infección asintomática benigna o una infección respiratoria autolimitada. A veces el microorganismo se extiende y causa lesiones localizadas en otros tejidos.
Fisiopatología La coccidioidomicosis se adquiere a través de la inhalación de polvo cargado con esporas. Por lo tanto, ciertas ocupaciones (p. ej., la agricultura, la construcción) y las actividades recreativas al aire libre aumentan el riesgo.
La enfermedad pulmonar se caracteriza por una reacción granulomatosa aguda, subaguda o crónica con grados variables de fibrosis. Luego, pueden cavitarse o formarse lesiones numulares.
Una vez inhaladas, las esporas de C. immitis se convierten en grandes esférulas que invaden los tejidos. A medida que se agrandan y se rompen, cada una libera miles de pequeños endosporas, que pueden formar nuevas esférulas.
Factores de riesgo para la coccidioidomicosis La coccidioidomicosis progresiva es infrecuente en personas sanas y tiene más probabilidades de suceder en los siguientes contextos:
Infección por HIV
Administración de inmunosupresores
Edad avanzada
Signos y síntomas
Coccidioiomicosis primaria
La mayoría de los pacientes con coccidioidomicosis primaria son asintomáticos, pero pueden aparecer síntomas respiratorios inespecíficos similares a los de la gripe, la bronquitis aguda o, con menor frecuencia, una neumonía aguda o un derrame pleural.
Coccidioidomicosis progresiva
Varias semanas, meses o a veces años después de la infección primaria, aparecen síntomas inespecíficos, como fiebre no muy alta, anorexia, pérdida de peso y debilidad. Afectación pulmonar extensa es infrecuente en personas sanas y se produce principalmente en los que están inmunocomprometidos. Puede causar cianosis progresiva, disnea y esputo mucopurulento o sanguinolento.
Diagnóstico
Cultivos (convencional o para hongos)
Examen microscópico de las muestras en busca de esférulas de C. immitis
Pruebas serológicas
La eosinofilia puede ser una clave importante para la identificación de la coccidioidomicosis.
Tratamiento En presencia de enfermedad leve o moderada, fluconazol o itraconazol.
Para la enfermedad grave, anfotericina B
El tratamiento de la coccidioidomicosis primaria es controvertido en los pacientes con riesgo bajo. Algunos especialistas administran fluconazol porque su toxicidad es baja y porque, incluso en pacientes de bajo riesgo, existe una baja probabilidad de diseminación hematógena, en especial al hueso o al encéfalo. Asimismo, los síntomas se resuelven más rápidamente en los pacientes tratados que en los que no reciben antimicóticos.