Chrome, otra jugada de Google
Con este navegador, el gigante de Internet pretende colonizar quizás el único terreno de la Web en el que no estaba presente. Nada parece detener las intenciones que tiene Google de lograr el trono de Internet. Su motor de búsqueda es usado por siete de cada diez personas que necesita encontrar información en la Red; en el mundo de la publicidad en línea acapara el 69 por ciento de los negocios y algunas de sus marcas, como Mapas y Youtube, son líderes en su campo. Ahora, con el lanzamiento de Chrome, la compañía sacó un as de la manga con el fin de meterse en un campo vital para cumplir su objetivo de colonizar todos los rincones de la Web: el de los navegadores. La apuesta tiene razones justificadas, si se tiene en cuenta que el navegador es necesario en los más de 1.000 millones de PC del mundo. Con Chrome, la empresa aspira a tener la puerta de entrada a la infinidad de servicios que hoy se ofrecen en Internet, muchos de ellos con el propio sello de Google. La firma explica que las personas hoy no usan la Web solo para navegar sino para ejecutar aplicaciones en línea, por lo que ya no necesitan un navegador común, como los que existen en el mercado, sino una herramienta que les permita utilizar aplicaciones sin necesidad de instalarlas en el PC e incluso sin una conexión permanente a Internet. Sin embargo, especialistas como Michael Gartenberg, vicepresidente de estrategias móviles de Jupitermedia, no ven claro este panorama. El experto le dijo al sitio web NewsFactor que quizás los usuarios no deseen en este preciso momento que el navegador sea el único medio para acceder a los programas. Primeros pasos Chrome está disponible como versión de prueba, lo que indica que está sujeto a
fallas y posibles conflictos con algunos sitios web. Si bien esto podría causar recelo para instalarlo, hay que recordar que muchos servicios de Google llevan años en esta etapa y a pesar de ello funcionan bien. Alfonso Luna, director de mercadeo para América Latina de Google, comenta que el objetivo en primera instancia consiste en obtener la retroalimentación necesaria de los que prueben el producto para hacer que sea estable. Luego vendrán las mejoras y versiones para los sistemas operativos Mac OS X y Linux (se estima que estas versiones llegarán antes de fin de año). En su presentación a medios de comunicación en Ciudad de México, a la que EL TIEMPO asistió por invitación de Google, Luna destacó tres características esenciales de Chrome: la velocidad a la que accede a los sitios web, la estabilidad del programa, que le permite mantenerse en pie a pesar de que algunas páginas se bloqueen o generen conflictos, y su aspecto intuitivo, con pocos menús y botones, que ayuda a los usuarios a entenderlo rápidamente. Sin embargo, la verdadera revolución, dijo el directivo de Google, es imperceptible a la vista del usuario, pero se puede sentir al utilizarlo. El programa es simple en su parte gráfica, pero en las entrañas es muy sofisticado, inspirado en las mismas tecnologías de servicios como el buscador y Gmail, agrega Luna. "Un navegador debe ofrecer cosas que no necesariamente deben ser visibles, pues al final a la gente no le importa en qué navega, sino el sitio que quiere visitar o la aplicación web que necesita usar". Por lo pronto no hay pronósticos sobre qué tan exitoso será este navegador, aunque en sus primeras 18 horas se descargaron 6,5 millones de copias (frente a los 8 millones del publicitado Firefox 3 en su primer día). El líder en este segmento sigue siendo Internet Explorer, de Microsoft, que cuenta con el 72 por ciento del mercado, muy por encima de su próximo rival Firefox, que tiene el 20 por ciento. Entre analistas y usuarios de Chrome se especula que Firefox será el primero en verse afectado ante su avanzada, pero que Explorer vería más debilitada su posición. No obstante, dicen expertos, los que realmente deberían ver una amenaza mayor son programas como la suite de oficina Office pues con Chrome los usuarios no tendrían que volver a comprar software de este tipo ni instalarlo. Todo funcionaría a través de Internet o sin conexión; y lo mejor: gratis.