China_una_revolucion_en_agonia_1978_1a..pdf

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3 La lucha por el poder

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él.

Los representantes de la burguesta que se han infiltrado en el partido, el Gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales son un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que tomardn el poder y convertirdn la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía cuando se les presente la oportunidaq. A algunas de estas personas ya las hemos descubierto, a otras todavía no. En algunas todavía confiamos y las preparamos para ser nuestros continuadores... MAO TSE-TUNG

(Citado en la circular del comité central del partido comunista de China del 16 de mayo de 1966.)

El 6 de octubre de 1976, el maoísmo de Pekín perdió una batalla que había comenzado en 1958, cuando por medio de la formación de comunas populares en la ciudad y el campo pretendió dar el golpe de gracia definitivo a la burguesía, los terratenientes y la pequeña burguesía, y cambiar realmente de modo de producción y las relaciones de producción en todo el país hacia un modelo adecuado para hacer del proletariado la clase 185

dirigente. El colapso del plan en 1959, más político que económico dados los parámetros de producción históricos del país, llevó de tumbo en tumbo al maoísmo hasta la insurgencia de 1966, llamada revolución cultural, un nuevo colapso en 1969-1971, un manotazo de agonía en 1975-1976, Y la muerte definitiva en julio de 1977, cuando se celebró la tercera sesión plenaria del partido, colocando en sus antiguos puestos a Teng Hsiao-ping. En estos 18 años de combate intenso, en el seno del partido, y como reflejo de lo que ocurría en todo el cuerpo social de la nación, la lucha se dio en torno a esta simple cuestión: cómo hacer de China una nación grande, respetada y poderosa. La receta de los dirigentes Liu Shao-chi, Teng Hsiao-ping y Chu En-lai era: acelerar lo más posible la construcción económica, el desarrollo industrial y la mecanización agrícola, y si para ello es necesario pactar con dios y con el diablo, no importa; primero está el desarrollo económico de China, y después los problemas políticos. De ahí la frase ya clásica de Teng Hsiao-ping, formulada cuando China se enfrentaba, en 1960, con la necesidad urgente de salir de la postración económica, «no importa que un gato sea blanco o negro, si caza ratones». Dadas las condiciones específicas de la economía y la sociedad chinas, estos dirigentes, junto con el mar humano de los pequeños propietarios urbanos y rurales, plantearon la estrategia de una sociedad bien dirigida, estable y ordenada, dedicada a trabajar bajo la batuta de «1os que saben». Una vez producido el orden, ~.producido

el despegue económico y la prosperidad

general de

la sociedad, entonces había que preocuparse de la construcción «del socialismo». ~sa era y es la tesis central, y con esa tesis, estos dirigentes y sus simpatizantes se declaran y se sienten comunistas. Y hoy son los vencedores. La receta de los dirigentes Mao Tse-tung, Chang Chun-chiao, y Yao Wen-yuan era: no se discute la necesidad de transformar a China en una nación grande y a su pueblo en próspero, pero la esencia del asunto está en qué camino se toma para impulsar ese desarrollo económico, porque si el camino es sólo la búsqueda de la velocidad, entonces puede ocurrir que estemos construyendo una sociedad rica, pero de explotación de unos pocos hombres sobre muchos hombres, una versión remozada del sistema capitalista que llevó a la cumbre de la prosperidad a Estados Unidos como nación, y al abismo de la miseria a los pueblos sobre cuyas espaldas se construyó o se sigue construyendo esa prosperidad. Si se toma una variante del camino 186

capitalista, se llegará a tener una sociedad china manejada por una clase burocrática que engullirá al partido y a toda la nación, y más tarde a otros pueblos. Mao Tse-tung, a fines de 1975, dijo de Teng Hsiao-ping, respecto a este tema: «Esta persona no se empeña en la lucha de clases; nunca ha mencionado esta clave. Sigue todavía con su "gato blanco o gato negro", sin hacer distinción entre el imperialismo y el marxismo».! Así, para estos dirigentes, la construcción económica y la construcción política estaban a un mismo nivel, con esta última haciendo de guardián ideológico. La lucha debía tener siempre el blanco de proletarizar al partido, ganar su dirección, proletarizar en seguida al país, y ganar su asentimiento para construir un nuevo tipo de sociedad en donde la propiedad de los medios de producción se diluye en la colectividad general. Nunca renunciar a la construcción política, y sí, en el caso de necesidad temporal, renunciar por un momento a la velocidad de la construcción económica hasta asentar la estructura política de dirección colectiva a todos los niveles. :esa era y es la tesis central, y con esa tesis estos dirigentes y sus simpatizantes se declaran y se sienten comunistas. Y hoy son los vencidos. De estos dieciocho años de lucha por el poder trataré en este capítulo. Los años anteriores, desde 1921 hasta 1949, fueron tiempos en que la lucha por el poder se dio dentro del partido en referencia a otra simple cuestión: cómo transformar a China en una nación libre y sacada del estancamiento semifeudal en que se postraba. Unos dijeron que había que hacer del partido comunista la vanguardia del proletariado y vencer a los enemigos externos e internos en las ciudades, para garantizar el carácter de clase de la revolución. :esos quedaron en el camino. Otros, encabezados por Mao Tse-tung, dijeron que en un país como China la rebelión debía ser campesina, y que el partido proletario, como entidad inmutable, garantizaría el carácter proletario del movimiento. Mao impuso su criterio, a través de sucesivas pruebas de fuerza desde 1927 hasta 1947. Treinta años después, también quedaría en el camino. Las comunas

populares

Cuapdo, en diciembre de 1958, la sexta reunión plenaria del comité central elegido en el VIII Congreso del partido acordó respaldar el desarrollo de las comunas populares como nueva 187

organizaCión de tipo socialista, la izquierda maoísta impuso su criterio para lanzar una gigantesca campaña de masas por la producción (que se llamaría «Gran Salto Adelante») y por socializar el país. En síntesis, desatar una ofensiva general contra la burguesía china y la burocracia del partido, a través de una batalla por la producción y la revolución. La izquierda había tenido que ceder terreno en 1956 para la celebración del VIII Congreso del partido, como ya vimos en el segundo capítulo, y ahora iniciaba su contraataque, sobre todo basado en que lo que veía como un tremendo entusiasmo masivo por desarrollar la economía cuya aparición había señalado Mao, el 6 de diciembre de 1955, después de la lucha de represión contra los «contrarrevolucionarios», la cual llevó a unos doce millones de personas a los centros de investigación «de clase» de los organismos de seguridad. Ese día, en lo que ahora se llama Charla de oposición al desviacionismo de derecha y al conservadurismo, dijo el líder chino: «Ahora las cosas han cambiado. De hecho, ha habido enormes cambios. Han aparecido inmensas fuerzas productivas. Es como descubrir un nuevo continente. El continente estaba ahí todo el tiempo, pero no lo habíamos visto. La transformación socialista de la industria y el comercio llegará al 90 % para 1957. La transformación de la artesanía también será acelerada. El plan resultó pequeño, sin embargo. En 1957 se completará la transformación en 70 u 80 %. Originalmente, la nacionalización de las empresas industriales y comerciales estaba planificada para 1962». Incluso el pronóstico de Mao fue sobrepasado, porque para 1956 ya se había completado la nacionalización industrial y comercial. Sólo en la artesanía la realidad probaría ser más porfiada, y hasta 1977 aún había artesanía ampliamente esparcida para los patrones socialistas. y las noticias que comenzaron a acumularse a fines de 1957, último año del primer plan quinquenal, también eran optimistas: valor de la producción industrial, 15 % más de lo previsto. Con algunos datos precisos: acero, 5.500.000 toneladas (meta: 4.120.000); energía eléctrica, 18.000 millones de kwh (meta: 15.900 millones); carbón, más de 120 millones de toneladas (meta: 113 millones); máquinas-herramientas de corte de metales: 30.000 unidades (meta: 13.000 unidades); equipos para producir energía: 340.000 kwh (meta: 164.000 kwh); madera, 24 millones de metros cúbicos (meta: 20 millones); hilados de algodón: 5.600.000 188

balas (meta: 5 millones); papel mecánico, 800.000 toneladas (meta: 655.000). Había, por supuesto, metas no alcanzadas, como en el caso del petróleo, fertilizantes químicos, aceites comestibles, cigarrillos, fósforos y otros artículos de consumo. Pero, en su conjunto, el crecimiento industrial parecía estar en un punto de «despegue». En cuanto a la producción de cereales -la viga maestra de la economía china-, la curva ascendente parecía afirmarse después de que en 1953 y 1954 no se alcanzaron las metas. Así, en 1955 se cosecharon 175 millones de toneladas, en 1956 se elevaron a 182 millones, y a 185 millones en 1957. Es decir, en 1956 se alcanzó la meta fijada para 1957. Y en este último año se llegó a una producción de cereales de poco más de 296 kilos per cápita anuales, bordeando la marca considerada de flotación económica por los expertos chinos: 300 kilos per cápita. Tal vez esta bonanza económica impulsó al maoísmo en el seno del partido a intentar la gran aventura, comenzando por «revocar los veredictos» del VIII Congreso. El 7 de octubre de 1957, en sus intervenciones en la tercera sesión plenaria del VIII comité central, Mao abrió los fuegos: «En las resoluciones del VIII Congreso del partido [...] se dice que la contradicción entre la burguesía y el proletariado [en China] ha sido resuelta en lo fundamental. Esta afirmación no es incorrecta, pero solución en lo fundamental no es equivalente a solución completa. Una vez que se resolvió el problema de la autoridad política, se resolvió en lo fundamental el problema de la propiedad, pero en las esferas económica y política no hubo una solución completa [...]. Hay dos segmentos en el pueblo: un segmento que ha explotado a otras personas, y un segmento que no ha explotado a otras personas. En un segmento pocos han sido influidos por la ideología burguesa y en el otro muchos han sido influidos [...]. Cuando decimos que la lucha de clases en gran escala ha terminado en lo fundamental y las contradicciones han sido resueltas en lo básico, estamos hablando del sistema político y del. problema de la propiedad. Pero en la construcción de la superestructura, la cuestión de la ideología y del poder político no ha sido resuelta en gran medida. El individualismo, el burocratismo, el idealismo son también un asunto relativo a la 90nstrucción de la superestructura, y debe ser resuelto [...J. Tres clases se incluyen en el pueblo: el proletariado, la burguesía y' la pequeña burguesía. Existe contradicción entre estos 189

tres segmentos del puebl~. ~sta es una contradicción en el seno del pueblo, y también una contradicción de clases [...]. La revolución socialista es un problema para la burguesía y la pequeña burguesía. La burguesía y los intelectuales burgueses, que totalizan 30 millones incluyendo sus familiares, son un' gran problema. A lo más, la clase obrera totaliza 40 millones de personas [incluyendo familiares]. Los blancos de la revolución socialista son la burguesía, los intelectuales burgueses, y la parte superior de la pequeña burguesía [en el campo, los campesinos medio acomodados]. Ahora es sumamente claro: al avanzar en la etapa de transición del capitalismo al socialismo, la contradicción principal (o fundamental) es la contradicción entre el proletariado y la burguesía, entre el socialismo y el capitalismo. Así, en las relaciones sociales y las relaciones entre las personas ha habido una solución en lo fundamental, pero no ha sido una solución completa. Los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios y malos elementos apoyan el capitalismo, y aquellos que explotan a otros apoyan el capitalismo. ~sta es también una contradicción entre la burguesía y el proletariado. La lucha entre los dos caminos no será resuelta hasta después de un largo período. "Principal" y "fundamental" tienen un mismo significado [...]. Las resoluciones del VIII Congreso del partido declaran que la principal contradicción es la contradicción entre el avanzado sistema social y las atrasadas fuerzas productivas. Si se quiere ser razonable, uno no puede hablar de esa manera [...]. Marx, Engels y Lenin nunca dijeron esta frase que está en las resoluciones del VIII Congreso del partido, pero no importa. Lo que se quiso decir con esto es que debemos desarrollar rápidamente la producción, fortalecer la base material de la sociedad socialista; sólo que no se dijo claramente. La esencia de las faltas en el estilo está en que no hemos hablado seriamente acerca de las contradicciones».2 Desde diciembre de 1957 hasta mayo' de 1958 se sucedieron cinco conferencias a nivel de gobierno central, hasta terminar con la segunda sesión plenaria del VIII Congreso del partido. En cada una de ellas, la izquierda, por boca de Mao Tse-tung, fue impulsando el contraataque a la derecha en el poder y preparando las condiciones para echar a andar el movimiento de las comunas populares. El 11 de enero de 1958, en su intervención en la conferencia realizada en Nanning sobre la planificación económica, Mao fue extremadamente crítico contra el pensamiento económico con190

servador que dominaba el Consejo de Estado (dirigido ya por Chu En-lai): «En cuanto al informe (sobre planificación) hecho a la Asamblea Popular, no lo he leído en dos años... A fin de mantener la solidaridad, este hecho no ha sido mencionado en los periódicos, y yo no soy responsable por eso... Los departamentos financieros y económicos no mantienen informado al buró político... Los camaradas de los comités del partido están preocupados especialmente por lo que creen el peligro principal para ellos, "ser rojos pero no calificados", políticos estúpidos divorciados de la realidad. En verdad, ellos no solamente no son calificados, sino que también están perdiendo gradualmente su rojez... Se pretende establecer un Consejo de planificación burgués. Nuestro Consejo de planificación es el buró político, que funciona a través del intercambio de informaciones». Dos días más tarde, en la misma conferencia, su crítica fue más al interior:
cualquiera que despierta después del sueño nocturno. Hemos derribado el sistema feudal de varios miles de años y ha despertado. Hemos cambiado el sistema de propiedad; ahora hemos ganado victorias en la campaña de rectificación y en la campaña antiderechista. Nuestro país es pobre y está desnudo. Quienes son pobres no poseen nada. Quienes están desnudos son como una hoja de papel en blanco. Ser pobre es bueno porque inclina a uno a ser revolucionario. Muchas cosas se pueden hacer con papel en blanco. Uno puede escribir o diseñar en él. El papel en blanco es lo mejor para escribir en él [...]. Estoy por la teoría de la revolución permanente. No confundan esto con la teoría de la revolución permanente de Trotski. En la revolución se debe golpear cuando el hierro está caliente; una revolución debe seguir a la otra, la revolución debe avanzar continuamente. Los junaneses dicen que "las sandalias de paja no tienen forma, la adquieren cuando se hacen". Trotski creía que la revolución socialista debía lanzarse aun antes que se completara la revolución democrática. No creemos lo mismo. Por ejemplo, después de la liberación de 1949 vino la reforma agraria; tan pronto como ésta fue completada siguieron los equipos de ayuda mutua, en seguida las cooperativas inferiores, luego las cooperativas de nivel superior. Después de siete años se completó la cooperativización y se transformaron las relaciones de producción [hasta 1956]. Entonces vino la rectificación. Una vez terminada la rectificación, antes de que las cosas se enfriaran, vino la revolución técnica. En los casos de Polonia y Yugoslavia, después de siete u ocho años de orden democrático emergió una capa de campesinado rico. Puede que no siempre sea necesario establecer un Gobierno de nueva democracia, pero, aun así, uno debe unir todas las fuerzas susceptibles de ser unidas».3 Estableciendo como punto de apoyo las relativamente buenas cosechas de 1956 y 1957, Y las buenas perspectivas para 1958, y el comienzo de una bonanza económica general en el resto de la economía, el maoísmo desató una nueva guerra civil campesina contra las ciudades, una nueva guerra popular, pero esta vez en las condiciones de lucha interna dentro del mismo partido gobernante. Mao, líder de la izquierda, volvió a indicar el camino para insurreccionar a los campesinos a fin de hacer una «revolución proletaria». Es decir, acelerar el proceso de colectivización en el campo para empujar la socialización en las ciudades, y a través de esta campaña destronar a la derecha 192

del comité central, o por lo menos ponerla entre la espada y la pared, entre el movimiento campesino por la socialización de la tierra y la rebelión de la izquierda comunista contra la planificación de capitalismo de Estado en. el resto de la economía. En esta guerra popular dentro de la revolución, «las ciudades» eran la burocracia civil-militar nacida en el partido ahora gobernante. De este contenido real del movimiento de las comunas populares eran muy conscientes los miembros del buró politico. Por ejemplo, muchos años después, en julio de 1970, en Pekín, durante una conversación que sostuvo con Kang Sheng, quinto en la jerarquía' comunista por esa fecha, éste, ante una pregunta mía de si los comités revolucionarios surgidos de la revolución cultural eran realmente una nueva forma socialista en la superestructura, o se reducían a un cambio de apariencia de una estructura burocratizada de gobierno, respondió: -Eso está por demostrar... Hace muchos años que el proletariado chino trata de encontrar una forma socialista de la' superestructura. Desde el movimiento de las comunas populares, el primer intento en gran escala por conseguir esto, estamos buscando la forma. En junio de 1958 comenzó la campaña por las comunas populares. En menos de cien días, 120 millones de familias campesinas que hasta ese momento estaban organizadas en 740 mil cooperativas de producción agrícola se fundieron en 26.000 comunas populares. Es decir, las organizaciones colectivas que antes tenían un promedio de 162 familias por unidad pasaron a convertirse en gigantescas empresas rurales de más de 4.600 familias asociadas en cada una. En agosto el buró político se reunió en Peitaje, y aprobó el establecimiento de las comunas populares «rurales». En diciembre se reunió el comité central en sesión plenaria, y aprobó lo mismo, pero con una ampliación de significado esencial: «un nuevo tipo de organismo social». Es. decir, rural y urbana. En el primer párrafo del título de la resolución sobre algunos problemas concernientes a las comunas populares,4 se sintetiza el contenido: «La comuna popular es la unidad básica de la estructura socialista de nuestro país, unidad básica que combina la industria, la agricultura, el comercio, la educación y los asuntos militares; al mismo tiempo es la organización básica del poder del Estado socialista. La teoría marxista-leninista y la experiencia inicial de las comunas populares en nuestro país nos capacitan para prever hoy que las comunas populares acelera193 7.-CHINA

rán el ritmo de nuestra construcción socialista y que constituyen la mejor forma de realizar en nuestro país las dos transiciones siguientes: »Primero, la transición de la propiedad colectiva a propiedad de todo el pueblo, en el campo. »Segundo, la transición de la sociedad socialista a la sociedad comunista en nuestro país. También puede preverse que en la futura sociedad comunista las comunas populares continuarán siendo la unidad básica de nuestra estructura social. »De ahora en adelante la tarea que enfrenta el pueblo de nuestro país consiste en: a través de una forma de organización social como las comunas populares y basada en la línea general para la construcción del partido entregada por el partido [esta frase es fundamental, porque la línea general era la entregada por el VIII Congreso, es decir, la línea de la burocracia civil-militar, del partido de '''gerentes'' como Liu, Teng y Chu; esto demuestra que la "ofensiva campesina" desatada por el maoísmo para "socializar" China llevaba en su seno el germen de su fracaso], desarrollar las fuerzas productivas sociales a alta velocidad, adelantar la industrialización del país, la industrialización de las comunas y la mecanización y electrificación de la agricultura; efectuar la gradual transición de la propiedad

.

socialista colectiva a la propiedad socialista de todo el pueblo, para conseguir así completamente la propiedad de todo el pueblo en la economía socialista de nuestro país, transformando gradualmente a nuestro país en una gran tierra socialista con industria, agricultura, ciencia y cultura de alto desarrollo moderno. Durante este proce'so, los elementos del comunismo crecerán obligatoriamente de modo paulatino, aportando la bas'e de las condiciones materiales y espirituales para la transición del socialismo al comunismo. »~sta es una tarea gigantesca y extremadamente compleja. A la luz de las experiencias ya conseguidas y de las condiciones concretas que hoy existen en nuestro país, es posible que la propiedad socialista de todo el pueblo pueda ser realizada en una fecha algo cercana, pero no será muy pronto. Aunque el paso a que avanzamos es bastante rápido, tomará aún un tiempo más bien largo realizar a gran escala la industrialización de nuestro país, la industrialización de las comunas, la mecanización y electrificación de la agricultura y la construcción de un país socialista con industria, agricultura, ciencia y cultura de elevado desarrollo moderno. El proceso completo tomará quince, 194

veinte o más años, a contar desde ahora [...]. El buró político del comité central puntualizó claramente en agosto, en su resolución sobre el establecimiento de comunas populares en las áreas rurales que, en el caso de las comunas populares, "la transición de la propiedad colectiva a propiedad de todo el pueblo es un proceso cuya consumación puede tomar poco tiempo -tres o cuatro años en algunos lugares- o ser más larga -cinco a seis años, o aun más- en otras partes». De este texto se infiere claramente que la estructura interior del modelo funcionaba así: a) Para asegurar el funcionamiento de la revolución socialista se debía conseguir primero el cambio completo del sistema de propiedad, a fin de llegar a 100 % de propiedad de todo el pueblo (estatal) en la ciudad y en el campo en un plazo que terminaba en 1966, o como máximo en 1967. b) Teniendo como base ese cambio completo del sistema de propiedad, poner la economía china en su conjunto en «elevado desarrollo moderno» en un plazo que terminaba aproximadamente en 1978. ¿Qué ocurrió cuando esos plazos se cumplieron? Para el cambio del sistema de propiedad los resultados fueron desastrosos. En el momento en que escribo este libro, año 1977, ni siquiera en las ciudades se ha alcanzado 100 % de propiedad de todo el pueblo. En ellas, 97 % es propiedad estatal con respecto a las industr~as, y 93 % con respecto al comercio. En el campo, el rudo paisaje del fracaso lo daba en 1975 el vicepresidente del partido, Chang Chun-chiao, en su artículo, que ya hemos citado antes, Acerca de la dictadura omnímoda de la burguesía: «En cuanto a los medios de producción agrícolas, aproximadamente 90 % de las tierras cultivadas y de las máquinas de irrigación y desagüe, más o menos 80 % de los tractores y del ganado mayor, eran de propiedad colectiva. Era muy pequeña la proporción de la propiedad de todo el pueblo. Por consiguiente, más de 90 % de los cereales y de los diversos cultivos industriales del país procedían de la economía colectiva. Las granjas estatales representaban una proporción muy pequeña. Además, para los comuneros se mantenía una pequeña cantidad de tierras de uso personal y limitadas ocupaciones secundarias domésticas». Un mar de propiedad colectiva agraria generando fuerzas 195

para la burocracia civil-militar, y, por eso, creando en la parte de propiedad de todo el pueblo la ficción de socialismo. El mismo Chang Chun-chiao, en su Informe sobre la reforma de la Constitución ante la IV Asamblea Popular Nacional el 13 de enero de 1975 afirmaba: «Tomemos el caso del sector estatal de la economía. Algunas entidades son en apariencia de propiedad socialista, pero en realidad su dirección no está en manos de los marxistas y las grandes masas obreras. Muchas posiciones serán ocupadas por la burguesía si no las ocupa el proletariado. Confució murió hace más de dos mil años; sin embargo, basuras como las suyas no desaparecen solas si no las alcanza la escoba del proletariado».5 . y respecto a la meta para 1978 del elevado «desarrollo moderno», en la misma IV Asamblea Popular Nacional se duplica el plazo para «fines de este siglo». Chu En-Iai, en su informe a esa asamblea, dijo: «Dentro del presente siglo, llevar a cabo en todos los aspectos la modernización de la agricultura, la industria, la defensa nacional, la ciencia y ra tecnología, colocando así nuestra economía nacional en las primeras filas del mundo ».6 . Y, además, definía los pasados años de república popular diciendo: «Bajo la dirección del comité central del partido encabezado por el presidente Mao, nuestro pueblo ha trabajado duro, ha vencido toda clase de dificultades y escollos, y ha logrado, en un corto plazo de veintitantos años, transformar un país pobre y atrasado en un Estado socialista con una prosperidad inicial».7 . Todo esto demuestra el fracaso de la ofensiva campesina como instrumento de socialización del país iniciada con el movimiento de las comunas populares, ya que, en vez de construir el socialismo sobre un sistema de propiedad estatal socialista, actualmente se construye sobre un sistema de propiedad colectivo que sirve de base a la formación del nuevo sistema de explotación manejado por la burocracia civil-militar china. En realidad, la lucha desatada en 1958 no concluyó realmente hasta octubre de 1976, fecha de la decapitación política del maoísmo. Pero creo que es útil para el análisis seguir citando el documento de 1958, a fin de saber exactamente lo que se proponía la izquierda con las comunas, y también exactamente lo que no consiguió: «El desarrollo del sistema de comunas populares rurales tiene un significado aún más profundo y de más largos alcances. Ha mostrado al pueblo de nuestro país el camino de 196

la gradual industrialización de las áreas rurales; el camino de la gradual transición de la propiedad colectiva a la propiedad de todo el pueblo en la agricultura; el camino de la gradual transición del principio socialista «a cada uno según su trabajo» al principio comunista «a cada uno según sus necesidades»; el camino que gradualmente disminurá y finalmente eliminará las diferencias entre ciudad y campo, entre obrero y campesino, y entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; y el camino para disminuir paulatinamente y eliminar al fin las funciones internas del Estado... En el futuro, las comunas populares urbanas, de formas que se acomoden a los rasgos específicos de las ciudades, llegarán también a ser instrumentos para la transformación de las viejas ciudades y la construcción de las nuevas ciudades socialistas; llegarán a ser los organizadores unificados de la producción, los cambios y la distribución, y de la subsistencia y bienestar del pueblo; llegarán a constituir organismos sociales que combinen la industria, la agricultura, el comercio, la educación y los asuntos militares, organismos en los cuales estarán integrados la administración de gobierno y el manejo de la comuna. Hay, sin embargo, ciertas diferencias entre la ciudad y el campo. »En primer lugar, las condiciones de la ciudad son más complejas que las del campo. »En segundo lugar, la propiedad socialista de todo el pueblo es ya la forma primordial de propiedad en las ciudades, donde las fábricas, organismos estatales y escuelas, bajo la dirección de la clase obrera, han llegado ya a una alta organización de acuerdo con los principios socialistas (organización que no abarca, sin embargo, a algunos miembros de las familias de obreros y empleados). Por consiguiente, el desarrollo de las comunas populares en las ciudades no puede dejar de plantear exigencias diferentes de las que caracterizan a las áreas rurales. »En tercer lugar, la ideología burguesa prevalece todavía bastante entre muchos capitalistas e intelectuales en las ciudades; ellos aún tienen recelos ante el establecimiento de las comunas. Tenemos, pues, que esperarles un poco». En verdad, la espera fue tan larga que cuando los herederos de esa burguesía se apoderaron finalmente de la sociedad china en 1976 ¡todavía no había sido creada ninguna comuna popular urbana! y mucho más que eso. Cuando nueve años más tarde, en 1967, otra insurrección de la izquierda llegó al borde del caro197

bio de la situación, y en Shanghai, durante la revolución cultural, Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan estuvieron a la cabeza de un movimiento de la izquierda del partido encabezando una alianza de los obreros y empleados y otros sectores de la ciudad por establecer la comuna popular d<::Shanghai como forma de romper desde la base la estructura de poder vertical que hacía la fortaleza de la burocracia civil-militar, encabezada en esos momentos por Chu En-lai y Lin Piao, es el propio Mao Tse-tung quien se opone, echa un balde de agua fría al proyecto, y, lo. peor, justifica su negativa con una argumentación vacía, propia de libreto de comedia de equívocos. Es febrero de 1967, y Mao Tse-tung tiene tres reuniones con Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan, llamados por él a Pekín del 12 al 18 de febrero. En la versión taquigráfica de parte de lo que Mao dice está esto: «El presidente [Mao] dijo: "Se origina una serie de problemas con el establecimiento de una comuna popular, y me pregunto si ustedes han pensado en ellos. Si toda China establece comunas populares, ¿tendría la República Popular China que cambiar su nombre por el de Comuna Popular China? ¿Nos reconocerían otros países? Tal vez no nos reconocería la Unión Soviética, pero sí Gran Bretaña y Francia. ¿Y qué haría:rp.os con nuestros embajadores en diversos países? Etcétera. Hay otra serie de problemas que tal vez ustedes no han tenido en cuenta. Muchos lugares han solicitado ahora al centro [al comité central] permiso para establecer comunas populares. El centro ha redactado un documento diciendo que ningún otro lugar que no sea Shanghai puede establecer comunas populares". El presidente [Mao] es de la opinión que Shanghai debería hacer un cambio y transformarse en un comité revolucionario o en un comité de ciudad, o en un comité popular de ciudad. "Las comunas son demasiado débiles cuando se trata de reprimir la contrarrevolución. Hay gente que ha venido a quejarse a mí de que cuando el buró de Seguridad Pública arresta a personas, entran por la puerta principal y salen por la trasera. Los órganos de control en escuelas pueden transformarse en comités revolucionarios culturales o equipos de dirección revolucionarios culturales"».8 «Si todo se transformara en comuna, ¿entonces qué pasaría con el partido? ¿Dónde colocaríamos al partido? En los comités de comunas hay miembros que son del partido y otros que no son del partido. ¿Habría lugar para el comité del partido? ¡Tiene que haber de todos modos un partido! Tiene que haber un 198

núcleo, no importa qué nombre le demos. Que se le llame partido comunista o partido socialdemócrata, o Kuomintang, o I-kuan-tao, tiene que haber un partido. La comuna tiene que tener un partido, ¿pero puede la comuna reemplazar al partido?» 9 No parece necesario comentar estas infantiles excusas de Mao, sobre todo la de este último párrafo, que pasa los límites del surrealismo considerando que el partido siempre dirigió el trabajo político, militar y económico en las' comunas populares rurales. El fondo de la cuestión está en que Mao estaba obligado a oponerse a la creación de la comuna popular de Shanghai ¡porque eso daba origen a un cambio de poder en el EPL! El pueblo armado de la comuna pasaba a estar sobre el ejército regular, yeso significaba que Un Piao, «íntimo camarada de armas» de Mao, podía tratar de aprovechar la ocasión de desorden social y económico en China para montar un golpe militar. Sólo que quedaba por razonar acerca de la cuestión de si un pueblo movilizado en torno a las comunas populares urbanas en ese momento habría dejado pasar un golpe militar anti Mao. Pero la historia no puede reescribirse, de modo que no sabemos qué habría pasado en China si Mao no llega a prohibir la creación de comunas populares urbanas en 1967 a partir de la de Shanghai, y en medio de la revolución cultural. En julio de 1970, durante una de mis visitas a China, fui recibido en el aeropuerto de Pekín por Wu Fa-sien, miembro del buró político, subjefe del estado mayor general del EPL y comandante en jefe de la fuerza aérea. En el automóvil (Bandera Roja, con cortinas, naturalmente), camino a la ciudad, me dijo: «No se necesita una especie de comuna popular estilo Shanghai en China. El EPL es el pilar de la dictadura del proletariado yeso garantiza que no cambie de color nuestra revolución. El camarada Un Piao es el sucesor del presidente Mao, existe la garantía».10 Pero, al margen del papel que en el desarrollo histórico ejercen las decisiones personales de los líderes, la esencia de su moviminto sigue estando en la base económica en que, se asienta una sociedad dada, y de ahí el papel principal que el documento de las comunas populares de 1958 concede a la etapa previa de cambiar el sistema de propiedad en el país: «Para promover gradualmente la transición de la propiedad colectiva a propiedad de todo el pueblo, cada distrito deberá establecer por lo general su federación de comunas [después 199

del colapso de 1959-1960, no sólo no se establecieron nunca las federaciones de comunas, sino que se subdividieron las 26.000 existentes hasta alcanzar las 74.000 existentes en la actualidad, profundizando su carácter cooperativo no socialista]. En los años venideros, y sobre la base de un enérgico desarrollo de la producción y de la elevación de la conciencia política c;lela gente, estas federaciones darán los pasos adecuados para incrementar gradualmente la proporción de sus medios de producción de propiedad de todo el pueblo y la proporción de sus productos sometidos a la distribución unificada por el Estado; y cuando las condiciones maduren, para pasar de la propiedad colectiva a la propiedad de todo el pueblo. Si no se dan oportunamente los pasos para promover y completar este cambio, y si la propiedad colectiva existente es conservada intacta indefinidamente como resultado de que los miembros de la comuna limitan su atención a los objetivos relativamente estrechos de los intereses de su colectividad, los continuos desarrollos de las fuerzas sociales de producción y los continuos aumentos de la conciencia política serán frenados... Sin embargo, hay que establecer que la propiedad colectiva desempeña aún un papel positivo, actualmente, en el desarrollo de la producción en las comunas populares rurales. El momento oportuno en que debe efectuarse la transición de la propiedad colectiva a la propiedad de todo el pueblo estará determinado por factores objetivos -el nivel de desarrollo de la producción y el nivel de conciencia política de la gente-, y no llegará en un momento o en otro, determinado por nuestros deseos subjetivos. Por lo tanto, solamente después de un tiempo considerable, esta transición podrá realizarse a escala nacional, por etapas y grupos. Aquellos que no aciertan a comprender esto, y al confundir el establecimiento de las comunas populares con la realización de lá propiedad de todo el pueblo realizan impetuosos intentos por abolir la propiedad colectiva prematuramente en el campo y tratan de cambiarla con precipitación a propiedad de todo el pueblo, no están haciendo las cosas bien y por tanto fracasarán». El tiempo demostró que este razonamiento era correcto. Congelada la propiedad colectiva durante veinte años después de este documento, aparecieron en el campo chino los fenómenos de polarización entre ricos y pobres a nivel de comunas, de brigadas y de equipos de producción, y también a nivel de familias. El artículo 7 de la Constitución política china aprobada en enero de 1975 define así la situación legal de esta estructura de 200

producción agrícola: «La comuna popular rural es una organización que fusiona en sí el poder de base y la administración económica. En la etapa actual, en la economía de propiedad colectiva de la comuna popular rural se adopta, por lo general, el sistema de propiedad a tres niveles con el equipo de producción como base, es decir, propiedad a los niveles de comuna, brigada de producción y equipo de producción, con este último como unidad básica de contabilidad. Con la condición de que se aseguren el desarrollo y el predominio absoluto de la economía colectiva de la comuna popular, los comuneros pueden cultivar una pequeña cantidad de tierra para uso personal y dedicarse a limitadas ocupaciones secundarias domésticas, y en las zonas ganaderas pueden poseer a título personal un reducido número de cabezas de ganado». En la práctica este esquema funciona, por lo que respecta a la producción, de modo que el nivel de comuna tiene por tarea fundamental ayudar a los equipos en el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la silvicultura, ocupaciones secundarias (generalmente privadas) y piscicultura. Los medios de producción que generalmente posee la comuna son, en general, un reducido número de empresas y servicios, cuyo manejo quedaría fuera del alcance de los equipos o brigadas. Algunas de estas empresas proporcionan materias primas para industrias estatales, pero la mayoría sirve directamente a la producción agrícola y la vida cotidiana dentro de la comuna. Los campesinos que trabajaban en estas empresas industriales a nivel de comuna siguen teniendo el carácter de tales y no de obreros, porque se les asignan puntos de trabajo. Las utilidades de estas empresas se destinan en más de 90 % de los casos a la reproducción ampliada, es decir, la acumulación de capital. Por su parte, a la brigada le incumbe cuidar, bajo la dirección de la comuna, de la producción y el trabajo administrativo de los equipos que le pertenecen. Los asesora en la elaboración de planes de producción; guía, examina y supervisa su producción, distribución y trabajo financiero; los ayuda a mantener una buena administración; establece y maneja las obras hidráulicas y otras obras de construcción básica agrícola dentro de sus jurisdicciones; y organiza la cooperación, cuando es necesario, entre equipos de producción. Además de la producción, la brigada se encarga de los asuntos civiles, la organización de la milicia, de la seguridad pública, los trabajos de cultura, educación y sanidad pública. 201

En el nivel básico, los equipos de producción están cOR,¡tituidos sobre la base de las antiguas aldeas, que generalmente agrupan entre 10 y 25 familias. Al equipo de producción le pertenecen los principales medios de producción agrícola: las tierras y las 'aguas y bosques colectivos (que no son estatales), dentro de los límites de cada equipo. El ganado mayor, los aperos, las máquinas agrícolas pequeñas y la fuerza laboral están a disposición del equipo; ni la comuna ni la brigada pueden disponer de ellos sin recompensar. Los comuneros tienen en la actualidad pequeñas parcelas de tierra para uso individual y ocupaciones domésticas secundarias. Sus ingresos, ahorros en el banco, vivienda y otros bienes para la vida individual son de propiedad privada y están bajo la protección del Estado. En suma, el equipo de producción organiza la producción y la distribución, lleva a cabo la contabilidad de manera independiente y responde de sus propias ganancias o pérdidas. Es decir, estamos ante un caso de pequeñas cooperativas de producción (los equipos) en un sistema de organización estatal que garantiza la infraestructura de la vida agrícola a través de las brigadas y las comunas. En general, y solamente como promedio, son estas cifras: cada comuna popular se compone de unas 1.600 familias; cada brigada de unas 160 familias y cada equipo de unas 16 familias. Dicho de otro modo, cada comuna tiene diez brigadas y cada brigada diez equipos. Como las comunas populares rurales están administrativamente subordinadas a los distritos (éstos a las prefecturas, y la prefectura a la provincia), la planificación estatal con respecto a la producción agrícola funciona así: «En primer lugar, el distrito asigna tareas a las comunas de acuerdo con sus tierras, población y capacidad productiva. Luego las comunas proponen planes de siembra a las brigadas. Y las brigadas, a su vez, hacen sus propuestas a los equipos. Éstos, a la luz de los planes del Estado y las necesidades de sus miembros, confeccionan los planes de producción, que son sometidos a la discusión y aprobación de las reuniones generales de comuneros... La elaboración del plan implica una enconada lucha ideológica».l1 Con este sistema de pequeñas cooperativas se ha producido en el campo una polarización bastante notoria entre ricos y pobres, que principalmente se debe a dos razones fundamentales: 1) las diferencias en la calidad de las tierras de cultivo, y 2) la diferencia en mano de obra en cada familia. De este modo, de nivel básico a superior, hay estratos de 202

familias pobres y familias ricas, de equipos pobres y equipos ricos, y de comunas pobres y comunas ricas. Esto ha provocado una polarización ideológica: el sector más rico es conservador y no quiere avanzar hacia la propiedad del Estado; el sector más pobre empuja hacia el cambio; y un amplio sector intermedio vacila entre mantener las cosas para llegar a enriquecerse, o plegarse a la corriente renovadora. Un caso presentado por los propios chinos en su propaganda puede demostrar esta polarización. Se trata de la comuna popular Tungting, en el distrito de Wusien, provincia de Chiangsú. Son 11.000 familias (es decir, un modelo de superpoblación), que suman 45.000 personas. Hay 30 brigadas, con 237 equipos de producción. Ocupan una superficie de 35 kilómetros cuadrados. Catorce kilómetros cuadrados están dedicados a arrozales y seis a frutales, moreras, estanques para cría de peces. Su ingreso anual per cápita es de 146 yuanes, sin considerar el ingreso por actividades privadas. Las mujeres reciben 20 % menos salario que los hombres, en promedio. Así, la familia promedio de la comuna recibía poco más de 597 yuanes anuales, para el año 1973. El equipo de producción número 8, compuesto de 46 familias, con 161 personas, perteneciente a 1.:. brigada de producción Aurora (8 equipos, con un total de 1.263 habitantes), tenía una entrada promedio de 126 yuanes per cápita. Eso hacía para la familia promedio del equipo una entrada de 441 yuanes, o sea 26 % menos que el promedio familiar de la brigada. En cambio, el equipo número 2, con 33 familias (181 personas), de la brigada de producción «Reforestación», tenía una entrada per cápita de 160 yuanes. Esto hacía casi 873 yuanes para la familia promedio de la brigada. Es deCir, casi 100 % más que la familia promedio del ejemplo anterior, y 47 % más que el promedio de la comuna. Dentro del mismo equipo, 12 familias habitaban en casas nuevas (construidas con su dinero), seis familias habían reconstruido sus casas viejas, y el resto

vivía en chozas o cabañas rudimentarias.

.

Dentro de este último equipo, la familia de Ku Cheng-siang, de 8 miembros, con cuatro que trabajaban, en 1972 obtuvo .1.200 yuaneó, de los cuales 700 fueron para pagar alimentos. O sea, en dinero, 500 yuanes al año. Lo que significó para ellos 62,5 yuanes per cápita. En cambio, la familia de Ye Kun-fang, con tres miembros, ganaron 760 yuanes al año, más de 75 yuanes por .7.500 kilos 203

de . estiércol que vendieron al equipo como abono. Gastaron 345 yuanes en alimentos, y tuvieron una entrada neta anual de 490 yuanes, por el trabajo colectivo, más 110 yuanes por la venta de dos cerdos en el mercado libre. Total: 600 yuanes. O sea, 200 yuanes per cápita. Lo que hace más de tres veces la entrada de la familia anterior. En 1970, el escritor Edgar Snow encontró que el ingreso bruto de la brigada más pobre que visitó era de 192 yuanes por familia al año, mientras que el ingreso neto de la brigada más rica que encontró fue de 658 yuanes anuales por familia, en los alrededores de Shanghai.I2 La diferencia de ingreso real se hace más distante si nos enteramos de que este «ingreso bruto» contabiliza lo gastado en comida durante el año. De acuerdo con investigaciones de varios autores, las familias de más bajos ingresos gastan más o menos 75 % de su entrada en comida, mientras las de más altos ingresos sólo gastan 31 %. Así, haciendo el descuento, la brigada más pobre de Snow habría tenido un ingreso neto en dinero de 48 yuanes, y la más rica, de 658 yuanes. O sea, una diferencia de ingresos de casi catorce veces. En 1965, Charles Bettelheim y otros investigadores franceses llegaron a algunos resultados semejantes a los encontrados por mí en 1966,13y dan una idea de cómo se produce la polarización. En La construcción del socialismo en China,14 Bettelheim señala: «La relación entre el ingreso en especie y el ingreso monetario difiere considerablemente de una comuna a otra y de un equipo a otro, según las condiciones naturales que privan en cada colectividad. Si tomamos como ejemplo a la brigada Quim Guang, de la comuna de Xiao Qiao (provincia de Chiangsi), el valor del ingreso en especie representa como promedio 40,57 % del ingreso total, con un mínimo de 31,4 % en el equipo más rico, y un máximo de 76,2 % en un equipo que en ese año había sufrido una inundación extremadamente grave. Es sorprendente observar que el valor del ingreso en especie por habitante es casi el mismo de un equipo a otro: 35,57 yuanes como promedio para el conjunto de la brigada, con un máximo de 37,90 y un mínimo de 32,12 yuanes en el equipo víctima de inundaciones». Ingreso en especie quiere decir alimentos y combustible para cocerlos. Las cifras de Bettelheim significan lo siguiente:

204

EqLfipo más rico:

Ingreso Ingreso

en especie neto en dinero

37,90 yuanes 82,80 yuanes

31,4-% 68,6 %

120,70 yuanes

100,0 %

Ingreso en especie Ingreso neto en dinero

32,12 yuanes 10,08 yuanes

76,2 % 23,8 %

TOTAL per cápita anual

42,20 yuanes

100,0 %

TOTAL per cápita anual Equipo

más pobre:

Cálculo promedio: Ingreso Ingreso

en especie neto en dinero

TOTAL per cápita anual

35,57 yuanes 52,23 yuanes

40,57 % 59,43 %

87,80 yuanes

100,00 %

Un análisis de este cuadro nos indica de inmediato que aun cuando la diferencia de los totales per cápita anuales entre los extremos de ingreso se acerca a sólo 2,9 veces, si se toma el ingreso netó en dinero la capa más rica recibe ocho veces más que la capa más pobre. Eso hace efectivamente una diferencia enorme de capacidad de consumo. Por otro lado, demuestra algo que es evidente por sí mismo, que los sectores más ricos comen mejor que los sectores más pobres, y que los sectores medios parecen tener un enorme peso específico, dado el resultado del cálculo promedio. Además, hay que considerar estos cálculos como todavía válidos, pues se acercan estrechamente a la realidad campesina de 1976-1977. Por ejemplo, en la I conferencia sobre aprender de Tachai en la agricultura, realizada del 15 de septiembre al 19 de octubre de 1975, el informe sobre el distrito de Siyang, uno de los más adelantados de China en «aprender de Tachai», es decir, en la mecanización, electrificación e irrigación, se decía: «Los ingresos individuales de la distribución colectiva [...] de .los 193.000 habitantes del distrito [...] era de 94 yuanes en 1974».15 Si a esto agregamos que en 1974, según los documentos de esa misma conferencia,16 la entrada per cápita de los miembros 205

de la brigada de producción Tachai, del mismo distrito, era de 176 yuanes, se puede sospechar que la brecha entre ricos y pobres se abrió aún más desde 1966. El cálculo se puede hacer así: si consideramos que los precios de los alimentos no han aumentado, y tomamos los mismos gastos en alimentos que para el cuadro anterior, y concedemos que la brigada de Tachai es la más rica del distrito de Siyang, lo cual no es efectivo, tenemos lo siguiente: Ingreso Ingreso

en especie neto en dinero

TOTAL per cápita cálculo promedio

anual del distrito

37,90 yuanes 138,10 yuanes 176,00 yuanes de Siyang:

en especie neto en dinero

35,57 yuanes 58,43 yuanes

TOTAL per cápita anual

94,00 yuanes

Ingreso Ingreso

. Ahora bien, las investigaciones de Bettelheim para 1966 dab$ una diferencia de ingresos netos en dinero, entre el nivel . proroedio y el más rico, de 1,58. En cambio, los nuevos datos de 1~74 dan una diferencia de ingresos netos en dinero entre el prom~io y el supuestamente más rico de 2,39 veces... No cabe duda qUe esto hace sospechar que los campesinos más ricos se hicieron. más ricos en los últimos años, y los más pobres, relativamente más pobresP Por otrá parte, se puede afirmar que el ingreso medio per cápita de los campesinos chinos es en la actualidad de casi 100 yuanes, lo que significa una media de ingreso neto de casi 65 yuanes anuales por su trabajo colectivo. Si a esto agregamos que la venta de sus propios excrementos y estiércol de cerdo como abono proporciona 5 yuanes per cápita anual, y que el Estado paga 50 yuanes por cerdos de 60 kilos, y hay un promedio de venta anual de un tercio de cerdo por persona, tenemos que por sólo estos dos conceptos de economía privada hay que contabilizar más de 26 yuanes a la entrada en dinero de los campesinos. Esto hace 40 % de los ingresos netos por .trabajo colectivo. O, tomado en conjunto: 28,6 % de los ingresos en dinero provienen de la economía privada, y 71,4 % de la 206

economía colectiva. Esto refleja el enorme peso económico, y por lo tanto ideológico -en el sentido de pequeño propietarioque tiene aún hoy lo privado en el campo de China. En suma, en 1976, las comunas populares, al revés de lo que se pretendió cuando en 1958 fueron impulsadas por el maoísmo dentro del partido (es decir, «la unidad básica de la estructura social socialista de nuestro país», «la organización básica del poder del Estado de nuestro país»), eran empresas económicas que protegían la existencia de cooperativas agrícolas y la propiedad privada de los medios de producción rurales, creando polarización de capas sociales de ricos y pobres, es decir, de intereses antagónicos; en una palabra, de clases de nuevo tipo. En el documento de 1958, en su título VI, el propósito de impedir la formación de cooperativas de tipo pequeño (aldeas) estaba claro: «La organización administrativa de la comuna en general puede ser dividida en tres categorías: el comité administrativo de la comuna, el distrito administrativo (o brigada de producción), y el equipo de producción. El distrito administrativo es, en general, la unidad que maneja la industria, la agricultura, el comercio, la educación y los asuntos militares en un área señalada, y lleva su propio cálculo económico; sus pérdidas y ganancias corren de manera unificada a cargo de la comuna. El equipo de producción es la unidad básica de la organización del trabajo». Es decir, se quería romper con la estructura de propiedad familiar, dejando como base de producción cooperativas diez veces mayores que las actuales. En 1960 esta idea se abandonó, y la base volvió a la estructura de familias en cooperativa, con el equipo de producción como base. y en ese mismo título VI del documento, un planteamiento que fue hecho trizas pocos meses después: «Las distintas categorías de los organismos de producción en las comunas populares deben establecer sus organizaciones de milicias correspondientes. Los cuerpos directivos de las milicias y de los organismos de producción deben estar separados, y, en principio, los oficiales que comandan las distintas categorías de la milicia -como comandantes de regimientos, batallones o compañíasno deben ser al mismo tiempo directores de comunas o distritos administrativos (jefes de brigada de producción), ni jefes de equipos de producción. Estos comandantes deben tomar parte en los organismos administrativos en las mismas categorías de la comuna, en su calidad de miembros de ellos... La milicia debe estar pertrechada con las armas necesarias produ207

cidas por arsenales locales. Los núcleos básicos de la milicia deben sobrellevar un entrenamiento de acuerdo con un horario, mientras los milicianos regulares deben ser entrenados adecuadamente en horas libres de trabajo; esto tiene por objeto preparar las condiciones para cambiar a toda la nación en soldados». Poner al pueblo en armas, impedir la concentración del poder en pocas manos, socializar la propiedad de la tierra e industrializar el campo; la ofensiva iniciada por Mao Tse-tung para tomar «las ciudades rodeándolas desde el campo», para contraatacar a la burocracia civil-militar vencedora en el VIII Congreso de 1956. Todo se lo llevó el viento... al menos el viento de defensa levantado por los burócratas del partido. La catástrofe La cosecha de cereales de 1958 iba a ser muy buena, según las informaciones que llegaban desde todos los rincones de las provincias, y un reflejo de ello es la meta propuesta en el título 111 del documento sobre las comunas populares de ese año. Meta a corto plazo: «Debemos hacer cuanto podamos para alcanzar un promedio anual de dos o tres mil yines, o sea, de una tonelada a una y media de grano per cápita, dentro de un plazo relativamente breve». Eso significaba producir entre 600 y 900 millones de toneladas de cereales... Y en 1957 la cosecha había sido de 185 millones. ¿Por qué esta meta tan alta y sorpresiva? Porque los funcionarios gubernamentales hacían llegar ininterrumpidamente contabilidades fantásticas del acopio de grano y de la producción de acero en los hornos familiares, nacidos del Gran Salto Adelante. La suma final, a fines de 1958, daba 450 millones de toneladas de grano como cosecha total. ¡Más de 143 % superior a la de 1957! El Gobierno central pensó que la cifra era exagerada y la rebajó a 400 millones de toneladas, ¡y sobre esa base calculó todo el plan de desarrollo para 1959, fijando como meta en los cereales 525 millones de toneladas! Toda China vivió la euforia de la gran abundancia. En 1960 iban a conseguir sobrepasar todos los índices de desarrollo fijados para 1967. En el campo, en las comunas populares rurales, comenzó la repartición gratis de comida. El «viento de comunización». Más de 30 millones de trabajadores agrícolas fueron separados de sus labores, de una 208

sola vez, para ir a las ciudades a reforzar el frente industrial, o emigrar a las zonas montañosas para levantar más hornos de fundición de hierro. y de improviso, a fines de 1959, la terrible realidad. Comenzó a escasear el grano. Faltaba comida. Pero, ¿por qué? Porque la cifra de 400 millones de toneladas había sido una locura. Una cifra falseada por una gigantesca maquinaria compuesta de quienes sabotearon sistemáticamente el proyecto de «insurrección campesina» de la izquierda y quienes informaban irresponsablemente a los organismos de gobierno central. Los resultados reales habían sido mucho más bajos: 250 millones de toneladas. Claro que 250 millones comparados con los 185 millones del año anterior significaba un récord de 35 % de aumento y el cumplimiento, con cuatro años de adelanto, de la meta para 1962. ¡Pero todos los cálculos de gastos, inversiones, desarrollo, metas y planificaciones se habían hecho sobre la base de 400 millones: un error de estimación de 60 %1 Y, junto con este descalabro gerencial, otro: en el primer semestre de 1959, casi 510 millones de mous (cada mou equivale a un decimoquinto de hectárea»), o sea, cerca de una tercera parte de la superficie cultivada, fueron afectados por sequías e inundaciones. De 320 millones de mous golpeados por la sequía, unos 220 millones fueron regados «a mano», con el trabajo masivo de los campesinos... y el abandono, inevitable, de los proyectos industriales rurales. El paisaje de riego en China era así en 1959: mil millones de mous regados con obras hidráulicas elementales. De ellos, 500 millones totalmente; 300 millones parcialmente; y 200 millones en los que faltaba nivelar tierras y hacer canales. En el primer semestre de 1959 bajó el abastecimiento en el mercado: carne de cerdo, de res, de cordero, huevos, productos acuáticos, azúcar, algodón en rama, zapatos de cuero, bombillas eléctricas y relojes de pulsera. En más o menos 5 % de la superficie habitada del país escaseaban o no había cereales para el consumo. El grupo dentro del comité centralliderado por Liu Shao-chi (que tenía la presidencia de la república desde que Mao renunció a ella el 10 de diciembre de 1958), Teng Hsiao-ping y Chu En-lai, impuso su criterio en el buró político en el sentido de que el abastecimiento a las ciudades estaba fallando porque el campo consumía mucho más de lo debido a causa de¡ «desenfreno» de las comunas populares, y que había que suprimir el 209

«fanatismo pequeñoburgués» (referencia a Mao Tse-tung) de la organización comunal, transformando esas organizaciones en estructuras de producción y dando a los equipos de producción (el nivel menor de las cooperativas en el interior de la comuna) la responsabilidad total por la producción y la propiedad de la tierra, y mantener o expandir el cultivo de pequeñas parcelas privadas; suprimir los comedores comunales, los sistemas de salarios como participación según las necesidades y volver al sistema de puntos de trabajo que premia con más remuneración a quien tiene mayor capacidad física. El 26 de agosto de 1959, el primer ministro Chu En-lai informó a la Asamblea Popular Nacional acerca de la «rectificación» de la planificación. Dijo que el plan económico de 1959 había tenido los siguientes fallos: a) índices de producción demasiado altos. b) Escala de construcción básica demasiado extensa. e) Crecimiento de la cantidad de obreros y empleados siado elevado.

dema-

Lo cual, señaló, provocaba problemas: 1) en la distribución de la mano de obra; 2) en el reparto de materiales; 3) en el empleo de fondos, y 4) en el mejoramiento de la calidad de los productos. y agregó: «En el frente de la agricultura se ha desatado un combate encarnizado contra la sequía, las crecidas, la inundación y los insectos dañinos. En lo que se refiere a la distribución de mano de obra, a fines de julio, más de 4 millones de obreros y -empleados habían vuelto a las regiones rurales para ayudar en la producción agrícola». Y, en seguida, el cuadro de la gravísima crisis: el valor global de la producción industrial para el primer semestre de 1959 era sólo 44 % del objetivo fijado, y, además, inferior a cada uno de los años del primer plan quinquenal, que fue de 47,48 %. El valor de esta producción industrial llegaba a 72.000 millones de yuanes. De los 33 principales productos, 19 sobrepasaron 40 % de las previsiones del plan anual. Los otros 14 estaban por debajo «a causa de la limitación del abastecimiento de las materias primas». Por... <
tadamente [...]. Hubo mala distribución de la mano de obra en la cosecha de otoño, y hubo descenso de la producción en 400 millones de mous a causa de las calamidades naturales de 1958». Industria, acero: el índice, de 18 millones de toneladas, baja a 12 millones. Carbón: de 380 millones de toneladas baja a 335 millones. «Los índices de los demás productos industriales son rebajados en igual porcentaje. El valor global de la produción industrial se rebaja de 165.000 millones de yuanes a 147.000 millones de yuanes». Agricultura. Producción de cereales: de 525 millones de toneladas baja a 275 millones de toneladas (en realidad sólo se conseguiría recolectar 180 millones, o sea, menos que en 1957). Algodón: de 5 millones de toneladas baja a 2.310.000. «Los índices de los demás productos agrícolas y de origen animal se rebajan en igual porcentaje. El valor global de 122.000 millones de yuanes baja a 73.500 millones de yuanes.» Construcciones básicas: el número de obras principales baja de 1.092 a 788. Su presupuesto baja de 27.800 millones de yuanes a 24.800 millones. La cosecha de 1959 fue menor en un 28 % a la de 1958. Bajó a 180 millones de toneladas de cereales. Es decir, 29,6 % menos disponibilidad de grano por habitante. La curva descendente que mide la catástrofe, según las cosechas anuales de grano, es así: 1958: 1959: 1960: 1961: 1962: 1963:

250 180 150 150 152 155

millones millones millones millones millones millones

de de de de de de

toneladas. toneladas. toneladas. toneladas. toneladas. toneladas.

Lo cual, en disponibilidad anual por habitante, se traduce así: 1958, 392 kilos per cápita; 1959, 276 kilos; 1960, 225 kilos; 1961, 220 kilos; 1963, 219 kilos. ¡Es decir, casi la misma disponibilidad de granos per cápita que en 1949, año de la victoria comunista: 214 kilos! La desarticulación de la producción de cereales se vio ayudada porque en 1960 y 1961 hubo en China y toda la parte suroriental de Asia las inundaciones y sequías más grandes del siglo. Los chinos se refieren a los años 1959-1961 como «1os tres años 211

de calamidades naturales». Para aliviar la situación, los habitantes de las ciudades comenzaron a cultivar tomates y otros productos menores, en macetas, en las ventanas de sus departamentos, y a tener una o dos gallinas en la cocina, para obtener huevos. En los hospitales hubo miles de casos de «enfermedad del hambre», o, dicho sin rodeos, inanición. Las horas de trabajo fueron acortadas. Se instauró como ley la obligación de dormir la siesta (que continuaba como costumbre nacional en 1977). Su suprimieron las clases de gimnasia en los colegios. Se llegó a establecer como ejemplo, a través de funcionarios comunistas, el comer una sola vez al día. No se desperdiciaba nada, y hasta los cepillos de dientes eran reparados para volver a usarse. En el nivel industrial, la ruptura ideológica con el Gobierno de Jruschov marcó un golpe grave, cuyos efectos se puede!! medir lateralmente por dos testimonios. Primer testimonio: informe de Li Fu-chun sobre el primer plan quinquenal, rendido en 1955: «Las 156 grandes construcciones básicas proyeáadas con el concurso de la Unión Soviética constituyen el armazón de la edificación industrial del Primer Plan Quinquenal [...]. La Unión Soviética nos presta su ayuda, desde el comienzo hasta el fin, en todo el proceso de construcción, desde la prospección geológica, el estudio del emplazamiento de las obras, la recolección de los datos necesarios para el proyecto, la elaboración de éste, el suministro de materiales y equipos, la dirección de los trabajos en las construcciones e instalaciones, la puesta en marcha de la producción, el suministro de informes técnicos sobre los nuevos tipos de productos, hasta la organización de producción de nuevos productos». Todo eso se acabó -de 100 a cero, de un día a otroen 1960, cuando todos los técnicos soviéticos fueron llamados a Moscú, y se llevaron incluso los planos de los proyectos a medio hacer. En la parte noroeste de Pekín sólo quedó un enorme recinto enrejado, con una docena de edificios de apartamentos, cuatro restaurantes, dos teatros, un gimnasio, una piscina, una cancha de tenis y parques, donde se alojaban los técnicos soviéticos: You Yi Ping Guan (Hotel de la Amistad). Ahora se utiliza para alojar a los trabajadores extranjeros que laboran para los organismos de propaganda y enseñanza de lenguas del Gobierno chino, y para los cuadros chinos de provincias que deben permanecer algunos días en Pekín. Allí, vivimos mi familia y yo durante nuestras dos residencias en China: de 1965 a 1966 y 1974 a 1977. 212

El segundo testimonio, que me fue dado en 1966 por un funcionario de la agencia de noticias Sinjua, es éste: «Ayuda soviética en 190 tipos de empresas industriales. Además, algunos planes, diseños y equipos. Siete mil expertos soviéticos trabajaron en China desde 1950 a 1960. En esa época nos ayudaron mucho, pero todo lo pagamos con dinero, y a veces más caro que el precio internacional de las maC'uinarias. En el mismo período, China proporcionó a los soviétícos cereales, carne, huevos, frutas, productos de la industria ligera (zapatos de cuero, camisas de algodón y seda, telas). También les proporcionó materias primas, como uranio para su industria atómica, y tungsteno y otros metales raros para su industria espacial. Por eso no pudimos desarrollarnos bien, y les debíamos mucho dinero. Es decir, pagamos altos intereses para la construcción económica básica de China. Aparte de eso, estaba el costo de las armas y municiones en la guerra de Corea. Los soviéticos vendieron todo ese material a los chinos. El acuerdo original con Corea era que China porporcionaba los soldados y la Unión Soviética las armas. Pero no fue así al final, porque la Unión Soviética cobró más tarde a China el valor de este material bélico «gastado» en la guerra de Corea. En 1960, Jruschov retiró de la noche a la mañana los expertos soviéticos y dijo que China debía pagar de inmediato toda la deuda por las municiones y armas, y pagar las deudas por proyectos industriales. Prometimos pagar. El 31 de enero de 1965 terminamos de pagar el último. centavo. China no tiene deuda externa en este momento. Y les exportamos ahora a los soviéticos carne de cerdo enlatada y congelada, granos y productos de labranza. Lo hacemos desde que Jruschov dijo que la agricultura soviética estaba muy mal, pues los chinos no deseamos que el pueblo ruso pase hambre. Pero Jruschov se las arregla para que el pueblo ruso no se entere y hasta hoy ellos borran la marca china de las latas. En 1963, cuando salimos de los terribles años de calamidades naturales, Jruschov propuso que aceptáramos de nuevo a sus expertos y su ayuda, pero el presidente Mao dijo que no, que China se industrializaría sola». Esta última parte del testimonio parece aclarar más todavía que el retiro de los soviéticos en 1960 fue más que nada una maniobra para presionar al Gobierno chino y dar ayuda a una facción militar en su seno, que pretendía firmar un pacto militar y económico más cerrado con la Unión Soviética. El jefe de ese grupo era el mariscal Pen Te-juai, héroe de la 213

guerra civil (había sido vicecomandante en jefe del Octavo Ejército rojo bajo las órdenes de Chu Te). Dirigió la guerra de guerrillas contra las fuerzas japonesas, de 1937 a 1945; derrotó a las fuerzas de Chiang Kai-shek en la provincia de Shansi, de 1946 a 1949; en 1950 sucedió a Lin Piao en la campaña de Corea; yen 1959 era miembro del buró político del partido, ministro de defensa, jefe de enlace entre el ejército chino y los asesores militares soviéticos «para la modernización de las fuerzas armadas y construcción básica de la industria militar moderna». Peng pertenecía al extremo derecho de la facción burócratacivil encabezada por Liu, Teng y Chu, ganadora del VIII Congreso. En 1958, cuando el maoísmo se las arregló para lanzar el movimiento de las comunas populares como intento de insurrección campesina para proletarizar el partido, Peng no aceptó la táctica de Liu, Teng y Chu de retirada y contraataque, y organizó un grupo dentro del comité central para pedir la destitución de Mao Tse-tung de la presidencia del partido y de la presidencia de la comisión militar. Para afianzar su posición, entró en conversaciones con 'Jruschov en Albania, en mayo de 1959. Peng había salido de Pekín en abril de ese año, hacia la Unión Soviética y otros países socialistas, para una reunión anual de jefes militares del Pacto de Varsovia. Campeón de la «modernización» del ejército desde su experiencia en la guerra de Corea, cuando su infantería debió enfrentar la enorme maquinaria de guerra tecnológica de los Estados Unidos el mariscal propugnó «tres modernizaciones» y un aliado» para China: la modernización del ejército, la industria pesada y la agricultura, y la alianza con la Unión Soviética. Por eso, al aparecer el movimiento de las comunas populares al mismo tiempo que los primeros pasos de la polémica del maoísmo con el «revisionismo» soviético en las discusiones internas del buró político en Pekín, Peng vio al parecer en las comunas una parte de la lucha de Mao contra el «aliado natural», y se opuso fuertemente a ello. Tanto que en su viaje a Moscú llevó consigo un estudio del fracaso económico de las comunas populares tal como habían sido concebidas por la izquierda del partido, y su efecto en toda la economía. Además, también llevó cifras sobre la debilidad tecnológica del ejército. Todo eso lo mostró a J ruschov. No hay ninguna posibilidad de saber qué acordó con el jefe del partido soviético, pero a su regreso a Pekín, en junio de 1959, traía una proposición de Moscú que se resumía así: China 214

está ya, o estará en el futuro próximo, rodeada completamente por bases nucleares yanquis; China necesita tener fuerzas de represalia en caso de ataque atómico yanqui; China no está en condiciones de rápido desarrollo atómico y de cohetes portadores. Por lo tanto, se propone un pacto con Moscú, que contemple básicamente: 1) establecer bases nucleares soviéticas en el territorio chino, para tener al país bajo el paraguas nuclear soviético; 2) modequzar la marina de guerra, con material soviético y bajo mando conjunto chino-soviét1co; 3) en reciprocidad, China dará énfasis a su agricultura y la industria liviana para la agricultura, a fin de obtener sobreproducción de cereales para exportar a la Unión Soviética, así como también frutas y carne de cerdo, y 4) la Unión Soviética aprovisionará a China de productos ya elaborados de la industria pesada y se hará cargo en forma intensiva de la explotación de petróleo chino. En agosto de 1959, en la ciudad de Lushan, península de Liaoning, se convocó una sesión plenaria del VIII comité central, a fin de discutir la «rectificación» de las cifras del plan económico para el año, el «reajuste» de las comunas populares, y la discusión de las tareas para salir de la catástrofe económica que se avecinaba. Como resultado de esa reunión se «rectificaron» las cifras, como vimos en este mismo capítulo, y se «reajustó» el sistema de las comunas populares, relegándose al olvido su propósito de servir de trampolín para socializar la propiedad de los medios de producción agrícola. Pero en la reunión de Lushan se dio una batalla que daría inicio a la segunda campaña del maoísmo por derrotar a la burocracia civil-militar, y que estallaría en guerra abierta en 1966, con la llamada revolución cultural proletaria. La batalla fue dada contra Peng Te-juai. :Éste preparó un informe, en el cual se pedía el alejamiento de Mao Tse-tung de las tareas de dirección del partido y del Gobierno. El mariscal dijo que bajo la dirección de Mao «la economía china había llegado a un colapso que la ponía por debajo del nivel de 1936», y que «los campesinos chinos, más hambrientos que nunca desde que ganamos la victoria, terminarán por derribar no sólo a Mao Tse-tung, sino también al partido, y con él a nosotros». En realidad, en este aspecto, Peng Te-juai tenía la razón en lo estadístico. Por ejemplo, en 1936 la cosecha de cereales había sido de 139 millones de toneladas, lo que daba una disponibilidad por habitante de 333 kilos anuales, mientras que entre 1949 y 1957 el promedio de disponibilidad de grano anual 215

per cápita sólo alcanzaba a 270 kilos, o sea 19 % menos que en 1936. Pero Peng no tomaba en cuenta el cambio en el sistema de distribución colectivo (o socialista), que impedía que el déficit de cereales fuera causa de muertes por inanición en los sectores más afectados. Es claro, había menos, pero la distribución hacía que ninguno se alimentara con la miseria de otro. Por eso, esta argumentación básica de Peng estaba destinada a encontrar poco eco en el comité central. El informe continuaba proponiendo la «profesionalización del ejército», el regreso al sistema de cooperativas capitalistas en el campo, la aprobación del pacto militar-industrial-petrolero con la URSS, y la convocación rápida del IX Congreso del partido, para «eliminar el fanatismo pequeñoburgués y el aventurismo idealista del buró político del partido». Es decir, destituir a Mao Tse-tung y sus partidarios. Peng había ido demasiado lejos. En realidad su gran arma era el pacto con Moscú. Y ese pacto, claramente, era una especie de sociedad entre león y ratón. China quedaría sometida al mando militar e industrial soviético. Ni siquiera la burguesía china podía aceptar aquello como medicamento para combatir el colapso económico. Peng fue criticado, destituido de su cargo de ministro de defensa, de su vicepresidencia en la comisión militar y de su puesto de trabajo en el buró político... ¡Pero no fue expulsado del buró, ni del comité central! Lo que demuestra que la burocracia civil-militar quería preservar sus fuerzas aunque para ello tuviera que defender a mariscales técnicamente culpables de «alta traición». En el comunicado de la reunión de Lushan, la noticia de la destitución de Peng se dio revelando solamente su posición en lo militar. Se publicó que el mariscal había pretendido suprimir la dirección absoluta del partido sobre el ejército, anular el trabajo político, liquidar las tareas del ejército de participar en la construcción socialista y hacer trabajo de masas, y abolir las fuerzas armadas locales de milicia «tratando así de negar totalmente el pensamiento del presidente Mao sobre el ejército popular y la guerra popular»... Y agregaba del grupo de Peng Te-juai: «Tenían la esperanza inútil de transformar nuestro ejército conforme a la línea militar burguesa y revisionista, a fin de convertirlo en un instrumento que les sirviera para usurpar la dirección del partido y del Gobierno, y para hacer realidad sus ambiciones personales».18 Considerando los resultados generales de esta reunión de Lushan, el maoísmo había perdido la batalla de las comunas po216

pulares como herramienta de contraataque a la burocracia civilmilitar, pero había logrado golpear duramente a la extrema derecha del partido y, lo más importante, puso en lugar de Peng a un mariscal que hasta ese momento se suponía una especie de perro fiel a Mao Tse-tung: LinPiao. Nacido en 1908, a los 19 años ya era comunista y oficial distinguido en la academia militar de Nanchang. En 1927 fue uno de los dirigentes de la insurrección de Nanchang. En 1934 comandaba las tropas de choque que abrían paso a los comunistas en La Gran Marcha y protegían su retaguardia. Herido gravemente en 1939, después de ganar la primera victoria de las tropas chinas contra los invasores japoneses, pasó dos años de convalecencia en la Unión Soviética. De regreso a Yenán, fue nombrado vicepresidente de la escuela del partido allí, de la cual Mao era presidente. Desde 1942 fue miembro del comité central. Y desde 1945 jefe de las fuerzas comunistas en la ex Manchuria, donde la brillantez de su comando militar le hizo derrotar en un año a las fuerzas de Chiang Kai-shek en el noreste apresando a 36 generales enemigos, y tomar Pekín sin disparar un tiro. Miembro del buró político desde 1950, fue nombrado jefe de los voluntarios chinos en la guerra de Corea. En noviembre de ese mismo año desató una contraofensiva que tomó por sorpresa al comando del general MacArthur, colocando a las tropas chinas al borde de una victoria total. :Pero tuvo que retirarse del mando a causa de una grave enfermedad y nuevamente fue a restablecerse en Moscú. Le reemplazó Peng Te-juai. Ahora Lin Piao tomaba los cargos políticos y militares de Peng, ascendiendo de vicepresidente de la 'comisión militar y viceprimer ministro a ministro de defensa, vicepresidente ejecutivo de la comisión militar y miembro del comité permanente del buró político. En el orden de poder, los «siete primeros» eran: Mao Tse-tung, Liu Shao-chi, Chu En-lai, Teng Hsiao-ping, Lin Piao y Chen y un. El otro partido La pequeña victoria crítica bastante errática, verdadero sentido de las quedado en el documento fusamente. Por ejemplo,

de Lushan le costó a Mao una autosobre todo en el sentido de encubrir el comunas populares, que tan claro había de diciembre de 1958, ya citado prodijo Mao en su autocrítica: «Acerca 217

de las comunas populares, dije que eran un sistema de propiedad colectiva. Dije que para completar la transición de propiedad colectiva a propiedad comunista de todo el pueblo (sic) dos planes quinquenales eran un período muy corto. ¡Tal vez tome veinte planes quinquenales! [oo.] ¿Se desmoronarán las comunas populares? Hasta ahora ninguna se ha desmoronado. Estábamos preparados para el desmoronamiento de la mitad de ellas, y si se caen setenta por ciento, todavía quedan treinta por ciento. Si tienen que desmoronarse, déjenlas. Si no se las administra bien es seguro que se desmoronarán [.oo]. No debería buscar excusas, pero también debería, porque no soy el jefe de la comisión de planificación. Antes de agosto del año pasado concentré lo principal de mi energía en la revolución. Soy completamente lego en lo que se refiere a construcción económica, y no entiendo nada de planificación industrial. En la Torre Occidental [se refiere a Chungnanjai, parte occidental de la ex ciudad prohibida, residencia de los líderes chinos actuales] dije: "No escriban acerca de mi sabia dirección, no controlo ninguna cosa, así que, ¿cómo pueden hablar de sabiduría?" Pero, camaradas, en 1958 y 1959 la principal responsabilidad fue mía, y ustedes tendrían que reprenderme [...]. Si ustedes quieren hablar de precipitaciones [los opositores a Mao en Lushan argumentaron que las comunas populares fueron lanzadas "precipitadamente" por Mao, y que por eso ocurrieron los fallos, y de ahí la necesidad de "desacelerar" que se acordó], Marx también cometió muchos errores. El esperaba todos los días que llegara una revolución europea, y jamds llegó. Hubo muchos bandazos, y todavía no había llegado cuando murió. Sólo vino en los tiempos de Lenin. ¿No fue ése un caso de impaciencia? ¿No fue ése fanatismo pequeñoburgués? (XX interrumpe: «Lenin dijo que estaban maduras las condiciones para la revolución mundial, pero no vino».) Marx se opuso primero a la comuna de París, y Zinoviev se opuso a la revolución de octubre. Zinoviev fue ejecutado 19 mds tarde. ¿Marx también tendría que haber sido fusilado?» Borrado Mao del mapa económico, a partir de esta sesión plenaria todo el partido se dedicó al trabajo de dirección de la produción, se suspendieron las metas del segundo plan quinquenal, ya ina1canzables por la magnitud del desastre de haber sacado de la agricultura a un total de noventa millones de brazos para dedicarlos a la fundición de hierro con métodos caseros y levantar fábricas con maquinarias hechas de varillas de bambú, y se comenzó un período de «rectificación económica». En 218

cambio, en el ejército el maoísmo inició una campaña de «rectificación política» y «desrusificación». En suma, la lucha en el seno del partido contra la influencia de la burocracia civil-militar quedó en un punto muerto, y, en la práctica, se comenzó a crear «el otro pilar» de la «dictadura del proletariado», el «otro partido»: el ejército. Experimento que en 1969 y 1976 se probaría fatal para el proletariado chino. En 1960, el nuevo ministro de defensa, Lin Piao, hizo publicar para el interior del EPL la Resolución sobre el fortalecimiento del trabajo político e ideológico en las fuerzas armadas. Era comienzo de la preparación del ejército como punto de apoyo para una nueva embestida del maoísmo, que tomaría cinco años en ser desencadenada. En diez párrafos, lo que Lin Piao, bajo instrucciones directas de Mao -según afirmaban los guardias rojos en 1966 cuando hablé en centenares de ocasiones con ellos-, instauró en 1960 para el ejército, como fortalecimiento del trabajo político e ideológico, era esto. 1. Estudiar creativamente y aplicar el pensamiento Mao Tsetung, y hacer de esto la tarea fundamental de todo el trabajo político-ideológico del ejército. (Esto es lo que el propio Mao confesó a Edgar Snow, en 1965, como «promoción del culto a la personalidad», porque ya no tenía poder en el buró político.) Básicamente, se debe estudiar con problemas específicos en mente. Entonces deben estudiarse creativamente las teorías que se necesitan con urgencia, y combinar el estudio y la aplicación. De este modo se pueden alcanzar resultados inmediatos. 2. Hay que comenzar por hacer de la educación de clase proletaria el fundamento de toda la educación política e ideológica. Con esto como base, llevar a la práctica la educación sobre el patriotismo, el internacionalismo y el heroísmo revolucionarios, así como también sobre las tradiciones de nuestro partido y nuestro ejército. 3. Hay que basarse en la realidad y aprehender los dos aspectos siguientes: Primero, hacer circular con prontitud las líneas, políticas y decisiones del comité central del partido y las instrucciones de las unidades superiores y realizar un estudio cabal de todas ellas. Segundo, en todo tiempo y con frecuencia investigar y hacer conocer las condiciones concretas y el estado mental de todas las unidades de la compañía. Combinar esos dos aspectos y anudar la dirección de las masas; en síntesis, 219

poner en práctica la política de «desde las masas y hacia las masas». 4. Enfrentar los problemas cuando están en embrión, y trabajar rápida y correctamente para prevenir su desarrollo. Esto significa que uno debe anticipar la tendencia del pensamiento en las mentes de las personas y los problemas que esos pensamientos pueden provocar. Hay que ser, bueno para enfrentar con prontitud los problemas. 5. Persistir en educar y convencer a los demás por medio del razonamiento. Hablando en general, los problemas ideológicos que enfrentan cuadros y soldados envuelven las ideas correctas y equivocadas que se producen en el seno del pueblo. Por 10 tanto, debe utilizarse el principio de «unidad-crítica-unidad». Hay que dominar los problemas ideológicos sacando la verdad de los hechos, por medio del uso del análisis concreto, y a través de la educación por medio de la paciente persuasión. 6. Elevar el nivel ideológico del pueblo paso a paso. Es imposible que todos tengan el mismo nivel ideológico y la misma conciencia política. Por 10 tanto, hay una diferencia entre los avanzados, los medJos y)os retrasados. Debe tomarse en consJ. deración la mayoría cuando se está poniendo en práctica la educación ideológica. Y debe utilizarse el método de educación más aceptable para la mayoría, para que así se eleven gradualmente a un nivel más avanzado. 7. Combinar las campañas políticas e ideológicas con educación diaria. No sólo hay que poner énfasis en movimientos políticos e ideológicos en un período particular, sino también poner gran atención a la educación ideológica diaria. 8. Movilizar las masas y hacer que todos y cada uno tomen parte en el trabajo ideológico. Hay que informar y hacer elogios a tiempo de las personas y hechos excelentes; hay que exponer y rectificar a tiempo las tendencias malas; y dominar con prontitud los problemas que se presenten. 9. Combinar la prioridad de la ideología con la solución de problemas prácticos. No solamente conceder importancia a resolver los problemas ideológicos de las masas y a su progreso político, sino también recordar que hay que dominar sus problemas políticos, y preocuparse de su bienestar. 10. Utilizar material de enseñanza que tenga vida, y métodos que igualmente sean vivos. Esto significa que uno debe realizar la educación a través de experiencias personales de las 220

masas, utilizando hechos concretos sacados de la vida real, elogiando a las personas y los hechos excelentes. De la lectura de estos puntos se deduce claramente que en esta «proletarización» del ejército hay un contenido que supera el concepto del «brazo armado del proletariado», o, más adecuado a la realidad que se estudia, del «brazo armado del partido». Los puntos 6, 8 Y 10 muestran que el objetivo era transformar al ejército en una organización de activistas políticos que realizaran el trabajo que debían hacer los miembros del partido en el seno de la sociedad, mientras éstos, dedicados a dirigir el trabajo productivo, perderían gradualmente el carácter de «guías políticos>} o «líderes políticos» en el sistema. Naturalmente, esto llevaría inevitablemente a la transformación del EPL, en su conjunto, en una especie de partido armado paralelo al oficial. Yeso fue exactamente lo que ocurrió durante la revolución cultural de 1966 a 1969. Y dentro de ese emergente partido armado paralelo, por supuesto, quien tuviera la palanca de mando en la cúpula tenía al ejército y, en las condiciones de 1969, podía tener el poder de toda China. De ahí nace la rivalidad entre Chu En-lai y Un Piao, que se resuelve en septiembre de 1971. La preparación del ejército para el contragolpe maoísta llevó de 1960 a 1965, cuando el ministerio de defensa aprueba la abolición de los rangos militares. Al mismo tiempo, desde 1962, y como vimos con detalle en el segundo capítulo, se intenta preparar el partido para el nuevo terremoto comenzando por el movimiento de educación socialista en el campo. Pero esta vez la burocracia civil-militar había ganado tiempo también, y sobre todo había comenzado a hacer opinión pública favorable de una magnitud que sólo en los sucesos de 1975 a 1977 se pondría de manifiesto en toda su dimensión. La burocracia civil-militar contra la cual la izquierda en el partido comenzaría su ataque en noviembre de 1965, desde Shanghai, había estado visiblemente a cargo del desarrollo industrial y agrícola del país, con un trabajo que una vez más había puesto en pie a la economía nacional, después de la «precipitación» de Mao Tse-tung. Entre el 21 de diciembre de 1964 y el 4 de enero de 1965 se convocó la 111 Asamblea Popular Nacional, en la cual Chu En-lai dio un esquemático informe sobre la curación de las heridas del gigante herido: «En diciembre de 1964 se completó el período de reajuste, consolidación, completamiento y elevación de la calidad iniciado en 1961 [...J. 221

Después que en el período 1959-1962nuestra economía tropezó con dificultades temporales [...], en 1964 la producción agrícola sobrepasó el nivel de 1957. El valor global de la producción industrial en 1964 fue 15 % mayor que el de 1963, superando en mucho el de 1957 [...]. El abastecimiento de carne de cerdo y de cordero, hortalizas, etc., fue 30 % mayor que en 1957. Otros artículos de consumo, como papel, artículos de algodón, bicicletas y otros, en 1964 sumaron 50 % más que en 1957 [...]. La producción de algodón sobrepasó la de 1957». El mensaje envuelto en e.sta manera de dar los datos por parte de Chu En-lai era claro en dos sentidos: primero, que con una administración económica «eficiente», es decir, dedicada a la producción y no a la revolución! se había podido superar el descalabro económico provocado por la precipitación de Mao Tse-tung y tres años de grandes sequías e inundaciones, además del retiro del apoyo soviético; segundo, que el daño producido principalmente por la precipitación maoísta había sido tan enorme, que en 1964 la economía china apenas estaba al nivel de 1957... O sea, con ocho años de retraso. Dicho de otro modo, el 11 plan quinquenal, que terminaba en 1962, no se había cumplido en 1964. Y más que eso, apenas se estaban superando las metas del último año del segundo plan quinquenal. La causa: el continuo bloqueo «revolucionario» de Mao Tse-tung a la marcha de la nación china. Desde 1961 se había venido escribiendo oblicuamente contra Mao Tse-tung, en este sentido, y en el de la necesidad de suprimir su poder de «interferir» con sus continuas llamadas a la revolución. En esta campaña de ablandamiento tenían lugar destacado tres partidarios del derribado Peng Te-juai: Wu Han, vicealcalde de Pekín; Liao Mo-sha, director del aepartamento de trabajo del Frente único del comité municipal de Pekín, y Deng Tuo, miembro del secretariado del mismo comité municipal. «En enero de 1961, La destitución de Jai Rui se publicó en la revista "Beijing Wenyi" (Literatura y Arte) de Pekín. Hoy se torna cada vez más evidente la naturaleza reaccionaria de ese drama. Apuntó lanzas contra la reunión de Lushan y contra el comité central del partido encabezado por el camarada Mao Tsetung, con miras a anular las decisiones adoptadas en dicha reunión. Armó un griterío quejándose de "la injusticia" de la "destitución" del "probo funcionario de Jai Rui", es decir, de los oportunistas de derecha, los que según el mensaje del drama debían volver a administrar "los asuntos de la Corte", en otras 222

palabras, a llevar adelante su programa revisionista. Por entonces, era deseo ardiente del autor apoyar el regreso de los oportm;1istas de derecha a sus cargos para que se realizara la restauración del capitalismo» (del artículo Sobre «La aldea de tres famifias», publicado por Yao Wen-yuan el 10 de mayo de 1966 en el «Jiefang Ribao» y el «Wenjui Bao», ambos periódicos de Shanghai) :1JJ Desde esa misma fecha hasta julio de 1964, los tres intelectuales mencionados (de los cuales Wu Han no era miembro del partido) publicaron artículos en los diarios «Qianxian» (El Frente), «Beijin Ribao» (Diario de Pekín) y «Beijing Wanbao» (Vespertino de Pekín), con los títulos genéricos de La aldea de tres familias y Charlas nocturnas en Y enshan, bajo la protección del alcalde de Pekín, Peng Chen (miembro del comité permanente del buró político), de Liu Shao-chi y de Teng Hsiao-ping. Citaré algunas frases de los artículos, para tener una visión de la virulencia de los ataques a Mao: «Hay personas que poseen el don de la elocuencia, que pueden hablar y hablar a cualquier hora, interminablemente, cual agua que fluye de un manantial inagotable... Hablar mucho sin decir nada, enmarañar aún más lo confuso explicándolo, o dar explicaciones que nada explican. Son éstas las características de la gran palabrería... Mi deseo sería aconsejar a aquellos amigos dados a la gran palabrería que lean más, piensen más, hablen menos y tomen un reposo cuando tengan ganas de hablar, con el fin de no malgastar el tiempo y la energía propios y ajenos» (<<El Frente», número 21, 1961). «La sabiduría de un hombre nunca es ilimitada. Sólo un idiota delira que todo lo sabe y que tiene en sí una inagotable fuente de sabiduría, pues ello es, en realidad, absolutamente imposible... Hay individuos que parecen inteligentes, mas, en un sentido estricto, lo son sólo en apariencia... Ciertas gentes, sin embargo, actúan siempre con jactancia y vanidad; desprecian a las masas y se empeñan en tomar todas las decisiones por sí solas en la esperanza de lograr éxitos mediante sus propias ideas originales, sin aceptar el buen consejo de los de abajo. Si estas gentes no perciben su defecto y no procuran enmendarlo, tarde o temprano lo pagarán caro» (<
«Muchas personas en el mundo padecen diversas enfermedades... una de las cuales se llama "amnesia". Es muy penosa, y aquel que la padece difícilmente se cura. El síntoma común de los enfermos que la padecen es desdecirse de sus propias palabras y no cumplir lo que dicen, hasta el punto de despertar la sospecha de que se hacen los locos y por lo tanto no merecen confianza [ésta es una referencia directa y brutal a la autocrítica de Mao en la reunión de Lushan]. De acuerdo con antiguos libros chinos de medicina, una de las causas de la amnesia es el trastorno del llamado "aliento de la vida". En consecuencia, el enfermo no sólo padece pérdida de memoria, sino que se vuelve gradualmente caprichoso, encuentra grandes dificultades en hablar, se torna irritable y finalmente llega a la locura, pierde el juicio. Otra de las causas es el trauma cerebral, que se manifiesta a través de entumecimientos, agolpamiento de la sangre en la cabeza y desmayos. A menos que sea tratado a tiempo, pasará a ser idiota. Quien advierta en su organismo alguno de estos síntomas, debe tomarse un reposo absoluto cuanto antes, no decir ni hacer nada, y si insiste en hablar y actuar, lo pasará mal» [está de más decir que el mal de Parkinson afectaba ya a Mao en esa época, que los chinos conocían eso, y que el líder comunista tenía dificultades para hablar y para escribir, a tal punto que usaba un secretario para que escribiera sus textos] (<<El Frente», número 14, 1962). «Los seguidores de Ernesto Mach exageraban el papel de lo que llamaban "factor psicológico" y hablaban jactanciosamente... ¿No es esto igual al disparate de la alondra que pretendía poner a hervir el mar? Sin embargo, los seguidores de Mach creían que apoyándose en el factor psicológico podrían hacer cuanto se les antojara, pero el resultado fue que se estrellaron la cabeza contra el muro de la realidad y cayeron en la bancarrota final» (<
«Wang An-shi fue un gran estadista de la escuela reformista durante la dinastía Songo Tenía muchas ideas para la ejecución de reformas, pero carecía de. conocimientos prácticos y experiencia. En sus Notas misceláneas, Chang Lei, de la dinastía Song, decía que cuando Wang An-shi era primer ministro hablaba mucho de la construcción de obras hidráulicas en el país. Quería desaguar el lago Taiju para obtener decenas de miles de hectáreas de tierras fértiles. La gente se burló de la idea. En cierta ocasión, Wang An-shi expuso el plan a sus invitados. El académico Liu Gong-fu, que se hallaba presente, exclamó de inmediato: "Esto es fácil de realizar". "¿Cómo?", preguntó Wang An-shi. Liu Gong-fu respondió: "Todo lo que hay que hacer es construir cerca otro lago que reciba las aguas del lago Taiju". Hasta el mismo Wang An-shi estalló en carcajadas. Durante el período en que Wang An-shi estuvo al timón del Estado circularon muchos gracejos similares que mostraban la impractibilidad de numerosas ideas suyas. Wang era particularmente inmodesto. Y puede decirse que ése era un importante defecto suyo» (<
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CHINA

enseñanzas de la experiencia de los antiguos» Pekín», 30 de abril de 1961).

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Pero, al mismo tiempo que se desarrollaba la lucha contra la izquierda en los círculos académicos, culturales, educacionales y periodísticos bajo la batuta del ministro de cultura Liu Ting-yu (viceprimer ministro, miembro suplente del buró político y secretario de propaganda del comité central) y del vicepresidente de la federación de asociaciones literarias y artísticas de China, Chu Yang (vicesecretario del departamento de propaganda del comité central), la alianza entre Mao Tse-tung y Lin Piao había permitido al primero no sólo preparar al ejército como el «otro partido», sino iniciar una experiencia «piloto», en Shanghai, encomendando en 1962 a Chiang Ching, su esposa, la reforma de la Opera de Pekín, técnica dramática de carácter nacional para los chinos. Esta reforma tenía el propósito declarado de «expulsar del escenario proletario a los dioses, demonios, emperadores y prostitutas de la corte», pero su contenido político real consistía en «eliminar la ideología burguesa del arte y la literatura socialistas de China». En 1965 serviría de trampolín al maoísmo para iniciar una movilización política aparentemente «cultural» y desatar la lucha contra la burocracia civil-militar en el comité central. En Shanghai, la esposa de Mao trabajó estrechamente en colaboración con el director del «1iefang Ribao», Yao Wen-yuan, que en 1960 acababa de publicar su último libro: Lu sin, gigante de la revolución china. Periodista profesional y escritor, nacido en la provincia de Chiangsú en 1924, Yao Wen-yuan comenzaría a tener un papel preponderante en la lucha contra la burocracia comunista a partir de 1965. Ambos prepararon un informe sobre la «revolución cultural socialista en el arte y la literatura» en una reunión en Shanghai con activistas culturales, en julio de 1964. El informe, considerado más tarde por los guardias rojos como «el toque de clarín de la gran revolución cultural proletaria», planteaba en esencia la necesidad de «derribar las autoridades académicas burguesas» apuntando la flecha contra el ministerio de cultura. Al parecer, en enero de 1965 la izquierda consideró tener seguro el control del ejército, y en una reunión del buró político Mao Tse-tung presentó ante el organismo máximo del partido un «proyecto de programa para la ampliación del movimiento de educación socialista» (este movimiento era una campaña de 226

rectificación socialista en lo político, lo ideológico, lo organizativo y lo económico, y fue experimentado y desarrollado en el ejército a partir de 1960, y expandido por el campo en 1963, para «oponerse al capitalismo»; es decir, a la política de desarrollo económico con las actividades agrícolas privadas como centro, promovidas por Teng Hsiao-ping de acuerdo con el informe de Chu En-lai en el VIII Congreso del partido). La proposición decía que el blanco principal del movimiento no debía ser «la corrupción de los cuadros», sino la fuente de esa corrupción; es decir, «los dirigentes del partido seguidores del camino capitalista». La reunión terminó sin tomar acuerdo, porque Liu Shao-chi encabezó una mayoría opuesta a «complicar la situación» con un «blanco» que «no estaba exactamente definido». Se inició entonces, teniendo como fuente el «Diario del Ejército de Liberación», la más gigantesca campaña de promoción de la figura de Mao, que culminaría con un culto a la personalidad que sembró el territorio chino con estatuas del líder y terminó por colocar el cadáver en la plaza Tienanmen para convertido en objeto de un culto político-religioso vacío, tan vacío que en la actualidad es incluso antimaoísta. El escritor Edgar Snow, la mayor autoridad periodística sobre la revolución china hasta su muerte, dice en su libro The Long Revolution: «En ese tiempo, el poder del partido, el poder sobre el trabajo de propaganda, el poder de los comités del partido provinciales y locales, incluso el poder sobre' el comité del partido en Pekín, estaban fuera del control de Mao. Por eso él había dicho (a mí, en enero de 1965) que todavía no existía «adoración del individuo» -culto a la personalidadde que hablar, pero que había necesidad de ella. Mao comenzó a invocar abiertamente su enorme prestigio y popularidad personales, utilizándolos como arma principal en su lucha por recuperar total autoridad sobre la orientación del poder revolucionario». El trabajo de preparación lo había hecho Lin Piao, haciendo imprimir diariamente, a partir de 1962, en un recuadro de la primera página del <,Diario del Ejército de Liberación», una cita de los escritos de Mao. La tarea la completó en 1964, cuando reunió todos estos textos para formar un libro, Citas del presidente Mao, que fue incorporado como libro de «bolsillo» de todos los efectivos del ejército. El mundo lo conocería en 1966 como «El libro rojo». 227

En la .segunda mitad del año 1965, el jefe del estado mayor del EPL, Luo Rui-ching (secretario general de la comisión militar del comité central, secretario del secretariado del comité central y ex ministro de seguridad pública y comandante de las fuerzas de seguridad pública desde 1949 a 1959), presentó un informe ante la comisión m,ilitar del partido, en una sesión presidida por Lin Piao. El informe fue apoyado por el mariscal Jo Lung, miembro del buró político, viceprimer ministro y ministro de cultura física. El general Luo manifestó su inquietud porque el EPL se estaba transformando en una «escuela de activistas políticos», perdiendo su papel de defensores de «la soberanía nacional», amenazada gravemente por el continuo incremento del cerco de Washington en la guerra vietnamita y por el «cerco atómico en torno a China». El esquema de este cerco atómico, según un estudio del departamento de inteligencia del EPL subordinado al estado mayor, era así, en síntesis: Japón: 197 bases militares; 41.000 soldados estadounidenses; proyectiles teledirigidos con posibilidad de agregarles cabezas atómicas. Alcance de fuego atómico de estas bases: provincias de Jeilungchiang, Chilin y Liaoning. Pekín bajo ese poder de fuego. Corea del Sur: 32 bases militares; 57.000 soldados estadounidenses; proyectiles teledirigidos. Fuerzas destinadas a ocupar las tres provincias del noreste en caso de guerra. Okinawa: 32 bases militares; 40.000 soldados estadounidenses; cañones atómicos, bombas atómicas y de hidrógeno transportables en cazabombarderos F-105 que vuelan al doble de la velocidad del sonido; proyectil de alcance intermedio MACE-B, desde 1.800 a 2.250 kilómetros. Capacidad de destrucción en la parte continental de China hasta el meridiano 106. Ciudades bajo amenaza directa: Pekín, Anshan, Tangshan, Tientsin, Shanghai, Kuangchou, Hanchou. Formosa: 50 bases militares; 6.000 asesores militares estadounidenses; un millón de. «bandidos de Chiang Kai-shek»; ar-

mamento nuclear.

Bases de apoyo a la primera línea: Filipinas, 20 bases, 17.000 soldados estadounidenses, marina y fuerza aérea. Guam: 7 bases aéreas y navales, 10.000 soldados estadounidenses, una base de submarinos Polaris con proyectiles con cabeza termonuclear. Tailandia: una base aérea en construcción, 25.000 soldados norteamericanos ya en el país. 228

Ante esta realidad, Luo Rui-ching pidió a la comisión militar que considerara la rápida aplicación de un plan de «rectificación urgente» de seis puntos: a) Dejar las materias políticas para los civiles, y que las fuerzas armadas se dediquen solamente a asuntos militares, técnicos y de trabajo. b) Que el partido comunista deje de tener dirección absoluta en las fuerzas armadas, y sus comités se transformen sólo en asesores políticos para los profesionales militares y dar clases de política a los reclutas. e) Que los soldados dejen de tener derecho a voz y voto en las decisiones de los mandos superiores, para estar en situación de transformar el EPL en un instrumento bélico moderno, de alta técnica y con estructura capaz de decisiones rápidas. d) Que la tarea única del EPL sea adiestrarse en las técnicas de combate modernas en tiempos de paz y a combatir en tiempos de guerra. e) Que el Gobierno de China establezca las negociaciones necesarias con la Unión Soviética para que se restablezca el tratado de ayuda técnica y militar, a fin de dotar al EPL de todo el armamento necesario para su defensa y de la instrucción técnica en la ciencia bélica más adelantada. f) Que para dar tiempo a China de armarse y aprender a manejar los nuevos aparatos complejísimos de la guerra moderna, el Gobierno de China llegue a una especie de transacción con el Gobierno de Estados Unidos para establecer, en lo posible, un pacto de no agresión. No se puede pensar que el general Luo estuviese solo al hacer estas proposiciones totalmente opuestas a la línea maoísta en la construcción del ejército. Lo más prudente es suponer que se trataba de un «globo sonda» levantado por las fuerzas de Liu Sha~chi, Teng Hsiao-ping y Chu En-lai, a través del ala de extrema derecha en el partido. La respuesta del maoísmo fue fulminante: en septiembre de 1965 se publicó un largo artículo firmado por Lin Piao, titulado ¡Viva el triunfo de la guerra popular!, que planteaba la imposición del {'pensamiento Mao Tsetung» como guía del ejército, la estrategia de la guerra de guerrillas como defensa contra la amenaza de Estados Unidos y la Unión Soviética y, lo más notable por lo dogmático, la «guerra popular» como {{método único» a utilizar por el resto de los 229

pueblos del mundo para hacer la revolución en cada país y para rodear a las grandes potencias «desde el campo», desde les países explotados de Asia, Africa y América Latina. Declaraba a China, además, «base liberada de la revolución mundial». La lucha interna se puso tensa. El Gobierno de la burocracia civil-militar dirigido por Liu Shao-chi decidió comenzar la aplicación de algunos puntos del plan del general Luo, y a fines de 1965 cortó súbitamente la provisión de arroz a Cuba, buscando un gesto amistoso hacia Estados Unidos. La medida era claramente un esfuerzo drástico por tener un puente hacia Washington, ya que la no venta de arroz a Cuba en ese momento significaba un grave golpe a la economía cubana. Pero al mismo tiempo que el ministro de relaciones exteriores chino, Chen Yi, me decía a mí en el Gran Palacio del Pueblo que Fidel Castro era «un sapo hinchado, como el de la fábula, que terminará por reventar», y que Fidel Castro llamaba a los gobernantes de Pekín «hato de viejos chochos que llevan un puñal bajo el poncho», las corrientes subterráneas en la lucha por el poder ya dejaban oír su sonido ronco. EllO de noviembre de 1965, en el «Wenjui Pao» de Shanghai, Yao Wen-yuan publicaba un artículo de crítica a La destitución de Jai Rui, de Wu Han, acusando a éste de contrarrevolucionario y señalando la necesidad de «barrer» a todos los burgueses infiltrados en los departamentos culturales y de propaganda. Snow, en The Long Revolution, señalaba: «Fue Yao Wen-yuan quien escribió el borrador de la crítica a J ai Rui y Wu Han. Revisado once veces -nos cuentay leído por Chiang Ching y Mao, fue publicado finalmente en noviembre en Shanghai, porque, como hemos visto, Mao no podía usar la prensa del partido en Pekín». Un mes antes, en octubre de 1965, se había nombrado un grupo de cinco a cargo de la revolución cultural, cuyo jefe era Peng Chen, el alcalde de Pekín. La publicación del artículo de Yao Wen-yuan, en una treta típica de Mao para hacer la zancadilla a sus enemigos políticos, era una trampa para Peng Chen. y funcionó. En febrero de 1966, Peng Chen escribió un Informe esquemático sobre las actuales discusiones académicas del grupo de los cinco a cargo de la revolución cultural, y lo hizo distribuir al partido el día 12. En él afirmaba que la discusión sobre la crítica a Wu Han era una «cuestión académica» que se debía hacer «bajo dirección», con «prudencia y cautela» y «con la aprobación de los organismos directivos pertinentes». Es decir, Peng Chen 230

había escrito de su propio puño su punto de vista de frenar el movimiento de masas y «poner todo género de obstáculos a la revolución cultural proletaria». Esta arma no la utilizó Mao hasta el 16 de mayo de 1966, cuando necesitó derribar a Peng Chen, apoderarse del Gobierno en Pekín, e iniciar el ataque a Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping, en ese orden. Una vez superados estos obstáculos, trataría de derribar a Chu En-lai, pero ese intento fracasaría. Al mismo tiempo que Peng Chen trataba de apagar el incendio desde Pekín, en Shanghai la mujer de Mao Tse-tung echaba gasolina. Del 2 al 20 de febrero se hizo un foro sobre el trabajo artístico y literario en las fuerzas armadas «convocado por la camarada Chiang Ching por encargo del camarada Lin Piao». En el sumario del informe final se lee: «Por encargo del camarada Lin Piao, la camarada Chiang Ching invitó a algunos camaradas de las fuerzas armadas a celebrar un foro en Shanghai, desde el 2 al 20 de febrero de 1966, para discutir ciertos problemas concernientes al trabajo artístico y literario en las fuerzas armadas. Antes de 'partir para Shanghai, el camarada Lin Piao les dio a estos camaradas las siguientes instrucciones: "La camarada Chiang Ching conversó conmigo ayer. Ella es de gran penetración política en materias relacionadas con el arte y la literatura y realmente sabe de arte. Tiene muchas valiosas opiniones. Ustedes deben prestar gran atención a ellas y tomar serias medidas para asegurar que se apliquen en los terrenos ideológico y organizativo. De ahora en adelante hay que enviarle los documentos de las fuerzas armadas concernientes al arte y la literatura. Pónganse inmediatamente en contacto con ella cuando tengan alguna información, para mantenerla así al corriente del trabajo artístico y literario de las fuerzas armadas. Deben pedirle su opinión a fin de mejorar este trabajo. No debemos darnos por satisfechos con el actual nivel ideológico o con el nivel artístico de éste, ambos requieren una mayor elevación". Tanto al comenzar el foro como en el curso del intercambio de puntos de vista, la camarada Chiang Ching dijo reiteradamente que no había estudiado lo suficiente las obras del presidente Mao, que su comprensión del pensamiento del presidente Mao no era profunda, que lo único que había hecho era poner resueltamente en práctica los puntos que había asimilado. Agregó que durante los últimos cuatro años había concentrado su atención en leer cierto número de obras literarias y se había formado algunas ideas, pero que no todas eran necesariamente. correctas. 231

Dijo que todos nosotros somos militantes comunistas, y que en bien de la causa del partido deberíamos discutir las cosas juntos, en pie de igualdad. Esta discusión debía haberse realizado el año pasado, pero fue postergada porque ella no se encontraba bien de salud. Dijo además que como recientemente se sentía mejor, podía ahora invitar a los camaradas a reunirse para celebrar discusiones de acuerdo con las instrucciones del camarada Lin Piao. La camarada Chiang Ching propuso que antes de intercambiar impresiones leyéramos y examináramos primero algunas obras y luego estudiáramos documentos y materiales al respecto. Nos aconsejó que leyéramos algunas obras del presidente Mao sobre el tema, sostuvo conversaciones privadas con unos camaradas de las fuerzas armadas en ocho ocasiones, asistió a cuatro discusiones colectivas y vio junto con nosotros trece películas y tres funciones teatrales. También intercambió opiniones con nosotros durante la proyección de películas y las representaciones teatrales. Además, nos aconsejó ver otras 21 películas. Durante este período, la camarada Chiang Ching vio la copia de muestra de la película Una gran muralla a lo largo de la costa sur, recibió a sus directores, ea.marógrafos y parte de sus actores, y conversó con ellos en tres oportunidades, lo cual contribuyó a educarlos y estimularlos en gran medida. De nuestros contactos con la camarada Chiang Ching tenemos la impresión de que su comprensión del pensamiento del presidente Mao es bastante profunda y que, durante largo tiempo, ha realizado investigaciones y estudios bastante completos sobre los problemas existentes en los terrenos artísticos y literarios, y ha obtenido una rica experiencia práctica mediante sus esfuerzos personales en cultivar ''parcelas experimentales". Emprendió el trabLjo cuando todavía no estaba muy bien de salud, sostuvo discusiones y vio películas y representaciones teatrales junto con nosotros, mostrándose siempre modesta, cálida y sincera. Todo esto nos ha instruido y ayudado grandemente». He citado totalmente esta larga introducción porque muestra cómo en febrero de 1966 (ya que este documento se distribuyó en el partido apenas cuarenta días después) la esposa de Mao fue declarada líder de China en el aspecto cultural, con la explícita bendición de Lin Piao y, por lo tanto, en ese momento, con la bendición implícita de Mao Tse-tung. Lo que quiero demostrar es que la izquierda en el partido estaba tan acorralada que debía recurrir a este tipo de métodos papales o imperia232

les para tener personas con. las cuales luchar en el nivel superior de la estructura. Se acumulan los métodos no marxistas: proclamación del ejército como partido paralelo, ataques oblicuos a través de referencias al pasado imperial, promoción de líderes con bendiciones divinas, etc. y respecto del ejército como «nuevo partido proletario», el mismo informe que estoy citando dice: «El Ejército Popular de Liberación de China es el instrumento principal de la dictadura del proletariado en China, es el respaldo y la esperanza del pueblo chino y de los pueblos revolucionarios del mundo. Sin un ejército popular, nuestra revolución no habría podido triunfar, ni existiría la dictadura del proletariado, ni el socialismo, ni nada para el pueblo. Por eso es inevitable que el enemigo trate de sabotearlo desde todos lados y utilice al arte y la literatura como armas para corromperlo ideológicamente». Y, claro, la inevitable concesión del aliado temporal: «Desde que el camarada Un Piao se hizo cargo de los asuntos de la comisión militar del comité central del partido, ha tomado con mano firme el trabajo artístico y literario y nos ha dado muchas y correctas instrucciones». ¡Qué lejos quedaban las palabras de Mao del 25 de mayo de 1957, en la recepción a los delegados al III Congreso nacional de la liga de la juventud de la nueva democracia china: «El partido comunista de China es el núcleo dirigente del pueblo chino. Sin este núcleo, la causa del socialismo no puede triunfar!» El 22 de marzo de 1966 Un Piao completó el trabajo de bendecir como nueva líder a la esposa de Mao. Dirigió una breve carta al comité permanente de la comisión militar del comité central, que comenzaba así: «Camaradas del Comité Permanente: »Adjunto a la presente les envío, para su estudio, el Sumario del foro sobre el trabajo artístico y literario en las fuerzas armadas convocado por la camarada Chiang Ching. Repasado repetidas veces por los camaradas asistentes al foro, y examinado y revisado personalmente en tres oportunidades por el presidente [se refiere a Mao Tse-tung], este Sumario es un magnífico documento. Aplicando el pensamiento Mao Tse-tung, responde a muchos problemas importantes concernientes a la revolución cultural en el período socialista. No sólo tiene una enorme signi233

ficación práctica, sino también un significado y de largo alcance.»

histórico

profundo

La insurrección Esta comunicación de Lin Piao al comité permanente de la comisión militar tenía, sin embargo, un propósito más inmediato en el envenenado juego político que se estaba dando dentro del ala oeste del ex Palacio Prohibido. En la primera semana de marzo, el comandante en jefe del EPL, Luo Rui-ching, había presentado al ministerio de defensa una especie de petición-ultimátum (lo cual más tarde sería denunciado como «intento de golpe de Estado contra el presidente Mao») en el cual anunciaba que si se continuaba descuidando la preparación militar del EPL, era atentar contra la seguridad interior del «Estado proletario», y que eso sería considerado «por la mayoría de los comandantes en jefe de las regiones y distritos militares como alta traición». Por eso pedía a Lin Piao, ministro de defensa, una aclaración interna de la situación o -se informó más tarde en medios de propaganda de la guardia rojapodría haber una «insurrección en palacio». La respuesta de Lin Piao fue arrestar a Luo Rui-ching quince días más tarde, y acusado de conspirar. Nunca hubo un juicio formal para esclarecer las raíces de esta conspiración, pero se afirmó que estaba manejada por Peng Chen, Liu Ting-yi (el ministro de cultura), Peng Te-juai (el mariscal purgado), Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping (estos dos últimos actuando como «directores entre bambalinas», según los dazibaos de la universidad de Pekín). Aunque el suceso llegó a su punto más alto durante la primera semana de marzo en la entrevista con Lin Piao, se afirmó que los conspiradores se reunieron durante la última semana de febrero para hacer funcionar su plan que apuntaba a «separar» a Mao Tse-tung de toda responsabilidad administrativa, militar y política, y adoptar los puntos de vista expresados por Peng Te-juai en 1959. Por esta causa, a este suceso se le dio el nombre de «el incidente de febrero de 1966». Se agregó que hubo discusiones «para matar al camarada Mao Tse-tung». Quizás el peor pecado del general Luo Rui-ching fue oponerse en su petición-ultimátum a la práctica de «1os cuatro primeros» en el EPL, conjunto de directivas políticas aprobadas en una reunión del comité permanente de la comisión militar del 234

comité central en septiembre de 1960, presentadas por Lin Piao. En realictad, esas directivas habían sido escritas por Mao y pasadas a Lin para que las hiciera aprobar en el comité permanente. La lectura de su texto ahorra todo análisis comparativo con los puntos de vista de la burocracia civil-militar: «Los hombres tienen prioridad sobre las armas, el trabajo político sobre todo otro trabajo, el trabajo ideológico sobre el trabajo político rutinario, y las ideas vivas sobre las ideas extraídas de los libros». Desde febrero de 1966, el EPL en Pekín fue puesto en estado de alerta y bajo el control directo de Lin Piao. Técnicamente, como Mao Tse-tung era el aliado temporal de Lin, el maoísmo estaba dando un golpe de Estado contra la burocracia civilmilitar. El 18 de abril, el «Jiefangjun Bao» publicó un editorial que presentaba públicamente el papel del ejército en la lucha interna por el poder y hacía una llamada a la participación de todo el pueblo en la batalla. El editorial se titulaba Enarbolar la gran bandera roja del pensamiento de Mao Tse-tung; participar activamente en la gran revolución cultural socialista, y su esencia se resumía así: «La lucha por promover lo proletario y erradicar lo burgués en el frente cultural es un aspecto importante de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía... Es ésta una aguda lucha de clases. Ya que en nuestro país las fuerzas remanentes de la burguesía son todavía bastante considerables, ya que tenemos todavía un número bastante grande de intelectuales burgueses, ya que la influencia de la ideología burguesa es aún bastante fuerte y que sus métodos para combatirnos se han hecho cada vez más insidiosos, indirectos y solapados, nos será difícil percibir la lucha que se está desarrollando y podremos ser víctimas de los proyectiles almibarados de la burguesía, o incluso perder nuestras posiciones si atenuamos nuestra vigilancia o nos relajamos en lo más mínimo. A este respecto, aún no se ha resuelto la cuestión de "quién vencerá a quién": el socialismo o el capitalismo. La lucha es inevitable. No conducirla en forma adecuada puede dar origen al revisionismo... Nuestro Ejército Popular de Liberación, fuerzas armadas del pueblo creadas y dirigidas por el partido comunista de China y el presidente Mao, es el más leal instrumento del partido y del pueblo, y un importante sostén de nuestra dictadura del proletariado. Siempre ha desempeñado un importante papel en la causa revolucionaria del proletariado y debe continuar desempe.. ñándolo en la gran revolución cultural socialista...» 235

A partir de .esta toma de posición del ejército, las cosas se precipitaron y el maoísmo en el buró político desmanteló de un manotazo a los opositores a nivel de la municipalidad de Pekín. El 8 de mayo, víspera de la explosión de la. tercera bomba atómica china, el diefangjun Bao» hizo la primera denuncia, por medio del artículo Fuego a la línea negra antipartido y antisocialista. Acusó de ser jefes de un grupo conspirador dentro del partido a Wu Han, Teng Tuo y Liao Mo-sha. Es decir, atacó a la extrema derecha de la derecha. EllO de mayo se publicó simultáneamente en Pekín y Shanghai el artículo de Yao Wen-yuan titulado Sobre «La aldea de tres familias», que era un detallado análisis de la conspiración «intelectual» de los tres acusados, con la inclusión de este texto clave: «Hay que desenmascarar, criticar y echar abajo a todos los que se opongan al pensamiento de Mao Tse-tung, obstaculi. cen el avance de la revolución socialista o se muestren hostiles a los intereses de los pueblos revolucionarios de China y del mundo entero, sean ellos "maestros" o "autoridades", trátese de una "aldea de tres familias" o de otra de "cuatro familias", y sin importar cuán famosos sean, ni qué importante posición social ocupen, ni quiénes lo dirijan y respalden, ni a cuántos alcancen sus aduladores». El párrafo, además de llamar a la insurrección popular contra los «con poden>, aludía directamente a lo que estaba ocurriendo en esos momentos: los grupos de trabajo enviados a los establecimientos educacionales estaban trabajando «en nombre del presidente Liu Shao-chi», y ocurría frecuentemente en esas semanas que cuando las masas criticaban a algún funcionario de alta jerarquía, había una defensa que nunca fallaba: «Este camarada cuenta con la confianza del presidente Liu». El 11 de mayo, después de meses de ausencia de la publicidad, reaparece en fotografías Mao Tse-tung. Está sonriente, en el Palacio del Pueblo, del brazo de Mehmet Shehu, presidente del consejo de ministros de Albania. En la recepción de que se daba noticia, habían acompañado a Mao el primer ministro Chu Enlai, el ministro de defensa Lin Piao, y el viceprimer ministro Teng Hsiao-ping. La posición del ejército quedaba clara. El 14 de mayo, destituido ya el director del «Renmin Ribao», Wu Leng-si, el maoísmo se expresaba en este periódico, en el artículo La política debe tener el mando en el trabajo, que se oponía nítidamente a la línea seguida desde 1956 en acelerar a cualquier costo el desarrollo de la producción: «La opinión de 236

que enfatizar la colocación de la política en un primer plano significa que podemos relajar nuestra atención con respecto al trabajo y a la producción es, obviamente, un malentendido... El principal peligro que existe actualmente en los distintos campos del trabajo es la tendencia a desatender la política, la tendencia a poner el trabajo por encima de la política. Ciertos defectos en nuestro trabajo, así como en nuestra labor política e ideológica, han sido utilizados como pretexto por aquellos que se oponen a que se ponga la política en el primer lugar. Debemos estrechar nuestra vigilancia ante esta situación... Los reaccionarios y los elementos burgueses siempre nos acusan a los comunistas de '''vivir de la política" y de "lograr la prosperidad a través de la política". Estos señores y caballeros tienen razón. Nosotros los comunistas jamás escondemos nuestros puntos de vista. Desde el día en que se fundó el partido comunista hemos declarado abiertamente que nos dedicamos a la política, que nos dedicamos a la lucha de clases. En la etapa de la revolución democrática, nuestro partido dirigió a las amplias masas del país en la lucha contra los tres grandes enemigos: el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático; esto era dedicarse a la política, a la lucha de clases. Incluso en esa época pusimos en el primer lugar la política f:,::>letaria y colocamos la política al mando en nuestro trabajo al desarrollar la producción, las finanzas, el comercio, la cultura, la educación y las demás ramas del trabajo en las bases de apoyo y regiones liberadas... En los años recientes, en particular, hemos subrayado en mayor grado la necesidad de colocar la política en el primer lugar, hemos llevado a cabo un profundo movimiento de educación socialista a través de todo el país y hemos fortalecido el trabajo político e ideológico... Debemos poner en primer lugar la política y colocarla al mando en el trabajo. Lo hemos hecho así en el pasado, lo estamos haciendo actualmente, y debemos hacerlo en el futuro». El 16 de mayo, la alianza Mao-Lin obligaba al buró político a expulsar de su seno a Peng Chen, alcalde de Pekín y sostén principal de Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping en la ciudad y el aparato administrativo del partido. Mao y Lin acusaron a Peng de «reprimir el entusiasmo de las masas» y de «engañarlas con el informe esquemático» de febrero. Al final de la sesión, se acordó dar publicidad en el seno del partido a una circular que anunciaba: «El comité central ha decidido revocar el "Informe esquemático sobre las actuales discusiones académicas del grupo 237

de los cinco a cargo de la revolución cultura!", que fue aprobado y distribuido el 12 de febrero de 1966, suprimir el grupo de los cinco a cargo de la revolución cultural y sus oficinas e instituir un nuevo grupo encargado de la revolución cultural, subordinado directamente al comité permanente del buró político. El llamado "Informe esquemático del grupo de los cinco" es totalmente erróneo, se opone a la línea trazada por el comité central y el camarada Mao Tse-tung para la revolución cultural socialista y a los principios guía formulados en 1962, por la X sesión plenaria del VIII comité central del partido, sobre la cuestión de las clases y la lucha de clases en la sociedad socialista. El "Informe esquemático", aunque finge conformidad, en realidad opone terca resistencia a la gran revolución cultural iniciada y dirigida personalmente por el camarada Mao Tse-tung y a sus instrucciones acerca de la crítica a Wu Jan, impartidas en la conferencia de trabajo del comité central realizada en septiembre y octubre de 1965 (esto es, en la sesión del comité permanente del buró político del comité central, en la cual participaron también los camaradas responsables de todos los burós regionales del comité central). El llamado "Informe esquemático del grupo de los cinco" es en realidad obra exclusiva de Peng Chen, quien lo tejió de acuerdo con sus propios puntos de vista y a espaldas del camarada Kang Sheng, miembro del mismo grupo, y de otros camaradas. Al confeccionar un documento de este tipo que trata sobre problemas importantes relativos a la situación de la revolución socialista en su conjunto, Peng Chen no discutió ni intercambió opiniones en absoluto dentro del grupo de los cinco. No consultó con ningún comité local del partido ni dejó en claro que el "Informe esquemático" debía ser enviado al comité central para su examen, como un documento oficial de éste, y menos aún obtuvo aprobación del camarada Mao Tse-tung, presidente del comité central. Empleó métodos extremadamente deshonestos, actuó en forma arbitraria, abusó de sus atribuciones y, con gran rapidez, distribuyó el "Informe esquemático" en todo el partido, usurpando el nombre del comité central». Todo esto significaba la muerte política de Peng, pero lo más importante para entender el porqué de la tragedia que Uevó a la revolución china al colapso desde el punto de vista marxista en 1976 es que el texto revela una de dos cosas posibles: a) que en el partido chino una persona era capaz de pasar por sobre todas las autoridades, engañar a miembros del comité perma238

nente, y hacer pasar documentos no oficiales por oficiales, lo cual indicaba un grado de corrupción organizativa gravísimo; o b), los cargos eran falsos, lo cual revelaba un grado de corrupción política también gravísimo. Dicho de otro modo, ambas alternativas, tomadas por separado o juntas, mostraban un partido sumamente corrompido. Lo importante del documento, sin embargo, para la lucha contingente era que señalaba los enemigos contra los cuales debía luchar el pueblo bajo las banderas del maoísmo: «Numerosos representantes de la burguesía antipartido y antisocialistas». Existe un número de tales representantes en el comité central del partido y en los organismos partidarios, gubernamentales y otros a los niveles central, provincial, municipal y de región autónoma. El 25 de mayo, en la Facultad de Filosofía de la universidad de Pekín, siete alumnos y profesores fijaron un dazibao que atacaba directamente al rector de la universidad, Lu Ping, y al comisario político de la institución, Peng Pei-yun, acusándoles de oponerse a la revolución cultural y de formar parte de la pandilla «contrarrevolucionaria» que trata de «resistir a la revolución cultural para desviar esta seria lucha política a discusiones puramente académicas». El dazibao, que sería puesto en la historia de la revolución cultural como «el primer disparo de las masas» para derribar a Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping, finalizaba con este párrafo: «¿Por qué temen tanto a los dazibaos y' a la celebración de grandes reuniones de denuncia? Contraatacar a la siniestra pandilla que ataca frenéticamente al partido, al socialismo y al pensamiento de Mao Tse-tung es una lucha de clases a vida o muerte. El pueblo revolucionario debe movilizarse del todo para condenar vigorosa y airadamente, y celebrar grandes reuniones y fijar dazibaos es una de las mejores formas en que las masas combaten. Al "guiar'~ a las masas a no celebrar grandes reuniones, no fijar dazibaos y crear todo tipo de prohibiciones, ¿no reprimen ustedes la revolución de las masas, no les impiden hacer la revolución y se oponen a su revolución? ¡Jamás les permitiremos proceder así!» La noche del 25 de mayo fue una noche larga para los alumnos de la universidad de Pekín. Batir de tambores y gongs anunció que todos debían leer el dazibao de los siete alumnos y profesores. Se llamó a una «gran reunión». Se formó una especie de «comité revolucionario», con representantes de los 239

mucha'chos' de todas las facultades. Esta 'reunión duró 52 horas. Horas que fueron agobiantes para Lu Ping, rector de la universidad, que estaba junto con la comisario político, Peng Pei-yun, de pie, con la cabeza gacha, escuchando los cargos. Al cabo de las 52 horas, las masas pronunciaron su veredicto: el rector y la comisario político eran culpables de pertenecer a la línea «negra antipartido». Para ellos hubo cucurucho s de papel, insultos, golpes, escupitajos y su degradación a jardineros de la universidad, con carteles en pecho y espalda con una descripción de sus crímenes. Pero hubo lucha física, con garrotes y cuchillos, entre los rebeldes y los partidarios «del partido», de que el «partido no ha ordenado la destitución todavía». Decenas de heridos, un muerto. Un equipo de trabajo enviado por Liu Shaochi y Teng Hsiao-ping puso orden relativo en el campo universitario, pero la bola de nieve de la insurrección ya había comenzado a rodar. El 30 de mayo, Mao Tse-tung abandonó Pekín... ¡y dejó a cargo de la organización de la revolución cultural a Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping! Era la trampa montada por el líder chino contra esos dos dirigentes. Más tarde se la llamaría «los cincuenta días», que corresponden a la ausencia de Mao de la capital, hasta el 20 de julio. El esquema de la trampa era muy simple: dejar que Liu y Teng, en su intento de preservar la estructura del partido frente a la marea insurreccional contra la burocracia civil-militar, impidieran esta insurrección a través de los «equipos de trabajo del partido», y, después que esta situación fuera notoria, Mao pondría todo el peso de su popularidad y los efectos del culto a su persona, cultivado hasta lo grotesco por el ejército, para declarar que la insurrección se justificaba y quienes la reprimían eran «dirigentes seguidores del camino capitalista». Ausente Mao, el grupo «legalizador» inició el 3 de junio sus esfuerzos por mantener en un cauce ordenado la revolución cultural, publicando el siguiente decreto administrativo: «El comité central del partido comunista de China [en realidad fue una reunión del comité permanente del buró político, sin Mao, la que acordó los cambios] ha decidido que el camarada Li Suefeng, primer secretario del buró del norte de China del CC del partido [hombre de confianza de Lin Piao], sea nombrado además primer secretario del comité municipal del partido de Pekín, y que el camarada Wu Te, primer secretario del comité provincial del partido de Chilin [cuadro del equipo de trabajo del pri240

mer ministro Chu En-lai], sea transferido al puesto de segundo secretario de dicho comité municipal, a fin de reorganizado. Los camaradas Li Sue-feng y Wu Te ya se encuentran trabajando en sus nuevos cargos. El nuevo comité municipal del partido de Pekín dirigirá directamente la gran revolución cultural socialista en Pekín». El decreto anunciaba el nombramiento de un equipo de trabajo en la universidad de Pekín, la destitución de Lu Ping y Peng Pei-yun, y la reorganización de los equipos de redacción de los tres periódicos de Pekín que dominaban los partidarios del arrestado ex alcalde Peng Chen. El día 13 de junio se decretan vacaciones para los estudiantes universitarios y secundarios en Pekín por un período de seis meses, «para llevar hasta el fin la revolución cultural socialista». La situación, en realidad, era casi caótica no sólo en las escuelas de Pekín, sino en las de casi toda China. Había batallas campales, y en algunos casos los equipos de trabajo del partido hicieron intervenir a la policía de seguridad para disolver a los «rebeldes» y arrestarlos. Nadie sabía dónde estaba Mao Tse-tung. La batalla se estaba dando entre grupos de estudiantes sublevados y la organización administrativa del partido. La represión se hacía por momentos brutal. El 24 de junio, alumnos «rebeldes» de la escuela secundaria anexa a la universidad Chingjua echan bencina a la hoguera con un breve dazibao que después sería considerado como el documento de creación de los guardias rojos. Su texto completo era éste: <<¡VIVA EL ESPtRITU DE REBELDtA DEL PROLETARIADO! La revolución es rebelión, y el alma del pensamiento de Mao Tse-tung es la rebelión. Decimos que se debe prestar gran atención a la palabra "aplicación", lo que quiere decir: principalmente a la palabra "rebelión". Atreverse a pensar, hablar, actuar, abrirse camino y hacer la revolución, en una palabra, atreverse a rebelarse, es la cualidad más fundamental y más preciosa de los revolucionarios proletarios. i~ste es el principio fundamental del espíritu del partido proletario! ¡No rebelarse es revisionismo, ciento por ciento! »El revisionismo ha tenido bajo su control la escuela durante 17 años. Si no nos levantamos en rebelión hoy, ¿cuándo lo vamos a hacer? 241

»Algunas personas osadas que estaban contra la rebelión ahora se han vuelto repentinamente tímidas y cautelosas, murmurando y balbuceando incesantemente que somos demasiado unilaterales, demasiado arrogantes, demasiado bruscos y de que vamos demasiado lejos. ¡Todo esto es absurdo! Si están contra nosotros, díganlo. ¿Para qué ser tan tímidos? »Puesto que nosotros queremos la rebelión ¡las cosas ya no están en manos de ustedes! Queremos precisamente hacer muy pesado el aire con el acre olor de la pólvora. Lanzarles granadas y bombas, empezar una gran pelea y una gran batalla. ¡"Simpatía", "amplitud", fuera de nuestro camino! Ustedes dicen que somos demasiado unilaterales, ¿cuál es, pues, su amplitud? La amplitud de ustedes se parece a "dos se combinan en uno" y al eclecticismo. [Referencia directa a las tesis de Liu y Teng acerca de que cualquier método de elevar la producción es bueno, con tal que se acelere el desarrollo económico de China.] »Ustedes dicen que somos demasiado arrogantes. Lo somos. El presidente Mao ha dicho: "Los poderosos no eran más que ceniza". Derribaremos no sólo a los reaccionarios de nuestra escuela, sino también a los reaccionarios de todo el mundo. Los revolucionarios consideran la transformación del mundo como su tarea, ¿cómo podemos no ser "arrogantes"? »Ustedes dicen que somos demasiado bruscos. Debemos serIo. ¿Cómo podemos ser suaves y adherirnos al revisionismo o favorecer en gran escala la moderación? ¡Ser moderado hacia el enemigo es ser cruel con la revolución! »Dicen que vamos demasiado lejos. Para decirlo francamente, su afirmación de "no ir demasiado lejos" es reformismo, es "transición pacífica". ¡Ustedes están soñando despiertos! ¡Les echaremos por tierra y les pondremos el pie encima! »Y hay algunos que temen a la revolución como a la muerte, que temen del mismo modo a la rebelión. Adheridos a las prácticas convencionales, serviles, se esconden en sus caparazones revisionistas; tan pronto como hay olor a rebelión en el aire, se ponen nerviosos y se atemorizan. Recientemente han sido vertidas en sus oídos crueles censuras cada día, y diariamente sus corazones han temblado de miedo. ¿No sienten que esto es insoportable? ¿Cómo pueden seguir viviendo? »Los revolucionarios son Reyes Monos [héroes todopoderosos de la mitología china], sus barras doradas son poderosas, sus poderes sobrenaturales tienen un largo alcance y su magia es todopoderosa, porque poseen el grande e invencible pensa242

miento de Mao Tse-tung. ¡Esgrimimos nuestras barras doradas, desplegamos nuestros poderes sobrenaturales y utilizamos nuestra magia para dar vuelta al viejo mundo, aplastarlo, pulverizarlo, crear el caos y provocar una tremenda confusión, cuanto más grande mejor! ¡Debemos hacer esto con la actual escuela secundaria revisionista anexa a la universidad Chingjua, rebelarnos hasta el fin! ¡Deseamos crear 'en tremendo alboroto proletario, y forjar un mundo nuevo proletario! ¡Viva el espíritu de rebeldía revolucionaria del proletariado! Guardias rojos de la escuela secundaria anexa a la universidad Chingjua.» La prensa clandestina rebelde, en contra de las órdenes de los equipos de trabajo del partido, hizo circular este dazibao por toda China en no más de tres semanas, y las organizaciones de guardias rojos brotaron en multitud..., siempre teniendo como blanco la burocracia del partido a nivel educacional. Los encuentros armados entre facciones rivales pasaron a ser casi un suceso normal. Sólo que nada de esto informaban los periódicos o las radioemisoras. En el centro, en Pekín, al parecer la idea generalizada era mantener en secreto la situación hasta sofocarla. Entre tanto, en provincias, Mao Tse-tung escribía sus cuitas a su esposa, Chiang Ching. En una carta dirigida a ella el 8 de julio de 1966 (cuyo texto leí en noviembre de 1974, entre los documentos del comité central sobre el «caso Lin Piao») le decía: «He recibido tu carta del 29 de junio... Te daré la continuación de mi programa de viaje. Después de dejar Wulin el 15 de junio pasado, he pasado más de diez días en una caverna, aquí, en el oeste; en verdad, ya no estoy tan al corriente de la actualidad. Ya hace diez días que estoy en Paiyunjuangjo, desde el 28 de junio. Todos los días leo mis documentos, es realmente muy interesante. En siete u ocho años "un gran caos en el reino" traerá de nuevo "un gran orden en el reino", y entonces, repentinamente y por propia voluntad, saldrán "los diablos cornudos y los espíritus de las serpientes" [se refiere a los contrarrevolucionarios, frase que en castellano la propaganda china traduce como "saldrán los monstruos y demonios"]. Su carácter de clase determina su conducta, y no pueden actuar de otro modo. El poder central me presiona porque quiere publicar el discurso de mi amigo [se refiere a Lin Piao], y yo voy a dar mi aprobación para que sea puesto en circulación en la base. Él habla especialmente del problema de un golpe de Estado; nunca había leído 243

una exposición como la suya. Tengo dudas respecto a ciertos comentarios suyos. Jamás he creído que esos libritos escritos por mí contengan semejante potencia espiritual. Cuando él los haya puesto en las nubes, todo el país no tardará en hacer lo mismo... Verse obligado, en una cuestión de extrema importancia, a dar su asentimiento en contra de su propia convicción, es una cosa que nunca me había pasado en toda mi vida... ¡Esto es verse obligado a maniobrar en contra de su propia voluntad! En abril de este año, declaré en la conferencia de Hangchou que no aprobaba las fórmulas utilizadas por mi amigo, pero ¿qué hacer? No ha servido de nada. En mayo, en la conferencia de Pekín, él no cambió de estilo. Los periódicos y las revistas han utilizado expresiones peores, incluso más rimbombantes; literalmente, me ponen por las nubes, como la maravilla de todas las maravillas; no me queda otra solución que "refugiarme en la montaña Liang" [como un rebelde contra el gobierno]. Supongo que su verdadera intención es ésta: para combatir a los demonios quieren asegurarse la ayuda de Chung Kui [un exorcista]. Me he convertido en el exorcista del partido comunista del siglo veinte». Estas palabras de Mao revelan toda su angustia política al prever cómo el culto a la personalidad sobre su persona podía llevar a convertir el marxismo en China en una caricatura, cosa que realmente ocurrió. También revelan cómo se veía impotente ante la necesidad de combatir la burocracia civil-militar del partido y estar obligado a aliarse con el jefe del ejército que, a su vez, lo utilizaba para sus propios fines. Sin embargo, estas vacilaciones de julio de 1966 no impidieron que Mao siguiera en el peligroso juego de reemplazar al partido por el ejército, lo cual finalmente llevaría al colapso. Es muy conveniente conocer algunas frases del discurso de Lin Piao, al que se refiere Mao en esta carta que cito. El discurso fue pronunciado el 18 de mayo de 1966, en la sesión del buró político que había aprobado la circular del 16 de mayo, cuyo contenido el lector ya conoce. El mariscal Lin había dicho: «El presidente Mao es el fundador de nuestro partido y nuestra nación, y el más grande marxista-leninista contemporáneo. El presidente Mao ha heredado, guardado y glorificado de una manera completa el marxismo-leninismo en forma genial y creadora, promoviéndolo a un nivel totalmente nuevo... El presidente Mao tiene el más alto prestigio en la nación y el mundo entero, y es la figura más sobresaliente y grande. Los dichos, 244

las obras y la práctica revolucionaria del presidente Mao muestran que él es un gran genio proletario... El presidente Mao posee mucha más experiencia que Marx, Engels y Lenin... El presidente Mao es un genio. ¿Cuál es la diferencia entre él y nosotros? Hemos luchado juntos, algunos tienen más edad que él. Somos de menos edad que él, pero tenemos la misma experiencia. También leemos libros, pero o no entendemos nada o no entendemos completamente; pero el presidente Mao entiende todo. He visto a mucha gente hacer círculos y rayas en los libros que leen, a veces el libro queda lleno de esos círculos y rayas; eso revela que el lector no entendió esos libros, al no conocer el centro ni los puntos principal y secundarios. Hace décadas, el presidente Mao comprendió el núcleo de la dialéctica, pero aun ahora nosotros no lo conocemos. ~l no sólo lo entiende, sino que además puede utilizado con destreza... No fue una cosa meritoria, sino una obligación, que el EPL tomara las obras del presidente Mao como libro de texto para mandos y combatientes. La utilización de los pensamientos de Mao Tse-tung para unir las fuerzas armadas y a todo el partido puede resolver cualquier problema. Cada frase de las obras del presidente Mao es una verdad, una sola frase de él sobrepasa diez mil de nuestras frases. No he leído suficientemente las obras del presidente Mao y estudiaré con mayor ahínco desde ahora». Pronto todo esto se traduciría en un griterío ensordecedor en China, en alabanzas más que religiosas a Mao, y en que los antimarxistas llegarían al poder total gritando más fuerte que los demás ¡Viva el invencible pensamiento Mao Tse-tung! El 16 de julio, Mao dio otro empujón al culto a la personalidad como trampolín para la lucha contra la burocracia en el partido: nadó en el río Yangtze, durante 65 minutos, cubriendo una distancia de 15 kilómetros. El día 25, todas las radioemisoras de China informapon del suceso, enfatizando que el hecho demostraba «un excelente estado de salud». El día 26 todos los periódicos aparecieron con fotos del líder nadando en el Yangtze, y se desencadenó una especie de conmoción nacional con miles de muchachos y muchachas, obreros y obreras llenando las calles de las grandes ciudades chinas para festejar la «buena salud del presidente Mao». Era su punto de apoyo «popular» para lanzar a la calle el verdadero contenido de la revolución cultural en la reunión plenaria del comité central que comenzaría el 1 de agosto. Mao había regresado a Pekín el 20 de julio, y al día siguiente, 245

en una conferencia con el buró político, lanzó su primer disparo contra los equipos de trabajo de Liu y Teng, según la versión taquigráfica que quedó de esa conversación, editada más tarde por los guardias rojos: «El presidente Mao dijo que el dazibao "25 de mayo" de Nie Yuan-si [se refiere al de la universidad de Pekín; el nombre citado es el de una profesora firmante del documento, miembro del partido comunista] es un manifiesto de la comuna de París china de los años sesenta del siglo veinte, cuyo significado sobrepasa a la comuna de París. Nosotros somos incapaces de escribir esta clase de dazibaos. Varios pioneros [organización infantil del partido] escribieron dazibaos diciendo que sus padres habían olvidado el pasado, no hablaban con ellos acerca del pensamiento de Mao Tse-tung, y en cambio les preguntaban sobre las notas que obtenían en la escuela y los premiaban cuando eran buenas. El presidente Mao pidió al camarada Chen Po-ta enviarles un mensaje a esos amiguitos: "Los dazibaos de ustedes están bien escritos". Y continuó diciendo: "Les digo a todos ustedes: ¡la juventud es el gran ejército de la gran revolución cultural! Debe ser totalmente movilizada. Después de mi regreso a Pekín me siento triste y desolado. Algunos institutos educacionales todavía tienen sus puertas cerradas. Hay algunos donde se ha reprimido al movimiento estudiantil. ¿Quién es el que está reprimiendo al movimiento estudiantil? Es antimarxista que los comunistas teman al movimiento estudiantil... El comité central de la liga de la juventud comunista debería estar al lado del movimiento estudiantil. Y sin embargo está de lado de la represión del movimiento estudiantiL.. Creemos en las masas. Para convertirnos en maestros de las masas debemos primero ser alumnos de ellas. La actual gran revolución cultural es un acontecimiento que estremece el cielo y la tierra. ¿Podremos, osaremos, pasar el camino hacia el socialismo? Este camino lleva a la destrucción final de las clases, y la reducción de las tres grandes diferencias [se refiere a la diferencia entre obreros y campesinos, entre la ciudad y el campo, y entre el trabajo manual y el intelectual]. Debemos estar preparados para que la revolución se vuelva contra nosotros. La dirección del partido y del Gobierno, y los camaradas responsables del partido, deben estar preparados para eso"». Al día siguiente, 22 de julio, en un discurso ante una reunión de secretarios regionales del partido y miembros del grupo de la revolución cultural del comité central (nombrado en mayo y cuyos líderes eran Kang Sheng, ChenPo-ta y Chiang Ching). 246

avanzó otro paso: «Los equipos de trabajo han tenido el efecto de obstruir el movimiento [...]. No es bueno apoyarse en los equipos de trabajo [...]. Los equipos de trabajo obstruyen la revolución». El 1 de agosto, día de inicio de la XI sesión plenaria del VIII comité central, con las tropas bajo el mando de Lin Piao ocupando Pekín, Mao envió una carta a la escuela secundaria anexa a la universidad Chingjua, dando su bendición a la guardia roja. El primer párrafo de la carta decía: «Camaradas guardias rojos de la escuela secundaria anexa a la universidad Chingjua: He recibido los dos dazibaos que ustedes me envieron el 28 de julio y también la carta que me dirigieron pidiendo una respuesta. Los dos dazibaos que ustedes escribieron el 24 de junio y el 4 de julio expresan su cólera y su denuncia contra todos los terratenientes, burgueses, imperialistas, revisionistas y sus lacayos que explotan y oprimen a los obreros, campesinos, intelectuales revolucionarios y organizaciones y partidos revolucionarios. Ustedes dicen que se justifica rebelarse contra los reaccionarios: los apoyo con entusiasmo... No importa en qué lugar, si en Pekín o cualquier otro sitio de China, daré entusiasta apoyo a todos los que tomen una actitud similar a la de ustedes en el movimiento de la revolución cultural». Los dados estaban echados: el maoísmo tenía como aliado al ejército, y como fuerza de choque a los jóvenes estudiantes rebelados en toda China contra la burocracia del partido. Pero los obreros estaban ausentes. Los primeros cuatro días de la XI sesión plenaria fueron tensos. Liu Shao-chi se mantuvo en su punto de vista de que los equipos de trabajo debían «guiar» el movimiento para impedir «el caos». El día 5 de agosto, frente al hecho de que la mayoría del comité central había apoyado la tesis de Liu, Mao Tse-tung escribió un dazibao y lo presentó a la asamblea. El dazibao se llamó Bombardear el cuartel general (burgués). Mi dazibao. Su contenido era claro y conciso: «En los últimos cincuenta días, más o menos, camaradas dirigentes, desde el nivel central hasta los niveles locales, han... contragolpeado el emergente movimiento de la gran revolución cultural del proletariado. Se han resistido obstinadamente ante los hechos y han llamado blanco a lo negro, cercando y reprimido a los revolucionarios, estrangulado las opiniones que difieren de las suyas, impuesto un terror blanco y se han complacido mucho con todo esto». 247

Al mismo tiempo, Mao y Lin proponen a la sesión plenaria un «ajuste» en el buró político y su comité permanente antes de seguir adelante en las discusiones. El «ajuste» se hace bajo la presión de la personalidad política de Mao y las bayonetas del EPL bajo el mando de Lin. Los maoístas, en una jugada típica, arremeten contra la derecha de la derecha y no tocan el centro. Así, como número uno después del «ajuste» permanece Mao Tse-tung. Pero como número dos salta del sexto lugar Lin Piao, que desplaza a Liu Shao-chi, el cual es rebajado a número ocho; o sea, sólo miembro del buró político pero no de su comité permanente. El buró político «ajustado» el día 5 de agosto de 1966, queda así: Comité permanente

del buró político

Número uno: Mao Tse-tung. Número dos: Lin Piao, antes sexto en la jerarquía. Reemplaza a Liu Shao-chi. Número tres: Chu En-lai, que conserva su puesto, siendo considerado como el representante del centro de la derecha en el comité central. Número cuatro: Tao Chu, jefe del buró centro-sur del partido, junanés nacido en 1906, impulsador de las comunas populares, y promovido desde el número 95 de la jerarquía en el CC. Reemplaza a Teng Hsiao-ping. Más tarde Tao Chu sería purgado por impulsar los incentivos materiales en contra de los incentivos políticos, en la rebelión de Shanghai de 1967. Número cinco: Chen Po-ta, jefe de redacción de la revista «Bandera Roja», escritor político tan prolífico como Mao, nacido en la provincia de Fukien en 1904, considerado como «asistente de Mao» en lo teórico. Promovido desde el número 23 en el buró político. Reemplaza a Chu Te. En 1970 sería purgado en la lucha entre Lin Piao y Chu. Número seis: Teng Hsiao-ping, rebajado desde el número cuatro en el mismo comité permanente, y dejado ahí, al parecer, para no forzar en demasía la lucha dentro de la jerarquía superior y ganar tiempo por parte de los maoístas. Reemplaza a Lin Piao. Desde 1967 sería colocado como cómplice de Liu y derribado como «teórico contrarrevolucionario». Número siete: Kang Sheng, nacido en 1903 en la provincia de Shantung, jefe de la comisión de control del partido, espe248

cializado en seguridad, amigo íntimo de Mao y Un Piao (trabajó con ellos estrechamente en la escuela del partido y la academia militar en los tiempos de Yenán). Promovido desde el número 12 en el buró político. Reemplaza a Chen Yun. Miembros

del buró político:

Uu Shao-chi, rebajado; Chu Te, mariscal, rebajado; U Fuchun, junanés nacido en 1900, jefe de la comisión de planificación estatal, economista, mantiene su posición con respecto a 1956; Chen Yun, de familia obrera de Shanghai, nacido en 1900, ex linotipista, especialista en economía y finanzas, rebajado; Tung Pi-wu, uno de los fundadores del PC, siete años mayor que Mao (nacido en 1886 en Jupei), rebajado desde el octavo lugar; Chen Yi, ministro de relaciones exteriores, mariscal, nacido en Sechuan en 1901, mantiene su posición; Uu Po-cheng, mariscal, nacido en Sechuan en 1892, perdió un ojo durante la guerra y se le conoció como «el dragón de un solo ojo», mantiene su posición; Jo Lung, mariscal, junanés nacido en 1896, mantiene su posición; U Sien-nien, nacido en 1905 en la provincia de Jupei, hijo de obrero, mantiene su posición; U Ching-chian, de la provincia de Kuangsi, nacido en 1906, de fuerte influencia en la provincia de Sechuan, se le consideraba partidario fiel de Teng Hsiao-ping, mantiene su rango; Tan Chen-lin, nacido en 1912 en Kiangsi, ministro de agricultura, mantiene su posición; Su Siang-chien, mariscal, es elevado del puesto 96 en el CC al 19 en la jerarquía; Yeh Chien-ying, mariscal, nacido en Kuantung en 1897, de una familia de comerciantes, estrechamente ligado a Chu En-lai, mantiene su posición; Nieh Jung-chen, mariscal, nacido en Sechuan en 1899 de familia de campesinos ricos, promovido al buró político; Po I-po, nacido en Shansi en 1907, economista, promovido; U Sue-feng, nacido en Shansi en 1907, promovido a miembro suplente del buró político desde el lugar 71 en el comité central; Sie Fu-chi, junanés nacido en 1899, nuevo ministro de seguridad pública, especialista en seguridad y organización del partido, promovido a miembro suplente del buró político; Uu Ning-yi, promovido a suplente; Siao Jua, nacido en Kiangsi en 1914, presidente del departamento político general del EPL. El carácter «no representativo» de este buró político que aprobaría el programa general de la revolución cultural lo prue249

ba que de sus 26 miembros sólo 12 sobrevivieron políticamente a los turbulentos años 1966, 1967 Y 1968. De ellos, sólo cuatro eran partidarios del maoísmo. Y de los cuatro, si se descarta a Mao mismo, los restantes tres (Kang Sheng, Chu Te y Tung Pi-wu) le apoyaban por lealtad al viejo luchador y no precisamente por convicción marxista. El resto de los sobrevivientes se agrupaba así: Un Piao, Chen Po-ta y U Sue-feng, por la línea linpiaoísta; y Chu En-lai, Yeh Chien-ying, Sie Fu-chi, Uu Pocherig y U Sien-nien, por la línea chuenlaísta. Dicho de otro modo, el 5 de agosto de 1966 el maoísmo en el comité central dio un golpe de mano apoyándose en una inestable alianza con la mayoría de los generales liderados por Un Piao y logró pasar el documento programático de la revolución cultural el día 8 de agosto. Este documento, conocido popularmente como «los 16 puntos», se titulaba Decisión del comité central del partido comunista de China sobre la gran revolución cultural proletaria, y ponía en claro que era «una nueva etapa en la revolución socialista» china. Decía que «el desenlace de esta gran revolución cultural depende de si la dirección del partido se atreve o no a movilizar audazmente a las masas» para obtener «un nuevo orden revolucionario» mediante «el método de dejar que las masas se liberen a sí mismas» en una lucha en que «el blanco principal» «son aquellos dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido», y que <<nose debe temer que se den casos de desorden» porque «el presidente Mao nos ha dicho frecuentemente que la revolución no puede ser tan elegante, tan delicada, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima», que «hay que dejar que las masas se eduquen a sí mismas en este gran movimiento revolucionario, y aprendan a distinguir entre lo justo y lo erróneo, entre la forma correcta de proceder y la incorrecta». Esto parecía estar en concordancia con la insistencia que hasta ese momento había mostrado Mao en sus declaraciones a los miembros del partido respecto a la semejanza entre la insurrección de los estudiantes (impulsada por la izquierda como punta de lanza para la batalla más grande que comenzaría ahora) con la creación de la comuna de Pekín, o tal vez la comuna de China, en relación directa con la insurrección parisina que desembocó en la comuna de París. En el punto 9 del documento que cito, esto está casi explícito cuando se afirma que «los grupos, comités y congresos de 250

la revolución cultural son las mejores formas nuevas de organización, mediante las cuales se educan a sí mismas bajo la dirección del partido comunista. Constituyen el mejor puente por medio del cual nuestro partido se mantiene en estrecho contacto con las masas. Son órganos del poder de la revolución cultural proletaria [...]. Es necesario practicar un sistema de elecciones generales, semejante al de la Comuna de París, para elegir a los miembros de los grupos y comités de la revolución cultural y a los delegados a los congresos de la revolución cultural. Las listas deben ser presentadas por las masas revolucionarias luego de plenas discusiones, y las elecciones celebrarse después de que las masas hayan discutido las listas una y otra vez. Las masas pueden criticar en cualquier momento a los miembros de los grupos y comités de la revolución cultural y a los delegados electos a los congresos de la revolución cultural. Si estos miembros o delegados demuestran ser incompetentes, pueden ser sustituidos mediante elecciones o destituidos por las masas después de discutido». Naturalmente, este esquema constituía la presentación de una democracia revolucionaria absolutamente opuesta al control partido burocracia civil-militar que había hasta ese momento en el aparato estatal chino. Con razón, Mao y sus seguidores veían en ese instante sólo la revolución, la insurrección de las masas, como único camino para implantada, teniendo en su centro un partido limpio de la lacra burocrática. El llamamiento, por sí mismo, hubiera tenido el efecto de una reacción insurreccional en cadena en muchos sectores sociales del país de no llevar el pie de imprenta del partido gobernante, y tal vez eso hizo que el grupo militarista de Un Piao aceptara la alianza con el maoísmo para tratar de frenar el movimiento por dentro (y no con la represión masiva de tipo militar) vía sacrificio de la facción más derechista de la burocracia civil-militar. Esto porque la historia política de Mao daba por probado que si éste no lograba lanzar su movimiento, sería capaz de utilizar sólo su prestigio personal para encabezar una insurrección contra su propio gobierno y su propio partido, a fin de «rectificados». Los hechos posteriores permiten sospechar que tal vez este último método podría haber sido mejor para la izquierda, ya .que se habría desencadenado una guerra civil generalizada y la izquierda no se habría visto envuelta, como se vio, en juegos y maniobras conspirativas de palacio entre las líneas de Un Piao y de Chu En-laL 251

El 12 de agosto de 1966 se cerró la XI sesión plenaria del VII comité central, realizada en Pekín, y se publicó un comunicado en el que se decía, entre otras cosas: «La sesión plenaria sostiene que la clave para el éxito de esta gran revolución cultural reside en confiar en las masas, apoyarse en ellas, movilizarlas con audacia y respetar su iniciativa [...]. Hay que atreverse a hacer la revolución y saber hacerla. No hay que temer a los desórdenes. Hay que oponerse a quienes tomen la posición de la burguesía, amparen a los derechistas, golpeen a la izquierda y repriman la gran revolución cultural proletaria. Hay que oponerse al establecimiento de muchas restricciones que aten de pies y manos a las masas. Hay que oponerse a quienes actúen como señores burocráticos y cabalguen sobre las masas dictándoles órdenes a ciegas [.oo]. Llama a vencer la resistencia de los revisionistas contrarrevolucionarios, los oportunistas de "izquierda" y de derecha y otros, a superar las dificultades, a corregir defectos y errores, a limpiar de manchas al partido y a la sociedad, a llevar hasta el fin la gran revolución cultural proletaria y la revolución socialista». En la mañana de ese mismo día, Mao había pronunciado el discurso de cierre de la sesión plenaria, diciendo: «Los hechos futuros demostrarán si las decisiones aprobadas por esta conferencia son correctas o incorrectas. Pero parece que nuestras decisiones son bien recibidas por las masas. [oo.] ¿Tenemos un partido fuera de nuestro partido? Pienso que sí, y que tenemos facciones dentro del partido... Ustedes pueden decir que no hay facciones dentro de nuestro partido, pero las hay. Por ejemplo, hay dos facciones con respecto a la actitud hacia los movimientos de masas. ~sta es una cuestión de cuál facción es la mayoría y cuál facción es la minoría. Si hubiéramos demorado esta sesión unos pocos meses, las cosas habrían estado en un lío mucho más grande». Durante todo este proceso, desde octubre de 1965, estuve en China. A partir de julio de 1966 y hasta octubre de ese mismo año pude viajar por más de veinte provincias chinas, incluyendo la región autónoma mongola. Tuve la suerte de ver, fuera de Pekín, el estallido que produjo en las ciudades y el campo la posición de Mao de apoyar la insurrección, felicitar la formación de guardias rojos y hacer aprobar los «16 puntos» en la XI sesión plenaria del VIII comité central. El jueves 18 de agosto, en Tienanmen, Mao Tse-tung pasó revista a un millón de guardias rojos. Por primera vez en 17 252

años, el líder chino apareció vestido de oficial del EPL. Un representante de la guardia roja de la universidad de Pekín sube a la tribuna presidencial y pone en el brazo izquierdo de Mao un brazalete rojo con letras amarillas, los caracteres Hund Wei Ping (guardia rojo). Lin Piao pronuncia el discurso, que comienza así: «¡Apoyamos con firmeza su espíritu revolucionario proletario de osar abrirse camino, actuar, hacer la revolución y rebelarse!» La multitud ruge y los ecos barren la geografía del inmenso país. «iDebemos derribar a los dirigentes seguidores del camino capitalista, derribar a las "autoridades" reaccionarias burguesas, derribar a todos los defensores burgueses de "su majestad", oponernos a toda clase de proceder que reprima la revolución, y derrocar a todos los monstruos!» Ese día yo estaba en la provincia de Liaoning. En su capital, Shenyang, se preparaba para el día siguiente una manifestación, eco de la de Pekín... Se esperaba la concurrencia de 300 mil personas. Se preparó la tarima, las instalaciones de sonido... ¡y por primera vez guardias del EPL con subametralladoras o fusiles con bayoneta calada! Pregunté al jefe de la compañía de guardia. Su respuesta: «Para proteger al pueblo de las provocaciones». Pasaban grupos de guardias rojos con ánimo de guerra. Me vieron y preguntaron por la presencia indeseable de extranjeros en su revolución. Los guardias rojos de Pekín que me acompañaban les informaron. Vino el saludo y el interrogatorio: los guardias rojos habían estado ocupados en Shenyang el 19 de agosto: detectando contrarrevolucionarios en los barrios, asaltando sus casas, buscando documentos, incendiando libros y muebles «que son lujos corrompidos». Derribando profesores «burgueses» y paseándolos por la ciudad con cucuruchos de papel, cordel con nudo corredizo al cuello, escupiéndoles, golpeándoles, sometiéndolos a la vejación de que se arrodillen y pidan perdón en voz alta de vez en cuando, para «desacreditados ante la sociedad». Son las primeras nubes de polvo de batallas que vendrán más tarde. El 7 de septiembre estoy en Cantón. En mi libreta de apuntes, este pasaje: Esta noche, Lao Lo (uno de mis dos intérpretes) me cuenta que en Pekín algunos guardias rojos estaban realizando actividades contrarrevolucionarias. «Me parece -me dijo- que los revisionistas en el partido están tratando de sabotear nuestra revolución cultural y tratan de pro253

vocar lucha armada entre el pueblo.» Esa misma noche me enteré que el «Renmin Ribao» había publicado una serie de recomendaciones que eran así: a) Cada unidad económica, industrial o agrícola puede hacer perfectamente la revolución cultural por separado. No necesitan de interferencias extrañas. b) Los grupos dirigentes en cada unidad deben dividirse en dos partes: una, cuya tarea principal es la producción, y otra, cuya tarea principal es la revolución cultural. e) Los guardias rojos de las ciudades no deben interferir la producción realizando sus actividades en industrias y el campo; y si van al campo, deben ir a ayudar en la cosecha de otoño, «que promete ser buena». Pueden, es claro, seguir como hasta ahora sus actividades en las calles, contra el comercio de gentes antipartido y en sus escuelas principalmente. d) En las comunas populares, el movimiento de educación socialista debe continuar con sus propios cuadros dirigentes, si las masas están de acuerdo; no debe haber interferencia de los cuadros de más alto nivel de la ciudad. Si las masas lo desean explícitamente, los cuadros extraños al movimiento de educación socialista pueden reorganizar el movimiento. e) Para el tiempo que dure esta cosecha de otoño, debe pararse el movimiento de educación socialista, y dedicar toda la fuerza de trabajo, incluidos los cuadros, a la cosecha de otoño, y después lo mismo durante la época de labranza. Esa noche salí a las calles de Cantón (Kuangchou) porque me interesaba discutir con los muchachos guardias rojos el verdadero contenido de las instrucciones del «Renmin Ribao». Una síntesis de las opiniones recogidas puede ser ésta: Los campesinos no aceptan la vigilancia de los guardias rojos de la ciudad, y su presencia los irrita. Los campesinos han entendido la revolución cultural como la orden de eliminar a los ex terratenientes y campesinos ricos, y los están apartando del trabajo productivo (lo cual les obliga a mendigar o morir de hambre», o tal vez eliminando físicamente. El entusiasmo parece ser tan grande que algunos campesinos están abandonando el trabajo agrícola colectivo, y la cosecha enfrenta el mismo peligro que en 1959, cuando el entusiasmo por fundir hierro provocó la gran catástrofe de la falta de brazos (casi cuarenta millones de personas restadas al trabajo rural) que, unida a las calamidades 254

naturales que siguieron en 1960 y 1961, casi puso de rodillas a toda la nación. Algunos guardias rojos de las ciudades, inexpertos y manejados (por elementos de Liu Shao-chi, están liquidando indiscriminadamente a todos los cuadros del partido, a ex terratenientes y campesinos ricos, amenazando con el caos organizativo y laboral en las comunas populares. Una semana antes, el 31 de agosto, de nuevo por boca de Lin Piao, en un discurso para recibir a más guardias rojos y profesores «revolucionarios», el grupo dirigente de la revolución cultural había tratado de suavizar la violencia recomendando: «Tenemos que seguir las enseñanzas del presidente Mao de librar luchas recurriendo al razonamiento y no a la coacción o la fuerza. No se debe golpear a la gente. De ese mismo modo luchamos contra aquellos dirigentes seguidores del camino capitalista, y contra los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas. Recurriendo a la coacción o la fuerza sólo se puede tocar a su físico, pero mediante el razonamiento se puede llegar a su misma alma». Al mismo tiempo, el culto a la personalidad en torno a Mao recibía otro empujón de Lin Piao, que lo calificaba en el mismo discurso de «gran maestro, gran líder, gran mando supremo y gran timonel», para en seguida calificar a las organizaciones de guardias rojos como «poderosas fuerzas de reserva del Ejército Popular de Liberación», alejándolas de su papel político real de fuerzas de choque de la insurrección de las masas contra la burocracia del partido. Evidentemente, a estas alturas de la lucha ya el maoísmo se veía trabado en el dilema de no perder el apoyo del ejército, por una parte, y, por otra, de no acelerar demasiado la insurrección popular a fin de evitar la unión de la burocracia civil (Chu) con la militar (Lin), perdiendo la partida. El 15 de septiembre, de nuevo la advertencia en otro discurso de Lin Piao a una tercera reunión pública con guardias rojos de todo el país: «En la actualidad, algunas personas... valiéndose del profundo sentimiento de clase que las masas de obreros y campesinos tienen respecto al partido y al presidente Mao, crean antagonismo entre las masas de obreros y campesinos por un lado y los estudiantes revolucionarios por el otro, e incitan a los primeros a luchar contra los segundos. ¡Jamás debemos dejarnos engañar por ellos!». y de inmediato, una definición que llamaba a los obreros y campesinos a sumarse a la insurrección: «Las masas de obreros, campesinos y soldados [son] la fuerza principal en la gran 255

revolución cultural proletaria de nuestro país [y deben] man.tenerse firmes en los puestos de producción y en los de combate, permanecer sólidamente al lado de los estudiantes revolucionarios, apoyar sus acciones revolucionarias y ser su poderoso respaldo». El 3 de noviembre, en el sexto mitin público en Pekín con guardias rojos, de pie alIado de Mao, el mariscal Un Piao señala lo que parecía hasta ese momento lo esencial de la meta buscada por el líder chino: «Las grandes masas han traducido verdaderamente en acción el llamamiento del presidente Mao a preocuparse por los asuntos del Estado... Las grandes masas revolucionarias de nuestro país han creado la nueva experiencia de desarrollar una democracia amplia bajo la dictadura del proletariado. Mediante esta amplia democracia, el partido permite sin temor que las masas utilicen los medios para exponer franca y plenamente sus puntos de vista, fijar dazibaos, sostener grandes debates y el intercambio extensivo de experiencia revolucionaria a fin de criticar y supervisar a los organismos de dirección y a los dirigentes del partido y el Gobierno a todos los niveles. Al mismo tiempo, proporciona al pueblo plenos derechos democráticos populares conforme a los principios de la Comuna de París. Sin tal democracia amplia sería imposible iniciar una verdadera gran revolución cultural proletaria». Al mismo tiempo, advertía que <
de Shanghai, y en el curso de la lucha armada entre insurrectos y conservadores toma forma el deseo de las masas de formar «la comuna de Shanghai». Es en este momento crucial cuando algo obliga a la izquierda a dejar de lado la idea de ganar una rápida victoria y de transformar la organización estatal en una inmensa agrupación de comunas. Al parecer, el aparato militar dominado por Lin Piao estima que el caos puede poner en peligro la seguridad de su propio dominio, y entra en una alianza momentánea con el grupo de Chu, para señalar a Mao que se está saliendo del camino acordado en los conciliábulos de palacio. El 23 de enero, el comité central «autoriza» al ejército para que intervenga «en favor de los rebeldes rojos». ¡Y el 12 de febrero Mao Tse-tung se opone terminantemente a la formación de la comuna de Shanghai, instruyendo a Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan para que detengan la insurrección de las masas shanghainesas y formen un «comité revolucionario»! El 24 de febrero se señala como «la victoria» de la revolución cultural en Shanghai, con la formación de un «comité revolucionario» compuesto de «tres partes»: un grupo de viejos cuadros del partido, un grupo de oficiales del EPL, y un grupo de dirigentes «surgidos de las masas revolucionarias». Naturalmente, esta nueva estructura de poder se parecía demasiado a la antigua; dos tercios copados por la antigua burocracia civil-militar. Cuando se anunció la «victoria rebelde» en Shanghai, el ejército bajo las órdenes de Lin Piao había ocupado todos los centros neurálgicos del país, incluyendo la aviación civil, los transportes terrestres y los centros de comunicación. Durante la corta vida de la «comuna de Shanghai», desde el 5 de febrero de 1967 hasta el 12 del mismo mes, los medios de propaganda de la ciudad habían desenmascarado a Liu Shao-chi como el «Jruschov chino», y a Teng Hsiao-ping como «su fiel compañero de traición al proletariado». En este sentido, la victoria de febrero había logrado sepultar políticamente al grupo de Liu Shao-chi, pero, por otro lado, había dejado intacto el poder de la burocracia militar liderada por Lin Piao, y además ocupando militarmente los centros neurálgicos del paJs. La burocracia civil, en una retirada táctica, había tenido que sacrificar a Liu y Teng. La izquierda, por su parte, no había logrado su propósito principal, que era hacer surgir de la insurrección una nueva forma de poder «democrático revolucionario» que 257 9.- CHINA

impidiera el manejo de la burocracia civil-militar. En este aspecto, se puede afirmar que la izquierda también había hecho una retirada táctica en los primeros meses de 1967. Retirada que le sería fatal. El 1 de mayo de 1967 fue el propio Mao Tse-tung quien se encargó de hacer una especie de «informe resumen» de lo ocurrido hasta ese momento, en su discurso a una delegación militar albanesa que visitaba Pekín (el texto fue editado por los guardias rojos, más tarde, y recogido por los organismos de inteligencia de Estados Unidos en Miscellany of Mao Tse-tung Thought, 1949-1968).21 Vale la pena conocer un resumen de ese discurso de Mao: «La gran revolución cultural proletaria de China comenzó en el invierno de 1965 con la crítica de La destitución de Jai Rui hecha por el camarada Yao Wen-yuan. En ese momento, ciertos departamentos y ciertas localidades en este país nuestro estaban dominados por el revisionismo... Entonces sugerí a la camarada Chiang Ching que organizara [la publicación de] ciertos artículos para criticar La destitución de Jai Rui. Pero ésa era una tarea imposible de cumplir en esta metrópoli roja, y no hubo otra alternativa que ir a Shanghai para organizarla. Finalmente fue escrito un artículo. Lo leí tres veces y lo consideré básicamente correcto, por eso dejé que la camarada Chiang Ching lo llevara de vuelta para su publicación. Sugerí que algunos de los camaradas dirigentes del comité central lo leyeran, pero la camarada Chiang Ching sugirió [a su vez]: "El artículo puede ser publicado tal como está, y no creo que haya ninguna necesidad de pedir que lo lean el camarada [Chu] En-Lai y el camarada Kang Sheng". »El camarada Lin Piao interrumpió diciendo: "Algunas personas dicen que el camarada Mao Tse-tung utilizó una facción para combatir a otra facción. Pero ahora todos los camaradas de la dirección central tienen prestigio entre las masas revolucionarias, y todos ellos fueron instruidos de antemano por el presidente Mao sobre la gran revolución cultural, y por eso no cometieron errores. Yo pienso que la gran revolución cultural proletaria es un examen sin examen, y quienquiera que siga estrechamente el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung es un revolucionario proletario. Por eso siempre he sostenido que el pensamiento Mao Tse-tung debe ser puesto en práctica tanto cuando lo comprendemos como cuando temporalmente no lo comprendemos"». Esta parte del discurso de Mao y la interrupción de Lin Piao 258

son de extraordinario interés porque señalan: primero, que Chiang Ching no colocaba a Chu en el grupo «rebelde proletario» del comité central, ni tampoco a Kang Sheng; segundo, que Mao había estado de acuerdo con la «sugerencia» de su esposa; y tercero; que Un Piao seguía luchando por imponer su papel de «supremo sacerdote» del pensamiento Mao Tse-tung, para llegar a hacerse de todo el poder. «Después que se publicó el artículo de Yao Wen-yuan, la mayoría de los periódicos del país lo editaron, pero no fue publicado ni en Pekín ni en Junan. [No está de más recordar que en Junan, el actual presidente del partido, Hua Kuo-feng, estaba a cargo de la dirección provincial en la época.] Más tarde insinué que debía ser publicado un panfleto, pero recibí cerrada oposición. El artículo de Yao Wen-yuan era solamente la señal para la gran revolución cultural proletaria. Por eso, en el comité central, estaba especialmente ocupado en hacer el esquema de la circular del 16 de mayo. A causa de que el enemigo estaba especialmente sensitivo, nosotros sabíamos que tomaría algunas medidas una vez que la señal fuera dada aquí. Por supuesto, nosotros también teníamos que tomar nuestras propias medidas. Esta circular había sido muy precisa en mostrar la cuestión de la línea y la cuestión de las dos líneas. En ese momento, la mayoría no estaba de acuerdo con mi punto de vista, y me dejaron solo por un tiempo. Dijeron que mis puntos de vista estaban pasados de moda, así que me vi obligado a presentarlos para la discusión en la XI sesión plenaria del VIII comité central del partido. Después de algún debate gané el apoyo de poco más de la mitad de los camaradas. Todavía había muchas personas que no estaban de acuerdo conmigo... El énfasis fue en la crítica a la línea burguesa reaccionaria que había estado siendo aplicada... y esto resultó en la aparición en público de contradicciones dentro del partido. Aquí me gustaría mencionar otro problema, el de que las amplias masas de obreros y campesinos, y el núcleo de los cuadros del partido y de la liga fueron engañados durante el proceso de criticar la línea reaccionaria... Puesto que las masas de obreros y campesinos están dedicadas al trabajo productivo real, naturalmente saben muy poco acerca de las condiciones que hay en los escalones superiores. Más todavía, la gran mayoría de los núcleos de cuadros del partido y la liga tienen sincera devoción por el partido y amor ilimitado por los cuadros del partido, y en cambio los "dirigentes seguidores del camino capitalista" enarbolaron la bandera 259

roja para oponerse a la bandera roja. Por esta razón, fueron tan engañados que durante un largo tiempo no pudieron zafarse de sus errores, pero hubo factores históricos detrás de todo esto... Aunque fueron los intelectuales y las amplias masas de jóvenes estudiantes quienes lanzaron la crítica a la línea reaccionaria burguesa, fue responsabilidad de los amos de esta época, las amplias masas de obreros, campesinos y soldados, el servir como fuerza principal para completar la revolución una vez que «la tormenta de enero» [se refiere a la insurrección en Shanghai] tomó el poder. Los intelectuales han sido siempre veloces en alterar su percepción de las cosas, pero, a causa de las limitaciones de su instinto, y porque carecen de un carácter verdaderamente revolucionario, son a veces oportunistas.» En seguida Mao divide, «desde el punto de vista de la política y la estrategia», toda la revolución cultural en «cuatro etapas». Explica que la primera, de noviembre de 1965 a agosto de 1966, fue «primordialmente una etapa de movilización», que la segunda fue desde agosto de 1966 hasta la «tormenta de enero» (de 1967), pero no le da calificación; que la tercera etapa fue de enero a marzo, y la cuarta desde marzo en adelante. «Durante la tercera y la cuarta etapas, la cuestión de tomar el poder fue 10 principal.» Después se extiende de modo bastante «patriarcal» sobre el problema de los «sucesores». «Intenté originalmente adiestrar algunos sucesores de entre los intelectuales, pero esto ahora se demuestra como impracticable. Me parece que la concepción del mundo de los intelectuales, incluyendo aquellos jóvenes intelectuales que están todavía recibiendo educación en las escuelas, y los de dentro y fuera del partido, es básicamente burguesa. Esto €)s así porque en más de diez años desde la liberación, los círculos culturales y educacionales han estado dominados por el revisionismo, y de este modo la ideología burguesa ha ingresado en su sangre.» No necesita mucha aclaración el silogismo de que el buró político ,controla al país, los intelectuales controlan el buró pulítico, como los intelectuales son burgueses en su concepción del mundo, la revolución china está controlada por una concepción burguesa del mundo. Lo grave de la afirmación de Mao es su, fecha: mayo de 1967, en el mismo momento en que la propaganda ~Iel partido proclamaba la «victoria de la revolución cultural». El discurso se desliza después hacia un nuevo aspecto. «Ahora me gustaría preguntarles algo: ¿Cuál dirían ustedes que es la meta de la gran revolución cultural? (Algunos asisten260

tes responden: "Luchar contra los dirigentes seguidores del camino capitalista".) La lucha contra los dirigentes seguidores del camino capitalista es la tarea principal, pero de ninguna manera la meta. La meta es resolver el problema de la concepción del mundo; es la cuestión de extirpar las raíces del revisionismo. ¿Cómo podría llamarse una victoria la gran revolución cultural proletaria si no se transforma la concepción del mundo? Si no se transforma la concepción del mundo, aunque haya 2.000 dirigentes seguidores del camino capitalista en esta gran revolución cultural, habrá 4.000 la próxima vez. El costo de esta gran revolución cultural ha sido muy grande, y aun cuando la cuestión de la lucha entre las dos clases y los dos caminos no se puede resolver con una, dos, tres o cuatro grandes revoluciones culturales, esta gran revolución cultural deberá consolidar las cosas por una década a lo menos.» Estas últimas frases parecen confirmar la idea de que en ese momento el maoísmo había llegado a la conclusión de que la «revolución» lanzada por ellos a partir de noviembre de 1965 había terminado, y estaban dispuesto a esperar una nueva coyuntura para lanzar un nuevo ataque contra el resto de la burocracia civil-militar. Eso también tiende a hacer más clara la sorpresa y la falta de preparación con que la izquierda recibió la nueva erupción rebelde de mediados de 1967 y que no supo aprovechar, perdiendo después de ella toda posibilidad de volver a intentar una insurrección de masas. Más que eso, el siguiente párrafo del discurso de Mao revela también que había perdido la confianza en el movimiento de la guardia roja, a cuyos componentes define como «pequeños generales». «Afirmo que el espíritu revolucionario de los pequeños generales revohfcionarios es muy grande, y que eso es excelente. Pero ellos no pueden saltar al escenario hoy día, porque si lo hacen serán expulsados del escenario mañana. Pero estas palabras mías fueron filtradas fuera por la propia boca de un viceprimer ministro, y esto es altamente inapropiado. En lo que concierne a los pequeños generales, es un problema de nutrirlos y adiestrarlos. En un momento en que han cometido ciertos errores, utilizar tales palabras sólo servirá para aplastar su espíritu. Algunos dicen que las elecciones son muy buenas y muy democráticas. Yo creo que las elecciones son sólo fantasía, y no creo que haya eleciones genuinas. Yo he sido elegido por el distrito de Pekín como su representante en la Asamblea Popular Nacional, pero, ¿cuántos en Pekín realmente me entienden? Creo 261

que Chu En-lai fue nombrado primer ministro por el comité central. Otros dicen que China es profundamente pacífica, pero no estoy seguro del tamaño de esa profundidad. Yo creo que los chinos son combatientes.» Finalmente, el último párrafo del discurso, que reafirma la tesis de que en mayo de 1967 la izquierda había dado por terminada la insurrección de las masas desatada 19 meses antes. «La cuarta etapa de esta gran revolución cultural es la etapa crucial de la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas. De este modo se necesitará un período relativamente más largo para. arreglar la crítica de masas. Esto se está discutiendo todavía por el grupo de la revolución cultural subordinado al comité central. Algunos estiman que a fines de este año será un tiempo apropiado para esto, y otros que mayo del próximo año. En todo caso, el tiempo deberá conformarse a las leyes de la lucha de clase.» Pero las cosas iban a tomar un camino muy diferente. La situación en mayo de 1967 se podría definir esquemáticamente así: una izquierda frustrada en sus intentos de ganar todo el poder por medio de una guerra civil que fue detenida por el ejército cuando estaba naciendo; una derecha dividida en dos bandos (Un y Chu), vislumbrando la posibilidad de aprovechar el tiempo de «insurrección» para ganar el liderato total. En suma, una inestable situación política. El derrumbe El 18 de mayo de 1967, «Renmin Ribao» publicó la Circular ael 16 de mayo de 1966, en lo que parece una maniobra de algún sector de la izquierda por reactivar la insurrección agonizante. El efecto fue fulminante; decenas de miles de guardias rojos salieron a las calles a exigir «juicio al archirrenegado» Uu Shao-chi y a pedir explicaciones a la «dirección central por el viraje a la derecha desde la tormenta de enero». En las calles de Pekín comenzaron a aparecer dazibaos exigiendo de nuevo la comuna de Pekín, la comuna de China, y la purga de «todos los dirigentes seguidores del camino capitalista», incluyendo «al más altamente colocado» (referencia directa a Chu En-lai). Al mismo tiempo, la lucha en provincias se hizo más violenta, y en algunos casos, como el de la provincia de Jupei (capital Wujan), estalló un motín armado en los primeros días de 262

junio, el cual fue aplastado con la acción combinada de la fuerza aérea (paracaidistas) y la infantería transportada por el río Yangtze por la marina. En general, las insurrecciones militares de provincia tenían como objetivo «poner orden en el reino» contra los guardias rojos (ahora no sólo estudiantes, sino obreros y campesinos en muchos casos). Los guardias rojos asaltaban cuarteles militares para ocupar las armas, y en estas luchas murieron miles de soldados y decenas de miles de civiles. El motín de Wujan dio pretexto para que algunas organizaciones de guardias rojos lanzaran la consigna de «buscar a dirigentes seguidores del camino capitalista en el ejército». La campaña, en junio y julio, tomó la estructura de una ópera tragicómica: fue apoyada por la izquierda, en un esfuerzo tal vez desesperado por desmontar la oficialidad linpiaoísta y chuenlaísta y reemplazarla por mandos medios.. Una especie de revolución de los sargentos. Fue apoyada también por Un Piao, para aprovecharla como pretexto para purgar a los oficiales chuenlaístas; y también fue apoyada por Chu En-lai con el propósito contrario. Pero el movimiento insurreccional de las masas sobrepasó el dominio de los tres grupos en pugna y se desató en un verdadero motín popular sin dirección política. En agosto de 1967 los tres grupos se unieron para impedir la «revolución cultural en el ejército», y de ello salió fortalecido el grupo de Un Piao, que logró colocar fuera de circulación al jefe del estado mayor, el general de división Yang Chen-wu, y al director del departamento político general del ejército, el general de división Siao Jua, ambos chuenlaístas (no fue sorpresa para nadie que, en agosto de 1977, ambos generales fueran rehabilitados por el XI Congreso, y nombrados como titulares del comité central, ya que la burocracia civil-militar heredera del liderato de Chu En-lai había ganado la partida diez años más tarde). Para liquidar políticamente a los generales Yang y Siao, el bando linpiaoísta se valió de uno de los episodios más oscuros de esta etapa de la revolución cultural: la formación de un grupo «rebelde» llamado 16 de Mayo, al cual se acusó de ser responsable de todos los desastres ocurridos en ese período, incluyendo el incendio de la embajada británica en Pekín el 22 de agosto de 1967. Este grupo sería calificado de «ultraizquierdista y contrarrevolucionario», y de ser protegido por miembros del buró político (en 1971, después del asesinato de Un Piao, se explicó oficialmente que éste y Chen Po-ta habían sido sus protectores). ¡Pero los generales Yang y Siao fueron destituidos a 263

principios de 1968 por ser miembros de este grupo! Y su rehabilitación en el XI Congreso del partido señala la poca seriedad de los documentos oficiales del partido chino. Una dimensión de lo que estaba ocurriendo lo dan los extractos de las conversaciones de Mao Tse-tung durante sus giras de inspección por las zonas norte, centro-sur y este, en julio, agosto y septiembre de 1967. Su texto se puede encontrar en Miscellany al Mao Tse-tung Thought, en las páginas 463 y siguientes. En la provincia de Kiangsi: Mao pregunta al jefe militar quién proporcionó una inmensa cantidad de armas, ya decomisadas, a los insurrectos de derecha en la provincia. Respuesta: «Estos rifles fueron dados a los conservadores por el sub distrito militar y el comando de la milicia popular». Después, refiriéndose a una fracción derechista de Fuchov que tenía bajo su control armado a nueve distritos, dice Mao: «Juzgando por eso, creo que están tratando de expandir su influencia por medio de un ataque [militar] a Nanchang. ¿Cuál es la naturaleza de este problema?» Responde el encargado: «Rebelión militar...». Comenta Mao: «Su naturaleza es rebelión, y un ataque por sorpresa, sin duda. Se dice que no hay una guerra civil en China, pero yo pienso que esto es una guerra civil, no una guerra externa. J:!sta es una lucha armada, no una lucha cultural. En Kanchou, Chinan y en Ichun y otros lugares, ha sido puesto en práctica el control [militar] rural. De cada equipo de producción ha sido puesta en las filas del ejército una persona. De cada brigada de producción, diez o más personas están bajo mando militar. Se están usando métodos compulsorios. A los militarizados se les está dando puntos de trabajo, y cada uno recibe 60 centavos diarios [más del doble del ingreso campesino per cápita]. Ahora las zonas rurales están rodeando a las ciudades; pienso que esta situación no puede seguir permitiéndose». En Shanghai: habla Chang Chun-chiao y dice que «hay personas que se oponen a nosotros porque también nos estamos inclinando a la derecha, diciendo que somos derechistas». Mao comenta que ha leído en un diario de la guardia roja «lo que se describe como emergencia en Nanchang, caída de Nankang y Lushan, terror blanco, control [militar] rural en Ichun, y lo que se conoce como las áreas rurales rodeando las ciudades. La tensión estuvo en su punto más alto en junio, julio y agosto». y agrega Mao: «Ahora hay personas instigando a los soldados a oponerse a sus superiores, y diciendo que mientras usted estd 264

recibiendo solamente seis yuanes al mes, los oficiales reciben mucho más y gozan del lujo de andar en automóviles». En la provincia de ¡unan: Mao comenta que «ambas facciones están compuestas de obreros. Una facción es rebelde, y la otra conservadora. Los que son conservadores son engañados por sus superiores. No se puede reprimir a las masas que están siendo engañadas. Mientras más uno reprime, mayor es la resistencia. Nosotros mismos somos producto de la represión de Chiang Kai-shek. Después de la gran revolución [se refiere a 1927, presumiblemente] teníamos solamente varias decenas de miles de hombres. La represión de Chang Kai-shek nos dio esperanzas. Su represión produjo' de una vez 300.000 soldados del ejército rojo y 300.000 miembros del partido». A medida que la situación insurreccional se hacía más fragmentada; que las bandas armadas de campesinos dirigidos por ex terratenientes exigían la «verdadera democracia» desde sus aldeas fortificadas para enfrentar a los «demonios rojos»; que las masas de obreros y estudiantes de la izquierda eran reprimidas por dos lados: el aparato del partido, el ejército y la milicia por una parte, y los anticomunistas levantados en armas por la otra; en la cúpula del partido, la doble alianza Mao-Lin se transformaba en la triple alianza Mao-Lin-Chu, en un esfuerzo conjunto por mantener en pie la estructura básica del edificio administrativo y productivo, empujando la formación de organismos de poder provincial y todos los niveles restantes -hasta el básicobasados en la «triple alianza». El primero de octubre de 1967, para celebrar los 18 años de la república, fue de nuevo Lin Piao quien pronunció el discurso oficial en la plaza central de Pekín. Un texto destinado a convencer a los no convencidos de que la insurrección había terminado. «Centenares de millones de componentes de las masas populares se han movilizado... Desde los niños de corta edad hasta los ancianos canosos, todo el mundo se preocupa por los asuntos del Estado... Bajo la dirección del comité central del partido, con el presidente Mao a la cabeza, han hecho morder el polvo al puñado de dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido, encabezados por el Jruschov chino, derribándolos en todos los frentes... Nuestra gran revolución cultural proletaria ha obtenido la victoria decisiva... En la historia del movimiento comunista internacional, ésta es la primera gran revolución iniciada por el propio proletariado en un país bajo la dic265

tadura del proletariado. Nuestra tarea más importante es [oo.] consolidar y fomentar la gran alianza revolucionaria y la "integración triple" revolucionaria... Debemos desplegar una campaña para apoyar al ejército y preocuparse del pueblo.» Desde el 27 de agosto, Lin Piao, de acuerdo con Chu y Mao, había ordenado al ejército no entregar armas a quienes trataran de quitárselas... ¡Y disparar sobre los amotinados! China estaba bajo ocupación militar desde hacía un mes. Y en las calles de Pekín se podían leer dazibaos, rápidamente arrancados por soldados del EPL, que anunciaban que «la izquierda revolucionaria debe irse al campo a organizar la guerra de guerrillas contra los contrarrevolucionarios que están en el poder»... O, muy oblicuamente, «hay líderes que traicionan al pueblo, pero el pueblo no se traiciona a sí mismo», en referencia a Mao Tse-tung. Un año más tarde, el 1 de octubre de 1968, nueva contradicción en las palabras, hecho tan habitual en la dirigencia burocrática china. El mismo Lin Piao, en su discurso del XIX aniversario de la república, dice que «actualmente, la gran revolución cultural proletaria de nuestro país ha conquistado grandes victorias. Han sido establecidos los comités revolucionarios en 29 provincias, municipios y regiones autónomas de todo el país, excepto la provincia de Formosa. Ha caído completamente en bancarrota la conspiración contrarrevolucionaria del Jruschov chino y el puñado de sus agentes en los diversos lugares, encaminada a restaurar el capitalismo». Es decir, hasta ese momento la revolución cultural ya había terminado dos veces, por lo menos: en mayo de 1967 y en octubre del mismo año, pero en octubre de 1968 seguía sin terminar. Trece días más tarde se inaugura la XII sesión plenaria del VIII comité central, que terminaría el 31 de octubre, poniendo fin a la vida política de Liu Shao-chi, expulsándole del partido, y, lo más importante, derrumbando el contenido político original de la revolución cultural; es decir, ser una insurrección de las masas revolucionarias contra una nueva clase opresora, contra la burocracia civil-militar, definida como los dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido. En vez de eso, el documento aprobado en la sesión habla de que el informe de la comisión investigadora de los crímenes de Liu Shao-chi «demuestra con plenas pruebas que el número uno de los dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido, Liu Shao-chi, es un renegado, agente enemigo y vendeobreros que se había escondido en el partido, y un lacayo del 266

imperialismo, el revisionismo contemporáneo y los reaccionarios del Kuomintang». Es decir, un paso atrás en el desarrollo de la experiencia revolucionaria del partido. Se esconde la realidad de que los nuevos opresores se forman entre los miembros del partido con pasado limpio, a causa de las nuevas relaciones de producción, y se plantea el problema a nivel policial de búsqueda de <
pensamiento Mao Tse-tung; a nivel de lucha de masas, los obreros, campesinos y estudiantes que se rebelaron contra la burocracia, que habían sufrido el abandono de sus líderes y la brutál paliza del ejército, la policía y los contrarrevolucionarios..., enterraban a sus muertos . en silencio y tal vez recordando con ira. Desde esa fecha, hasta la realización del IX Congreso del partido, o sea, una etapa de cinco meses, el centro de la disputa política se trasladó a la formaciÓn de equipos administrativos en provincias y la capital, en el gobierno central y el aparato del partido, los cuales reflejaban, en su composición, la sorda lucha por el poder entre los nuevos bandos aliados, Chu y Lin, y el repliegue de la izquierda. El trauma

soviético

El argumento principal con que la derecha del partido, incluyendo sus fracciones chuenlaísta y linpiaoísta, había logrado unificar el criterio contrarrevolucionario en el seno del comité central y en el cuerpo de generales, se estructuraba en tomo a la «seguridad nacional» amenazada por la insurrección del pueblo contra la burocracia civil-militar. A mayor caos político-administrativo-social provocado por la revolución cultural, mayor peligro de un ataque contra China de Estados Unidos y de la Unión Soviética. Y, además, su criterio visualizaba una «alianza» Estados Unidos-Unión Soviética para atacar a China. En la XII sesión plenaria del VIII Congreso, celebrada el 31 de octubre de 1968, el comunicado oficial ponía el tema con el clásico estilo oblicuo del partido de «desprecio estratégico» al definir a los enemigos que más teme en un momento dado: «Los' imperialistas encabezados por EEUU y los revisionistas contemporá.

neos acaudillados por la camarilla renegada revisionista soviética se debaten en múltiples contradicciones, están desintegrándose, son acosados por dificultades internas y externas, se encuentran en un callejón sin salida y quedan sometidos cada vez más a un aislamiento sin precedentes... El imperialismo yanqui y el revisionismo soviético se confabulan y pelean al mismo tiempo, en su vano intento de hacer un nuevo reparto del mundo. En su guerra de agresi6n contra Vietnam, el imperialismo yanqui ha contado con el consentimiento tácito y el apoyo del revisionismo soviético. A su vez, la camarilla renegada revisionista 268

soviética ha obtenido el consentimiento tácito y el apoyo del imperialismo yanqui al enviar sus tropas a ocupar flagrantemente Checoslovaquia... a pesar de las basuras que los imperialistas yanquis y los revisionistas soviéticos colecten para organizar una "Santa Alianza" antichina y contrarrevolucionaria, lo que hagan sólo les significará levantar una piedra para dejada caer sobre los propios pies. No estamos aislados de ningún modo». En suma, el razonamiento era a dos niveles: nivel uno, la alianza Washington-Moscú pone un peligro de ataque militar real contra Pekín, y por lo tanto hay que posponer la revolución; nivel dos, hay que romper la alianza antichina trayendo al campo chino ya sea a Moscú (tesis sustentada más tarde por el grupo de Lin Piao), ya sea a Washington (tesis del grupo de Chu En-lai). La izquierda maoísta, por su parte, mostrando una falta de audacia revolucionaria que no mostró la izquierda leninista en Rusia en 1917 -cuando lanzó la revolución a pesar de la amenaza contra Rusia como nación motivada por la invasión alemana en una guerra europea generalizadase hizo cómplice de estos criterios de la burocracia civil-militar, sumándose a la tesis de Chu En-lai con respecto al nivel dos. El 2 de marzo de 1969, treinta días antes de la inauguración del IX Congreso; estalló un grave incidente bélico en la frontera chino-soviética del noreste de China, el cual, sospechosamente, sirvió de adecuado material de propaganda para la derecha china en su embestida final para derrotar a la izquierda insurrecta en la revolución cultural. A todo lo largo de la frontera chinosoviética, que cubre varios miles de kilómetros, los incidentes habían sido algo cotidiano a partir de la ruptura ideológica en . 1960. Según estadísticas chinas, por ejemplo, entre 1963 y 1968 hubo más de cuatro mil problemas fronterizos con los soviéticos (un promedio de casi dos por día), algunos incluyendo graves hechos como la ayuda militar soviética con sus unidades blindadas a casi 100.000 habitantes de la zona de Sinkiang, que se fugaron hacia el lado soviético en 1961 y 1962. Sin embargo, ninguno de esos incidentes había dado origen a una batalla campal como ocurrió el 2 de marzo en la isla china de Chenpao, en medio del río Usuli (Amur, para los soviéticos), al norte de Vladivostok por el lado soviético, y al este de Jarbin por el lado chino. El incidente de la isla Chenpao ocurrió en el mo.mento y con la magnitud necesarios para apoyar a la derecha 269

china en su criterio de que antes que la revolución está la obligación de enfrentar la amenaza militar soviética. La isla Chenpao es una de las docenas de islas del río Usuli que están en disputa fronteriza, y por lo tanto son patrulladas por guardias fronterizos de ambos países. A las once de la mañana del 2 de marzo de 1969, un bote pesquero chino atracó en las playas de la isla y los guardias fronterizos soviéticos hicieron disparos de advertencia para que se alejara. Los guardias fronterizos chinos también dispararon... y, de improviso, estalló el infierno: disparos de granadas, ametralladoras, cañones, carros blindados y tanques. Más de mil obuses estallaron en el lado chino entre las doce y las quince horas. Hubo docenas de muertos. La batalla se reanudó el 14 y el 15 de marzo, con un duelo de artillería que prácticamente barrió las posiciones chinas. El 16 de marzo, el sistema de radioemisión soviético para China anunció que «si los belicistas de Pekín continúan atacando nuestras fronteras, el pueblo soviético se verá obligado a utilizar el equipo de cohetes nuclares estratégicos para detener a los dementes racistas maoístas». El estado de «preguerra» entre ambos países se hizo más intenso en mayo, junio, julio y agosto de 1969, cuando los encuentros fronterizos armados se extendieron a toda la frontera chinosoviética, y la población china era informada de que «un millón de soldados, incluyendo 6 divisiones blindadas» se disponían a invadir el país por Sinkiang, teniendo como meta la ocupación de las instalaciones atómicas de Lop Nor. En octubre de 1969, cuando comenzaron las conversaciones en Pekín entre el viceministro de relaciones exteriores chino Chiao Kuan-jua, y su equivalente soviético Kuznetsov, la tensión bélica se relajó, hasta volver a los niveles «normales» a comienzos de 1970. Sin embargo, el período marzo-agosto de 1969 marca el nacimiento del «trauma soviético» en la dirección china, una especie de pánico a un ataque atómico de la Unión Soviética... Y, por lo mismo, entre los que pensaban como Chu En-lai había crecientes «simpatías» por la amistad militar protectora con Estados Unidos, y entre los que razonaban como Un Piao y la mayoría del estado mayor del EPL, las había por la necesidad de establecer negociaciones «estabilizadoras» con los soviéticos. Bajo el impacto psicológico del incidente de la isla Chenpao se realizó el IX Congreso del partido, y tal vez por eso no hubo señales visibles de sorpresa ante la brutal militarización organizativa e ideológica del nuevo comité central. 270

El congreso comenzó el 1 de abril, con la lectura del informe político por el mariscal Un Piao. El 14 de abril fueron aprobados ese informe y la reforma de los estatutos del partido, y el 24 de abril se eligió el nuevo comité central. Todo esto lo hicieron 1.512 delegados, que habían sido elegidos «a dedo» por la dirección del partido. En el lenguaje en clave de los comunicados chinos, esto se expresa así: «Los delegados fueron escogidos por acuerdo unánime a través de plenas consultas democráticas efectuadas por las organizaciones del partido a diversos niveles y después de haberse escuchado ampliamente las opiniones de las grandes masas...». La prueba de que los delegados estaban manejados por la cúpula gobernante la da el hecho estadístico de que la composición del nuevo comité central no refleja la composición de la militancia del partido en estos momentos. Los delegados salieron de más o menos 25 millones de militantes, que se descomponían así: Miembros del EPL: casi 0,4 %. Obreros y campesinos: casi 70 %. Burócratas civiles: alrededor de 30 %. Sin embargo, los 279 miembros del nuevo comité central (170 titulares y 109 suplentes), tenían esta otra composición: Miembros del EPL: 50 %. Obreros y campesinos: 23 %. Burócratas civiles: 27 %. Es decir, que la burocracia civil-militar, que en la militancia del partido representaba poco más de 30 %, había logrado una presencia de 77 % en el comité central, organismo de gobierno de toda la sociedad china. Y, al revés, los obreros y campesinos, supuestos dueños del país, que representaban en el partido casi 70 % de la militancia, habían logrado una exigua minoría de 23 % en el organismo de dirección superior. El propio comunicado de prensa del 1 de abril agrega otro matiz de surrealismo político para este hecho, cuando expresa: «Entre los delegados, es tan grande el número de obreros industriales provenientes de las fábricas, minas y empresas, de campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior procedentes de las comunas populares, y de mujeres venidas de los 271

diversos frentes, que no tiene precedentes en los anteriores congresos de nuestro partido». De los 140 miembros del anterior comité central, el del VIII Congreso realizado en 1956, sólo 57 -o sea, 40 % más o menosfueron reelegidos para este nuevo organismo superior, y su número se aumentó a 279; es decir, se dobló. De éstos, 40 eran generales a cargo de organismos militares nacionales, 44 generales a cargo de regiones y distritos militares, 56 altos oficiales de distintos rangos, 75 burócratas civiles, y 64 obreros y campesinos. De estos últimos, 30 eran obreros, lo que significa menos de 11 %. Cuando el día 28 de abril se eligió el buró político de este IX comité central, en la I sesión plenaria del recién elegido CC, su composición se distinguió aún más como reflejo anormal de la composición del partido: 48 % miembros del EPL, y 52 % miembros de la burocracia civil. De los 26 miembros del buró político que había aprobado el inicio de la revolución cultural en agosto de 1966 (XI sesión plenaria del VIII comité central) sólo fueron reelegidos 12. De ellos, tres seguidores de Lin Piao, cinco seguidores de Chu En-lai y cuatro de Mao Tse-tung. Pero esta relación de fuerzas se modificó en favor de Lin y Chu, en el nuevo buró político, ahora de 25 miembros. Sus miembros eran los siguientes: Comité permanente Mao Tse-tung: presidente del comité central; reelegido. Lin Piao: vicepresidente del comité central, ministro de defensa y comandante en jefe del EPL; reelegido. Chen Po-ta: intelectual miembro del grupo de la revolución cultural, partidario de Lin Piao; reelegido. Chu En-lai: primer ministro del Consejo de Estado; reelegido. Kang Sheng: encargado del grupo de la revolución cultural, vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional, responsable de los organismos de Seguridad Pública, maoísta; reelegido. Titulares Ye Chün: esposa de Lin Piao, jefe del despacho de su marido. Ye Chien-ying: mariscal, vicepresidente de la comisión militar del CC, chuenlaísta; reelegido. 272

Lu Po-cheng: mariscal, vicepresidente de la comisión militar, chuenlaísta; reelegido. Chiang Ching: esposa de Mao, asesora del grupo de la revolución cultural, encargada de arte y literatura en el EPL. Chu Te: mariscal, presidente de la Asamblea Popular Nacional, vicepresidente de la comisión militar, maoísta; reelegido. Sü Shi-you: comandante de la región militar de Nankin, jefe del gobierno provincial de Kiangsu, chuenlaísta. Chen Si-lien: comandante de la región militar de Shenyang, jefe del gobierno provincial de Liaoning, chuenlaísta. Li Sien-nien: viceprimer ministro, chuenlaísta; reelegido. Li Tsuo-peng: subjefe del estado mayor general del EPL, comisario político de la marina, linpiaoísta. Wu Fa-sien: subjefe del EMG del EPL, comandante en jefe de la fuerza aérea, linpiaoísta. Chang Chun-chiao: miembro del grupo de la revolución cultural, comisario político de la región militar de Nankin, primer secretario del partido de Shanghai, jefe del gobierno municipal de Shanghai, maoísta. Chiu Jui-tsuo: subjefe del EMG del EPL, linpiaoísta. Yao Wen-yuan; secretario del partido en Shanghai, vicejefe del gobierno municipal de Shanghai, miembro del grupo de la revolución cultural, maoísta. Juang Yung-sheng; jefe del EMG del EPL, linpiaoísta. Tung Pi-wu: vicepresidente de la República Popular China, maoísta; reelegido. Sie Fu-chi; viceprimer ministro, presidente del comité municipal de Pekín, ministro interino de seguridad pública, chuenlaísta; reelegido. Suplentes Chi Teng-kui:

primer

comisario

político de la región militar .

Pekín, chuenlaísta. Li Süe-feng:

vicepresidente

linpiaoísta; reelegido.

de la Asamblea .

Popular

de

Nacional,

Li Te-sheng: presidente del gobierno de la provincia de Anjui, responsable del departamento político general del EPL, chuenlaísta. Wang Tung-sing: comandante de la unidad militar 8341 (15 mil hombres en Pekín, guardia del CC y del gobierno central), director (le la oficina general del comité central (encargada 273

del control de los cuadros y la documentación del partido), y jefe del Servicio de Inteligencia Militar, chuenlaísta. En suma, en el buró político las fuerzas quedaron repartidas así: maoístas siete personas; linpiaoístas, ocho; y chuenlaístas, diez. Al comparar esta división de fuerzas con la existente en los 170 miembros titulares y los 109 suplentes del IX comité central, se puede comprobar que en el buró político las fuerzas de Lin Piao estaban infladas respecto a su representación en el comité central; las de Mao correspondían a la realidad, y las de Chu estaban subrepresentadas. El cuadro que sigue da las comparaciones: IX comité

170 21 Miembros titulares: 51 o sea, Mao Tse-tung: Lin Piao 44 Chu En-lai 75 109 Miembros suplentes: 28 o sea, Mao Tse-tung: 34 Lin Piao 47 Chu En-lai Totales

del comité

central

Mao Tse-tung: Lin Piao Chu En-lai

Buró político

(Estimaciones)

central

79 o sea, 78 122

30% 26% 44% 26 % 31 % 43 %

7 7 7 4 O 1 3

o sea,

33 % 33 % 33 %

o sea,

25 % 75 %

Del buró político 28 % 7 28 % 8 44 % 10

o sea,

28 % 32 % 40%

En el informe político al Congreso, leído por Lin Piao el 1 de abril de 1969, y «aprobado» el 14 del mismo mes, el ejército adquirió una posición que le hacía por lo menos equivalente al partido, y en algunos aspectos superior. En la página 51 de la versión oficial en idioma español del informe, se lee: «El Ejército Popular de Liberación es el firme pilar de la dictadura del proletarido. El presidente Mao ha señalado en muchas ocasiones que, según el punto de vista marxista, el principal 274

componente del Estado es el ejército. El Ejército Popular de Liberación de China, fundado y dirigido personalmente por el presidente Mao, es un ejército de los obreros y campesinos, un ejército del proletariado. Ha hecho grandiosos e históricos méritos en la lucha por derribar las tres grandes montañas: el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, en la defensa de la patria, en la guerra de resistencia a la agresión norteamericana y de ayuda a Carea, así como en la lucha por frustrar la agresión del imperialismo, el revisionismo y la reacción. En la gran revolución cultural proletaria, gran número de mandos y combatientes han tomado parte en el trabajo de ayudar a la industria y la agricultura, apoyar a las grandes masas de la izquierda, ejercer control militar y dar instrucción política y militar, y representantes del ejército han participado en la triple integración. Como resultado de esto, el ejército se ha templado en la lucha de clases, ha forjado estrechos vínculos con las masas, promovido su revolución ideológica y prestado nuevos servicios meritorios al pueblo». Pero la «cuenta» que debieron pagar los seguidores de Mao Tse-tung en su alianza con el mariscal Lin Piao para tratar de limpiar el partido de la costra social formada por la burocracia civil-militar alcanzó límites mucho más extensos que la simple formulación teórica de que el «Ejército Popular de Liberación es el firme pilar de la dictadura del proletariado». El jefe de las fuerzas armadas fue nombrado «sucesor» de Mao Tse-tung, al más puro y clásico estilo de las casas reales e imperiales. En el capítulo I de los estatutos del partido comunista de China «aprobados por el IX Congreso nacional... el 14 de abril de 1969», se lee: «El camarada Lin Piao es el íntimo compañero de armas y el sucesor del camarada Mao Tse-tung». y en el comunicado final del Congreso, publicado el 24 de abril de 1969, queda bien establecido cómo el ejército había pasado a ser la instancia máxima, incluso sobre la clase obrera, en este peculiar estado de dictadura del proletariado edificado en China. Al finalizar el documento, se señala: «El IX Congreso nacional del partido comunista de China dirige sus calurosos saludos revolucionarios proletarios a la clase obrera, a los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior, a los guardias rojos, a los cuadros revolucionarios y a los intelectuales revolucionarios de todo el país, que han hecho destacadas contribuciones a la gran revolución cultural proletaria, y a los mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación, 275

que han hecho grandes méritos en la defensa del sagrado territorio de la patria y en el trabajo de ayudar a la industria y la agricultura, apoyar a las grandes masas de la izquierda, ejercer control militar y dar instrucción política y militar». Cuatro días más tarde, en la primera sesión plenaria del nuevo comité central, el propio Mao Tse-tung hizo una especie de discurso informal de resumen, el cual fue grabado en cinta magnetofónica, y más tarde copiado sin el permiso de Mao y filtrado al exterior para los periódicos de guardias rojos, ya perseguidos como hojas «contrarrevolucionarias» por la policía de seguridad. Yo quiero citar algunos párrafos para hacer notar la forma errática, anticientífica y voluntaristacon que el jefe del partido abordaba algunos problemas en esos momentos. «Los revisionistas soviéticos nos atacan ahora. Algunas radioemisiones de la Tass y otras como el material [artículo]de Wang Ming y la larga arenga de '''Kommunist'', dicen que ya no somos un partido del proletariado, y nos llaman "partido pequeñoburgués". Dicen que hemos impuesto un orden monolítico y hemos vuelto al tiempo de las bases [de apoyo revolucionarias], lo que quiere decir que hemos retrocedido. ¿Qué es eso de haberse conve:¡;tido en monolítico? Dicen que es un sistema militar-burocrático. Según la terminología usada por los japoneses es un "sistema~'. En el vocabulario soviético es una "dictadura militarburocrática". Como ven que hay muchos militares en nuestras listas de personal [responsable] nos llaman "militar". En lo que concierne a la parte "burocrática", supongo que quieren apuntar a la partida de '''burócratas'' entre los que me cuento yo, . [Chú1 En-lai, .Kang Sheng y Chen Po-ta. En una palabra, a todos aquellos que no son militares se les supone pertenencia a la red burocrática, y nos llaman colectivamente "dictadura militarburocrática". Yo creo que hay que dejarles hablar. Pueden decir lo que quieran. Pero sus palabras tienen una característica: evitan ponernos la etiqueta de partido burgués, en vez de eso nos catalogan de "partido de la pequeña burguesía". Nosotros, por otro lado, decimos que ellos son una dictadura burguesa, y están restaurando la dictadura de la burguesía.» Después de esto, Mao no hace ningún esfuerzo por rebatir la afirmación soviética. Peor todavía, se queda en el argumento de «ellos son burguesía», nosotros somos pequeña burguesía: por lo tanto, ellos están p~or que 'nosotros. E inmediatamente

después, dos posiciones contradictorias cultural 276

había terminado

o no.

sobre si la revoluci6n

.

«Todavía hay cosas en esta revolución que no han sido completadas y hay que continuar con ellas. Por ejemplo: la luchacrítica-transformación. Tal vez tengamos que hacer otra revolución después de unos pocos años [...]. Parece esenCial que todavía haya que continuar desarrollando la gran revolución cultural proletaria. Nuestros cimientos no han sido consolidados. De acuerdo con mis observaciones, diría qu" no en todas las fábricas, no en una abrumadora mayoría de fábricas; pero en una gran mayoría de los casos la dirección no está en manos de los verdaderos marxistas, ni siquiera en manos de las masas de

obreros... » Tal vez estas palabras de Mao en abril de 1969 daban vigencia a la tesis soviética de «dictadura de la pequeña burguesía», a lo menos como problema válido para estudiar. «Ahora hemos entrado en las ciudades. Esto es una buena cosa. Si no hubiéramos entrado en las ciudades, Chiang Kai-shek estaría ocupándolas. Pero también es una mala cosa porque provoca el deterioro de nuestro partido. Por eso hay algunos extranjeros y periodistas que dicen que nuestro partido está siendo reconstruido. Nosotros también levantamos ese lema, pero lo llamamos rectificación y construcción del partido. De hecho, el partido necesita ser reconstruido. Cada comité necesita ser rectificado por las masas.» Nada de esto ocurrió. Apenas un año y medio más tarde, en noviembre de 1970, el primer ministro Chu En-lai decía al escritor Edgar Snow que 95 % de los miembros del partido antes de estallar la revolución cultural habían sido reintegrados. El proceso de «desrevolucionarización» duró hasta 1977, cuando, barrido el maoísmo del comité central, fueron reintegrados incluso quienes habían sido calificados de «traidores» por Mao Tse-tung, como es el caso del actual vicejefe del estado mayor general del EPL, Yang Cheng-wu, expulsado en 1968 y llevado al comité central en 1977. Mao Tse-tung, en el discurso de 1969 que estamos citando, dijo: «Tal vez nos hemos librado de la mayoría de los traidores y espías que se habían infiltrado entre nosotros. Antes, cuando teníamos una reunión, se filtraba de inmediato y los carteles de los guardias rojos lo publicaban sin demora. Desde que cayeron Wang Li, Kuan Feng, Chi Pen-yu, Yang Cheng-wu, Yu Li-chin y Chuang Tsung-pi, ya no tienen noticias sobre las sesiones del comité central».

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El asesinato Inmediatamente después de cerrado el IX Congreso del partido, con las fuerzas maoístas reducidas a elementos sospechosos de ultraizquierdismo, sobre todo porque cualquier esfuerzo por volver a poner en marcha la revolución se tomaba como sabotaje a los preparativos para enfrentar la guerra con los soviéticos, comenzó una carrera sin descanso por conseguir todo el poder entre Lin Piao y Chu En-lai. El primero tratando de hacer del ejército -flamante «pilar de la dictadura del proletariado»su base de apoyo, y el segundo, el aparato del partido, ganándoselo para su causa al proteger y rehabilitar a la inmensa mayoría de los criticados y derribados durante los años 1966, 1967, 1968. Pero, al mismo tiempo, Lin y Chu debían apoyarse entre sí para evitar cualquier resurgimiento de la revolución, y por eso los juicios sumarios, los fusilamientos, las torturas y los asesina tos comenzaron a ensanchar su presencia en la vida subterránea china, manejados por los aparatos de seguridad del ejército y del gobierno central. Tratando de debilitarse mutuamente y aplastar al enemigo común: los seguidores del maoísmo. De allí surgió el tema único de producir más y prepararse para la guerra, bajo la forma de un lema cuyo carácter contrarrevolucionario era evidente: «Aprender de Taching en la industria, de Tachai en la agricultura, y el pueblo de todo el país aprender del Ejército Popular de Liberación». El partido había sido definitivamente sustituido por los militares, al menos en la propaganda. Lin Piao trató entonces de hacer orgánico este lema, trabajando por ser nombrado presidente de la república, cargo vacante desde la caída de Liu Shaochi. Poco antes de la II sesión plenaria del IX comité central (del 23 de agosto al 6 de septiembre de 1970, en Lushan), cuando Lin Piao planteó oficialmente la necesidad de nombrar presidente de la república, yo estaba pasando una temporada en Pekín y en una unidad militar cerca de Paotin. En el aeropuerto de Pekín, a mi llegada desde Dacca, Bangla Desh, fui recibido por el general de aviación Wu Fa-sien, miembro del buró político y jefe de la fuerza aérea. Tuvimos una conversación de casi dos horas, en el interior del automóvil Bandeja Roja mientras viajábamos hasta la casa de huéspedes en la parte occidental de la ciudad, residencia temporal para mí. Era el mes de junio de 1970. Cuando le pregunté acerca de 278

la lucha por consolidar el poder proletario, su respuesta fue más o menos ésta: -No tenemos ningún problema ahora. Tenemos al presidente Mao que goza de buena salud, tenemos al sucesor del presidente Mao que es nuestro querido vicepresidente Lin Piao, y tenemos al ejército que difunde por todo el país el pensamiento del presidente Mao. La victoria está asegurada. El comandante en jefe Lin Piao es el mejor alumno del presidente Mao. La situación es excelente. Agregó que China ahora podía caminar sin sobresaltos por el camino socialista, porque el ejército podía continuar haciendo los «tres apoyos» y los «dos militares», bajo la dirección «personal del vicepresidente Lin Piao». Los «tres apoyos» se refiere al lema «apoyar a las amplias masas de la izquierda, apoyar a la industria y apoyar a la agricultura», y los «dos militares» se refiere al complemento de este lema: «ejercer control militar y dar adiestramiento político y militar». Este lema, lanzado por Lin Piao en enero de 1967 para legitimar la intervención militar activa en la revolución cultural, había sido aceptado por Mao en ese momento. Pero, seguir manteniéndolo válido a mediados de 1970, más bien parecía el comienzo de una dictadura militar. Un mes más tarde fui recibido por Kang Sheng, miembro del comité permanente del buró político, cuya lealtad personal a Mao Tse-tung estaba fuera de toda duda. En nuestra entrevista, sus palabras sonaron a debilidad ideológica cuando dijo que «mientras el presidente Mao goce de buena salud, no hay peligro para la revolución china». Le pregunté por las organizaciones de guardias rojos, y contestó que «hubo muchos errores de los guardias rojos; ahora están estudiando y trabajando como obreros o campesinos». Me reveló que a comienzos de 1970 había habido un intento de asesinato contra Chu En-lai, en la carretera que va al aeropuerto de Pekín, y que, «al parecer, los bandidos estaban en contacto con los revisionistas soviéticos y sus cómplices en nuestro país». Kang Sheng, quien más tarde me invitó a un banquete «de bienvenida» al Gran Palacio del Pueblo, parecía estar más preocupado por su salud (<
cio del Pueblo la situación política era muy tensa. La izquierda maoísta derrotada en la revolución cultural trataba de recuperar terreno en la forma más desorganizada posible después de un colapso de su alto mando, incluso formando bandas armadas terroristas que asaltaban bancos, puestos militares y almacenes estatales, en busca de dinero, armas y comida para <
coniité central y las masas, ya desde hacía mucho tiempo hartas de vivir en una economía de ~upervivencia. Con ese telón de fondo se dio durante 1970, hasta septiembre de 1971, la pugna por el poder entre Chu y Lin. En agostoseptiembre de 1970, en la segunda sesión plenaria del IX comité central, realizada en la localidad de Lushan, el grupo de Lin Piao, a través de Chen Po-ta, pretendió ganar puntos proponiendo el nombramiento de presidente de la república en reemplazo de Liu Shao-chi. La moción de Chen Po-ta recibió el apoyo de 200 de los miembros del comité central, en el sentido de que se debía nombrar presidente de la república, y que este cargo debía ser ofrecido a Mao Tse-tung. Mao intervino en la discusión para decir que, primero, se oponía al nombramiento de un presidente de la república, porque eso significaba volver a los tiempos anteriores a la revolución cultural, y segundo, que lo que Chen Po-ta estaba haciendo era una «maniobra sucia», porque sabía que él no aceptaría la presidencia, y entonces ésta debería ser ofrecida a Lin Piao, a favor del cual había un grupo de «generales que quieren gobernar el partido». La mayoría de 200 se transformó de inmediato en «minoría» de 200 contra la «mayoría» de 1, la de Mao. Chu intervino también de inmediato para decir que, según sus informaciones, «el pasado político» del camarada Chen Po-ta tenía algunos puntos oscuros que era necesario aclarar, y que a cargo de esa investigación estaba la oficina general del comité central, dirigida por el general Wang Tung-sing. En un alarde de doble juego político, Mao y Chu dejaron entender que Lin Piao era sólo un instrumento de los conspiradores tipo Chen Po-ta, y que los generales habían cometido un error de apreciación. De inmediato se inició una campaña de «rectificación del estilo de trabajo» (en su aspecto público) y de crítica a Chen Po-ta (en su aspecto interno). El centro de la campaña estaba en oponerse a la «teoría del genio» apoyada por Chen: que <<1osgenios marxistas» son históricamente necesarios para el avance de las revoluciones, y que Mao era uno de ellos. Naturalmente, para cualquier chino adulto, esta crítica a esta idea era más bien contra Lin Piao, principal arquitecto del culto a Mao, que contra Chen. En suma, el objetivo limitado del primer golpe lanzado por la nueva alianza Mao-Chu era el desprestigio político de Lin. Sin embargo, aun cuando Chen Po-ta fue destituido de sus cargos políticos y de su dirección de la propaganda política, 281

principalmente desde la dirección de la revista teórica «Hongqi», las alabanzas a Lin no bajaron de tono. Por ejemplo, en enero de 1971, la librería Sinjua de la provincia de Fukien editó un folleto titulado Lin Piao en el nordeste durante la guerra de liberación, anunciando en agosto del mismo año que se habían vendido tres millones de ejemplares y que el texto había sido incorporado como manual en las escuelas secundarias. El autor del folleto llamaba a Lin Piao «comandante supremo», «genio único» y «dirigente clarividente y muy justo». En realidad, el folleto era una reedición del mismo artículo aparecido en 1960. El 1 de julio de 1971, apenas dos meses antes de la muerte del mariscal, el editorial conjunto de «Renmin Ribao», «Hongqi» y «Jiefangjun Bao» titulado En conmemoración del 50 aniversario del partido comunista de China, señalaba que «el camarada Lin Piao dirigió el trabajo de compilación y publicación de Citas del presidente Mao Tse-tung, promoviendo así el amplio desarrollo del movimiento de masas por el estudio vivo y la aplicación viva del pensamiento Mao Tse-tung», y agregaba que el IX Congreso nacional del partido celebrado en 1969 «aprobó el informe político del vicepresidente Lin y eligió el nuevo comité central encabezado por el presidente Mao, con el vicepresidente Lin como subjefe. En su informe político, el vicepresidente Lin expuso de manera sistemática la teoría del presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y sintetizó la experiencia básica de la gran revolución cultural proletaria». Además, señalaba explícitamente la nueva teoría del ejército como nuevo partido: «El Ejército Popular de Liberación de China es un ejército proletario creado y dirigido por el gran líder el presidente Mao y comandado por el vicepresidente Lin [...], que se ha desarrollado y robustecido convirtiéndose en el pilar de nuestra dictadura del proletariado». La diferencia de opiniones en el fundamental problema de la política exterior quedaba dramáticamente en público algunos días más tarde cuando, el 9 de julio de 1971, el mariscal Lin, como ministro de defensa nacional, firmaba una carta al vicepresidente del consejo de ministros y ministro de defensa nacional de la República Popular de Albania, Beqir Balluku, con motivo del 28 aniversario de la fundación del ejército popular de Albania, la cual finalizaba con estas palabras: «El imperialismo estadounidense y el socialimperialismo se encuentran en un dilema sin precedentes, y ya no está lejos su ruina final. 282

¡Que los pueblos de China y Albania nos unamos con todos los pueblos del mundo y nos esforcemos juntos por derrotar cabalmente a los agresores yanquis y a todos sus lacayos!» Una semana exacta más tarde, la agencia oficial china de noticias Sinjua publicaba el siguiente «anuncio»: «El primer ministro Chu En-lai y el Dr. Henry Kissinger, asistente del presidente Nixon para los asuntos de seguridad nacional, sostuvieron conversaciones en Pekín del 9 al 11 de julio de 1971. Sabiendo el deseo expresado por el presidente Nixon de visitar la República Popular China, el primer ministro Chu En-lai, en nombre del Gobierno de la República Popular China, ha extendido una invitación al presidente Nixon para visitar China en una fecha apropiada antes de mayo de 1972. El presidente Nixon ha aceptado esta invitación con placer. La entrevista entre los dirigentes de China y de Estados Unidos es para buscar la normalización de las relaciones entre los dos países y también para intercambiar puntos de vista sobre los problemas que interesen a ambas partes». Las dificultades de la sorda lucha por el poder quedaron de manifiesto de nuevo en el editorial conjunto de «RenminRibao», «Hongqi» y «1iefangjun Bao» del primero de agosto de 1971, en conmemoración del día del ejército, que, aun cuando comenzaba con el párrafo «El Ejército Popular de Liberación de China, fundado y dirigido por nuestro gran líder el presidente Mao y comandado por el vicepresidente Lin, ha recorrido hasta ahora una brillante trayectoria de 44 años», iniciaba en el segundo párrafo un ataque frontal a la tesis del ejército corno pilar de la dictadura del proletariado, afirmando que, por el contrario, «es una poderosa arma del partido comunista de China y el pueblo chino para la torna y la consolidación del poder [..o], se coloca bajo la dirección absoluta del partido, yendo a donde le indica éste y actuando de acuerdo con lo que dice el presidente Mao [...], realiza un vigoroso trabajo político revolucionario para garantizar la dirección del partido sobre el ejército en lo político, ideológico y organizativo». Al mismo tiempo, el artículo transcribía las tesis maoístas sobre las relaciones exteriores ¡que en ese mismo momento Chu En-lai estaba destruyendo a través de sus conversaciones con Kissinger! El artículo decía: «Actuando de acuerdo con las enseñanzas del gran líder el presidente Mao, el pueblo chino se mantendrá siempre fiel al internacionalismo proletario y permanecerá siempre unido con el proletariado y los pueblos revolucio283

narios de todo el mundo, combatirá y triunfará junto con ellos. La política exterior de nuestro partido y Gobierno es firme e invariable. Consiste en: desarrollar las relaciones de amistad, ayuda mutua y cooperación con los demás países socialistas conforme al principio del internacionalismo proletario; apoyar y ayudar a todos los pueblos y naciones oprimidos en sus luchas revolucionarias y, sobre la base de los cinco principios -respeto mutuo a la integridad territorial y la soberanía, no agresión recíproca, no intervención en los asuntos internos de un país por parte de otro, igualdad y beneficio recíproco y coexistencia pacífica-, esforzarse por coexistir pacíficamente con los países de sistemas sociales diferentes, y oponerse a la política de agresión y guerra del imperialismo». Para Chu En-lai, como quedaría demostrado más tarde con la teoría de los tres mundos, no existía ya el campo socialista, y por lo tanto el primer punto del internacionalismo proletario no tenía vigencia; se desintegraba el campo imperialista, y por lo tanto no era enemigo válido para China, y las revoluciones más que un apoyo eran un estorbo para la política internacional de Pekín, ya que ponían puntos de fricción con los Gobiernos de los países que estaban contra la Unión Soviética, comenzando por Washington y terminando por las brutales dictaduras como las del Sha de Irán o, a partir de 1973, la de Pinochet en Chile. Tal vez la dimensión de camino sin regreso que estaba tomando el descenso de la estrella política de su padre y el ascenso de la de Chu En-lai, después de que en enero de 1971 el general Cheng Wei-shan -miembro del comité central, vicepresidente del comité municipal revolucionario de Pekín y comandante de la región militar de Pekín, linpiaoístafuera reemplazado junto con sus ayudantes por el triunvirato de generales chuenlaístas U Te-sheng, Sie Fu-chi y Chi Teng Kui, llevó al hijo de Un Piao, Un U-kuo (nacido en 1939, comandante suplente del grupo aéreo a cargo de la frontera con la República Popular de Mongolia y vicedirector del comando de ataque de la fuerza aérea) a tratar de estructurar una base conspirativa en la fuerza aérea. Según los documentos del servicio de inteligencia militar, que fueron hechos públicos a nivel de partido en diciembre de 1972, y que yo leí a fines de 1974 en Pekín, Un U-kuo inició en marzo de 1971 la preparación militar de un golpe de Estado, el cual fue titulado «Esquema de la Obra 571» (hay dos versiones para este número de fantasía: que se trata de mayo de 284

1971, como fecha propuesta inicialmente para dar el golpe; que el sonido de los tres números, en pekinés, semeja las palabras «levantamiento armado»). Básicamente, se trataba de organizar grupos de combate «
de que Un había desatado un golpe de Estado y después huyó y su avión se estrelló, matándose; o, tres, cortina de humo de Chu. Los documentos oficiales que leí señalan, finalmente, que en la noche del 12 de septiembre, el mariscal, su esposa y su hijo corrieron apresuradamente al aeropuerto dePeitaje (tan apresuradamente, dice con exquisitez uno de los oficios, que Ye Chun perdió uno de sus zapatos «de tacón alto» al subir al avión; la referencia es válida en el sentido de que en las obras teatrales chinas las mujeres burguesas se representan siempre usando zapatos de tacones altos, por lo tanto es cierto el silogismo: Ye Chun usaba tacones altos, luego era burguesa; sólo que hay que poner atención a la realidad de que ninguna dirigente del partido comunista usaba ese tipo de zapatos en aquella época, por razones obvias) y subieron al avión personal del mariscal, un Trident británico civil, engañaron al piloto y a la guardia del aeropuerto... y se estrellaron en el interior de Mongolia un par de horas más tarde. Pero, hay otra versión de los sucesos de septiembre de 1971. Una versión que ha corrido de boca en boca en algunos círculos chinos desde comienzos de 1972, y que después de algunos años, a fines de 1975, se utilizaba como elemento de ataque político a Chu En-lai, ya no por los ex linpiaoístas, sino por los maoístas en su lucha de agonía contra los chuenlaístas. Puede ser aceptada o no con el mismo grado de verosimilitud que la versión oficial, sólo que aquélla llena algunos huecos que ésta deja vacíos. El principal de esos vacíos está entre la madrugada del 10 de septiembre y la noche del 12 de septiembre. Ocurre que el alto mando militar fue desmembrado en la madrugada del 10 de septiembre, y las oficinas del ministerio de defensa ocupadas al mismo tiempo. Sin embargo, transcurre todo el día 10, todo el día 11 y más de veinte horas del 12, y sólo entonces Un Piao, su esposa y su hijo deciden «huir». Naturalmente, los motivos que tenía Un Piao para huir el 12 eran válidos el día 10 por la noche, pero dos días más tarde, cuando hacía más de 60 horas que todo el alto mando militar supuestamente conspirador estaba en manos de la seguridad, incluyendo las oficinas donde el mariscal trabajaba todos los días... ¡toda posibilidad razonable de escapar era descartable! Entonces, el vacío se define en la pregunta: ¿qué detuvo a Un, su esposa y su hijo más de sesenta horas después de haber sido desmembrado, ante sus propias 286

narices, todo el aparato militar y político que le apoyaba? La respuesta de esta nueva versión de los hechos es: la inteligencia militar, cuyo jefe, el general Wang Tung-sing, comandaba al mismo tiempo la guardia de palacio, la famosa unidad 8341. Un Piao, Ye Chun y Un U-kuo fueron apresados también en la madrugada del 10 de septiembre, como los demás, y eliminados físicamente más tarde. Después del anuncio del 15 de julio de la entrevista entre Chu y Kissinger para preparar la visita de Nixon a Pekín, la reacción de varios generales comandantes de regiones, distritos y guarniciones militares llevó un fresco caudal de simpatías por la posición de Un Piao, que veía este acercamiento como un error táctico gravísimo, que aislaría a China de sus vecinos indochinos y coreanos, y que dejaría al Gobierno de Pekín enfrentado a la Unión Soviética y apoyándose en un socio desconfiable, vacilante e incluso capaz de atacar por la espalda. En suma, la «apertura hacia Washington» fortaleció la posición de Lin Piao, y fue entonces que el grupo dirigido por Chu Enlai, teniendo al general Wang Tung-sing como jefe de operaciones, decidió montar un golpe de Estado que eliminara definitivamente al mariscal Un como figura política. Tanto se fortaleció la posición de Un, que el propio Mao Tse-tung, en su gira de agosto y septiembre por diversas capitales de provincias y cuarteles generales de regiones militares, fue debilitando sus ataques al mariscal. En el resumen de las conversaciones del presidente Mao con camaradas responsables de diversos lugares durante su gira por provincias, desde mediados de agosto hasta el 12 de septiembre de 1971, documento incluido en el voluminoso sumario del affaire Un Piao, que se me permitió leer, se puede seguir fácilmente el proceso de «debilitamiento» de las críticas a Un por parte de Mao. Cito textual. mente. «En la conferencia de Lushan de 1970 ellos hicieron un ataque por sorpresa y desarrollaron actividades clandestinas. ¿Por qué no se atrevieron a actuar abiertamente? Era evidente que tenían algo que esconder. Escondieron cosas de tres de los cinco miembros del comité permanente del buró político. También escondieron cosas de la gran mayoría de los camaradas del buró político excepto de sus propios grandes generales. Estos grandes generales incluían a Juang Yung-shen, Wu Fa-sien, Ye Chun, U Tsuo-peng y Chiu Jui-tsuo, así como también U Sue-feng y Cheng Wei-shan... Según mi punto de vista, detrás de su ataque 287

por sorpresa y sus actividades clandestinas había un propósito, una organización y un programa. Su programa era nombrar un presidente de la república y exaltar los "genios": en otras palabras, oponerse a la línea del IX Congreso... Cierta persona estaba ansiosa de convertirse en presidente de la república, quebrar el partido y apropiarse del poder. [Una acusación como ésta era suficiente mérito negativo para expulsar del partido incluso al mariscal, y al parecer eso era lo que se buscaba a largo plazo. Sin embargo, días más tarde, Mao comienza a bajar el tono.] El camarada Lin Piao no discutió conmigo el discurso que pronunció, ni siquiera me lo mostró antes. Cuando esa gente tiene algo que decir no lo revela por adelantado. Probablemente pensaron que tenían la situación dominada y segura la victoria. Pero tan pronto como se les dijo que no eran aceptables sus ideas, se desmoronaron. Al principio eran tan osados como desvergonzados, y daban la impresión de que arrasarían Lushan hasta sus cimientos y pararían el movimiento de la Tierra. Pero después de unos pocos días retiraron precipitadamente el proyecto. ¿Si era correcto, por qué lo retiraron? Esto demostró que ya estaban sin ideas y con pánico [...]. La lucha en esta conferencia de Lushan es también otra lucha entre dos cuarteles generales. La lucha en Lushan esta vez fue diferente de las nueve anteriores. En las nueve ocasiones anteriores sacamos algunas conclusiones, mientras que esta vez hemos defendido al vicepresidente Lin y no hemos sacado conclusiones concernientes a personas. ~l tiene que asumir, por supuesto, alguna responsabilidad. ¿Qué vamos a hacer con estas personas? Todavía utilizamos la política de educarlos, es decir "aprender de los errores pasados para no repetirlos en el futuro y curar la enfermedad para salvar al paciente». Todavía queremos proteger a Lin. [A estas alturas de sus charlas en provincias, Mao Tsetung da la impresión de que siente la necesidad de dejar muy claro a su auditorio que Lin Piao no corre peligro de ser purgado. Es altamente probable que en ese momento, fines de agosto de 1971, incluso algunos generales hayan dicho a Mao Tse-tung que se sienten "traicionados''', como chinos, por el acercamiento de Chu a Washington, y que el presidente del partido se sintiera en la obligación de aclarar que Lin Piao no corría peligro. Incluso más, que todavía era "camarada", y más que eso "vicepresidente Lin". A continuación extiende el radio de la "blandura" hacia los demás generales.] Sea quien fuere el que haya cometido errores, no es buena cosa olvidar la unidad 288

y la línea. Después que vuelva a Pekín, debo verles de nuevo para tener una conversación. Si ellos no vienen, yo iré donde ellos. Algunos pueden ser salvados, puede que no sea posible para otros. Esto depende de sus hechos. Hay dos posibles futuros: se reforman o no se reforman [...]. Hablé con el camarada Lin Piao, y algunos de las cosas que él dijo no eran muy correctas. Por ejemplo, dijo que en el mundo aparece un genio cada algunos siglos, y en China cada algunos milenios. Esto no está de acuerdo con los hechos. Marx y Engels eran contemporáneos, y todavía no pasaba un siglo cuando ya teníamos a Lenin y Stalin. De modo que ¿cómo podríamos afirmar que aparece un genio cada algunos siglos? En China hubo Chen Sheng y Wu Kuang, Hun Siu-chu~n y Sun Yat-sen, de modo que ¿cómo podría decirse que un genio aparece sólo cada algunos milenios? [Los dos primeros identifican a insurrectos contra la dinastía Chin en el siglo 111antes de nuestra era, el tercero, que nació en 1814 y murió en 1864, fue el líder del levantamiento de los Taiping, y el cuarto, nacido en 1866 y muerto en 1925, fue el líder de la revolución de 1911 y fundador de la república.] No debemos nombrar presidente de la república. Yo no quiero ser presidente de la república. He dicho esto ya seis veces, hasta ahora [...], pero ellos nunca escuchan, de manera que cada una de mis frases ni siquiera vale media frase. De hecho, no vale nada. Son solamente las frases de Chen Po-ta las que valen por diez mil cada una. EJ habló de "establecer en grande", a lo cual le dio la apariencia de querer decir establecer mi prestigio. Pero cuando uno va al fondo del sunto, lo que quería decir era él mismo. También dicen que el Ejército Popular de Liberación fue fundado y dirigido por mí, y que lo comanda Lin en persona. ¡Parece que la persona que lo funda no puede comandarlo! y tampoco lo fundé yo solo. [El párrafo que viene en seguida, por su posición en el texto, parece corresponder a una conversación de Mao muy cerca del 12 de septiembre, tal vez el día 9, después del ataque aéreo a la residencia del presidente del partido en Shanghai. Probablemente después del ataque Mao reunió al estado mayor y a algunos jefes de regiones militares para examinar el asunto, y a ese encuentro podría haber asistido el jefe del estado mayor, Juang Yung-sheng, el cual sería arrestado por el grupo de Chu algunas horas más tarde.] Deben ser prudentes. Primero que todo, el ejército debe ser prudente, y segundo, las regiones [militares] deben ser prudentes. No deben ser arrogantes; si lo son, cometerán errores. Es necesario uni289 10.-

CHINA

ficar el ejército.; hay que rectificada. Simplemente, no. crea que nuestro ejército. pueda rebelarse. Simplemente, ¡no. crea que tú, Juang Yung-sheng, puedas dar la arden de rebelarse al Ejército. de Liberación! Después del ejército. hay divisianes y hay regimientas y las unidades de apaya, jurídicas y palíticas. Si alguien trata de mavilizar el ejército. para hacer una mala casa, ¿ustedes creen que ellas abedecerían? Ustedes tienen que prestar atención a las asuntas militares. Ustedes no. deben ser salamente funcianarias civiles, sino. también funcianarias militares... Aprueba el tradicianal estila del ejército. en su acción rápida y decisiva, pera este estila no. puede ser aplicada a cuestianes de idealagía, para las cuales es precisa dar a canacer las hechas y razanar can la gente.» Éste es una de las párrafas más dramáticas de las textas canacidas de Maa Tse-tung, en que éste pide a las generales que no. se dediquen a hacer palítica, sino. a preparar militarmente a las trapas. Y anteriarmente parece tratar de demastrar cómo. no. sería pasible una insurrección militar, ¡al prapia jefe del estada mayar general, Juang! El grada de dramatismo. aumenta si una piensa que Maa estaba hablando. sólo. unas haras antes de que se desencadenaran las sucesas en Pekín. El 9 de septiembre par la nache, el embajadar de la República Demacrática Papular de Carea en China, Hyun Jun Keuk, afreció un banquete para celebrar el XXIII aniversario. de la fundación de la república careana. Asistieran al banquete, Chu En-Iai, Juang Yung-sheng, Yaa Wen-yuan, Li Sien-nien, Li Tsuopeng, Li Te-sheng y el paeta Kua Mo-ja. En nambre del Gabierna china habló en el banquete el jefe del estado mayar Juang Yung-sheng, ¡la cual demuestra la fartaleza de la pasición palítica aparente de Lin Piaa en esas mamentas! En su discurso., el general Juang dijo. que «el Asia de hay ya no. es la de la década de las treinta. Si las reaccianarias japoneses se niegan abstinadamente a escuchar la razón y osan seguir al imperialismo. yanqui, tomando. el vieja camina de la agresión militar, sufrirán sin duda alguna derratas tadavía más desastrasas baja las galpes de las paderasas fuerzas de las pueblas china y careana y las de atras pueblas asiáticas... El puebla china se unirá siempre can el hermana puebla careana. Apayándase y ayudándase el una al atra, y cambatienda hambra can hambra, ellas llevarán hasta el fin la lucha cantra el imperialismo. yanqui y el militarismo. japanés». A la misma hara que el general Juang decía estas palabras 290

en la embajada coreana, unidades de comandos de la unidad 8341, bajo el mando del general Wang Tung-sing, en coordinación con unidades de la guarnición de Pekín bajo las órdenes de los generales Li Te-sheng (presente en el banquete) y Chi Teng-kui, ocupaban todos los edificios relacionados con el ministerio de defensa, cortaban las comunicaciones telefónicas entre el estado mayor general del EPL y las once regiones militares, apresaban a Lin Li-kuo en Pekín y lo enviaban al balneario de Peitaje, donde quedaba bajo custodia militar a la vista el mariscal Lin Piao en compañía de su esposa Ye Chun. En menos de dos horas, en la noche del 9 de septiembre, fueron desmembrados el estado mayor general del EPL, el estado mayor de la fuerza aérea, el de la marina y el del ejército, y purgados el departamento político general del EPL, la dirección general de logística y el departamento de ferrocarriles militares. En total, cerca de 35 generales fueron apresados esa noche. Al mismo tiempo, todos los aeropuertos de China, militares y civiles, fueron puestos bajo «condiciones de ataque enemigo», es decir, cerrados a cualquier despegue o aterrizaje no autorizado por el primer ministro y el ministro de defensa, conjuntamente. Los generales Juang Yung-sheng y Li Tsuo-peng fueron arrestados en sus automóviles cuando se dirigían desde la embajada de Corea al ministerio de defensa en el centro de Pekín. Así, a la medianoche del 9 de septiembre, cinco de los ocho miembros del estado mayor general estaban presos: los generales Juang, jefe del EMG y miembro del buró político del partido; Wu Fa-sien, subjefe del EMG, miembro del buró político y jefe de la fuerza aérea; Chiu Jui-tsuo, subjefe, y miembro del buró político; Li Tsuo-peng, subjefe, miembro del buró político y comisario político de la marina; Yen Chung-chuan, miembro suplente del comité central, subjefe. El sub director del departamento político general, miembro suplente del comité central, Juang Chi-yung, también estaba preso. Dicho en lenguaje político, ocho de los 25 miembros del buró político del partido, la más alta instancia de poder en China, estaban bajo las bayonetas de la guardia de palacio al terminar el banquete en la embajada de Corea. Junto a esos ocho, casi treinta generales con mando superior. El golpe de mano de las fuerzas de Chu fue dado en el más estricto secreto, mientras Mao permanecía en las afueras de Shanghai. En la madrugada del 10 de septiembre, el propio general Wang Tungsing viajó en avión a Shanghai para comunicar a Mao que el 291

buró político (por indicación del primer ministro) había convocado una reunión urgente para el 11 de septiembre en Pekín, y que él estaba encargado de escoltar a Mao hasta la capital. Mao llegó a Pekín en la mañana del 11 de septiembre. En la tarde de ese día, en el Gran Palacio del Pueblo, se reunieron 14 miembros del buró político (los tres que no asistieron eran Wei Kuo-ching, que estaba en la región militar de Kuangchou; el general Sü Shi-you, que estaba en la región militar de Nanking; y el general Chen Silien, a cargo de la región militar de Shenyang, los tres «bajo instrucciones del primer ministro», según aseguran los que hicieron circular esta versión de los sucesos, en los años posteriores). Los ocho ausentes, de los cuales Chen Po-ta ya estaba bajo vigilancia desde un año antes, fueron calificados de miembros de una facción que pretendía asesinar al presidente Mao y usurpar el poder. Al parecer, Mao pidió hablar con Lin Piao, pero se le dijo que estaba fuera de Pekín escribiendo su confesión. Se cuenta que Mao habría comentado que eso era positivo, porque «si confiesa -habría dicho-- es porque tiene salvación». El día 12 de septiembre, un observador acucioso del protocolo chino habría observado una anomalía: despidiendo en el aeropuerto de Pekín para una visita al noroeste de China a una delegación camboyana dirigida por Ieng Sary, estaban el primer ministro Chu En-lai, el viceprimer ministro Li Siennien, y el subjefe del estado mayor general Wang Sin-ting. La anomalía residía en este último nombre, porque en agosto, a su llegada a China, esa delegación había sido recibida por Chu En-lai y Juang Yung-sheng, y el 27 de agosto Chu ofreció un banquete a la delegación, en el Gran Palacio del Pueblo, y el que recibió a los huéspedes fue Juang Yung-sheng. En cambio, el 12 de septiembre, la delegación era despedida por el sexto responsable en el EMG. El 12 de septiembre por la mañana, el mariscal Lin, su esposa y su hijo fueron trasladados en avión militar desde Peitaje al aeropuerto militar situado al noroeste de Pekín, cerca del Palacio de Verano (poco más de treinta minutos de vuelo). En la noche del mismo día, el avión Trident del mariscal fue preparado para un vuelo que, según los informantes de esta versión, tenía en su itinerario un «aterrizaje de emergencia» al norte de la región autónoma de Mongolia Interior. En Pekín, el mariscal Lin, su esposa y su hijo fueron subidos al avión por soldados de la unidad 8341 en calidad de bul292

tos, porque los tres, o estaban inconscientes o muertos. El destino del avión era bajar en las planicies mongolas y ser dinamitado más tarde para simular un accidente, y culpar de la muerte de los tres a la falta de preparativos del vuelo por la precipitación en la «huida». Según esta versión, el mariscal Lin y los miembros de su familia fueron asesinados por orden del primer ministro Chu, en una operación a cargo del general Wang Tung-sin, debido a que los tres se negaron a firmar confesiones de sus supuestas conspiraciones, y a que el prestigio de Lin Piao entre los militares y amplios sectores de masas hacía imposible mantenerlo en prisión sin una confesión personal, de viva voz y ante muchos testigos. Los informantes no estaban seguros de si el asesinato del mariscal (a golpes, según muchos) se realizó en alguna prisión militar en Pekín o en el mismo aeropuerto. En todo caso, el aterrizaje de emergencia no ocurrió donde estaba planeado, y el avión apareció estrellado en territorio de la República Popular de Mongolia. Junto a los cadáveres de Lin, su esposa y su hijo, los conspiradores anti Lin embarcaron en el Trident documentación personal de los tres y documentación falsificada, en parte, que los hacía aparecer como culpables de un golpe de Estado el 8 de septiembre con el bombardeo de la casa de Mao en Shanghai, y como cómplices del Gobierno de la Unión Soviética en este intento. Como la idea del plan era que estos documentos se «salvaran» del estrellamiento del avión, estaban en una caja de fuertes paredes de metal. Esta versión también difiere de la oficial: el vuelo final del mariscal se habría originado en Pekín y no en Peitaje. En todo caso, entre el 13 de septiembre y el 30 del mismo mes, la alta jerarquía china comandada por Chu En-lai pareció vivir días sumamente tensos porque algo, que tal vez nunca podramos conocer -pues los nueve ocupantes están muertos-, ocurrió mientras el avión de Lin volaba hacia el aterrizaje de emergencia programado. Para las autoridades pekinesas, el aparato se había desvanecido en el espacio aéreo de China, y existían dos posibilidades: si había caído o aterrizado en territorio nacional, podría descubrirse toda la trama del asesinato del mariscal, con imprevisibles consecuencias políticas para el grupo conspirador vencedor; si había caído o aterrizado en territorio mongol o soviético, se podía esperar alguna maniobra para acusar también al Gobierno chino de enviar a la muerte a su vicepresidente político y jefe militar máximo. Durante diecisiete 293

días todos los vuelos en China fueron interrumpidos o sujetos a estricto control militar, todos los soldados de las tres ramas fueron acuartelados, y el 20 de septiembre se anunció la suspensión del tradicional festejo del primero de octubre (día nacional) en Pekín y otras ciudades importantes, cuyo número principal era siempre el desfile de millones de personas. Solamente los restos del estado mayor general del EPL y los miembros del buró político estaban enterados de parte de los sucesos: es decir, la versión del grupo de Chu, de que Un había intentado un golpe de Estado, había fracasado y huido en avión, con rumbo desconocido. oo, desde el aeropuerto militar de Peitaje. El 30 de septiembre, el Gobierno de la República Popular de Mongolia anunció, simultáneamente con la agencia Tass de Moscú, que un avión chino se había estrellado cerca de una base de cohetes en el interior del país, y que las causas del accidente eran desconocidas; se habían encontrado los cadáveres semiquemados de nueve personas, algunas armas livianas, documentos chinos y equipo militar, lo que hacía suponer a las autoridades mongolas que el avión chino era militar. La reacción china fue cauta, y se limitó a desmentir, el día 3 de octubre, que el avión fuera militar, y agregó que se trataba de un avión civil que había perdido su rumbo. Las autoridades mongolas permitieron, sólo en marzo de 1972, que el embajador chino en Ulan Bator, Su Wen-yi, tuviera acceso al lugar del accidente y examinara los restos del desastre. El grupo de Chu esperó hasta últimos de octubre de 1971 la reacción de Moscú, y como los soviéticos mantuvieran silencio sobre el contenido de los documentos encontrados, se decidieron a informar a la militancia del partido chino. El 30 de octubre fue distribuido el documento «estrictamente confidencial» número 00068 del comité central del partido, que bajo el título Arrasar la camarilla antipartido Lin-Chen daba parte de la confesión del vicedirector del secretariado del comité político del cuarto ejército de la fuerza aérea, U Wei-sin, a una comisión especial de investigación adjunta al comité central del partido comunista de China. La confesión señalaba que Un Piao había intentado un golpe de Estado y huido ante el fracaso, «recibiendo su merecido». En diciembre del mismo año, otro documento «estrictamente confidencial», el 00077, informaba a los militantes que Un Piao había escrito una especie de Diario, en cuyas anotaciones se demostraba que el mariscal había «traicionado a la 294

patria» porque buscó en su conspiración «el apoyo de la Unión Soviética». Tal vez este documento buscaba apaciguar un poco el descontento entre algunos miembros del comité central y de las fuerzas armadas chinas demostrado después que el 5 de octubre de 1971 el Gobierno de Pekín había dado a la publicidad el siguiente comunicado: «El Gobierno de la República Popular China y el Gobierno de los Estados Unidos de América han acordado que el doctor Kissinger visite Pekín en la última parte de octubre con el propósito de celebrar conversaciones con el Gobierno chino a fin de hacer los arreglos concretos para la visita del presidente Nixon a China». En el editorial de año nuevo (de 1972), que por su importancia política siempre es editado conjuntamente por «Renmin Ribao», «Hongqi» y «Jiefangjun Bao», se señalaba que «el campo imperialista se encuentra desintegrado» y que, por el contrario, «el socialimperialismo revisionista soviético extiende sus tentáculos hacia todos los lados», planteando una justificación teórica para el acercamiento a Washington. Las referencias oblicuas a lo que sucedía en el interior de la jerarquía se limitaban a párrafos como éstos: «Los cuadros y militantes del partido [...] han desenmascarado y criticadQ más a fondo las conspiraciones de Liu Shao-chi y otros estafadores que mantenían relaciones ilícitas con países extranjeros e intentaban alterar la línea y la política del partido y el sistema socialista [...]. Las actividades contrarrevolucionarias de Liu Shao-chi y otros estafadores destinadas a restaurar el capitalismo no encuentran ningún apoyo en todo el partido, el ejército y el pueblo, y no pueden resistir la luz del día. Ellos sólo pueden vivir de las intrigas y conspiraciones, difundir rumores y lanzar calumnias». y pedía «apoyar al ejército y amar al pueblo, apoyar al Gobierno y amar al pueblo, y fortificar la unidad entre el ejército y el Gobierno, y la unidad entre el ejército y el pueblo». Por último, llamaba a continuar la campaña de «crítica al revisionismo y rectificación del estilo de trabajo» que se había lanzado después de la reunión de Lushan en septiembre de 1970. Pero en el interior del partido seguía la edición de documentos confidenciales. En enero, el 00003/1972, con un informe de la comisión investigadora sobre las actividades del hijo de Lin Piao en la fuerza aérea y más citas del Diario del mariscal, y el 00004/1972, con un informe general del comité central titulado La lucha por demoler el golpe contrarrevolucionario de la 295

camarilla antipartido de Lin-Chen, una versión amputada del Esquema de la Obra 571, cuatro partes de las confesiones de Li Wei-hsin, el texto del artículo Mis opiniones escrito por Mao en la reunión de Lushan de 1970 contra Chen Po-ta, la carta de Mao a Chiang Ching del 8 de julio de 1966, y un par de docenas de fotografías y copias fotostáticas de documentos que mostraban a Lin Piao con sus generales y partes de su Diario. El mes de febrero pareció ser un mes «en blanco» para este torrente de documentos, quizá por la visita de Nixon. En marzo, el 00012/1972, con las conversaciones de Mao en provincias durante su gira agosto-septiembre 1971, con una introducción del comité central que es excelente material para comprender cómo el culto a Mao Tse-tung servía tanto para la lucha de Chu En-lai en favor de la derecha como de Lin Piao en favor del dominio militar. Cito la parte principal: «Advertencia del comité central del partido comunista de China. Los discursos del presidente Mao son documentos que tienen el carácter de programa sobre educar conforme a la línea en el dominio de la ideología y de la política, sobre fortalecer la construcción del partido y la construcción del ejército; son un arma eficaz para el aniquilamiento de la camarilla antipartido de Lin y Chen. Todo el partido, todo el ejército y el pueblo de todo el país deben estudiar seriamente los discursos del presidente Mao, llevar adelante la gran crítica revolucionaria de la camarilla antipartido de Lin y Chen, y llevar hasta el fin la lucha por aniquilar la camarilla antipartido de Lin y Chen. Comité central del partido comunista de China. 17 de marzo de 1972». De casi todos estos documentos internos del partido se hicieron traducciones al inglés, francés, árabe y español por la oficina de lenguas extranjeras del comité central, y se reunieron en un volumen único, que fue dado a leer a los trabajadores extranjeros en Pekín y Shanghai desde fines de 1973 hasta todo el año 1974, con la advertencia: no se puede copiar nada, fotografiar nada, ni preguntar nada, y debe ser leído en presencia de «los camaradas chinos». Cuando yo leí esos documentos, a fines de 1974, la lucha entre la izquierda y la derecha estaba en un punto muy agudo, y tuve la suerte de ser dejado solo, en un cuarto, durante más de siete horas, para la lectura del volumen. De éste y otras fuentes alternativas, son las citas sobre este suceso en este capítulo. 296

El X Congreso El affaire Lin Piao fue hecho público solamente en agosto de 1973, cuando se publicó el informe político de Chu En-lai al X Congreso del partido (24 a 28 de agosto de 1973). La historia que contó Chu En-lai es muy interesante, sobre todo porque es oficial. Cito del volumen Documentos del X Congreso nar cional del partido comunista de China, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín 1973, páginas 5, 6 Y 7: «Todos sabemos que el informe político ante el IX Congreso fue redactado bajo la dirección personal del presidente Mao. [Esto equivale a decir que ese texto es sagrado. Por lo tanto, aunque lo leyó Lin Piao, su texto es correcto. Por ejemplo, que el ejército ~s el pilar de la dictadura del proletariado. Dicho de otro modo, Chu En-lai estaba comprando la alianza con los militares, una vez desmembrado el equipo linpiaoísta en el EPL, dándoles el statu de cogobernadores de China.] Antes del IX Congreso, Lin Piao, en colusión con Chen Po-ta, había elaborado un borrador de informe político. Ellos se oponían a la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y sostenían que la tarea principal a partir del IX Congreso residía en desarrollar la producción. Se trataba de otra versión, hecha en la nueva situación, de aquel disparate revisionista introducido de contrabando por Liu Shao-chi y Chen Po-ta en la resolución del VIII Congreso, en el sentido de que la contradicción principal en nuestro país no era la contradicción entre el proletariado y la burguesía, sino la que existía "'entre el avanzado sistema socialista y las atrasadas fuerzas productivas de la sociedad". [Este párrafo es un modelo para tipificar el cinismo político tan particular desarrollado por la burocracia civil-militar. Ocurre que toda China sabía que, en 1956, habían sido Liu Shaochi, Teng Hsiao-ping y Chu En-lai los informantes al VIII Congreso, y que Liu y Teng habían sido los directores ideológicos del mismo. En cambio, en 1973, el mismo hombre de 1956 decía algo que no había ocurrido, y ponía a Chen Po-ta -¡que había luchado contra Liu Shao-chi en el Congreso!como su cómplice, en lugar, claro, de Teng Hsiao-ping, que de "'enemigo de la revolución" en la revolución cultural estaba ahora haciendo su camino de regreso al poder, en uno de los asientos destinados a los nuevos miembros del comité central en el X Congreso. Y respecto a la verdad de lo ocurrido en el VIII Congreso, no hay más que citar esas líneas del documento Con297

versación en la reunión de información del 24 de octubre de 1966, editado por los guardias rojos: El camarada Kang Sheng interrumpió: "El informe político del VIII Congreso contiene la teoria de la desaparición de las clases". El presidente Mao contestó: "Yo lei el informe antes, y fue aprobado por el Congreso; no podemos responsabilizar exclusivamente a esos dos, Liu (Shao-chi) y Teng (Hsiao-ping)".] Ese borrador de informe político de Un Piao y Chen Po-ta, como es natural, fue rechazado por el comité central. Un Piao apoyó secretamente a Chen Po-ta para que se opusiera abiertamente al informe político elaborado bajo la dirección del presidente. Sólo después de ver frustrado su intento, aceptó de mala gana la línea política del comité central y leyó ante el Congreso el informe político del comité central. [Creo que está de más advertir al lector que nunca hubo otro "borrador de informe político" que el del que finalmente se leyó en el IX Congreso, práctica habitual en algunos partidos políticos verticalizados al máximo. Lo notable es que decenas de personas en el recinto, mientras Chu leía esto, habían sido miembros del IX comité central y sabían que lo que escuchaban era falso.] Sin embargo, durante y después del IX Congreso, Un Piao continuó su complot y su labor de zapa a despecho de los esfuerzos del presidente Mao y del comité central para educarlo, contrarrestarlo y salvarlo. [Es curioso que a un "conspirador" conocido ya por todos, según Chu, lo nombren "sucesor" de Mao en los propios estatutos del partido.] Fue tan lejos que en agosto de 1970 montó un abortado golpe de Estado contrarrevolucionario en la 11 sesión plenaria del IX comité central. [¡Claro, y el comunicado final oficial de ella, el 6 de septiembre de 1970, señalaba: "El presidente Mao y su íntimo compañero de armas, el vicepresidente Un Piao, hicieron uso de la palabra en la sesión. Bajo la dirección del comité central del partido, encabezado por el presidente Mao, y con el vicepresidente Un como subjefe, unámonos para conquistar mayores victorias"!] En marzo de 1971 elaboró el plan para un golpe de Estado armado contrarrevolucionario -"Esquema de la Obra 571"- y el 8 de septiembre desató tal golpe con la intención de asesinar a nuestro gran líder el presidente Mao y crear otro comité central. Frustrado el complot, el 13 de septiembre tomó secretamente un avión para entregarse a los revisionistas soviéticos, traicionando al partido y a la patria, y pereció estrellándose en Undur Khan, República Popular de Mongolia. El aplastamiento de la camarilla antipar298

tido de Lin Piao es la mayor victoria lograda por nuestro partido después del IX Congreso, y un duro golpe para el enemigo dentro y fuera del país. Después del incidente del 13 de septiembre, todo el partido, todo el ejército y los centenares de millones de seres del pueblo de las diversas nacionalidades de nuestro país han discutido seriamente el asunto y han expresado su justa y viva indignación proletaria contra Lin Piao -arribista burgués, intrigante, elemento de doble faz, renegado y traidory sus cómplices jurados, y han hecho patente su firme adhesión al gran líder el presidente Mao y al comité central del partido que él encabeza. Han desatado a escala nacional una campaña de crítica a Lin Piao y de rectificación del estilo de trabajo [...]. No fue durante algo más de diez años, sino por espacio de varios decenios, que ese arribista burgués, intrigante y elemento de doble faz, Lin Piao, se dedicó a su empresa en el seno de nuestro partido». Setenta y ocho miembros del comité central fueron purgados en el X Congreso (44 titulares y 34 suplentes). En los gobiernos provinciales, la purga se tragó a 7 primeros secretarios provinciales (autoridad máxima a ese nivel) en las provincias de Chiangsi, Chechiang, Sechuan y Kuichou, regiones autónomas de Sinkiang y Mongolia Interior y municipio de Pekín; a siete segundos secretarios provinciales en Jupei, Chechiang, Kuangsi, Jonan, Fuchien, Shantung y Sechuan; y dos subsecretarios en Kuichou y Chingjai. El ejército, como ya vimos, fue desmembrado. En el buró político, la purga se llevó a 8 de sus miembros (7 titulares y uno suplente), y en la nueva composición, siempre de 21 titulares y 4 suplentes, las fuerzas de Chu En-lai subieron de 10 a 17, y las de Mao, de 7 a 8, con la incorporación de Wang Jung-wen, el joven obrero textil secretario del comité municipal del partido en Shanghai y comisario político del EPL en la guarnición de la misma ciudad. La composición del buró fue cambiada, aumentándose de 5 a 9 los miembros del comité permanente, y de 1 a 5 los vicepresidentes del partido, en lo que pareció un esfuerzo por parte de Mao de debilitar el centralismo personal, frente a su evidente inferioridad numérica en la jerarquía. El nuevo buró político quedó así:

299

Comité permanente Mao Tse-tung: presidente. Chu En-Iai: vicepresidente. Wang Jung-wen: vicepresidente, maoísta, nuevo miembro. Kang Sheng: vicepresidente, maoísta. Yeh Chien-ying: vicepresidente, chuenlaísta. Li Te-sheng: vicepresidente, chuenlaísta. Chu Te: maoísta. Chang Chun-chiao: maoísta. Tung Pi-wu: maoísta. A primera vista la situación del maoísmo es muy buena, con seis personas contra tres de Chu En-Iai. Pero a las fuerzas maoístas hay que diferenciarlas en tres grupos: a) Mao Tsetung, con su errática conducta política a partir de 1967; b) Wang Jung-wen y Chang Chun-chiao, a la izquierda, pero recién llegados y sin influencia fuerte en las fuerzas armadas; e) Kang Sheng, Chu Te y Tung Pi-wu, leales a la persona de Mao, pero en ningún caso marxistas, por lo cual incluso podían tomar posiciones favorables a la política de Chu sin dejar de sentirse aliados de Mao. En cambio, las fuerzas de Chu, compuestas por él y el mariscal Yeh y el general Li, tenían la homogeneidad del mando real en sus respectivos sectores administrativos: el aparato civil y el aparato militar. Sin embargo, así y todo, se mantuvo un equilibrio inestable de fuerzas hasta que la muerte fue diezmando las filas del maoísmo y el golpe de Estado las aplastó. Miembros

titulares

Wei Kuo-ching:. presidente del comité revolucionario chuang de Kuangsi, miembro del IX comité central, primer comisario político del EPL en la región; chuenlaísta. Liu Po-cheng: chuenlaísta. Chiang Ching: esposa de Mao; maoísta. Sü Shi-you: chuenlaísta. Hua Kuo-feng: presidente interino del comité revolucionario provincial de Junan, miembro del IX comité central, llamado a Pekín desde 1972 por Chu para asesorarle en seguridad pública. Se encargó de la purga en el sur de China; chuenlaísta. Chi Teng-kui: chuenlaísta. 300

Wu Te: vicepresidente del comité revolucionario municipal de Pekín, primer secretario del comité del partido en Pekín, comisario político del EPL en la región militar de Pekín, miembro del IX comité central; chuenlaísta. Wang Tung-sing: chuenlaísta. Chen Yung-kui: vicepresidente del comité revolucionario provincial de Shansi, «el hombre de Tachai», miembro del IX comité central; chuenlaísta. Chen Si-lien: chuenlaísta. Li Sien-nien: chuenlaísta. Yao Wen-yuan: maoísta. Las fuerzas en los miembros titulares del buró, de 10 a 2 contra la izquierda, ahorra toda posibilidad de comentario. Miembros

suplentes

Wu Kui-sien: obrera de la provincia de Shensi, miembro del IX comité central, de opaca actuación política, tuvo siempre una actitud vacilante y en el XI Congreso en 1977 sería rebajada a miembro titular del comité central. Sin embargo, por omisión, se la puede calificar como chue!:laísta. Su Chen-jua: jefe de la marina de guerra, purgado en 1967 por contrarrevolucionario, rehabilitado en 1972 por Chu En-lai. El único miembro del buró que no estaba en el anterior comité central; chuenlaísta. Ni Chi-fu: obrero modelo, inventor de una perforadora múltiple, vicepresidente del comité revolucionario municipal de Pekín, miembro del IX comité central; chuenlaísta. Saifudin: general del EPL, segundo comandante de la región militar de Sinchiang, vicepresidente del comité permanente de la APN, vicepresidente del comité revolucionario de Sinchiang, miembro del IX comité central. Situación política semejante a la de la señora Wu. Los nuevos miembros del buró son 9, porque además de los 8 purgados hubo que reemplazar a Sie Fu-chi, viceprimer ministro, presidente del comité revolucionario de Pekín y ministro de seguridad pública, muerto el 26 de marzo de 1972. En términos porcentuales, la representación de chuenlaístas en el buró político (68 %) aparecía abultada con respecto al total en el comité central: alrededor de 124 de los 195 miem301

bros titulares y unos 72 de los 124 suplentes; o sea, unos 196 del total de 319 (casi 61,5 %). El maoísmo contaba con alrededor de 71 titulares y 52 suplentes; o sea, unos 123 de los 319 (38,5 %). La elección de delegados a este Congreso se hizo del mismo modo que en el IX Congreso, con listas propuestas desde arriba, y su representatividad bajó en un enorme porcentaje: para el IX Congreso había un delegado por cada 15.900 militantes, en cambio, ahora había un delegado por cada 22.700 militantes (1.249 delegados). Hubo algunos otros indicadores que señalan que este nuevo congreso, ahora bajo la batuta de Chu, fue más bien una mascarada apresurada para cubrir de legalidad el golpe de Estado de septiembre de 1971 dado por el grupo del primer ministro. Esos indicadores estadísticos surgen de la comparación con el IX Congreso de 1969: Duró sólo cinco días (del 24 al 28 de agosto de 1973), y el IX había durado veinticuatro (del 1 al 24 de abril de 1969). El informe político leído por Chu tenía sólo 9.500 palabras (en su versión en español), y el de Lin Piao, de 1969, tenía 20.500. Su texto contenía sólo tres apartados (sobre la línea del IX Congreso nacional, sobre la victoria en el aplastamiento de la camarilla antil'artido de Lin Piao, sobre la situación y nuestras tareas), en cambio, el de Lin Piao tenía ocho (preparación para la gran revolución cultural proletaria, proceso de la gran revolución cultural proletaria, hacer concienzudos esfuerzos por cumplir bien la tarea de lucha-critica-transformación, la política de la gran revolución cultural proletaria, victoria final de la revolución en nuestro país, consolidación y construcción del partido, las relaciones de China con los países extranjeros, que se una todo el partido y se una todo el pueblo para conquistar . mayores victorias). En política exterior, el informe de Lin Piao había afirmado que «el imperialismo yanqui y el revisionismo soviético intentan siempre "aislar" a China yeso constituye un honor para nuestro país. Su furiosa oposición a ChIna no puede afectarnos en lo mínimo, sino que, al contrario, mueve a nuestro pueblo a desarrollar aún más su espíritu de independencia y autodecisión, de autosostenimiento y de lucha tenaz por la prosperidad de la patria, y muestra además al mundo entero que China ha deslindado los campos con el imperialismo yanqui y el revisionismo soviético», mientras el informe de Chu En-lai decía que 302

«la política de aislar a China ha caído en bancarrota; las relaciones chino-norteamericanas han experimentado cierta mejora. Se han normalizado las relaciones entre China y el Japón». y en su ataque al «socialimperialismo soviético», Chu, entre otros ejemplos, acusaba a los gobernantes de Moscú de haber «apoyado a la camarilla traidora de Lon No!» (general camboyano que por cuenta de Washington derribó a Sihanouk a principios de 1970). ¡Exactamente 18 días más tarde, el Gobierno de Chu En-lai daría todo su apoyo a la camarilla traidora de Pinochet, general chileno que por cuenta de Washington derribó al Gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973! y su apoyo fue tan notorio, que mientras decenas de miles de trabajadores chilenos estaban siendo masacrados por las tropas insurrectas, ¡la única embajada en Santiago que no tenía guardia militar para impedir el asilo político era la embajada de Pekín! No la necesitaba, los propios funcionarios chinos se encargaban de impedir que patriotas chilenos entraran en la embajada para salvar su vida. Y yo mismo puedo dar absoluta fe de la veracidad de esta afirmación. El de Santiago de Chile, y otros innumerables ejemplos, vaciaban de todo contenido la afirmación de Chu en su informe de que «en el terreno internacional, nuestro partido debe perseverar en el internacionalismo proletario y la consecuente política del partido, fortalecer la unidad con el proletariado y los pueblos y naciones oprimidos del mundo entero». Del mismo modo, en el plano interno, mientras el grupo de Chu había vuelto a instalar en sus puestos a casi la totalidad de los burócratas civiles y militares que habían sido derribados por la insurrección obrera de 1966-1968, su vocero declaraba en el informe político que había que reforzar la dirección de las masas sobre las organizaciones de base, «de modo que allí la dirección esté realmente en manos de los marxistas y de los obreros, campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior y las demás masas trabajadoras, y que la tarea de consolidar la dictadura del proletariado se cumpla en cada organización de base». Por último señalaba que la gran tarea era «esforzarnos por convertir a nuestro país en un poderoso Estado socialista [...] y estar plenamente preparados contra las posibles guerras de agresión del imperialismo, y particularmente contra ataques sorpresa por parte del socialimperialismo revisionista soviético contra nuestro país». 303

En el presidium de 148 miembros del X Congreso escuchaba complacido, en el lugar 25 de la jerarquía, Teng Hsiao-ping, purgado en la revolución cultural como «el Jruschov número dos de China». El nuevo Confucio Inmediatamente después de terminado el X Congreso, los jefes del maoísmo en el buró político comenzaron a montar lo que más tarde se definiría como el comienzo de un contraataque para derribar a Chu En-laL Copiando el esquema seguido para la primera revolución cultural que encendió sus llamas con la discusión sobre temas históricos de la China feudal representados en el teatro o el cine, el grupo Chang Chun-chiao, Yao Wen-yuan y Chiang Ching, eligió la fábrica de Artes Aplicadas de Pekín para un «ensayo» de crítica contra el filósofo clásico del sistema feudal chino, Confucio, que vivió en el siglo VI antes de nuestra era. Esta crítica, naturalmente, debía estar conectada a la lucha política contingente, y por eso se hizo un paralelo entre las ideas de Lin Piao y las de Confucio. El blanco era, sin embargo, Chu En-laL En enero de 1974, «Renmin Ribao» publicó un artículo que comenzaba así: «Con la profundización de la crítica a Lin Piao mediante la crítica a Confucio los obreros y empleados de la fábrica de Artes Aplicadas de Pekín han elevado su conciencia política y han desarrollado la excelente situación de la revolución y la producción en su fábrica [...]. Los obreros y empleados, bajo la dirección del comité del partido de la fábrica, critican los reaccionarios puntos de vista de Confucio al tiempo que denuncian y critican las intenciones criminales de Liu Shaochi, Lin Piao y otros estafadores políticos que profesaban culto y ensalzaban a Confucio». Esta última frase resultaba muy ominosa no sólo para Chu En-lai, sino para todos los intelectuales chinos, que siempre habían considerado a Confucio como «el maestro», un genio clásico. El artículo agregaba, aclarando cada vez más las verdaderas intenciones de la nueva campaña política: «Los obreros comprendieron que criticar la ideología de Confucio significa romper radicalmente con las viejas ideas tradicionales. Se trata de una lucha de clases en el terreno ideológico y un aspecto importante en la aplicación del espíritu del X Congreso del par304

tido celebrado en agosto pasado y en la feliz realización de la revolución en la superestructura... Ellos criticaron falacia s de Confucio como "hacer revivir los reinos extintos, restaurar las familias cuyo linaje se ha interrumpido y designar otra vez a los funcionarios caídos en desgracia" en relación con las intenciones de Lin Piao de "liberar políticamente" a todos los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas que han sido derrocados». Naturalmente, este texto se aplicaba mucho mejor a la restauración en sus puestos de decenas de miles de purgados por la revolución cultural, cosa que estaba ocurriendo en esos momentos, que a las «intenciones» frustradas del asesinado mariscal. Y de todos los «funcionarios caídos en desgracia» que habían sido designados otra vez por Chu En-lai, el más notorio era Teng Hsiao-ping, nombre 'que el pueblo chino conocía muy bien, condenado al ostracismo político por contrarrevolucionario y dirigente seguidor del camino capitalista en 1968. En la noche del 12 de abril de 1973, en el Gran Palacio del Pueblo, el primer ministro Chu En-lai dio un banquete de bienvenida al príncipe Sihanouk y a su hermosa esposa Monique, que venían de visitar las zonas liberadas de Camboya. Se dio la lista de 19 dirigentes chinos asistentes al banquete. En el número 15 apareció el «viceprimer ministro del Consejo de Estado, Teng Hsiao-ping». Había comenzado la rehabilitación política del «Jruschov número dos de China». El 1 de mayo del mismo año aparece citado en el lugar 22 de los 24 puestos superiores de la jerarquía en Pekín. El 8 de mayo, al despedir en el aeropuerto de Pekín a Sihanouk, que parte de visita a 9 países de Africa y Europa, están «los dirigentes Chu En-lai, Ye Chien-ying, Li Sien-nien, Teng Hsiao-ping, Li Te-sheng y otros». El 18 de julio de 1973, exequias del señor Chang Si-yuo, delegado a la APN, miembro del comité permanente del IV comité nacional del consejo consultivo político del pueblo chino, y presidente del instituto del pueblo chino para los relaciones exteriores. Asisten Chu En-lai, Ye Chien-ying, Li Sien-nien, Teng Hsiao-ping y seis más, y «el viceprimer ministro Teng Hsiao-ping presidió la ceremonia». En agosto, Teng era incluido de nuevo en el comité central del partido. Todo este proceso señalaba la presencia de la política de volver a construir lo que la insurrección de 1966-1968 había destruido. El 2 de febrero de 1974, el editorial de «Renmin Ribao» 305

anunciaba «llevar hasta el fin la lucha de crítica a Un Piao y Confucio», y explicaba su carácter de intocable al ser aprobada por el emperador-dios: «Una lucha política de masas para criticar a Un Piao y a Confucio, iniciada y dirigida personalmente por nuestro gran líder el presidente Mao, está desplegándose profundamente en todos los frentes». y apuntando directamente a la tesis de Chu y Teng de que la lucha política se había extralimitado y había que dejar tiempo para trabajar, estudiar y producir, afirmaba: «Adoptar una actitud activa o pasiva en la crítica a Un Piao y a Confucio, importante problema de principios, representa una prueba para cada uno de los dirigentes. La filosofía del partido comunista es la filosofía de la lucha. Para continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado, debemos llevar hasta el fin la lucha de crítica a Un Piao y a Confucio. Luchar es avanzar. Abandonar la lucha es retroceder, derrumbarse y caer en el revisionismo. Quienes trabajan en asuntos militares deben ampliar su cultura general, mientras quienes trabajan en la base económica deben aprender a comprender la superestructura. La cuestión vital es criticar o no. Quienes se decidan a criticar podrán emancipar su mente, erradicar los mitos y supersticiones y avanzar desafiantes frente a las dificultades [...]. Debemos fomentar el espíritu revolucionario de ir contra la corriente». De inmediato hubo oposición en algunos miembros del comité central a este viento «insurreccional» que comenzaba a soplar tímidamente, y en el número 2 de «Hongqi» de 1974, en un artículo sin firma, Ampliar y profundizar la lucha de crítica a Lin PiaQ y Confucio, se contraatacaba: «Hay quienes dicen que "los obreros, campesinos y soldados tienen poca instrucción y no comprenden el chino clásico, son incapaces de elevar el nivel de la crítica". ~sta es una calumnia difundida por los señores burgueses contra los obreros, campesinos y soldados [...]. Esta crítica no es una "cuestión académica" ni es meramente ''un asunto para los círculos culturales y educacionales que a los demás no les importa", como consideran algunas personas... Es un asunto de gran importancia para prevenir el revisionismo, que merece la atención de todos los sectores: la industria, la agricultura, el comercio, la cultura y la educación, el ejército, el Gobierno y el partido. ¿Cómo puede alguien decir que esto no le importa? No creemos en la "doctrina del justo medio". La nuestra es la filosofía de la lucha... Un Piao pretendió que los elementos nocivos y derechistas recuperaran el poder». 306

y agregaba que al mismo tiempo había que combatir «tendencias malsanas como permitir que se realicen gestiones por lo bajo». Es decir, como en el caso de Teng, su rehabilitación política aprobada en las sombras del ex Palacio Imperial, o, como en el caso de decenas de miles de hijos y parientes de burócratas civiles y militares, su ingreso a cargos estatales o univecsidades por medio de una simple recomendación telefónica. El 15 de marzo, de nuevo «Renmin Ribao»: «Con Designando otra vez a los funcionarios caídos en desgracia procuraba revocar los veredictos sobre los cabecillas de las líneas oportunistas anteriores y hacer subir otra vez al poder a esos monstruos y demonios». Y el 27 de marzo, en «Pekín Informa» número 12, un artículo firmado por Chiang Yu-ping, que se acercaba mucho más a la definición casi explícita del verdadero blanco de la campaña: «Lin Piao y su gavilla traicionaron completamente el materialismo dialéctico al describir la doctrina del justo medio (chung yung)... como '''racional'' y un "concepto dialéctico", llegando incluso a decir que era ''una de las grandes virtudes de nuestra nación"... Disparató que hubo '''exceso'' y que "se había destruido la iniciativa individual" [en la revolución cultural]. No se cansaba de repetir disparates tales como "nada debe llevarse a extremos" e "ir a los extremos es erróneo". Sermoneaba sobre "cuidar que el antagonismo no exceda el límite, pues, de otro modo, la unidad será destruida", y que sólo la doctrina del justo medio es la más '''racional [...]. Si dos luchan entre sí, nace la hostilidad; si dos están en paz, llega la amistad"». Para cualquiera, Chu En-lai era conocido como el «político equilibrado», el hombre de Estado que «no se pasa». El 17 de abril de 1973, en «Pekín Informa» número 15 se leía: «La doctrina del justo medio fue expuesta inicialmente por Confucio. E.l dijo que «el justo medio (chung yung) era la virtud suprema, que extralimitarse era igual a quedarse corto, y que era necesario aferrarse a chung (o sea, no caer en exceso ni en defecto)... La doctrina del justo medio estaba estrechamente integrada a todo el sistema ideológico de Confucio. Sostenía el conservadurismo, rechazaba los cambios revolucionarios. Como se ve, esta doctrina es una filosofía coherente de conservadores y reaccionarios... El propósito era oponerse al salto cualitativo, al cambio revolucionario y al movimiento de progreso social... Durante el período del socialismo, la doctrina del justo medio, 307

continúa siendo un arma ideológica usada para la clase terrateniente y la burguesía para oponerse a la revolución». En el verano de 1974, los maoístas se dedicaron a montar en las provincias de Chekiang, Fuchien y Chiangsi y en el municipio de Shanghai, que en conjunto abarcan poco más de 10 % de la población china, lo que ellos llamaban «las bases del nuevo poder revolucionario». Wang Hung-wen, uno de los vicepresidentes del partido, dejó en claro de qué se trataba cuando en una gira por esas provincias declaró a sus partidarios: a) La campaña de crítica a Lin Piao y Confucio: «tiene el propósito de resolver quién tomará las riendas en las autoridades centrales. Es el inicio de una segunda revolución cultural». b) Como ha demostrado la historia, «la única forma de que nosotros los rebeldes tomemos el poder, es por medio de la fuerza armada». c) Para conseguir eso tenemos que limpiar de contrarrevolucionarios los mandos del ejército popular y montar «nuestra propia fuerza armada, la milicia popular. Para ello hay que establecer comandos de milicia popular en cada provincia». d) «En los hechos, la actual campaña de crítica a Lin Piao y Confucio es como azotar tigres muertos, y sólo es un primer paso. Pronto llegará el momento de golpear al tigre vivo, al Confucio en el centro.» 22 Para preparar las condiciones de «golpear al tigre vivo», el grupo de Mao montó en el verano de 1974 un ataque frontal a los mandos del EPL, agregando a la campaña de crítica a Lin Piao y Confucio la componente de «campaña de crítica a la línea militar burguesa de Lin Piao». Para ese momento yo ya estaba en Pekín, y asistí "especialmente invitado» a varias sesiones de crítica realizadas en la academia militar de Pekín en el mes de septiembre de 1974. Me tomé el trabajo de anotar todos los calificativos con que se mencionaba al mariscal asesinado. ~sta es la lista: payaso, arribista, burgués, conspirador, elemento de doble faz, renegado, nacido en una familia burguesa-terrateniente, terrateniente, estafador político, intrigante, vendepatria, embaucador político que no leía libros, periódicos, ni documentos; déspota, caudillo militar que no leía libros, periódicos, ni documentos y que carecía de todo conocimiento, perro faldero de la burguesía, parásito, es308

caria, elemento nocivo, lujurioso, disipado, superespía, imbécil y cobarde, payaso militar. En suma, la campaña afirmaba que Un Piao siempre había sido un mal militar, un mal político, un cobarde en los combates, un tonto en estrategia y «un mando a quien ni los perros hacían caso». Naturalmente, el efecto de tamaña tergiversación de los hechos históricos causó un efecto contrario en los mandos del EPL, todos crecidos profesionalmente durante los años en que Un Piao era el comandante en jefe de las fuerzas armadas chinas, desde 1960 a 1971. Y, además, Un Piao era considerado militarmente un «héroe nacional» a la altura de Chu Te. Su última hazaña bélica había sido cumplida en la guerra de Carea, en noviembre de 1950, cuando como comandante en jefe de los «voluntarios chinos», un millón de hombres, dirigió una ofensiva contra las fuerzas del general MacArthur que tomó a éste por sorpresa y llevó a sus fuerzas al borde del desastre. Antes, a los 19 años, había participado en el levantamiento de la guarnición de Nanchang, 1927, considerada como la fecha de fundación del ejército popular. Durante la gran marcha, en 1934-1935, Un estaba al mando del primer cuerpo de ejército, encargado de abrir camino al resto de las columnas y de cerrar camino cuando éstas habían pasado. Su papel fue tan importante en esta gran marcha, que junto con Peng Te-juai estaba encargado de la guardia de Mao Tse-tung y el comité central, y en octubre de 1935, cuando finaliza este increíble camino de 12.500 kilómetros a través de tropas enemigas inmensamente superiores, Chu Te, el comandante en jefe del ejército rojo, cuenta a la periodista norteamericana Agnes Smedley que «en septiembre 25 y 26 (de 1937), la 115 División, bajo el mando de Un Piao, había logrado la primera victoria militar china contra los japoneses en el paso de la gran muralla llamado Pinghsinkuan». En 1949, el ya «gran» general Un Piao comandaba el IV ejército de campaña, que en menos de un año se abre paso combatiendo desde el nordeste de China, la ex Man<;huria, hasta el río Yangtze, y desde allí hasta la ciudad de Kuangchou (Cantón) en el extremo sur del país. ¡La gran marcha al revés, es decir, victoriosa! Así, cuando la crítica a Un Piao sobrepasó los límites de sus ideas políticas y se internó en sus capacidades militares, el descontento entre los altos mandos fue tan grande, que algunos comandantes se negaron terminantemente a realizar esa crítica 309

y, en algunos casos, amenazaron con amotinar sus unidades si se les seguía dejando en ridículo como «ex subordinados de un imbécil y un cobarde». El maoísmo tuvo una desastrosa derrota política, a la cual ayudó en mucho el hecho de que la abrumadora mayoría de los mandos eran chuenlaístas. Por ejemplo, en el caso de las regiones militares, ocho de las 11 estaban en manos de generales chuenlaístas, y sólo Nanking, Fuchou y Chengtu bajo mando de generales simpatizantes con el grupo minoritario en el comité central (los generales Ting Sheng, Pi Ting-chun y Chin Chi-wen). La situación se hizo tan delicada, que a fines de 1974 el propio Mao Tse-tung volvió a dejar sin apoyo a sus seguidores y se unió momentáneamente al grupo de Chu para detener la campaña de crítica a Un y comenzar a predicar el lema de «promover la unidad y la estabilidad y el ascenso de la economía nacional». Esta coyuntura fue aprovechada por el grupo de Chu, el cual presionó para convocar la cuarta legislatura de la Asamblea Popular Nacional y articular así «legalmente» todo el aparato de gobierno del país. Desde 1970 había habido una aguda lucha por convocar la cuarta legislatura, pero sin resultados, porque la izquierda se las había arreglado para impedido. El 6 de septiembre de 1970, en el comunicado final de la 11 sesión plenaria del IX comité central, se había escrito: «La sesión plenaria sostiene que es un vehemente deseo del pueblo de todo el país convocar la Asamblea Popular Nacional (cuarta legislatura) bajo la óptima situación actual tanto en el país como en el extranjero. La sesión plenaria propone al comité permanente de la Asamblea Popular Nacional hacer los preparativos necesarios para convocar en tiempo oportuno la Asamblea Popular Nacional (cuarta legislatura)>>. Sólo cuatro años y cuatro meses después de este anuncio se lograría reunir la Asamblea Popular. La lucha, a fines de 1974, por impedir la convocatoria, fue dada con todas sus fuerzas por el grupo de izquierda, al extremo de que en diciembre de 1974 se envió al lugar de reposo invernal de Mao (un sitio secreto que probablemente esté en las cercanías de Jangchou, al sur del Yangtze, donde Mao acostumbraba a pasar los meses más fríos del invierno pekinés) al vicepresidente del partido, Wang Hung-wen, para acusar formalmente al grupo de Chu En-lai de estar promoviendo <
Hsiao-ping continuara ejerciendo, «debido a gestiones por lo bajo», cargos de gobierno, y en seguida nombrar a alguien «de la izquierda» (probablemente el propio Wang) como presidente de la nueva Asamblea Popular. Los hechos posteriores muestran que Mao rechazó estas ideas, y algunas informaciones señalan que habría dicho: «Detener el camino de [Chu] En-lai en estos momentos sería la guerra civil y el desmembramiento del país. Hay que esperar. Dejemos que [Teng] Hsiao-ping haga su representación en el escenario. Así el público podrá ver qué clase de personaje es y en seguida deseará sacarlo de la escena». En realidad, el grupo de Chu presionaba tan fuerte, que la convocatoria se hizo con el mismo apresuramiento con que se realizó el X Congreso en 1973. La demostración de esto está en el texto del comunicado de la II sesión plenaria del X comité central: «El X comité central del partido comunista de China celebró su II sesión plenaria del 8 al 10 de enero de 1975. La sesión discutió los preparativos para la IV Asamblea Popular Nacional. Decidió presentar a la Asamblea Popular Nacional para su discusión el proyecto de reforma de la constitución de la República Popular China, el informe sobre la reforma de la constitución, el informe sobre la labor del Gobierno, y las listas de los candidatos al comité permanente de la Asamblea Popular Nacional y al Consejo de Estado. La sesión eligió al camarada Teng Hsiao-ping, vicepresidente del comité central del partido comunista de China y miembro del comité permanente del buró político del comité central». ¡Tres días más tarde comenzaba la IV Asamblea Popular, y cuatro días después aprobaba todo lo mencionado en el comunicado! Naturalmente, en el lenguaje en código de la política china, la rehabilitación de Teng Hsiao-ping significaba que la ideología del grupo de poder que lo mantenía antes del año 1966, es decir, Liu Shao-chi, Teng Hsiao-ping y Chu En-lai, había logrado retornar a casa. El 10 de enero, la jefe de la sección de español en «Pekín Informa» entró en mi oficina para decirme: «Camarada Rojas, los responsables políticos de Ediciones en Lenguas Extranjeras me encargan comunicarle que le ha sido asignado un trabajo de mucha responsabilidad, a partir de mañana. No debe comunicar a nadie el contenido de ese trabajo mientras lo realice; ni siquiera a su esposa. El trabajo se hará en un lugar secreto de Pekín, donde usted dormirá y comerá. Mañana debe venir 311

con la ropa y los utensilios de aseo personal indispensables». El día 11 fui llevado en un automóvil especial a uno de los varios recintos bajo guardia militar que existen en Pekín. Allí fui recibido por el equipo de traducciones al español del comité central (todos viejos conocidos míos) y comencé de inmediato mi trabajo; ¡revisar la traducción al español del informe a la IV Asamblea que leería Chu el día 13 y sería «aprobado» el día 17; el informe sobre la reforma de la constitución, leído por Chang Chun-chiao; el texto de la constitución política que debería «discutir» la Asamblea, y «aprobar» entre el 13 y el 17; el comunicado final de la Asamblea que supuestamente sería producto de los cinco días de sesión, y las listas de nuevos miembros del Gobierno y del comité permanente de la Asamblea que deberían ser «elegidos» el día 17! Naturalmente, no podía comunicar «ni a mi esposa» lo que estaba ocurriendo, porque del 11 al 17 de enero yo (junto con los traductores y revisores extranjeros a otros idiomas) permanecí en el recinto sin derecho a salir de él y con guardia militar en todas las puertas externas. Por supuesto, resultaba gracioso corregir el 15 de enero textos como éste: «Comunicado de prensa de la I sesión de la IV Asamblea Popular Nacional de la República Popular China (17 de enero de 1975). »La I sesión de la IV Asamblea Popular Nacional de la República Popular China se celebró solemnemente en Pekín, del 13 al 17 de enero de 1975... A partir del 14 de enero, los diputados discutieron concienzudamente el proyecto de reforma de la constitución de la República Popular China y los dos informes antecitados [el de Chu y el de Chang], presentados a la Asamblea para su discusión por la II sesión plenaria del X comité central del partido comunista de China [...]. El 17 de enero, los diputados aprobaron por unanimidad [...]. La sesión eligió mediante concienzudas discusiones y por votación secreta al presidente, vicepresidentes [...]. Al anunciarse los resultados de la elección y las listas de los nombramientos, nuevamente resonaron por todo el salón prolongados y calurosos aplausos». y yo tenía que corregir el castellano de este texto dos días antes, con un profundo sentido de frustración periodística por no poder utilizar para nada mi exacto conocimiento de lo que ocurriría en el futuro. Aunque Chu Te fue nombrado presidente de la Asamblea, su avanzada edad y su posición maoísta por amistad personal y no 312

por convicción política, no podía llamarse una victoria para la izquierda. Además, de los 22 vicepresidentes del comité permanente, sólo cuatro eran maoístas, y de ellos, dos en la misma categoría que Chu Te: Tung Pi-wu y Kang Sheng. En el Consejo de Estado, la situación empeoraba para el maoísmo. Primer ministro: Chu En-lai. Primer viceprimer ministro: Teng Hsiao-ping. Y de los 11 restantes viceprimeros ministros, sólo dos en el grupo maoísta: Chang Chun-chiao y Sun Chien, y una vacilante, la obrera Wu Kui-sien. De los 29 ministros, sólo la ministro de salud pública, Liu Siang-ping, y los ministros de cultura, Yu Jui-yung, y de cultura física y deportes, Chuang Tse-tung, eran del grupo de izquierda. y al parecer no contaban con toda la confianza de «la banda de los cuatro», porque Chang Chun-chiao habría dicho desilusionado, en la noche del 18 de enero: «En los ministerios sólo contamos con uno y medio». Chu En-lai, en su informe sobre la labor del Gobierno, citando a Mao, había señalado la preocupación del momento: «La unificación de nuestro país, la unidad de nuestro pueblo, y la unidad de todas nuestras nacionalidades, constituyen la garantía fundamental para la victoria segura de nuestra causa». Y en seguida, el esquema transformador: «Debemos esforzarnos por incrementar la producción y acelerar la construcción socialista, con el objetivo de hacer más sólida la base material del sistema socialista de nuestro país. Por instrucción del presidente Mao, se planteó en el informe sobre la labor del Gobierno hecho ante la III Asamblea Popular Nacional, que se podrían concebir dos etapas para el desarrollo de la economía. nacional de nuestro país a partir del tercer plan quinquenal: primera, en un espacio de 15 años, es decir, antes de 1980, terminar la construcción de un sistema industrial y un sistema de economía nacional independientes y relativamente completos; y segunda, dentro del presente siglo, llevar a cabo en todos los aspectos la modernización de la agricultura, la industria, la defensa nacional y la ciencia y tecnología, colocando así nuestra economía nacional en las primeras filas del mundo». y para hacer todo esto, la consolidación del poder de la burocracia civil-militar: «Debemos desarrollar la gloriosa tradición de observancia de la disciplina, practicar concienzudamente el centralismo democrático y, sobre la base de la línea revolucionaria del presidente Mao, unificar la comprensión, la política, el plan, el comando y la acción». 313

El otro lado del muro, en el informe de Chang Chun-chiao, se exponía en cambio: «Hay que señalar que en nuestro país aún se dan simultáneamente consonancia y contradicción entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. Nuestro sistema socialista, cual el sol naciente, es aún muy joven. Nació en la lucha, y sólo puede crecer en medio de ella. Tomemos el caso del sector estatal de la economía. Algunas entidades son, en apariencia, de propiedad socialista, pero en realidad su dirección no está en manos de los marxistas y las grandes masas obreras. Muchas posiciones serán ocupadas por la burguesía si no las ocupa el proletariado. Confucio murió hace más de dos mil años; sin embargo, basuras como las suyas no desaparecerán solas si no las alcanza la escoba del proletariado [...]. Hemos de llevar adelante de manera extensiva, profunda y persistente la actual campaña de crítica a Lin Piao y Confucio, y ocupar con el marxismo todas las posiciones». Pero, entrando una vez más en el juego del interior sombrío de los pasillos del ex palacio imperial, Chang trataba de alabar al ejército y presentar en sociedad el posible nuevo poder de la milicia popular, regresando a la formulación de rechazo al partido, copado ya por la burocracia, en busca de una alternativa armada: «Debemos fortalecer al Ejército Popular de Liberación y la milicia popular, que son el pilar de la dictadura del proletariado». Contraataque Cuando en todos los organismos de propaganda se desplegaba un alud de artículos en alabanza de la IV Asamblea Popular, el grupo maoísta intentó un nuevo contraataque el 9 de febrero insertando un editorial en «Renmin Ribao», Estudiar bien la teoría de la dictadura del proletariado, en el cual no se mencionaba la Asamblea Popular, pero sí se decía lo siguiente: «Lenin dijo: '"La pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa". Esto también ocurre en una parte de los obreros y una parte de los miembros del partido. Tanto en las filas del proletariado como entre los trabajadores de los organismos oficiales hay personas que incurren en el estilo de vida burgués. Todo esto va en sentido contrario al socialismo. 314

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En nuestro estudio, debemos comprender a fondo que la dictadura del proletariado no sólo debe reprimir la resistencia de la clase terrateniente y la burguesía ya derribadas, y defenderse de .la subversión y agresión del imperialismo y socialimperialismo, sino también luchar contra los elementos burgueses re~ cién surgidos y vencer la acción corruptora y la influencia que la burguesía y la fuerza de los hábitos de la vieja sociedad ejercen sobre el proletariado [...]. Respecto a esta cuestión, algunos de nuestros camaradas también tienen ideas confusas de uno y otro tipo, y hasta toman ciertas cosas capitalistas por socialistas [...]. Los comités del partido a los diversos niveles deben ocuparse concienzudamente del estudio de la teoría sobre la dictadura del proletariado conforme a la instrucción del presidente Mao [...]. Es necesario estudiar cómo subió al poder el revisionismo en la Unión Soviética y cómo degeneró el primer país socialista en un Estado socialimperialista. Debemos efectuar investigaciones sociales, estudiar la situación actual de la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas en todos los dominios». Era el toque de «a la carga» motivado por las siguientes ideas: a) La nueva clase opresora en un país socialista que ha comenzado a dejar de serlo trata de alienar por el trabajo o por la «amenaza externa» al pueblo, para mantenerlo sumiso. b) Eso es lo que hacen los burócratas civiles y militares representados por Chu En-lai y Teng Hsiao-ping al levantar la bandera de transformar a China en una potencia económica y prepararse para la guerra inmediata, haciendo del trabajo duro una droga para poder gobernar a su antojo para «1os burgueses recién surgidos». Para dar olor de santidad a la campaña, el editorial recurría al emperador-dios una vez más: «Nuestro gran líder el presidente Mao impartió hace poco una importante instrucción acerca de la cuestión de la teoría. El presidente Mao señaló: "¿Por qué Lenin hablaba de la necesidad de ejercer la dictadura sobre la burguesía? Es preciso tener una clara comprensión de esta cuestión. La falta de claridad en esta cuestión conducirá al revisionismo. Hay que hacerlo saber a toda la nación". El presidente Mao señaló: "China es un país socialista. Antes de la liberación no difería mucho del capitalismo. Ahora todavía prac315

tica un sistema salarial de ocho grados, la distribución a cada uno según su trabajo y el intercambio por medio del dinero, los cuales apenas son distintos de aquellos existentes en la vieja sociedad. Lo diferente es que el sistema de propiedad ha cambiado"». El 22 de febrero, el mismo «Renmin Ribao» publicó en tres páginas y media una recopilación de citas bajo el título Marx, Engels y Lenin se refieren a la dictadura del proletariado, con una nota de introducción que llamaba a todo el pueblo a estudiarIas. Poco después, en el número tres de «Hongqi» de 1975, el miembro del buró político Yao Wen-yuan firmaba un larguísimo artículo titulado Acerca de la base social de la camarilla antipartido de Lin Piao. Dentro de las limitaciones teóricas de que han hecho gala los escritores chinos de la etapa revolucionaria comenzada en 1949, el artículo podría considerarse como el más brillante esfuerzo hasta ese momento por explicarse el fenómeno de la aparición de un nuevo tipo de clase opresora cuando una sociedad socialista fracasa en su intento de caminar hacia el comunismo. Indicaba que «la existencia de la influencia de la burguesía y la influencia del imperialismo y el revisionismo internacionales constituye la fuente política e ideológica del surgimiento de los nuevos elementos burgueses, y la subsistencia del derecho burgués es su importante base económica». y agregaba una larga descripción que vale la pena reproducir: «En la sociedad socialista existen dos tipos de propiedad socialista: propiedad de todo el pueblo y propiedad colectiva. Esto determina que nuestro país aplique el sistema de mercancías en la actualidad. Los análisis hechos por Lenin y el presidente Mao nos dicen que el derecho burgués que subsiste inevitablemente en la distribución y en el intercambio bajo el régimen socialista debe ser restringido bajo la dictadura del proletariado, de modo que en el prolongado transcurso de la revolución socialista se disminuyan gradualmente las diferencias entre obreros y campesinos, entre la ciudad y el campo, y entre el trabajo manual y el intelectual y las diferencias de jerarquía, y se creen gradualmente las condiciones materiales y espirituales para eliminar tales diferencias. Si en vez de hacerlo así se demanda en cambio consolidar, ampliar y reforzar el derecho burgués y aquella parte de desigualdad acarreada por este derecho [Yao se refiere a incentivar un gran aumento en la producción. como lo planteaban Chu y Teng, "racionalizando" el 316

sistema productivo, es decir, pagando más salarios e incentivos a los más capaces, eliminando el "empleo social", o sea, creando paro; dedicar la masa de los recursos educacionales sólo para los alumnos "más capaces", etc.], surgirá inevitablemente la polarización, es decir, un reducido número de personas adquirirá en la distribución una creciente cantidad de mercaderías y dinero por ciertos canales legales y numerosos canales ilegales; cundirán las ideas capitalistas de enriquecerse y buscar fama y lucro personales, ideas fomentadas por tal "incentivo material"; tomarán cuerpo los fenómenos tales como convertir lo público en privado, dedicarse a la especulación, incurrir en la malversación y corrupción, y cometer robo y soborno; el principio capitalista por el que se rige el intercambio de mercancías invadirá la vida política y hasta la vida del partido y descompondrá la economía planificada socialista; se dará lugar a actos de explotación capitalista de transformar la mercancía y el dinero en capital y tomar la fuerza de trabajo como mercancía; cambiará de carácter el sistema de propiedad en algunos departamentos y entidades donde se aplique la línea revisionista, y reaparecerán casos de opresión y explotación de los trabajadores. Como resultado, surgirá entre los miembros del partido, los obreros, los campesinos acomodados y los trabajadores de los organismos oficiales, un reducido número de nuevos elementos burgueses y advenedizos que traicionan totalmente el proletariado y al resto del pueblo trabajador. Nuestros camaradas obreros han dicho muy bien: "Si no se restringe el derecho burgués, éste restringirá el desarrollo del socialismo y ayudará al del capitalismo". [En realidad, hasta ese punto Yao estaba simplemente relatando 10 que ocurría en esos momentos en China, como producto de la dominación burocrática.] Cuando la fuerza económica de la burguesía crezca hasta cierto punto, sus agentes procurarán la dominación política, el derrocamiento de la dictadura del proletariado y el sistema socialista, y un cambio total de la propiedad socialista, y restaurarán de modo abierto el sistema capitalista. Una vez tomado el poder, la nueva burguesía, como primer paso, ahogará en sangre al pueblo y restaurará el capitalismo en la superestructura, incluidos todos los dominios ideológicos y culturales; luego efectuará la distribución conforme al volumen del capital y del poder que posea cada uno, reduc~endo a una mera fórmula la distribución "a cada uno según su trabajo". Un puñado de nuevos elementos burgueses que tengan monopoliza317

dos los medios de producción, monopolizarán, al mismo tiempo, el poder distribuir los artículos de consumo y otros productos. J:!ste es el proceso de la restauración que ha ocurrido hoy en la Unión Soviética». En todo caso, se trata de la estructura de poder que maneja la burocracia civil-militar china. En el número 4 de «Hongqi» de 1975, el vicepresidente del partido, Chang Chun-chiao, agregó potencia al motor de la campaña con su artículo Acerca de la dictadura omnímoda del proletariado», en donde demostraba, desde el punto de vista económico cómo la base del socialismo chino era bastante débil y, contrario sensu, una presa relativamente fácil para «la nueva burguesía». Y advertía que «actualmente sopla otra clase de viento, el viento "burgués"». Vista superficialmente, la posición del maoísta Chang Chunchiao parecía haber mejorado desde febrero de ese año, al ser nombrado director del departamento político general del EPL. Pero este nombramiento estaba inserto en una realidad más compleja: cuando en enero de 1975 el buró político decidió rehabilitar a Teng Hsiao-ping y nombrarlo vicepresidente del partido, se presentó el problema burocrático de «hacerle un hueco» entre los cinco vicepresidentes. El buró político no tenía capacidad legal para modificar el número de vicepresidencias, pero sí para cambiar los ocupantes de tales cargos, por eso, se rebajó al quinto vicepresidente, el general Li Te-sheng, a miembro titular del buró, y su lugar fue ocupado por Teng. Pero en las negociaciones se presentó el nuevo problema de reemplazar a Li como director del departamento político general del EPL, ya que no podía seguir manteniendo ese mismo cargo si había descendido en la jerarquía. Chang Chun-chiao adquirió el cargo... ¡al mismo tiempo que Teng Hsiao-ping era nombrado jefe del estado mayor! En suma, no parece muy clara la ventaja supuestamente conseguida por la izquierda en estos cambios. El 2 de abril, cuando falleció Tung Pi-wu a los 90 años de edad, comenzó una seguidilla de muertes que diezmaría al comité permanente del buró político, y dejaría a Mao, muy enfermo ya, sin el apoyo también de Kang Sheng, que fallece a los 77 años de edad el 16 de diciembre de 1975, y Chu Te, a los 90 años, el 6 de julio de 1976. El primero de mayo, día de los trabajadores, el comunicado oficial de las celebraciones traía un párrafo clave que mostraba 318

que el equipo de Chu-Teng seguía avanzando hacia el poder total: «Estudiando la teoría para promover con ímpetu el trabajo, los obreroS' y campesinos [...] continuaron creando nuevos éxitos en la construcción socialista». ¡Exactamente lo contrario del núcleo de la campaña iniciada por la izquierda en febrero, que era «estudiar la teoría» para vencer a la burguesía y, principalmente, a la «nueva burguesía» entronizada en el poder! Ahora, enfermo Chu En-lai e internado en un hospital del lado sureste de la capital, era Teng Hsiao-ping quien se ocupaba de las funciones de primer ministro y de lo que los chinos definen como «el trabajo diario del comité central»... Es decir, la dirección de China. En agosto de 1975, mientras el equipo de gobierno, bajo la dirección de Chu En-lai y Teng Hsiao-ping, redactaba tres in. formes sobre la situación económica (Sobre el programa general de los trabajos de todo el partido y todo el país, Esquema de informe sobre el trabajo de la Academia de Ciencias de China, y Algunos problemas sobre la aceleración del desarrollo industrial) en los cuales se caracterizaba la realidad económica china como «catastrófica», el grupo maoísta concentraba sus esfuerzos por intentar un levantamiento de masas en las publicaciones de la revista «Estudio y Crítica» (fundada en Shanghai en septiembre de 1973, como contrapartida a la revista oficial del partido, «Hongqi») y en los artículos escritos por el grupo de crítica masiva de las universidades de Pekín y Chingjua (organizado a comienzos de 1974, compuesto de un núcleo central de 36 personas), que utilizaba el seudónimo Liang Hsiao. Las masas chinas, principalmente los obreros, no parecían tomar muy en serio esta campaña, tal vez no repuestos de la frustración de 1968 cuando, insurreccionadas, fueron abandonadas en medio del combate por sus líderes, principalmente Mao Tse-tung. Es decir, lo que el grupo maoísta pretendía con su propaganda, provocar una campaña masiva política, no lograba levantar el vuelo, y apenas era una especie de ritual cotidiano de repetición de los artículos que se sucedían velozmente en las páginas de «Renmin Ribao». El 15 de septiembre de 1975 se inauguró en el distrito de Siyang, provincia de Shansi, una conferencia nacional sobre aprender de Tachai en la agricultura. Asistieron 3.700 delegados. ¡Presidió el encuentro el ministro de seguridad pública, Hua Kuo-feng! Aunque Hua se había ganado el título de «experto en sistemas de regadío», en el gobierno de la provincia de Junan, 319

sus calificaciones como campesino estaban muy por debajo, por ejemplo, que las de Chen Yung-kui, miembro del buró político y viceprimer ministro al igual que Hua. Así, el hecho de que presidiera esta conferencia agrícola, la más importante realizada desde 1964, contenía un mensaje específico: el aparato militar del Estado quería dejar muy a la vista su presencia en la dirección de la campaña por hacer caminar la economía del país. En coincidencia con esto, el informe inaugural, «en nombre del comité central y del Consejo de Estado» fue hecho el 15 de septiembrepor Teng Hsiao-ping, jefe del estado mayor general del EPL, además de viceprimer ministro y vicepresidente del partido. La conferencia se c1ausuró el 19 de octubre por la tarde, en Pekín. Durante su desarrollo, el grupo de Chu, a través de Teng, Hua y Chen Yung-kui, impuso su punto de vista, que estaba contenido en las siguientes premisas: 1) Las luchas políticas habidas desde 1965 habían puesto en jaque el desarrollo económico de China, retrasando su crecimiento agrícola, debilitando su producción industrial, desmoronando su capacidad de producir nueva tecnología, colocando al ejército al nivel profesional de la guerra de Corea. 2) De ahora en adelante había que rectificar esta situación, haciendo del estudio político una herramienta para elevar la producción en el campo y la ciudad, promover la. unidad y la estabilidad en todo el país, principalmente en el interior del partido, y crear una situación en la que, para defenderse de la «amenaza de la guerra», los trabajadores se dedicasen a trabajar y los cuadros a gobernar. En la sesión plenaria del 15 de octubre, Hua Kuo-feng hizo el informe de cierre de la conferencia, con el transparente título de Movilizar todo el partido para desarrollar vigorosamente la agricultura y luchar por generalizar distritos tipo Tachai. En su introducción planteaba que esta movilización «responde a la apremiante necesidad de hacer ascender la economía nacional de modo que nuestro país se coloque en la primera fila del mundo dentro del presente siglo, y responde asimismo a la apremiante necesidad de competir con el enemigo en materia de tiempo y velocidad para realizar bien los preparativos para enfrentar la guerra». 320

Agregaba: «Si no hacemos mayores esfuerzos por generalizar distritos tipo Tachai, y, por el contrario, nos contentamos con el presente ritmo del desarrollo, será imposible realizar la modernización de la agricultura, la industria, la defensa nacional, la ciencia y la tecnología en el presente siglo». y en el retrato de la realidad agrícola indicaba que desde 1964 hasta 1975 había en todo el país «más de 300 distritos avanzados en aprender de Tachai» ¡lo cual ponía en claro el fracaso de la campaña, porque en China hay más de 2.100 distritos, y con ese ritmo se llegaría a la meta en el año 2008! Por eso declaraba Hua que «en todo el país hay todavía un considerable número de distritos que no marchan con pasos gigantescos en aprender de Tachai; además, algunos no han emprendido en absoluto el aprendizaje». Hay que considerar que en 1964, cuando se lanzó el movimiento por aprender de Tachai, la producción de cereales había sido de 188 millones de toneladas para unos 720 millones de habitantes, o sea, 0,26 tonelada per cápita. La meta fijada según el plan nacional de desarrollo agrícola, consideraba un promedio de 4,7 toneladas por hectáreas, o sea, unos 470 millones de toneladas anuales... iY en 1974 se recogieron sólo 265 millones de toneladas para poco más de 853 millones de habitantes, o sea, 0,31 tonelada per cápita! El informe de Hua indicaba que el centro del problema estaba en los comités distritales del partido, a los cuales había que rectificar porque «un buen número de cuerpos dirigentes de los comités distritales del partido se encuentran en un estado débil, flojo y perezoso... y entre los campesinos todavía sobrevive la influencia tradicional de la pequeña producción, y subsiste una tendencia espontánea capitalista relativamente seria en un sector de los campesinos medios acomodados». Y entonces hay que «llamar de regreso a la mano de obra que se ha ido fuera por un trabajo individual; organizar a los artesanos esparcidos con trabajo individual; reunir y entregar a la colectividad parcelas de usufructo personal y la tierra roturada por los campesinos que sobrepasan la norma establecida por la política del partido [no más del 10 % de la superficie arable]; enmendar las tendencias erróneas en la distribución como la de "sin hacer acumulaciones, repartirlo todo, comerlo todo", y otras». Y combatir las «actividades de malversación y desfalco, de especulación, acaparamiento y de reventa, haciendo que se retribuya en lo económico y no permitir de manera alguna que 321 H.-CHINA

se viva impune después de haber hecho sabotajes a la economía socialista». Finalmente, la meta para realizar la mecanización agrícola para 1980 se definía así: «A través de cinco años de lucha ardua, es decir, hasta el año 1980, más de un tercio de los distritos del país tendrán que transformarse en distritos tipo Tachai». O sea, agregar a los 300 distritos tipo Tachai ya existentes un promedio de 100 cada año. Este informe encontró de inmediato, el mismo día 15 de octubre, y en la propia conferencia, la oposición del grupo maoísta. Encargada de hacer ver los puntos de vista de la minoría fue Chiang Ching. Su juicio fue tajante: «El informe, por no decir otra cosa peor, es revisionista». y la explicación de su juicio fue así: «Este informe dice que la situación en el campo es mala, que hay muestras de capitalismo, que hay corrupción y que el avance de nuestra economía no puede soportar el peso muerto de una agricultura retrasada. Estamos de acuerdo. Pero, con la hipocresía característica de los revisionistas, el informe centra su ataque en los niveles básicos y en las masas. Quiere rectificar a los comités distritales del partido y a los campesinos. Desprecia a las masas. ¿Por qué? Porque atacando a las gentes sencillas protege a los señorones que sí realmente siguen el camino capitalista y sí son corrompidos y están dentro del comité central. La solución a nuestro problema agrícola no está en meter en la cárcel a personas sencillas que sólo se dejan llevar por el viento burgués que sopla desde arriba. La solución está en derribar a los dirigentes en el comité central y en el buró político que siguen el camino capitalista. Son, como dice el presidente Mao, la burocracia que está en contradicción antagónica con los obreros y los campesinos pobres. Y esta burocracia reina en el partido hoy día. Reina en China. Tenemos que derribarla primero del comité central, del ejército y del Gobierno. Después de eso, será fácil resolver las tendencias erróneas que se desarrollan a nivel básico. Por eso me opongo a la aprobación de este informe resumen». La mujer de Mao agregó que Hua Kuo-feng utilizaba la tesis de estudiar la teoría para promover el trabajo, poniendo de cabeza su significado marxista que es, afirmó, «estudiar la teoría para derribar a los "nuevos burgueses" que han aparecido en el partido y la sociedad, se han apoderado de casi todo el poder, y están transformando al presidente Mao en una sim322

pIe figura decorativa, valiéndose de su enfermedad que lo tiene prisionero en Chungnanjai». El presidente de la conferencia, Chen Yung-kui, se levantó para decir que Chiang Ching había pronunciado un discurso el 15 de septiembre, el día de la apertura de la conferencia, en el que, «apartándose de nuestro blanco», había hablado de la crítica a la novela A la orilla del agua, novela clásica china sobre los levantamientos campesinos de la dinastía Sung del Norte, años 960 a 1127, diciendo que esa crítica era necesaria para descubrir a «los que hoy día en nuestro comité central capitulan frente al imperialismo, apuntando su ataque contra nuestro querido primer ministro que está gravemente enfermo, como todos saben». Chen Yung-kui agregó que ese discurso había sido escuchado por el presidente Mao y prohibido. «Prohibió su impresión y su divulgación.» Por lo tanto, estimaba, como presidente de la conferencia, que las opiniones de Chiang Ching no podían ser tomadas en cuenta. El informe de Hua Kuo-feng fue aprobado por los delegados. En su discurso de clausura, Cheng Yung-kui dio por aprobada la tesis del grupo de Chu en definir la nueva línea a seguir como «estudiar la teoría para combatir y prevenir el revisionismo, promover la estabilidad y la unidad y hacer ascender la economía nacional». En realidad, esta conferencia de Tachai sólo había sido un reflejo de lo que había ocurrido en septiembre, cuando, en Pekín, Teng Hsiao-ping convocó a una reunión ampliada de la comisión militar del comité central y del estado mayor general del EPL. Asistieron más de 300 altos mandos del EPL. Teng señaló que la capacidad defensiva de China era muy pobre, que había que modernizar la capacidad de respuesta bélica, elevar la tecnología bélica y que, para eso, hacían falta dos condiciones básicas: hacer del ejército un todo estable y unido, dedicado a «recuperar el tiempo perdido desde 1960» (alusión al momento desde el cual se hace cargo de la jefatura máxima Lin Piao), y hacer máximos esfuerzos por adquirir material de guerra moderno y capaz de «detener a los soviéticos» en el mercado occidental, principalmente Estados Unidos, Europa, y Japón. Teng aseguró que «la guerra la ganan los generales, no los miembros del buró político, y los generales deben hacerse cargo del ejército y el partido debe darles todo su apoyo, mientras obedezcan la línea general del comité central». 323

El director del departamento político general, Chang Chunchiao, fue el encargado de oponerse a esta tesis por cuenta de la minoría maoísta: dijo que cuando una clase quiere apoderarse de una sociedad, lo primero que debe hacer es apoyarse en las armas para su intento. Que, por eso, en la sociedad socialista, los viejos burgueses y la burocracia civil y militar nacida del ejercicio del poder del proletariado, tratan de conquistar primero el dominio del ejército y del partido, antes de lanzarse a dominar toda la sociedad. Que eso estaba ocurriendo en China, que dentro del comité central y de los altos mandos del ejército había «contrarrevolucionarios» a los cuales había que derribar. Que levantar la bandera de la modernización militar con el fantasma de enfrentar la guerra,en estos momentos, era levantar la bandera de la nueva burguesía. Que primero había que limpiar los altos rangos militares de burócratas, al mismo tiempo que hacer la limpieza de los altos rangos políticos del comité central, y después dedicarse a la modernización. Que cualquier intruso extranjero sería barrido por la guerra popular, yeso era suficiente garantía de China como nación mientras vencía en su lucha interna por derrocar a los burócratas civiles y militares que en este momento tienen mayoría en el comité central y en los organismos militares. Aun cuando Chang Chun-chiao fue apoyado solamente por un jefe de región militar y tres jefes de distritos militares, recibió las simpatías de un buen número de generales de más bajo nivel, lo cual, al parecer, provocó en muchos la sensación de tendencia a la guerra civil. Fue en ese momento que Chiang Ching dijo su discurso en la conferencia de Tachai, el de la crítica a la novela A la orilla del agua, yeso pudo haber llevado a Mao a prohibir la publicación de su discurso. En todo caso, la mayoría chuenlaísta que se había impuesto en la reunión militar de septiembre, se impuso en la agrícola de octubre, y los periódicos se llenaron de artículos bajo el título genérico «en marcha la batalla para generalizar distritos tipo Tachai», y con la oración sagrada repetida hasta el infinito de «todos los lugares organizan su estudio tomando como guía las importantes instrucciones del presidente Mao sobre el estudio de la teoría de la dictadura del proletariado para combatir y prevenir el revisionismo, promover la estabilidad y la unidad y hacer ascender la economía nacional». El 26 de noviembre, en el comunicado de prensa de la agencia Sinjua para informar de que China lanzaba con éxito otro 324

satélite artificial de la Tierra, se citaba íntegra la oración sagrada mencionada arriba, yeso parecía indicar que el grupo maoísta había tenido que retirarse del combate. El 2 de diciembre, Mao se entrevistaba con Ford, presidente de Estados Unidos, y «luego de haber estrechado la mano a cada uno de los huéspedes estadounidenses, el presidente Mao sostuvo con el presidente Ford conversaciones serias y significativas sobre amplios problemas en una atmósfera amistosa». Gatos blancos y negros El 16 de diciembre, sin embargo, hubo un movimiento de inquietud entre los que seguían la evolución de la lucha política a través de su reflejo en los textos de «Renmin Ribao»: el comunicado sobre la muerte de Kang Sheng, el 16 de diciembre, había cambiado el texto de la oración sagrada, y la «unidad y la estabilidad» y «hacer ascender la economía nacional» habían desaparecido reemplazados por «tomar como eslabón clave la

lucha de clases».

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En cambio, en el editorial de Año Nuevo de 1976, una redacción de compromiso: «Estudiar concienzudamente la teoría de la dictadura del proletariado y, tomando como clave la lucha de clases, continuar aplicando toda la serie de importantes instrucciones del presidente Mao, promover la estabilidad y la unidad», etc. Sin embargo, en el número uno de 1976 de la revista teórica «Hongqi», el artículo Aferrar la clave: la lucha de clases, firmado con el seudónimo de Chi Jeng, señala por cuenta del grupo de crítica masiva de la universidad de Pekín y la universidad Chingjua que «los burgueses [...] buscan la oportunidad para lanzar contraofensivas de venganza con la intención de revocar el justo veredicto de la gran revolución cultural proletaria. Una vez que ellos desataron el. viento derechista para revocar este veredicto lanzando disparates revisionistas tales como sus extrañas declaraciones en los círculos educacionales, el proletariado y los otros revolucionarios, como es natural, tienen que luchar contra ellos respondiendo medida por medida». Y llamaba al pueblo a «realizar la lucha de clases en primer lugar» para «ejercer la dictadura sobre la burguesía» explicando que «necesitamos lograr la estabilidad y la unidad, pero esto no significa renunciar a la lucha de clases [oo.]. Tene325

mos que trabajar duro por elevar nuestra economía nacional a nuevas alturas, pero esto tampoco indica que renunciemos a la lucha de clases». La mención de los «disparates revisionistas» en los círculos educacionales, dejaba claro para los estudiantes universitarios de todo el país que se estaba montando una campaña contra el grupo Chu-Teng, porque en julio de 1975, en reuniones de la academia de ciencias de China, Teng había dicho que el sistema educacional chino, después de la revolución cultural, se había transformado «en un sistema de promoción de analfabetos», que la política de «investigación científica de puertas abiertas» (es decir, de trabajar en laboratorios instalados en los centros de trabajo agrícola e industrial, combinando, los científicos profesionales, su trabajo propio con la participación en las labores físicas, y haciendo investigaciones junto con las masas) había transformado a la academia de ciencias china en «una academia del estudio de las coles». Y había pronosticado que si esto seguía así, «en cinco años más los graduados universitarios saldrán de las aulas sin siquiera saber leer y escribir». En realidad, desde diciembre de 1975, con la complicidad de Mao Tse-tung, el grupo maoísta había iniciado una campaña de crítica gradual a Teng y Chu, en la universidad Chingjua. La aparición de dazibaos se hacía más numerosa por semanas, y enero de 1976 prometía ser el mes de la explosión de las críticas. Pero el 8 de enero, a las 9.57 de la mañana, a los 78 años de edad, murió Chu En-lai. Le había vencido el cáncer. La noticia fue dada en la madrugada del 9 de enero. Cuando llegué a mi oficina, a las ocho de la mañana de ese día, el sonido de los llantos y los gritos de angustia era insoportable. En realidad, no exagero que ese día todo Pekín estaba destrozado de angustia y dolor. No cabía duda que el pueblo chino quería mucho a Chu. El15 de enero, para la ceremonia fúnebre oficial, Teng Hsiaoping pronunció el discurso de despedida. Todo parecía normal, es decir, que Teng era el sucesor lógico, como primer ministro, de Chu. Pero las líneas finales de su discurso decían «debemos transformar el dolor en fuerza [...], debemos unirnos como un solo hombre, tomar la lucha de clases como clave, estudiar a conciencia la teoría de la dictadura del proletariado», y nada de la estabilidad y unidad. Es decir, su programa político no figuraba en el discurso. 326

En la universidad Chingjua, la crítica a los «revocadores de los justos veredictos sobre la revolución cultural» se reinició a las 48 horas de la ceremonia fúnebre. La lucha en el seno del buró político fue intensa, y el grupo Chu-Teng, ahora liderado sólo por Teng, tuvo que retroceder y levantar como candidato a primer ministro interino a un hombre prácticamente desconocido «para darnos tiempo -según habría dicho Mao- y llegar a un acuerdo después de la campaña de crítica a las personas que, como Teng, se han mostrado obstinadas». El 3 de febrero se realizó una reunión del buró político para resolver el problema de la vacante de primer ministro, dejada por la muerte de Chu. A la reunión no asistieron Mao Tse-tung ni Liu Po-cheng, ambos enfermos. El general Wang Tung-sing, jefe de la guardia de palacio, y Hua Kuo-feng, ministro de seguridad pública, informaron que traían un mensaje especial «del presidente Mao». El mensaje, según ellos, constaba de dos elementos: a) Mao proponía que se nombrara un ministro interino durante todo el período que fuera necesario par desplegar la campaña «contra el viento revocatorio de derecha», y que ese ministro interino fuera Hua Kuo-feng; b) que la campaña se hiciera bajo el comando directo de una comisión del buró político «en el que participan los representantes de todas las opiniones, incluyendo a Teng, que debe seguir en sus puestos». Al parecer (las informaciones son escasas sobre esta reunión en particular) la minoría no dejó oír su voz, y en la noche del mismo día, Chang Chun-chiao escribió en su Diario (costumbre de todos los dirigentes chinos) un corto comentario bajo el título «Mis impresiones sobre el 3 de febrero de 1976». Su texto, revelado más tarde por los vencedores del golpe de Estado de octubre de 1976, era éste: «He aquí otro documento N.o 1. El año pasado se emitió un documento N.o 1 [se refiere al documento 00001/75, que contenía la rehabilitación política de Teng Hsiaoping, publicado ellO de enero por el buró político, al finalizar la II sesión plenaria del comité central elegido en el X Congreso. El documento N.o 1 que comenta Chang en este texto es el 00001/76, que señalaba que «a proposición del presidente Mao, se nombra al camarada Hua Kuo-feng primer ministro interino del Consejo de Estado», y estaba firmado por el buró político]. De veras te vuelves feroz cuando te impones. Subir tan rápida y bruscamente significa caer igualmente rápido. »Nunca es practicable la línea errónea. Él puede salirse con la suya por un tiempo como si el mundo le perteneciera y empe327

zara una nueva "era". Ellos siempre sobreestiman su propia fuerza. [Evidentemente, aquí Chang se refiere a Teng y a su tesis de que había que comenzar de nuevo después de la "catástrofe" de la revolución cultural. "Ellos" , son los del grupo .

Chu-Teng, y el texto prueba que Chang veía el nombramiento

de

Hua como una derrota para el maoísmo y no como un paso táctico, como parecía verlo Mao.] El pueblo es el factor decisivo. Representar los intereses del pueblo, trabajar en beneficio de la mayoría y colocarse en cualquier circunstancia al lado de las masas populares y de los progresistas significa victoria. Será fracaso inevitable actuar al contrario».23 El 24 de febrero, «Renmin Ribao» incluyó un editorial titulado Empeñarse en la lucha de clases y promover la labranza primaveral, en el que por primera vez se indicaba a todo el pueblo chino que el propio Mao Tse-tung estaba contra Teng, al incluir este párrafo: «El presidente Mao nos ha enseñado: "¡Qué es eso de tomar las tres instrucciones como clave! La estabilidad y la unidad no significan renunciar a la lucha de clases. La lucha de clases es como la cuerda clave de una red, y todo lo demás son mallas". Esta importante instrucción del presidente Mao constituye una enérgica crítica directamente dirigida contra la falacia de tomar las tres instrucciones como clave, pregonada por los recalcitrantes dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido». Como había sido Teng Hsiao-ping quien afirmara en su discurso de septiembre de 1975, en la conferencia sobre Tachai, que había que tomar las tres instrucciones de estudiar la teoría, conseguir la unidad y la estabilidad y hacer ascender la economía nacional, como clave, no existían dudas acerca de qué dirigentes del partido estaban siendo atacados. Sin embargo, todavía el centro del combate estaba en la universidad Chingjua, donde los alumnos desataron lo que más tarde se llamó «1a lucha contra la línea revisionista». El día 20 de febrero, el grupo maoísta había decidido pasar por sobre los reglamentos del partido que impiden nombrar «en la prensa» a los criticados del comité central sin orden expresa del buró político, y aparecieron dazibaos en la universidad de Pekín y Chingjua, con el nombre de Teng. El jueves, 26 de febrero, «los trabajadores extranjeros en Pekín» fuimos invitados a «leer los dazibaos de la universidad de Pekín». Más tarde se supo que esta invitación había tomado por sorpresa al buró político, que no supo de ella hasta después de efectuarse la visita. 328

En los inmensos patios de la universidad había miles de dazibaos, en una especie de recinto cerrado, con una sola entrada. Allí había un enorme letrero que anunciaba: «Citas de Teng Hsiao-ping, cabecilla de los incorregibles dentro del partido que toman el camino del capitalismo». Eran exactamente 100 extractos fechados desde 1949 hasta 1975. Divididos en 5 grupos que trataban de <<1osataques de Teng Hsiao-ping» al presidente Mao, a la lucha de clases, a la aplicación de la política en el ejército, a la política de cuadros, y a la construcción socialista. Un segundo inmenso dazibao 4>e titulaba «Afirmaciones del incorregible dentro del partido que toma el camino capitalista en contra de Marx, Engels, Lenin y Mao», consistente en unas cincuenta citas de discursos de Teng contrapuestas a citas de textos de los «cuatro grandes». Era nítido el hecho de que todos los dazibaos puestos antes del 20 de febrero no nombraban a Teng y estaban centrados sobre combatir «la línea errónea» en la educación, la ciencia y la tecnología. En cambio, todos los dazibaos fechados después del 20, y especialmente después del 23 de febrero, nombraban a Teng y ponían en discusión la «línea revisionista de Teng Hsiao-Ping y su camarilla, en todos los aspectos de la vida de nuestra sociedad socialista». Todos ponían énfasis en la afirmación «Teng es el máximo exponente de la contrarrevolución en el seno del partido». Según ellos, «el programa revisionista» de Teng Hsiao-ping estaba compuesto de «tomar las tres directivas como el eslabón clave», porque Teng «truncó tres directivas del presidente Mao, les sacó la componente de lucha de clases como lo principal y las transformó en "estudiar la teoría y combatir y prevenir el revisionismo, fomentar la unidad y la estabilidad y elevar la economía nacional" [...]. El programa del archicriminal Teng para el EPL está compuesto sólo de consolidación y preparación bélica, nada de política». Para el partido, «consolidar un núcleo dirigente de cuadros viejos con experiencia», y para todo el país, «dedicación total de las masas a la producción... Los que trabajan con las manos son dirigidos, los que trabajan con la cabeza deben dirigir». Algunos dazibaos hablaban de Teng como «representante de la burguesía dentro del partido, dentro del ejército y de la sociedad entera». Dadas las normas de conducta política de la jerarquía, era dable esperar que al día siguiente que esos dazibaos fueron mostrados a ojos no chinos, el «Renmin Ribao» debería traer un editorial repitiendo más o menos lo que se decía en la univer329

sidad de Pekín. Sin embargo, no ocurrió así. En cambio, hubo una reunión minoritaria del buró político, sin el grupo maoísta, en la que se acordó que «la lucha para combatir el viento revocatorio de derecha se debe realizar bajo la dirección de los comités del partido en sus distintas instancias, y queda prohibido terminantemente establecer contactos y organizar grupos de combate». Es decir, quedaba fuera de la ley todo intento de las masas por organizar grupos insurreccionales al estilo de los guardias rojos de la cultural, y las «experiencias insurreccionales» no podían ser publicadas ni comunicadas de un lugar a otro del país. Dicho de otro modo: la campaña contra la burocracia civil-militar quedaba bajo la dirección de esa burocracia, y se cortaban todas las comunicaciones horizontales entre las masas. El grupo maoísta contraatacó esta medida con un primer intento por hacer participar a los obreros en la lucha: eligió como «base de apoyo» el sistema de ferrocarriles. Wan Hungwen fue el encargado de hablar con algunos de los dirigentes de los obreros ferroviarios para establecer un sistema de enlaces interprovincial para llevar y traer información de la campaña a nivel nacional. Las explicaciones de Wang fueron extremadamente precisas: a)

La nueva burguesía compuesta de cuadros corrompidos, de ex elementos burgueses y ex terratenientes y campesinos ricos, ha tomado desde dentro el comité central. b) La única forma de derribar a esta nueva clase opresora es por la fuerza de la insurrección popular. Las milicias deben prepararse para la lucha porque el ejército también está en manos de la nueva burguesía. c) La campaña «por contragolpear el viento derechista» debe desembocar en una guerra civil contra la nueva burguesía... Una nueva revolución cultural en una etapa más alta. d) Aunque Teng es el jefe, porque Chu En-lai ya murió, no es contra él como persona que se debe dirigir la campaña, sino contra la clase opresora que él representa. Actuando con la táctica del presidente Mao, debemos dejar que Teng y sus compinches sigan en sus puestos de responsables, para que sus propias acciones los desenmascaren ante el pueblo. En 10 de marzo, Yao Wen-yuan escribió un editorial en «Renmin Ribao» titulado Revocar veredictos justos va en contra de 330

la voluntad del pueblo, asegurando en su texto que Mao acababa de decir esa frase para ser publicada en todo el país, y «llama a todo el partido, todo el ejército y todo el pueblo para que se incorporen con mayor entusiasmo a la lucha contra el viento revocatorio derechista». Y en su texto se señalaba a Teng de este modo: «El individuo que desató el viento revocatorio derechista es justamente aquel seguidor del camino capitalista que había seguido a Liu Shao-chi en la práctica del revisionismo y se había opuesto a los movimientos revolucionarios socialistas antes de la gran revolución cultural, y que fue criticado durante la misma, pero rehúsa corregirse... Semejantes personas nunca han sido marxistas, sino, como señaló el presidente Mao, elementos democrático-burgueses que ideológicamente aún permanecen en la etapa de la revolución democrática... Aunque nominalmente "militantes del partido comunista", representan en realidad a la nueva y vieja burguesía de dentro y fuera del partido». Advertía que hay que «mantenerse alerta contra la provocación de disturbios por parte de los enemigos de clase y frente a los que minen la revolución medIante el sabotaje a la producción». Obligado por las circunstancias de ser minoría, el grupo maoísta tuvo que incluir también en este editorial la orden del partido de no organizar grupos de combate y realizar la campaña bajo la dirección de los comités del partido. Al día siguiente, 11 de marzo, la agencia central de noticias Sinjua distribuyó la información China desencadena la lucha contra la línea revisionista, en donde se decía: «En julio, agosto y septiembre pasados, ellos llamaron negro a lo blanco y difamaron la situación interna diciendo que "el presente no es tan bueno como el pasado", atacaron la revolución educacional calificándola de "rechazar los conocimientos" y "rechazar la educación" [...]. Todo esto muestra que las fal:3:cias en esos círculos no son un asunto aislado, sino que ocurren paralelas a extra-' ñas cosas sucedidas en otros campos... Muestran que hay una línea revisionista que lanza ataques globales... Usando como. pretexto la unidad y la estabilidad, tratan de reprimir la lucha del pueblo de todo el país contra sus actividades. Utilizando diversos pretextos han hostigado y atacado a los cuadros nuevos y veteranos que siguen la línea revolucionaria del presidente Mao, y han instalado en importantes cargos a aquellos que se oponen a la gran revolución cultural, sembrando discordia entre el partido y las masas y minado la estabilidad y la unidad». 331

El 17 de marzo se reunió de nuevo el buró político y nombró una «comisión especial encargada de investigar los errores de los dirigentes que han cometido errores». Jefe de esa comisión: ¡Hua Kuo-feng! Era un intento del grupo derechista por burocratizar la campaña política e impedir su desbordamiento hacia el exterior del partido. Sin embargo, el grupo de izquierda contraatacó explicando a los dirigentes sindicales ferroviarios de provincias que «cualquier represión de la actual campaña significa acción contrarrevolucionaria», que «cualquier intento por impedir la insurrección de los obreros y campesinos contra quienes han tomado el palacio imperial, es una acción contrarrevolucionaria», y que «no podemos bajar nuestras banderas hasta haber limpiado el comité central, especialmente su buró político, y el alto mando del EPL». «Renmin Ribao» del 28 de marzo, en un editorial titulado Contragolpear el viento revocatorio derechista, promover ta producción industrial, dio a conocer una nueva «cita» de Mao cuyo contenido ponía bajo crítica toda la política del Gobierno de Chu En-lai y señalaba a Teng con absoluta claridad como enemigo de la revolución. Decía la cita: «Esa persona no toma la lucha de clases como debe ser; nunca se ha referido a este eslabón clave. Todavía insiste en su tema de "'gato blanco, gato negro", con lo cual sigue sin distinguir entre imperialismo y marxismo». Después de la catástrofe económica de 1959, Teng Hsiao-ping, como jefe máximo de la construcción económica y militar de China en esa época, bajo el alero político de Liu Shao-chi, había planteado que la recuperación del país se podía hacer recurriendo a cualquier medio, incluyendo el trabajo individual en el campo, en parcelas privadas, y a las cooperativas de tipo capitalista en la ciudad, y «campesinó» su tesis afirmando: «No importa que el gato sea negro o blanco, si c¡u:a ratones». Ese dicho pasó a convertirse en una especie de marca de fábrica del pensamiento político de Liu, de Chu y de Teng. Ahora, al referirse Mao a los gatos, estaba apuntando a algo más que a Teng, sobre todo porque agregaba que eso era confundir el imperialismo con el marxismo; es decir, estaba acusando al Gobierno de su país de haber seguido una política imperialista en sus relacioin:5 externas para poder construir la economía a gran velocidad. Que esta afirmación del viejo líder viniera después que él mismo había recibido a Nixon, a Ford y a Kissinger «amistosamente» no importaba mucho, acostumbrado como está el pueblo chino 332

a las acrobacias políticas de sus líderes que con enorme facilidad niegan hoy lo que afirmaron ayer. La publicación de esta cita tenía un alcance de tal magnitud, que el editorial terminaba alertando: «Es esencial elevar la vigilancia revolucionaria y guardarse contra las actividades de sabotaje de los enemigos de clase, contra los intentos de incitar a las masas a luchar entre sí». En realidad ya comenzaban a ocurrir incidentes en todo el territorio chino -cuando las fuerzas de seguridad apresaban e incluso asesinaban a algunos dirigentes sindicales de base-, y algunos grupos de obreros habían respondido asaltando arsenales militares y contestando al ataque armado de la policía. Parece ser que en este momento crucial, el grupo derechista decidió montar un incidente político lo suficientemente grave como para detener la campaña en ascenso y desviar el curso de los acontecimientos. El lunes 29 de marzo, cuando llegué por la mañana a las oficinas de Ediciones en Lenguas Extranjeras en Pekín, vi que en algunas de ellas había personas haciendo coronas fúnebres de papel, con el retrato de Chu En-lai en el centro. Pregunté a mis compañeros qué significaba eso. «El domingo próximo es 4 de abril, el día de Qingming -me dijeron-, y algunos compañeros van a rendir homenaje al querido primer ministro Chu.» Me informaron que Qingming era el día de los difuntos, que en el calendario anual campesino chino había 24 fechas, doce de ellas según el calendario lunar y las otras doce según el solar, que eran celebradas por todos en el campo. Que una de esas fechas era el día de difuntos, y que ahora se aprovecharía para rendir homenaje a Chu. Pregunté si era oficial esa ceremonia. No, me contestaron, pero «los compañeros que van tienen permiso del partido». Los portadores de coronas comenzaron a afluir hacia el monumento a los Héroes del Pueblo, en el centro de la plaza Tienanmen, en Pekín, desde el viernes 2 de abril. El domingo 4, la fecha precisa, el monumento estaba cubierto de miles de coronas. En la noche del 4, un destacamento de la guarnición del EPL en Pekín retiró en camiones las coronas, «para mantener el aseo de la plaza». A partir de la madrugada del lunes 5 de abril comenzaron a llegar centenares de grupos con más coronas, y se corrió la voz «los contrarrevolucionarios retiraron las coronas anoche». Aparecieron líderes con megáfonos que alertaban a los presentes a «elevar la vigilancia». A las ocho y 333

media de la mañana, un vehículo de la policía de Pekín, provisto de altoparlante, desde el cual se pedía a los manifestantes que se retiraran a sus casas, fue volcado. Comenzó el pandemónium. Durante todo el día, la enorme plaza fue el centro de una sublevación contra las autoridades. Fue incendiado el cuartel de la policía al sur de la plaza. Hubo tres intentos de asaltar y saquear el Gran Palacio del Pueblo, al lado oeste. Los soldados de guardia fueron obligados a ponerse de rodillas y pedir perdón ante la muchedumbre «por haberlos reprimido». Cuatro alumnos de la universidad Chingjua, que se identificaron como tales mientras defendían a una miliciana del ataque de más de cien personas, fueron golpeados, pateados y en seguida asesinados a cuchilladas. Comenzaron a aparecer volantes impresos, que tenían este poema escrito: Cuando vierto mi pena, aúllan los diablos y cuando lloro, ríen los chacales. En homenaje al héroe ofrendo mi sangre y, alzadas las cejas, desenvaino la espada. China ya no es la del pasado, ni tan ignorante el pueblo. La sociedad feudal del primer emperador Chin 24 pertenece ya para siempre al pasado, y nosotros creemos en el marxismo-leninismo. ¡Váyanse al diablo aquellos letrados que lo desvirtúan! Lo que queremos es el marxismo-leninismo auténtico. Para conseguirlo, no tenemos miedo a perder la cabeza, ni a derramar la sangre nuestra; y el día que se realicen las cuatro modernizaciones 25 volveremos a ofrecer libaciones y sacrificios. Además, los organizadores de los disturbios pegaron en los postes del alumbrado público carteles en los que se decía «muera la emperatriz viuda» o «no queremos el gobierno de Chiang Ching». El humo de los incendios del cuartel de policía y de los automóviles volcados y destruidos se veía a kilómetros de distancia. Unas cien mil personas iban y venían en la plaza, y dentro de ella reinaba el gobierno de un llamado «comité de la población capitalina para rendir homenaje al difunto primer ministro». 334

Inexplicablemente, dada la tremenda eficiencia policial demostrada por la seguridad china desde 1949 en adelante, la batalla campal siguió sin ningún intento por detenerla durante doce horas, hasta las seis y media de la tarde, en que el presidente del comité municipal de Pekín, Wu Te, habló por cadena radial conectada a los altoparlantes de la plaza y de la avenida Changan para decir que los disturbios eran "jun vano intento de cambiar el rumbo principal de crítica a la línea revisionista de Teng H,siao-ping, seguidor del camino capitalista y reacio a corregirse!» Y pedía que "las masas revolucionarias deben alejarse inmediatamente de la plaza y no dejarse engañar». Transcurrieron otras tres horas, y a las nueve y media de la noche, cuando en la pJaza no quedaban más de cinco o seis mil personas, convergieron hacia ella ¡cincuenta mil milicianos!, de los cuales la mitad había sido traída desde otros lugares de la provincia de Jobei. Un grupo de unos dos mil manifestantes, entre los que había muchos armados de porras y cuchillos, rodearon el monumento a los Héroes del Pueblo, y se quedaron allí, haciendo frente a los cincuenta mil milicianos. No hay información sobre lo que ocurrió, pero los resultados sí se conocen: los dos mil manifestantes fueron muertos a golpes de porra en el mismo monumento, sus cadáveres incinerados, y las urnas cinerarias enviadas a sus parientes con una cuenta del departamento de Seguridad Pública: cinco yuanes por cada urna, a ser pagados por los deudos. A la mañana siguiente, y durante diez días, la plaza fue cerrada al tránsito público, y equipos de cincuenta trabajadores municipales se sucedían las 24 horas del día para lavar la sangre y consignas del monumento y sus alrededores. Evidentemente, el grupo con poder de decisión sobre la seguridad en las calles de Pekín -Hua Kuo-feng, ministro de seguridad pública y primer ministro interino; Wu Te, presidente del comité municipal; Chen Si-lien, comandante de la región militar de Pekín, y Ye Chien-ying, ministro de defensa nacionalhabía dejado pasar las horas sin aplastar el motín, dando tiempo suficiente para que la noticia se esparciera por toda la capital y alcanzara a todo el país a través del tráfico aéreo y ferroviario. O sea, primer objetivo conseguido: crear inquietud pública. Segundo objetivo conseguido: al permitir que Wu Te nombrara en su llamada a la población a Teng Hsiao-ping, centrar el fuego de la campaña en torno a la persona del dirigente y minar las fuerzas de la izquierda, cuya única base se podía crear am335

pliando masivamente el movimiento en torno a la crítica a una línea política y no a una persona. El 6 de abril, «Renmin Ribao» aparecía con un editorial titulado Mantener firmemente el rumbo principal de la lucha, diciendo: «Hay que dirigir la punta de lanza de la lucha hacia aquel dirigente seguidor del camino capitalista áentro del partido que rehúsa enmendarse». Y, por supuesto, la panacea: «La actual lucha... debe realizarse bajo la dirección unificada de los comités del partido a los diversos niveles. No se deben establecer contactos entre entidades, organizar grupos de combate, ni formar camarillas». Al día siguiente, reunión del buró político q1!e acuerda, bajo amenaza de que la guerra civil es inminente y sin abrir debate sobre el tema, dos resoluciones que fueron comunicados oficialmente así: «A proposición del gran líder el presidente Mao, el buró político del comité central del partido comunista ha aprobado unánimemente el nombramiento del camarada Hua Kuo-feng como primer vicepresidente del comité central del partido comunista de China y primer ministro del Consejo de Estado de la República Popular de China. »Habiendo examinado el incidente contrarrevolucionario que se produjo en la plaza Tienanmen, y él reciente comportamiento de Teng Hsiao-ping, el buró político del comité central del partido comunista de China considera que la naturaleza de la cuestión de Teng Hsiao-ping ya se ha convertido en la de contradicción antagónica. De acuerdo con la proposición del gran líd'er el presidente Mao, el buró político ha aprobado unánimemente destituir a Teng Hsiao-ping de todos sus cargos de dentro y fuera del partido, y conservar su militancia en el partido para observar su comportamiento futuro.» La derrota del grupo maoísta era monumental. Se había destituido a Teng Hsiao-ping, pero, a pesar de que se le calificaba de contrarrevolucionario (clave dada por las palabras «contradicción antagónica» en el texto del comunicado), se le seguía considerando un comunista «para observar su comportamiento futuro». Es decir, para rehabilitarlo en el momento oportuno. Y se había nombrado jefe del partido, jefe del Gobiecno, al ministro de seguridad pública y mien,('ro del grupo de Chu-Teng, Hua Kuo-feng. En suma: se estructuró un esquema de poder para la burocracia civil-militar cuya única tarea era esperar la muerte de 336

Mao para liquidar totalmente al grupo de izquierda en el partido y todo el país. Así, el sacrificio temporal de Teng, al provocar el incidente del 4 y S de abril en la plaza de la Paz Celestial, ponía a los derechistas en las puertas de dar jaque-mate. El asesinato en masa de tres mil personas utilizadas como piezas en un tablero de ajedrez había colocado a la burocracia china en posición de obtener la victoria final. Todo era cuestión de tiempo. Sin embargo, los dirigentes maoístas no cejaron en su lucha de agonía. Incluso forzaron la marcha de su propaganda, y trataron de obtener apoyo entre los obreros de otros puntos del país, aclarando, en volantes clandestinos, que el incidente de Tiananmen había sido «fraguado por Teng y sus compinches en el buró político», y repartiendo informaciones sobre el comportamiento político derechista de Hua Kuo-feng, Ye Chien-ying, Teng Hsiao-ping, y otra docena de miembros del comité central y jefes militares. Repetían en cada provincia que «existen elementos contrarrevolucionarios tipo Teng en el partido, y más aún en el comité central, que dominan el buró político y están al mando del ejército de liberación... Los revolucionarios no somos más del treinta por ciento en el comité central y en el ejército de liberación. Ellos, los contrarrevolucionarios del partido, forman la columna vertebral de la burguesía nueva, son la nueva burguesía en el partido».26 Durante esta etapa de la lucha por el poder, la burocracia civil-militar se vio enfrentada a un serio problema: la imposibilidad de silenciar la propaganda del grupo maoísta a través de «Renmin Ribao», «Hongqi» y «Jiefangjun Bao,>, debido a que Mao seguía vivo, y cualquier ataque contra los cuatro del buró político tendría la oposiciól\ de Mao, enfermo y agonizante como estaba. Por eso, durante este período se limitó a ejercer su fuerza a través de la seguridad pública, acusando de contrarrevolucionarios a los obreros alzados en provincias y ejerciendo control militar en el sistema de ferrocarriles. La situación era tan inestable, de todos modos, que a fines de abril de 1976 el grupo derechista envió a Saifudin, miembro suplente del buró político, a Shanghai para conversar con el jefe de la guarnición militar de la ciudad, el general Chu Chu-lin, a fin de ponerlo en antecedentes sobre la táctica a seguir. El 27 de mayo fue la última vez que Mao pudo ser llevado hasta su sillón de «recepción» y conversar con un estadista 337

extranjero. La entrevista con el primer ministro de Pakistán, Bhutto, fue corta, penosa y difícil. Quince minutos de trágico esfuerzo del anciano por expresar y comprender lo que le hablaban. «El paraguas protector» del grupo maoísta en el buró político comenzaba a desmoronarse. En junio, el ministerio de relaciones exteriores chino anunció que Mao no recibiría más visitantes extranjeros. El 1 de julio de 1976, en el editorial conjunto de «Renmin Ribao», «Hongqi» y «Jiefangjun Bao», para celebrar el SS aniversario de la fundación del partido, la redacción del grupo de izquierda fue nítida. Titularon el artículo Construir el partido en medio de la lucha, y afirmaron: «El que nos atrevamos a poner al descubierto a la burguesía que está dentro del partido demuestra precisamente que nuestro partido tierie fuerza, confianza y capacidad para derrotarla [...J. En 1964, en una directiva sobre el movimiento de educación socialista, el presidente Mao señaló: '''La clase de los burócratas, de una parte, y la clase obrera y los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior, constituyen dos clases en aguda oposición [...J. Estos dirigentes seguidores del camino capitalista se han convertido o están convirtiéndose en elementos burgueses que chupan la sangre a los obreros. ¿Cómo es posible que tengan suficiente conciencia de la necesidad de la revolución socialista? Son blanco de la lucha, blanco de la revolución, y de ningún modo podemos apoyamos en ellos en el movimiento de educación socialista. En los únicos que podemos apoyamos es en aquellos cuadros que no abrigan odio hacia los obreros y que poseen un espíritu revolucionario"». El 6 de julio moría Chu Te, el mariscal presidente de la Asamblea Popular Nacional y fiel apoyo de Mao, aunque sin ninguna pretensión de ser marxista. La soledad de «1os cuatro» en el buró político se hacía congelante, sobre todo porque no lograban romper la distancia que hay entre el palacio imperial y el pueblo chino para movilizarlo hacia la revolución contra la nueva clase opresora. El 13 de julio, una información oficial de Sinjua sobre la muerte del general Pi Ting-chuan, jefe de la región militar de Fuchou: «Miembro del X comité central del partido, delegado a la IV Asamblea Popular Nacional, primer secretario del comité del partido de las unidades de Fuchon de EPL y comandante de las unidades de Fuchou, murió como un mártir en su puesto a 338

las 11.15 horas del 7 de julio de 1976, a la edad de 62 años [oo.]. Enviaron coronas Hua Kuo-feng», etc. Un volante de la provincia de Fuchou, firmado por la liga de la juventud en agosto de 1976, afirmaba que el general Pi Ting-chuan, «que apoyaba la formación de la milicia popular [...], que seguía las instrucciones revolucionarias del presidente Mao [...], fue asesinado por los nuevos burgueses que gobiernan en Pekín». A las 3.42 horas de la mañana del 28 de julio un terremoto de grado 7,5 azotó el triángulo formado por las ciudades de Tangshan-Pekín-Tientsin. El impacto sobre la ciudad minera de Tangs"han y el puerto de Teintsin fue horrible. Alrededor de 650.000 muertos sólo en Tangshan. El gobierno central ordenó la movilización de unidades militares y toda la provincia de Jobei fue puesta bajo control del EPL. y la crítica a Teng Hsiao-ping fue puesta en segundo lugar con respecto al trabajo de rehabilitar las zonas siniestradas por el terremoto. La izquierda trató de combatir esto, pero sólo consiguió continuar la publicación de artículos de propaganda, resintiéndose enormemente el trabajo entre las masas. Un reflejo del desaliento izquierdista lo dio el artículo Los proletarios son optimistas revolucionarios, por Pi Sheng (un seudónimo), incluido en el número 8 de «Hongqi» (agosto de 1976). Se quejaba de que «no es una actitud marxista [oo.] fastidiarse de la lucha contra la burguesía en el seno del partido o temerla», y advertía que
Hsiao-ping y quienes habían sido simplemente sus cómplices, agrupados en torno a Hua Kuo-feng, por conseguir mejores posiciones en el Gobierno del país. Li Sierl-nien, Wei Kuo-ching, Ye Chien-ying, Li Te-sheng, Sü Shi-you, Liu Po-cheng, Su Chen-jua y Ni Chi-fu formaban el núcleo de los partidarios de Teng en el buró político, mientras Hua Kuo-feng, Chi Teng-kui, Wu Te, Wang Tung-sing y Chen Yung-kui, con el dudoso apoyo de Chen Si-lien, Saifudin y Wu kui-sien, formaban los «ocho traidores» (denominación de los volantes clandestinos) «apoyadores del traidor Hua». La lucha por mejorar posiciones entre los dos grupos ha pasado a ser, desde diciembre de 1976 hasta hoy, la riña principal en el interior del ala occidental del ex palacio prohibido. Sin embargo, el poder de Hua se veía aumentado por su control de Pekín, de Shanghai, y de las provincias de Kuangtung en el sur y de Liaoning, en el nordeste, además de la región uigur de Sinkiang, donde están las instalaciones atómicas, y su alianza con el líder campesino Chen Yung-kui. En todo caso, ambos grupos se unieron sólidamente para combatir los intentos de contragolpe de la izquierda. A partir de enero de 1977 los milicianos volvieron a desaparecer de los turnos de guardia de las calles de Pekín, y los centinelas del EPL los reemplazaron, doblándose la cantidad de hombres en servicio de vigilancia armada. Los esfuerzos por rehabilitar a Teng Hsiao-ping encontraron expresión pública el 9 de enero de 1977, cuando la jerarquía gol pista organizó un «homenaje espontáneo» en el primer aniversario de la muerte de Chu, enviando a grupos de personas a depositar coronas en el frontis de la tribuna presidencial de Tienanmen. Junto con las coronas, carteles escritos en grandes caracteres. Cito fragmentos de tres de ellos: «El corazón de Teng Hsiao-ping sangró cuando murió Chu En-lai, y volvió a sangrar cuando Mao murió. El corazón de Teng Hsiao-ping se llenó de gozo cuando el camarada Hua Kuo-feng fue nombrado presidente de nuestro partido. El corazón de Teng Hsiao-ping recibe todas las atenciones de las masas. ¿Cómo se puede decir que el camarada Teng Hsiao-ping no es un buen camarada?» «El camarada Teng Hsiao-ping es un águila heroica y debe retornar lo antes posible a su puesto de trabajo.» «Todo el mundo puede acordarse que durante la época en que el camarada Teng Hsiao-ping estaba encargado de centra340

lizar el trabajo lente.»

cotidiano,

la situación

revolucionaria

era exce-

Estos dazibaos no fueron retirados por la policía militar. Era, evidentemente, un sondeo de la opinión pública lo que se realizaba. El domingo 16 de enero, Radio Pekín radió un artículo escrito por el grupo teórico del ministerio de seguridad pública, en el que se pedía «revocar el veredicto sobre Teng Hsiao-ping» ya que «él cuenta con el apoyo de todo el ejército». Evidentemente, era un esfuerzo del grupo de Hua Kuo-feng -quien en ese momento era acusado de traidor en volantes clandestinos, no sólo por los partidarios de la izquierda, sino también por quienes querían el inmediato retorno de Teng- para mostrar que la alianza Hua-Teng seguía siendo válida. Enero de 1977 era un mes difícil. Había combates armados esporádicos en provincias. Los militares estaban fusilando un promedio de treinta personas mensuales en provincias, y en Pekín había racionamiento de carbón (combustible esencial en invierno), algunas fábricas habían tenido que parar su producción y algunos grupos de obreros se negaban a trabajar pidiendo «explicaciones políticas de los sucesos de octubre». El mercado negro del arroz, la carne y el azúcar florecía, y muchos declaraban que estaban «almacenando comestibles para enfrentar los malos tiempos que vienen». El 7 de marzo se anunció oficialmente, a nivel de partido, que Teng volvía «a su puesto de trabajo», pero que había que esperar el momento oportuno para su rehabilitación política. Ese mismo día, el ministro de relaciones exteriores Juang Jua comunicó al embajador francés en Pekín que Teng volvería a sus antiguos puestos, que eso estaba ya acordado, y que sólo faltaba la fecha para anunciarlo. El día 8 de marzo, el presidente de la asociación de amistad chino-japonesa, Liao Chang-chi, dijo lo mismo a una delegación de Tokio, y la noticia se publicó en el «Diario de Consulta», periódico restringido para los funcionarios públicos chinos. Finalmente, y cuando más de doscientos dirigentes sindicales y de asociaciones campesinas de nivel básico habían sido fusilados en todo el país, el 21 de julio de 1977 se anunció el regreso de Teng, totalmente rehabilitado, al finalizar la III sesión plenaria del X comité central, iniciada el 16 de julio. La sesión, en realidad, tomó tres acuerdos:

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Primero: Confirmación de la designación del camarada Hua Kuo-feng como presidente del comité central y presidente de la comisión militar del comité central. Segundo: La sesión plenaria decidió unánimemente restituir al camarada Teng Hsiao-ping sus cargos de miembro del comité central, miembro del buró político, miembro del comité permanente del buró político, vicepresidente del comité central, vicepresidente de la comisión militar del comité central, viceprimer ministro del Consejo de Estado, y jefe del estado mayor general del Ejército Popular de Liberación de China. Tercero: 1) Expulsar para siempre del partido a Wang Jungwen, arribista burgués, intrigante, elemento contrarrevolucionario de doble faz y nuevo elemento burgués, y destituido de todos sus cargos de dentro y fuera del partido. 2) Expulsar para siempre del partido a Chang Chun-chiao, arribista burgués, intrigante, elemento contrarrevolucionario de doble faz y agente secreto del Kuomintang, y destituido de todos sus cargos de dentro y fuera del partido. 3) Expulsar para siempre del partido a Chiang Ching, arribista burguesa, intrigante, elemento contrarrevolucionario de doble faz y renegada, y destituida de todos sus cargos de dentro y fuera del partido. 4) Expulsar para siempre del partido a Yao Wen-yuan, arribista burgués, intrigante, elemento contrarrevolucionario de doble faz y elemento de clase ajena, y destituido de todos sus cargos de dentro y fuera del partido. .

Al mismo tiempo, la sesión acordaba «anticipar la convocatoria del XI Congreso nacional» del partido. El texto completo de este comunicado puede encontrarse en el número 31 de «Pekín Informa», del 3 de agosto de 1977. Tres semanas después, en el tiempo casi record de siete días, desde el 12 al 18 de agosto, se realizó el XI Congreso del partido (el X Congreso había durado sólo cinco días), que purgó al comité central y reformó los estatutos del partido. La purga fue masiva. 123 personas de los 310 miembros con vida del X comité central; es decir, 40 %. Antes, en el X Congreso, habían sido eliminadas 78 personas; o sea, 28 % del total. En el IX Congreso, de 1969, la purga había alcanzado a 83 personas, alrededor de 60 % del total del anterior comité central elegido en 1956. En detalle, la eliminación de partidarios de la izquierda fue 342

así: de los 186 titulares (nueve fallecidos durante el período), 71 fueron purgados y cinco rebajados. De ellos, 42 tenían cargos en provincias (de los cuales 18 pertenecían al ejército). De los rebajados, tres de provincias (dos eran mandos militares). De los 124 suplentes, 52 fueron purgados. De ellos, 42 tenían cargos en provincias, incluyendo a siete comandantes de unidades del EPL. El nuevo comité central aumentó su número en los titulares de 195 a 201, quedando constituido por 110 personas que ya estaban entre los titulares del X comité, 20 miembros suplentes de ese mismo comité ascendidos ahora, y 71 nuevos. En los suplentes, se aumentó su composición de 124 a 132, y su estructura numérica se compone ahora de 52 suplentes del X comité, cuatro titulares de ese mismo comité central que fueron rebajados, y 76 nuevos miembros. Una medida de la dirección de la purga la da el examen de los nombres suprimidos entre los 124 suplentes del X comité central: De 20 dirigentes de federaciones de sindicatos, doce de ellos fueron eliminados. Es decir, 60 % de los dirigentes obreros. De 9 dirigentes de federaciones de mujeres, nueve eliminadas, o sea, casi 67 % de dirigentes femeninas. De 4 dirigentes de asociaciones de campesinos, dos eliminados. Es decir, 50 %. De 9 miembros del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional, siete purgados. Casi 78 %. Es decir, de 42 miembros suplentes del comité central que eran a su vez dirigentes nacionales de organizaciones obreras y campesinas o «representantes del pueblo», 27 fueron purgados, más de 64 %. En cambio, de 23 mandos de distritos o regiones militares sólo fueron eliminados siete. Poco más de 30 %. Un examen de los <muevos miembros» de más alto rango entre los titulares de este XII comité central, deja en claro su carácter de revancha contra la revolución cultural: General v.'ang En-mao. Nacido en 1911 en la provincia de Chiangsi. Durante la revolución cultural estaba al mando de la región militar de Sinchiang y del Cuerpo de Ejército de Producción y Construcción Militar. Se opuso con las armas al desarrollo de la revolución cultural en 1966, 1967 y 1968. Dazibaos en 343

Pekín le acusaron de haber asesinado «cientos de guardias rojos». Fue purgado en el IX Congreso del partido en 1969, y rehabilitado «paso a paso» por Chu En-lai a partir de 1975, cuando fue nombrado comisario político de la región militar de Nanking... ¡que estaba bajo el comando del general Tin Sheng, miembro titular de X comité central, partidario del grupo maoísta, y posiblemente asesinado en la noche del 6 de octubre de 1976! General Yang Chen-wu. Nacido en 1912, elegido miembro suplente del comité central en 1956, fue designado jefe del comando de la defensa aérea de China y comisario político en esa rama militar. En 1968 fue arrestado bajo acusación de «conspirar para asaltar el poden>, «asesinar al presidente Mao» y formar parte del grupo contrarrevolucionario fascista 16 de Mayo. Estuvo en prisión hasta 1971. A partir de 1974 comenzó a ser rehabilitado, también paso a paso, por Chu En-lai, hasta convertirse en vicejefe del estado mayor general. General Hsiao Hua. Nacido en 1914. Director del departamento político general del EPL en 1967 y vicejefe del grupo de asuntos culturales del ejército. Fue arrestado en 1968, acusado de pertenecer al grupo contrarrevolucionario 16 de Mayo, oponerse a la revolución cultural y a la línea revolucionaria del presidente Mao y de «apandillarse con enemigos de clase del tipo Yang Chen-wu». Comenzó a ser rehabilitado bajo el Gobierno de Chu a partir de 1975. Conviene recordar, en abono del surrealismo político utilizado por los jerarcas chinos actualmente en el poder, que la banda de los cuatro en desgracia es acusada, ¡en estos momentos!, de haber sido la organizadora del grupo contrarrevolucionario 16 de Mayo durante la gran revolución cultural proletaria. General Luo Rui-ching. Nació en 1906 en la provincia de Sechuan, igual que Teng Hsiao-ping. Cuando estalló la revolución cultural era jefe del estado mayor del ejército. En febrero de 1966 fue acusado de conspirar para montar un golpe de Estado junto con Peng Chen, alcalde de Pekín, Liu Shao-chi, Teng Hsiaoping y Liu Ting-yi (entonces ministro de cultura). En 1967, en un mitin de masas de crítica contra la «pandilla contrarrevolucionaria de Liu-Teng», el general Luo Rui-cheng fue paseado -con las manos atadas a la espalda, el rostro manchado de hollín y un cartel colgando al pecho que decía «enemigo de clase, conspirador y contrarrevolucionario>)junto a Teng Hsiao-ping y Liu Ting-yi luciendo los mismos carteles y también 344

amarrados y tiznados. Desde esa fecha hasta 1971 estuvo, junto con los otros, bajo arresto preventino en una cárcel de Pekín. Ahora, además de ser elegido miembro del XI comité central, el general Luo es «responsable de la comisión militar del comité central». Los ejemplos son muchos entre la lista de nuevos miembros del comité central, pero basten sólo los dados, para dejar sitio a un examen del nuevo buró político, que aumentó el número de sus integrantes de 25 a 26 y cambió la estructura. Presidente

del comité central y miembro

Hua Kuo-feng: criticado lución cultural.

por los guardias

Vicepresidentes y miembros (en orden de jerarquía)

del comité permanente rojos durante

la revo-

del comité permanente

Ye Chien-ying: mariscal. Teng Hsiao-ping: derribado en la revolución cultural como «enemigo de clase», rehabilitado y vuelto a derribar en 1975, también como «enemigo de clase». Li Sien-nien: sobreviviente de todas las luchas políticas desde 1956. Encargado del trabajo económico y financiero. Wang Tung-sing: general, jefe de la guardia de palacio, ascendido. Estos cinco miembros del comité permanente, los hombres con más poder de China, dividen sus fuerzas en tres a dos a favor de Teng en relación con Hua. Pero este último cuenta con el poderoso jefe de la guardia de palacio, jefe de la inteligencia militar y de la seguridad del comité central, el general Wang, ascendido, tal vez, como producto de un compromiso político. Miembros

titulares

del buró político

General Wei Kuo-ching: director del depart~mento político-general del EPL a partir de septiembre de 1977. Mantiene su rango. Ulanfu: purgado del comité central durante la revolución cultural, 71 años de edad, mongol, y expulsado de su cargo de 345

viceprimer ministro en 1966, también por la revolución cultural. Rehabilitado en 1973 por el grupo de Chu. Nuevo miembro del buró político. Fang Yi: nació en 1909, especialista en relaciones económicas y financieras con el extranjero, nombrado presidente de la academia de ciencias de China en 1977. Criticado por la revolución cultural, fue rehabilitado en 1973. Nuevo miembro. Liu Po-cheng: mariscal. Mantiene su cargo. Sü Shi-you: general. Mantiene su rango. Chi Teng-kui: general. Mantiene su rango. Su Chen-jua: jefe de la marina de guerra china, miembro suplente del comité central en 1956, purgado por la revolución cultural y rehabilitado en 1973. Comandante en jefe de la ocupación militar de Shanghai a partir de octubre de 1976, responsable de «masacres de obreros», según los diarios clandestinos. Ascendido desde su posición de suplente del buró. Li Te-sheng: general. Mantiene el rango. Wu Te: presidente del comité municipal de Pekín. Mantiene el rango. Yu Chiu-li: 61 años de edad, ex general del EPL, economista. Criticado en la revolución cultural por ser «experto pero no rojo». Se le considera muy cercano a Teng Hsiao-ping. Nuevo miembro. , Chang Tin-ta: general. Nuevo miembro tanto del comité central como del buró político. Muy atacado durante la' crítica a Un Piao y Confucio como «soldado profesional que no es rojo». Reemplaza como jefe de la fuerza aérea al miembro del X comité central, Ma Ning, purgado, y según algunas informaciones, asesinado. Cheng Yung-kui: el campesino de Tachai. Mantiene el rango. Chen Si-lien: general. Mantiene el rango. Keng Piao: 68 años de edad, ex embajador en Suecia, Pakistán, Birmania y Albania. Miembro del comité central desde 1973. Jefe del comité de enlace internacional del comité central desde 1971. No fue criticado por la revolución cultural. Nuevo miembro. Se le considera amigo de Teng. Nie Yung-chen: mariscal, 78 años de edad, experto en investigación tecnológica militar. Rebajado en 1968 por la revolución cultural desde su puesto de miembro del buró político. Nuevo miembro. Se le considera cercano a Teng. Ni Chi-tu: ex obrero, ascendido desde suplente del buró político. 346

Señalado por los diarios clandestinos como cómplice de Su en las masacres de Shanghai. Sü Siang-chen: mariscal, 75 años de edad, vicepresidente del consejo de defensa nacional, fue rebajado de su puesto del buró político por la revolución cultural. Se le considera próximo a Teng. Nuevo miembro. Peng Chung: actualmente número tres de la jerarquía en Shanghai. Elegido miembro suplente del comité central en 1969 y 1973. Nuevo miembro. Miembros suplentes del buró político (tres en vez de cuatro desde 1973) Chen Mu-jua: actualmente ministro de relaciones económicas con el extranjero, puesto en el que sucedió a Fang Yi en enero de 1977. Ingresó en el comité central sólo en 1973, en el grupo de «rehabilitados» después de la caída de Chen Yi en 1969. Nuevo miembro. La señora Chen está considerada como una experta en su cargo. Chao Tsi-yang: primer secretario del partido en la provincia de Kuangtung desde 1965 a 1967. Fue derribado por la marea de la revolución cultural, siendo acusado de «cómplice de la camarilla Liu-Teng». Rehabilitado en 1973 por el grupo de Chu. Nuevo miembro. Considerado cercano a Teng. Saifudin: de nacionalidad uigur. Mantiene el rango. Es decir, de los 11 nuevos miembros del buró político (incluyendo a Teng), nueve fueron criticados o rebajados de categoría durante la revolución cultural. Si consideramos las tendencias políticas que se conocen de ellos, vemos que cinco de los once parecen sumarse a las fuerzas originales de Teng en el buró que dio el golpe de Estado de 1976; así, por lo menos, el viejo líder heredero de las políticas' de Liu Shao-chi y Chu En-lai ten. dría a 13 de los 26 miembros.27 Sólo un miembro del antiguo buró político, la señora Wu Kui-sien, de la provincia de Sian, fue rebajado a miembro titular del comité central. En todo caso, todo esto hace presumir que el XI Congreso fue más bien una victoria para los hombres de Teng que quieren un «rápido y veloz» cambio hacia «la racionalidad de nuestro sistema», y no un <dento proceso de transformación» hasta 347

conseguir borrar todo vestigio de lo que significó el maoísmo militante en el desarrollo de China. Teng quiere la desmaoización ahora... Hua teme que eso desencadene un terremoto político de grandes proporciones entre los obreros y grupos importantes de campesinos, y prefiere esperar. La prisa por desmaoizar que motoriza a los seguidores de Teng Hsiao-ping quedó dramáticamente en claro el S de septiembre de 1977, cuando apareció el número de ese mes de «Hongqi» con un artículo firmado por el mariscal Nieh Yungchen, en su calidad de vicepresidente de la comisión milit~r del comité central, en el que trataba de lo que ellos han bautizado «la actitud correcta de buscar la verdad en los hechos». Nieh Yung-chen afirma la «relatividad» del marxismo como ciencia social y, en el típico lenguaje elíptico de los mandarines, afirma: «El presidente Mao fue siempre consecuente contra tomar el marxismo-leninismo como un dogma o llamar a la teoría marxista-leninista "la cumbre" y la "autoridad absoluta"». La primera parte de la frase se refiere a la afirmación teórica marxista conocida por todos de que «el marxismo no es un dogma, sino una herramienta para la acción (social) ». Nadie pone en duda lo razonable de esta frase, pero el mariscal Nieh pasa por sobre su único significado, para agregarle la idea de que si esa herramienta (la teoría marxista-leninista) no es la «cumbre» ni tiene «autoridad absoluta» (en el sentido de que es la única herramienta del proletariado para imponer su punto de vista en la sociedad y terminar con la explotación del hombre por el hombre), entonces puede haber otras «teorías» (herramientas) que no sean la marxista, y que son igualmente útiles para la sociedad china en su lucha contra el retraso económico. Si esto es así, entonces no es necesario ser «totalmente marxista» para hacer triunfar la revolución socialista, basta con ser «un poco» marxista... mientras sea conveniente. Pero, ¿conveniente para quiénes? ¿Para los explotadores o para los explotados? En suma, para el mariscal Nieh y quienes están ahora en el poder no es seguir la teoría marxista sobre la revolución mundial lo que cuenta, sino hacer de China una superpotencia. y claro, para eso se puede usar «un poco» el marxismo, un poco «el cinismo», un poco la alianza con los enemigos de los obreros, un poco la complicidad con los consorcios transnacionales de Estados Unidos, un poco con Dios y con el diablo, hasta ser tan poderosos como amarrar a Dios y al diablo. Evidentemente, ésta, la del mariscal Nieh, es la afirmación más clara de des348

maoización (en el sentido de antimarxismo) en la actual política china. y el mariscal no estaba solo en esta formulación aparecida en «Hongqi». En el artículo Una gran empresa creadora en la historia de la revolución proletaria; en memoria del gran líder y maestro el presidente Mao, firmado por Lin Chin-yan, se afirmaba que «los chinos [...], en primer lugar, debemos mantener estrecha vigilancia contra la guerra, guardarnos de la agresión foránea y defender la seguridad de nuestra patria socialista; y, en segundo lugar, adherirnos a la línea revolucionaria proletaria, combatir y prevenir el revisionismo, y asegurar que la dirección del partido y el Estado se mantenga firmemente en las manos de los marxistas». Bastante lejos de la formulación maoísta «empeñarse en la revolución y promover la producción» y del orden de prioridades «la lucha de clases, la lucha por la producción y la lucha por la experimentación científica», ambos apuntando al hecho de que el desarrollo de la revolución proletaria está determinado por las relaciones de producción imperantes en el sistema nuevo, constantemente ajustadas en el curso de la lucha contra la burguesía, para impedir que el desarrollo de las fuerzas productivas fuera de control del proletariado genere un sistema de explotación de nuevo tipo. y así, a ojos de los nuevos teóricos de Pekín que lograron barrer de su sociedad la participación del proletariado como clase en el manejo de su sistema social, la «lucha de clases» queda despojada de su contenido esencial de batalla dada por el proletariado para derribar a la burguesía y eliminarla como sector social, y se convierte en un mero expediente ritual que mantiene el entusiasmo de los trabajadores por producir. La comisión de planificación estatal en un artículo publicado el 12 de septiembre de 1977 en «Renmin Ribao», Gran principio guía para la construcción socialista; en conmemoración del 1 aniversario del fallecimiento del gran líder y maestro el presidente Mao, dice: «El principio de "empeñarse en la revolución y promover la producción" planteado por el presidente Mao contestó de manera sucinta a la cuestión de las relaciones entre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y el despliegue de la construcción socialista. El presidente Mao patentizó en una charla en 1964 que la lucha de clases, la lucha por la producción y la experimentación científica deben integrarse. Si uno se ocupa sólo de la lucha por la producción y la expe349

rimentación científica dejando de lado la lucha de clases, no podrá inflamarse de alto entusiasmo y, por consiguiente, tampoco podrá llevar a buen término la lucha por la producción y la experimentación. científica». En suma, primero está el poderío de China como nación, y después la revolución. Y para conseguir eso a pasos veloces, la consolidación de la dictadura de la burocracia civil-militar que embalsamó el cadáver de Mao es lo esencial. Por eso, como dijo Hua Kuo-feng en su informe político al XI Congreso nacional del partido, en agosto de 1977: «A nuestro Congreso le corresponde una importantísima misión histórica [...] para conducir al país a un gran orden asiendo la lucha de clases como clave, y porque China se transforme, dentro del presente siglo, en un grande y poderoso país socialista moderno». y más cerca todavía del lenguaje de los dictadores clásicos de la burguesía, estas frases: «En resumen, la situación es excelente y el pueblo anhela el orden [...]. Gracias a la gran victoria que supone el aplastamiento de esta banda [el grupo maoísta], nuestro partido ha evitado una gran escisión; nuestro país, un gran derramamiento de sangre preparado intencionadamente por esta banda; nuestro pueblo, una enorme catástrofe [...]. Podemos hacer efectivas la estabilidad y la unidad para conseguir un gran orden en todo el país [...], un nuevo período de desarrollo [...], administrar bien el país [...], conseguir la estabilidad y la unidad [...], alcanzar un gran orden en todo el país». y para seguir hablando con sabor a personajes tan revolucionarios como Hitler después de incendiar el Reichstag, o Pinochet después de asesinar al presidente Allende, el buen requisito de «amor a la patria» para distinguir a los malos chinos de los buenos chinos: «Con tal que amen a la patria, a nuestra República Popular China, debemos unimos con ellos y permitirles que hagan bien su trabajo»... Nadie podría acusar a Hitler de no «amar a su patria», ni a Chiang Kai-shek de no «amar a China»; pero ocurre que su brutalidad nace de su condición de clase, cosa ya olvidada por los burócratas civiles y militares de Pekín. y claro, para conseguir todo eso «es imperativo reforzar el trabajo de seguridad pública y el sistema de la legalidad socialista», negra amenaza que cada ciertos días adquiere la dimensión de decenas de obreros y campesinos fusilados en China. y para que no haya dudas, una reiteración: «Con miras a 350

fortalecer el centralismo democrático es menester, además, com'batir todo desacato a la organización y la disciplina, y reafirmar la disciplina del partido»,28 que en el lenguaje de los burócratas chinos es la disciplina de los trabajadores de esa inmensa nación. Finalmente, el 6 de octubre de 1977, «Renmin Ribao», «HongqÍ» y «Jiefangjun Bao», en un editorial conjunto para conmemorar el primer aniversario del golpe de Estado, titulado Llevar adelante la gran lucha para desenmascarar y criticar a la «banda de los cuatro», dejaron nítidamente establecido el punto de vista del grupo burócrata civil-militar vencedor en la lucha por el poder, afirmando: «La banda de los cuatro inventó lo que llamaba "nuevos cambios en las relaciones de clase" [refiriéndose al período 1949-1976], cocinó un programa político contrarrevolucionario que calificó a todos los cuadros veteranos de "demócratas" y a los "demócratas" de "seguidores del camino capitalista", esparciendo la tontería de que había una clase burguesa dentro del partido y del ejército». Es decir, la burocracia afirma que el partido es «intocable» y el ejército es «igualmente» intocable en la sociedad socialista, y que en ésta no hay cambios en las relaciones de clases. Una sociedad inmutable, sin clases. Monolítica. Inexistente, por supuesto. Tal vez este tipo de confesiones de la burocracia ha llevado más y más simpatizantes a las filas de los derrotados maoístas. Algo de la preocupación de los nuevos gobernantes ante la creciente resistencia armada y clandestina se puede leer en el discurso de Hua Kuo-feng, del 23 de octubre de 1977, en la cuarta sesión de la IV Asamblea Popular Nacional: «Algunas personas malas se infiltraron en los comités revolucionarios de provincias, municipalidades y regiones autónomas, y algunos de los miembros de esos comités han cometido graves errores en la lucha entre las dos líneas, pero ahora rehúsan corregirse». Es decir, se enfrentan a quienes tomaron el poder en 1976.

4

El pueblo y el marxismo ficción

Wang, Chang, Chiang y Yao y los otros, con la revolución cultural se pusieron a caminar sobre nubes azules [perdi-eron la cabeza]. Ellos olvidaron las reglas, se separaron de las masas. No cabe duda que ésas son las faltas y errores que están pagando con su derrota. Pero Hua Kuo-feng es un camaleón, un contrarrevolucionario de primera magnitud. Chi Teng-kui es otro contrarrevolucionario, de segunda magnitud. Ye Chien-yin es un viejo señor de la guerra [caudillo militar]. Teng es un impenitente seguidor del camino capitalista. Si dejamos que esa gente dirija nuestro partido y nuestro Estado, tarde o temprano nuestro partido terminará por ser revisionista y nuestro país cambiará de color... Comité de la liga de la juventud de la ciudad de Shanghai. (De un volante clandestino repartido en Pekín en septiembre de 1977, y publicado en "Politique-Hebdo" de París el 6 de noviembre de 1977.)

El invierno es duro en Pekín, con 15 ó 20 grados centígrados bajo cero. La época de frío dura desde octubre hasta marzo. Ochenta por ciento de las habitaciones no tienen calefacción, y los pekineses duermen vestidos en los meses de más intenso 353 12. - CHINA

frío. En la madrugada, los trabajadores que poseen bicicleta pedalean una hora como promedio hasta sus lugares de empleo, cortando las heladas con guantes de lana, pantalones de algodón debajo de otro pantalón de lana protegido por otro de tela, y un camiseta, una camisa, dos jerseys de lana y una chaqueta forrada. Los que no poseen bicicleta -la mayoríaviajan en autobuses y trolebuses, atestados, después de esperar haciendo cola una o dos horas antes de la salida del sol, en las paradas. y el pasaje no es barato. Los que viven lejos de su trabajo gastan en pasajes lo mismo que en comida, cada día: unos 50 centavos de yuan. Chang An, la avenida central de Pekín, que corre de este a oeste, se cubre de azul y verde -la tela de las chaquetasen la madrugada, cuando centenares de miles de personas acuden a su trabajo en bicicleta o en transporte colectivo. De vez en cuando, un triciclo con plataforma descubierta rompe la monotonía del paisaje: es un enfermo de urgencia que, envuelto en frazadas mientras su aliento se le congela, es llevado a alguno de los hospitales de la ciudad. No hay servicio de ambulancias, por lo menos visible. Cuando una vez pregunté en el hospital La Capital, el mejor dotado de la ciudad, el vicedirector Wang me dijo: «Somos un país pobre». Pero yo vi ambulancias llevando oficiales del ejército o altos miembros de la jerarquía del partido a ese mismo hospital. China es un país pobre, donde ser propietario de una bicicleta, un reloj de pulsera, una radio a transistores o un aparato de televisión constituye un lujo social. En la ciudad, la gente vive de dos o tres personas por habitación, los servicios higiénicos son compartidos por tres o cuatro familias cuando están dentro del edificio, o son colectivos para el grupo habitacional cuando están en el exterior. Una medida de esa pobreza, relativamente compartida, la puede dar el testimonio de la joven obrera Kan Hsiao-jung -del astillero Jutung de Shanghai, donde trabajan más de 8.000 personas-, que vive con una familia de ocho personas: «Además de dormitorios, tenemos una cocina, y compartimos un baño y un retrete con otra familia. El alquiler para todo esto es de 3,36 yuanes por mes [lo que significa que ocupan 16,8 metros cuadrados, a razón de 0,20 yuan de alquiler por metro cuadrado; es decir: ¡2,1 metros cuadrados por persona!] y pagamos menos de 4 yuanes en agua y electricidad. [La omisión del gasto en gas licuado significa que cocinan con carbón, como la mayoría de las familias chinas.] Estos gastos, más los de alimentación, ropa y otras cosas de necesidad coti354

diana, totalizan unos 100 yuanes. Los ingresos mensuales de nuestra familia sobrepasan los 200 yuanes. El dinero que sobra lo depositamos en el banco».! O, en 1966, el caso de Yeh Ching, 27 años de edad, periodista de la agencia Sinjua y uno de mis intérpretes guardias rojos en mis viajes por el país ese año. Una noche, en Kuangtung me explicaba: «Gano 44 yuanes al mes. Gasto 12 en comer. Separo 5 yuanes para necesidades de todos los días, y más de 10 yuanes para ropa. Ahorro un poco de dinero, no mucho, y envío a mi madre, todos los meses, más de 10 yuanes... ¿Ve usted? Puedo vivir bien como estoy... Si me hubiera casado no sería lo mismo». La historia se repite dondequiera que usted vaya en ese enorme país: vivir en dos metros cuadrados, comer arroz,verduras y huevos todos los días, y carne una vez a la semana o cada quince días, tener un traje para ponerse (el racionamiento de 1976 concedía cupones para 6 metros de tela de algodón al año por adulto) con suficiente ropa de abrigo, es el «universo salarial» del pueblo chino. En el campo ocurre más o menos lo mismo, aunque el dinero «sobrante» es menor que en la ciudad. El salario medio campesino es de 22 yuanes, y el salario medio urbano (obreros y empleados, cifras para 1975) es de 60 yuanes. Si al salario campesino le restamos el valor de la ración mensual de comida, que es de 3,12 yuanes, y al salario medio urbano le hacemos lo mismo (aquí la ración mensual de comida vale unos 15 yuanes), tenemos que el dinero sobrante campesino es 18,88 yuanes mensuales, y el urbano, 46 yuanes. O sea, la relación de «dinero sobrante» entre los ingresos medios del campo y la ciudad es de 1 a 2,40. Una razón que adquiere una dimensión más concreta si calculamos a cuánto tiempo de trabajo equivale el valor de los «lujos» en la sociedad china: t Una bicicleta ordinaria, que vale 169 yuanes (las de lujo: 190 yuanes): 7,68 meses para un campesino. 2,81 meses para un obrero. Un reloj pulsera marca Shanghai, (los más baratos cuestan 82 yuanes): 5,9 meses para un campesino. 2,16 meses para un obrero.

promedio

de 130 yuanes

355

Una larga y 4,54 1,66

radio de 8 onda corta, meses para meses para

transistores, a batería, vale 100 yuanes: un campesino. un obrero.

marca

Peonia, onda

Un aparato de televisión de 16 pulgadas, blanco y negro, hecho en Shanghai, cuesta 240 yuanes en Pekín: 10,9 meses para un campesino. 4,0 meses para un obrero. Tal vez estas cifras expliquen por qué en China, en 1975, había un radiorreceptor por cada 12 familias, y un aparato de televisión por cada 289 familias. Pero no sólo los «lujos» cuestan mucho tiempo de trabajo en ese país. Hay otros artículos necesarios que hacen sentir los bajos salarios. Por ejemplo, un pantalón para hombre, de lana, que vale 38 yuanes, significa 1,72 meses de salario para un campesino, y 19 días para un obrero o empleado. El mismo pantalón, pero de sarga, que vale 25 yuanes, equivale a 1,13 meses para el campesino y 12,5 días para el trabajador urbano. Un par de botines de cuero para varón se vende a 23 yuanes, o sea, un mes de salario campesino, y 11,5 días de salario urbano. Por último, un pantalón azul de trabajo vale 9 yuanes, es decir, 12,2 días de salario campesino y 4,5 días de salario urbano. Lo que quiero mostrar con todo este alarde de cifras es el nivel de vida del pueblo en el cual se dieron las luchas por el poder que he relatado en los capítulos anteriores. Y sobre todo señalar que las condiciones de la vida de los chinos son condiciones de supervivencia -«de prosperidad inicia!», como señalan los documentos editados por las autoridades de Pekínen las cuales están aseguradas la comida, el techo y la vestimenta, y, por eso mismo, toda diferencia de ingresos entre los distintos grupos sociales se hace más notoria que en una sociedad desarrollada. Una medida que permite una visión general de la economía china la da el producto nacional bruto por habitante, que en 1973 era de 258 dólares estadounidenses. Una escala comparativa con otros países es ésta, sacada del World Bank: República Popular China, 1973: Estados Unidos de Brasil, 1973: Chile, 1974 356

$ USA

258 747 1.000

España, 1973 Italia, 1973 Unión Soviética, 1973 Japón, 1973 Estados Unidos, 1974 Gran Bretaña, 1973

$ USA

1.668 2.423 2.018 3.573 6.573 3.116

Ricos y pobres En el informe político rendido por Hua Kuo-feng el 12 de agosto de 1977 ante el XI Congreso nacional del partido se lee, en la parte dedicada a la purga de la viuda de Mao y el resto de los maoístas del comité central: «Por otra parte, la "banda de los cuatro" tergiversó las instrucciones del presidente Mao y armó una gran alharaca contrarrevolucionaria encubriéndose con el estandarte de "restringir el derecho burgués". Al igual que tomaba como criterio político para calificar de "dirigentes seguidores del camino capitalista" al hecho de haber participado en la revolución democrática y desempeñar ahora cargos dirigentes, consideraba absurdamente como criterio económico para hacer la misma calificación el hecho de ser de alta jerarquía y cobrar mayores sueldos. Presentando deliberadamente como explotación de clase la diferencia que, en materia de distribución, existe entre los cuadros dirigentes del partido, el Gobierno y el ejército por un lado, y las amplias masas por el otro, sacó este argumento de tipo económico para justificar el absurdo, por ella cocinado, de que existía "una clase burguesa" en el seno del partido y del ejército». La propaganda de la burocracia china siempre ha negado que existan «ricos y pobres» en su país. Por supuesto, «ricos» al estilo de los países capitalistas no los hay. Pero «ricos» en comparación con los niveles más bajos de la escala de ingresos chinos, sí los hay. Y, además, ocurre que esas mismas personas que ganan más dinero son las que mandan, las que tienen poder de decisión sobre los medios de producción, sobre la forma de distribución y sobre la organización de la sociedad. Esas personas conforman la cúpula con poder de la sociedad china, miembros del comité central, generales y altos funcionarios de gobierno, la inmensa mayoría miembros del partido comunista. Yo quiero demostrar aquí que sí existen ricos y pobres en China, y que la burocracia civil-militar es la capa social privi357

legiada de ese país, tanto en el sentido político como económico, y que su base social está compuesta por los sectores acomodados del campo y la ciudad. En la nota 17 del tercer capítulo se puede ver que en el campo, entre brigadas de producción hay diferencias de ingreso de hasta 19 veces, lo cual hace suponer que hay diferencias de ingresos entre familias mucho más altas, estadísticamente posibles hasta 30 y 40 veces. No hay estudios sobre la diferenciación de ingresos por familia en el campo chino, excepto los procedentes de investigaciones personales en el terreno, como la mía y, sobre todo, la de Charles Bettelheim, a quien ya cité en el tercer capítulo. Sin embargo, bastan los datos ya mostrados para afirmar que en el campo chino hay una pirámide de diferencias de ingresos que va probablemente de uno a cuarenta. Eso indica que, desde el punto de vista económico, hay allí campesinos ricos, medios y pobres. Ahora bien, como el ingreso promedio per cápita campesino se acerca a los 100 yuanes anuales, y hay brigadas de producción cuyo ingreso medio anual per cápita detectado fluctúa entre 35 y 40 yuanes, y otras que se eleva a 320 yuanes y más, una simple aproximación aritmética permite suponer que alrededor de 50 % de los campesinos deben estar en la categoría de «pobres», otro 40 % en la categoría de medios, y alrededor de 10 % en la categoría de «ricos». Si la clasificación de «medios» se subdivide en superior e inferior, podría considerarse como muy aproximada a la realidad económica la clasificación que actualmente dan los chinos para las clases sociales rurales: 73 %, campesinos pobres y «medios» de la capa inferior (lo que equivale a 60 % de la población total en cifras de 1973). 20 %, pequeña burguesía rural compuesta de campesinos medios de la capa superior (equivalente a casi 16 % de la población total). . 7 %, burguesía, compuesta de los campesinos ricos (equivalente a 6 % de la población total). Considerando, además de estas diferencias de ingresos por trabajo colectivo, las entradas por explotación de las parcelas privadas, la diferencia entre ricos y pobres en el campo debe ampliarse. Ahora bien, si sumamos la existencia de mercados libres legales e ilegales, la extraordinaria mayor disponibilidad de dinero de los campesinos ricos los hace aptos para sobornar, 358

malversar y cometer toda clase de negocios ilícitos, si están en buenas relaciones con la burocracia civil-militar central. Y, por lo mismo, son una base social de apoyo para esa burocracia civilmilitar en sus aventuras políticas por tomar el poder. Por eso no resultó extraño un artículo de «Renmin Ribao» del 8 de diciembre de 1976, en su tercera página, que denunciaba «los crímenes de la "banda de los cuatro" contra las ocupaciones agrícolas secundarias y la organización de mercados rurales». Para entender el sentido de esto hay que explicar que «ocupaciones secundarias» en el campo quiere decir trabajos anexos, no colectivos, de los comuneros, como piscicultura y artesanía, incluyendo
capitalista «bajo control» (sic), el artículo decía que «las ocupaciones familiares de los miembros de las comunas populares significan un cuarto de los productos agrícolas recibidos por los departamentos de comercialización. Si no se hace lo necesario para desarrollar esos productos, se reduce a consignas vacías las campañas sobre el aumento de envío de materias primas a la industria, sobre la necesidad de diversificar el aprovisionamiento a los mercados, sobre el mejoramiento de la vida del pueblo y el apoyo al comercio exterior». Para terminar, y disipar dudas en los lectores, se afirmaba que "ésta es la política del partido en el campo». Dicho de otro modo, los campesinos ricos y medios recibían de la burocracia civil-militar, que había asaltado el poder en octubre con su apoyo, la seguridad de que sus «intereses económicos» serían respetados y protegidos. Los obreros tienen 8 categorías salariales, que, en 1975, iban desde 32,5 yuanes mensuales a 125. El personal técnico industrial (que ocupa más o menos 8 % del personal que trabaja en la industria) tiene categorías que van desde 60 yuanes mensuales a 300. El personal administrativo, conocido como «cuadros» (que supone más o menos 12 % del personal industrial; el 80 % restante son obreros), tiene un abanico que cubre de 100 a 250 yuanes mensuales. El personal militar tiene categorías que van desde 15 yuanes mensuales a los reclutas (además, reciben gratis educación, servicio médico, alojamiento, alimentación y entradas para espectáculos públicos), pasando por 70 yuanes mensuales los tenientes coroneles, y 350 yuanes los generales (los oficiales mayores reciben además beneficios extras como son el uso gratis de automóviles con chófer o sin él, y habitaciones especiales). La alta burocracia civil, por su parte, tiene más de treinta grados, que van desde 150 yuanes mensuales hasta 350, y, en el caso del presidente del partido, 450 yuanes (actualmente HuaKuo-feng). Ellos también tienen derecho al uso de automóviles con chófer o sin él, y a comida gratis en casos de «necesidades del servicio». El alojamiento tiene metros cuadrados extra, para cumplir con las tareas «encomendadas por el pueblo». A primera vista, las diferencias de ingresos no parecen muy grandes, pero ocurre que, normalmente, un esposo obrero suma a su salario el de su esposa, obrera o empleada de baja categoría. En cambio, un general, con absoluta seguridad, sumará 360

a su salario el de su esposa en un nivel alto de la administración pública, o en el propio comité central del partido. Con lo cual la diferenciación se amplía. Pero no hay rasero seguro para medir esto. Sí lo hay, en cambio, para cuantificar con las cifras que tenemos: Razón entre sueldo máximo técnico y salario medio obrero: 300/60 Razón obrero:

entre

sueldo

= 5,00 veces.

máximo

250/60

= 4,16

de cuadro

y salario

medio

veces.

Razón entre sueldo máximo de alta burocracia (en realidad hay casos de 380 y hasta 390 yuanes, pero elegimos el tope de 350 por ser más generalizado) yel salario medio obrero: 350/60

= 5,83

veces.

Razón entre el sueldo de general del EPL y el salario medio obrero: 350/60 Razón entre el sueldo salario medio campesino:

= 5,83

máximo

350/22

veces. de la alta buroc~acia

y el

= 15,9 veces.

Para poder comparar, voy a citar la razón que hay entre los sueldos de los jefes ejecutivos de compañías capitalistas con venta superior a 50 millones de libras esterlinas, y el salario medio obrero, en 1974, según Selected Evidence to the Royal Commission, citada por «The Sunday Times» de Londres, 31 de julio de 1977. He elegido este ejemplo comparativo porque el tamaño de las compañías elegidas las hace típicas del capitalismo. Las razones están calculadas después de deducir los impuestos al ingreso personal: Suecia Reino Unido

4,7 veces. 5,7 veces. 361

Holanda Alemania EEUU Suiza Bélgica Italia Francia España

Federal

: : : : : : :

7,5 veces. 11,3 veces. 11,3 veces. 11,5 veces. 10,0 veces. 13,2 veces. 22,3 veces. 22,1 veces.

Como mínimo se puede decir que la diferencia de ingresos entre jefes ejecutivos y obreros en la industria china es similar a la de Suecia y el Reino Unido (cuna del capitalismo, entre otras cosas). Pero hay otros métodos menos genéricos para acercarse a las diferencias reales de ingresos. Por ejemplo, según confirmó el viceprimer ministro Yu Chiu-li el 23 de octubre de 1977, en su discurso ante la IV sesión del comité permanente de la Asamblea Popular en Pekín, 46 % de los obreros y empleados están en la escala mínima de salarios. Lo cual hace más ancho el abismo económico entre los que mandan y los que son mandados. Si tomamos 45 yuanes mensuales como promedio para ese 46 % de los trabajadores urbanos, su relación con el salario máximo de la alta burocracia civil-militar es:

= 7,7

350/45

veces.

Si lo calculamos descontando lo que se gasta en comida mensualmente: 15 yuanes, tenemos esta otra razón: 335/30

= 11,16 veces.

Si nos acercamos más a la realidad, y además de la comida descontamos los costos de la locomoción colectiva (0,15 yuan por pasaje a distancia relativamente moderada en Pekín, dos viajes por día, seis días a la semana, porque la semana de trabajo en China tiene 48 horas), que son en promedio mínimo 7,20 yuanes, y agregamos que ni los generales ni la alta burocracia gasta en locomoción porque dispone de automóvil gratis, se llega a: 335/22,80 362

= 14,69

veces.

Entonces, efectivamente, hay una capa económicamente privilegiada que, además, compone el centro de decisión en la sociedad china. En el segundo capítulo de este libro hicimos un análisis del núcleo de esa capa, el que encontramos en el comité central del partido, altos mandos del ejército y de la administración. Y son sorprendentemente pocos, aunque no es tanta la sorpresa si consideramos la verticalidad de este tipo de sociedad. En diciembre de 1970, Mao Tse-tung, según cita Hua Kuo-feng en el informe al XI Congreso nacional del partido, dio una pista al contabilizar la «dirección central» reunida en esa ocasión: «Mi opinión es que los 274 miembros del comité central y los más de mil cuadros altos y medios en desempeño de sus funciones, deben, de acuerdo al nivel que les corresponda, leer y estudiar a conciencia y asimilar bien el marxismo; sólo así podrán boicotear a estafadores de la calaña de Wang Ming, Liu Shao-chi y Chen Po-ta». Esos «más de mil» y aquellos 274 están incluidos entre los 5.000 ciudadanos chinos de la alta burocracia civil-militar que ganan 350 yuanes mensuales y más. A primera vista no parece mucho su equivalente: 179 dólares estadounidenses. Pero en una sociedad donde el ingreso medio campesino es de poco más de 11 dólares mensuales, y millones de obreros y empleados ganan entre 13 y 17 dólares mensuales, la diferencia se hace enorme. La pirámide de ingresos urbanos, de obreros y empleados (categoría esta última que engloba a la burocracia estatal, no industrial ni comercial, tanto civil como militar), refleja lo que afirmamos. Está construida según datos oficiales de Pekín, la abrumadora mayoría de los cuales todavía no han sido publicados en su propaganda. Una síntesis de esa pirámide es la siguiente:

363

INGRESOS

DE TRABAJADORES URBANOS (cifras válidas para 1973)

Entradas en yuanes (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12)

26 32,5 40-45 50-60 + 60-90 + 90-125 130-150 + 150-210 +210-270 + 270-300 + 300-340 + 340-350 y más

Porcentaje de los obreros 5,55 36,10 6,38 5,00 13,90 33,00

Porcentaje de los empleados 21,66 33,33 4,91 2,50 10,00 13,16 5,75 4,80 2,70 0,70 0,50 0,02

Porcentaje del total de trabajadores urbanos 12,00 35,00 5,80 4,00 12,30 25,10 2,30 1,92 1,10 0,27 0,20 0,008

La suma de las columnas debe ser 100,00 en cada caso, pero en realidad suman respectivamente 99,93, 100,03 Y 99,998, lo cual no es un pecado grave en este tipo de estadísticas, aun considerando lo errático de ciertas cifras proporcionadas por la burocracia china. Así y todo, este cuadro debe tomarse sólo como referencia, es decir, que permite hacer un cuadro general del fenómeno que se estudia, pero en ningún caso sus cifras son absolutamente exactas. Es necesario explicar también que la categoría 1 corresponde al salario de los «aprendices», que se aplica tanto a los obreros como a los empleados, aunque no está considerada en las escalas de categorías de salarios. Es razonable incluirla, porque en ella se contaban, en 1973, más de siete millones de jóvenes trabajadores, de los cuales más de cinco millones tenían la categoría de empleados, y dos millones la de obreros. La categoría 2 corresponde al salario mínimo de la escala industrial, que se aplica también a los empleados estatales del comercio y de las oficinas de gobierno. Como dato adicional diremos que en el reajuste de salarios ordenado a partir del 1. de octubre de 1977 fueron consideradas solamente las categorías 2, 3 Y 4 para los reajustes escalonados, 364

y la categoría 5 para un reajuste mínimo, que en las palabras del viceprimer ministro Yu Chiu-li, en la IV sesión del comité permanente de la IV Asamblea Popular Nacional, se tradujo así: «Cuarenta y seis por ciento del número total de obreros y empleados elevarán su salario a partir del 1 de octubre [se refería a las categorías 2, 3 Y 4]. Además, otro diez por ciento o más tendrán un pequeño aumento de sus pagas [se refería a la categoría 5]». Más tarde, el 9 de noviembre de 1977, según la agencia Sinjua en su despacho 111012 de 1977, o sea, del día siguiente, se aclaró por qué se dejaba fuera del reajuste a la categoría 1, la de aprendices: «El énfasis [de este reajuste] se pone en aquellos obreros y empleados con muchos años de experiencia laboral que reciben pagas bajas. No están incluidos aquellos que reciben 90 yuanes o más». Además, para obtener el reajuste, los trabajadores elegidos deben ser «recomendados por el comité del partido». O sea: quien se oponga abiertamente a la política del actual Gobierno del señor Hua no recibirá reajustes. El artículo mencionado explica además que «tendrán prioridad en ser recomendados para aumento de salarios aquellos que hagan mayores contribuciones a la revolución y construcción socialista, ya sea en la producción o en el trabajo, y aquellos que ~stán haciendo investigaciones científicas o trabajo técnico». En suma, es evidente que el reajuste está dirigido con prioridad hacia los «empleados». Vale la pena recordar que en la categoría empleados, la burocracia civil-militar tuvo otra base social de apoyo político muy importante en su camino a la toma del poder y su golpe de Estado de octubre de 1976. y ahora, esa categoría recibe su premio, empujándola hacia arriba en la escala de salarios, sobre todo en las categorías 2 a 5, cuya posición económica era semejante a la de los obreros. Para el lector acucioso adelanto que la pirámide de ingresos que he citado da como promedio de sueldos y salarios 66 yuanes, lo cual no está de acuerdo con la cifra oficial de 60 yuanes mensuales para los trabajadores urbanos. Para el propósito de nuestro trabajo, que es probar la diferenciación entre ricos y pobres en la sociedad china, esto más que un obstáculo es una ayuda, porque indica que la pirámide se engrosa más hacia abajo de lo que muestra; es decir, que para que el promedio dé 60 yuanes habría que considerar la posibilidad de que los que ganan menos salario fuesen más numerosos todavía. 365

Sin embargo, es el momento de volver a nuestro análisis diferencial. Según el cuadro, los «más de mil» y los 274 que están entre los cinco mil de la categoría 12 tienen una disponibilidad de dinero (descontando a cada uno lo necesario para comer: 15 yuanes mensuales) que es: MAS DE TREINTA VECES superior a la de 12 % de la fuerza de trabajo urbana, unos 7 millones de obreros y empleados. MAS DE DIECINUEVE VECES superior a 35 % de esa misma fuerza, unos 21 millones de personas en fábricas, empresas y oficinas estatales. MAS DE DOCE VECES superior a unos 3,5 millones de obreros y empleados, 5,8 % de la fuerza laboral urbana. MAS DE OCHO VECES superior a casi 2,5 millones de trabajadores de la ciudad, 4 % de obreros y empleados. MAS DE CINCO VECES Y MEDIA superior a 12,3 % de la fuerza laboral urbana, unos 7,4 millones de trabajadores. Dicho de otro modo más impresionante: la cúpula de la burocracia civil-militar de China, un infinitesimal porcentaje de 0,008 de la fuerza de trabajo urbana, que agrega a su posición económica su poder político y social absoluto, dispone de dinero entre CINCO VECES Y MEDIA Y TREINTA VECES superior a 69,1 % de todos los obreros y empleados del país, unos 42 millones de trabajadores... En fin, más de 24 millones de obreros y más de 17 millones de empleados. y esa gente de la categoría 12 controla todo lo que el pueblo chino lee, aprende, escucha y sabe. En sus manos están la información, la propaganda, las decisiones económicas, sociales y políticas. Por último, si nos damos la libertad científicamente posible de que en el campo se repita a grosso modo este tipo de categorías, por lo menos en la parte más ancha de la pirámide, tendríamos que el núcleo de esa burocracia civil-militar posee la misma superioridad económica anterior con respecto a más de 170 millones de trabajadores rurales, en cifras aproximadas, con respecto a casi 600 millones de chinos según el censo de 1973. ¡Y son sólo 5.000 personas... las del poder burocrático! Me gustarí~ reiterar, a esta altura de mi libro, que no pretendo afirmar que esta diferenciación entre ricos y pobres, 366

entre personas con poder y los gobernados, entre explotadores de nuevo tipo y un pueblo explotado, se produzca a causa de la implantación de un sistema socialista. Lo que trato de demostrar es que esta situación se produce cuando el proletariado de un país que ha triunfado en la revolución contra sus explotadores fracasa en su intento de impedir que ese sistema socialista sea tomado desde dentro por una nueva clase social que surge, como la maleza en los campos de trigo, de la propia estructura socialista conocida hasta ahora, y da origen a una burocracia civil-militar que comienza a manejar el país «en nombre» del proletariado primero, y «en nombre» de «todo el pueblo» después, destruyendo, de hecho, la revolución socialista. Dicho de otro modo, esta diferenciación entre ricos y pobres en China no es producto de su sistema socialista, sino, todo lo contrario, producto de no haber logrado imponer el sistema socialista durante todo el transcurso de la lucha por el poder entre los representantes políticos de las distintas clases, como he relatado en los capítulos anteriores. Lo importante es comprender que en todos los años de lucha por el poder, el pueblo chino vivía en estas condiciones, y a partir de estas condiciones tomó partido en esa lucha, y también a partir de esas condiciones los líderes políticos en riña hicieron pro~aganda para ganar apoyo «de masas». Contra la revolución La propaganda del grupo liderado por Liu Shao-chi primero, Teng Hsiao-ping y Chu En-lai más tarde, y ahora de nuevo Teng en complicidad con Hua Kuo-feng, voceros todos de las necesidades de la nueva clase opresora, se valió siempre de la realidad de la economía china, de sus tensiones y sus fracasos, para predicar que el grupo maoísta, invariablemente, había atentado contra el desarrollo de la producción y, por consiguiente, la longitud de la vida, pobre más que modesta, del pueblo chino. Es cierto que la República Popular China, con su sistema socialista a medias y todo, en fiera lucha por nacer del vientre de la revolución democrática de 1949, hizo milagros materialistas como, copiando las palabras de un dirigente chino de hoy, el de que «nuestra industria de generación de electricidad ha hecho en 28 años lo que los países capitalistas hicieron en 367

40 ó 50 años». O también, que en un país hambriento y desnudo como era China hasta 1949, no por el nivel de su producción agrícola, sino por el sistema de distribución capitalista, poco después de la revolución ya todo el pueblo tenía asegurada «la supervivencia», es decir, trabajo, techo y comida. Pero el nivel de «supervivencia» es fácil de soportar unos pocos años, una década tal vez, pero más de dos décadas comienzan a transformar el milagro de la revolución en «fardo de la revolución». Vamos a mirar con más detalle esta situación. La República Popular China es un país agrícola. No vale la pena demostrar que la producción agrícola de un país es la viga maestra de su economía, y más todavía si ese país tiene las características socioeconómicas de China. Y de la producción agrícola, la de cereales es su principal soporte. La historia de la producción de cereales en ese país asiático es la historia por despegar en un vuelo que la saque del nivel de 1936, trece años antes de la victoria, y la historia de cómo los esfuerzos del proletariado por vencer a la burocracia y las clases explotadoras expropiadas la llenaron de altibajos que, finalmente, sirvieron a esos enemigos del proletariado para ganar opinión pública, incluso entre sectores del propio proletariado, a favor del golpe de Estado anticomunista de octubre de 1976. El cuadro de la página siguiente es fundamental para nuestro análisis.

368

PRODUCC[QN Año

Población en millones

CEREALERA DE CHINA

Producción en millones (toneladas)

Producción per cápita (kilos)

Porcentaje crecimiento anual real a partir de 1949

1936

416,0

138,6

333,17

1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958

515,0 528,0 541,0 554,0 568,0 583,0 596,0 610,0 624,0 638,0

110,0

213,59

152,0

274,46

8,71

157,1 175,0 182,0 185,0 250,0

269,46 293,42 298,36 296,47 391,84

4,75 5,44 4,89 4,18 6,97

1959 1960 1961 1962 1963

653,0 668,0 681,0 695,0 707,0

180,0 150,0 150,0 152,0 154,5

275,81 224,68 220,26 218,83 218,49

2,59 0,46 0,26 0,19 0,16

1964 1965

720,0 733,0

188,0 209,0

261,18 285,24

1,36 1,83

1966 1967 1968

746,0 759,0 774,0

210,0 190,0 190,0

281,57 250,26 245,38

1,64 0,88 0,73

1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976

790,0 802,0 815,0 828,0 841,0 853,0 866,0 879,0

206,0 240,0 246,0 240,0 250,0 265,0 278,0 260,0

260,85 299,13 301,80 289,82 297,44 310,58 321,32 295,89

1,00 1,62 1,59 1,34 1,39 1,51 1,59 1,22 369

Las cifras de producción para los años 1936, 1949, 1952, 1954, 1955, 1957, 1958, 1962, 1963, Y de 1971 a 1974, han sido publicadas por los organismos de propaganda, incluyendo informes a congresos del partido y números de la revista «Pekín Informa», además del informe de Chu En-lai a la I sesión de la IV Asamblea Popular. Advierto que las cifras de población y de producción han sido redondeadas, de modo que puede haber pequeñas diferencias en la columna de producción per cápita, lo que, no obstante, no altera el cuadro general. El resto de las cifras, incluyendo las de población, pueden encontrarse en fuentes chinas, aunque no necesariamente públicas. Lo primero que surge de esta secuencia es que la producción per cápita de 1936 (333 kilos anuales), antes del triunfo de la revolución, ha sido superada en la República Socialista solamente una vez: en 1958. He separado las columnas en cinco grupos, los cuales reflejan la manera corno el grupo de Chu-Teng analizaba el desarrollo de la producción cerealera. El primer grupo, de 1949 a 1958, constituye lo que ellos llamaban el de las «grandes zancadas». Comprende el primer plan quinquenal, de 1953 a 1957, y el primer año del segundo, 1958. Es la época de la línea política que dibujó su expresión más clara en el VIII Congreso del partido, en 1956, dominado por Liu Shao-chi, Teng Hsiao-ping y Chu En-laL Durante esa época, la producción cerealera saltó de 110 a 250 millones de toneladas, marcando un crecimiento anual real (descontado el crecimiento demográfico) de casi 7 %, lo cual era espectacular, y la producción per cápita (contando toda la población, es decir, midiendo la disponibilidad per cápita de granos) saltó los límites del año cumbre de 1936, llegando a casi 400 kilos anuales. El segundo plan quinquenal, aprobado en 1956 en el VIII Congreso, había fijado corno meta para 1962 la obtención de 250 millones de toneladas, para mantener una tasa de crecimiento anual de más de 4 %. El segundo grupo, llamado de «anarquía y calamidades naturales», desde 1959 a 1963, muestra que en el segundo año del segundo plan quinquenal fracasaron las metas, y ya la tasa anual se hundía al nivel de 2,6 %, siendo la más baja de todo el período posterior a 1949. ¿Por qué? La respuesta del grupo derechista es simple: el movimiento de las comunas populares, tornado corno movilización política para transformar el sistema de poder desde abajo hacia arriba en toda la nación y no sólo 370

en el campo. Es decir, la presión política ejercida por el grupo maoísta había «anarquizado» la producción agrícola, a lo cual se sumaron las sequías e inundaciones de 1960-1962, cuyos efectos no se pudieron combatir bien, según el grupo Chu-Teng, por la interferencia política en el trabajo productivo. Así, este período termina en el fondo del pozo con apenas 218 kilos anuales per cápita en 1963, y una tasa anual de crecimiento de

casi cero: 0,16.

.

El tercer grupo, de 1964 y 1965, es el de «orden y recuperación», en que el aparato estatal burocrático civil-militar maneja «racionalmente» el país y el aislamiento político de Mao es notorio. El especialista en asuntos chinos, Edgar Snow, cuenta, después de charl'ar con Mao en 1970, que «hacia 1964 Mao había perdido control efectivo sobre mucha de la jerarquía del partido, armada por sus "sucesores", y también sobre el aparato administrativo del Estado». Y agrega que en octubre de 1966, en un discurso ante una reunión de trabajo político del comité central, el líder chino afirmaba: «Teng Hsiao-ping es sordo [no oye bien], pero en las reuniones se sienta muy lejos de mí. En los seis años transcurridos desde 1959 no me ha informado nunca de su trabajo. Se apoya sólo en Peng Chen [uno de los conspiradores que trataron de dar un golpe de Estado y matar a Mao en febrero de 1966] para el trabajo de secretariado». En este período, una vez más, la «administración racional» del país y el abandono de poner en primer lugar la revolución en la estructura estatal, eleva la tasa de producción anual a casi 2 %, Y en la producción per cápita recupera el nivel de 1955. Pero viene otro período de «anarquía», esta vez sin el acompañamiento de «calamidades naturales». El cuarto grupo, de 1966 a 1968, es el punto culminante de la gran revolución cultural proletaria, donde el antagonismo aparente entre revolución-producción desarma la base agrícola del país y baja la tasa de crecimiento anual con respecto a 1949, de casi 2 % a menos de 1 %, dejando la disponibilidad per cápita en menos de 250 kilos anuales en 1968; cifra menor incluso a la de 1952, tres años después del triunfo de la revolución. Son los años en que el grupo maoísta trata de barrer la burocracia civil-militar desencadenando un gigantesco movimiento popular insurreccional que, como vimos en el tercer capítulo, es abandonado a medio camino por sus líderes, con lo cual la burocracia sale mucho más fortalecida y comienza a gobernar el país a su manera a partir de 1969. 371

El quinto grupo, que empieza en 1969, es la etapa de «consolidación y reconstrucción» que logra hacer saltar la tasa anual de crecimiento de la producción de menos de 1 % hasta 1,6 % en 1975. Es la época de dominio del aparato estatal civil y militar por parte de Chu En-lai, a partir de 1970, y de Chu y Teng Hsiao-ping a partir de 1973. El grupo maoísta, aislado en medio de las riñas de palacio -decían los propagandistas de la derecha-, había perdido mucho de su poder para interferir el «trabajo ordenado», y China se recuperaba lenta pero con paso seguro de las pasadas «anarquías». Por supuesto, esos períodos de «anarquía» habían sido tan graves (es decir, la interferencia de la línea de Mao), que incluso en 1975, 18 años después de comenzar el segundo plan quinquenal, se estaba debajo de la meta fijada para 1962: 360 kilos per cápita anual. La cifra de 1975 era casi 40 kilos más baja, o sea 11,1 % inferior. La producción de cereales estaba veinte años atrasada. ¿Por qué? Porque, al decir del grupo Chu-Teng, el socialismo se construye creando una base económica primero, y haciendo la revolución después. En cambio, originando fallos y fracasos, la línea izquierdista -agregabanimpulsaba la tesis de la revolución primero y la producción en segundo lugar. Naturalmente, un argumento de este tipo fácilmente calaba hondo en la mente de muchos sectores de la población china. Más todavía si, como ocurrió, se afirmaba que este fracaso en el aumento de la producción cerealera tenía efectos negativos serios en la vida del pueblo en su conjunto, no sólo con el racionamiento de cereales,2 sino con el nivel de salarios, porque la política estatal es mantener una mínima diferencia posible entre la ciudad y el campo, y, por eso mismo, mantener bajos los salarios de la fuerza laboral urbana, «para disminuir la agudeza de la contradicción entre la ciudad y el campo». Los salarios y en esta materia, el uso de las cifras probaba fácilmente lo que los activistas políticas «del orden y el progreso» querían decir. Por ejemplo, si tomamos el caso de los obreros industriales, cuya escala de salarios ya conocemos, vemos que desde 1949 hasta 1976 (mismos salarios desde 1972, pues el último reajuste, antes del de 1977, ocurrió en 1971), los niveles mínimo, medio y superior se han comportado de este modo: 372

Año

mínimo

medio

(en yuanes 1949 1952 1965 1976 Porcentaje

de crecimiento

16 20 29 33

máximo

de 1973) 20 36 54 60

1949-1976

106

26 75 112 125 200

381

Ahora bien, según los enemigos de la línea izquierdista, la interferencia de la revolución en la producción había comenzado en 1958 con el movimiento de las comunas populares no como un intento de colectivización rural, sino como una campaña para la colectivización socialista de todo el aparato estatal y social del país. Cuando comenzó esa «interferencia», los salarios obreros estaban fijados según el primer plan quinquenal, año 1957: Salario mínimo: Salario medio: Salario máximo:

26 yuanes. 49 yuanes. 100 yuanes.

Si se hubieran cumplido las metas del segundo plan quinquenal, fracasado principalmente -según el razonamiento de la derechapor la anarquía provocada por el maoísmo, entonces, a su término, en 1962, los salarios obreros habrían sido los siguientes: Mínimo: Medio: Máximo:

34 yuanes. 62 yuanes. 129 yuanes.

Dicho de otro modo, las remuneraciones obreras, y por extensión las de todos los trabajadores chinos, estaban en 1976 ligeramente bajo el nivel de lo que debían haber alcanzado en 1962... O sea, ¡más de 15 años atrasadas! Este argumento, basado en la realidad estadística, tuvo una tremenda receptividad en importantes grupos de masas, ya que, además, estaban viviendo otro tipo de realidad a causa de su 373

cercanía con el aparato de producción: la realidad de la injusticia del desarrollo de las escalas de remuneraciones, donde los que ganan más siempre obtienen mayores aumentos, y los que ganan menos -la enorme mayoría de la población, como hemos visto en los cuadros del apartado anterior en este mismo capítulosiempre obtienen una porción menor. El cuadro que vimos más arriba refleja parte de esa realidad: el salario mínimo creció 106 % durante todo el período revolucionario, y en cambio el salario máximo creció 381 %, la diferencia es notable. y algo más, si tomamos 1949 como base 100, la producción industrial medida en valores constantes tendría en 1975 el índice de 1.100, es decir, 1.000 % de crecimiento. Si tomamos los mismos índices para medir el crecimiento del salario medio obrero industrial, vemos que en el mismo año 1975 ese índice sería 300, lo que supone 200 % de aumento. Más claro, para triplicar su salario, en esta república de obreros, los trabajadores industriales tuvieron que multiplicar por once el valor de su producción. En el campo tenemos también casos que reflejan esta presión sobre los hombros de un pueblo que ha luchado y trabajado con un coraje increíble para salir del atraso y el subdesarrollo sociales y económicos, y para tratar de implantar un sistema de vida más justo. En octubre de 1975, la secretaria de la célula del partido en la brigada modelo de Tachai rindió un informe en la conferencia nacional para aprender de esa brigada. Señaló que en 1974, el ingreso bruto de la brigada había sido de 194.800 yuanes, y que el ingreso anual per cápita había alcanzado 176 yuanes. La brigada la componían 480 personas en total. Esto da un índice de producción per cápita de 405 yuanes, de los cuales, entonces, 43,5 % forman el ingreso individual. Para comparar, la secretaria Kuo Feng-lien explicaba que en el año 1955 --en moneda del mismo valor, por supuestoel ingreso bruto de la brigada había sido de 17.400 yuanes, con un ingreso anual per cápita de 66 yuanes. La brigada estaba compuesta en esa época de 198 personas. Eso de un índice de producción per cápita de 87,8 yuanes, de los cuales, entonces, 75,1 % formaban el ingreso individual. Esto significa que los campesinos de la brigada han aumentado su producción per cápita 361 %, Y sus ingresos individuales sólo 166,6 %, lo cual, una vez más, refleja cómo el esfuerzo por 374

la producción en un país tan atrasado ha seguido manteniendo a su pueblo al nivel de la supervivencia, al mismo tiempo que su trabajo produce las condiciones para una acumulación masiva que, a partir de hace seis o siete años, va en grandes proporciones a engrosar el presupuesto militar, espacial y nuclear, todo relacionado con las necesidades prioritarias puestas en ejecución por la burocracia civil-militar. En la misma conferencia, Wang Chin-tsi, vicesecretario del comité distrital del partido en Siyang, provincia de Shansi, informaba que su distrito, que tenía en 1974 unos 193.000 habitantes, había alcanzado una producción de cereales de 119.500 toneladas, y que el ingreso anual per cápita llegó a 94 yuanes. Esto inaica que la producción per cápita del distrito había alcanzado a 619 kilos. Las cifras comparativas, para 1966, eran de 170.000 habitantes, una producción de 40.000 toneladas, con un ingreso per cápita de 47,50 yuanes. La producción anual per cápita llegaba entonces a 235 kilogramos. Integrando ambos períodos, tenemos que. a un aumento de la producción per cápita de 163,4 % correspondía una elevación en el ingreso por persona de 98 %. Esta presión hacia abajo en los ingresos campesinos tiene una dimensión mucho más amplia que lo reflejado en estos dos ejemplos, porque, por lo menos en el caso de Siyang, su producción per cápita de 619 kilos anuales en 1974 lo ponía muy por encima de la productividad media del campesinado de todo el país, que era de 379 kilos. Esto, de paso, hace sospechar el inmenso océano de campesinos pobres en China, en contraposición con una minoría extraordinariamente rica, ya que el ingreso medio anual rural se contabilizaba en esa época en casi 100 yuanes..., y el distrito de Siyang, con su producción per cápita 63,3 % superior al promedio nacional, tenía un ingreso por individuo de sólo 94 yuanes. Es decir, es dable suponer un gigantesco número de brigadas de producción con ingreso per cápita inferior a 58 yuanes al año, y por supuesto (como encontré en mis propias investigaciones) con entradas anuales del orden de los 40 yuanes. No hay que olvidar que de este ingreso hay que descontar lo que se gasta en comida por habitante en el campo, que bordea los 35 yuanes anuales, como vimos antes. O sea, tenemos un enorme número de campesinos que dispondrían de 5 a 10 yuanes al año como dinero para invertir en ropa y otras necesidades vitales... ¡Menos de un 375

yuar¡ al mes! ¡Unos cincuenta centavos de dólar al mes! Eso frente a otros ingresos individuales campesinos que, descontando los 35 yuanes de comida, llegan, por lo menos en los casos vistos por mí, a 300 yuanes anuales. Sobre esta realidad económica, sobre este nivel de vida de personas de la ciudad y el campo, sobre estas presiones en contra del mejoramiento rápido y seguro de su situación material, la burocracia civil-militar, y en mucha medida algunos de los que figuraban como líderes políticos del proletariado chino, construyeron una superestructura ideológica que llevó a hacer del marxismo una especie particular de ficción. El marxismo

ficción

No parece muy necesario explicar qué clase de marxismo ficción es el que ha impuesto la burocracia civil-militar china en la estructura de pensamiento de su pueblo al lector que esté familiarizado con los órganos de su propaganda: Radio Pekín, Agencia de noticias Sinjua, y las revistas «Pekín Informa», «China Ilustrada» y «China Reconstruye». Sus textos y fotografías hablan por sí mismos. Sin embargo, me parece necesario dar algunos ejemplos para aquellos lectores que no han seguido muy de cerca el nacimiento, el desarrollo y el colapso de la revolución china. El intelectual más destacado de la cúpula de la burocracia que gobierna China actualmente es el escritor o poeta Kuo Mo-jo, miembro del comité central, ejemplo de «intelectual revolucionario» para los actuales mandarines del palacio imperial. En septiembre de 1971, dijo al político francés Alain Peyrefitte, jefe de un grupo de funcionarios del Gobierno francés de visita en China, lo siguiente: «¿Cuál es el núcleo del pensamiento de Marx? Llegar al comunismo por la dialéctica, El comunismo existía en la China antigua. Nuestro pueblo ha estado siempre inclinado al comunismo. El más alto ideal de toda nuestra tradición nos exige renunciar al egoísmo para fundirnos en la comunidad; la más grande alegría de los chinos es estar juntos. En cuanto a la dialéctica, las investigaciones mostrarán tal vez que Marx la tomó de China. :Él la obtuvo directamente de Hegel, quien, junto con Fichte y Schelling, parece haberla sacado del pensamiento asiático».3 Este párrafo podría considerarse como una referencia para 376

entender qué es el marxismo para la pequeña burguesía china, devenida en clase dominante a través de su expresión más concentrada en la burocracia civil-militar actual. En vez de entender la esencia del comunismo como un sistema social de hombres libres responsables cada uno en la misma medida de los asuntos de todos, la concibe como que «existía en la China antigua», es decir, el trabajo colectivo de hombres gobernados por un rígido sistema social, bajo la férrea dirección de un gobernante por derecho divino. Y pintando todo este grotesco entendimiento del marxismo con los colores del nacionalismo típicamente burgués, da a entender que realmente cree en que «el territorio del centro» (del mundo), es decir, Chung-kuo (China), lo es... Y, por supuesto, los pobres filósofos occidentales como Hegel no tuvieron más que mirar hacia el «centro del mundo» para escamotear la dialéctica y pasársela a Marx. Este tipo de afiebrado nacionalismo ha sido cultivado sistemáticamente por los gobernantes chinos de ayer y de hoy, basta citar el folleto Breve historia de la China moderna, libro de texto para la enseñanza secundaria, editado por primera vez en 1954. Bajo el título de «Territorios chinos anexados por los imperialistas en la época de la Vieja Revolución Democrática (1840-1919)>>, inserta un mapa del oriente asiático, en el que señala 19 puntos geográficos de «territorios chinos anexados por los imperialistas». Doy la lista: 1. El Gran Noroeste: anexado por la Rusia imperial en virtud del tratado de Tchuguchak, en 1864. Comprende parte de las actuales repúblicas soviéticas de Kazajtan, Kirgizia y Tadjikistan. 2. Pamir: repartido en secreto entre Inglaterra y Rusia, en 1896. Comprende parte de la república soviética de Tadjikistan. 3. Nepal: convertido en inglés después de su <<ÍndepencIencia» en 1898. 4. Sikkin: ocupado por Inglaterra en 1889. 5. Bhutan: convertido en inglés después de su «independencia» en 1865. 6. Assam: cedido por Birmania a Inglaterra en 1826. 7. Birmania: integrado al imperio británico en 1886. 8. Archipiélago de las Andaman: convertido en posesión inglesa. Al sur de Birmania. 9. Malasia: ocupada por los ingleses en 1895. 377

10. Tailandia: proclamado <
señalan que las fronteras chinas llegarían hasta 200 kilómetros de las costas de Vietnam y de Filipinas, y del norte de Indonesia. En la región señalada en el texto escolar que citamos como «el gran noreste» (números 17 y 18) Y Pamir, el mapa dice: «Límites estatales todavía no definidos». Al parecer, el sueño del «gran imperio chino» todavía está presente en las mentes de los burócratas civiles y militares que gobiernan ese país. Tal vez este sueño les ha servido de motivación clave en su lucha por aplastar la insurrección del proletariado. Sin embargo, la característica más importante de este marxismo-ficción que ha sumido por ahora al pueblo chino en las cadenas de una contrarrevolución triunfante es su maestría para hacer del cinismo político una especie de arte de gobernar. Este arte ha alcanzado tal perfección, que incluso han falsificado las propias palabras de su héroe principal, Chu En-lai, para hacer de él un «héroe sin miedo». Una sola muestra puede ser suficiente. En enero de 1977, todos los órganos de propaganda de la burocracia se pusieron en movimiento para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Chu. Uno de los artículos principales se titulaba Inmortales contribuciones del primer ministro Chu en la gran revolución cultural proletaria, que puede ser consultado en «Pekín Informa» número 4 del 26 de enero de 1974. En ese artículo, entre otras muchas heroicidades «proletarias» del ex primer ministro, se relataba un mitin público en el Gran Palacio del Pueblo el 11 de agosto de 1967, en un momento crítico para la revolución, cuando estaba a punto de concretarse la alianza Lin-Chu, que echaría por tierra la insurrección popular. He aquí la parte que nos interesa: «Mientras transcurría el acto [algunos guardias rojos] desataron un asalto sorpresa violando las instrucciones que el primer ministro Chu había emitido, en nombre del comité central del partido, para ese mitin. Levantaron un lienzo con la consigna de "derribar a Chen Yi", y la gritaron con frenesí e incluso trataron de subir a la tribuna donde estaba Chen Yi para agredirle físicamente. El primer ministro, que nunca cedía ni una pulgada en los importantes problemas de principios, se retiró de la sala en protesta, para desenmascarar a los enemigos y educar a un exiguo número de personas engañadas, y ordenó a los guardias que protegieran al camarada Chen Yi y lo escoltaron fuera». Sin embargo, en 1971, ante 73 ciudadanos estadounidenses, 379

entre ellos e1 escritor William Hinton, el propio Chu En-lai había relatado el incidente de otro modo, y esa versión había quedado como oficial en los organismos de propaganda chinos. :E:sta es la versión del propio Chu: «El 11 de agosto de 1967 hicimos un mitin para repudiar a Chen Yi [ministro de relaciones exteriores]. Estuve de acuerdo en asistir al mitin [dándole con ello legitimidad] en el entendido de que solamente habría crítica a Chen Yi y no llamamientos a derribarlo... Pero esos estudiantes rompieron su palabra. Tan pronto como comenzó el mitin descolgaron desde el segundo balcón un lienzo con las palabras "derribar a Chen Yi". Desafiar ese acto ante la enorme multitud habría echado a perder todo el asunto, por eso preferí no decir nada... En cierto momento salí del recinto para tomar un descanso. Entonces Liu [uno de los guardias rojos que querían derribar a Chen Yi, y el primer ministro no deseaba que hablara en el mitin] subió a la tarima y habló de todos modos. El vicepresidente Sie Fu-chi, que todavía estaba en la tribuna presidencial, se intranquilizó. Salió a buscarme. Con nosotros dos fuera del gran salón, ciertos militantes saltaron de inmediato al escenario para atacar a Chen Yi. Pero todos los miembros de nuestro personal de servicio tienen un alto nivel de conciencia política. Tan pronto como los estudiantes saltaron al escenario para golpear a Chen Yi, el personal de servicio cerró filas para protegerlo. Los estudiantes imprecaban, pero los defensores de Chen dijeron: '''No pueden llevarse a Chen Yi. Mao Tse-tung ha pedido que se le proteja". Nadie se atrevió a cogerle».4 Es decir: Chu no protestó cuando se descolgó el lienzo contra Chen Yi, y confesó haberse quedado en silencio. Chu no estaba en el salón cuando ocurrieron los incidentes más graves, estaba descansando en otro lugar del Gran Palacio del Pueblo. Pero el arte del cinismo político siempre pasa sobre esos pequeños detalles, y ahora a los chinos se les relata el reverso de lo que se les contó hace cinco o seis años... Y quien tenga la dignidad intelectual de señalar esa contradicción será acusado de contrarrevolucionario. Las tergiversaciones de este tipo han estado en la orden del día de las actividades políticas en la cúpula de Pekín, y de ellas no se salvan ni siquiera los clásicos del marxismo. El 14 de noviembre de 1976, en «Renmin Ribao», en el artículo de Ye Ping Una banda de bicharracos nocivos para el país y el pueblo. (Crítica a los crímenes de la banda de los 380

cuatro por sabotear los esfuerzos de empeñarse en la revolución y promover la producción) hay una falsificación de un discurso de Federico Engels. Para demostrar que el grupo maoísta estaba equivocado al poner la revolución en primer lugar y la producción en segundo lugar, el artículo dice: «Engels dijo que el hecho más sencillo en la historia humana es que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y, por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época, es la base». Cuando tuve que revisar la traducción al castellano de este artículo llamé a la secretaria de la célula del partido en mi oficina y le expliqué que ese párrafo contenía una tergiversación de las palabras de Engels; que Engels había querido decir otra cosa, y no lo que se pretendía, es decir, afirmar que la producción es primero y la revolución después; que, para ser francos, la tesis del Gobierno de Hua era antimarxista, y para hacerla aparecer como legítima ante el pueblo se truncaban las palabras de los clásicos marxistas. La respuesta fue tajante: «Es cierto, la cita se trunca, pero eso no importa. Lo que importa es su actitud, que es la actitud de un contrarrevolucionario...». Un mes más tarde, y ciertamente no por este incidente, sino por la suma de muchos otros del mismo tipo, a partir de agosto de 1974, cuando llegué a Pekín, fui notificado que debía dejar China. Dicho de otro modo, se me anunció que sería expulsado del país cuando caducara el visado de mi familia, el 6 de abril de 1977. Pero volvamos a la cita de Engels. Su texto completo es éste: «Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la pro.. ducción de los medios de vida inmediatos, materiales, y, por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres, y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo».5 381

Como se ve, la referencia de Engels no tiene nada que ver con el problema que abordaba el artículo: la contradicción que se produce en una sociedad socialista entre la revolución y la producción. Engels habla sólo del punto de vista de Marx acerca de la ley del desarrollo de la historia humana. Es decir, cómo comprender la formación de la superestructura en una sociedad dada; pero nada que ver con el problema de China en 1977: cómo comprender las leyes que rigen la acción de una superestructura dada sobre las relaciones de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas y viceversa. A partir de este pequeño incidente hice una encuesta mínima entre mis compañeros de trabajo, todos procedentes de la universidad. Pregunté a cada uno, por separado: «¿Sabe que la cita de Engels en ese artículo está cortada en la mitad, y con ello se le ha cambiado el sentido?» Todos los encuestados me respondieron que no lo sabían. Todos me contestaron que no habían leído el discurso de Engels ante l¡¡¡.tumba de Marx. Todos se negaron a ir conmigo a la biblioteca de la oficina para probar mis palabras. Todos me dijeron: "Si así salió en "Renmin Ribao", así creo yo que debe haberlo dicho Engels». Naturalmente, el miedo a la policía del ministerio de seguridad provoca este tipo de razonamiento y crea esta nueva especie de intelectuales que tienen que elegir entre renunciar a su sentido crítico o ir a la cárcel. y ese cinismo político no es reciente, sino más bien una escuela antigua. El 1 de julio de 1966, cuando todas las masas chinas estaban siendo movilizadas para demoler a la burocracia, y el blanco del ataque eran Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping, «Renmin Ribao» publicó un editorial en primera página titulado Viva el pensamiento de Mao Tse-tung, en conmemoración del 45 aniversario de la fundación del partido comunista chino. Cito los párrafos "cínicos»: «El VII Congreso nacional del partido, celebrado en 1945, estableció el pensamiento de Mao Tse-tung como guía de nuestro partido y de todo su trabajo. En dicho Congreso, el camarada Liu Shao-chi señaló que el camarada Mao Tse-tung"es un marxista genial y creador". El surgimiento y desarrollo del pensamiento Mao Tse-tung, agregó, "son el fruto máximo y el mayor honor de nuestro partido y nuestro pueblo en sus prolongadas luchas, y beneficiarán a nuestra nación por muchas generaciones venideras" [...]. El camarada Liu Shao-chi señaló hace ya 21 años ante el partido que "la importante tarea de este momento es movilizar a todo el partido en 382

el estudio y difusión del pensamiento Mao Tse-tung, armar con él a nuestros militantes y el pueblo revolucionario y convertirIo en la práctica en una fuerza irresistible". [...] El camarada Chu En-lai dijo: "Armar con el pensamiento Mao Tse-tung a nuestros cuadros y trabajadores es un requisito vital para llevar hasta el fin nuestra revolución socialista y hacer avanzar con éxito nuestra construcción socialista. Es también el método fundamental para vencer y prevenir la ideología burguesa, el revisionismo y el dogma tismo". [...] El camarada Lin Piao señaló: "China es un gran Estado socialista de dictadura del proletariado y su población alcanza a los 700 millones de habitantes. Necesita un pensamiento unificado, un pensamiento revolucionario, un pensamiento correcto. Éste es el pensamiento Mao Tse-tung. Se hace imprescindible imbuir a los obreros y campesinos con el pensamiento del presidente Mao a través del estudio y la aplicación en forma viva de sus obras. Solamente de este modo puede ser transformada la ideología del pueblo trabajador, y las fuerzas espirituales convertidas en formidable fuerza material". [oo.] El camarada Teng Hsiao-ping manifestó: "El mayor mérito de nuestro partido es el de tener una ideología guía representada por el pensamiento de Mao Tse-tung. El pensamiento de Mao Tse-tung ha sido probado por la historia. El pensamiento que llevó a la victoria la revolución china no fue otro que el de Mao Tse-tung. Después de la victoria de la revolución, precisamente bajo la guía de este pensamiento, la revolución y construcción socialistas de nuestro país lograron tan grandes éxitos y continuarán avanzando victoriosamente"». Este texto es de enorme interés porque muestra de qué modo los más grandes líderes de la derecha en el partido comunista chino (están los cuatro: Liu, Chu, Teng y Lin) se las arreglaban para fomentar el crecimiento del marxismo ficción y, con ello, desviar a los obreros, principalmente, de su camino revolucionario (desde el punto de vista marxista). Los cuatro plantean «armar con el pensamiento Mao Tse-tung» al pueblo, y omiten la esencia de la cuestión, que es armarIo con la ciencia del proletariado, el marxismo, para que tome conciencia, en el sentido intelectual del término, de la luchá que debe dar y ganar contra la burguesía. Del modo de plantear el asunto por parte de los cuatro líderes derechistas surge fácilmente el culto a la personalidad hasta un punto que se toca con el idiotismo político. Y el posible componente científico que pudiera tener el llamado «pensamiento de Mao Tse-tung» se detiene en el 383

centro de un ritual que en ciertos momentos de la vida política china ha llegado a tener características de locura colectiva. Me parece que sobre esto hay claros ejemplos. Cito un párrafo del discurso de Wang Yi-ping, vicepresidente del ~omité revolucionario municipal de Shanghai ante la 11 conferencia nacional sobre aprender de Tachai, realizada en diciembre de 1976, y publicado en «Renmin Ribao»: «Chang Chun-chiao calumnió el pensamiento Mao Tse-tung de ser "anticuado" y dijo: "Después de estudiar Análisis de las clases de la sociedad china, del presidente Mao, aún no tengo en claro las clases de la sociedad china". Incluso disparató que la línea fundamental formulada por el presidente Mao para nuestro partido no había resuelto el problema de los cambios de las relaciones de clases en el período socialista. Vociferó con arrogancia que debería tocarle a él escribir el libro Análisis de las clases de China en el período socialista "como base para la elaboración de las políticas futuras". De hecho, trataba de alterar radicalmente la línea fundamental de nuestro partido. Además, ellos tergiversaban y adulteraban arbitrariamente el pensamiento Mao Tsetung. Negaban las tesis expuestas por el presidente Mao y el presidente Hua sobre la transición del sistema de propiedad de la comuna popular, y argüían que esta transición podía realizarse bajo cualesquiera condiciones económicas y políticas».ó Para cualquier aficionado al estudio del marxismo, este párrafo prueba que Chang Chun-chiao era marxista, y quienes 10 apresaron, antimarxistas. Ocurre que Chang quería hacer un análisis de clases en la China socialista, para poder elaborar «políticas futuras», es decir, la táctica de la revolución. No necesita demostración esta idea absolutamente científica, desde el ángulo marxista. En cambio, sus acusadores dicen que eso significaba «calumniar» a Dios, o a Mao, que es 10 mismo (no olvidar que muchos brutales dictadores contemporáneos masacran a sus pueblos en nombre de Dios: Augusto Pinochet, en Chile, por citar un ejemplo que me toca de cerca), porque Mao había hecho ya un análisis de las clases en China. ¿Cuándo? ¡En marzo de 1926! Naturalmente, ya no era válido en 1974. En la segunda parte de la acusación contra Chang, de nuevo se demuestra que los vencidos tenían razón desde el punto de vista marxista, y los vencedores los apresaron por eso. Efectivamente, la meta de llegar a hacer de las comunas populares un tipo de empresa rural gigante en donde los medios de produc384

ción sean propiedad del Estado, es una tarea que la puede cumplir el capitalismo de Estado desarrollado, y también un Estado socialista. La empresa colectiva en sí, de propiedad estatal, no le da carácter socialista. Por eso Chang y los demás líderes del grupo de izquierda sustentaban la tesis de que sin cambiar la superestructura hacia un nuevo tipo de Estado proletario, los saltos adelante en la producción industrial y agrícola y la colectivización de las empresas rurales y urbanas no garantizaban por sí mismas el carácter socialista de la república china. En agosto de 1977, en su informe político al XI Congreso del partido, Hua Kuo-feng dio carácter de «sagrada» a esta acusación contra los vencidos, diciendo: «La banda de los cuatro negó rotundamente el análisis científico, hecho por el presidente Mao, de las diversas clases sociales de nuestro país en el período del socialismo, y lanzó una serie de tesis absurdas sobre supuestas "nuevas mutaciones en las relaciones de clase en el período del socialismo"». Aquí hay una innovación por parte del señor Hua, habla de «el análisis científico, hecho por el presidente Mao, de las diversas clases de nuestro país en el período del socialismo». y el propio señor Hua cita ese «análisis científico» en otra parte de su informe político. Veamos: «El presidente Mao hizo un análisis científico de las condiciones de la! diversas clases en la sociedad china después de cumplida, en lo fundamental, la transformación socialista de la propiedad sobre los medios de producción [...]. Refiriéndose a la revolución socialista, el presidente Mao habló en estos términos: "¿Entre qué clases se libra esta lucha? Es una lucha entre el proletariado y los trabajadores por él dirigidos, de un lado, y la burguesía, del otro". [Bueno, esto es como descubrir que es de día porque alumbra el sol. Una definición general que no resuelve el problema de saber exactamente dónde está la burguesía en ese nuevo sistema social, de qué fuerzas dispone, cuáles son las características de su base social, etc.] La clase obrera debe unirse estrechamente con su aliado más confiable -los campesinos pobres y campesinos medios inferioresy apoyarse en él, unirse con los intelectuales revolucionarios y apoyarse en ellos y, al mismo tiempo, ganarse a la mayor parte de la capa superior de la pequeña burguesía, a la mayoría de los intelectuales burgueses, a aquellos integrantes de la burguesía nacional dispuestos a aceptar la transformación socialista, así como a otros 385 13.-

CHINA

demócratas patriotas, y unirse con todos ellos para ejercer la dictadura sobre las clases y elementos reaccionarios y sobre aquellos que se oponen a las transformaciones socialistas y la construcción socialista. [El señor Hua está hablando en 1977. Si esto es así en las clases chinas actuales, entonces quiere decir que estamos en medio de una revolución democrática nacional, no socialista, y, por eso mismo, es evidente que siendo el partido comunista una organización compuesta de elementos de todos esos "aliados", tenemos un partido no comunista con una clase burguesa dentro ejerciendo su poder de presión. Exactamente la tesis de la llamada "banda de los cuatro".] De la población total del país, quienes aprueban el socialismo representan el 90 %, mientras que aquellos que lo desaprueban o se le oponen constituyen el 10 % [...]. La serie de brillantes obras escritas por el presidente Mao en 1957 sentaron el fundamento científico para este análisis de clases. Más aún, a medida que se profundizaba la revolución socialista, el presidente Mao fue enriqueciendo y desarrollando este análisis. Señaló la necesidad de unir a más de 95 % de los cuadros y las masas y formuló una tesis integral sobre la lucha contra los dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del partido»... En suma, ¡«hay que unir a más de 95 % de los cuadros y las masas» es el análisis «científico» de clases de Mao, según el señor Hua! Parece ser mucho más razonable la tesis de la banda de los cuatro, incluso en la forma caricaturesca en que la presenta el señor Hua en su informe: [esa banda] «echó a rodar los disparates de que eran "demócratas burgueses" los que habían participado en la revolución democrática, de que "corresponde a una inexorable ley objetiva la evolución de demócrata a dirigente seguidor del camino capitalista", y de que los dirigentes seguidores del camino capitalista en el seno de nuestro partido no eran un puñado, sino todo un montón y, lejos de representar una ínfima minoría, conformaban "una clase burguesa dentro del partido". Además, calumnió a la aplastante mayoría de los cuadros veteranos del ejército tildándolos de "dirigentes seguidores del camino capitalista dentro del ejército", que integraban''una clase burguesa en el ejército"». Esta habilidad de los líderes de la burocracia china para presentar ante el público un gato diciendo que es una liebre sólo se puede explicar si uno piensa en el gigantesco aparato de represión que manejan. Pero, dialécticamente, esta conducta 386

ha hecho que lo que conforma ¡a burocracia civil-militar, aun en su nivel más bajo y pobre, tenga la misma forma de actuar. Relato un par de anécdotas que tienen relación conmigo. Fui notificado de mi expulsión de China el 21 de diciembre de 1976. En febrero de 1977, las autoridades chinas comunicaron a algunos de los trabajadores extranjeros en Pekín que me expulsaban por «pertenecer a la banda de los cuatro». En el mismo mes, la policía de seguridad de Pekín revisó mis pertenencias en una de las aduanas de la capital, pieza por pieza, hoja por hoja de un par de cientos de libros, fotografía por fotografía de lps álbumes de mis hijas y mi esposa, hoja por hoja de mis libretas de apuntes sobre la dictadura de Pinochet en Chile. Y el día 4 de abril, en el aeropuerto de Pekín, los jefes de Ediciones en Lenguas Extranjeras que fueron a verificar mi salida de Pekín me dijeron: «Le deseamos buen viaje... Puede volver cuando quiera a China. Somos amigos, y lamentamos que se vaya. Podría haberse quedado en nuestro país todo el tiempo que quisiera... Somos viejos amigos». En otra ocasión pregunté a la secretaria de la célula política de mi oficina cómo se podría explicar que acusaran a la banda de los cuatro de complicidad con Lin Piao, cuando en los documentos del comité central que ella misma me había pasado a fines de 1974 se decía que el complot de Lin Piao, escrito por su puño y letra, señalaba que había que «neutralizan>, con «prisión o acción drástica» a «B-52 [nombre en clave para Mao Tse-tung], Chang Chun-chiao, Yao Wen-yuan y Chiang Ching». «Esas palabras están en la página 71 de los documentos del comité central que ustedes me pasaron», le dije. La secretaria de la célula respondió: «No es cierto. Usted se equivocó al leer. Lin Piao y los cuatro eran cómplices. Lo dice "Renmin Ribao"». En otra ocasión, cuatro personas y yo fuimos a comer a un restaurante de la ciudad, y para ello tomamos un taxi en la oficina especial para ese efecto que hay en el Hotel de la Amistad. El encargado de distribuir los taxis era un conocido nuestro, ya que le veíamos todos los días al viajar a nuestro trabajos. Le dijimos: «Mire, somos cinco personas... Véalas... Los automóviles sólo sirven para cuatro personas, pero no queremos pagar un taxi extra sólo por una persona. ¿Nos permite que vayamos cinco en el taxi?» La respuesta fue: «Muy bien, camaradas». Nos extendió el recibo correspondiente y partimos los cinco. Después de comer en el restaurante, dos horas más tarde, llamamos al taxi para el viaje de regreso. El mismo. taxi,' 387

el mismo chófer, y con el mismo recibo de pago por viaje completo. El chófer nos dijo ante la puerta del restaurante: «Estos taxis son sólo para cuatro personas y ustedes son cinco. Sólo llevo a cuatro». Le explicamos el acuerdo previo. Ni caso. Los cinco regresamos en locomoción colectiva al Hotel de la Amistad y, claro, fuimos a reclamar al responsable de los taxis por la actitud del chófer, al romper un compromiso. El responsable -¡el mismo que nos había aceptado el trato original!nos dijo: «No sé nada de eso. Cuando ustedes salieron de aquí eran cuatro, y ahora son cinco... Alguien se les reunió en el restaurante. Es culpa de ustedes. Yo vi a cuatro». ¡Y en el boleto de pago decía «cinco personas»! Pero ni siquiera eso... La palabra definitiva fue: «Ustedes eran cuatro cuando salieron... Yo lo afirmo». El gato era liebre, aunque maullara, porque así lo decía «la autoridad» del nivel respectivo. Y cuando la autoridad es suprema, hay gato por liebre como el del editorial del 23 de julio de 1977, publicado conjuntamente por «Renmin Ribao», «Hongqi» y «Jiefangjun Bao», con el título Una reunión histórica, saludando a la III sesión plenaria del X comité central, que había rehabilitado a Teng Hsiao-ping y expulsado a <<1oscuatro»: «La III sesión plenaria adoptó además la resolución sobre la restitución de los cargos al camarada Teng Hsiao-ping. El presidente Mao había efectuado hace tiempo una apreciación explícita e integral del camarada Teng Hsiaopingo En la conferencia de trabajo del comité central que tuvo lugar en marzo pasado, el presidente Hua señaló que la camarilla antipartido de Wang-Chang-Chiang-Yao"lanzó ataques y falsas acusaciones contra el camarada Teng Hsiao-ping. Esto fue parte importante de su intriga destinada a usurpar la dirección del partido y del Estado. Todas las calumnias y cargos infundados hechos por la banda de los cuatro contra el camarada Teng Hsiao-ping deben ser desmentidos"». Un año antes nada más, el 26 de julio de 1976, en el banquete de recepción en Pekín al presidente de Bostwana, Seretse Khama, «el primer ministro Hua Kuo-feng» decía: «La actual situación interna de nuestro país también es excelente. Iniciada y dirigida personalmente por el presidente Mao, la lucha para criticar la línea revisionista contrarrevolucionaria de Teng Hsiaoping y contragolpear el viento revocatorio derechista se profundiza victoriosamente en conexión con la realidad de la lucha entre las dos líneas en los diversos frentes». 388

El 7 de abril de 1976, el comité central del partido comunista de China comunicaba a todo el país que «a propuesta del gran. líder el presidente Mao» se destituía de todos sus cargos, dentro y fuera del partido, a Teng Hsiao-ping. No voy a volver sobre las opiniones de Mao acerca de Teng, ya anotados en los capítulos anteriores. Pero, a partir de agosto de 1977, respecto a este político, de nuevo gato por liebre: lo que dijo Mao, y todos los chinos se enteraron, ahora ocurre que... no lo dijo. Peor, lo dijo al revés: allí donde expresó que «Teng no es marxista», debió haberse entendido «Teng es un brillante marxista». Y en cuanto al funcionario Hua Kuo-feng, allí donde dijo «la línea revisionista contrarrevolucionaria de Teng Hsiaoping», debe entenderse por «la línea marxista revolucionaria de Teng Hsiao-ping». Y allí donde el funcionario Hua dijo «iniciada y dirigida personalmente por el presidente Mao», debe leerse «combatida y criticada personalmente por el presidente Mao». ¿Queda claro? Entonces todo cambia, y lo que antes fue rojo ahora es negro, y viceversa. Y ocurre que en agosto de 1977, en el informe político de Hua, leemos que en el verano de 1975 «de acuerdo con las instrucciones del presidente Mao y bajo la presidencia del camarada Teng Hsiao-ping, el buró político criticó seriamente a la banda» de Wang, Chang, Chiang y Yao... Que a fines de 1975, y hasta octubre de 1976, esa banda, «violando las instrucciones del presidente Mao y haciendo rancho aparte, atacó al camarada Teng Hsiao-ping y le endilgó cargos falsos». Todos los chinos saben que esto es mentira. Más todavía, todos los que leen la propaganda china saben que esto es un gato. Pero Hua, por mandato de la burocracia civil-militar, dice que es liebre, y liebre queda en apoyo al funcionamiento del marxismo ficción. El ritual El 7 de mayo de 1966, Mao Tse-tung envió una carta con «instrucciones» a su entonces «camarada de armas» el mariscal Lin Piao, en la cual se bosquejaba un cambio total del sistema de relaciones entre la educación y el trabajo, dentro de la estructuración de comuna popular en todo el país, idea que en febrero de 1967 sería abandonada por Mao ante la presión de los militares, como ya hemos visto.7 389

Sin embargo, como conviene dentro del ritual del marxismo ficción, la parte del texto de esa carta se siguió tomando como «directiva del 7 de Mayo», o «la línea revolucionaria del presidente Mao para la educación en el sistema socialista». De ahí nacieron las escuelas de cuadros 7 de Mayo, desde 1968 hasta hoy, cuyo contenido teórico es hacer pasar por turnos una temporada de un año, a lo menos, a todos los miembros de la burocracia civil-militar en granjas colectivas donde «trabajan como obreros y campesinos, aprenden del pueblo trabajador y estudian marxismo a la luz de la práctica del trabajo productivo, para cambiar su visión del mundo y proletarizarla», según me explicó Kang Sheng en una entrevista sostenida con él en julio de 1970. ¿En qué se habían convertido las escuelas 7 de Mayo de 1977? Una suma de un juicio acertado la puede dar Shü Hue, 27 años, casado, un hijo, miembro de la célula del partido en la sección de español de «Pekín Informa», que trabajó en equipo conmigo desde agosto de 1974, hasta que se fue a una escuela 7 de Mayo ellO de marzo de 1977. Cuando Shü me contó que «este año me toca a mí ir a la escuela de cuadros», pretendí hacerle una broma, comentándole: -Bueno, querido Shü, por fin va a tener que trabajar de verdad.. . Su respuesta fue tajante: -No camarada. Ahora vaya descansar. Nosotros tomamos la temporada en las escuelas de cuadros 7 de Mayo como vacaciones. .. -Pero, no entiendo, Shü, ahí ustedes van a trabajar como campesinos, a vivir como ellos, a labrar la tierra..., yeso es duro. -Eso es duro para los campesinos, pero no para nosotros. Mire, en la escuela de cuadros, 10 personas hacen el trabajo normal de una persona, de modo que labrar la tierra es descansado, se puede dormir la siesta larga, tomar mucho aire... Además, nosotros tenemos tractores... La comida es muy barata y nos pagan el mismo sueldo que si trabajáramos aquí en la oficina, así es que en un año ahorramos mucho dinero. No tenemos que estudiar mucho... Sólo los artículos del «Renmin Ribao» y de «Hongqi». Cada mes tenemos cuatro días de permiso para venir a la ciudad a ver a la familia, no gas~amos en ropa, ni en locomoción y casi nada en comida. Podemos traer fruta para casa, gratis. Créame, soy feliz, así tendré ahora un año de vacaciones. Y la vida es muy cómoda; tenemos casas con cale390

facción... Con los campesinos, en la aldea cercana, sólo pasamos un mes en todo el año, y no vivimos con ellos... Sólo vamos a visitarles durante el día, para ayudarlas un poco en su trabajo. .. Me parece que estas palabras son suficientes para dibujar uno de los modos en que <<1osgrandes frutos de la revolución cultural» se transformaron en una especie de imitaciones de material plástico de lo que pretendían ser. Del mismo modo, a todo nivel, incluyendo la educación de los adolescentes, se veía esta ritualización de las «nuevas cosas socialistas». En muchas escuelas, la corrupción de la capa superior de la sociedad había alcanzado sus aulas, y en su interior existían pandillas de jóvenes: <<1osdragones» y «los tigres»; los primeros para designar a las pandillas de hijos de cuadros del gobierno central, y los segundos para hijos de cuadros del gobierno municipal, que se dedicaban incluso a destruir material de estudio «para matar el ocio». Naturalmente, esta situación fue achacada «al error de poner la política en el primer lugar de la enseñanza». Pero resultaba mucho más adecuado achacarla a la realidad de cinismo político existente en todo lugar, a la verdad de que ninguna palabra correspondía con los hechos, sino con los intereses de ciertos individuos. Un ejemplo de lo que estoy diciendo es el modo grotesco como la propaganda, tanto para los chinos como para los países extranjeros, informaba cotidianamente de lo que la burocracia quería que el pueblo repitiera, aunque no lo creyera. Veamos algunos despachos de la agencia de noticias Sinjua: <<120S01-Shenyang, 5 de diciembre de 1976, SINJUA: Un equipo minero del noreste de China que ha terminado sus metas para 1976 siete meses antes de plazo, hizo el trabajo de dos años en diez meses y medio, hasta mediados de noviembre.» Naturalmente, esta «extraordinaria» tarea del equipo había sido cumplida a causa del «entusiasmo» provocado por «la crítica a la banda de los cuatro». ¡Sólo que la banda de los cuatro había comenzado a ser blanco de la crítica el 20 de octubre de 1976! O sea, que en menos de 30 días, estos mineros maravillosos habían hecho el milagro. «111607-Tsinan, 16 de noviembre de 1976, SINJUA: La prefectura de Changwei en la provincia de Shantung, al este de China, cumplió el plan estatal industrial para 1976 el 30 de octubre, 391

con una producción total 38 % mayor que en el mismo período de 1975. Estos éxitos son atribuidos al nuevo impulso que ha tomado en la provincia la campaña por "empeñarse en la revolución y promover la producción" como resultado de la crítica a la línea revisionista contrarrevolucionaria impulsada por la banda de los cuatro antipartido.» ¡O sea que, desde el 20 al 30 de octubre, en diez días, los obreros industriales de Changwei hicieron el trabajo de cuatro meses! «111701-Jofei, 17 de noviembre de 1976, SINJUA: [...] la clase obrera de la provincia de Anjui, en la parte este de China [...], como expresión de solidaridad con los obreros de Shanghai y de su odio por la banda de los cuatro... enviaron en octubre a Shanghai 61,2 % más de mercaderías que lo planeado por el Estado.» ¡O sea, en 10 días hicieron el trabajo de 29 días! Estos ejemplos prueban una de estas tres cosas: a) b)

e)

Los obreros chinos trabajan normalmente a menos de la mitad de su capacidad. Los burócratas que fijan las metas de los planes no tienen idea de su trabajo. Los «éxitos» publicitados son falsos.

La tendencia es a escoger el punto e, sobre todo si uno ha sido testigo, como también el propio pueblo chino, de un doble juego interminable por parte de los líderes. Ejemplos del cinismo del grupo de derecha los hemos citado muchas veces en este libro, pero ocurre que los dirigentes de izquierda también acudieron a ese arte en variadas ocasiones. Una, muy dramática, fue para la ceremonia de condolencias a la viuda de Chu En-lai, en enero de 1976, junto al cadáver de su marido. ¡El único miembro del comité central que abrazó emocionado y con fuerza, a la señora Teng Yin-chao, fue Chang Chun-chiao! ¡El único dirigente que tenía los ojos arrasados en lágrimas durante esa ceremonia era Wang Hung-wen! Y esa escena fue transmitida por televisión cuatro días seguidos... Pero ocurre que en enero de 1976, los líderes de la campaña política contra Teng Hsiao-ping y Chu En-lai, «el Confucio de nuestros días», eran Chang y Wang, las mismas personas que, según acusan ahora sus vencedores, cubrieron el cadáver de Chu En-lai Con la bandera del partido comunista en una posi392

ción incorrecta, es decir, con la hoz y el martillo hacia el lado derecho del cadáver... Para señalar -agregan los acusadoresque Chu era un traidor al partido (quienes se interesen por verificar esto, pueden comparar alguna foto del cadáver de Chu con la del cadáver de Mao Tse-tung, en la cual la hoz y el martillo aparece en posición correcta, es decir, a la izquierda del cadáver). Esta coquetería con los símbolos y las mentiras cuando sirven a su juego político, los actuales líderes chinos la transformaron en una especie de locura furiosa en la campaña de desprestigio a los cuatro jefes de la línea maoísta, al acusarles -para hacer creíble que los vencedores actuaron en defensa del pueblo chinode haberse opuesto a todo avance de la producción, del conocimiento y del desarrollo material de China. Un ejemplo de referencia, aparecido en el número 11 de «Pekín Informa» del 11 de marzo de 1977, señala que los científicos chinos «contraatacando el sabotaje de la banda de los cuatro, completaron en 18 meses de enormes esfuerzos... la construcción de un sistema de telecomunicaciones de microondas de 960 canales (tipo 2) ».8 Una forma concentrada de este tipo de conducta de la nueva clase gobernante en China puede ser también el método que utilizan para «coordinar» lo que los portavoces de cada fábrica, cada comuna popular, brigada de producción o sitio de interés «visitable», están en situación de decir a los «amigos extranjeros» que son conducidos a esos lugares para mostrarles la «nueva China». Para el caso de Pekín existe un libro de tapas azules y texto bilingüe (chino-español, chino-inglés, chino-francés, etc.), en cuya tapa y primera página lleva los caracteres de «Uso interno», y se titula Materiales de referencia para la enseñanza. De recomendación para las entidades que visitan Pekín. Facultad de (aquí pone el idioma de que se trata) del Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín. La edición que yo copié (y cuyo texto logré sacar de China por vías muy particulares) es la de diciembre de 1975. El libro contiene el texto de ¡lo que deben decir los anfitriones a los visitantes extranjeros! Hay textos, en el caso de Pekín, para trece fábricas, cuatro comunas populares, dos embalses con centrales hidroeléctricas, siete establecimientos educacionales (incluyendo una escuela de cuadros 7 de Mayo), un hospital, un barrio residencial de la capital, un sistema de túneles 393

antiatómico, una división del Ejército Popular de Liberación, y nueve lugares «históricos de interés». Son exactamente los lugares que los chinos muestran a escritores, periodistas, amigos, jefes de Estado, etc., sin variación. Dicho de otro modo, si usted es un periodista y quisiera escribir acerca de Pekín, le bastaría con copiar este texto y tendría un trabajo de más de un centenar de cuartillas. Yo dediqué parte de mi tiempo en Pekín para verificar si los <
estoy seguro de que seamos 800 millones. Hasta dudo que hayamos alcanzado los 700 millones. Los censos hacen aparecer a los chinos siempre aumentando, y, por otro lado, muestran que siempre disminuyen las cosechas. En todo caso, le doy un ejemplo de cómo funcionan los censos. Cuando mueren los abuelos, no son tachados en las listas... particularmente en las áreas rurales. Y muchas personas están registra'das varias veces debido a los cambios de casa, sin ser sacados de las listas en el lugar donde vivieron antes... POMPlDOU: En cuanto a las cosechas, los campesinos franceses son tan astutos como los chinos; tienen siempre la tendencia a disminuir el tamaño de la cosecha. MAo: Aquí los campesinos la recortan por lo menos en diez por ciento. Pero yo estoy de acuerdo con eso. Dejo que eso pase. Ellos pueden, de verdad, esconder un quinto de sus cosechas. Por supuesto, el tamaño oficial de las cosechas baja, pero los cereales verdaderos siguen ahí. Por eso es que casi siempre sugiero a los lideres de localidades que no sean muy estrictos con -los campesinos si éstos esconden parte de sus cosechas. Uno no debe interferir. ¿No cree usted? POMPIDOU: Absolutamente de acuerdo. Yo vengo de una familia campesina. Mi abuelo era campesino...

5 ¡Burgueses y proletarios uníos!

del mundo,

Las calles de nuestro país están en agitación, las universidades están llenas de estudiantes rebeldes y alborotadores. Los comunistas tratan de destruir nuestro país. Rusia nos amenaza con su poderío, y la República está en peligro. Sí, peligro, interno y externo. ¡Necesitamos ley y orden! Sin esto nuestra nación no podrá sobrevivir.

"

Discurso

ADoLFOH:rrLER, en Berlín, 1932.

No entiendo el grado de estupidez de los gobernantes chinos, al mismo tiempo que rompen con Beethoven establecen relaciones diplomáticas con el dictador Pinochet... GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, 1974

El 15 de octubre de 1976, apenas nueve días después del golpe de Estado en Pekín, el entonces consejero internacional del Gobierno de Washington, Henry Kissinger, declaró en una conferencia de prensa en la capital de Estados Unidos: «Estamos convencidos de que la soberanía de China y su integridad territorial desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del 397

equilibrio mundial, y nosotros consideraríamos como muy graves las amenazas que pudieran pesar sobre ellas por parte de una potencia exterior». El 24 de octubre, Kissinger fue más explícito: «Una agresión contra Yugoslavia o contra China [...], modificáría el equilibrio de fuerzas mundial y afectaría los cálculos estratégicos de otros países, lo que podría tener como contraefecto consecuencias infortunadas sobre la seguridad estadounidense, aun cuando no fueran inmediatas [...]. Estados Unidos vería con mucha preocupación una agresión armada o una simple presión militar contra China». El 12 de enero de 1977, la agencia oficial de noticias Sinjua informaba de «huéspedes estadounidenses festejados en Pekín», explicando qUt:; «el instituto chino popular para asuntos exteriores dio un banquete en Pekín esta noche para David Rockefeller, presidente del consejo del Chase Manhattan Bank de los Estados Unidos, y sus acompañantes [...]. Presentes en la ocasión estaban Ko Po-nien, vicepresidente de la organización anfitriona; Li Chuan, vicepresidente del consejo chino para la promocióQ8'lel comercio exterior; Tsui Ping, vicegerente general del Banco de China; Tang Weng-sheng, vicedirectora de departamento en el ministerio de relaciones exteriores; y Kang Tai-sha, subsecretario general de la organización anfitriona. También estaba presente Thomas Sovereign Gates, Jr., jefe de la misión de enlace de Estados Unidos en China». Se explicaba que David Rockefeller había sido invitado por el instituto chino popular para asuntos exteriores. El 14 de enero, de nuevo la agencia Sinjua explicaba a sus lectores: «Juang Jua, ministro chino de relaciones exteriores, se entrevistó y tuvo una conversación amistosa aquí [en Pekín] con David Rockefeller, presidente del consejo del Chase Manhattan Bank de Estados Unidos, y sus acompañantes. Después de la entrevista, el ministro Juang Jua ofreció una comida en honor de los huéspedes estadounidenses». Al día siguiente, 15 de enero, «Li Sien-nien, viceprimer ministro del Consejo de Estado, se entrevistó y tuvo una conversación amistosa aquí [en Pekín], esta tarde, con David Rockefeller». El 16 de enero: «David Rockefeller y sus acompañantes dejaron Pekín por avión esta mañana [...]. En Pekín, David Rockefeller y sus acompañantes tuvieron entrevistas separadas con Chiao Pei-Sin, presidente del directorio del Banco d~ China; 398

Tsui Ping, director gerente y sub gerente general del Banco de China; y Wang Yao-ting y Li Chuan, presidente y vicepresidente del Consejo Chino para la promoción del comercio exterior». En suma, conseguida la buena disposición del imperio norteamericano para ayudar militarmente a los nuevos gobernantes de Pekín al alba después del golpe de Estado, ahora se iniciaban las negociaciones financieras para obtener préstamos a fin de comprar las armas. Como había dicho el jefe del partido y del Gobierno albaneses, Enver Roxha, en su informe al VII Congreso del partido del trabajo de Albania, refiriéndose al Gobierno de Pekín, «la sustitución que ellos hacen del internacionalismo proletario por su "solidaridad internacional" es un reflejo de su reemplazo de la ideología proletaria por la ideología burguesa. Para los revisionistas, solidaridad significa solidaridad con la burguesía y lucha contra el proletariado, solidaridad con los imperialistas y lucha contra los pueblos. En boca de los revisionistas, solidaridad es una fórmula de justificación que les permite unir fuerzas con el diablo y sus hijos, ~ los socialdemócratas y el Vaticano, con las compañías transnacionales y los fascistas, con la Organización del Tratado del Atlántico Norte y con el imperialismo estadounidense». En los mismos momentos que Rockefeller recibía el abrazo amistoso de los jerarcas chinos, la publicación francesa «Le Monde Diplomatique» informaba en su artículo La evolución de las relaciones entre Estados Unidos y China (enero, 1977) que «dos de los principales consejeros del señor Carter para asuntos chinos se han pronunciado públicamente en favor de un "deslizamiento sutil" en dirección a China, a través de la venta de material técnico susceptible de aplicaciones militares, y del desarrollo de otras relaciones a nivel de defensa, a condición, sin embargo, de que tales relaciones no comprometan la distensión con la Unión Soviética [...]. La decisión tomada por el Gobierno Ford de ceder a los chinos dos computadoras Cyber 172 de la firma Control Data, que pueden ser utilizadas con propósitos militares, ha marcado el comienzo del "deslizamiento" hacia China en lo que concierne a las ventas de material técnico con aplicaciones militares... Tomada secretamente el 12 de octubre último por el presidente Ford y el Consejo de Seguridad Nacional, esta decisión estaba clasificada de altamente confidencial, pero fue divulgada por el semanario "Aviation Week" en seguida, al parecer debido a una indiscreción cometida por un 399

muy alto funcionario del Pentágono [...]. Hace más de un año que los chinos hicieron sus primeras ofertas de compra para esas computadoras y otros aparatos de alta tecnología que tienen aplicación militar, pero el Gobierno estadounidense, aunque había autorizado a los aliados de Estados Unidos a vender armamento a China, mantuvo en suspenso su respuesta. [oo.] La decisión del Consejo de Seguridad Nacional aprobando la venta... ocurrió menos de una semana después del arresto de los dirigentes radicales chinos que formaban la banda de los cuatro, y tres días después de un encuentro privado en Nueva York entre el señor Kissinger y el señor Chiao Kuan-jua... [Algunos de los extranjeros que estábamos en Pekín, en esa fecha supimos que Chiao, entonces ministro de relaciones exteriores de China, había pedido una entrevista con Kissinger para 1\ misma tarde del 6 de octubre -la madrugada del día 7 en PeJfín- en Nueva York, a fin de informar sobre el arresto de los dirigentes izquierdistas. Más tarde, una fuente del Consejo de Estado chino me dijo que una de las acusaciones contra Chiao, cuando fue purgado en noviembre de 1976, fue que "había divulgado el secreto de la entrevista con Kissinger... para desprestigiar al presidente Hua".] La mayor parte de los especialistas estadounidenses pensaban en verdad que los dirigentes "radicales" se oponían a que China se hiciera cada vez más dependiente de Estados Unidos en el dominio de la tecnología militar [oo.]. Las computadoras estadounidenses, en la hipótesis de que fueran utilizadas con fines militares, ayudarían notablemente a los chinos a reducir su retraso con respecto a los soviéticos en el campo de la tecnología militar [...]. Se sabe que esa computadora puede servir para el control de radares extremadamente potentes capaces de detectar proyectiles balísticos intercontinentales, y que el Pentágono los ha utilizado para programar armas nucleares [oo.]. En septiembre de 1975 fue llevado al conocimiento público el debate sobre las relaciones militares entre Estados Unidos y China. Michael Pillsbury, experto en política exterior de la Rand Corporation, dijo ese mes: «Debemos adoptar una política que admita de una manera explícita que Pekín tiene un legítimo interés en mejorar su fuerza de disuasión para enfrentar la posibilidad de un ataque soviético" [oo.]. "The New York Times", en septiembre de 1975, escribía: "The New York Times ha logrado conocer un informe de la CIA que señalaba la existencia de discretos avances de China ante empresas estadounidenses". Según este documento, los chinos habían contactado 400

por medio de representantes con la Lockheed para los aviones de transporte C141, con la sociedad ITEK para cámaras destinadas a equipar satélites terrestres, con la RCA para material de localización y de telecomunicación... y también con CONTROL DATA para las computadoras Cyber 172. "The New York Times" recordaba que en 1973 Estados Unidos había ya vendido a China diez aparatos Boeing 707 provistos de sistemas de pilotaje automático». Según el artículo que estoy citando, de «Le Monde Diplomatique», algunos de los fines que tendría el Gobierno de Washington para su política nueva a partir del golpe de Estado en Pekín serían: «impedir todo acercamiento entre China y URSS cultivando todas las sospechas y las tensiones que dividen a Moscú y Pekín y asoc\mdo el conjunto del alto mando militar chino a la actual políti~a china de "deslizamiento" hacia Estados Unidos [oo.], dar una especie de prima a los dirigentes chinos por haber llevado a la práctica la apertura en dirección de Estados Unidos, y reforzar al mismo tiempo la posición de aquellos que defienden esta política en el seno de la dirección china [...]. Según ciertas informaciones publicadas en la prensa, Estados Unidos habría pasado a China investigaciones sobre la URSS, y los chinos le habrían comunicado, a cambio, informes de sus servicios de contraespionaje acerca de las actividades de los soviéticos. Entre las informaciones de naturaleza militar dadas a China por Estados Unidos figurarían destacadamente documentos fotográficos de las fuerzas soviéticas estacionadas en la frontera china, recogidos por las misiones de reconocimiento estadounidenses, información de los movimientos de los submarinos soviéticos y otros diversos datos obtenidos gracias a las técnicas modernas del espionaje electrónico. Ciertas indicaciones permiten suponer que esos intercambios habrían comenzado en seguida de la visita del señor Kissinger a Pekín en el mes de julio de 1971... [Este tipo de informaciones coincide notablemente con el alegato de algunos de los vencidos en octubre de 1976 en China, que me contaron cómo Chu En-lai y su gente se habían valido de '''documentos imperialistas" para ganarse la simpatía de los generales del EPL en sus esfuerzos por detener la revolución, y cómo "esos generales han traicionado a China pasando documentos secretos a los imperialistas''', para conseguir su protección.] En noviembre de 1975, los aliados de Estados Unidos fueron autorizados para vender armamento a China... Las relaciones de defensa entre China y los países oc401

cidentales entraron en una fase nueva con la conc1us~n de un contrato de 200 millones de dólares entre China y la sociedad Rolls Royce, según el cual la firma británica se ocuparía de adaptar a los Mig anticuados de la fuerza aérea china motores a reacción del mismo modelo de aquellos con que equiparon la versión inglesa del Phantom F-IV estadounidense. El contrato estipularía que los reactores serían ulteriormente fabricados en la propia China, lo que permitiría a los chinos dotarse de los elementos primeros de una industria moderna de motores de aviación. [Esto quedó totalmente confirmado en noviembre de 1977, cuando se anunció en Pekín el comienzo de la fabricación en serie de este nuevo tipo de aviones Mig, supermodernos, en sociedad con la Rolls Royce.] Ya en 1974, Francia había v~dido a China helicópteros Super-Fleron, que tienen a la vez utilización militar y comercial; en junio de 1976, en el momento de la visita a China del jefe del estado mayor francés, el general Guy Mery, corrió el rumor de que los chinos habían entrado en conversaciones con Francia para la compra de aviones a reacción Mirage y carros AMX 30. China también ha comprado algunos helicópteros a Alemania Occidental y estaría actualmente en conversaciones con Japón, para la compra de aparatos de reconocimiento. [Durante la visita del general Mery a Pekín, el 6 de junio fue recibido por el primer ministro Hua Kuo-feng, y "Renmin Ribao" dijo que '"tuvieron una amistosa y amplia conversación", calificación que en el código chino del protocolo colocaba al general Mery a la misma altura que los dirigentes revolucionarios llamados "marxista-leninistas", o a la de Richard Nixon y Henry Kissinger. También Mery fue recibido por Ye Chien-ying, en su calidad de vicepresidente de la comisión militar del comité central y ministro de defensa. Al pueblo chino, esa visita del general francés le fue presentada como la de ''un luchador por la defensa de su pueblo y de su patria contra el socialimperialismo".] Un tiempo después de la aprobación de la venta de las computadoras Cyber 172, el semanario "Aviation Week" revelaba que la mayor empresa de computadoras del Japón, la compañía Fujitsu-Hitachi, estaba a punto de firmar un contrato con China para la venta de computadoras Hitac M170 o M160, que tienen capacidades equivalentes a las de los modelos IBM 370-158 y 370-148... De fuente diferente se ha sabido que los chinos querían adquirir dos computadoras M170 y una M160 por una suma total de alrededor de 8 millones de dólares [o..]. En junio de 1976, la revista financiera estadounidense "Forbes" 402

señalaba la existencia de contactos "semioficiales" entre China y Estados Unidos para la compra de equipos militares y tecnología de fabricación. Según dijo un alto funcionario de los servicios de inteligencia estadounidenses interrogado por "Forbes", los chinos habrían tratado "de comprarnos helicópteros. Querrían tener equipo de guerra antisubmarino de concepción estadounidense. Siempre han manifestado interés por nuestros armamentos perfeccionados antitanques, sobre todo después de la guerra de octubre"». En verdad, son demasiadas coincidencias. El mismo día del golpe de octubre de 1976, o al menos tres días después, Kissinger es informado en detalle por un alto funcionario chino, y tres días más tade, el presidente de Estados Unidos aprueba la venta de armas de alta tecnología a Pekín. El 24 de octubre, Kissinger señala ante el mundo que si China es atacada militarmente, Estados Unidos estará de su lado. Un largo camino desde el «histórico» encuentro entre Chu En-lai y Richard Nixon en 1972, cuando, en la cúspide del cinismo político, el primer ministro chino borró con el codo lo que su pueblo había escrito con sangre. Por otro lado, la visita de Nixon a Pekín en 1972 dejó también al descubierto la forma en que el grupo de izquierda derrotado en 1969 trataba de contragolpear, incluso introduciendo en los organismos de propaganda del partido artículos en contra de la política exterior de Chu. El 30 de enero de 1972, firmado por Comentarista, seudónimo corrientemente utilizado por Mao Tse-tung en años anteriores, apareció en «Renmin Ribao» un artículo titulado Comentario sobre los mensajes del presidente de Estados Unidos, el cual señalaba: «Nixon retrató a Estados Unidos como ''una fuerza en favor de la justi~ia", "una fuerza en favor del progreso" y ''una fuerza en favor de la paz del mundo", alardeando una vez más que él iba a "edificar una generación de paz". Pero los mensajes mismos desenmascararon sus palabras melosas. En estos dos mensajes, en particular por lo que se refiere a la política exterior anunciada en ellos, se puede comprobar claramente que la camarilla dominante norteamericana no se resigna a su derrota y persiste todavía en su política de agresión y guerra». El 21 de febrero del mismo año, en Pekín, el primer ministro Chu En-lai, en su discurso de bienvenida a Richard Nixon, planteó con claridad estremecedora la posición de su Gobierno 4.Q3 ¡ij

de no ser enemigos del imperialismo: «Hemos notado que en su discurso pronunciado antes de su partida para China, el presidente Nixon dijo a su vez que .'10 que debemos hacer es encontrar una manera para que podamos tener discrepancias sin ser enemigos en la guerra"». Chu «notaba» estas palabras, y, por lo mismo, aceptaba que entre el Gobierno del imperialismo norteamericano y el de Pekín sólo había «discrepancias»; por eso podían no ser enemigos en «la guerra». Olvidadas quedaban las palabras escritas el 21 de abril de 1966, en el editorial de «Renmin Ribao» titulado Gran victoria de la política externa de paz de China: «Les decimos francamente: sea quien sea -los imperialistas de Estados Unidos o de otros países, los expansionistas hindúes o los reaccionarios de otros países-, mientras cometan agresión o se lancen a otras actividades criminales contra los pueblos, al pueblo chino estará decididamente junto a las naciones víctimas de agresión y los pueblos que luchan por una causa justa, prestándoles su firme apoyo. Cualesquiera que sean los riesgos y presiones, China no cambiará esta posición bajo ninguna circunstancia». En el mismo instante que Chu En-lai pronunciaba su discurso de bienvenida a Nixon en 1972, los bombarderos estratégicos de Estados Unidos segaban las vidas de miles de mujeres y niños en el suelo de Vietnam, Camboya y Laos, y el aparato de poder del Pentágono y la CIA ponía en funcionamiento su plan de «desestabilización» de la economía chilena para sumir al pueblo de ese país, en un futuro próximo, en terribles sufrimientos. Cuatro años más tarde, en 1976, Nixon fue invitado especialmente por el Gobierno chino a «celebrar» los cuatro años transcurridos desde su primera visita a Pekín. El 21 de febrero de 1976 llegó a Pekín en un avión especial del Gobierno chino que había ido a buscarle a su país. El 23 de febrero se entrevistó con Mao Tse-tung, ya agonizante, tembloroso, casi ciego y apenas audible. La información de «Renmin Ribao» decía: «Durante la entrevista, el presidente Mao estrechó la mano a cada uno de los huéspedes estadounidenses, les expresó la bienvenida en su visita a China, y sostuvo con el señor Nixon una conversación amistosa sobre una amplia gama de cuestiones. Al concluir la conversación, el presidente Mao rogó al señor Nixon que, de regreso a su país, transmitiera los saludos de su parte al presidente Gerald R. Ford».

404

El día anterior, el entonces primer ministro interino Hua Kuo-feng había ofrecido un banquete de bienvenida a Nixon, y en su discurso le dijo: «Es cierto que China y Estados Unidos tienen diferentes sistemas sociales e ideologías, y que existen divergencias de principio sobre no pocos problemas, pero en el mundo de hoy nuestros dos países tienen muchos puntos comunes». y después de definir de esa m~nera tan palaciega las contradicciones antagónicas entre imperialismo y socialismo, Hua fue al núcleo de la cuestión: la alianza militar con Washington para derrotar a Moscú. «Aquel imperialismo con etiqueta de "socialismo" ha tendido sus tentáculos por todas partes, convirtiéndose ya en el principal foco de guerra. Para los pueblos del mundo, el único medio realista y eficaz para hacer frente a esta situación es agudizar su vigilancia, reforzar su unidad y hacer bien los preparativos para enfrentar la guerra. Se recuerda que en junio de 1972 el señor Nixon señaló que las ambiciones agresivas no se frenan con el idealismo. Hay que notar que ese expansionismo es miserable, siendo voraz en sus ambiciones, pero carente de fuerzas». Nixon, tal vez impresionado con la recepción de héroe que le habían dado las autoridades chinas (300 funcionarios en el aeropuerto, avión de puerta a puerta, próxima recepción con Mao), coordinó un largo párrafo silvestre para dibujar la clase de «estrecha amistad» entre los gobiernos de Washington y Pekín: «En sus observaciones hechas esta noche, el primer ministro interino ha hablado con elocuencia de los plantones de secoya que tuvimos el honor de plantar hace cuatro años en la hermosa ciudad de Jangchou. Cuando mi hija Julie y su marido David Eisenhower volvieron de su viaje a China, nos contaron que les habían informado en Jangchou que más de 5.000 semillas habían sido obtenidas ya de esos plantones y que serían sembradas en toda China. Y cuando se les ofreció una cena al estar a punto de dejar China desde Shanghai, su anfitrión chino declaró que esas secoyas californianas constituían un símbolo de la amistad siempre verde entre China y Estados Unidos. Y esta noche espero y confío en que, en los años venideros, lo mismo que las gigantescas secoyas californianas, China y Estados Unidos crecerán fuertes y altos en su amistad». Cuando el día 24 de febrero estaba en mi oficina traduciendo este discurso del inglés al castellano para "Pekín Informa", no pude contener mi cólera y grité con todas mis fuerzas un grueso epíteto. Uno de mis colegas chinos me dijo: «No puede calificar 405

así a un huésped del Gobierno chino». Le expliqué que sí podía calificarle así, porque Nixon representaba el imperialismo norteamericano que había sumido a mi pueblo en un baño de sangre y terribles sufrimientos; que había ordenado asesinar con napalm y una feroz maquinaria de guerra a millones de vietnamitas, camboyanos y laosianos; que me parecía terrible que algún chino se enorgulleciera de que el más alto jerarca del imperialismo hubiera plantado secoyas en suelo socialista; y que, por último, me parecía inconcebible que ningún ciudadano chino se diera cuenta de que el Gobierno de Pekín estaba aliándose con todos los gobiernos más reaccionarios del mundo bajo la sombrilla de Washington. Mis exabruptos provocaron algunos silencios, pero después vino la explicación de mi compañero de trabajo: -Nixon es ahora amigo de China, por eso lo recibimos bien... Además, él es un hombre que nació pobre y llegó a ser presidente de Estados Unidos. Sus padres eran campesinos pobres... Mi sorpresa fue tanta que perdí toda capacidad de continuar encolerizado, y sólo atiné a preguntar de dónde había sacado esa información... iEl ministerio de relaciones exteriores chino había publicado un folleto con la «biografía» de Nixon en la que se le retrataba, efectivamente, como hijo de campesino pobre, como honesto y «bien intencionado»; en fin, como «burgués progresista»! Los aparatos de prop;iganda controlados por la burocracia civil-militar habían logradó convencer a millones de chinos de que el imperialismo estadounidense ya no era un peligro, y que su presidente, en 1972, era un «burgués progresista». Tal vez por eso cuando Nixon dio un paseo por la plaza Tiananmen, y se corrió la voz entre los transeúntes de que allí estaba, centenares de chinos se arremolinaron a su alrededor para gritar: «¡Viva Nixon! ¡Viva la amistad chino-norteamericana!» Y la mayoría: «¡Bienvenido a China, presidente Nixon!» Gente del pueblo, gente común, que se apresuraba a dar la mano a Nixon, a cambiar algunas frases de amistad con él. Un periodista norteamericano que vio estas escenas dijo: «Ahora Nixon aparece como en sus mejores tiempos de las campañas presidenciales». Además de «campesino pobre», el señor Nixon era generoso, y los funcionarios chinos me demostraron con hechos su generosidad. En febrero de 1976 trajo un regalo muy útil al pueblo chino: una edición en dos tomos de English Through Pictures; 25.000 ejemplares que en su primera página dicen Special edition 406

for the People's Republic of China, pero que señala «Washington Square Press, 1st. edition, 1948; 48th edition, june 1973». El 29 de febrero, el corresponsal de United Press lnternational, Charles R. Smith, describía así la despedida de Nixon: «Cantón, China. El ex presidente Richard Nixon terminó su segunda visita a China el domingo con una sesión de apretones de mano

en un parque

público

de Cantón

[...].

Nixon

saludó

agi-

tando la mano a una enorme multitud reunida cerca de la entrada [del aeropuerto]. Dejó Cantón a las 3.58 p.m. a bordo de un Boeing 707 de fabricación estadounidense perteneciente a la flota de la aviación civil de China. Nixon había almorzado en un hotel de Cantón antes de ir al parque popular Yue Siu en el corazón de la más grande ciudad del sur de China, para ver una exposición de flores de primavera. Los estrechos senderos en el parque estaban flanqueados por espectadores, la mayoría jóvenes, pero incluyendo a muchos padres con sus hijos en brazos. Nixon pasó más tiempo estrechando manos y acariciando las mejillas de algunos de los más pequeños que mirando las flores... A pesar de que casi fue aplastado por la multitud el sábado a su llegada, cuando trató de estrechar la mano a muchos, Nixon no pudo resistir [el domingo] y se acercó a la multitud para darles la mano... Nixon lucía mejor que en ningún otro de los ocho días de su muy animada visita». Los nuevos

amigos

En el rígido código diplomático del lenguaje oficial chino hay tres categorías para calificar las relaciones de su Gobierno con los extranjeros: la primera es de «camaradas», y se refiere a quienes los dirigentes chinos consideran marxistas; la segunda es de «amistosas», y se refiere a quienes son considerados como aliados en la lucha calificada por Pekín como revolucionaria anticapitalista; y la tercera es de «francas», haciendo referencia a aquellos miembros de las clases enemigas del proletariado que mantienen conversaciones en algún momento con el Gobierno de Pekín. Cuando en 1971 se iniciaron las conversaciones con Washington, con la visita de Kissinger, se utilizaba el calificativo de «francas» para las conversaciones entre ambas partes, pero a partir de 1973 se comenzó a utilizar la segunda categoría, «amistosas», con lo cual el Gobierno de Washington pasó a tener, para 407

los chinos, la posición de_aliado en la lucha revolucionaria anti. capitalista. Más todavía. En 1976, el grado de amistad llegó al punto de que el Gobierno de Pekín se sentía en libertad de ocultar a su pueblo las características de las relaciones con Washington, y de hacer informes confidenciales para los gobernantes de Estados Unidos. El 13 de julio de 1976, por ejemplo, el corresponsal de la agencia France Presse en Pekín informaba: «El senador Hugh Scott, líder de la minoría republicana en el senado de Estados Unidos, recibió de los líderes chinos la petición de presentar al presidente Gerald Ford sus "puntos de vista confidenciales" sobre las relaciones chino-estadounidenses... El senador Scott, que llegó aquí [a Pekín] para sondear, en nombre del presidente Ford, la actual posición china sobre puntos de interés chino-estadounidenses, dijo hoy, en una conferencia de prensa, que se había comprometido a no revelar los "detalles" de las opiniones que había oído durante su visita. El senador Scott, que hace su tercera visita a China, tuvo reuniones separadas hoy con dos líderes chinos: el viceprimer ministro Chang Chun-chiao y el ministro de relaciones exteriores Chiao Kuanjua. Cada reunión duró dos horas... La agencia oficial Nueva China describió esta noche la reunión de Scott con el señor Chang como "franca" y '''amistosa''... Interrogado por reporteros, el senador Scott dijo que sus conversaciones habían sido "muy fructíferas e interesantes"». A partir de la alianza militar entre Pekín y Washington, que comenzó a desarrollarse desde fines de 1971, los ejemplos de «acción conjunta» para impedir los movimientos de liberación antiimperialista en el mundo son muchos. Quisiera examinar más de cerca uno, que puede ser tomado como ejemplo típico: el de las relaciones entre el Gobierno de Pekín y la junta militar chilena que derribó al Gobierno constitucional y asesinó al presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. El 29 de noviembre de 1975, «The New York Times» publicaba una entrevista del general Augusto Pinochet con el periodista estadounidense C. L. Sulzberger, en la cual el jerarca fascista reconocía que el Gobierno de Pekín había ofrecido un préstamo de 58 millones de dólares, y expresaba su confianza en '>lISamigos chinos: «Rusia y Cuba están tratando de recobrar su posición, para hacer de Chile la base sudamericana que fue durante Allende. Este país era entonces el centro de todas sus actividades a través del continente -para las guerrillas, para la distribu408

ción de fondos y para el envío de armas terroristas en toda Sudamérica-. Pero China, eso es otra cosa. China no ha participado en esto. China se ha comportado bien». El 22 de diciembre de 1976, la agencia de noticias AFP informaba desde Bogotá, Colombia, de una entrevista televisada de Pin.ochet en el canal nacional de televisión, en la cual el director chileno había dicho: «Las democracias tradicionales están anticuadas. Ha aparecido un gigante que se llama marxismoleninismo. En consecuencia, si no se actúa con solidez y unidad, el marxismo se infiltra y se acaba la democracia». E inmediatamente después, el despacho de AFP agregaba: "Pinochet también defendió las relaciones con China comunista y dijo que son ampliamente satisfactorias para ambos países, especialmente por el respeto de Pekín a los asuntos internos chilenos y el alto volumen del intercambio comercial, que permitió el año pasado a Chile exportar 12 millones de dólares a los mercados chinos». El 23 de abril de 1977, el diario chileno «El Mercurio», portavoz semioficial de la junta militar chilena y órgano de expresión de los monopolios industriales y comerciales del país informaba: «Un crédito por aproximadamente 62 millones de dólares [moneda actual] concedió la República Popular China al Gobierno de Chile, mediante un convenio aaprecido en el "Diario Oficial". El préstamo se materializó dentro del marco de un convenio de cooperación económica y técnica suscrito por el Gobierno pasado, el 8 de junio de 1972... El préstamo es "libre de interés y sin ninguna condición adicional ni privilegio". "El Gobierno de la República Popular China -señala el documento conocido ayer- proporciona el mencionado préstamo con el objeto de ayudar al Gobierno de la República de Chile en la construcción de plantas completas, para realizar la cooperación técnica y para el suministro de maquinaria y equipos. Las operaciones concretas serán acordadas posteriormente mediante consultas entre ambos gobiernos. El Gobiernp de la República de Chile devolverá por cuotas el monto utilizado del préstamo en diez años, comprendidos entre el primero de julio de 1982 y el 30 de junio de 1992, mediante la entrega de mercancías de exportación chilenas acordadas por los dos gobiernos, reintegrando por año una décima parte del monto del préstamo utilizado... En caso de dificultades para el cumplimiento de las amortizaciones en los plazos estipulados, éstos podrían ser prorrogados, previas consultas mutuas entre ambos gobiernos". El 409

acuerdo establece además que, según sea necesario, China enviará personal técnico a Chile para prestar asistencia en la ejecución de los programas que se financien con estos recursos. Por otra parte, el nuevo embajador de Chile en Pekín, Sergio Huidobro, había reconocido que existen conversaciones para una nueva operación crediticia con el país oriental, por un monto de SO millones de dólares». Estos préstamos de Pekín a la dictadura anticomunista, antidemocrática y proimperialista de Pinochet, hacían un marcado contraste con la actitud del mismo Gobierno de Pekín con el Gobierno constitucional, democrático, izquierdista y antiimperialista de Salvador Allende en 1973. El 3 de febrero de ese año, el primer ministro Chu En-lai escribió una carta a Salvador Allende en la cual se negaba a prestar ayuda adicional al Gobierno chileno (que la había pedido porque el cerco económico impuesto por Washington estaba poniendo en peligro la estabilidad sociopolítica del país), diciendo que China no podía ayudar a Chile por «los compromisos adquiridos de ayudar a los pueblos de Vietnam e lndochina en su lucha liberadora, así como de algunos otros compromisos». La carta iba más allá, y Chu «sugería» a Allende que no tomara apresuradamente medidas anticapitalistas (es decir, antiimperialistas para el caso chileno) porque «solamente actuando en una forma preparada y gradual se puede alcanzar paso por paso el objetivo de cambiar la fisonomía de economía atrasada y mejorar las condiciones de vida del pueblo. Es muy peligroso apoyarse en la ayuda exterior, particularmente en los créditos que conceden las grandes potencias». Esta carta fue publicada por el Gobierno chileno de la época, el 23 de julio de 1973, junto con una respuesta de Salvador Allende. Este incidente epistolar parece confirmar las sospechas de que el golpe militar del 11 de septiembre no cogió de sorpresa a la embajada china en Santiago, la cual, al parecer, ya tenía instrucciones de Pekín de cómo comportarse cuando ocurriera el golpe militar. Lo que quiero decir es que el Gobierno de Chu En-lai se unió a la campaña de «desestabilización» de la economía chilena planificada por el Pentágono y la Casa Blanca, para provocar la caída del régimen Allende a manos de una dictadura militar que asegurara el dominio de su aliado, Estados Unidos, en el sur del continente latinoamericano. Por eso, cuando después del 11 de septiembre de 1973 la embajada china en Santiago cerró sus puertas a los refugiados, 410

su actitud de apoyo a los militares que estaban asesinando al pueblo chileno fue tan clara que, como ya dije, fue la única embajada en la capital chilena que permaneció sin custodia militar. Incluso más, los funcionarios diplomáticos de la «república popular» se negaron a prestar ayuda a decenas de izquierdistas chilenos que se la solicitaron para salvar la vida. La condena a muerte de muchos de los que golpearon vanamente las puertas de la embajada china en busca de ayuda y fueron empujados contras las bayonetas fascistas, tuvo en Pekín una dimensión mucho más cínica de parte de las autoridades chinas. El 11 de octubre, la agencia Reuter informaba desde la capital china: «El embajador Armando Uribe, que la semana pasada declaró, lanzando un reto al Gobierno militar en Santiago, que conservaría aquí la embajada, fue llamado ayer por la tarde al ministerio de asuntos exteriores, donde le notificaron que ya no le consideraban embajador de Chile en China. Hubo que suspender la ceremonia de homenaje que debía tener lugar hoy en la embajada, un mes después de haber perecido el presidente Salvador Allende en las ruinas llameantes del palacio presidencial en Santiago». El 18 de octubre, el periódico checoslovaco «Rude Pravo» escribía: «El embajador de la República de Chile en la RPCH, Armando Uribe, ha abandonado Pekín porque las autoridades maoístas anularon sus credenciales. Mejor dicho, han expulsado del país al embajador; caso muy raro en las relaciones internacionales. Por lo general, los gobiernos recurren a tales medidas en casos extremos. El supuesto motivo de su expulsión fue una conferencia de prensa que Uribe dio en Pekín el 6 de octubre, donde caracterizó los sucesos de Chile como golpe fascista. De su declaración, la prensa china no publicó ni una sola línea... Después, las instancias. maoístas reconocieron como representante de Chile en China a un diplomático que se había pasado al lado de los putchistas. Por supuesto, los maoístas aprovecharon la conferencia de prensa del embajador A. Uribe como pretexto para expulsarle, puesto que la verdadera causa de esa acción es la actitud hacia los putchistas, con quienes Pekín es tan solidario como Washington o Londres... La Junta siente cada día más el profundo aislamiento internacional en que se encuentra. Por eso los fascistas chilenos saludan con tanta satisfacción ese gesto de los maoístas, gesto que denota la hipocresía maoísta, pues no hace mucho juraban en sus declaraciones solidaridad con el Gobierno de Allende. Un gesto que de 411

hecho es una puñalada por la espalda a la revolución chilena». En la misma fecha, el Gobierno de Pekín ya estaba ofreciendo decididamente su apoyo político a la junta militar, cuando en Ginebra, en una reunión de las Naciones Unidas, se votaba la aprobación de una resolución para ayudar a los refugiados chilenos... ¡Las delegaciones de China y Estados Unidos se retiraron de la sala! Un año más tarde, el 24 de octubre de 1974, cuando en Nueva York la Asamblea de la ONU aprobó por 83 votos a favor, 9 en contra y 21 abstenciones (entre ellas la de Estados Unidos), una resolución sobre «protección de los derechos humanos en Chile», el delegado chino abandonó la sala para no votar, diciendo a los periodistas que no votaba porque «Chile está situado en una zona de confrontación de las dos superpotencias», aludiendo a la Unión Soviética y Estados Unidos. El 3 de noviembre, en el diario «El Mercurio», el delegado chileno ante las Naciones Unidas, Onofre Jarpa (jefe del partido nacional, ex miembro del partido nazi chileno que se disolvió en 1942, ultraderechista), declaraba que «es muy significativo que la República Popular China haya declarado que no se prestaba para estas comedias». El 1 de junio de 1975, el diario «El Mercurio» entrevistó al general Pinochet, el cual dijo que «el Gobierno de Chile es categóricamente anticomunista... Pero ello no nos impide, por ejemplo, mantener cordiales relaciones con la China Popular, o con Rumania, sobre la base de que ni ellas pretenden alterar nuestra definición doctrinaria, ni nosotros nos entrometeremos en la suya». Naturalmente, en septiembre de 1975 la delegación china volvió a ausentarse de la asamblea de las Naciones Unidas cuando se trató de condenar a la junta militar chilena por sus reiteradas violaciones de los derechos humanos, que tienen la forma de prisión, tortura y muerte para decenas de miles de ciudadanos acusados de... marxistas. Y así lo ha hecho hasta ahora, dando total apoyo a Pinochet en los organismos mundiales. Sin duda, el momento mejor del apoyo de Pekín a Pinochet se dio en septiembre de 1975, cuando una misión económica especialmente designada por los dictadores militares viajó a la capital china, encabezada por Ricardo Claro. En el primer número de octubre de 1975 del semanario fascista chileno «Qué Pasa», con el título La «Misión Marca Polo», se publicó una entrevista a Claro: 412

-Viajé a China con mi señora y Octavio Errazuriz, subdirector de la Academia Andrés Bello, quien colaboró muy eficazmente [con fecha 31 de julio, el presidente Pinochet había designado a Ricardo Claro embajador extraordinario y plenipotenciario ante la República Popular China]. Fui recibido en forma realmente extraordinaria, siendo declarado huésped oficial por el ministerio de comercio exterior. Me dieron una suite de grandes dimensiones, con televisión y refrigerador, en el Hotel Pekín International. Pusieron a mi disposición un automóvil y una intérprete, y lo mismo hicieron con mi señora. Los chinos son extraordinariamente cordiales y caballerosos... Cabe señalar que el presidente De Gaulle es allí tal vez el occidental más admirado, y que Strauss, el líder de la Unión Social Cristiana Alemana, tuvo un éxito resonante en su reciente gira a Pekín... Con la franqueza es fácil conversar y negociar con los dirigentes de la República Popular China. En mis entrevistas en el ministerio de comercio exterior, en el ministerio de relaciones exteriores y en el ministerio de relaciones económicas con el exterior, siempre empecé diciendo: «A pesar de que nuestros sistemas políticos y nuestra ideología son muy diferentes, sobre la base de un auténtico respeto mutuo podemos hacer tales o cuales cosas». PREGUNTA:Pero, ¿usted cree que los chinos respetan el principio de la no intervención? RICARDOCLARO: Absolutamente. No se puede confundir la actitud detestable de los rusos, de sus satélites europeos y de los títeres que tienen en el Caribe con la posición seria y definida de China en esta materia. Usted ha podido observar cómo en la reciente presentación de credenciales de la delegación chilena en la ONU, Rusia y uno de sus lacayos rechazaron a nuestros delegados, mientras la República Popular China votaba en forma favorable. PREGUNTA:¿Es realmente efectiva la pugna entre los soviéticos y los seguidores de Mao? RICARDOCLARO: No cabe ninguna duda. Las expresiones que emplea, con justa razón, el general Pinochet con respecto a los rusos, son suaves comparadas con las que se utilizan en Pekín... Lo que pasa es que los rusos son hipócritas, practican la intervención en los asuntos internos de otros países y financian la subversión a escala mundial, mientras que China cree en la coexistencia pacífica y practica, entre otros, el principio de no intervención ya citado y el de respeto mutuo. 413

PREGUNTA:¿La diferencia estaría en que los rusos son imperialistas y los chinos no? RICARDO CLARO: Efectivamente, los rusos constituyen el más podrido imperialismo, denominado en Pekín, en tono burlesco, el «socialimperialismo». Los chinos tienen un estilo enteramente diferente... El ministerio de comercio' exterior chino ofreció durante las negociaciones aumentar las importaciones de cobre y de salitre... Por otra parte, como nuestro comercio exterior funciona actualmente sobre la base de empresarios privados, obtuve una invitación abierta para que personeros de este sector -y del sector estatalvisiten la feria de Cantón. Estoy cierto que conociendo la buena calidad de los productos chinos se podrán concretar importaciones de interés para ambas naciones. El 26 de octubre, Claro dio una conferencia de prensa en Santiago, para señalar los resultados de la misión a China. El diario «El Mercurio», en su edición del día 27, explicaba: «Cobre, sali. tre y varios productos químicos y manufacturados se venderán a China, como resultado de la misión. "'Esta misión económica se preocupó, además, de estrechar vínculos económicos, culturales y deportivos y no, como equivocadamente se ha dicho, de restablecerlos, ya que las relaciones entre Chile y la República Popular China se han mantenido excelentes", dijo Claro. Precisó, asimismo, que en esta oportunidad se examinaron con diversas autoridades del Gobierno de Pekín las fórmulas y medios para intensificar y diversificar el contacto económico y comercial entre ambas naciones. "'Los resultados de ese examen son muy alentadores", agregó... Por otra parte, Ricardo Claro dijo también que durante su permanencia en Pekín tuvo oportunidad de comprobar el excelente estado en que se encuentran las relaciones diplomáticas bilaterales. Citó como ejemplo el hecho de que los boletines de prensa oficiales de la República Popular China no se hacen eco de las campañas antichilenas desatadas en Moscú, sino que, por el contrario, acusan a la Unión Soviética de movilizar tropas en la frontera ruso-china y de enviar activistas a su territorio». Y, en realidad, Claro tenía razón al estar optimista. El mismo día de su llegada a Chile, el 25 de octubre, el Gobierno de Pinochet anunciaba que «un convenio para la venta a la República Popular China de 20 mil toneladas de salitre fue firmado en la tarde de ayer [...], la República Popular China pagará en mo414

neda dura [...]. China continental envía un barco especial para transportar el salitre desde territorio chileno a ese país [...]. La empresa salitrera [chilena] había debido restringir sus programas de ampliación de la producción debido a las dificultades recientes del mercado mundial de fertilizantes».! . El jueves, 20 de noviembre, otra gran noticia: «La República Popular China aumentará sus compras de cobre en Chile el próximo año, de acuerdo con lo que informó ayer... El gerente general de Corporación del Cobre, Gastón Frenz, señaló que este año China adquirió 8.000 toneladas, y que se propone comprar 14.000 en el primer semestre de 1976 y 20.000 en el segundo». En suma: a) El Gobierno de Pekín, para ayudar al Gobierno de Pinochet en el aspecto económico, triplicó sus compras de cobre; duplicó sus compras de salitre; permitió una balanza de pagos favorable a Chile de 12 millones de dólares en 1976, y concedió préstamos por 120 millones de dólares a largo plazo y sin interés y una promesa por 50 millones de dólares más... Medidas estas que negó al Gobierno de Allende en 1973, cuando ese régimen necesitaba ese tipo de apoyo como cuestión de vida o muerte frente a la embestida de los grandes consorcios imperialistas y el Pentágono. b) En apoyo político, el Gobierno de Pekín ha defendido en todos los organismos internacionales al Gobierno de la junta militar contra los esfuerzos de otros gobiernos por ayudar de algún modo a los ciudadanos chilenos que sufren por la política de genocidio antimarxista desatada por los generales golpistas. Sin embargo, toda esta historia no la conoce el pueblo chino. Durante todo el tiempo que se han desarrollado felizmente las relaciones Pekín-fascismo chileno, yo viví en China, y ninguna información se dio al pueblo de ese país. Incluso más, cada vez que yo me entrevistaba con responsables del consejo de gobierno o del comité central del partido comunista para exigirles explicación por los acuerdos comerciales con la junta o su conducta en los organismos internacionales, la respuesta era invariable: «Eso no es cierto... No tenemos ningún trato especial con el Gobierno de Santiago... No hemos aumentado el comercio... Nuestra actitud ante las votaciones en las Naciones Unidas es una actitud de principios». 415

En julio de 1975 fue a visitarme al hospital donde estuve internado dos meses, el ex embajador en Santiago, Lin Ping, actual director del departamento de asuntos americanos y de Oceanía del ministerio de relaciones exteriores. Conversamos más de dos horas sobre el tema obligado. Volví a repetirle lo que ya les había dicho a otros dirigentes chinos de más alto nivel: que me parecía que el apoyo a Pinochet era un apOyo a la contrarrevolución en Chile; que así como habían apoyado a Sihanouk, por motivos geopolíticos, y señalaban que el reconocimiento soviético al grupo militar de Lon Nol era una traición al pueblo camboyano, yo creía que el apoyo al grupo militar de Pinochet era una traición a mi pueblo. En este punto, Lin Ping me dio una respuesta sorprendente: -Si Allende hubiera huido de Chile y hubiera formado un Gobierno en el exilio, seguramente nuestro Gobierno le hubiera reconocido a él y le habría ayudado a derribar la junta. Lo que más se acercó a una explicación racional en sus palabras fue su afirmación de que «la política exterior es muy compleja; necesitamos aislar a los socialimperialistas en el mundo, y parece que debemos unirnos con príncipes y demonios». «Y, mientras tanto, ¿qué pasa con los pueblos que luchan por su libertad?», pregunté. «Bueno, en el futuro esos pueblos comprend~rán nuestra actitud», respondió. Nunca más volví a recibir la visita del señor Lin Ping, con el cual me unía una amistad de diez años, hasta la víspera de año nuevo de 1977, en el banquete anual ofrecido a los «trabajadores extranjeros», esa vez por Li Sien-nien. Allí, al pasar, me prometió una visita para el futuro... :Él ya sabía que me habían notificado la expulsión, pero no mencionó el hecho. Tampoco me acompañó en un brindis que hicieron una amiga italiana y un amigo norteamericano «por el triunfo de la revolución chilena contra el imperialismo yanqui y el fascismo de Pinochet». Lo más interesante de esa conversación con el señor Lin Ping en el hospital «La Capital» de Pekín, fue que él me sugirió que no tuviera ningún contacto epistolar con los dirigentes de la Unidad Popular en el exilio, con los miembros de los partidos «revisionistas» chilenos. Yo le expliqué que no me parecía un buen consejo, porque si Pekín justifica aliarse con prínCipes y demonios, yo justificaba mucho más tratar de ayudar a mi pueblo teniendo contactos con quienes estaban luchando contra el fascismo y el imperialismo. Lin Ping reiteró que tomara en serio su sugerencia, y agregó: «Por ejemplo, Armando Uribe es 416

una mala persona» (se refería al ex embajador en Pekín, nombrado por Allende). Yo respondí: «Para mí, Armando Uribe es un patriota que luchó por su pueblo». Al mes siguiente, en agosto, ya convaleciente en mi casa, recibí la visita de la comisión de enlace internacional del comité central del partido, en la cual me fue comunicado que para ellos yo había dejado de ser «camarada» y pasaba a integrar la categoría de «amigo». Pregunté por qué, y me dijeron que por mi actitud hacia la política exterior del Gobierno chino. El 12 de septiembre de 1975 (que corresponde al día 11 en el hemisferio occidental) estábamos mi esposa y yo escuchando por la radio, en mi oficina, el programa «Escucha, Chile», de Radio Moscú, cuando la puerta se abrió y entró la directora de las ediciones en lenguas extranjeras de «Pekín Informa» (Bei Jing Zhou Bao), para damos un ultimátum: «He sabido que usted ha estado escuchando Radio Moscú. Eso es considerado por la dirección de Ediciones en Lenguas Extranjeras una actitud inamistosa hacia China». Expliqué que estaba escuchando un programa sobre Chile, que me interesaba conocer las noticias de la lucha de mi pueblo contra el imperialismo y el fascismo. La seca respuesta fue: «Usted conoce perfectamente bien cuál es nuestra línea política en relaciones exteriores. Le reitero que ésta será la última vez que toleraremos que usted escuche Radio Moscú en su oficina. Y repito que la dirección considera su actitud como inamistosa hacia China». Naturalmente, como resultaba oficialmente inamistoso tratar siquiera de saber noticias sobre la lucha del pueblo chileno contra los dictadores y sus patrones internacionales, mi esposa y yo vimos reforzada nuestra decisión tomada el año anterior, y rechazamos sistemáticamente toda invitación del Gobierno chino a actos, oficiales o no, programados para «estrechar la amistad». Esta especie de locura furiosa por tratar de justificar las relaciones entre la dictadura militar chilena y Pekín por parte de la burocracia civil-militar llegó a un punto increíble en junio de 1976. Ese día, la agencia Sinjua, en su despacho 060103, transmitía lo siguiente: «El Gobierno de Kampuchea y el Gobierno del Perú han decidido establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajador desde el 31 de mayo de 1976, según un comunicado de prensa difundido ayer por Radio Kampuchea Democrática. Las relaciones diplomáticas fueron establecidas de acuerdo con los principios de igualdad, respeto mutuo por la indepen417 14.-

CHINA

dencia, soberanía e integridad territorial y no intervención en los asuntos internos de cada parte, y de acuerdo con el desarrollo de las relaciones y el fortalecimiento de la amistad y cooperación entre los países del tercer mundo y no alineados. El Gobierno de Kampuchea y el Gobierno de Chile también establecieron relaciones diplomáticas a nivel de embajadores de acuerdo con los mismos principios, dice otra información». El 7 de junio, el boletín editado en Argel, «Resistance», afirmaba: «Los ministros de relaciones exteriores de los 17 países miembros del buró de coordinación de los países no alineados, así como también las numerosas delegaciones que han asistido como observadores a las sesiones que terminaron en la madrugada del 3 de junio, tomaron conocimiento de una nueva maniobra imperialista que afecta al Gobierno revolucionario de Camboya Democrática y al pueblo chileno. »Dna información difundida por las agencias de prensa occidentales llegó al Hotel Aurassi, donde tuvieron lugar los debates. »Esa información precisa que el Gobierno de Phnom Penh habría establecido relaciones diplomáticas con el Perú y la junta fascista chilena. »Dn cable de la agencia France Presse, reproducido por el diario "Le Monde" habría recibido esta información por un telex de la Agencia Sinjua (Nueva China), que a su vez afirma haberla escuchado en Radio Phnom Penh. »La falsa información ha obligado al jefe de la delegación de Camboya Democrática, Thioun Prasith, a pedir la palabra durante la sesión plenaria de la mañana para desmentirla enérgicamente. Declaró: "La delegación de Camboya Democrática no tenía la intención de tomar la palabra en la reunión del buró de cQordinación, dado que su posición en lo que concierne a las cuestiones inscritas en el orden del día es ya conocida por todos. Pero frente a la campaña de denigración lanzada contra la lucha de nuestro pueblo y fomentada por ciertas agencias occidentales de información, nuestra delegación querría aprovechar esta ocasión para desmentir formalmente una reciente información de esas agencias de prensa según la cual el Gobierno de Camboya Democrática habría establecido relaciones diplomáticas con el régimen actual de Chile. Precisamos una vez más que nuestro Gobierno y nuestro pueblo rompieron relaciones con ese régimen traidor al día siguiente del golpe de Estado fascista, y no hemos tenido después ningún contacto. Queremos renovar la solidaridad efectiva y fraternal del pueblo de Cam.

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boya Democrática con la valerosa lucha librada actualmente por el pueblo chileno hacia la restauración del régimen democrático y progresista en Chile. El pueblo de Camboya Democrática ha apoyado siempre la lucha del pueblo chileno considerándola como parte integrante de la lucha de los pueblos contra el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo, el racismo y el sionismo. Nuestro pueblo, que ha hecho grandes sacrificios y que ha dado su sangre para liberarse de la junta [la de Lon Nol], del imperialismo estadounidense durante la guerra de liberación nacional, ha condenado resueltamente al imperialismo, que derribó al Gobierno del presidente Allende e impuso el actual régimen fascista del pueblo chileno. »El representante de Camboya De:rp.ocrática concedió una entrevista cordial, en seguida, al jefe de la delegación de la resistencia chilena, que asistía como observador a la reunión del buró de coordinación de los países no alineados. En el curso de esa entrevista, Orlando Letelier [que más tarde sería asesinado en Washington por agentes de la policía secreta de Pinochet], ex ministro de relaciones exteriores y último ministro de defensa del Gobierno de Allende, señaló que la resistencia chilena no había dado ningún crédito a esa noticia tomando en consideración la larga solidaridad mutua entre los dos pueblos. Letelier recordó que él había recibido, en su calidad de ministro de relaciones exteriores, al primer embajador de Camboya Democrática en Chile después del establecimiento de relaciones entre el Gobierno popular chileno con el Gobierno revolucionario provisional de Camboya mucho antes de la victoria final. Thioun Prasith señaló a su vez que esta mentira era parte de la campaña del imperialismo contra Camboya Democrática, que podía establecer relaciones con el Gobierno progresista de Perú, pero no con regímenes títeres como el de Pinochet, que sirve a los mismos intereses imperialistas que la camarilla de títeres aplastada por el pueblo camboyano». Naturalmente, estos duros comentarios del delegado camboyano no aparecieron en la prensa china. La agencia Sinjua, en todo caso, se limitó a poner, al final de su transmisión por teletipo para sus oficinas en el exterior, el día del despacho de su información falsa: «Correction, correction: please cancel item 060103 rpt 060103 and correction». Cuando días después pregunté a mis compañeros chinos cómo se podía explicar una noticia así en la agencia oficial. Me contestaron: «Sabotaje de los enemigos de clase». Yo comen419

té: «Entonces la relaciones del Gobierno chino con Pinochet también se podría decir que son sabotaje de los enemigos de clase». No hubo comentarios. El 9 de septiembre de 1976, el dictador chileno enviaba un mensaje de condolencias a Hua Kuo-feng, cuyo texto daba la dimensión exacta del camino recorrido por el Gobierno chino en la renuncia de los principios proletarios a cambio de sentirse bajo la protección del paraguas nuclear estadounidense: «Ante el sensible fallecimiento del ilustre estadista Mao Tse-tung, reciba vuestra excelencia nuestras expresiones de sinceras condolencias, en nombre del pueblo y Gobierno de Chile, como en el mío propio. »La preclara figura del gobernante fallecido que proyectó en vuestra nación una trayectoria de prosperidad y desarrollo, ha pasado ahora a la historia de la humanidad». Pero en muy mala compañía, podría agregarse, aunque constituya una irreverencia con los difuntos. Pinochet declaró tres días de duelo nacional, y los homenajes oficiales en Santiago fueron magnos. Para el ciudadano común de China, estos homenajes de Pinochet a Mao, difundidos en «Renmin Ribao», la televisión y Radio Pekín, no eran más que parte de los homenajes que «los amigos» de China hacían ~ su líder. Desde 1973, la burocracia civilmilitar de Pekín había cuidado de no informar absolutamente nada de lo que había ocurrido en Chile, y mis rastreos de opinión pública me llevaron a descubrir tres categorías de conocimientos acerca de Chile: a) b)

e)

Los que no tenían la menor idea de que Allende había sido derribado del Gobierno, los cuales constituían una minoría. Los que conocían el golpe de Estado, el asesinato de Allende, y el carácter fascista, anticomunista y proimperialista del Gobierno de Pinochet. Éstos eran una Ínfima minoría que, además, no se atrevían a expresar su opinión sobre el tema en presencia de otro ciudadano chino. Los que afirmaban que el Gobierno de Pinochet era mejor que el Gobierno de Allende, porque «liberó al pueblo chileno del yugo del socialimperialismo». Ésta era la abrumadora mayoría.

Está de más decir que en todas las revistas y periódicos no chinos llegados a los departamentos de propaganda centrales 420

eran censurados los artículos que tenían que ver con el apoyo de China. a los gobiernos más reaccionarios de la Tierra. Los tres mundos Uno de los puntos de referencia que más luz proyecta sobre la política «pragmática» de la burocracia civil-militar seguida en las relaciones exteriores de su nación, aun a costa de la libertad, el sufrimiento y el asesinato masivo de otros pueblos, es el desarrollo de la amistad de los líderes de Pekín con el ex presidente Nixon y con su ex ministro de defensa, James Schlesinger.2 Con ambos y con Henry Kissinger, Chu En-lai y su grupo discutieron y pusieron en práctica uno de los planes de «gran política global» más siniestros de la historia contemporánea: forzar al Gobierno de la República Democrática de Vietnam a ir a la mesa de conversaciones en París para que Estados Unidos realizara su proyecto de «vietnamización» de la guerra en esa parte de Indochina, y así pudiera dedicar la parte principal de su peso militar y económico a «contener» a la Unión Soviética en Europa. Para Chu En-lai y quienes pensaban como él, el centro de la alianza con Estados Unidos consistía en equilibrar las fuerzas chinas con la Unión Soviética. Para conseguir eso necesitaba que la Unión Soviética no tuviera pretexto para centrar su poderío militar hacia el oriente. La guerra de Indochina, con la presencia masiva de tropas estadounidenses en el sur de Vietnam y en Camboya, era ese pretexto. Ambos pueblos, el vietnamita y el camboyano, sostenían la tesis de una guerra de liberación hasta el fin. Para la burocracia de Pekín, entonces, el primer paso era obligar a las partes indochinas a que se sentaran a la mesa de negociciones. Su ofrecimiento a Nixon fue claro después de febrero de 1972: Pekín ejercía su influencia diplomática sobre Hanoi y Sihanouk, dejaba las manos libres a Estados Unidos para que aplastara los movimientos democráticos en América latina (principalmente en Chile y Uruguay), apoyaba a los movimientos políticos satélites de Washington en África, y permitía que Estados Unidos concentrara su presión antisoviética en Europa. En suma, el traslado del centro de la disputa desde Asia oriental a Europa. Por su parte, el Gobierno de Washington, a fin de «empujar 421

a Hanoi» a París, se comprometía a utilizar el máximo su poderío bélico para «quebrar la columna vertebral de la resistencia viEtnamita». Cuando Nixon dejó Pekín en febrero de 1972, los abrazos de amistad con Chu En-lai eran el prólogo de la muerte para centenares de miles de indochinos. 16 de abril: se desatan ataques aéreos masivos de Estados Unidos contra Hanoi y Jaiphong, esta última bombardeada por aparatos estratégicos B-52. 8 de mayo: Richard Nixon da la orden de minar y bloquear todos los puertos marítimos de la República Democrática de Vietnam. 15 de mayo: un portavoz del Pentágono declara que Estados Unidos ha minado (es decir, sembrado de minas lanzadas desde aviones) también los ríos principales de la parte norte de Vietnam. 11 de octubre: ataque aéreo masivo contra Hanoi, en el cual es demolido el edificio que ocupa la delegación general de la república francesa. 18 de diciembre: Nixon ordena bombardeos masivos sobre Hanoi, Jaiphong y otras localidades del norte de Vietnam. Del 18 al 19 de diciembre, las misiones de ataque de las fuerzas armadas estadounidenses están compuestas de 500 a 700 aviones tácticos, y de 130 a 150 bombarderos estratégicos B-52... diariamente. Los más brutales ataques aéreos sobre poblaciones civiles vistos desde la segunda guerra mundial. Escuelas, hospitales, barrios obreros y aldeas campesinas son borrados del mapa. 27 de enero, 1973: se firma solemnemente en París el acuerdo sobre el fin de . la guerra y el restablecimiento de la paz en

Vietnam.

26 de febrero: se abre en París la primera sesión de la Conferencia internacional sobre Vietnam. 2 de marzo: se firma el acta de la Conferencia internacional de París. 29 de marzo: el último soldado de las fuerzas expedicionarias de Estados Unidos deja el sur de Vietnam. La amistad forjada en Pekín en febrero de 1972 había dado sus frutos un año después de sellada. A costa de la casi demolición de todo un país, República Democrática de Vietnam, el grupo de Chu había conseguido preparar las condiciones para que el centro de «la disputa por la hegemonía entre USA y la 422

URSS» comenzara a trasladarse a Europa y la presión en sus fronteras con la Unión Soviética se aliviara. Conseguido el primer objetivo, el grupo de Chu tenía que cumplir también su parte del compromiso de Shanghai (Comunicado de Shanghai, como ha pasado a formar parte de la historia china el compromiso firmado en esa ciudad por Richard Nixon y Chu En-lai en febrero de 1972) y, entre otros muchos actos semejantes, se sumó al cerco económico que Washington ejercía sobre el Gobierno de Allende para derribarlo y reemplazarlo por una dictadura títere. Al mismo tiempo, comenzó un rápido acercamiento a los gobiernos de Brasil, México, Venezuela, Argentina, Uruguay y Bolivia, bajo la línea general de «con Washington en contra de Moscú»... línea que, automáticamente, ponía al Gobierno de Pekín en la lucha antipopular y anticomunista en todo el continente. En Africa también han cumplido su compromiso. El caso más destacado es el de su posición en la lucha de liberación del pueblo angoleño. En junio de 1974, la agencia France Presse informaba que «un equipo de instructores militares chinos llegó a esta ciudad [Kinshasa, la capital de Zaire, gobernada por el dictador Mobutu, asesino del patriota congoleño Patrice Lumumba a comienzos de los años sesenta] para comenzar el adiestramiento . de unidades del Frente Nacional de Liberación de Angola».3 En la lucha por la liberación de Angola había tres movimientos: el MPLA, dirigido por Agostinho Neto, que había tenido asistencia china hasta antes de la alianza militar Pekín-Washington; el FNLA, dirigido por Holden Roberto, que tenía asistencia de la CIA de Estados Unidos, incluyendo sueldo mensual para Roberto; y el UNITA, dirigido por Jonas Savimbi, también con apoyo de la CIA, como fue demostrado en las investigaciones del senado norteamericano en 1976. Tanto el FNLA como el UNITA se definieron desde un comienzo como «anticomunistas». El Gobierno de Pekín comenzó a apoyar a estos dos grupos, militar y financieramente, sin reservas, desde 1973. «The Manchester Guardian Weekly», en su edición del 7 de junio de 1975, afirmaba que «hay instructores chinos adiestrando al declarado antimarxista FNLA en la ciudad de Kinkusu, con la esperanza de contrabalancear la influencia de un MPLA prosoviético». Informaciones aparecidas en abril de 1975, en la revista «Jeune Afrique», indicaban que los chinos también estaban adiestrando tropas del FNLA en la capital de Tanzania, 423

Dar-es-Salaam. El «Washington Post», el 4 de septiembre de 1975, decía que los chinos «han enviado tanques y artillería pesada tanto para el FNLA como para el UNITA». Lo mismo afirmaba «The New York Times» el 14 de noviembre del mismo año. Según una información de este mismo periódico, el 24 de agosto de 1975, dirigentes del FNLA habrían declarado que China incluso había proporcionado pilotos para manejar sus aviones de combate Mirage entregados por Francia. El 5 de diciembre de 1975, el diario francés «Le Monde» citaba a funcionarios norteamericanos que daban testimonio del apoyo de China al FNLA y la UNITA: «Desde la primavera nosotros [:Éstados Unidos] hemos dado una ayuda mínima a los movimientos anticomunistas [en Angola], porque nos sentimos seguros dejando que los chinos hagan el trabajo en el terreno». El 14 de diciembre del mismo año, «The New York Times» citaba declaraciones de Holden Roberto, el jefe del FNLA: «Todas mis tropas han sido adiestradas por los chinos». Hay que recordar que un mes antes, el mismo Holden Roberto había declarado que el FNLA «jura exterminar a todos los comunistas de Angola» (ver «African Development», número de noviembre de 1975). El 26 de enero de 1976, lonas Savimbi, jefe del UNITA, aparecía en «The New York Times» diciendo que estaba seguro de que derrotaría a «las tropas mercenarias cubanas» porque «tenemos expertos adiestrados en China concentrados en el desarrollo de nuestras tácticas guerrilleras». . En Asia Ocidental, el pivote de la estructura militar de Washington es la monarquía en Irán. El Sha de Irán es una especie de «gendarme por presencia» en la zona, una pieza de la maquinaria militar del Pentágono. No necesito caracterizar el Gobierno del Sha, que se compara con honores con el de Pinochet en Chile, por lo menos en el grado de brutalidad contra el pueblo. Pues bien, el Gobierno de Pekín cultiva la amistad más estrecha con el Sha para cumplir su compromiso con Nixon. A poco más de un mes del asesinato del mariscal Un Piao, en octubre de 1971, Chu En-Iai recibía el Sha en Pekín y le expresaba su apoyo en «su justa lucha por salvaguardar la independencia nacional y la soberanía estatal y proteger sus recursos naturales». En junio de 1973, el ministro de relaciones exteriores chino, Chi Peng-fei, era recibido en Teherán por el Sha. El funcionario chino decía en el banquete ofrecido en su honor: «Irán tiene 424

que fortalecer su defensa frente a la actual situación en la región. Es necesario y justificado para Irán que tome medidas [oo.] para salvaguardar su seguridad, independencia y soberanía... Nosotros [los chinos... del palacio imperial de Pekín] esperamos y tenemos el convencimiento de que nuestro país, bajo la dirección de su majestad imperial el Shahanshah, se desarrollará en un próspero y poderoso país». No está de más recordar que, inmediatamente después de esta visita, el Sha de Irán hizo muy útiles contribuciones a la estrategia mundial china y proporcionó aviones de caza al Gobierno de Thieu en Saigón, como una manera de aliviar el peso sobre los hombros de Washington en la vietnamización de la guerra en esa zona. Tampoco está de más no olvidar que a partir de fines de ese mismo año, el Gobierno de Pekín dejó de ayudar al Frente Popular de Liberación de Omán, grupo nacionalista que luchaba contra el régimen feudal omaní. La clave estaba en que el sheik omaní recibía el apoyo militar (8.000 hombres de infantería, más apoyo táctico aéreo y blindado) de las fuerzas armadas del Sha. El 25 de junio de 1974, el diario «Le Monde» informaba que el Sha de Irán había expresado con gran satisfacción su reconocimiento porque China había «cesado toda ayuda a los rebeldes». En Europa, el grupo de Chu En-lai también ha cumplido su compromiso con el Gobierno de Washington: apoyo a la OTAN, a los gobiernos y partidos políticos más reaccionarios del continente, e instrucciones a los grupos y organizaciones políticas llamadas ('pekinistas» a hacer frente común con el ala derecha del espectro político contra ola «amenaza socialimperialista», incluyendo claros episodios de alianzas con la CIA, como en el caso de Portugal con el partido comunista de Portugal (M-L). Del 12 al 17 de enero de 1975, el jefe de la unión demócrata cristiana de la República Federal de Alemania, Franz-Josef Strauss, visitó China y fue recibido por Mao Tse-tung, Chu En-lai y Teng Hsiao-ping. Este último le dijo al líder de la extrema derecha alemana: «El enemigo del mundo es la Unión Soviética. Si en el mundo hubiera más líderes como usted o yo, la lucha contra el socialimperialismo podría triunfar mucho más rápido». El 15 de enero, Strauss dio una conferencia de prensa en la capital china, y aseguró que Chu En-Iai le había dicho: «La seguridad de Europa occidental se puede asegurar con el apoyo militar de Estados Unidos». Ya en 1973, en el comunicado chino-francés del 14 de septiem425

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bre, con motivo de la visita de Pompidou a Pekín, se dice: (,Las dos partes examinaron la situación en Europa. China respalda los esfuerzos hechos por los pueblos europeos con miras a salvaguardar la independencia y la seguridad de sus respectivos países y, sobre esta base, unirse para preservar su seguridad común». Clara alusión a fortalecer la OTAN bajo la hegemonía de Washington. Alusión que queda más clara cuando inmediatamente la parte francesa establece su punto de vista contrario: «Francia sigue con fidelidad a sus alianzas, una política encaminada a la distensión, el entendimiento y la cooperación entre 'odos los pueblos del continente». O sea, Europa oriental tam.:>ién. El '~1 de diciembre del mismo año, "Pekín Informa» traducía del,:"enmin Ribao» un artículo claramente en pro del fortalecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte: OTAN, necesidad de mejorar sus fuerzas militares. Durante todo 1975, la prensa china estuvo casi cotidianamente publicando artículos que comentaban favorablemente la insistencia del entonces ministro de defensa norteamericano James Schlesinger acerca de que los niveles de tropas de Estados Unidos en Europa debían ser mantenidos, y que Estados Unidos tiene un vital interés en "proteger» a Europa, Oriente Próximo, el golfo Pérsico y Asia. El 24 de abril de 1975, "Christian Science Monitor» informaba que el primer ministro belga, Leo Tindemans, había expresado su asombro, después de su visita a China, por las reiteradas referencias de los gobernantes chinos favorables al informe de James Schlesinger, al congreso de Estados Unidos, y su calificación de que "era un buen punto de vista sobre el mundo», No hay que olvidar que muchos políticos burgueses habían calificado este informe de "guerrerista». Cuando a fines de 1975 el presidente Ford echó del ministerio de defensa a James Schlesinger, la agencia Sinjua publicó un despacho en el que criticaba este paso dado por Ford "como una concesión» a la Unión Soviética y como un peligroso debilitamiento de las fuerzas estadounidenses. Y citó en el despacho -suscribiendo sus palabraslo dicho por el senador ultraderechista Henry Jackson en el sentido de que la salida de Schlesinger era "una pérdida para la nación, por su tarea de prudente política de defensa y de relaciones exteriores». Naturalmente, James Schlesinger fue invitado a visitar China, y llegó a Pekín el 6 de septiembre de 1976, sólo tres días antes de la muerte de Mao. El 13 de septiembre, quienes todavía justi426

ficaban la política exterior reaccionaria de la burocracia civilmilitar de Pekín, quedaron atónitos ante un despacho de la agencia Sinjua aparecido en «Renmin Ribao», que daba cuenta de los homenajes fúnebres al cadáver de Mao. El despacho tenía un largo título: Amigos y enviados diplomáticos en la capital china se unen al pueblo de Pekín en el duelo y presentación de respetos a los restos del presidente Mao. Y en el texto, el siguiente párrafo: «Entre los amigos extranjeros que fueron al Gran Palacio del Pueblo a presentar sus últimos respetos al presidente Mao Tse-tung estaban: el grupo de trabajadores metalúrgicos de Albania dirigido por el viceministro de industrias y minas, Mago Bleta; el ministro de relaciones exteriores de Pakistán, Agha Shahi; la delegación del Consejo Cultural Nacional de Venezuela; el ex ministro de defensa de Estados Unidos, James R. Schlesinger; y amigos de los círculos deportivos de Japón, Tanzania y Egipto». Es decir, en su rígido código diplomático, el Gobierno de Pekín consideraba a un funcionario que había sido jefe de las fuerzas militares estadounidenses dadas a la tarea de quebrarle el espinazo a los pueblos indochinos, al pueblo de Angola y al pueblo de Chile, entre otros, como amigo de China. Y peor todavía, ponía a J ames Schlesinger al mismo nivel de amistad con un grupo de obreros de Albania. Tan amigo, que en el banquete que el ministro de relaciones exteriores Chiao Juan-jua ofreció a James R. Schlesinger, el 7 de septiembre, el discurso del funcionario chino no hizo mención al imperialismo norteamericano, y en cambio expresó: «La potencia imperialista que se autotitula"socialista" utiliza la retórica de la "distensión", tanto más vociferante cuanto más enérgicamente expande su armamento y prepara la guerra. Como ha señalado correctamente el doctor Schlesinger, "habla de paz, pero practica la guerra". Enfrentadas con las ambiciones expansionistas de esta superpotencia, algunas personas recurren al apaciguamiento y la concesión, y hasta el sacrificio de terceros, en un intento de protegerse a sí mismos. Esto es, por supuesto, confundir los deseos con la realidad. En nuestra opinión, la política correcta debería ser enfrentar la realidad, movilizar al pueblo y apoyarse en él, y unirse con todas las fuerzas susceptibles de ser unidas para luchar medida por medida contra ella», El 28 de septiembre, a menos de diez días del golpe de Estado, según un despacho de Sinjua, «el primer ministro chino Hua Kuo-feng se entrevistó y tuvo una amistosa conversación aquí 427

[en Pekín], esta noche, con James R. Schlesinger, ex ministro de defensa de Estados Unidos». Para tender una cortina de justificación ideológica al compromiso a nivel mundial adquirido por el grupo de Chu al comenzar a desarrollar una alianza militar y política con el Gobierno de Washington, los teóricos de la burocracia civil-militar estructuraron, a partir de 1974, su conocida «teoría de los tres mundos». Fue expuesta por primera vez en público por el entonces viceprimer ministro «sin cartera» (sería confirmado en enero de 1975) Teng Hsiao-ping, en su discurso del 10 de abril de 1974 en la sesión extraordinaria de la asamblea general de las Naciones Unidas para estudiar los problemas de las materias primas y del desarrollo. Desde el punto de vista marxista, esta teoría es claramente un abandono de los principios básicos de lo que se llama marxismoleninismo, y encuentra su puesto en la categoría de antirrevoludonaria. En realidad, la teoría cubre la necesidad de los gobernantes chinos de echar por la borda lo que en lenguaje marxista se llama <, y así tener las manos libres ideológicamente para justificar sus alianzas con los gobiernos más reaccionarios del mundo y su posición de abandonar a su suerte a los movimientos democráticos o proletarios. Así, el núcleo de la teoría de los tres mundos se reduce a tomar las contradicciones interburguesas o interclasistas dominantes, como las únicas existentes a nivel mundial. El mundo estaría solicitado por las contradicciones interburguesas o interclasistas dominantes que existen entre las «burguesías» imperialistas (EEUU y URSS), las burguesías capitalistas desarrolladas (los países de Europa Occidental, Canadá, Australia, Japón, etc.) y las burguesías dominantes en los países colonizados o dependientes (los llamados países en desarrollo o en vías de desarrollo). Las tres categorías corresponderían a «primer», «segundo» y «tercer» mundos. Entonces, tomando las contradicciones interburguesas como la fuerza motriz de la revolución actual, resulta lo que afirma Teng Hsiao-ping: «Los numerosos países en desarrollo abarcan un vasto territorio, cuentan con una población numerosa y abundan en recursos naturales, son la fuerza motriz revolucionaria que impulsa la rueda de la historia mundial y constituyen la fuerza principal en la lucha contra el colonialismo, el imperialismo y, especialmente, contra las superpotencias». 428

Es fácil notar que se habla de «países»; es decir, de conjuntos homogéneos donde aparentemente no habría clases en lucha. En seguida se agregan las condiciones necesarias y suficientes para que esos países constituyan una fuerza motriz: muy extensos, muy poblados, muy ricos en recursos naturales. Naturalmente, este análisis está utilizando parámetros económicos no dialéctico s al manejar conceptos desprovistos de su dinámica interna según el punto de vista marxista. Porque no dice de qué están poblados esos países: si de burgueses o proletarios, si de ambos a la vez y en lucha por sus intereses socioeconómicos antagónicos. Esto deriva hacia una tesis contraria a la sustentada por todos los que siguen el punto de vista marxista, la de que la época del imperialismo es la época de la revolución proletaria. De acuerdo con la teoría de los tres mundos, la época del imperialismo sería la época de las revoluciones dirigidas por la burguesía, ya que sólo de ese modo se puede hablar de «países», o sea, entidades sociales con una estructura de clases ya definitiva, por lo menos en cuanto a que el Gobierno chino la acepta como definitiva. Por último, por omisión, ya no es el proletariado la fuerza motriz, la fuerza principal en la lucha contra el colonialismo, el imperialismo; en el sentido de que, teóricamente, desde la posición marxista, los frp!ltes únicos antiimperialistas y anticolonialistas deben ser dirigidos por el proletariado para que puedan desembocar en la etapa siguiente del desarrollo social, la etapa socialista, y, en seguida, la comunista. Para los chinos no es así. Para ellos resulta posible que sectores de la burguesía luchen contra otros sectores de la burguesía, yeso sea el punto esencial del progreso social de la humanidad. Dicho de otro modo, está claro que en la concepción china de los tres mundos priva el punto de vista de que la ley del movimiento histórico es la ley de los diversos grupos que se suceden en el poder sobre el resto de la sociedad. Para dar una especie de punto de apoyo al edificio trimundista, Teng afirma que: a) «El campo socialista, que existió durante un tiempo después de la segunda guerra mundial, ya ha dejado de existir debido al surgimiento del socialimperialismo»; b) «China es un país socialista, y al mismo tiempo un país en vías de desarrollo». j)e aquí resulta que si a es verdad, entonces no hay ningún país en la actualidad que sea socialista, porque en el concepto marxista la definición de «campo socialista» se refiere a un sistema social, no a una suma de países socialistas. En fin, si a 429

es verdad, entonces, a lo menos, el Gobierno de Pekín estaría haciendo una confesión, lo cual nos relevaría a muchos del trabajo de demostrar que ya no es socialista, que es una revolución en agonía. Pero hay más. Si la segunda parte de la formulación a es verdad, entonces tendríamos que concluir que basta que un país socialista deje de serlo para que todos los demás se desmoronen en cadena. Esta tesis es como el revés de la tesis mecanicista de que basta que un pueblo de un país realice la revolución proletaria para que todos los demás, como por magia, tengan que transformarse en socialistas, imitándolo. En cuanto al punto b, ya es un poco el decir sin decir. Tenemos que, según las definiciones marxistas (cuando hablo de «marxista» no me refiero solamente a lo planeado por Marx en sus análisis económicos, sociales y políticos, sino también al desarrollo de su teoría tal como está ahora, en nuestro tiempo, pasando por Engels, Lenin, Stalin, Mao... por citar sólo las figuras de mausoleo), un país en vías de desarrollo es una mala definición para un modelo social donde el proletariado todavía está sometido a la dominación de la burguesía; que depende, a su vez, de la dominación del imperio central (en el sentido de dominio económico, tecnológico, ideológico, y dependiente en lo militar), y en el cual ese dominio imperial, o dependencia del imperio, hace posible el saqueo de los recursos naturales o la plusvalía producida en ese país, lo que, por último, es la causa orgánica de su bajo nivel de desarrollo, absoluto o relativo. De esta definición se desprende, siempre utilizando los puntos de vista marxistas para el análisis, que de la condición de subdesarrollo (o en vías de desarrollo) sólo se puede salir si se cortan definitivamente los lazos con el centro imperial. Para lograr esto, naturalmente, hay que cambiar el modelo social, ya que la burguesía dependiente no puede cortar esos lazos. De ahí sigue que sólo la revolución proletaria que pone al proletariado como clase dominante en alianza con los sectores más empobrecidos de la pequeña burguesía (los campesinos), y con los demás sectores de la burguesía que traicionan a su clase, puede hacer esta tarea. El sistema al cual se ha arribado, para salir de la categoría definida como «en vías de desarrollo», es, pues, el socialista. Así, ¿cómo podría ser China al mismo tiempo «socialista» y «en vías de desarrollo»? ¿Al mismo tiempo un país con dictadura del proletariado y un país con dictadura de la burguesía dependiente? Se podría pensar que lo que hay en la definición de Teng es una falta de claridad en la construcción de la frase, y que lo que 430

él quiso decir es que China es al mismo tiempo «socialista» y «pobre». Pero no es así, a juzgar por las palabras de Teng pronunciadas más tarde en su discurso. Él quiso decir «en vías de desarrollo» con el contenido de dictadura de la burguesía dependiente. Esto queda claro cuando habla del <<Ínternacionalismo proletario» según lo ven los gobernantes de esa China a la vez burguesa y proletaria: «Como es lógico, un verdadero país socialista debe seguir el principio de internacionalismo, y prestar sincero apoyo y asistencia a los países y naciones oprimidos, y ayudarlos a desarrollar su economía nacional». La claridad de esta declaración de principios es asombrosa. En este punto yo debería agradecer al señor Teng, en nombre de las decenas de miles de chilenos asesinados, torturados y apresados en las mazmorras de la dictadura de Pinochet, en nombre del millón de exiliado s de un país que tiene 10 millones de habitantes, en nombre de tres millones de chilenos que en este momento no tienen nada que comer a causa del desempleo provocado por la política económica de la dictadura, el «Ínternacionalismo» de que ha dado muestra su Gobierno al ayudar al «país Chile» a «desarrollar su economía nacional» con tan generosos préstamos y tan conveniente intercambio comercial. Pero sigamos con el texto de Teng: «Los países en vías de desarrollo cuentan con ingentes potenciales para el desarrollo independiente de su economía. Es plenamente factible que lleguen gradualmente a un elevado nivel de producción en la modernización de la industria y la agricultura -nivel nunca alcanzado por las generaciones anteriores -siempre y cuando hagan constantes e incansables esfuerzos en consonancia con los rasgos característicos y las condiciones de sus respectivos países, y marchen por el camino de la independencia y del autosostenimiento. »El imperialismo, y particularmente las superpotencias, están aprovechándose de algunas discrepancias temporales existentes entre nosotros, los países en desarrollo, para sembrar cizaña, provocar escisiones entre nosotros y torpedear nuestra unidad, con el objetivo de continuar su manipulación, su control y expoliación». En suma, de lo que se trata en la época del imperialismo es de «desarrollar la economía nacional». A juzgar de cómo están las relaciones de clases en los países del tercer mundo, según la clasificación de los chinos, se trata de desarrollar
gre, habría que cambiar el lema del Manifiesto Comunista por este otro texto: ¡Burgueses y proletarios del mundo, uníos para luchar por el desarrollo económico! Para asegurar mejor este concepto, Teng define sólo como «temporales» las discrepancias existentes entre los gobiernos de los diferentes países «del tercer mundo». Claro, discrepancias apenas, y temporales, las existentes entre el Gobierno cubano y el Gobierno de Pinochet, o del Gobierno albanés y el Gobierno del Sha de Irán, o entre el Gobierno de Angola y el de Zaire. Si entendemos el texto de Teng a la luz de que son temporales las discrepancias entre las burguesías dominantes en los países dependientes del imperialismo (me refiero al imperialismo en su definición científica de exportación de capitales), y por eso mismo temporales entre la burocracia civil-militar china y ellos, entonces el párrafo tiene una lógica perfecta. Naturalmente, esa teoría que borra del mundo el concepto de lucha por el poder entre clases antagónicas, y por lo mismo borra el concepto de la revolución socialista, ha recibido bastantes ataques incluso de los propios seguidores de la política de Pekín y de partidos políticos que se definen como «marxistaleninistas», membrete que hasta hace poco era equivalente de «pekinista» o «maoísta», pero que comienza a no serio tanto. En agosto de 1977, el partido comunista revolucionario (ML) de Chile emitía una declaración internacional para refutar la teoría de los tres mundos, con el propósito de «continuar y profundizar la crítica y el desenmascaramiento del revisionismo moderno y de las nuevas corrientes oportunistas y revisionistas que hoy, en una nueva etapa y bajo "nuevas formas", pretenden liquidar la lucha combativa y resuelta del proletariado internacional y atar a los revolucionarios proletarios al carro de las burguesías, e incluso del imperialismo [...]. Refutamos aquí la formulación programática de la denominada "teoría de los tres mundos" enunciada por Teng Hsiao-ping [...]. Es una reaccionaria formulación burguesa [que] no corresponde a los intereses del proletariado, sino a los intereses de la burguesía y el imperialismo. Sus formuladores representan una nueva corriente oportunista disfrazada de "antirrevisionista" y "marxista-leninista" que pretenden hacer pasar por "revolucionaria y científica", una tesis que en los hechos liquida la formulación leninista sobre las características fundamentales de nuestra época y se opone al socialismo y a las revoluciones proletarias [...]. Es una corriente hostil al marxismo en el seno de éste».4 432

En realidad, el primer partido «aliado» del chino que comenzó a oponerse públicamente a la teoría de los tres mundos fue el albanés. que ya a fines de 1975 comenzó a criticada de manera oblicua, comentando las declaraciones acerca de ella del grupo pekinista francés, el partido comunista ML de Francia. A estas críticas se unió el partido comunista ML de España, que sufrió las primeras represalias de los chinos, hasta convertirse en un grupo escindido que originó después los llamados partido del trabajo y organización revolucionaria de trabajadores. En noviembre de 1976, el jefe del partido albanés, en su informe al VII Congreso, hizo una fuerte crítica a la teoría china de que «el peor imperialismo es el soviético», diciendo que «nuestro partido sostiene consecuentemente que el imperialismo estadounidense es agresivo y lo seguirá siendo mientras le quede aunque sea un solo diente». Y como aguda memoria para las cuentas alegres de la burocracia civil-militar agregaba que «fue el imperialismo estadounidense el que desató la bárbara agresión en Corea y en Vietnam, cometiendo algunos de los más horribles crímenes que haya visto la humanidad. Fue el imperialismo de Estados Unidos el que intervino en el Congo, que estranguló la revolución dominicana, que llevó la guerra hasta Laos y Camboya, que incendió el Medio Oriente y que organizó los golpes fascistas en Chile y Argentina», y advirtió: «Al mismo tiempo que hay que rechazar la demagogia y las tácticas engañosas del "antiimperialismo" predicado por los revisionistas soviéticos, es necesario también rechazar el "antisocialimperialismo" que están propagando los Estados Unidos de América y la burguesía monopolista mundial. Los pueblos no pueden permitirse caer víctimas de la rivalidad de Estados Unidos con la Unión Soviética y transformarse en peones de las maniobras imperialistas». Lo cual constituyó una elegante forma de señalar al Gobierno de Pekín su calidad de cómplice-peón del Gobierno de Washington. Por último, definiendo a los actuales dirigentes de Pekín, aunque sin nombrados, Hoxha expresó que «según ellos, hacer "política" significa cambiar de bandera a cada rato y en toda ocasión, tener buenas relaciones con uno y otro, no hacer el bien a otro, sino aprovecharse de él, y, por otra parte, crear la falsa y muy dañina opinión de que aquellos que defienden abiertamente los derechos de los pueblos, que no esconden las opiniones que tienen sobre Estados y sus dirigentes, no son políticos hábiles, sino personas inflexibles y sectarias». 433

Creo que este párrafo de Hoxha define con precisión lo que 'es el cinismo político de la burocracia civil-militar china, y que ha venido utilizando desde hace tanto tiempo hasta terminar en cómplices de quienes dicen combatir en su propaganda, en enemigos de quienes dicen apoyar, y en rígidos explotadores de un pueblo, para llegar a ser una potencia mundial que domine al resto de los pueblos del planeta. Pero a medida que la realidad oculta tras las fronteras de China y tras el cinismo político de sus dirigentes actuales ha ido saliendo a la luz, su «influencia» en las organizaciones políticas que utilizaban el apellido de «marxistas-leninistas» para diferenciarse de otras que se titulan comunistas, han ido abandonando la nave y ahora, después del XI Congreso del partido, se ha revelado una fuerte tendencia a la ruptura con la capital «roja», la capital que tiene el cadáver de Mao Tse-tung embalsamado para que lo alaben los Pinochet chilenos, los Videla argentinos, los Strauss alemanes, los Nixon estadounidenses y los emperadores asiáticos y africanos. Si hacemos una comparación de la lista oficial de organizaciones políticas reconocidas por Pekín que enviaron cablegramas de pésame por la muerte de Mao, y la lista oficial de las mismas organizaciones reconocidas por Pekín que enviaron mensajes de felicitación por el XI Congreso en 1977, tendremos un mal balance para Hua Kuo-feng y sus aliados en el golpe de Estado que terminó de afianzar el dominio de la burocracia civil-militar en China. Veamos un examen por continentes: América latina: en septiembre de 1976, las organizaciones «pekinistas» eran veinticinco. En septiembre de 1977, sólo ocho enviaron felicitaciones a los nuevos dirigentes elegidos por el XI Congreso. Para equilibrar un poco el déficit, han aparecido cuatro organizaciones nuevas. En todo caso, la bancarrota es seria. Asia: en septiembre de 1976 eran dieciocho. Enviaron felicitaciones al XI Congreso trece (en realidad doce, porque el partido comunista de Kampuchea no aparece en la lista oficial china, pero como después una delegación de ese partido fue a Pekín, lo he contabilizado. En realidad, Kampuchea nos tiene acostumbrados a estos misterios. En 1976, el ex príncipe Sihanouk no envió cable de condolencia por la muerte de Mao, y hubo toda clase de especulaciones, incluyendo la de que había sido asesinado por su esposa Monique -que es mujer realmente hermosa-, aun cuando algunos dirigentes chinos me ase434

guraron entonces que Sihanouk vivía «dedicado al cultivo de arroz» en las afueras de Phnom Penh. De pronto, el partido de Kampuchea no aparece en las listas oficiales, pero después va una delegación a Pekín... y Sihanouk recupera la vida a través de una carta de felicitación al dirigente PoI Pot, que encabezó la delegación a Pekín, a fines de 1977). Dos organizaciones nuevas surgen para equilibrar el balan("~. Oceanía: dos organizaciones, una de Australia y otra de Nueva Zelanda, formaban parte de los pésames al Gobierno por la muerte de Mao. Ahora sólo la de Australia felicita la celebración del XI Congreso. Europa: 47 organizaciones «pekinistas» en septiembre de 1976. En la misma fecha de 1977 sólo permanecían fieles 27. Pero el número de grupos «nuevos» es bastante grande: nueve. En suma, de los 92 grupos o partidos políticos en el mundo que seguían a Pekín, sólo 49 se mantenían fieles después del golpe de Estado de octubre de 1976. Una pérdida neta de 47 %, lo cual es bastante negativo en cualquier clase de negocio, incluyendo el político. Por otro lado, habían surgido 15 organizaciones nuevas, lo cual, de todos modos, no equilibra la balanza, y deja a la burocracia civil-militar de Pekín con muchos amigos a nivel de asociados de Washington, y muy pocos a nivel de luchadores antiimperialistas.

Notas

Capitulo 1 1. He elegido esta expresión para definir una capa social en China que goza de privilegios especiales y, lo principal, cuya relación con los medios de producción es distinta a la que tiene el proletariado. Más todavía: una clase social nueva desarrollada durante la instauración del socialismo en ese país. Así, corresponde a lo que los textos chinos actuales definen como "la nueva burguesía", 2. El 13 de septiembre de 1971, un avión chino entró en el espacio aéreo de la República Popular de Mongolia por la frontera norte de China, y poco después se estrelló cerca de Khentiiaimit. Todos los pasajeros murieron y sus cadáveres quedaron carbonizados. Uno de los muertos era el mariscal Lin Piao, hasta ese momento "íntimo camarada de armas del presidente Mao Tse-tung" y su "sucesor" designado en el IX Congreso del partido de 1969. Esa pérdida marcó el fin de la pugna por el poder entre Chu En-lai y Lin Piao. Marcó también el comienzo de una investigación policial, en parte dirigida por el actual poseedor del poder total, Hua Kuo-feng, y encabezada por el propio Chu En-lai, cuyo propósito principal era encubrir el asesinato del mariscal a manos de la policía de seguridad en Pekín, y demostrar su conspiración para asesinar a Mao Tse-tung y hacerse con todo el poder. Este suceso policial es dramáticamente importante en la historia contemporánea de China porque marca el comienzo del fin de la revolución socialista en ese país. 3. Campesinos que antes de la liberación en 1949 eran asalariados agríy colas no poseían tierras, y propietarios de pequeñas parcelas que para poder sobrevivir tenían que arrendar su fuerza de trabajo parte del año a los terratenientes. Esta capa social ocupa actualmente 60 % de la población total y 70 % de la rural. 4. Desde fines de 1974 hasta mayo de 1976, los organismos centrales de propaganda pusieron especial cuidado en publicar fotos de Mao Tse-tung en las que éste aparecía con la boca abierta, la vista perdida y encogido, en un intento, al parecer, de pasar el mensaje al pueblo chino de que el líder ya no era más que un guiñapo humano. Ese tipo de fotos, en reali447

dad, formó parte de otro tipo de preparación: la de asesinar la revolución maoísta sin excesivo desorden social. 5. Al oeste del río Amarillo, en la provincia de Shensi, está la ciudad de Yenán. En octubre de 1934, el ejército rojo, cercado por las fuerzas de y se refugia en Yenán, que a partir de Chiang Kai-shek, rompe el cerco entonces será el cuartel general de la revolución hasta 1947. Hoy se le conoce en China como "el lugar sagrado de la revolución". 6. Los miembros titulares del buró politico, Wei Kuo-ching y Sü Shiyou, jefes políticos y militares del sur de China alrededor de la provincia de Kuantung, poco después del terremoto de julio de 1976 plantearon que la historia de la república después del VIII Congreso en 1956 debía ser "revisada", que no todo lo que había hecho, escrito o "enseñado" Mao Tse-tung después de esa fecha era correcto, y que, principalmente, las penurias económicas, más exactamente la lentitud del desarrollo agrícola chino, eran causa directa de las erróneas directivas de Mao. Y basándose en esa tesis principal replantearon el punto de vista del hasta entonces caído Teng Hsiao-ping: la condición económica es materia de técnicos y no de políticos, el orden social necesario para haber poderosa a China consiste en que los obreros se dediquen a producir, los campesidel nos a cultivar la tierra, los estudiantes a estudiar y los responsables Gobierno a gobernar. La difusión del marxismo-leninismo-pensamiento y del manteMao Tse-tung es tarea del partido, y la defensa del territorio nimiento del orden interno de la sociedad est~ a cargo del ejército. Y todo eso con una meta: hacer de China una superpotencia en 25 años. La expresión teórica primaria para esto es: primero hay que desarrollar una y después desarrollar la revolución socialista. base económica fuerte Dicho de otro modo: primero hay que convertir a China en superpotencia, y en seguida hacerla una superpotencia socialista. La tesis es exactamente contraria a la de Mao y sobre todo a la de Lenin, en el sentido de que ambos afirmaban que el desarrollo económico en una sociedad socialista tiende a producir burguesía, "capitalismo", a cada minuto que pasa, porque todavía existe la pequeña producción y todavía hay clases antagónicas en el sistema socialista. Por ello hay que hacer la revolución socialista constantemente durante la construcción económica, para destruir en su nacimiento las nuevas hierbas "burguesas". En suma, planteaban la existencia de la contradicción desarrollo económico/revolución socialista como una unidad dialéctica, de contrarios, cuyo forcejeo hacía avanzar el sistema en su conjunto. De ahí la formulación maoísta "empeñarse en la revolución y promover la producción". 7. Todos los miembros del comité central, del Consejo de Estado y del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional, además de sus familiares directos, están siempre bajo la protección de los servicios de seguridad de cada lugar que visitan. En el Hotel de la Amistad, ese ser. vicio está a cargo de la milicia obrera de Pekín. 8. Desde comienzos del siglo XIX las grandes potencias industriales trataron de transformar China en un mercado para sus productos. Para conseguirlo, se introdujeron en el territorio del imperio de dos modos: con y con fuerzas armadas el ejército negro de los eclesiásticos invasoras. Todas estas invasiones y humillaciones sucesivas provocaron un fuerte sentimiento contra los extranjeros, el cual en 1900 tuvo una expresión violenta con la rebelión de los bóxers, movimiento nacionalista. Ocho potencias extranjeras, incluida Japón, se unieron para invadir China, que y debió pagar fuertes compensaciones una vez más fue derrotada y abrir 448

su economía al occidente industrializado. Todo ese tiempo que va desde 1840 sirvió para alentar la xenofobia china que generó, como denominación normal para los no chinos, la de "demonio extranjero". Incluso ahora, en lugares apartados de Pekín y en muchas provincias, bastantes personas denominan "demonios extranjeros" a los visitantes de otros países. Y el aislamiento en que se tiene a los no chinos en cualquier parte del terri. torio, incluyendo el barrio diplomático de San Li Tun en la capital, es realmente de una magnitud tal que uno tiene la sensación de vivir permanentemente dentro de una especie de jaula invisible. 9. Es fantástico cómo de esta historia se sacó material para atacar a Chiang Ching casi copiando a la letra el episodio: dazibaos (carteles que se pegan en los muros y se escriben en grandes caracteres) en Shanghai y en Pekín contaban, en octubre de 1976, que "cuando el presidente Mao agonizaba, Chiang Ching le dio la vuelta en su lecho para hacerle preguntas, sin importarle que con eso estaba acelerando su muerte... Chiang Ching quiso obtener del presidente Mao poderes a su favor, maltratándolo en su lecho de muerte, e incluso llegó a empujarlo en la cama para que se diera la vuelta". 10. La campaña de denigración moral contra Chiang Ching incluso copió el sitio exacto de las aventuras eróticas de la emperatriz Tseu-Hi, para asegurar que en el Palacio de Verano la esposa de Mao daba rienda suelta a su "depr2 vac'ión, haciendo cerrar el paseo público en ocasiones para embelesarse c m sus amigotes y cómplices en vicios, los cuales merecen mil muertes" texto de un dazibao en la imprenta de Ediciones en Lenguas Extranjeras). 11. En esencia, el motín del 5 de abril buscaba obligar a las autoridades centrales a destituir a Teng Hsiao-ping, para así evitar que la campaña de crítica contra él tomara las características de un movimiento político de masas que constituyera un punto de apoyo para los maoístas en su plan de lanzar una segunda revolución cultural contra la burocracia civil-militar. La destitución de Teng Hsiao-ping tuvo el efecto de desacelerar la campaña de crític,..., impedir que se expandiera a todas las capas de la sociedad e hiz( perder tiempo al maoísmo tratando de explicar a los obreros y los campesinos que aun cuando Teng Hsiao-ping había caído, la meta de la can. paña no había cambiado y había que seguir adelante en la lucha contra "la burguesía de dentro y de fuera del partido". 12. A mediados de 1976, en el número 28 de la revista "Pekín Informa" los izquierdistas hicieron pública, de manera oblicua, su preocupación y su impotencia porque Mao Tse-tung estaba rodeado de un muro impenetrable compuesto principalmente por la unidad 8341 del EPL, bajo el mando de Wang Tung-sing, y por el sector derechista del buró político, encabezado por Hua Kuo-feng. 13. Dos puntos esenciales separan a los dos grupos dentro de la burocracia civil-militar: la construcción del ejército y la crítica a lo que los chinos llaman el "pensamiento Mao Tse-tung". Para Hua Kuo-feng y sus seguidores, la modernización del ejército no debe significar una disminución sustantiva de sus efectivos a cambio de alta tecnología nuclear, electrónica y coheteril. Para Teng Hsiao-ping y sus simpatizantes, hay que reducir los efectivos del ejército en cerca de un millón de hombres (actualmente son un total de tres millones), lo cual sería el primer paso inevitable para transformar las fuerzas armadas en un brazo militar altamente técnico sin afectar demasiado al resto de la economía. Esta diferencia de opiniones puso a muchos jefes militares de provincia y a parte

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CHINA

importante de la burocracia civil de parte de Hua. En cuanto a la crítica al "pensamiento Mao Tse-tung", la ~nea Hua postula un proceso lento, de años, paso por paso, y referida esencialmente al desarrollo económico del país. Teng, por su parte, señala que la crítica es "global" y debe comenzarse de inmediato, para impedir que siga impulsando hacia el camino "incorrecto" a gran número de obreros y campesinos chinos. Afirma Teng que poniendo como ejemplo típico el "éxito de la política de relaciones exteriores a partir de 1972" -que se contrapone totalmente al maoísmo de los años sesenta en cuanto al papel que debe desempeñar China en apoyo a las revoluciones en el mundose puede decir que "en los aspectos prácticos" el "pensamiento Mao Tse-tung" se demostró como inadecuado para la seguridad y el desarrollo de China como nación. En este sentido, aunque las dos líneas son derechistas y buscan la desmaoización, la de Teng es más audaz, rupturista y, por lo mismo, más arriesgada. La de Hua se ciñe mejor a los cánones clásicos de la política oriental, en la que la lentitud es el núcleo del triunfo. 14. A fines de septiembre fue conocido por algunos extranjeros, entre ellos estaba yo. Al parecer, estas publicaciones clandestinas fueron consecuencia del esfuerzo de Chiang Ching por dar a conocer los documentos más importantes de Mao respecto a la lucha contra "la burguesía de dentro del partido". Se cuenta que ellO de septiembre de 1976, o sea, 24 horas después de la muerte de Mao, su viuda fue a la oficina general del comité central para retirar del archivo las transcripciones taquigráficas de las conversaciones de Mao sobre el tema, y parte de sus artículos sobre lo mismo. Como Wang Tung-sing, el jefe de la unidad 8341, era también director de la oficina general y uno de los conspiradores para el golpe, este incidente se transformó después en parte de la "evidencia" contra los cuatro. Se dijo que Wang Tung-sing comunicó a Hua Kuo-feng el retiro de los documentos por parte de Chiang Ching, y que éste la llamó por teléfono para convencerla que devolviera los originales. Más tarde, Hua afirmó que aunque Chiang Ching había devuelto los papeles, lo hizo después de "alterar" dos de ellos. Otra versión, que corresponde más al carácter de los personajes, dice que Chiang Ching respondió a Hua, por teléfono, más o menos así: "El cadáver de mi esposo todavía está tibio y tú ya quieres romperme los huesos. ¿Así pagas la bondad del presidente Mao, que te hizo lo que eres ahora?". A lo cual habría replicado Hua: "Nunca podré olvidar la bondad del gran líder el presidente Mao... Y no tengo la menor intención de dañarte... Si vives tranquilamente en tu casa nadie se atreverá a hacerse daño". Esta última frase parece más una advertencia que una gentileza. Una versión de estos sucesos apareció en el "Washington Post" del 29 de octubre de 1976. 15. En aquellos momentos, de los nueve miembros originales del comité permanente del buró político elegido en el X Congreso (1973), sólo quedaban cinco. Tres (Chu En-lai, Kang Sheng y Tung Pi-wu) habían fallecido, y uno había sido rebajado de categoría: Li Te-sheng (comandante de la región militar de Shenyang). A ese grupo original de cinco había sido agregado, en abril de 1976, Hua Kuo-feng. Los seis se repartían así: con Mao Tse-tung, tres personas: Chu Te, Wang Hung-wen y Chang Chun-chiao; derechistas, Hua Kuo-feng y Ye Chien-ying. Pero, de los doce miembros titulares del buró político, sólo dos estaban en la línea maoísta (Chiang Ching y Yao Wen-yuan) y los diez restantes con la derecha. Los suplentes del buró político estaban todos con la derecha. Esto hacía, para el total de 450

veintidós miembros del máximo cuerpo dirigente del partido y de China, la cuenta de seis para la línea maoísta y dieciséis para la derecha. 16. Mao se refería al fundador de la dinastía Chin, el primer emperador que unificó los diferdbtes estados del territorio en un solo reino en el y oponentes año 221 antes de nuestra era. Frecuentemente, simpatizantes dentro del país se referían a Mao Tse-tung como el Chin Shi Huang yconantemporáneo. En la lucha contra el pensamiento confuciano esclavista tifeudal de la época, Chin Shi Huang persiguió ferozmente a la intelectuay fue notorio que durante su gobierno "quemó libros lidad confuciana, e hizo enterrar vivos a cuatrocientos sabios confucianos". Los oponentes a Mao lo comparaban con él en su política con los intelectuales. Es clásica la respuesta del líder chino a esta acusación, el 8 de marzo de 1958, en uno de sus discursos en la segunda sesión plenaria del VIII Congreso del partido: "¿Cuál era la importancia del primer emperador de los Chin? Se contentó con enterrar vivos cuatrocientos sabios confucianos. Nosotros, en cambio, hemos enterrado ya cuarenta y seis mil [...]. Si ustedes me acusan de ser el primer emperador de los Chin, están equivocados, yo he sobrepasado en cien codos al primer emperador de los Chin". 17. S. ScHRAM, Mao Tse-tung Unrehearsed, Talks and Letters: 19561971, Penguin Books, Londres, 1974, pp. 131-146. Este tipo de expresiones era habitual en los escritos, incluso los poemas, de Mao Tse-tung. 18. En 1973, cuando la derecha encabezada por Chu En-lai se esforzaba por justificar con citas de Lenin y del propio Mao el viraje hacia una aliany el abandono del apoyo a los movimientos revoza con Estados Unidos lucionarios mundiales, se publicó un artículo que afirmaba que Mao se habría opuesto a esta política de "golpear con los dos puños". En el número 52 de "Pekín Informa", de 31 de diciembre de 1973, el artículo titulado Distinguir entre los dos tipos fundamentalmente diferentes de compromiso decía: "El presidente Mao también ha criticado la práctica errónea de "golpear con los dos puños" en dos direcciones al mismo tiempo. En un período determinado, hay siempre enemigos principales y secundarios. Para aislar al máximo el enemigo principal y concentrar todas las fuerzas para atacado, las fuerzas revolucionarias llegan, en un momento dado, a ciertos compromisos necesarios con otros enemigos". 19. Una antigua costumbre permitía a la gente "común" protestar frente al cadáver del emperador por los errores e injusticias que éste hubiera cometido durante su mandato. 20. Algunas fuentes maoístas en Pekín señalan que, al parecer, el texto es incompleto, y aquí debería seguir con... "y nosotros, siendo BOOmillones, que algu¿cómo podríamos avanzar sin lucha? La unidad y la estabilidad nas personas quieren no debe ponerse como meta. Debe alcanzarse en medio de la lucha de clases...". 21. En el informe de Chen Yung-kui ante la 11 Conferencia nacional sobre aprender de Tachai respecto a la agricultura (20 de diciembre de 1976) se lee en su punto segundo que cuando en la I Conferencia nacional sobre el mismo tema, en octubre de 1975, Hua Kuo-feng rindió su con fiereza informe y, "apenas concluido, Chiang Ching saltó a endilgarnos al camarada Hua Kuo-feng y a mí: 'El informe, por no decir otra cosa peor, es revisionista', etiquetándolo así con un epíteto pesado..." ("Pekín Informa" del 12 de enero de 1977). Y de inmediato agrega algo notable: "Sin embargo, el gran líder el presidente Mao estuvo muy satisfecho con la conferencia. Ratificó el informe del camarada Hua Kuo-feng la misma noche en que se lo enviaron". Pero ocurre que en aquel tiempo Mao Tse-tung sólo 451

podía leer textos especialmente impresos para él, en caracteres de enorme tamaño, debido a un agudizado defecto visual. Incluso los artículos de los periódicos tenían que ser impresos especialmente para él. Además, afectado ya seriamente por el mal de Parkinson, su lectura cotidiana se .reducía a unos cuantos centenares de palabras. ¡El informe' de Hua Kuo-feng tenia casi 6.000 palabras, y lo aprobó "la misma noche en que se lo enviaron"! Por otra parte, el texto de Chen Yung-kui demuestra al menos que Chiang Ching hacia sus críticas en público y delante de las personas a quienes criticaba. En cambio, Hua Kuo-feng tenía otro método: el de la policía secreta, la unidad 8341 y el encarcelamiento previo; después la crítica. 22. General de la línea de Teng Hsiao-ping, parte del grupo de altos mandos militares que siguieron a Chu En-lai en el asesinato de Un Piao en septiembre de 1971. En julio de 1970 fue nombrado comandante de la guarnición de Shanghai para servir de contrapeso a las <>.ctividades de los maoístas en el municipio y controlar la milicia popular. En 1973 fue ascendido a miembro del comité central, como parte del equipo de diriy gentes puestos en esa categoría bajo presión de Chu En-lai el mariscal Ye Chien-ying. 23. Miembro suplente del buró político, simpatizante de Teng Hsiaoping, criticado en 1967 por la izquierda, rehabilitado en 1972 por el grupo del primer ministro Chu y elegido para su cargo del buró político en 1973 durante lo que la derecha llamó "nuevo período de reajuste y consolidación". 24. Mien,oro del comité central elegido por primera vez en el IX Congreso en 1969, y ratificado después en el X Congreso en 1973. Cinco semanas después de los sucesos que estoy relatando aparecería como prisionero en el Estadio de los Obreros de Pekín. El 16 de noviembre de 1976, en ese estadio fueron exhibidos "ante las masas" alrededor de 80 presos políticos, incluidos miembros del comité central y altos funcionarios. Los presentaron con las manos amarradas a la espalda, con cucurucho s de papel en la cabeza y la mirada fija en el suelo. Cada cierto tiempo eran golpeados con palos por los guardias, insultados a gritos por grupos de espectadores y obligados a recitar confesiones en voz alta. A petición de los espectadores les sacaron las ropas de abrigo (en noviembre hace mucho frío en Pekín) para "que los golpes sean efectivos". Los de Shanghai fueron forzados a decir cosas como ésta: "Hace muchos meses nos reunimos y los cuatro nos dijeron que comenzarían la crítica a Teng pero que después esta crítica se desarrollaría a una etapa superior para dirigir el ataque "contra alguien de más arriba"". Nosotros fuimos engañados porque los cuatro eran elementos muy malvados". El 17 de noviembre de 1976, en el mismo estadio fue criticado, con igual coreografía, el ministro de cultura, Yu Jui-yung. 25. Según la exégesis de la. señora Wang Chi "actuar de acuerdo con los principios del pasado" (versión de Hua Kuo-feng) significa que Mao recomendaba al primer ministro "resolver los problemas de las provincias según el método de paso a paso que ya estaba en uso". En cambio "actuar de acuerdo con los principios ya establecidos" (versión de "la banda de los cuatro") era una "trampa política" (sic). La versión de Hua Kuo-feng asegura que esa frase, y otras cuatro, las escribió Mao para Hua en la noche del 30 de abril de 1976, después de la visita del primer ministro de Nueva Zelanda, Muldoon. El 1 de noviembre de 1976 las autoridades de la capital china mostraron a los trabajadores extranjeros una 452

fotocopia del papel supuestamente hoja, con cinco líneas de caracteres parecidos a la conocida caligrafía se lee:

escrito por el líder chino. Es una sola y nada muy grandes, muy temblorosos de Mao, además de la frase anterior,

Chian Ching se ocupa demasiado de los asuntos. Anda lentamente, no te inquietes. Si tú te ocupas de los asuntos, estoy tranquilo. Ocúpate sobre todo de los asuntos internos. Para comprender las circunstancias en que Mao Tse-tung habría escrito estas crípticas frases que ahora se presentan como "la demostración" de que Mao nombró a Hua como su sucesor, cito de un artículo de Roland Berger aparecido en "Le Monde Diplomatique" de enero de 1977: "El 30 de abril de 1976, Mao Tse-tung, teniendo a su lado a Hua Kuo-feng, recibió al señor Muldoon, primer ministro de Nueva Zelanda, que dijo más tarde que había encontrado al presidente envejecido y debilitado". "Le Monde" del 7 de mayo de 1976 informa que el señor Muldoon había afirmado que durante ciertos momentos Mao Tse-tung tenía dificultades para expresarse, y que se había visto obligado a "escribir ciertas respuestas". La última entrevista con jefes de Estado que Mao pudo soportar fue el 'l:l de mayo de 1976, cuando recibió a Ali Bhutto, primer ministro de la República Islámica de Pakistán. La entrevista tuvo que suspenderse a los 15 minutos de comenzada, porque el líder chino no estaba en condiciones ni siquiera de escribir sus respuestas. 26. En China están prohibidas las propinas porque se consideran una ofensa a los trabajadores. Preguntó por qué Chu En-lai podía dar propinas y además ser elogiado. Nunca obtuve una respuesta satisfactoria. 'l:l. Los comités por Chiang Ching nacieron, al parecer, de la necesidad de formar organismos de resistencia clandestinos contra el golpe de Estado, y su presencia se extendió rápidamente a todo el territorio chino a partir de noviembre-diciembre de 1976. En cierto sentido, estos comités equivalen a las primitivas células del partido comunista chino en los años veinte, cuando una cincuentena de comunistas se organizó para llegar a establecer la "dictadura del proletariado" en un país de 500 millones de habitantes... ¡Y lo consiguió transitoriamente una veintena de años después! La diferencia está en que en los años veinte el proletariado chino se disponía a conquistar el poder por primera vez en su historia, y en cambio ahora, en los setenta, se dispone a reconquistado. 28. Y la segunda fue la recomendación del jefe de mi grupo de trabajo: "No se le olvide cerrar con llave todos los muebles de su casa, sobre todo si guarda dinero. Lo mejor que puede hacer con el dinero es guardado en el banco, no conviene tenerlo en casa". Yeso era un contraste, porque la primera vez que viví en China (1965-1966) jamás tuve que cerrar con llave las puertas de mi casa y las de los muebles: era inconcebible que algo fuera robado por los trabajadores chinos. Una década más tarde, la situación era la opuesta. 29. En mi primer libro sobre el tema (La guardia roja conquista China, Ediciones ML, Santiago de Chile, 1968), dedico un capítulo completo a "Las prostitutas de Shanghai", en el que explico cómo desde 1949 hasta 1957 el departamento contra la prostitución, de la municipalidad de Shanghai, resolvió el problema de las 30.000 prostitutas que existían en esa inmensa ciudad en el momento de la liberación. Yang Tsi-chen, 48 años 453

en 1966, responsable de ese trabajo, me dijo entonces: "Quiero explicarle, por mi propia experiencia personal, algunas ventajas de la nueva sociedad. Sólo en ella podemos resolver de verdad el problema de la prostitución y la delincuencia. Porque ocurre que el pueblo toma todo el poder y es el dictador. Y como tal, el pueblo inicia y cuida una campaña nacional de moralidad revolucionaria. Con el desarrollo económico y el cambio de la propiedad, cada persona en China tiene una salida para sus problemas económicos. Antes eso no era así, por eso algunos buscaban una salida en la prostitución o la delincuencia". 30. On exercising all-round dictatorship over the bourgeoisie, "Foreign Languages Press", Pekín, 1975, p. 23. 31. "Pekín Informa", núm. 47, 24 de noviembre de 1976, pp. 7, 8 Y 13. 32. Importantes documentos de la gran revolución cultural proletaria, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1970, pp. 129 y 130. Capitulo

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1. El 30 de abril de 1967, Yao Teng-shan y Sü Yen llegaron al aeropuerto de Pekín desde Yakarta. Fueron recibidos por cien mil personas, entre ellas mile!) de guardias rojos. A la mañana siguiente se entrevistaron con Mao Tse-tung y Lin Piao. Y acusó a Chen Yi, ministro de relaciones exteriores, de "tres capitulaciones y un aniquilamiento": capitulación y los revisionistas, frente a los imperialistas, los reaccionarios y de asistir pasivamente al proceso de aniquilamiento de los movimientos revolucionarios en los países vecinos del continente. En realidad, la crítica a Chen Yi había empezado en enero de 1967. Yao se convirtió en una especie de líder de "la línea roja" en las relacions exteriores, presionando por y "luchar romper "con los blancos" al mismo tiempo contra las dos superpotencias". En agosto de 1967, Yao y Sü habían logrado de hecho apoderarse del ministerio de relaciones exteriores, y las masas chinas los llamaban "los diplomáticos rojos". El 22 de agosto, bajo la dirección personal de Sü, la embajada británica en Pekín fue rodeada por cien mil guardias rojos e incendiada. La "insurrección" de Yao y Sü duró hasta principios de 1968, cuando las tropas del EPL, bajo el mando de Lin Piao, y de acuerdo con Chu En-lai ocuparon militarmente Pekín y apresaron a Yao, Sü y otros dirigentes acusados de "ultraizquierdistas". 2. Este atentado ha pasado a formar parte de la larga lista de sucesos que no tienen explicación en la política china. Sin embargo, a juicio de muchas personas en Pekín, su objetivo era "desestabilizar" el resto de poder detentado por el maoísmo, provocando un gravísimo incidente con la Unión Soviética, obligando al alto mando militar a entrar en acción "para poner orden" a fin de mantener "la seguridad nacional". Desde este ángulo, la posibilidad mayor era que el atentado fuese montado por las propias fuerzas de seguridad de la capital, que estaban bajo las órdenes directas del ministro de seguridad pública, Hua Kuo-feng. 3. Texto agregado, en el siglo III antes de nuestra era, a los Anales de primavera y otoño, atribuido a Confucio. 4. Este documento parece que fue producto de un grupo de disidentes del partido comunista en la provincia de Kuangtung, que sostenía la tesis de que la revolución socialista en China no se podía hacer saltándose la etapa capitalista de la sociedad, y por eso enarbolaban un programa de "llevar el capitalismo al campo" para "sentar las bases sociales" para 454

hacer "la revolución socialista". Evidentemente, desde este punto de vista su programa aparecía como anticomunista. Pero, de hecho, sus críticas a la "carícaturización" del socialismo en China son, hasta ahora, las más certeras que hemos logrado leer en ese país. y Chu En-lai, que 5. En este contexto, se refiere claramente a Un Piao estaban públicamente a cargo del partido, del Estado y del ejército. 6. Caudillo militar (señor de la guerra, según la terminología china) que sirvió a la dinastía manchú y luego se transformó en comandante en jefe del Nuevo Ejército Republicano durante la revolución de 1911 dirigida por Sun Yat-sen. En febrero de 1912 dio un golpe de Estado contra Sun Yat-sen, siendo asesorado por agentes de grandes consorcios capitay listas de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Japón, Alemania Rusia. Murió de un ataque al corazón durante la guerra civil, en junio de 1916. 7. El 12 de junio de 1974, seis obreros de Pekín, encabezados por Lu Wen-che, que había sido miembro del comité revolucionario de Pekín en 1967 y purgado por la ocupación militar de 1968, fijaron un dazibao en la municipalidad de la capital, señalando que a partir de 1971 (después del golpe de Estado encabezado por Chu En-lai, que terminó con el asesinato de Un Piao) el nuevo comité municipal no había tenido ni una sola reunión, y que había nombrado de nuevo en sus puestos a "todos los burócratas" derribados durante la revolución cultural. Lo interesante de este dazibao era que reivindicaba un lema político aparecido en 1966, el cual, al definir que la revolución cultural era para combatir "a los dirigentes seguidores del camino capitalista", señalaba que el verdadero blanco de la revolución cultural es el partido, para "limpiado de su lado negro, su lado burgués". Dieciséis días después, "Beijing Ribao" publicaba un artículo titulado Lin Piao y la revolución cultural, señalando que para hacerse con el poder, este conspirador lanzó el lema, en 1966, de y "debemos consideramos como una parte de las fuerzas revolucionarias como el blanco de la revolución", con lo cual "quería deliberadamente desencadenar ataques contra el partido comunista y provocar divisiones y violencia en los rangos revolucionarios", Evidentemente, la derecha china quería vender en el mercado político chino la mercadería de la "incorruptibilidad" del partido, algo diametralmente opuesto a las tesis del maoísmo, y, de paso, diametralmente contrario también al hecho real en la sociedad china. Esta tesis fue potenciada con la mayor fuerza posible a partir del Los dazibaos de golpe de Estado de Hua Kuo-feng y Teng Hsiao-ping. 1974, del tipo que hemos citado, se repitieron en Shanghai, Sechuan y por la imposibilidad física de seguir poniéndolos a Junan, y después, causa de la vigilancia militar, se transformaron en volantes clandestinos que aún hoy día pasan de mano en mano en China. 8. Parcialmente porque lo ha hecho sólo en sociedades agrarias atrasadas o con relativo atraso en su desarrollo campesino, y no en sociedades de alto desarrollo capitalista (Checoslovaquia no anula mi afirmación, porque el sistema social actual allí fue impuesto desde fuera de los mecanismos propios de su sociedad). 9. En este tipo de modelo social no es necesaria la propiedad privada de los medios de producción para generar una estructura de poder en que una minoría explota a la mayoría. Ahora es la "gerencia" de los medios de producción, que pasan a ser propiedad de "todos" (lo que en términos prácticos viene a ser como de nadie), la que genera una capa social de "gerentes" ideológicos y económicos del conjunto de la 455

sociedad. En China, esta capa social de "gerentes" está constituida por los miembros del partido, más la burocracia propiamente dicha, como son los asalariados del Estado que no participan en el trabajo productivo: la suma de estos grupos, o más bien su integración, conforma lo que llamo burocracia civil-militar. Este fenómeno se puede detectar también en modelos capitalistas contemporáneos, donde la burguesía clásica comienza a dejar el campo de batalla a otro tipo de burguesía: los gerentes de los grandes consorcios transnacionales o los consorcios monopolistas intranacionales, que son propietarios en ínfima proporción de los inmensos medios de producción que gerencian, y sin embargo los hacen producir para sus intereses. En este sentido pareceria haber un punto de convergencia en el futuro del desarrollo histórico del modo de producción generado por las revoluciones socialistas fracasadas -estructurando un nuevo modelo de explotacióny la tendencia al cambio en el modo de producción capitalista en la etapa del imperialismo. 10. A comienzos de 1975, en un esfuerzo por hacer comprender la dinámica interna de este problema, los maoístas en el buró político publicaron una recopilación de citas titulada Marx, Engels y Lenin sobre la dictadura del proletariado, la cual fue retirada de circulación después del golpe de Estado de octubre de 1976. Voy a reproducir algunas, por su importancia como punto de apoyo intelectual para visualizar la situación. "La clase de los explotadores, los terratenientes y capitalistas no ha desaparecido ni puede desaparecer de golpe bajo la dictadura del proletariado. Los explotadores han sido derrotados, pero no aniquilados. Aún tienen una base internacional, el capital internacional, del cual son una sucursal; aún tienen, en parte, algunos medios de producción; aún tienen dinero; aún tienen amplios vínculos sociales. Precisamente a causa de su derrota, se ha multiplicado en cien y mil veces su fuerza de resistencia. El 'arte' de la administración estatal, militar y económica les da una superioridad, una superioridad muy grande, de modo que su importancia es inconmensurablemente mayor que su proporción numérica en la población. La lucha de clases que libran los explotadores derrocados contra la victoriosa vanguardia de los explotados, es decir, cOlltra el proletariado, se ha vuelto incomparablemente más encarnizada. y no puede ser de otra manera, si se trata de una revolución, si no se reemplaza este concepto (como lo hacen todos los héroes de la 11 Internacional) por ilusiones reformistas" (LHNIN, Economía y polttica en la época de la dictadura del proletariado, oCtubre de 1919). "Claro, la clase obrera no se halla separada de la vieja sociedad burguesa por una muralla china. Y cuando llega la revolución las cosas no ocuren como en el caso de la muerte de un individuo, en que se lleva el difunto afuera. Cuando perece la vieja sociedad, no es posible encerrar su cadáver en un ataúd y enterrarIo. Este cadáver se descompone en nuestro medio, se pudre y nos contamina" (LBNIN, sesión conjunta del CEC de Toda Rusia, del Soviet de Moscú, de diputados obreros, campesinos y soldados del ejército rojo, y de los sindicatos obreros, junio de 1918).

"De lo que aquí se trata no es de una sociedad comunista que se haya desarrollado sobre su propia base, sino, por el contrario, de una que 456

acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todavía en todos los aspectos, en lo económico, 10 moral y lo intelectual, los estigmas de la vieja sociedad de cuya entraña procede. Congruentemente con esto, en ella el productor individual obtiene -después de hechas las deduccionesexactamente lo que ha dado a la sociedad. Lo que el productor ha dado a la sociedad es su cuota individual de trabajo. Así, por ejemplo, la jornada social de trabajo se compone de la suma de horas de trabajado individual; el tiempo de trabajo individual de cada productor por separado es la parte de la jornada social de trabajo que él aporta, su participación en ella. Obtiene de la sociedad un bono consignando que ha rendido talo cual cantidad de trabajo (después de descontar lo que ha trabajado para el fondo común), y con ese bono saca de los depósitos sociales de medios de consumo la parte equivalente a la cantidad de trabajo que ha rendido. La misma cantidad de trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recobra de ella bajo la otra. "Aquí reina, evidentemente, el mismo principio que rige el intercambio de mercancías, en cuanto éste es intercambio de equivalentes. Han variado el contenido y la forma, porque bajo las nuevas condiciones nadie puede dar sino su trabajo, y porque, por otra parte, ahora nada puede pasar a ser propiedad del individuo, fuera de los medios individuales de consumo. Pero, en 10 que se refiere a la distribución de éstos entre los distintos productores, rige el mismo principio que en el intercambio de mercancías equivalentes: se cambia una cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra cantidad igual de trabajo, bajo otra forma. "Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derecho burgués, aunque ahora el principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras que el intercambio de equivalentes en el intercambio mercantil existe sólo en el término medio y no en el caso individual. "A pesar de este progreso, este dlerecho igual sigue adoleciendo de una limitación burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aquí, consiste en que se mide por el mismo rasero, por el trabajo. "Pero unos individuos son superiores física o intelectualmente a otros y rinden, en el mismo tiempo, más trabajo, o pueden trabajar más tiempo, y el trabajo, para servir de medida, tiene que determinarse según su duración o intensidad, de otro modo deja de ser una medida. Este derecho igual es un derecho desigual para trabajo desigual. No reconoce ninguna distinción de clase, porque aquí cada individuo no es más que un obrero como los demás; pero reconoce, tácitamente, como privilegios naturales, las desiguales dotes de los trabajadores, y, por consiguiente, la desigual capacidad de rendimiento. En el fondo es, por tanto, como todo derecho, el derecho de la desigualdad. El derecho sólo puede consistir, por naturaleza, en la aplicación de una medida igual; pero los individuos desiguales (y no serían distintos individuos si no fuesen desiguales) sólo pueden medirse por la misma medida siempre y cuando se los enfoque desde un punto de vista igual, siempre y cuando se los mire solamente en un aspecto determinado, cuando, por ejemplo en el caso presente, se los considere sólo obreros, sin ver en ellos ninguna otra cosa, prescindiendo de todo lo demás. Más aún, un obrero está casado y otro no; uno tiene más hijos que otro, etc., etc. Por igual trabajo, y, en consecuencia, por igual participación en el fondo social de consumo, el uno obtiene de hecho más que el otro, el uno es más rico 457

que el otro, etc. Para evitar todos estos defectos, el derecho no tendría que ser igual, sino desigual. "Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad después comunista, tal y como acaba de brotar de la sociedad capitalista de un largo y doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad condicionado por aquélla" (MARX, Crítica del programa de Gotha, abrilmayo de 1875). "Marx no sólo tiene en cuenta del modo más preciso la inevitable desigualdad de los hombres, sino que tiene también en cuenta que la sola transformación de los medios de producción en propiedad común de toda la sociedad (corrientemente llamada 'socialismo') no suprime y la desigualdad del 'derecho burgués', el los defectos de la distribución cual sigue prevaleciendo, mientras los productos se distribuyan 'según el trabajo'. "El derecho burgués respecto a la distribución de los artículos de consumo presupone, inevitablemente también, un Estado burgués, pues el derecho no es nada sin un aparato capaz de obligar a respetar las normas de ese derecho. "De donde se deduce que bajo el comunismo subsiste durante cierto tiempo no sólo el derecho burgués, sino ¡incluso el Estado burgués, sin y la revolución, agosto-septiembre de 1917). burguesía!" (LENIN, El Estado "La burguesía nace de la producción mercantil; en estas condiciones de producción mercantil, ¿qué es el campesino que tiene un excedente de cientos de puds de trigo, que no necesita para su familia y no loy entrega a crédito al Estado obrero para ayudar al obrero hambriento, especula? ¿No es esto burguesía? ¿No nace aquí la burguesía?" (LENIN, VII Congreso de los Soviets de Toda Rusia. Diciembre de 1919). y a la burguesía limpiamos el "Sí, al derrocar a los terratenientes camino, pero no hemos construido el edificio del socialismo. Y sobre el suelo que hemos limpiado de una generación aparecen constantemente en la historia nuevas generaciones, porque el suelo produjo y produce burgueses en gran número. Y en cuanto a los que miran la victoria sobre los capitalistas a la manera como la miran los pequeños propietarios -'ellos agarraron su tajada, ahora me toca a mí'-, en verdad cada uno de ellos es la fuente de una nueva generación de burgueses" (LENIN, Reunión del CEC de Toda Rusia, abril de 1918). "El camarada Rikov, que conoce muy bien los hechos en el terreno económico, nos hablaba de la nueva burguesía que existe en nuestro país. y esto es verdad. La nueva burguesía no sólo surge entre nuestros empleados soviéticos -ella puede nacer también de allí en un número y artesanos liberados del yugo insignificante-, sino entre los campesinos de los bancos capitalistas y que ahora están aislados del transporte ferroviario... Ésta nos muestra que, incluso en Rusia, la economía mery engendra una burguesía cantil capitalista vive, actúa, se desarrolla como en toda sociedad capitalista" (LENIN, VIII Congreso del PC(b )R, marzo de 1919). "Entre 458

los ingenieros

soviéticos,

entre

los maestros

soviéticos

y entre

y colocados en las los obreros privilegiados, es decir, los más calificados mejores condiciones, en las fábricas soviéticas, observamos un constante renacimiento de absolutamente todos los rasgos negativos propios del parlamentarismo burgués, y sólo mediante una lucha repetida, incansable, prolongada y tenaz basada en la organización y la disciplina prolétarias estamos venciendo -poco a pocoeste mal" (LENIN, La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo, abril-mayo de 1920). "Los obreros jamás estuvieron separados de la vieja sociedad por una muralla china. Han conservado en buena medida la psicología tradicional de la sociedad capitalista. Los obreros están construyendo la nueva sociedad sin haberse transformado en hombres nuevos, purificados del lodo del viejo mundo, y estando hundidos todavía hasta las rodillas en ese lodo. Sólo podemos soñar con librarnos de ese lodo. Seria completamente utópico pensar que ello puede lograrse en seguida. Sería una utopía que en la práctica no haría más que postergar el dominio del socialismo hasta la llegada del reino de los cielos. "No, no nos dedicamos a la construcción del socialismo en esa forma. Lo hacemos encontrándonos en el suelo de la sociedad capitalista, luchando contra todas aquellas debilidades y defectos que también tienen los trabajadores y que arrastran hacia abajo al proletariado" (LENIN, Informe en el 11 Congreso de Sindicatos de Toda Rusia, enero de 1919). "El oportunismo es nuestro enemigo principal. El oportunismo de las capas superiores del movimiento obrero no es un socialismo proletario, sino burgués. Se ha demostrado prácticamente que los activistas del movimiento obrero que pertenecen a la tendencia oportunista son mejores defensores de la burguesía que los propios burguc:ses" (LENIN, 11 Congreso de la Internacional Comunista, julio-agosto de 1920). "Existe una tendencia pequeño burguesa de transformar a los miembros de los soviets en «parlamentarios» o, por otra parte, en burócratas. Es preciso luchar contra esto atrayendo a todas los miembros de los soviets a la participación práctica en la administración. En muchos lugares las secciones de los soviets se fusionan de modo paulatino con los comisariados. "Nuestro objetivo es atraer a todas los pobres a la participación práctica en la administración; y todos los pasos encaminados hacia el logro de este objetivo -cuanto más variados, tanto mejordeben ser cuidadosamente registrados, estudiados y sistematizados, deben ser probados con una experiencia más amplia, deben convertirse en leyes. Nuestro objetivo es asegurar el cumplimiento gratuita de las obligaciones estatales por cada trabajador después de realizada la 'tarea' de ocho horas de trabajo productivo. El paso a esto es particularmente difícil, pero sólo en él reside la garantía de la consolidación definitiva del socialismo" (LENIN, Las tareas inmediatas del poder soviético, marzo-abril de 1918). "La burguesía está vencida en nuestro país, pero todavía no está extirpada, no está aniquilada, ni siquiera del todo destrozada. Por eso se plantea en el orden del día una nueva y más alta forma de lucha contra la burguesía, la transición de la tarea más sencilla de la expropiación ulterior de los capitalistas a la tarea más compleja y difícil de crear las condiciones que imposibiliten la existencia y el resurgimiento 459

de la burguesía. Es evidente que ésta es una tarea incomparablemente superior y que sin cumplida no hay todavia socialismo" (LmuN, Las tareas inmediatas del poder soviético, marzo-abril de 1918). 11. Obras escogidas de Mao Tse-tung, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1972. Edición en español, p. 436. 12. Robinson ROJAS, La guardia roja ccnquista China, Ediciones ML, Santiago de Chile, 1968, pp. 341 a 343. 13. Informe de Chu En-lai al X Congreso del partido (1973). Esta formulación fue hecha por Mao el 30 de enero de 1962 en una sesión ampliada de la conferencia sobre el trabajo central. 14. De la colección de documentos sobre "el caso Lin Piao", que me fueron mostrados por las autoridades del partido comunista chino a fines de 1974. 15. Las citas están sacados de Importantes documentos de la gran revolución cultural proletaria, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1970, pp. 1()C)a 130. 16. Revocar veredictos justos va en contra de la voluntad del pueblo, "Renmin Ribao", 10 de marzo de 1976. Traducido al español en "Pekín Informa", del 17 de marzo de 1976. 17. Obras escogidas de Mao Tse-tung, "La situación actual y nuestras tareas", Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1972, t. IV, p. 169. 18. Sobre la producción en el ejército para su autoabastecimiento y la importancia de las dos grandes campañas por la rectificación del estilo de trabajo y por la producción, editorial escrito por Mao Tse-tung para "Diario de la Liberación", de Yenán. Obras escogidas de Mao Tse-tung, t. 111, p. 289. En noviembre de 1943, Mao decía al comité central de su partido: "Aunque el burocratismo en nuestro trabajo civil y el caudillismo militar en nuestro trabajo dentro del ejército han' sido esencialmente superados, estas nocivas tendencias pueden volver a surgir. Estamos rodeados por todos lados por el imperialismo japonés y las fuerzas reaccionarias de China, y vivimos en medio de la pequeña burguesía, reacia a la disciplina; de ahí que la polvareda extremadamente nociva del burecratismo y del caudillismo militar llegue cada día a nuestra cara" (Ibíd., p. 160). 19. Citado del informe de Teng Hsiao-ping Sobre la reforma de los estatutos del partido al VIII Congreso nacional, según la versión francesa de Editions en Langues :J!trangeres, Pekín, 1956. En lo que sigue, todos los datos referentes a 1956 tienen como fuente este informe de Teng y los de Chu En-lai y Liu Shao-chi. Los referentes a 1973 son los obtenidos por mí en Pekín, procedentes de la oficina general del comité central del partido. 20. Editions Stock, París, 1967, p. 29. , 21. The Long Revolution, Vintage Books, 1971, pp. 168 y 169. 22. STUART ScHRAM, Mao Tse-tung Unrehearsed. Talks and Letters: 1956-1971, Penguin Books, Londres, 1974, pp. 184 y 185. 23. Reproducido también en "The New York Review of Books", 9 de junio de 1977, pp. 20 y 21. 24. Obras escogidas de Mao Tse-tung, t. 111, p. 9. 25. Ibíd., pp. 14-16 y 18. 26. Ibíd., p. 29. 27. Ibíd., pp. 32, 34, 39, 41 y 45. 28. Ibíd., pp. 50-52, 54 y 58. 29. Ibíd., p. 94.

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30. Ibid., p. 159. Todas estas críticas de Mao Tse-tung aparecen tan duras como las hechas por Wang Shih-wei en Yenán, pero, a diferencia de él, no fue fusilado por la maquinaria de seguridad del partido. Naturalmente, mientras las críticas a la burocratización del partido se circunscribieran a la minoría, no había problemas. Las cabezas rodaban solamente cuando el río de la "proletarización" amenazaba desbordarse. 31. Un despacho de la agencia oficial de noticias de China, Sinjua, del 28 de julio de 1~7, titulado Tangshan, un año después del terremoto, ofrece un atisbo de la trágica dimensión del sismo: "Casas sencillas con un total de 44O.00CIpiezas han sido construidas para la ciudad desde el último invierno. Las casas tienen una altura entre 2,5 a 3 metros, de ladrillos hasta la mitad, y la parte superior y el techo son de madera o material ligero... Las piezas, con una superficie que varía entre 12 y 16 metros cuadrados, pueden acomodar de dos a tres personas". ¡Es decir, refugios para un grupo poblacional entre 880.000 a 1.100.00CI personas, en una ciudad que tenía alrededor de 1.500.000 habitantes en el momento del terremoto! 32. y lo que pasaba en el campo era esto otro: "Durante los últimos años, las fuerzas espontáneas del capitalismo han venido aumentando diariamente en el campo; en todas partes han surgido nuevos campesinos ricos, y muchos campesinos medios acomodados procuran hacerse campesinos ricos. Por otro lado, multitud de campesinos pobres sigue en la miseria por escasez de medios de producción: algunos se han endeudado y otros han vendido su tierra o la han arrendado. Si se deja que esta tendencia siga su curso, se irá agravando día a día la polarización en el campo. Los campesinos que hayan perdido su tierra y los que continwm en la pobreza se quejarán de que hacemos poco para salvarlos de la ruina o para ayudarlos a salir de las dificultades. También se sentirán descontentos con nosotros los campesinos medios acomodados que se dirigen hacia el capitalimo, pues jamás podremos satisfacer sus demandas, a menos que queramos emprender el camino capitalista. ¿Puede permanecer sólida la alianza obrero-campesina en tales circunstancias? Claro que no. Este problema sólo puede resolverse sobre una base nueva, 10 cual significa efectuar paso a paso la transformación socialista de toda la agricultura, simultáneamente con la realización gradual de la industrialización socialista y de la transformación socialista de la artesanía y de la industria y el comercio capitalistas. En otras palabras, significa realizar la cooperativización y eliminar en el campo la economía de los campesinos y ricos la economía individual, para que prospere conjuntamente toda la población rural. Sostenemos que ésta es la única manera de consolidar la alianza obrero-campesina" (Mao TSE-TUNG, "Sobre el problema de la cooPfrativización agrícola", 31 de julio de 1955; extraído de Citas del presÜlente Mao Tse-tung, edición en español, 1~2, pp. 35-36). Este texto agrega racionalidad a 10 intentado en 1958 por el maoísmo con el movimiento de las comunas populares agrícolas y urbanas, movimiento que fracasó en su aspecto fundamental: generar un tipo totalmente nuevo de organización social socialista. 33. Documentos del IX Congreso nacional del partido comunista de China, Ed. en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1969, pp. 22-23. Lo fantástico es que esta formulación se adoptó como la línea básica del partido a partir de 1966... pero su rico contenido dialéctico para explicar el contenido y la "burocratización" esencial de la lucha entre la "proletarización" del partido fue convertido en letra muerta, en un ritual, y esta formulación 461

básica pasó a servir de "legalización" de las acciones policiales del grupo de poder dentro del comité central para liquidar cualquier intento de insurrección. Dicho de otro modo, "la lucha de clases en la etapa, del socialismo" sirvió para legalizar la dictadura de una minoría burócrata civil-militar sobre todo el resto de la sociedad... y, así, la formulación "fortalecer la dictadura del proletariado" sirvió para justificar el endurecimiento de la dictadura de un grupo, de un sector minoritario de clase, sobre toda la nación china. 34. Citas del presidente Mao Tse-tung, edición en español, 1972, pp. 43-44. 35. En 1963, durante el movimiento de educación socialista, cuya punta de lanza desde el punto de vista del maoísmo debía ser dirigida contra la burocracia comunista que ya estaba cubriendo de una capa ca1cárea casi todo el cuerpo del partido, el segundo en la jerarquía, Liu Shao-chi, impuso su propio método de acción: diferenciar a los cuadros entre y "no limpios en cuatro "limpios en cuatro aspectos" aspectos" -los cuatro aspectos eran lo económico, lo' político, lo organizativo y lo ideológico-. Cualquier cuadro que fuera encontrado "no limpio" en uno de los aspectos, fuera miembro del partido o no, debería ser destituido. Este programa, evidentemente, tendía a transformar la lucha iniciada por el maoísmo en una campaña contra la "corrupción", escamoteando el contenido de lucha contra la "burocracia" como nueva capa social opresora. En las ciudades, esta misma campaña se conoció como "los cinco anti". El texto que estoy citando in extenso en estas páginas está sacado de la compilación de textos por organizaciones de guardias rojos por ellos Mao Tse-tung sü en los años 1967 y 1969, llamada genéricamente siang wan sue (Viva el pensamiento' Mao Tse-tung) y que fue editada sin autorización oficial en dos volúmenes de alrededor de 1.000 páginas en total. Una versión en inglés de algunos de estos documentos se encuentra en Miscellany oi Mao Tse-tung Thought (1949-1968), Joint Publications Research Service, Arlington, Virginia, 1974. La versión del texto que estoy reproduciendo puede encontrarse en las páginas 408-426. 36. El sistema de "puntos de trabajo" para remunerar a los campesinos significa que se les paga por trabajo efectivamente realizado cada día. En este sentido, en el campo chino adquiere toda su dimensión el principio de que "quien no trabaja no come". Dicho de otro modo, las enfermedades, la debilidad física y cualquier otro motivo que impida ir a los campos de cultivo a hacer trabajo efectivo, hace ganar menos a los campesinos. En general, en las comunas populares ricas, los puntos de trabajo tienen un valor que remunera a cada labrador con un yuan por jornada diaria (ocho horas de labor efectiva). Un yuan, en 1977, equivalía más o menos a 52 centavos de dólar norteamericano. El promedio anual de jornadas de trabajo es aproximadamente 250. 37. General mahometano, gobernador de la provincia de Kansu en 1937, por nombramiento del Gobierno de Chiang Kai-shek. Miembro de una familia de sátrapas que tuvo bajo su dominio Chingjai, Ninghsia y el norte de Kansu por décadas, manejando esa zona como un sultanato medieval. El pueblo de la región llamaba a los cuatro hermanos "los caballos del demonio", por su cruel comportamiento. En idioma chino, el carácter ma significa caballo, y de ahí el sobrenombre. 38. El estilo de trabajo de "tres y ocho" hace referencia a tres frases y ocho caracteres chinos. Las tres frases son: a) una firme y correcta orientación política; b) un abnegado y sencillo estilo de trabajo; y e) una 462

chinos estrategia y una táctica flexibles y ágiles. Los ocho caracteres y vivacidad. Los significan estas cuatro ideas: unidad, vigor, seriedad "cuatro primeros" significa: poner en primer lugar el factor humano al poner en primer lugar tratar la relación entre las armas y el hombre; el trabajo político al tratar la relación entre el trabajo político y los demás trabajos; poner en primer lugar el trabajo ideológico al tratar la en el trabajo político; relación entre el trabajo ideológico y el rutinario y poner en primer lugar las ideas vivas al tratar la relación entre las ideas vivas y las librescas en el trabajo ideológico. 39. Hay fragmentos de discusiones posteriores que apuntan al problema, bastante serio, de cómo tratar "el origen de clase" en lo que al comportamiento político se refiere. En diciembre de 1964, en una conferencia de trabajo en Pekín, Mao dijo que "los grandes funcionarios provienen de los pequeños funcionarios, y éstos del pueblo. Todos nosotros venimos del pueblo, ¡y seguimos siendo gente común! El 'generalísimo Chiang' (Kai-shek) no tenía el apellido Chiang, su apellido verdadero era Cheng y se llamaba Cheng San Fa-tzu. Era nativo de Jonan. Conocía solamente quién era su madre, pero no su padre. ¿Acaso él no proviene también del pueblo?" (Miscellany of Mao Tse-tung Thought, p. 428). En una fecha posterior no determinada, pero que por su contexto puede colocarse en 1966, el mismo Mao decía: "Es necesario determinar la posición de clase. Aunque los malos elementQs están en minoría, sin embargo Hay que ocupan algunos de los departamentos clave y tienen autoridad... distinguir entre el componente de clase de una persona y su actuación, primordialmente esta última. Trazar la división de clases es para desenmascarar a los malos elementos. Es también importante distinguir entre el origen de clase y la actuación de la persona, con énfasis en la última. La teoría de sólo su origen es incorrecta. La cuestión es si uno toma la posición de su clase de origen o adopta una posición de otra clase, esto es, si toma el lado de los obreros y de los campesinos pobres y campesinos medios de la capa inferior. Más todavía, se supone que no debemos ser sectarios, porque debemos unimos con la mayoría, incluso con los terratenientes y campesinos ricos, y con sus hijos... Pero si consideramos solamente el origen de clase, entonces serían inaceptables incluso priMarx, Engels, Lenin y Stalin. Por ejemplo, Marx estudió idealismo mero y materialismo después antes que desarrollara el marxismo. Tanto Hegel como Feuerbach fueron sus mentores en el campo de la filosofía... Al determinar el origen de clase en las fábricas, nuestro propósito es básicamente encontrar funcionarios del Kuomintang, oficiales reaccionarios, terratenientes escapados, y terratenientes, campesinos ricos, cony malos elementos. trarrevolucionarios Como en la fábrica Pai-yin, es para comprobar a los malos elementos, no a todos, y no al personal técnico que proviene de las clases explotadoras. Algunos de ellos servían a la clase explotadora. Si su actuación actual es buena debemos confiar en ellos, y aunque no sea tan buena deben ser transformados. Algunos de ellos provienen de las clases explotadoras, y con eso en mente debemos calificar su actuación... Para producir teoría socialista se necesita que los intelectuales estudien los fenómenos existentes de la lucha de clases, elevar teóricamente los resultados de su estudio, y reclutarlos, cambiando de este modo a la clase trabajadora de dispersa en organizada, y de ser una clase que se auto desarrolla en una clase con conciencia de sí misma. Debido a que los obreros tienen que trabajar y ganarse su vida cada día bajo la explotación y la opresión, no pueden producir el marxismo

463

por sí mismos. Marx no era obrero, pero pudo percibir la tendencia del desarrollo, y después de estudiar analíticamente pu~o cambiar la filosofía burguesa en filosoña proletaria, y la economía política burguesa en economía política proletaria, educando de este modo a los obreros. Es un hecho que resulta imposible para un obrero leer tantos libros, o leer volúmenes enormes, aunque tal vez los avanzados puedan leer más... Yo mismo también aprendí de la clase terrateniente, estudiando durante seis años libros de Confucio y asistiendo a escuelas burguesas siete años, lo que suma un total de trece años. Sólo tenía veinte años de edad entonces, e ignoraba a Marx. Fue sólo después de la revolución rusa de octubre que oí hablar de Marx y leí sus libros" (lbíd., pp. 433-434). 40. Mao Tse-tung Unrehearsed. TaIks and Letters, pp. 182, 184, 179, Y ISO. 41. ¡bid., pp. 183-185. 42. El resto del comité permanente lo componían entonces 144 miembros, de los crlales 30 eran miembros del comité central (21 titulares, entre ellos la esposa de Kang Sheng, la señora Tsao Yi-ou, y la esposa de Chu En-lai, la señora Teng Ying-chao, y 9 suplentes), y otro miembro era la señora Kang Ke-ching, esposa del mariscal Chu Te, el presidente de la Asamblea. Es decir, 20 % del total. 43. Los otros 14 ministerios son: agricultura y silvicultura, industria metalúrgica, tercer ministerio de industria mecánica, quinto ministerio de industria mecánica, sexto ministerio de industria mecánica, séptimo ministerio de industria mecánica, industria hullera, industrias petrolera y química, ferrocarriles, transportes, correos y telecomunicaciones, hacienda, comercio, y educación. 44. Las 11 regiones militares son las siguientes: Kuangchou, cotnprende las provincias de Kuangtung, Junan y Región Autónoma de Kuangsi. Población combinada en 1976: 126.920.000 habitantes. Chengtu, comprende Sechuan y parte oriental del Tíbet. Población combinada: 98.450.000 habitantes. Fuchou, comprende Fuchien y Kiangsi. Población: 45.260.000 habitantes. Enfrenta a la provincia de Formosa, en poder del Kuomintang. Kunming, comprende Yunnan y Kueichou. Población: 48.780.000 habitantes. Lanchou, abarca Kansu, Chingjai, Shensi, región autónoma de Ningsia y la parte occidental de la región autónoma de Mongolia Interior. Población 50.890.000. Nanking, abarca Chiangsu, Chekiang, Anjui y la municipalidad de Shanghai. Población combinada: 150.830.000. Pekín, comprende Shansi, parte central de la región autónoma de Mongolia Interior, Jobei y las municipalidades de Pekín y Tientsin. Población combinada: 93.700.000. . Shenyang, abarca Liaoning, Chilin, Jeilungchiang y parte oriental de la región autónoma de Mongolia Interior. Población combinada: 74.460.000. Sinkiang, comprende la región autónoma de Sinkiang y parte occidental de la región ~tónoma del Tíbet. Población combinada: 8.520.000. Aquí están las instalaciones atómicas y coheteriles. Tsinan, abarca sólo Shantung. Población: 73.480.000. Wu;an, comprende Jupei y Jonan. Población combinada: 107.850.000. 45. Por ejemplo, la publicación de los nombres del comité de los 464

funerales de Mao Tse-tung, ellO de septiembre de 1976, tiene 16 categorías absolutamente claras: del comité permanente del BP del partido. l."' grupo: los 4 miembros titulares del BP. 2.° grupo: 12 miembros suplentes del BP. 3."' grupo: los 4 miembros de la Asamblea Popular Nacional. 4.° grupo: 16 vicepresidentes ministros del Consejo de Estado. 5.° grupo: 4 viceprímeros de defensa, dos miembros del presidium de 6.° grupo: un viceministro la IV Asamblea Popular Nacional, y el presidente del Tribunal Popular Supremo. titulares del comité central (con la ausencia 7.° grupo: 141 miembros de seis nombres, indicativo de una purga). suplentes del comité central. 8.° grupo: 121 miembros de Mao Tse-tung. 9.° grupo: un secretario 10.° grupo: dos hijas y un sobrino de Mao Tse-tung (el sobrino y una hija fueron a dar a la cárcel después del golpe de octubre de 1976). 11.° grupo: 9 responsables de los medios de propaganda. 12.° grupo: 13 ministros titulares y 4 suplentes. 13.° grupo: 7 miembros del estado mayor general del EPL. 14.° grupo: 12 viceministros. 15.° grupo: 15 vicepresidentes de departamentos de gobierno. 16.° grupo: 4 "representantes" del Kuomintang, entre ellos Huang Wei, general de Chiang Kai-shek, liberado después de 26 años de presidio en febrero de 1975. Tal vez resulte ocioso decir que de los 3Q6 personajes de los 8 grupos más altos de la jerarquía, sólo 5 personas no pertenecían al comité central del partido. 46. "Pekín Informa", núm. 13, 31 de marzo de 1976, pp. 5 a 8. 47. Edgar SNOW, The Long Revolution, Vintage Books 1973, p. 123. 48. Todas estas cifras deben tomarse como referencia, y no consideradas totalmente exactas. En todo caso, reflejan la realidad.

Capítulo

3

1. Contraatacar la tendencia derechista a revocar veredictos justos y promover la producción industrial, editorial de "Renmin Ribao" del 28 de marzo de 1976. 2. Una versión en inglés de estos textos puede encontrarse en Miscellany oi Mao Tse-tung Thought (1949-1968) Part 1, Joint Publications Research Service, Arlington, Virginia, pp. 72-76. Los textos citados más adelante sobre la conferencia de Nanning pueden consultarse en el mismo libro, pp. 77-84. 3. Mao Tse-tung Unrehearsed, op. cit., pp. 92-94. 4. Esta resolución fue publicada íntegramente en "Renmin Ribao" del 19 de diciembre de 1958, y traducida al inglés, francés y español por Ediciones en Lenguas Extranjeras. 5. Documentos de la 1 sesión de la IV Asamblea Popular Nacional de la República Popular China, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1975, p. 42.

6. Ibid., p. 56. 7. Ibid., p. 66. 465

8. Mao Tse-tung Unrehearsed, op. cit., p. 278. 9. Miscellany 01 Mao Tse-tung Thought, Part Il, pp. 453-454. Esta "Directiva sobre la Gran Revolución Cultural en Shanghai", publicada por los guardias rojos en 1%8, relatando la conversación de Mao con Yao y Chang sostenida el 12 de febrero, tiene la siguiente nota de sus editores chinos no oficiales: "Este artículo está basado en una grabación del camarada Cheng Chun-chiao para preparar su discurso en la Plaza del Pueblo de Shanghai el 24 de febrero, y en algunos apuntes tomados por él. Por eso es difícil asegurar que cada palabra sea exactamente la usada por el presidente Mao, y de ahí que este documento sea sólo para referencia". El documento agrega reflexiones de Mao que son muy útiles conocer para medir la confusión política en que se encontraba el líder, al punto de sumirse en un conservadurismo que, finalmente, sería factor principal del desmoronamiento de la revolución cultural: "Debemos apoyamos en el noventa y cinco por ciento de las masas, y así el noventa y cinco por ciento de los cuadros nos seguirán. China tiene una enorme pequeña burguesía, y el número de campesinos medios es bastante grande. En las áreas urbanas, el número de pequeña burguesía, artesanos, incluyendo los propietarios de pequeños negocios, es considerable. Si probamos ser versados en el trabajo de dirección, ellos no seguirán. Debemos apoyamos en la vasta mayoría... "La Comuna de París. ¿No decimos todos que instaurar una Comuna de París es instaurar un nuevo poder político? La Comuna de París fue fundada en 1871, casi % años atrás. Si la Comuna de París no hubie¡;a fracasado entonces, ahora, según mi opinión, ya estaría transformada en una comuna burguesa. Esto es así porque la burguesía francesa no podía permitir que la clase obrera de Francia tuviera tanto poder político. :';;ste es el caso de la Comuna de París. En cuanto a la forma soviética de poder político, tan pronto como se materializó, Lenin estaba tan entusiasmado que la juzgó como una notable creación de los obreros, campesinos y soldados, así como también una nueva forma de dictadura proletaria. Sin embargo, Lenin entonces no tenía la menor idea de que aunque los obreros, campesinos y soldados podían usar esa forma de poder político, también podía ser usada por la burguesía, y por Jruschov. Así, el actual soviet ha sido transformado de soviet de Lenin a soviet de Jruschov". Estas reflexiones de Mao lo muestran como un hombre tan descorazonado que incluso no puede razonar en términos dialéctico s y, en cambio, hace gala de un fatalismo derrotista que lo empuja a pensar que la revolución parece ser imposible. y en su afán de impedir la formación de comunas populares a partir de la insurrección de Shanghai, llega a formular esta errática tesis: "Las experiencias principales son la Comuna de París y el soviet. Creemos que el nombre de República Popular China puede ser usado por ambas clases. Si nos derribaran y la burguesía llegase al poder, no tendrían necesidad de cambiar el nombre y la llamarían siempre República Popular China. El asunto principal es qué clase tomaría el poder político. :';;sa es la cuestión fundamental, y no qué nombre tendría". La trampa de Mao es evidente: lo que ocurría en Shanghai era que los obreros organizados habían tomado el poder y querían cambiar el aparato estatal allí para poder ejercer su hegemonía política, y habían buscado el nombre de comuna para su nuevo estado. Mao se oponía a eso, y argumentaba en contra del nombre elegido, para impedir que los obreros mantuvieran su poder y la insurrección incendiara toda China... 466

y su ejército, el ejército Naturalmente, en contra de los conservadores popular. Era guerra civil, pero guerra civil revolucionaria. Y contra eso estaba Mao, claramente, en esos momentos. Y desesperado, aferrado a argumentos falaces: "Pienso que debemos ser más estables y no cambiar todos los nombres. Es así porque esto daría nacimiento a la cuestión de y al asunto cambiar el sistema político, a la cuestión del sistema estatal, del nombre del país. ¿Quieren cambiado por el de Comuna Popular China? ¿El presidente de la República Popular China tendrá que llamarse director o jefe comunal? No sólo éste, también otro problema se originará. El de que, si hay un cambio, seguirá el problema del reconocimiento o no reconocimiento de los países extranjeros. Cuando el nombre de un país es cambiado, los embajadores extranjeros pierden sus credeny darse nuevo recociales, hay que intercambiar de nuevo embajadores nocimiento. Sospecho que la Unión Soviética no nos reconocerá. No se atreverá a reconocemos, puesto que el reconocimiento causaría problemas a los soviéticos. ¿Cómo podría haber una Comuna Popular China? Sería embarazoso para ellos, pero las naciones burguesas nos reconocerían". El temor a la fuerza militar de Lin Piao, su socio inestable en la lucha contra la burocracia civil, y al desencadenamiento de una guerra civil revolucionaria había rebajado el nivel de la argumentación a un punto difícil de superar. 10. Wu Fa-sien fue apresado en septiembre de 1971, junto con la mayoría del estado mayor general, después de ser asesinado Lin Piao. 11. "Pekín Informa" núm. 17, 30 de abril de 1973, p. 20. 12. Edgar SNOW, The Long Revoluti'On, p. 141. 13. La guardia roja conquista China, op. cit. 14. Ed. ERA, México, 1966, pp. 97 y ss. 15. Movilizar todo el partido para desarrollar vigorosamente la agricultura y luchar por generalizar distritos tipo Tachai, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1976, p. 59. Discurso de Wang Chin-tsi, vicesecretario del comité distrital del partido en Siyang, provincia de Shansi. 16. [bid., p. 33. Discurso de Kuo Feng-lien, secretaria de la célula del partido de la brigada de Tachai, promovida a miembro suplente del comité central en agosto de 1977, en el XI Congreso nacional del partido. Durante mis investigaciones en 1966 en el campo chino, descubrí que la brigada de producción Octu'bre", en la comuna popular Lago Occidental, " tuvo una entrada per cápita en 1%5 de poco más de 187 yuanes. En la provincia de Changsa, la comuna popular "Flor Amarilla", que agrupaba a 4.400 familias, sostenía que la entrada anual per cápita, para 1966, era de 320 yuanes. En la provincia de Kuangtung, la brigada de producción Sa Chi "Riachuelo de Arena", en la comuna popular "Gran Piedra", tenía una entrada per cápita anual de 200 yuanes. 17. En 1966 encontré que el ingreso per cápita más bajo detectado en las comunas populares fue de 47 yuanes. Haciendo la comparación con el ingreso de 320 yuanes de la brigada más rica encontrada (ver nota anterior), tenemos esta diferencia entre ricos y pobres en el campesinado: Brigada

mds pobre. Ingreso en especie Ingreso en dinero TOTALper cápita

32,12 yuanes 14,88 yuanes 47,00 yuanes 467

Brigada más rica. Ingreso Ingreso TOTAL per

en especie en dinero cápita

37,90 yuanes 282,10 yuanes 320,00 yuanes

Diferencia de ingreso en dinero entre los más pobres y los más ricos: de 14,88 yuanes contra 282,10 yuanes. O sea, diecinueve veces. Una cifra bastante más alta que la encontrada por Bettelheim, y al mismo tiempo un reflejo de la diferencia real entre campesinos pobres y campesinos ricos en la China de hoy. 18. El documento interno de la reunión de Lushan, fechado el 16 de agosto de 1959, dejaba más en claro la dimensión de la actitud del mariscal Peng Te-juai. Cito algunos extractos: "En el período anterior a la convocación por el comité central del partido de una reunión ampliada del buró político en Lushan en julio de 1959, y durante la reunión de Lushan, la camarilla antipartido oportunista de derecha acaudillada por Peng Te-juai [oo.] desató dentro de nuestro partido una feroz ofensiva contra la línea general del partido, contra el Gran Salto Adelante y contra las comunas populares. Esta ofensiva se produjo en momentos.en que las fuerzas reaccionarias de dentro y fuera del país estaban aprovechando ciertos defectos transitorios y parciales en los grandes movimientos de nuestro país -el Gran Salto Adelante y las comunas populares-, para intensificar su ataque contra nuestro partido y nuestro pueblo. Un ataque desencadenado en circunstancias tales desde dentro del partido, especialmente dentro del comité central del partido, es obviamente más peligroso que un ataque desde fuera del partido [...]. Las actividades encaminadas a dividir el partido cometidas por la camarilla antipartido acaudillada por Peng Te-juai han venido efectuándose durante largo tiempo. La carta que expone sus opiniones, dirigida al camarada Mao Tse-tung por Peng Te-juai el 14 de julio de 1959, en la primera etapa de la reunión de Lushan, junto con algunos de sus discursos e intervenciones en el transcurso de la reunión, representa el programa de los oportunistas de derecha para su ataque contra el partido. A pesar de todas sus pretensiones de aparente apoyo a la línea general y al camarada Mao Tse-tung, su carta, discursos e intervenciones fueron esencialmente concebidos para incitar a los elementos dentro de nuestro partido que tienen ideas derechistas, a los que tienen quejas contra el partido, a los especuladores políticos, y los elementos .ajenos al proletariado infiltrados en el partido para que, haciendo eco a las calumnias de los reaccionarios nacionales y extranjeros, lanzaran feroz acometida contra la línea general del partido y contra la dirección del comité central del partido y del camarada Mao Tse-tung [...]. Peng Te-juai recogió las deficiencias transitorias y parciales que desde hace mucho fueron superadas, o que lo están siendo rápidamente, las exageró fuera de toda medida y pintó el más negro cuadro sobre la situación actual de nuestro país. En esencia, negó la victoria de la línea general y los éxitos del Gran Salto Adelante, y se opuso al desarrollo a ritmo acelerado de la economía nacional, al movimiento para el logro de elevados rendimientos en el frente agrícola, a la campaña de masas para producir en gran escala hierro y acero, al movimiento de la comuna popular, a los movimientos de masas en la construcción económica y a la dirección del partido en la

468

edificación del socialismo, es decir, 'a colocar la política en el mando'. En su carta calumnia descaradamente el fervor revolucionario del partido y de los cientos de millones de seres que integran nuestro pueblo, calificándolo de 'fanatismo pequeñoburgués'. Aún más, en sus observaciones expresó reiteradamente que 'si los obreros y los campesinos chinos no fueran tan buenos como son, hace tiempo que en China habría ocurrido un inci-iente como el de Hungría y habría sido necesario llamar tropas soviéticas'. Resulta evidente que los errores cometidos por él no son de carácter aislado, sino que son errores de una lí".ea oportunista de derecha, que por su naturaleza son antipartido, antipopulares y antisocialistas [...]. Con el fin de realizar sus ambiciones personales, Peng Te-juai ha venido atacando y calumniando con furia desde hace tiempo dentro del partido y el ejército al camarada Mao Tse-tung, el líder del partido, y a otros camaradas dirigentes del comité central y de la comisión militar de éste. En sus actividades fraccionalistas encaminadas a dividir el partido ha recurrido a métodos tales como promesas de ascensos oficiales, tráfico en el halago y la adulación, ataque primero y atracción después, siembra de discordias, creación de rumores y difusión de mentiras y calumnias [...]. Debido a su posición en el comité central del partido y en el Ejército Popular de Liberación, y debido también a su táctica de fingir franqueza y en efecto y sencillez, las actividades de Peng Te-juai podían extraviar, extraviaron, a algunas personas; por eso entrañan grave peligro para el futuro del partido y del Ejército Popular de Liberación. Por eso es que necesariamente ha llegado a constituir tarea importante del partido, y de y a todos los que son leales al partido, al Ejército Popular de Liberación la causa del socialismo, desenmascarar la verdadera fisonomía de este hipócrita, arribista y conspirador, y poner fin a sus actividades divisionistas antipartido [...]. El actual error de Peng Te-juai no es fortuito. Tiene hondas raíces sociales, históricas e ideológicas. El y sus cómplices y seguidores son esencialmente representantes de la burguesía que ingresaron en nuestro partido durante la revolución democrática. Peng Te-juai se incorporó al partido y al ejército revolucionario dirigido por el partido con la idea de 'hacer una inversión'. Sólo quiere mandar a los demás, a la colectividad, pero no le gusta ser dirigido por otros, por la colectividad No considera los éxitos en el trabajo revolucionario bajo su responsabilidad como éxitos de la lucha sostenida por el partido y el pueblo; en lugar de ello, se atribuye todo el mérito para sí. Sus actividades antipartido reflejan precisamente esta lucha de clases; la burguesía china se opone a la revolución socialista del proletariado e intenta amoldar el partido, el ejército y el mundo a su propia imagen burguesa. Puesto que la concepción del mundo de Peng Te-juai es incompatible con el marxismoleninismo del proletariado revolucionario y está diametralmente contra él, es natural que dentro del partido no quiera aceptar la dirección marxista-leninista representada por el camarada Mao Tse-tung [...]. En varias coyunturas decisivas de la historia de nuestro partido [...] Peng Te-juai se puso invariablemente al lado de la línea errónea, en contra de la línea correcta representada por el camarada Mao Tse-tung. Después de la reunión de Tsunyi, efectuada en enero de 1935, en donde se estableció definitivamente la dirección del camarada Mao Ts-tung en todo el partido y el ejército, Peng Te-juai siguió oponiéndose a dicha dirección y se empeñó en actividades escisionistas en el seno del partido y del ejército. Durante la guerra de resistencia contra el Japón consideró la zona a su cargo como propio feudo independiente, y lo utilizó como capital para 469

asegurar su 'independencia' del comité central del partido [...]. Aunque el comité central del partido denunció y criticó en 1945 los graves errores políticos y organizativos que él cometió cuando trabajaba en el norte de China, Peng Te-juai jamás los reconoció ni corrigió [...]. El partido exige que Peng Te-juai, Juang Ke-cheng, Chang Wen-tien, Chu Siao-chu y otros reconozcan y revelen completamente sus propios errores ante el partido y los corrijan totalmente en la acción. No existe para ellos ninguna otra salida. La VIII sesión plenaria del comité central elegido en el VIII Congreso nacional del partido estima que el partido debe seguir manteniendo una actitud de profunda y afectuosa sinceridad hacia Peng Te-juai con el propósito de ayudarlo a reconocer y rectificar sus errores. Por supuesto, es absolutamente necesario apartar a Peng Te-juai, Juang Ke-cheng, Chang Wen-tien, Chu Siao-chu y otros de los cargos de Defensa Nacional y de Relaciones Exteriores, así como del cargo de primer secretario del comité provincial del partido y de otros cargos. Pero ellos todavía pueden conservar sus calidades de miembros suplentes del comité central o del buró político, y observaremos cuál es su comportamiento en el futuro. La historia ha probado muchas veces la total justeza de la política sobre la lucha interna del partido seguida por el gran partido comunista de China bajo la dirección del comité central encabezado por el camarada Mao Tse-tung." El apoyo con que se sentía Peng Te-juai cuando intervino en esta sesión que le condenó a la oscuridad pero no al ostracismo político, se puede ver en la forma en que se comportó frente a Mao Tse-tung, según relata el propio líder chino en su discurso en la X sesión plenaria del VIII comité central, en la mañana del 24 de septiembre de 1%2. Dijo: "Sobre el problema del trabajo, camaradas, por favor, cuídense de que la lucha de clases no interfiera nuestro trabajo. La primera conferencia de Lushan en 1959 estaba dedicada originalmente a hablar del trabajo. Entonces, Peng Te-juai se puso de pie de un saIto y dijo: 'Usted se ha cagado en mi madre durante cuarenta días, ¿permite cagarme en la suya durante veinte días?' Todo este asunto de cagar desordenó la conferencia y el trabajo fue afectado". (Mao Tse-tung Unrehearsed, op. cit., p. 194). 19. Mao Tse-tung Unrehearsed, op. cit., pp. 145 y 146. 20. La destitución de Jai Rui dramatizaba la situación de un funcionario de la dinastía Ming que tuvo el valor de criticar al emperador por su política, ganándose la enemistad de éste. El funcionario fue expulsado de su cargo "erróneamente", y por eso más tarde reinstalado en él con honores de patriota. El drama fue estrenado en 1%1, y el propio Wu, bajo crítica, confesó más tarde que intentó hacer un paralelo entre el personaje Jai Rui y el mariscal Peng Te-juai. 21. Joint Publications Research Service, Arlington, Virginia, pp. 456 y ss. 22. Estos textos figuran en los "documentos confidenciales" del comité central de diciembre de 1976, editados bajo el subtítulo de Materiales de referencia sobre las actividades antipartido de la banda de los cuatro. A partir de febrero de 1975, cuando el grupo maoísta comenzó a hacer circular "materiales confidenciales" sobre los miembros del buró político que se oponían a lanzar la segunda revolución cultural en la lucha contra la burocracia, se comenzó a llamar a Chu En-lai con el seudónimo de Li Jung-chang, el nombre de un político chino nacido en 1823 y muerto 1901, que había sido ministro a fines de la dinastía Ching. Los manualesen de historia de las escuelas primarias chinas lo definen así: "Cabecilla de la escuela de 'la occidentalización' del país. Abogaba siempre por la 470

y el entreguismo capitulación ante los extranjeros, y fue uno de los que dictaron la política de ese tiempo. Sirvió para quitar los obstáculos al camino en la invasión imperialista de China". -En un artículo del diario de Shanghai "Wenjui Bao", de febrero de 1975, se puso el siguiente párrafo: "Las llamadas 'cuatro modernizaciones' se originan en la farmacia 'extranjera' patrocinada por Li Jung-chang y sus socios", Lo más importante, sin embargo, era que el grupo izquierdista trazaba la historia de los líderes "demócratas burgueses" desde sus orígenes en los años veinte. Hablaba de los "franceses", señalando a Chu En-lai, Chen Yi, Li Fu-chun (ya fallecido), Teng Hsiao-ping, Tsai Chang (la viuda de Li Fu-chun y vicey otros que habían presidenta de la APN), al mariscal Nieh Yung-chen estado en Francia, e "inevitablemente se han opuesto a la línea proletaria en el partido". Refrescaban la memoria de los jóvenes chinos, diciendo que en abril de 1927 se había celebrado el V Congreso del partido, que ya tenía 58.000 miembros, y que Mao Tse-tung se había opuesto a la línea de derecha de Chen Tu-siu y había sido privado de su derecho a y expulsado del comité central, y que en agosto voz, obligado a retirarse del mismo año, cuando se expulsó a Chen Tu-siu, se formó un buró político 'provisional "que mantuvo fuera del comité central al presidente Mao". En ese buró político figuraban Chiu Chu-pai, Li Li-san, Li Wei-jan, Liu Shao-chi, Chu En-lai, Siang Chung-fa, Chang Kuo-tao, y cinco suplentes. "Desde esa fecha viene la alianza de Liu con Chu -aseguraban los documentos-, actuando siempre a espaldas del presidente Mao." Se agregaba que en julio y septiembre de 1928, "fuera de China" (es decir, en Moscú), se realiza el VI Congreso del partido, al que asisten 84 delegados representando teóricamente a 41.000 comunistas. Eligen un buró político en el que están Chang Kuo-tao, Chu En-lai, Chiu Chu-pai, Siang Chung-fa, Ju Wen-chieng, Li Li-san y Tsai Jo-shen. El nuevo buró elige miembro del comité central de nuevo a Mao Tse-tung, pero critica los "movimientos campesinos de Jupei y Junan como desviaciones pequeñoburguesas", y se autocritica diciendo que "esos movimientos campesinos habían sido sobrestimados por la dirección del partido". Chu En-lai es encargado de las "cuestiones militares" del comité central, y como tal redacta un informe el 11 de junio de 1930 criticando a Mao Tse-tung y Chu Te por sostener "desviaciones aventureras de derecha". "Sólo una autocrítica hipócrita hecha más tarde -aseguraban los documentosle permitió a Chu infiltrarse en la dirección del partido dirigida por el presidente Mao, que le perdonó para corregirlo, y le nombró miembro adjunto de la comisión militar de la República Soviética China fundada el 27 de noviembre de 1931 por el propio presidente Mao." "Nunca se corrigió -dicen los escritos clandestinos de la izquierda-, y después Chu apoyó secretamente a Liu Shao-chi, a Teng Hsiao-ping y a Peng Te-juai." "Es el Confucio de nuestros días, el gran dignatario Chu, que se aÍía con monstruos y demonios a fin de mantenerse en el poder." 23. "Pekín Informa" núm. 5 del 2 de febrero de 1977. 24. Referencia a Mao Tse-tung. 25. Alusión al programa político Chu-Teng. 26. Volante clandestino firmado por la liga de la juventud, aparecido el 29 de abril de 1976 en la provincia de Chechiang. 27. No está de más tampoco poner atención a que 13 de los 26 miembros son militares, y que de cinco mariscales todavía vivos, cuatro están en el buró político. El quinto es Peng Te-juai, que bordea los 90 años de edad, y está en la sombra política desde 1959. 471

28. Todas las citas del informe de Hua "Pekín Informa" del 31 de agosto de 1m.

proceden

del número

35 de

Capítulo 4 1. "Pekín Informa" núm. 4, 31 de enero de 1973. 2. El racionamiento de arroz, el alimento principal junto con la soya y las verduras, en 1977 era así: Para un intelectual adulto: 17 kilos mensuales. Para un niño de 1 año: 3 kilos al mes. (Por cada año de edad adicional, hasta los seis años, medio kilo de aumento. O sea, a los 6 años de edad, 5,5 kilos al mes. Hasta los 14 años, aumenta 1 kilo por año. Es decir, a los 14 años, 13,5 kilos al mes.) Para un adolescente de 15 años: ración completa. Para un obrero: 20 kilos al mes. Para un obrero con trabajo pesado: 22,5 kilos al mes. El racionamiento se controla por medio de cupones que, generalmente, son válidos por un año. En algunos organismos del Estado, los cupones tienen validez mensual, como era el caso de Ediciones en Lenguas Extranjeras, donde yo trabajaba. Hay algunos que no consumen su ración, y los cupones que les sobran los regalan a "compañeros más necesitados", o, en casos que pude detectar, son vendidos a quienes necesitan, e ingresan en el circuito del mercado negro. Una medida de las tensiones producidas por la falta de buenas cosechas agrícolas la da la proyección de 1962 a 1976, por ejemplo, si se hubiera cumplido el plan de 4 % de crecimiento anual de la cantidad per cápita: 622 kilos per cápita en 1976, o sea, una cosecha de 546,5 millones de toneladas... ¡Más del doble de lo efectivamente cosechado en 1976! Recordemos también que en 1958, en el documento sobre las comunas populares, se decía: "Debemos hacer cuanto podamos para alcanzar un promedio anual de dos o tres mil jines o de una tonelada a una tonelada y media de grano per cápita, dentro de un plazo relativamente breve". Dieciocho años más tarde, en vez de estar entre 1.000 y 1.500 kilos, la producción per cápita de la población campesina estaba solamente en 379 kilos per cápita; un atraso espectacular respecto a las expectativas de los dirigentes en 1958. Para conocer más de cerca lo que significa esta "economía de supervivencia", cito aquí de la propaganda oficial china ("Pekín Informa" núm. 13 de 1966). Cuentas anuales del segundo equipo de producción de la brigada Baching, compuesto por 42 familias -es decir, 182 personas, de las cuales eran fuerza de trabajo 87, y poseían 35 animales de tiro--. Pertenecía a la comuna popular Yangtan, provincia de Shansi:

472

INGRESO Y DISTRIBUCI6N

EN 1964 (en yuanes)

Gastos de producción Impuesto agrícola Fondos de reserva Fondos de bienestar Reservas de cereales Distribuido a los miembros

13.124 2.2fJ1 1.697 330 1.488 15.104

38,6% 6,5% 5.0% 1,0% 4,4% 44,5%

Ingreso

33.950

100,0 %

bruto

Esto daba un promedio de ingreso per cápita de 83 yuanes, de los cuales sólo 40 eran en dinero: "Cada miembro que participa en el trabajo puede recibir alrededor de 52 % de su ingreso personal en especies y 48 % en dinero". y DISTRIBUCI6N

PRODUCCI6N

DE LA COSECHA DE VERANO = ~dio ki'lo)

DE 1965 (en jines: un jin Impuesto agrícola Venta al Estado Para semillas, reservas, etc. Distribuido a los miembros Total

13.764 25.636 28.560 56.330

11,1 % 20,0% 23,0% 45,3%

124.290

100,0 %

De este total, 116.340 jines eran de trigo y el resto de cebada. En "Pekín Informa" núm. 14, 6 de abril de 1966, vienen las cuentas personales, anuales, de la familia del campesino Chang, compuesta dI¡ 8 personas. Es un campesino acomodado. ];tI, su esposa y una hija viven en 3 habitaciones. Su hijo, su nuera y tres nietos viven en 2 habitaciones. GASTOS

DE LA FAMILIA

Granos Algodón (desmotado) Aceite comestible Tallos de algodón para combustible Compra de carrito de mano Gastos individuales y para niños

CHANG

EN 1964 (cuentas

3.200 jines 16 ..

32 4.500

anuales) 352,00 yuanes 13,60 " 22,40 4,30 70,00 153,70

Ahorro

en el banco

616,00 302,00

Ingreso

total

918,00

de la familia

De aquí vemos más o menos, y yuanes de gasto 90 centavos de declaraba: "En

Pt

que la familia tiene un ingreso per cápita de 115 yuanes que su vida durante el año se desarrolló al nivel de 1,6 por persona en cosas que no fueran comida; es decir, y dólar... sin embargo ahorran. El jefe de la familia 1961 compramos una bicicleta 'Paloma Voladora' por 473

165 yuanes. En 1962, una máquina de coser por 140 yuanes. En 1964, un carrito de mano que nos costó 100 yuanes". 3. Quand la Chine s'eveillera... le monde tremblera, libro colectivo firmado por Peyrefitte, Ed. Fayard, París, 1973, p. 48. 4. Reproducido de "China Now", diciembre de 1975. 5. Discurso ante la tumba de Marx, copiado de Marx, Engels, Obras Escogidas, Ed. Progreso, Moscú, p. 165. 6. "Pekín Informa" núm. 6, 9 de febrero de 1977. 7. El texto de Mao era éste: "El Ejército Popular de Liberación debe ser una gran escuela. En esta gran escuela, los miembros del ejército y adquirir cultura general; militares deben estudiar política y asuntos pueden dedicarse también a la producción agrícola y a las ocupaciones secundarias, administrar algunas fábricas medianas o pequeñas, y pro. ducir ciertos artículos para satisfacer sus propias necesidades o hacer trueque con el Estado según el principio de intercambio de valores iguales. Los miembros del ejército deben, además, estar en condiciones de dediy participar en el movimiento de educación carse al trabajo de masas y en el campo. Cuando haya terminado este socialista en las fábricas movimiento, siempre tendrán trabajo que hacer entre las masas, de modo que el ejército se funda definitivamente con el pueblo. "Asimismo, deben participar en toda ocasión en las luchas de la revolución cultural para criticar a la burguesía. "Los obreros, aunque tienen como actividad principal la industria, y política y adquirir cultura general. deben estudiar asuntos militares Además, deben participar en el movimiento de educación socialista y criticar a la burguesía. Donde las condiciones 10 permitan, deben dedicarse a la producción agrícola y a ocupaciones secundarias, tal como 10 han venido haciendo en el campo petrolífero de Taching. "Los campesinos de las comunas tienen como actividad principal la agricultura (que incluye la silvicultura, ganaderia, ocupaciones secundarias y piscicultura), pero también deben estudiar asuntos militares y política y adquirir cultura general. Cuando las condiciones lo permitan, deben administrar colectivamente pequeñas fábricas. Igualmente deben criticar a la burguesía. "Esto también es válido para los estudiantes. Siendo el estudio su actividad principal, deben aprender otras cosas, es decir, no sólo cultura y asuntos militares. Asimismo, general, sino también industria, agricultura deben criticar a la burguesia. Hay que acortar el periodo de estudio y y no permitir el fenómeno de que hacer una revolución en la educación, los intelectuales burgueses dominen nuestras escuelas. y de los "Los trabajadores del comercio, de las ramas de servicios organismos del partido y del Gobierno deben actuar de la misma manera, siempre que las condiciones lo permitan", Este texto de Mao subraya la necesidad de formar una especie de ciudadanos obreros-campesinos-soldados, 10 cual inmediatamente supone la necesidad de cambiar la estructura de relaciones sociales del sistema (tal vez en el esquema de comunas populares, como primitivamente se pensó en 1958), Sobre todo, apunta a dos cosas: la primera, fundir el ejército con el pueblo, es decir, borrar las diferencias de hecho existentes entre solimpedir el fenómeno dados y civiles; y segundo, tal vez lo más importante, vastamente difundido en China de la "alienación por el trabajo". Es decir, la forma sutil en que la burocracia gobernante escamotea el derecho a gobernar colectivamente que tienen los trabajadores, alienándolos por me474

dio del trabajo, "de la construcción del socialismo". Es decir, del mismo modo que en las sociedades burguesas la clase dominante aliena a la inmensa mayoría del pueblo de los asuntos del Estado por medio del deporte comercializado, los juegos de azar, la subliteratura, la pornografía, la moda, etc. Estos Estados como el chino, que de socialistas pasan a ser burocráticos, alienan al pueblo por medio del culto al trabajo, hasta llegar a meter en la ideología de vastas mayorías populares la idea de que el "orden socialista" significa: el pueblo trabaja con todas sus fuerzas, y los gobernantes gobiernan. Cada cual en su tarea. Y desaparece el derecho a crítica, incluso el derecho a examinar científicamente las tareas que están cumpliendo los gobernantes. 8. Un análisis somero de los artículos que se publicaron en los primeros meses después del golpe de Estado de octubre de 1966 revela este tipo de marxismo ficción aplicado a los cuatro, como oponiéndose a todo progreso en China. Cito algunos de los títulos de las informaciones de la agencia Sinjua: 9 de marzo de 1977: "Academia de Ciencias de China condena a la banda de los cuatro por sabotear el trabajo científico y técnico". 30 de enero de 1977: "Artículo del ministerio de educación sobre el sabotaje de la banda de los cuatro contra la investigación básica teórica en las ciencias naturales". 18 de diciembre de 1976: "Comité provincial del partido critica a la banda de los cuatro por sabotear la revolución cultural". 10 de diciembre de 1976: "La banda de los cuatro intentó sabotear el co-

mercioexterior"

.

27 de noviembre de 1976: ... "la industria petrolera"; 27 de noviembre de 1976: ..."la política educacional"; 25 de noviembre de 1976: ..."sabotearon la agricultura"; 22 de noviembre de 1976: ..."distorsionar y sabotear el principio de apoyarse en sus propias fuerzas y la independencia"; 18 de y el arte"; 14 de nonoviembre de 1976: ..."la revolución en la literatura viembre de 1976: ... "el trabajo en la minería"; 13 de noviembre de 1976: ... "el trabajo de socorro para el terremoto en la zona de Pekín-TangshanFengnan"; 6 de noviembre de 1976: ... "la industria fílmica"; 24 de marzo de 1977: ... "las bellas artes"; 17 de marzo de 1977 : ... "la ciencia y la técnica"; 16 de .marzo de 1977: ..."el doctor Sun Yat-sen"; 16 de febrero de 1977: ..."la producción de hierro y acero"; 22 de febrero de 1977: ..."la administración de las empresas"; 23 de febrero de 1977: ..."la artesanía"; 2S de febrero de 1977: ..."lapolítica del partido sobre los intelectuales"; 4 de marzo de 1977: ..."los ferrocarriles". Pero lo que llega al colmo del cinismo político es la información del 29 de marzo de 1977, titulada La banda de los cuatro manipula fotos periodísticas en su complot antipartido, donde señalaba que "en otra foto que muestra al camarada Hua Kuo-feng [el día 18 de septiembre de 1976 en la Plaza Tiananmen] pronunciando el discurso fúnebre, la banda de los cuatro insertó a Wang Hung-wen, Chang Chun-chiao y Chiang Ching en la fotografía con Wang Hung-wen en la posición central". ¡Toda China vio por televisión esta ceremonia, y vio que los lugares de los líderes chinos estaban ocupados según el orden jerárquico, y Wang Hung-wen, por supuesto, estaba en la posición central, porque fue quien presidió el acto, abriendo y cerrando la ceremonia fúnebre! Después, la propaganda china publicó las fotografías de la ceremonia borrando simplemente las figuras de los cuatro, y afirmando que así había ocurrido! La revista "China Ilustrada", en su número 11 de 1976, por ejemplo, inserta estas fotos falsifi475

cadas en sus páginas 4, 5 y 11. En general, todas las fotos de los funerales de Mao han sido falsificadas después del golpe, y también, en los museos chinos, todas las fotos de la historia de la revolución en que aparecían los purgados. Capitulo

5

1. El sábado 25 de octubre de 1975, el diario "El Mercurio", bajo el titular Cancelan permiso a dos agencias de notkias comunistas, publicaba esta información: "El Gobierno procedió ayer a cancelar el permiso de operar en Chile a dos agencias internacionales comunistas. 'Por no existir reciprocidad con esos países', según informó el director de informaciones del Gobierno, Gastón Acuña. Las agencias afectadas, y que sólo mantenían corresponsales en Santiago, son la CTK, de Checoslovaquia, y la ADN, de Alemania Oriental". Lo que no decía la información era que en Santiago quedaba "otra agencia de noticias comunista", pero perteneciente a los comunistas "buenos" a ojos de Pinochet, y no a los comunistas "malos". Era la agencia Sinjua, de la República Popular China, que durante y después del golpe de Estado de 1973 ha tenido una "respetuosa conducta" hacia el Gobierno de Chile (la dictadura de Pinochet), según el mismo Gastón Acuña. La agencia Sinjua sigue hasta ahora manteniendo su oficina en Santiago y sus corresponsales de nacionalidad china, y su silencio en apoyo de Pinochet. 2. La "amistad" entre Nixon y Chu, forjada a partir de las primeras visitas exploratorias de Kissinger en 1971, y que garantizaron a Pekín la entrada en las Naciones Unidaos por un lado, y la protección militar de Washington por otro, a cambio de apoyo total a la política global de Estados Unidos frente a los movimientos democráticos y de liberación en de protección de la América latina, África y Asia, llegó a tales extremos reputación del gobernante norteamericano, que Chu y el propio Mao no dejaron que el pueblo chino se enterara del asunto "Watergate", y en cambio le informaron asegurando que Nixon había renunciado por "maniobras" de quienes se inclinan "ante la fuerza del socialimperialismo soviético". Ya en noviembre de 1973, Chu informaba a C. L. Sulzberger, periodista de "The New York Times", que "nunca hemos publicado nada acerca de eso [del escándalo 'Watergate'] en nuestra prensa". Mao ya lo había dicho a Pompidou. Según "The New York Times" del 4 de diciembre de 1975, Chu envío un mensaje y un ramo de flores al alicaído Nixon, ya fuera de la Casa Blanca, para reconfortado. Inmediatamente, el propio Mao firmaba un mensaje de invitación a Nixon para febrero de 1976. Cuando el primer ministro de Tailandia, Kukrit Pramoj, se entrevistó con Mao en su visita a Pekín en julio de 1975, Mao le dijo que apreciaba mucho a Nixon y que el escándalo "Watergate" era el desafortunado resultado de "demasiada libertad en Estados Unidos" ("The New York Times", 10 de julio de 1975). Mao habría dicho también: "¿Qué hay de malo en grabar una conversación si uno anda con una grabadora. La mayoría de la gente en Estados Unidos gusta de jugar con grabadoras". Este tipo de declaraciones de Mao frente a jefes de Estado, es decir, declaraciones que inevitablemente serían hechas públicas más tarde, hace pensar por lo menos en dos posibilidades: 1) que en los últimos tres años de su vida el líder chino estaba tan afectado por el mal de Parkinson que había perdido toda capacidad de sentido crítico -una característica de quienes tienen 476

ese tipo de afecciones cerebrales-; 2) que el anciano dirigente se había sumado a la línea política anticomunista del grupo de Chu, lo cual no es difícil de creer, si uno recuerda cómo durante las diferentes luchas por el poder, Mao pasó de un bando a otro buscando alianzas increíbles para "después" intentar "proletarizar" la revolución. Por último, cabe la posibiildad alternativa, es decir, que por efectos del mal de Parkinsin se sumara a la posición de la burocracia civil-militar . que estaba gobernando su país. 3. Citado de "A Capital", Lisboa, 3 de junio de 1974. 4. "Renmin Ribao" del 1 de noviembre de 1977 publicó un larguísimo artículo firmado por su "departamento editorial" titulado La teoría del presidente Mao sobre los tres mundos constituye una gran contribucián al marxismo-leninismo". Según ese artículo, Mao habría formulado la teoría "en febrero de 1974, en conversación sostenida con un dirigente de un pais del tercer mundo", al decir: "A mi juicio, EEUU y la Unión Soviética constituyen el primer mundo; fuerzas intermedias como el Japón, Europa y Canadá integran el segundo mundo, y nosotro~ formamos parte del tercero. El tercer mundo comprende una gran población. Toda Asia, excepto el Japón, pertenece al tercer mundo. África entera pertenece también a éste, e igualmente América latina". En febrero de 1974 Mao se entrevistó con Kenneth David Kaunda, presidente de la República de Zambia, el día 22, y según la noticia oficial "estuvieron presentes en la ocasión el primer ministro Chu En-lai, el vicepresidente Wank Hung-wen, la ministro adjunta de RREE Wang Jai-yung [que es sobrina de Mao]"... y otros. El día 25 se entrevistó con Huari Bumedián, presidente del consejo de la revolución de la República Popular Democrática de Argelia. Asistieron los mismos altos funcionarios chinos que en la ocasión anterior. El artículo que estamos citando agrega que en la misma ocasión Mao habría dicho: "China pertenece al tercer mundo porque en los planos político y económico, así como en otros terrenos, no se puede comparar a los países ricos, a las grandes potencias; sólo puede ubicarse junto a los paises relativamente pobres". Si estas palabras de Mao son auténticas (hay que recordar que la burocracia civil-militar china es maestra en la falsificación de textos, incluyendo los de Engels, en el arreglo de fotografías y en torcerle la nariz a los hechos), no cabe otra posibilidad que pensar que en 1974 Mao había llegado a un punto tal de .separación entre su ideología y la ideología marxista, que le hacía afirmar cosas tan antimarxistas como que "políticamente" un país supuestamente socialista estaría junto a, por ejemplo, Amin en Uganda, Pinochet en Chile, Mobutu en Zaire, Videla en Argentina, los dictadores en Uruguay, Banzer en Bolivia, Stroessner en Paraguay, Geisel en Brasil, Duvalier en Haiti, el Sha en Irán, Ne Win en Birmania, Marcos en Filipinas, Franco en España, la dictadura en Portugal... y tantos otros "países relativamente pobres" puestos al mismo nivel que ~los países socialistas" por el líder chino.

.

Indice

Una explicación

necesaria.

7

1 ¡Viva Mao Tse-tung, muera la revolución! 2 La burocracia

.

13

civil-militar.

69

3 La lucha por el poder. 4

El pueblo

y el marxismo

5

¡Burgueses

y proletarios

Tabla cronológica Notas

185 ficción. del mundo,

de la historia

de China.

353 uníos!

.

397 437 447

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Tabla cronológica de la historia de China

Comunidad primitiva (aproximadamente nuestra era).

600000-4000 antes de

Sociedad esclavista (2100-475 antes de nuestra era). 2100-1600 Dinastía Hia. 1600-1050 Dinastía Chango 1050-770 Dinastía Cheu del Oeste. 770-475 Período de Primavera y Otoño. -Época de los filósofos Lao Tse (604-531) y Confucio (551-479). -China ya era conocida como «el país de la seda». Sociedad 475-221

feudal (475 antes de nuestra era a 1840). Período de los Reinos Combatientes. -Época del filósofo Mencio (372-289). 221-207 Dinastía Chino -El «primer emperador amarillo», Chin Shi Huang, con el que a menudo se comparaba Mao, unifica el país, lo divide en 36 provincias, unifica pesos y medidas, y dicta un código de leyes, iniciando una matanza de filósofos confucianos. -Termina de construir la Gran Muralla. 206-24n.e. Dinastía Huan del Oeste. 25-220 Dinastía Huan del Este. -Invención del papel y de 437

220-265 265-316 316-420 420-589 589-618 618-907 907-960 960-1279 916-1125 1115-1234 1271-1368 1368-1644 1644-1840

la tinta. -En el año 64 se da reconocimiento oficial al budismo. Período de los Tres Reinos. Dinastía Tsin del Oeste. Dinastía Tsin del Este. Dinastía del Sur y Norte. Dinastía Sui. Dinastía Tang. Las Cinco Dinastías. -Invención de la imprenta. Dinastía Songo -Invención de la pólvora, de la brújula y su utilización como compás marítimo. Dinastía Liao. Dinastía Kin. -Dominio ju-chen o tártaros dorados. Dinastía Yuan. -Dominación de los mongoles. -Marco Polo llega al imperio y reside allí 18 años (12751292). Dinastía Ming. Dinastía 'Ching, hasta el año vigésimo del emperador Tao Kuang.

Sociedad semifeudal, semicapitalista y colonial (1841-1911). 1841-1850 Dinastía Ching, últimos diez años del emperador Tao Kuang. 1840-1841 Primera Guerra del Opio. -En Cantón, las autoridades chinas se rebelan contra el tráfico del opio que hacían los ingleses: unos 30.000 cajones al año, de 140 a 160 libras cada uno. -Gran Bretaña ataca China para imponer ese tráfico. -China es derrotada. 1842 Tratado de Nankin, primero de una serie de humillantes tratados impuestos a China por las potencias marítimas; esta vez por Gran Bretaña. -Hong Kong pasa a manos británicas, y se les abren ios puertos de Cantón, Fuchou, Amoy, Ningpo y Shanghai. -China debe pagar todos los gastos militares de los británicos en la guerra. 1851-1861 Emperador Sien Feng. 1851 Comienza la revolución de los Taiping (reino celestial de la gran paz) contra los señores feudales más poderosos. -Levantamiento campesino de Chintien. 1853 Nankin cae en poder de los Taiplng, que la establecen como capital de su reino. -Proclaman la ley agraria con el lema de «donde haya tierra la trabaja438

1856-1860

1862-1874 1864

1875-1908 1884-1885 1894-1895 1895 1898 1900

1901

remos juntos, donde haya arroz 10 comeremos juntos, donde haya dinero lo gastaremos juntos; ningún lugar sin igualdad, nadie con frío ni hambre». Segunda Guerra del Opio. -Gran Bretaña y Francia, junto con Estados Unidos, atacan el norte, territorio de la dinastía Ching, para obtener la revisión de los tratados de la primera Guerra del Opio. -Los soldados invasores incendian y saquean Pekín, y se entregan a la violación de las mujeres. chinas. -Se obtienen mayores franquicias comerciales. Emperador Tong Tsi. Cae Nankin y se termina el reino de los Taiping, acosado por la alianza militar entre las autoridades imperiales chinas y las potencias extranjeras invasoras. Emperador Kuang Sü. Guerra chino-francesa. Guerra chino-japonesa. -En ambas guerras China tuvo que ceder más territorio a los vencedores y aceptar «esferas de influencia». El doctor Sun Yat-sen dirige el levantamiento de Cantón contra la monarquía imperial y en pro de la fundación de la república. Las masas campesinas se alzan en lucha espontánea bajo la bandera del Yi Je Tuan (bautizado por los ingleses como «movimiento de los bóxers»). En junio, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Francia, Alemania, Rusia, Austria-Hungría e Italia envían tropas a China para «defender la civilización». -El 14 de agosto los invasores entran en Pekín y la saquean salvajemente. -La monarquía traiciona a los campesinos del Yi Je Tuan y se entrega a los invasores eXtranjeros. China es obligada a pagar como «indemnización» 450 millones de taels de plata (onzas chinas), y el país queda repartido en estas esferas de influencia: Gran Bretaña en las provincias del valle bajo y medio del río Yangtze; Francia en las provincias de Yunnan, Guandong y Kuangsi; Alemania en la provincia de Shantung; Japón en la provincia de Fuchien; Rusia en las provincias de Liaoning, Chilin, J eilungchiang (hasta 1905, cuando, después de ganar la guerra ruso439

japonesa, el Japón se las apropió para formar la Manchuria) . 1903-1905 Más de 220 alzamientos de campesinos y habitantes de las ciudades contra los abusos de los ocupantes extranjeros y el Gobierno imperial chino. Sun Yat Sen funda en Tokio la liga revolucionaria 1905 para «liberarse de los agresores extranjeros, hacer resurgir a China, establecer una república, y llevar adelante una equitativa distribución de la tierra». Süan Tong. -EllO de octubre de 1911 1909-1911 Emperador se subleva la guarnición de Sun Yat Seno -En tres semanas, 17 de las 21 provincias chinas proclaman su independencia y la dinastía Ching se desmorona. l1poca de la república y las guerras civiles (1912-1949). 1912 En Nankin se proclama el Gobierno provisional de la república china, con Sun Yat Sen como presidente provisional, y cae la dinastía manchú. -Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Japón amenazan al Gobierno provisional. -Sun Yat Sen renuncia en favor del general Yuan Shi-kai, quien suspende la constitución y el parlamento provisionales y se transforma en dictador, bajo el mando del Gobierno japonés, el cual impone «21 exigencias» que reducen a China en un Estado vasallo. 1916 Se inicia la segunda revolución republicana. -Una revuelta de generales derriba a Yuan Shi-kai, que se había proclamado emperador, y forma un Gobierno que anula las «21 exigencias» de Japón. -Comienza el período de los «caudillos militares». Movimiento 4 de Mayo. Se inicia en China un movi1919 miento revolucionario contra el imperialismo y el feudalismo; 3.000 estudiantes de la universidad de Pekín se sublevan. En marzo llegan a China representantes de la Inter1920 nacional Comunista. -Mao Tse-tung ya era dirigente de un grupo comunista en la provincia de Junan. En julio, I Congreso nacional del partido comunista 1921 de China, celebrado en Shanghai. -Mao participa y es elegido secretario del comité del partido en la provincia de Junan. -Chu En-lai y otros forman la liga 440

de la juventud comunista en París. -El partido contaba con unos sesenta miembros. 1922 11 Congreso del partido. -El enviado especia! del partido comunista soviético convence a los miembros chinos de que deben unirse al Kuomintang (partido nacionalista), dirigido por Sun Yat Sen, para formar un «frente único democrático». -Estallan decenas de huelgas en todo el país. -Sun Yat Sen acepta la alianza. 1923 Wu Pei-fu, caudillo militar del norte, reprime una huelga ferroviaria de la línea Pekín-J angchou, el 7 de febrero: cuarenta obreros son asesínados y centenares heridos. -111 Congreso del partido comunista. 1924 El Kuomintang, con ayuda del partido comunista chino, realiza en Cantón su primer Congreso nacional. -Varios comunistas (Mao Tse-tung, Lin Po-chu y U Ta-chao, entre otros) son elegidos miembros del comité central del Kuomintang. -Muere Lenin. 1925 El 12 de marzo fallece Sun Yat Seno -En Shanghai se celebra el IV Congreso del partido. -Los asesores soviéticos del Kuomintang eligen a Chiang Kai-shek comandante en jefe de las fuerzas militares republicanas que deben marchar hacia el norte para «liberar al país». 1926 El Gobierno revolucionario de Cantón, una vez liberada la provincia, envia el ejército al norte para derribar a los caudillos militares. -Derrotan a Wu Pei-fu, del norte, y a Sun Chuan-fang, del este, ambos apoyados por Estados Unidos y Gran Bretaña. 1927 En abril, Chiang Kai-shek, jefe de las fuerzas triunfantes, da un golpe de Estado y comienza una matanza de comunistas: de los 50.000 miembros del partido, 40.000 son asesinados. -V Congreso del partido. -Mao es expulsado del comité central y se va a las montañas, donde organiza el ejército rojo de obreros y campesinos. El 1 de agosto, Chu Te, Chu En-lai, Chen Yi, Jo Lung, Un Piao y otros sublevan a 30.000 soldados del ejército regular en Nanchang. 1928 VI Congreso del partido. Mao vuelve a! comité central. 1930-1931 Chiang Kai-shek lanza tres campañas de «cerco y aniquilamiento» contra las fuerzas comunistas: las tres 441

son derrotadas. -Los japoneses atacan el nordeste y se apoderan de la ex Manchuria. -Se funda la «república soviética china» en las montañas de Chingkan: Mao es elegido presidente. Los japoneses atacan Shanghai. -Chiang Kai-shek 1932 elude el combate con los japoneses y lanza la cuarta campaña de «cerco y aniquilamiento» contra los comunistas. Quinta campaña de «cerco y aniquilamiento». 1933 La quinta campaña, compuesta por 700.000 soldados, 1934 con asesores alemanes, amenaza con liquidar la resistencia comunista. -El 15,de octubre, las unidades comandadas por Un Piao rompen el cerco y comienzan lo que se llamó La Gran Marcha. -Durante un año cubrirán más de 10.000 km. De los 100.000 soldados que iniciaron La Gran Mar1935 cha, sólo 20.000 llegan a la provincia de Shensi. -Sesión ampliada del buró político en la ciudad de Tsunyi, que elige un comité central encabezado por Mao; situación que durará hasta septiembre de 1976. Chiang Kai-shek es arrestado por sus propios gene1936 rales en Sian para obligarle a luchar contra los japoneses y no contra los comunistas chinos. -Chu Enlai, en representación del partido, vuela a Sian y convence a los generales para que no fusilen a Chiang, que lo liberen y que formen un frente único antijaponés. 1937-1945 Guerra de resistencia contra el Japón. VII Congreso del partido. 1945 1946-1949 La guerra popular de liberación. El 1 de octubre, en la plaza Tienanmen de Pekín, 1949 Mao proclama la fundación de la República Popular China. Período de la república popular (1949-?) 1949 En noviembre, los nacionalistas de Chiang Kai-shek huyen a la isla de Formosa, provincia china, protegidos por la flota de los Estados Unidos. -Desde el 16 de diciembre al 14 de febrero de 1950, conferencia en Moscú entre Stalin y Mao. -Pacto de alianza y ayuda mutua chino-soviético. El 25 de octubre, un millón de soldados voluntarios 1950 442

chinos pasan el río Yalu e intervienen en la guerra de Corea, primero bajo el mando de Lin Piao, y de Peng Te-juai después. 1951-1952 Reforma agraria. -Período de restauración de la economía china. 1952 En diciembre, la Unión Soviética restituye los ferrocarriles de la ex Manchuria, que estaban en su poder desde finales de la segunda guerra mundial. 1953-1957 Primer plan quinquenal. -Consolidación de la reforma agraria, equipos de ayuda mutua, cooperativas agrícolas avanzadas. -Socialización de la industria nacional y creación de una infraestructura industrial. 1954 En septiembre, I asamblea popular nacional. -Se proclama la constitución. -Consultas Mao-Jruschov en Pekín. -En octubre, acuerdo chino soviético sobre la restitución de Port Arthur (Liuta), concesión de un crédito, retiro de la Unión Soviética de las sociedades mixtas. 1956 Toda la industria china es socializada. En febrero, XX Congreso del partido comunista de la Unión Soviética. -Comienza la desestalinización. -En abril, Pekín publica el artículo Sobre la experiencia hist6rica de la dictadura del proletariado, comienzo de la polémica chino-soviética que terminaría en la ruptura de 1960. -En septiembre, VIII Congreso del partido. -Se aprueban nuevos estatutos y el segundo plan quinquenal; informan Liu Shao-chi, Chu En-lai y Teng Hsiao-ping. 1957 Campaña de rectificación contra «los elementos de la derecha». -En noviembre, visita de Mao a Moscú. 1958 De enero a marzo, conferencia de Jangchou. -Mao propone el Gran Salto Adelante. -De mayo a julio, conferencia ampliada de la comisión militar para criticar «la imitación ciega de las prácticas soviéticas en un sector del EPL». -En julio aparece la primera comuna popular. -Jruschov visita Pekín. -En agosto, el buró político aprueba el movimiento de las comunas populares. En diciembre, Mao renuncia a la presidencia de la república y es elegido Lui Shao chi. 1958-1962 Segundo plan quinquenal: fracasará en la mayoría de sus metas a causa de la lucha por el poder en torno 443

a las comunas populares, de las sequías y las inundaciones de 1960 a 1962, y el retiro de la ayuda y los técnicos soviéticos en agosto de 1960. En agosto, VIII sesión plenaria del VIII Congreso del 1959 partido. -Purga del mariscal Peng Te-juai y nombramiento del mariscal Lin Piao en sus cargos. -Luo Rui-ching es nombrado jefe del estado mayor. -Se reconoce la «falsificación y exageración» de las cifras económicas en 1958. 1961 En septiembre se organizan las comunas populares para dar mayor «amplitud» a la iniciativa «privada». 1962 En septiembre, X sesión plenaria del VIII Congreso. -Resolución sobre el movimiento de educación socialista y ataques de Mao «al revisionismo». 1963-1965 Período de «reajuste y consolidación» económico. -Mao prepara, por medio de su alianza con el mariscal Lin Piao, la utilización del ejército como punto de apoyo para lanzar la revolución cultural, que comienza en 1965 con un artículo de Yao Wen-yuan publicado en Shanghai. 1966-1970 Tercer plan quinquenal. 1966 Se lanza la revolución cultural como insurrección de las masas contra la burocracia civil-militar según el lema «derribar a los dirigentes seguidores del camino capitalista». -Se crean los cuerpos de guardias rojos. -El 23 de octubre se autocritica Liu Shaochi, blanco principal de la insurrección, junto con Teng Hsiao-ping. 1967 El mariscal Lin Piao rompe su alianza con Mao y se une a Chu En-lai «para poner orden en el país». -El ejército interviene en la revolución cultural. -En febrero, Mao abandona el liderazgo oponiéndose a la creación de la comuna de Shanghai. -En abril, violentas batallas en varias ciudades para llevar adelante la revolución cultural; el ejército utiliza sus armas. 1968 La nueva alianza Lin-Chu logra desmoronar la revolución cultural, y las masas de estudiantes, obreros y campesinos son reprimidas con palizas, cárcel, torturas y a veces la muerte. -En octubre, XII sesión plenaria del VIII Congreso: condena a Liu Shaochi, pero no menciona a Teng Hsiao-ping. 444

1969

1970

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1974 1975

IX Congreso del partido. -Fin de la revolución cultu. ral, orientación hacia una línea pragmática. -Lin Piao es designado sucesor de Mao: comienza una lucha por el poder entre Chu y Lin, con la izquierda de Mao totalmente desarticulada. -En marzo, los incidentes fronterizos con los soviéticos desencadenan una psicosis de guerra inminente, y los altos mandos militares y el grupo de Chu aprovechan la ocasión para aplastar el «izquierdismo» de Mao y su grupo. Lin Piao trata de ser nombrado presidente de la república en lugar del purgado Liu; Mao se opone. -Comienza la crítica a éste por medio de la purga de Chen Po-ta. Polémica interna por aliarse con Estados Unidos o entibiar las relaciones con la Unión Soviética. -Triunfa la tesis de Chu: en julio llega Kissinger. -En septiembre, el grupo de Chu asesina al mariscal Lin Piao, y se resuelve la pugna Chu-Lin. En febrero, Nixon viaja a China. -Acuerdo ChuNixon, con el asentimiento de Mao, de aliviar la presión norteamericana en Asia para fortalecerla en Europa, obligando a Vietnam a que acuda a la mesa de negociaciones en París. En agosto, X Congreso del partido: el grupo de Mao queda en minoría de un tercio y Teng Hsiao-ping es elegido miembro del comité central, pero no del buró político. -En septiembre, el grupo de izquierda, más tarde calificado como da banda de los cuatro», crea en Shanghai la revista teórica «Estudio y Crítica», que será c1ausurada en octubre de 1976. El grupo de izquierda intenta un contragolpe utilizando el movimiento de crítica a Lin Piao y Confucio para atacar a Chu y el alto mando del EPL. En enero, 11 sesión plenaria del X Congreso: Teng Hsiao-ping es rehabilitado totalmente; la revolución cultural ha pasado a ser un cadáver. -IV Asamblea Popular Nacional. -Nueva constitución de la república. -Se suprime el cargo de presidente de la república. -Mueren Tung Pi-wu y Kang Sheng. -A fines de año, el grupo de izquierda inicia una campaña de crítica contra Teng Hsiao-ping «para lanzar una nueva revolución cultural». 445

1976

1977

.,

En enero muere Chu En-lai. -En abril cae Teng Hsiao-ping. -Hua Kuo-feng, nuevo primer ministro. -Muere Chu Te. -En septiembre muere Mao Tsetung. -El 6 de octubre, la alianza Teng-Hua y los altos mandos del EPL da un golpe de Estado y apresa a los componentes de la banda de los cuatro y a más de setenta miembros del comité central. -Se inicia una purga masiva de izquierdistas y el fusilamiento de los «rebeldes,.. En julio, III sesión plenaria del X comité central. -Teng Hsiao-ping es rehabilitado, y Wang Hung-wen, Chang Chun-chiao, Chiang Ching y Yao Wen-yuan son expulsados del partido. -En agosto, XI Congreso del partido. -Purga de 40 % del comité central, y rehabilitación de todos los dirigentes condenados durante la revolución cultural, excepto Liu y Peng Chen; la rehabilitación más notable es la del general Luo Rui-ching, que conspiró para asesinar a Mao en febrero de 1966. -Se inicia un proceso de «derechización" de la revolución china desde los niveles básicos.

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