EUREKA! Arquímedes, el más grande matemático del mundo antiguo, descubrió la relación de la densidad de un objeto y el desplazamiento de un volumen de agua. La historia relata que el rey había recibido una corona supuestamente de oro puro de otro potentado. Sospechoso de la generosidades otro rey manda por Arquímedes para ver si había una forma de determinar la pureza del oro en la corona sin hacerle daño. Arquímedes, que no tenia idea de cómo resolver la cuestión, pidió tiempo para pensar y se va a su casa. Quizás estresado por la encomienda (los reyes de aquel tiempo no eran notados ni por su paciencia ni por su comprensión de las dificultades de la ciencia) decidió tomar un baño relajante (con o sin burbujas no sabemos) y, habiendo rellenado la tina demasiado, al sumergirse, nota que se derrame el agua al suelo. Siendo un genio se da cuenta que desplace una cantidad de agua igual al volumen de su cuerpo. Realizó que esto significa que puede determinar el volumen de cualquier cuerpo irregular y así la densidad (volumen / peso) de cualquier objeto. Tremendamente
emocionado
con su descubrimiento y posiblemente todavía desnudo (con o sin burbujas) va corriendo por las calles de Siracusa gritando ¡EUREKA! (lo he encontrado). No sabemos si la corona fue de oro puro o no, ni sabemos si el rey le recompensó a su matemático. Lo que si sabemos es que cuando llegaron los temidos Romanos a saquear al pueblo el comandante romano mandó a sus soldados a busca a Arquímedes y traérselo sin daños porque respetaba las maquinas de guerra que había construido para la defensa de Siracusa. Estos supuestamente incluyeron unas poleas para levantar los buques romanos arriba del agua para soltarlos y destruirlos, además de unos espejos parabólicos para quemar los buques concentrando los rayos del sol. Cuando lo encontraron estaba sentado en el suelo haciendo dibujos geométricos en la arena con un
palo limado (el papel era muy cara en la Grecia antigua). El soldado romano le dice que se levanta y que venga con él y Arquímedes, razonablemente, le explica que esta ocupado con un problema de matemática interesante y que si podía pasar más al rato. (Algunos dicen que dijo: ‘noli turbare circulos meos‘ - no molestas a mis circulos). Bueno, los militares romanos tampoco eran notables por su paciencia y sin titubeos mató a Arquímedes de un espadazo y la voz del mayor matemático del mundo antiguo fue callado para siempre.
Junto a las aguas de la Vida nos sentamos, Mano en mano, en los días dorados De la clima bella del verano temprano, Cuando los cielos estaban púrpuras, Y el respiro una alabanza. An old man’s idyll, Thomas Noel. Los barcos no son más que tablas, Marineros no más que hombres, Hay ratas terrestres y rata marinas, Ladrones del agua y ladrones de la tierra. Shakespeare The Merchant of Venice.
Estos ladrones traidores, damnificados e injustos, Los vendedores de vino que adulteran nuestro vino. Cuadernos de Leonardo da Vinci
Siempre me gusta comenzar un viaje los Domingos, porque tendré las plegarias de la Iglesia para proteger a todos los que viajan por tierra o por agua. Jonathan Swift