CARTA SOBRE EL PUENTE DE LAS 900
Estimado Señor Ministro: Aprovechando que su despacho ha mostrado un creciente interés en darle el mantenimiento preventivo que no se dió en manera adecuada al sistema de circulación vial del país de las áreas revertidas, queremos solicitar su atención a un creciente problema en el área de Clayton, que recientemente ha ido recibiendo un influjo de población residente al mismo tiempo que sus vías se han convertido en arterias de tránsito creciente no sólo de parte de sus nuevos residentes sino también de múltiples conductores particulares y comerciales que están utilizando las vías principales para acortar su acceso al área canalera desde y hacia el área metropolitana. Creemos además que cuando se abra parcialmente el inconcluso puente Centenario la situación será aún peor. Como es de su conocimiento los mantenimientos principales a las vías de Clayton se dieron hasta pocos años después del inicio del proceso de reversión de estas áreas, y luego casi ninguno desde la fase final de reversión en 1997 cuando se vaciaron las viviendas. Sólo desde al año 2000 se ha venido reestructurando un programa de mantenimiento a través de la Dirección General de Mantenimiento del Area del Canal (DIGEMAC) según hemos visto. Referimos a su atención una estructura que está sufriendo un deterioro acelerado debido al descontrol del tráfico automotor, sobre todo de tipo pesado, que viene circulando por la vía Curundú-Clayton, hoy Calle Demetrio Lakas, en el área del puente vial construído en 1941 cercana a la entrada de la calle Hill Loop, en donde están las residencias con los números 900s, y a la entrada de la Calle Arnoldo Cano Arosemena, antigua Vía de los Coroneles. Cada día comienza a las 5:30am econ un camión articulado de muchas toneladas que inicia su recorrido a toda velocidad por la Ciudad del Saber hacia ese puente. El tráfico aumenta paulatinamente hasta alcanzar más de un centenar de vehículos que atraviesan el puente hacia el área canalera desde las 6:00am hasta las 7:30am. El patrón vehicular se repite en las tardes desde las áreas revertidas hacia el área metropolitana. El pequeño puente, cuya pista asfáltica se describe en las fotos a continuación, es sometido a un indiscriminado paso de autobuses pesados tipo turístico “coach” o “Marco Polo”, camiones articulados y no articulados, camiones portacontenedores, camiones volquete con y sin piedras y tierra, y otros tipos de maquinarias. La cubierta asfáltica ha sufrido un deterioro tal en uno de los paños que los automovilistas usan la vía contraria, como se aprecia en las secuencias de Figuras a continuación, estando el tráfico en más de una ocasión a punto de ocurrir un aparatoso accidente. El citado puente pareciera parte de la calle, la cual no tiene hombros. Como seguridad en este puente sólo hay una cerca de alambre ciclón de un lado y un cable de acero trenzado del otro, también deteriorado que no retendría ni a una bicicleta. Los tubos de acero pintados de rojo son la única advertencia de precaución.
Fig.1 Puente Via Lakas, final (entrada a casas número 900s)
Fig.2 Vista de las rajaduras del puente Como se puede ver en la Figura 2, la cubierta asfáltica tiene rajaduras serias, huecos que pueden ocasionar daños a los neumáticos y por si fuera poco, las aberturas permiten el filtrado de humedad hacia la estructura de sosten bajo la capa, es decir, a la misma estructura del puente.
Fig. 3 Rajaduras y huecos en la capa asfáltica del puente, nótese desnivel de la parte izquierda (hacia el noroeste) en comparación con la parte derecha (hacia el sureste en dirección a Curundú) En la Figura 3 se pueden apreciar en detalle las rajaduras, los huecos, y el desnivel que se ha producido en uno de los accesos al puente. En este desnivel se acumula suficiente humedad como para filtrarse paulatinamente en la estructura causando daños imprevisibles. El deterioro es incrementado por el hecho de que los vehículos que vienen del área metropolitana en dirección oeste, al ir a excesiva velocidad, infiere un golpe severo al caer en el desnivel. Igualmente los vehículos que van en dirección contraria, producen un impacto que ya se escucha en todas las residencias del área. Creemos que un mantenimiento preventivo de una colocación de una capa asfáltica reforzada con piedra alquitrán que relleno los huecos, las rajaduras y nivele los paños debería ser suficiente para detener el deterioro y eventual derrumbe de este puente que ya tiene 62 años de servicio. Posteriormente habrá de analizarse y repararse el daño interior del puente, el cual deberá soportar la necesidad de tráfico en los próximos a menos que sea eventualmente reemplazado por uno nuevo.
Agradeciendo infinitamente la atención prestada y atendida a la presente solicitud de acciones de mantenimiento preventivo, quisiéramos solicitar una reunión con Usted y su personal técnico para conversar sobre los planes que se tenían sobre un futuro ensanche de vía precisamente en el sector del puente en cuestión, ya que algunas residencias estarían demasiado cerca a una calle de cuatro vías que se ha propuesto en su momento para el área, ya que se debe tomar en cuenta primero que no hay mucho espacio disponible para tal sin destruir considerablemente el área y perturbar la tranquilidad de los residentes que con mucho esfuerzo adquirieron viviendas en el área y en una forma u otra hemos resultado custodios del legado de lucha por la plena soberanía de nuestra República, lucha que comenzó dieciséis días después de nuestra independencia de Colombia, y que al parecer no termina.