Carta Al Presidente Chavez 1

  • November 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Carta Al Presidente Chavez 1 as PDF for free.

More details

  • Words: 2,488
  • Pages: 7
ciudadano: tcnel. (r) hugo rafael chávez frÃas. presidente de los venezolanos. su despacho. señor presidente: hombre cobarde no preña mujer bonita! disculpe ud. éste encabezado, que para nada refleja su espÃriru decidido, ni su particular y muy efectivo Ãmpetu, propio de esa singular raza de caballeros que constityuye el corazon de nuestro ejército. esta frase, tan común en los asiduos y apasionados jugadores de truco del oriente del paÃs, se habÃa convertido en subliminal reclamo, ante la apatÃa complaciente y bastarda, que alimentaba de una forma casi que religiosa, al monstruo de mil cabezas que he dado por llamar,la antipátria. este grotesco engendro, creó una contradición que minó las bases moráles y éticas del paÃs, al presentar a la tan ansiada y luchada democracia, como su abnegada e impoluta madre. tal fué la magnitud del desconcierto que, no solo perdÃmos el rumbo, sino que los capitanes de turno se limitaron a mantener el casco a flote, sin reparar en que los instrumentos de navegación y los motores se descomponÃan, como se descomponÃa el sentimiento nacional del venezolano. hasta que al fÃn, porque un dÃa habÃa que llegar, llegamos al llegadero. que puerto tán triste y desolador. al atracar la nave salieron en nuestro una rabia seca y una frustración en las rocas. por supuesto que el desembarco fué una angustiosa resaca que se estaba convirtiendo, a los ojos del mundo y para nuéstra vergüenza, en una nueva estrella para la otrora gloriosa y ahora maltrecha, enseña tricolor. bajo las frÃas bóvedas del panteón nacional, si se ponÃa un poco de atención y aguzando el oÃdo de la esperanza, escuchábamos en sempiternos gritos etéreos al bolÃvar de pativilca, pidiendo, reclamando, ordenando: vencer, otra véz y en forma definitiva. nacà en democracia, año constituyente:1961. me formé en hogar matriarcal, junto al mar. utilicé la educación que la nación, por decreto, me ofrecÃa y exigÃa. sin darme cuenta, por ósmosis, recibà el coletazo de la antipátria. sin embargo, habÃa algo dentro de mà que hacÃan contradictorias la moral y el orgullo del pescador, presentes en mis vivencias de infancia, con el hecho de que ya profesional debÃa hincarme ante mediócres para poder tener la oportunidad que por méritos me correspondÃa. adeco por heréncia y después por conveniencia, recibà el favor del partido para ocupar un cargo público. no sé que rara gracia del destino me llevó a declinar la dádiva, evitando de esta forma tener que pagar el favor con el costo de mi dignidad. doy gracias por esto a dios y a mi, según amigos cercanos, gran estupidéz. te pusieron donde habÃa y no lo aceptaste, dijeron.pendejo uslarista. no me daba cuenta en ese momento que rechazaba que se colocara un valor en mi frente. el tiempo hizo que supiera que el valor que alguna véz pudiera estar escrito en ella, tendrÃa la extensión de cuatro letras: vida, que es lo justo para pagar el precio de mis ideales. pero los ideales eran utópicos: justicia, respeto, oportunidad por méritos, lealtad.

fué muy difÃcil formar y mantener una empresa cuyos pilares fundamentales eran mis ganas y estos valores, en un paÃs que , por doquier, los negaba solapadamente. decadente sociedad donde se pregonaban ideales elevados y se caracterizaba por su hipócrita denigración. como empresario de la construcción tuve relativo éxito, quizá debido al encuentro circunstancial con un gobernador cuyas buenas intenciones hicieron comunión con mi hecho de querer hacer empresa sin tener que pagar el peaje que al trabajo, descaradamente, se cobraba como un implacable e ineludible impuesto. se trabajó en armonÃa. se hizo un buen equipo entre el empresariado y el gobierno. se habÃa cambiado la forma de ver el negocio, si se me permite la expresión. el empresario habÃa dejado de ser, parafraseando esta véz a churchill, la vaca a la cual ordeñar o el tigre a quien matar, y se le vió como el copartÃcipe en una relación profesional destinada al bienestar público que entendÃa que en un negocio, si una de las partes sale perjudicada, el negocio es malo. se cumplÃa asà el fairplay, que és en definitiva pilar fundamental del sueño, no solo norteamericano, sino de cualquier paÃs que tenga la justicia como ingrediente fundamental de su esencia. pero, era muy bueno para durar. cambió la administración, empezó la purga, y se deshizo el hechizo. le recuerdo sr. presidente que hablo sin apasionamiento, tratando de ser lo más objetivo. fué doloroso ver como el esfuerzo de empresarios y funcionarios se perdió de un plumazo. el delÃto habÃa sido servir bién al pueblo durante una administración adversa y habÃa que pagar la pena. no importaban méritos, tenÃa razón pero iba preso, como dicen en mi tierra. y fuà sometido al ostracismo profesional. no valieron méritos, no importó empresa. el estigma era haber trabajado notoriamente con la anterior administración. vendetta bastarda, inconciencia perversa, desatino total. una de las cosas que siempre reconocà de stalin, fué la institucionalización de la figura de los comisarios polÃticos; nada que ver con los detalles técnicos, solo velaban por el cumplimiento de las polÃticas del estado. que falta nos hicieron unos comisarios polÃticos que permitieran la continuidad institucional y el transito pacÃfico y gradual de una a otra forma de hacer gobierno, sin tener que descabezar indolentemente una valiosa casta técnica que habÃa empezado a entender su papel fundamental y necesario en la fabulosa empresa de crear un bienestar común que vaya de la mano con los principios básicos y perfectos de justicia, equidad y honestidad. en esta especie de limbo inquisitorial, se sobrevivió. existencia absurda aquella que carece de los ideales que la nutren; dolorosa, es más, cuando recordamos que hemos luchado y vivido por ellos. solo la bofetada de la realidad me hizo despertar de mi sueño utópico y este relato solo intenta caracterizar al autor de esta misiva como integrante de una generación que se formó en idénticas condiciones y que padece de los mismos conflÃctos interiores. como decÃa mi profesora de psicologÃa, conflictos de apetencia-aversión: me gusta lo bueno pero no quiero hacer mucho esfuerzo para obtenerlo, otra véz el coletazo de la antipátria. desafortunadamente, bolÃvar estaba muy lejos: panteón nacional, libros de história, fechas pátrias. siémpre habÃa una de sus frases que se ajustaba perfectamente al momento de caracterizar una acción o actitud, pero nadie insistÃa. nadie habÃa resucitado a bolÃvar. hasta que llegó usted, señor presidente, y devolvió el aliento de bolÃvar a un pueblo cansado de fracasar. permÃtame ud. compatriota, palabra ésta que me honra porque nos hace hermanos en bolÃvar, reconocer sus virtudes como fiél depositario de la herencia gloriosa y aglutinante del padre libertador. decÃan en la antÃgua roma, a los vencedores de pueblos extraños, sobre brillante cuadriga y coronados con el laurél: recuerda que eres mortal y que toda gloria es pasajera. evidéntemente no conocÃan la gloria derivada de recobrar la identificación de miles con su sentido de pertenencia a un sentimiento común y nacional. estamos recobrando, con su ejemplo y liderazgo, el ánsia de sentir al paÃs con la efusión unánime de ser hormigas de la misma cueva.

permÃtame trabajar junto a usted, en la trinchera que me asigne, y dele un nuevo sentido a la existéncia. solo tengo mi vida para responderle. señor presidente, el destÃno forjó el encuentro entre su necesidad de servir y nuestro anhelo de seguridad. vacilar es perdernos! continúe ud. con la ardua tarea que ha empezado, estoy seguro que todos los venezolanos de buena voluntad cumplirán con las responsabilidades que les sean encomendadas. permÃtame ud., hermano, ser su primer defensor y el último de sus colaboradores

¡llamamiento del pueblo venezolano al gobierno nacional! ¡seÑor presidente de la republica bolivariana de venezuela!

¡seÑores funcionarios del gobierno! casi dos siglos han transcurrido desde el infortunado día en que el pueblo venezolano, deslumbrado por divisionistas promesas de ocasión que le llegaban del interior y del exterior, lo perdió todo al dejar caer en el olvido los más excelsos bienes de nuestro pasado: la gloriosa herencia bolivariana de la unidad, el honor y la libertad. desde aquel día en que la traición se impuso, el todopoderoso ha mantenido apartada de nuestro pueblo su bendición. la discordia y el odio hicieron su entrada. millones y millones de venezolanos pertenecientes a todas las clases sociales, hombres y mujeres, lo mejor de nuestro pueblo, ven con desolación profunda cómo la unidad de la nación se debilita y se disuelve en el tumulto de las opiniones políticas egoístas , de los intereses económicos mezquinos y de los absurdos conflictos doctrinarios. como pocas veces en el curso de nuestra historia, venezuela ofrece desde el día de la negación bolivariana un cuadro de discordia desolador. la igualdad y la fraternidad ya conquistadas no llegaron nunca, pero en cambio perdimos la identidad como nación. a la pérdida de unidad espiritual, de la voluntad colectiva de nuestro pueblo, siguió la pérdida de su independencia política en el mundo. calurosamente convencidos de que el pueblo venezolano acudió en 1958 al encuentro de la democracia con toda la noción que asiste a un pueblo ansioso de libertad, justicia y paz social, movido por la única preocupación de defender la nación sojuzgada, la libertad y la existencia de sus habitantes, vemos en el terrible destino que nos persigue desde aquél aclamado día la consecuencia exclusiva de nuestra decadencia interna amenazadores surgen en torno a nosotros los signos que anuncian la consumación de esta decadencia. en un esfuerzo supremo de voluntad y de violencia trata el egoísmo de siempre, con sus métodos inadecuados, de envenenar y disolver definitivamente el espíritu del pueblo, desarraigado y perturbado ya en lo más íntimo de su ser, para regresarlo de este modo a tiempos cuando , sumido en una mezquina e impuesta ignorancia, arma salvaje de ese tan vil egoísmo, era arrastrado con fe ciega por las promesas falaces del político indolente y negador. empezando por la familia y hasta llegar a los eternos fundamentos de nuestra moral y de nuestra fe, pasando por los conceptos de honor y fidelidad, pueblo y patria, cultura y riqueza, nada hay que sea respetado

por esta idea exclusivamente negativa y destructora, que antepone su derecho al poder al derecho mismo de existencia de nuestra nación. cincuenta años de errático experimento democrático han llevado a venezuela al desorden y a la corrupción, un año más sin aplicar los controles necesarios, nos hubiera conducido a la ruina. los millares de desposeídos y los incontables vicios que esta guerra interior han costado hasta hoy a venezuela, pueden ser considerados como el relámpago que presagia la tormenta cercana. en estas horas de preocupación dominante por la existencia y el porvenir de la nación venezolana, nosotros, el pueblo de la república bolivariana de venezuela, soberano por naturaleza propia, hacemos este llamamiento de orden al señor presidente de la república para qué , como un solo hombre y solo movidos por intereses elevados, apreste a su gobierno a luchar decididamente por la restauración del país. y a uds. funcionarios del gobierno nacional, para que se comprometan a cumplir eficazmente la correspondiente directiva del presidente chávez, haciendo ahora ,como defensores de la nación , ante dios, ante vuestras conciencias y ante nuestro pueblo, la promesa de cumplir con decisión y perseverancia la misión que en el gobierno nacional os ha sido confiada. la herencia que recogen es terrible. la tarea que han de acometer en busca de una solución es de las más difíciles que, de memoria humana, ha sido impuesta a hombres de estado venezolanos la confianza que a todos les debe inspirar debe ser, no obstante, ilimitada: pues debéis confiar en nuestro pueblo y en los valores imperecederos que atesoramos. campesinos y obreros, intelectuales e industriales; medios de comunicación social, la iglesia y los militares, en fin todo nuestro pueblo, habremos de aportar conjuntamente las piedras necesarias para la edificación del nuevo país. el gobierno nacional considerará, por tanto, como su primera y principal misión, el restablecimiento de la unidad en el espíritu y en la voluntad de nuestro pueblo. vigilará y defenderá los cimientos en que se funda la fuerza de nuestra nación . el cristianismo, como base de nuestra moral, y la familia, como célula germinal del pueblo y del estado, gozarán de su protección más decidida. por encima de todas las clases y estamentos deberá empeñarse en devolver a nuestro pueblo la conciencia de nuestra unidad nacional y política y de los deberes que de ella se derivan. deberán uds., señores funcionarios, hacer del respeto a nuestro pasado libertario y del orgullo por nuestras tradiciones la base para la educación de la juventud venezolana. con ello declararán una

guerra sin cuartel al servilismo espiritual, cultural y político. venezuela no debe ni quiere hundirse en el revanchismo anarquista. en lugar de los instintos turbulentos deberá el gobierno elevar de nuevo la disciplina nacional a la categoría de elemento rector de nuestra vida. al hacerlo así prestará el gobierno su máxima atención a todas aquellas instituciones que son los verdaderos baluartes de la fuerza y de la energía nacionales. con decisión y concientes de nuestra posición soberana como pueblo, queremos acudir directamente al gobierno nacional, al objeto que se apreste de inmediato a ejecutar la tarea que requerimos realizar. enterado de este llamamiento, el presidente de la república, hugo chávez frías, recibe nuestro mandato de ofrecer a la nación la posibilidad de rehacernos. al comprometernos a servir también a los mejores fines de la nación, nosotros, el pueblo soberano de la república bolivariana de venezuela, deberá acudir masivamente a expresar con su voto y con su firma su opinión mas valedera, la cual, debiendo ser por derecho natural fielmente aceptada y respetada por los conductores del proceso democrático del referéndum , validará este acto de consolidación y definirá quienes serán los encargados de ejecutar la inmediata tarea de reconstrucción. el gobierno de la república bolivariana de venezuela debe trabajar y trabajará. los vergonzosos años de ruina nacional no son obra suya y deberá , por el contrario, volver a llevar la nación venezolana por caminos ascensionales. deberá reparar en corto tiempo los daños que durante tantos años han sido causados. pero lo que el gobierno no deberá hacer es someter esta labor de regeneración a la aprobación de aquellos que provocaron la catástrofe. los partidos de la corrupción y sus colaboradores han dispuesto de cincuenta años para poner a prueba sus capacidades, tergiversando de forma antihistórica la democracia. el resultado es un campo de ruinas. concedemos por tanto, soberano que somos, el plazo constitucional que de la consulta que refrenda se otorgue, para que el gobierno elegido y en funciones, cumpla con la labor mandada. ese será el tiempo al final del cuál, ante nosotros y por nosotros, serán juzgados . fieles a la orden de este pueblo soberano, estarán dispuestos a comenzar de inmediato la tarea. quiera dios conceder su gracia a vuestra obra, orientar rectamente

vuestra voluntad, bendecir vuestras intenciones y colmarlos con nuestra confianza.

¡viva venezuela unida! el pueblo venezolano

Related Documents