El cambio climático amenza la seguridad alimentaria Brett Parris El cambio climático ya está produciendo efectos sobre la seguridad alimentaria y se estima que tendrá aún mayores impactos en los próximos años. En 2007, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) publicó su cuarto Informe de Evaluación, resumiendo los resultados de la bibliografía científica revisada por pares sobre cambio climático y lo que podría hacerse en consecuencia.1 Efectos sobre la alimentación Hay por lo menos cuatro procesos por los cuales el cambio climático afecta la seguridad alimentaria:
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Aumento de temperatura. El incremento de la temperatura provoca estrés en las plantas, lo que aumenta su esterilidad y baja su productividad general. Las temperaturas más elevadas también aumentan la evaporación de las plantas y los suelos incrementando los requerimientos de agua, a la vez que merman el agua disponible.
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Cambio de patrones. En muchos lugares las estaciones de crecimiento están cambiando, los nichos ecológicos se trasladan y las lluvias se hacen cada vez más impredecibles y poco confiables, tanto en la época en que ocurren como en los niveles de precipitación. Esto provoca una mayor incertidumbre y aumenta los riesgos para los agricultores, lo que erosiona potencialmente el valor del conocimiento agrícola tradicional, como por ejemplo la época en que se deben plantar determinados cultivos.
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Aumento del nivel del mar. El aumento del nivel del mar contamina los acuíferos costeros de agua dulce con agua salada. Varios estados insulares pequeños ya tienen graves problemas con la calidad del agua, que está afectando su productividad agrícola. El aumento del nivel del mar también torna a las comunidades más vulnerables ante las olas de las tormentas, que pueden alcanzar hasta cinco y seis metros de altura. Las olas producidas por el ciclón Nargis penetraron treinta y cinco kilómetros en tierra firme, matando 140.000 personas e inundando
IPCC, “Summary for policymakers”, en Climate change 2007: Impacts, adaptation and vulnerability. Contribution of Working Group II to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, ed. M L Parry, O F Canziani, J P Palutikof, P J van der Linden y C E Hanson, Cambridge University Press, Cambridge & New York, 2007.
alrededor de 14.400 kilómetros, una superficie equivalente a un tercio del tamaño de Suiza.2 Los cambios en la ecología provocan mayor incertidumbre y aumentan los riesgos para los agricultores El IPCC proyectó un aumento del nivel del mar de menos de un metro para este siglo, poniendo énfasis en que esto no toma en cuenta los procesos dinámicos de las placas de hielo relacionadas con los glaciares. En la medida que se incorpora la dinámica de las placas de hielo, es posible que en este siglo se llegue a los dos metros, y también podríamos atravesar un umbral que garantiza un aumento del nivel del mar de varios metros para el próximo siglo. Incluso un aumento del nivel del mar de un metro desplazaría más de 145 millones de personas y contaminaría el agua potable y las tierras agrícolas para diez millones de personas más.3 •
Agua. Las interacciones entre el cambio climático, la escasez de agua y la reducción de la productividad agrícola podrían provocar tensiones regionales e incluso un conflicto abierto entre estados que ya están luchando con abastecimientos insuficientes de agua debido al aumento demográfico y el exceso de bombeo de las capas subterráneas. Las consecuencias geopolíticas de las proyecciones de agua para Asia en particular son extremadamente graves. El creciente derretimiento de los glaciares de los Himalayas y el Valle del Tíbet en los próximos veinte a treinta años sin duda aumentará las inundaciones, y se calcula que a fines de la década de 2030 los ríos alimentados por los deshielos mermarán drásticamente en la medida que los glaciares se reducirán. Las cuencas del Medio Oriente, el sur de África y el Mediterráneo también se verían afectadas por una grave escasez de agua. Esto sin duda provocaría episodios de escasez generalizada de alimentos, que a su vez desencadenarían grandes movimientos de personas y, potencialmente, grandes conflictos armados con cuantiosos costos humanitarios y económicos.
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J Luetz, Planet prepare: Preparing coastal communities in Asia for future catastrophes, World Vision International, Asia-Pacific Regional Office, Bangkok, 2008, pág. 12, http://www.wvasiapacific.org/downloads/PlanetPrepare LowRes.pdf 3
D Anthoff et al., “Global and regional exposure to large rises in sealevel: A sensitivity analysis”, Working paper 96, Norwich, Tyndall Centre for Climate Change esearch, 2006, http://www.tyndall.ac.uk/publications/working papers/twp96.pdf
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Preparándose para un cambio inevitable La reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero es un componente esencial de una estrategia mundial en materia de seguridad alimentaria para impedir que el cambio climático se transforme en una catástrofe. Nuestra trayectoria actual nos conduce a un calentamiento del entorno de cinco y seis grados Celsius por encima de los niveles preindustriales que, de continuar por muchas décadas más, provocaría hambrunas más allá de lo imaginable y ciertamente causaría aumentos del nivel del mar de alrededor de 12 metros. El IPCC concluyó que para tener una posibilidad siquiera de mantener el calentamiento en el entorno de los dos grados Celsius –un nivel que no es seguro pero posiblemente sea tolerable- los países ricos deben reducir sus emisiones entre veinticinco y cuarenta por ciento por debajo de los niveles de 1990 para 2020 y entre ochenta y noventa y cinco por ciento para 2050. Los países en desarrollo también deben reducir sus emisiones por debajo de su promedio actual.4 Los países en desarrollo necesitan urgentemente mayor asistencia que los ayude a prepararse para los inevitables impactos del cambio climático. Dicha asistencia debería incluir la transferencia de la mejor tecnología en materia de eficiencia energética y energía renovable de los países industrializados, y ayuda para la aplicación de medidas de seguridad para desastres, mejoras en la productividad agrícola, manejo del agua, prevención de conflictos, reforestación, prevención de la deforestación e infraestructura crítica. Sería un error tratar la reciente crisis de los precios de los alimentos como un fenómeno aislado de corto plazo. Actúan fuerzas mucho mayores y a más largo plazo que requieren acción urgente. Es crucial dar una atención sostenida y sistemática si queremos evitar una catástrofe humanitaria, una frase que no uso a la ligera.
Brett Parris es economista principal de World Vision Australia. Este artículo se publicó en Global Future, No. 3, 2008, editada por World Vision.
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S Gupta et al., “Policies, instruments and co-operative arrangements”, in Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of Working Group III to the Fourth Assessment eport of the Intergovernmental Panel on Climate Change, ed. B Metz, O R Davidson, R Bosch, R Dave & L A Meyer; Cambridge University Press, Cambridge & New York, pág. 745–807, 2007, Box 13.7, pág. 776.
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