Entre Misioneros . . . Boletín N° 132 , noviembre 1 de 2009
INFORME MISIONERO DE HONDURAS. SAN PEDRO SULA. Presentamos nuestro afectuoso saludo en el Nombre del Señor a la amada iglesia en Colom‐ bia, al honorable Consis‐ torio de Ancianos, asi‐ mismo a los misioneros, a los directivos distritales y asesores de misiones que preside nuestro her‐ mano Vicente Arango. Al conmemorar nuestro 4° año de labor misionera en Hon‐ duras el 31 de Octubre del presente, con gratitud al Señor deseamos hacer una breve reseña del trabajo en la ciudad de San Pedro Sula, donde además de misioneros somos sus pastores locales. fue el Hno. Elvis Gutiérrez quién tuvo la visión de establecer la iglesia en esta la segunda ciudad del país y una de las de mayor desarrollo industrial en Centroamérica. Con el hermano Elvis también se logró la compra de dos terrenos para esta congregación; uno de los cuales ya tiene la casa pastoral construida y allí en su garaje se comenzaron a hacer los cultos. El otro terreno se está pagando financia‐ do y en el se proyecta la construcción de nuestro futuro templo.
No olvidamos que cuando llegamos a San Pedro, ‐a pesar del cambio de clima, pues pasamos de la fría Tegucigalpa a unos 35 grados promedio‐ fueron varios meses los dedica‐ dos a conocer y hacer amistad con este grupo que en su mayoría no eran bautizados. Nos fue de gran bendición la visita de mi familia desde Colombia con sus enseñanzas a los hogares y la instrucción que mi hno. Edgar Vásquez brindó para la formación de músicos, con lo que comenza‐ mos una etapa dedicada a sembrarles la visión de Servir. A mediados de ese año 2007 con la visita de nuestro Direc‐ tor de misiones Hno. Vicente Arango de Colombia se hizo los primeros bautismos de nuestra administración entre ellos el del hno. Eloy Fernández quién siendo arquitecto nos ha ayudado en los planos del nuevo templo. Aunque ese año se continuaron haciendo los cultos en el garaje de la casa pastoral, sin embargo a causa de la nota‐ ble asistencia a eventos mensuales como las tardes de ala‐ banza y las semanas misioneras, el garaje se hizo insuficien‐ te por lo que decidimos comenzar a hacer los cultos en el terreno del futuro templo que esta adjunto a la casa pasto‐ ral.
Entre Misioneros . . . Pagina 2 El año pasado el Señor, nos permitió comenzar a visitar las ciudades aledañas donde no había obra establecida y que admirablemente una de ellas era capital de un departamen‐ to: El Progreso, Yoro ubicada apenas a 40 minutos de San Pedro. Con la ayuda de los esposos Cáceres ‐asistentes del Misio‐ nero‐ y los Esposos Serrano ‐una pareja colombiana que de su propia cuenta vinieron a ayudarnos‐ el grupo hermoso de almas que alcanzamos allí en El Progreso se consolidó y hoy tiene su pastor: Hno. Misael Bonilla, que salió de la Obra de Brisas del Valle que veníamos atendiendo. A la vez, los hermanos Cáceres se establecieron en La Ceiba, capital del Departamento de Atlántida a 3 horas de San Pe‐ dro. Viajamos a esta ciudad dos veces por semana hasta que se le entregó a sus nuevos pastores con su salón de Cultos. Esta obra es de las más avivadas en el Norte del país.
Luego, con el nuevo asistente, el hno. Ramón Medina, co‐ mencé a visitar dos lugares –Pinalejo y Buenavista‐ de un nuevo departamento llamado Santa Bárbara con proyección de futura obra. Todo con apoyo evangelistico de la Iglesia de San Pedro Sula y Brisas del Valle que nos han acompaña‐ do en las campañas de cada nuevo lugar.
Fue de un año fructífero por la misericordia de Dios, aunque siempre con la preocupación por no tener un lugar más am‐ plio para atender los nuevos hermanos y sus familias que ese año llegaron a la iglesia en San Pedro. Al inicio de este año, entregamos la congregación de Brisas del Valle al pastor Alexander Medina y su familia, delegán‐ doles continuar el proceso de consolidación de los grupos del Dpto. de Santa Bárbara. Además de los Hnos. Cáceres y Bonilla, esta obra envío al ministerio al hno. Oscar Arriaza. Como un hecho significativo, en calidad de misionero tam‐ bién he delegado la supervisión de las congregaciones de Tegucigalpa y alrededores en el pastor misionero Hno. Geo‐ vanis Mendoza, lo cual ha sido una gran bendición a la obra en el país y en este caso, a la iglesia local de San Pedro Sula; ya que ello me ha permitido dedicarme un poco más junto con mi familia en la proyección misionera y apertura de
Entre Misioneros . . . Pagina 3 obras en la ciudad, pues al viajar menos, contamos con algo más de disposición y tiempo. Así este año, comenzamos con la capacitación de los Líderes para las REFAM y con ellos las establecimos inicialmente en 8 barrios de San Pedro Sula. Uno de las cuales, muestra un excelente perfil y se proyecta como la segunda iglesia de la ciudad. ya estamos realizándoles su culto de Escuela Domi‐ nical a adultos y niños. Con la llegada de algunos hermanos que han regresado de USA estamos visitando personas de las poblaciones de Omoa y Villanueva, alrededor de San Pedro Sula. Además hemos llevado a cabo eventos evangelisticos locales como caminatas, cena de parejas y nos preparamos para el 1er. campamento de familias junto con los otros grupos que se han abierto en la región. En cuanto al Lugar de Cultos de la Iglesia en San Pedro Sula, los trasladamos de hacerlos los fines de semana en el terre‐ no, debido a que Dios tocó el corazón de la directora de un pequeño colegio privado del que nos ha facilitado las insta‐ laciones de salones, campo deportivo y Auditorio a un pre‐ cio módico, y con una ubicación muy central en el sector .
En el colegio, la asistencia ha subido maravillosamente, tra‐ yendo el Señor aún a personas que llevábamos mucho tiem‐ po invitando. Para motivarles, hemos contratado servicio de bus semanal y emitimos un programa radial evangelistico de dos horas los días domingo, los cuales pagamos con el diezmo de la obra local.
Dios ha sido fiel y en estos compromisos como el del traba‐ jo mensual para el pago del terreno, también hemos visto la mano prodigiosa de El a través de las actividades que aún en sus casas los hermanos contribuyen en hacer con este propósito. Quiero rogar sus oraciones a favor de los hermanos que me acompañan en calidad de Líderes de los comités. Igualmen‐ te les pido no cesar sus oraciones por quienes este mes ba‐ jaran a las aguas bautismales (Ocho hermanos) y que aque‐ llos que aún no han recibido la revelación de su Nombre, sean convencidos por la palabra ungida en nuestra boca. San Pedro Sula es una iglesia con un futuro muy especial y tenemos que decir que ya está cumpliendo su papel históri‐ co en la obra de Honduras en su generosidad al entregar aún de sus recursos por amor a las almas. Sin embargo es todavía una congregación en proceso de madurez. Necesi‐ tamos hallar más gracia ante los ojos de nuestros conciuda‐ danos para ganarlos, mostrando nuestra identidad con li‐ bertad y no ser confundidos con tanto movimiento sin fun‐ damento que aquí existen. Como familia misionera hemos visto acertada la decisión del Espíritu Santo al habernos traído a esta ciudad, aunque no sea la capital del país. Dios en su misericordia nos puso aquí para trabajar con alegría por un avivamiento también en el norte de Honduras, como está pasando en el resto del país. Gracias, Iglesia del Señor en Colombia por sus lágrimas y oraciones durante estos cuatro años. Confiamos al final de esta vigencia entregar frutos dignos de esa siembra. Fruto que permanezca, para la gloria de su Nombre. HNO. BALBINO VASQUEZ BLANCO Misionero en Honduras C.A.