CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS
.::DIVERSAS RAMAS DEL DERECHO MEDIEVAL::.
EL IMPERIO BIZANTINO Constantinopla era el centro de la vida del Imperio Bizantino (de Oriente), era su Capital, una ciudad que era sede del Palacio del Emperador, de la Iglesia más imponente de la época, Hagia (Santa) Sofía. Allí residía el emperador, representante de Dios, máxima autoridad de la Iglesia. En tanto que el Occidente forjó su reino en Iliria. Estaba ubicada estratégicamente entre dos continentes, Asia y Europa, dominaba el estrecho del Bósforo y el Mar de Mármara. (Mediterráneo).
Llega Justiniano el 1ro de enero de 527 al trono de Bizancio y concibe el magnífico plan de unificar el derecho vigente, para lo cual comisiona a 10 miembros juristas, todos ellos encargados de reunir en una sola obra los Códigos y modificar algunas de las leyes en desuso. Estudios jurisprudenciales de investigación de muestran que a este código denominado “Codex vetus Iustiniani” se le terminó en 14 meses y fue publicado el 7 de abril de 529. Se desconoce su texto y sólo se conserva de él el “Papiro de Oxyrrinco”. Inicia, de esta manera la tan anhelada reforma legislativa. En 530 encargó la comisión al cuestor Triboniano redactar una colección de escritos de los jurisconsultos que gozaran del ius publice respodendi: La Pandecta. Triboniano comisionó entonces, a 16 miembros entre los que destacan Doroteo, Anatolio, Teófilo y Cratino. Se publicó el 16 de diciembre de 533 y entró en vigor el 30 del mismo mes y año.
Las Instituciones, Por Triboniano, Teófilo y Doroteo fue una obra destinada a la enseñanza del Derecho principalmente (doctrinal). Publicada dentro de la Constitutionis Imperatoriam Maiestatem fue declarada obligatoria el 21 de noviembre de 533. Con el nombre de Novellae Constitutionis, Justiniano cerró su Compendio. Se tiene poca información de las mismas. En la compilación legal de Justiniano, también se puede apreciar la mano, el cerebro y el corazón de Teodora, su mujer. Logró también que se incluyera la persecución del proxenetismo anteriormente protegido por la ley..
En contra de lo que todas las anteriores legislaciones establecían, Teodora logró dar fuerza legal al principio de que los hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio tienen los mismos derechos, incluso para heredar. Hay que tener en cuenta que esta igualdad se logró en la mayoría de los países durante el siglo XX y Teodora la postuló y llevó a cabo hace más de 1.500 años. Los menesterosos (plebeyos) tuvieron en ella su mejor aliada, fundó asilos para huérfanos y ancianos, los menores cuyos padres carecían de un patrimonio fueron objeto de sus especiales cuidados, les proporcionó la educación básica y por las mañanas antes de dirigirse a sus lugares de estudio se les suministraban los alimentos necesarios.
Justiniano era conocido como el “Emperador sin sueño”, tanto por su gran ritmo de trabajo como porque con su labor abarcó todo el mundo político conocido interno y externo, y lo hizo con energía y sin descanso alguno hasta que en sus últimos años se dedicara a la teología y abandonara parte de su gestión política. Durante la época de Justiniano, Bizancio firmó la paz con Persia en 532 y reconquistó el norte de África donde reinaban alanos y vándalos (534) y, destruido por completo el reino que había fundado Teodorico I; conquistó Italia. Desde Ravena donde fuera creado el Exarcado, la expedición bizantina conquistó la costa sur de la Hispania y el territorio de Baleares en el 554.
Durante el siglo V, las invasiones de los hunos con Atila su rey provocaron grandes migraciones en Europa. Los pueblos germánicos cruzaron el límite y se fueron asentando en los territorios del agonizante Imperio Romanos de Occidente. Crearon distintos reinos con un marcado carácter nacional, como el de los Ostrogodos primero y , empujados por el avance de los ávaros a finales del siglo VI, el de los Lombardos en Italia. Los visigodos, expulsados de la costa meridional del Báltico, fueron otro de los pueblos de raza aria que pasaron al interior de las fronteras romanas y que, federados con los galorromanos (francos) liderados por Meroveo, frenaron el avance de los hunos durante la batalla de los Campos Cataláunicos en 451 donde Atila fue por fin vencido. Se asentaron en las regiones galorromanas de Aquitania y Septimania donde fundaron, liberados ya de su federación, el reino de Tolosa (hoy Toledo, 418).
Era entonces época en que Justino II imperaba en Bizancio. Los ávaros volvieron su atención sobre Justino II a quien ellos acusaron de dar asilo a algunos gépidos (ghassanides) fugitivos. El magister militum Marciano, que era sobrino de Justiniano, venció en algunas batallas y sitió la ciudad de Nisibis en África. Pero este sitio se prolongó demasiado y Justino, impaciente, reemplazó a Marciano con un comandante que el ejército se negó a aceptar; el motín que se produjo a continuación acabó con el cerco de Nisibis. El retiro de los ghassanides abrió el camino para una incursión de los lakhmidas en Siria en 573, y para un ataque persa en dos direcciones: una fuerza, comandada por Cosroes, avanzó para auxiliar a Nisibis, mientras otra fuerza asoló Siria, saqueó Apamea, y luego, uniéndose con Cosroes, puso sitio a la gran fortaleza de Daras.
Después de cinco meses, Daras cayó en noviembre. Todas estas noticias fueron demasiado para Justino, que perdió la razón. El imperio estaba en crisis, y como si la locura del emperador y la derrota en la frontera oriental no fueran suficientes calamidades, hubo un brote de peste bubónica en Constantinopla. Tiempo después Justino enfermó de locura (poco se sabe de su muerte) y llegó Mauricio, autor proclive de la desgracia bizantina; al trono. Su política frente al problema de occidente fue de gran pragmatismo: debido a que Italia estaba siendo invadida por los lombardos, salvajes bárbaros que no dejaban de saquear la península.
Mauricio decidió avanzar sobre eslavos y ávaros, que desde la época de Justiniano venían invadiendo los Balcanes, y a los que nadie había prestado demasiada atención. Los eslavos comenzaron a asentarse sobre el suelo romano, esto hizo que esos éxitos bélicos no fueran suficientes y obligaron al ejército a mantenerse permanentemente en campaña, lo que supuso un agotamiento importante de la moral de los soldados agotados, hambrientos y debiendo soportar el frío mucho mayor en la zona del Danubio que en Tracia. Fue la desgracia para el Imperio. A partir del siglo VII, el Imperio bizantino se encerró en sí mismo, acosado por nuevas amenazas como la extensión del Islam y se “orientalizó”, el griego sustituyó al latín y mantuvo una ortodoxia (mezcla del cristianismo con la religión griega) que acabaría provocando el Cisma con Constantinopla
Los visigodos de Alarico II no pudieron contener el avance de los francos de Clodoveo en la Galia y, tras ser derrotados en Vouillé (507), se replegaron de Septimania con el apoyo de los ostrogodos de Teodorico y una vez debilitado el reino franco con la desaparición de Clodoveo, el avance de los bizantinos les hizo renunciar a los dominios del sur de Francia y fundar el reino de Toledo (572-586) con la anexión al reino suevo de Galicia (585). Los reinos romano-germánicos quedaron divididos a la muerte de Clodoveo, si bien mantuvieron cierta unidad de acción. El tratado de Andelot (587) sancionó dicha división. En sus territorios –Neustria, Austrasia y Burgundia- coexistían las zonas germánicas en el este, en las cuales regía el derecho consuetudinario tribal; y otras romanizadas, en el oeste, que presentaban una cultura urbana romana y un dinámico florecimiento intelectual, económico y político.
Un ejemplo de hibridación romanogermánica fue la “Ley Sálica” que aporta documentación- escrita en latín durante la última década del reinado de Clodoveo (481-511)- sobre la organización social y económica, la forma de gobierno merovingia y sus pautas de asentamiento, que dominaron entre los siglos VI y VIII. Los ejércitos árabes avanzaron por el sur de la Galia. Cuando fueron derrotados por los francos en Poitiers se replegaron cerca de los montes Pirineos y durante los siglos VIII y IX centraron su ofensiva en los dominios bizantinos en Asia. En las zonas montañosas de Asturias, se creó un primer reino cristiano en el 739, que iba a restituirse al Avance del Islam. Más tarde, las divisiones entre los árabes hicieron posible la expansión de los astures por Galicia, la información del reino de Navarra y la creación del condado de Aragón y condados catalanes, obra de los carolingios.
Se iniciaba así un lento proceso de reconquista que no estuvo exento de largas etapas de coexistencia entre las distintas culturas. A pesar de vivir un tiempo en definitiva decadencia la capital del Imperio Bizantino seguía fiel a su ritual de lujo y suntuosidad . En aquel tiempo, nacer plebeyo no era precisamente un don de la existencia: hambruna, tiranía de los señores feudales y pestes; hacían que muchos hombres optaran por ser guerreros a sueldo y así aunque siempre cerca de la muerte, tener al menos unos pocos días de arriesgado pero desenfrenado goce como mercenarios. Ante los ataques de turcos Bizancio recibía con orgullo y júbilo a los Catalanes contratados para frenar el avance.
En noviembre de 1302 cruzaron el mar del Mármara y acabaron con el campamento turco. Con los almogávares iban una tropa de alanos que también se contrataban como mercenarios para el Imperio, pronto se les unió en Gallipoli una horda de sicilianos a la cabeza con Berenguer de Entenza pero sus malos comportamientos horrorizaron a los bizantinos, y aún con los turcos lejos en Adrianópolis; Georgios, el líder de los alanos mató a Manuel I heredero del Imperio. Pero no fue suficiente, los mercenarios apátrides y exiliados querían tomar posesión de Bizancio y tomaron también la ciudad de Heraclea. Con más saña vengaron el mal trato recibido de los bizantinos, esquilmaron toda Tracia dejaron muertos en batalla a 10,000 bizantinos y sólo tres de la compañía catalana.
Tras la muerte de Manuel, Bizancio sobrellevó poco a poco su ruptura, Uno de los excurbitores, Alejo Comneno( I) compuso su reino en la isla de Chipre en tanto que Tesalónica y Salónica era saqueadas y conquistadas. Tesalónica por los normandos y Salónica (Anatolia) por los Genoveses, También se quiso crear el principado de Atenas, el despotado de Épiro y el Imperio de Trebisonda, que en contraste a los inminentes ataques de otomanos dieron pauta a la Toma y Caída de Constantinopla el día 29 de mayo de 1753. Alejo I pidió ayuda al papa Urbano II para recuperar Anatolia con lo que inicia la Primera Cruzada, tras exigir un juramento de alianza a los líderes cristianos. Hecho que culminó dando pasó al: Sacro Imperio Romano Germánico