EL PAIS DE NUNCA JAMAS
Había una vez, una señora llamada Martha, tenía muchos hijos, uno de ellos se llamaba Samar, ella cada noche como una buena madre, tenía por costumbre de imaginarse cosas día siguiente, después que su hijo se haya dormido. Samar amaneció con que iría a lugares correspondientes como a las islas maravillosas. Los niños cuando despiertan por la mañana amanecen con travesuras y los enfados. El país de nunca jamás es siempre una isla más o menos con asombrosos pinceladas por las que corre un río, príncipes con seis hermanos mayores, una choza que se descompone rápidamente, una señora muy alta y señora con la nariz en forma de gancho. Cuando llegó el primer día de clases, a Samar no le gustaba religión. Los padres de estanque rodeado, el día de comer pastel de chocolate y ponerse tirantes. Como es lógico el país de nunca jamás son muy distintos, el de John tenía una laguna con fragmento que volaba por encima, y John cazaba con una escopeta, mientras de Michael que era muy pequeño, tenía un fragmento que volaba por encima, John vivía en una barca escalaba de revés en la arena, Michael en una tienda india, Wendy en una casa de hojas muy bien cosidas, John no tenía amigos, Michael tenía amigos. De toda las islas maravillosas el de nunca jamás es la más acogedora y la más comprimida, la señora Darling encontraba cosas que no conseguía entender sin embargo John, Michael, Wendy empezaban a estar invadida por todas partes, hasta llegar a conseguir sus aventuras en la isla.
AUTOR: MAÍZ RIVERA, Bertha ESTUDIANTE de 3º “B”