Beowulf Beowulf es el héroe del poema épico anglosajón homónimo, que fue escrito en inglés antiguo en verso aliterativo. Con 3.182 versos, contiene mucho más material que cualquier obra similar en su mismo idioma, y representa alrededor del 10% del corpus existente del verso anglosajón. El único manuscrito que se ha conservado data del siglo IX o X. Aunque el poema no tiene título en el manuscrito, se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX. Su importancia es equiparable a la del Cantar de los Nibelungos, Cantar de mío Cid, el Cantar de Roldán o el Lebor Gabála Érenn (Libro de las Conquistas de Irlanda). Se estima que el poema se redactó en la primera mitad del siglo VI, aunque este tema es objeto de debate. La acción que narra se sitúa en los siglos V-VI. Tiene dos grandes partes: la primera sucede durante la juventud de Beowulf, y narra cómo acude en ayuda de los daneses o jutos, que sufrían los ataques de un gigante (Grendel), y tras matar a éste, se enfrenta a su madre; en la segunda parte Beowulf ya es el rey de los gautas y pelea hasta la muerte con un dragón.
Argumento Primera parte Se desarrolla en Dinamarca, donde el espléndido palacio de Heorot se ve asolado por los mortales asaltos del gigante-troll Grendel, que se ensaña con los criados y guerreros del rey Hrothgar, devorándolos. Inesperadamente, se presenta en el palacio el joven Beowulf, príncipe de los gautas de Gëatlantt (Suecia meridional), con un grupo de sus partidarios y ofrece al monarca destruir al monstruo. La primera impresión de Hrothgar es de escepticismo frente a las pretensiones del desconocido héroe, pero lo recibe gentilmente y al cabo de un espléndido banquete, le encomienda la tarea al recién llegado. Grendel regresa esa misma noche a Heorot, derriba sus sólidas puertas y devora a uno de los guerreros gauta. Beowulf es despertado por el alboroto y acude en ayuda de la guardia, trabándose en lucha cuerpo a cuerpo, sin armas, con el engendro, que solo puede liberarse de su presa perdiendo a cambio uno de sus brazos y huyendo mortalmente herido.
Segunda parte A la mañana siguiente, todo es regocijo en Heorot, pero por la noche, Woktja, la madre de Grendel, mucho más monstruosa que su hijo, se presenta para vengarlo. Mata a varios hombres de Hrothgar y hiere gravemente a cien de ellos.
Al día siguiente, Beowulf sigue su rastro a través de la pradera hasta su cueva, donde la encuentra. La mata y cercena su cabeza y la del cadáver de Grendel, retornando a Heorot con sus trofeos.
Tercera parte Transcurre en el reino de Gëatlantt, donde un anciano Beowulf ha reinado por cincuenta años después de suceder a Hygelac, muerto en batalla. En la última etapa de su vida, Beowulf se dispone a enfrentarse a un temible dragón, con la sola ayuda de su sobrino Wiglaf. Un hábil y osado ladrón logra penetrar en la cueva del dragón y roba una copa de plata incrustada de oro y piedras preciosas, parte del inmenso tesoro que guarda la bestia. Enfurecido, el dragón asalta y destruye el pueblo del ladrón, y mata a todos sus habitantes. Beowulf sale a su encuentro para vengar a su gente, pero la reacción del dragón ha aterrado tanto a sus súbditos, que solamente Wiglaf se apresta para acompañarle. Después de una cruenta batalla, ambos logran acabar con la bestia, pero Beowulf, gravemente herido, encomienda a su sobrino apoderarse del tesoro y utilizarlo para reconstruir el reino. Pasa su torque de oro a Wiglaf y le confía el reino. Finalmente, Beowulf recibe un funeral vikingo: su cuerpo es colocado en un barco funerario de madera de roble e impulsado mar adentro. El mismo Wiglaf arroja una lanza en llamas a la balsa, incendiando los troncos, y el cadáver del monarca se pierde en la lejanía. Otras versiones afirman que fue enterrado según su voluntad, en un montículo, desde el que podía verse el mar y que llevaría su nombre.
Personajes principales •
Beowulf: Personaje protagonista del poema épico anglosajón homónimo, ambientado en la Escandinavia medieval. Hijo adoptivo de Hygelac y posteriormente rey de Gëatlantt.
•
Grendel: Troll demoniaco que habitaba con su madre, Woktja, en una cueva en las marismas cercanas a Heorot y que, al inaugurarse el lujoso Mead Hall de Hrothgar, comenzó a acosar a los nobles que se reunían allí, matándolos, hasta apoderarse del salón. Finalmente es muerto por Beowulf en un combate individual sin armas.
•
Hrothgar: Rey de Heorot, es el segundo de tres hermanos (los otros dos son Heorogar y Haga). Su nombre significa "Lanza veloz".
•
Woktja: madre de Grendel, descrita en el poema como una "hembra troll", aunque en la mitología escandinava todos los trolls son andróginos. Es muerta por Beowulf en combate singular en el fondo de una poza en la cueva donde habitaba con Grendel.
•
Wiglaf: sobrino de Beowulf, le asiste en su batalla con el dragón. A la muerte de Beowulf, éste le hereda su torque de oro y le encomienda el reino de Gëatlantt.
Detalles de la obra Es el héroe de un poema épico anglosajón. Protagoniza el primer poema épico compuesto en una lengua europea ya que se cree que fue escrito hacia el siglo V por anglosajones, incluso antes de que invadieran la actual Inglaterra. El único manuscrito que existe data del siglo IX o X. Vayamos a la historia de Beowulf: Hygelac era rey de los Jutos y su sobrino era Beowulf. Ya siendo muy joven, Beowulf dio muestras de su gran valor en una batalla contra los suecos. Pero su primera gran hazaña consistió en su lucha contra Breka (uno de los nobles de la corte de su tío). Los dos empezaron una lucha a espada. En el fragor de su batalla terminaron por sumergirse en las aguas del mar, donde siguieron luchando. Cinco días enteros estuvieron nadando y peleando, hasta que una tempestad les separó. Breka fue arrastrado a la orilla, pero Beowulf lo fue hacia unas colinas, donde resistió el embate no sólo de las olas, sino de las hostiles ondinas y otros monstruos marinos que le atacaron. Cuando ambos contendientes regresaron ante el rey y contaron su historia, Breka recibió un premio, pero a Beowulf su tío le regaló su preciada espada, Nägeling, y fue reconocido por todos por su extraordinario valor.
Un día llegó a su corte un trovador que contó lo siguiente : Para celebrar el fin de la construcción del castillo de Heorot, el rey de Dinamarca, Hrothgar, había celebrado un gran banquete en el salón principal del castillo. Una vez acabado este, todos se retiraron a descansar dejando en el salón un cuerpo de guardia de los 32 hombres más valerosos del reino. Cuando por la mañana los sirvientes entraron, vieron con horror que todas las paredes estaban manchadas de sangre, de los hombres no había ni rastro y sólo se veían unas gigantescas pisadas ensangrentadas que se dirigían a las aguas de un lago. Todo parecía obra de un terrible monstruo: Grendel, que había sido expulsado hacía años por un mago, pero que había vuelto. El rey ofreció una cuantiosa recompensa por matar al monstruo, pero nadie se había atrevido a ello. Beowulf se sintió enseguida atraído por la empresa y se embarcó rumbo a Dinamarca acompañado por catorce hombres. Llegados ante el rey Hrothgar, fueron recibidos con gran alegría y después de un gran banquete el rey y su séquito abandonaron el salón quedando en él solamente Beowulf y sus compañeros. Todos los compañeros terminaron quedándose dormidos, solo Beowulf veló durante toda la noche. Casi amanecía ya cuando Grendel apareció silenciosamente. Arrancó de un tirón los cerrojos y las barras que protegían la puerta y abalanzándose dentro del salón agarró y devoró a uno de los durmientes. Agarró después un segundo cuerpo, el de Beowulf. Se entabló en la oscuridad una terrible lucha entre ambos, en la cual Beowulf consiguió arrancar de cuajo el brazo de su adversario. El monstruo huyó, herido de muerte, hacia su guarida en el lago, dejando tras de si un rastro de sangre. Cuando amaneció tanto los compañeros del héroe como el rey y su corte contemplaron asombrados el tamaño y la fuerza del brazo del monstruo, el cual colgaron del techo de la sala. Todo fueron felicitaciones y regalos y se festejó la victoria con un banquete. Tras el, todos se fueron a dormir, dejando a los hombres del rey de guardia, pues se creía que ya no había ningún peligro. Pero en el silencio de la noche otro monstruo apareció. Era la madre de Grendel, que silenciosamente cogió el miembro cortado de su hijo y se marchó del lugar, no sin antes llevarse a Asker, el amigo más intimo del rey. Llegada la mañana Beowulf se ofreció a ir a matar a la madre de Grendel en el propio refugio de esta.
Siguió el rastro de sangre, hasta que llegó a una colina que sobresalía en las aguas de un pozo. En lo alto de la colina estaba la cabeza de Asker, para anunciar a los que se aventuraran en el lugar de la suerte que les esperaba. Beowulf se zambulló en el pozo y a su paso salían innumerables monstruos que le atacaban y a los que iba matando con su espada. Por fin la lucha fue con la misma madre de Grendel, a la que el
héroe pudo cortar la cabeza. Se adentró en una cueva y encontró a Grendel que aún agonizaba y le cortó también la cabeza. Llevándose la cabeza nadó hacia el exterior, tarea nada fácil pues las aguas al mezclarse con la sangre de los monstruos muertos había alcanzado tal temperatura, que se le derritió la espada. Al volver ante el rey con este trofeo todo fueron alegría y agasajos. El rey hizo a Beowulf y a sus hombres numerosos regalos y todos juntos se volvieron felices a su tierra. Pasaron varios años en paz, allá en su tierra, hasta que los frisios empezaron a atacar las costas del reino. Saqueaban y quemaban todo a su paso para volver luego a sus barcos y huir con rapidez. El rey Hygelas y Beowulf decidieron invadir el reino de Frisia. Pero en esta invasión el rey Hygelas fue muerto en una emboscada de los frisios y Beowuf hubo de volver a su tierra. La viuda del rey, preocupada por las posibles discordias que pudieran producirse en el reino por la falta de un rey fuerte (Hardred hijo y heredero del rey Hygelac era aún un niño) ofreció la corona a Beowuf, pero este se negó y levantando sobre su escudo al pequeño Hardred, declaró que le protegería y reconocería como rey toda su vida. Hardred llegó a la mayoría de edad y fue un gran rey. Pasaron años de paz hasta que llegaron al reino dos hijos del rey Othere, que se habían rebelado contra su padre. Hardred les dio refugio, pero cuando les propuso que hicieran las paces con su padre, el mayor sacó la espada y mató a Hardrer. Uno de los seguidores del rey mató al asesino, pero el pequeño de los hermanos, Eadgils, logró huir. Esta vez Beowulf aceptó la corona. Eadgils se había convertido en rey de Suecia y vino con un ejercito a vengar la muerte de su hermano. La expedición fue aniquilada por Beowulf y Eadgils murió en la lucha. Beowulf proporcionó cuarenta años de paz, y siendo ya anciano le llegaron noticias de que en unas montañas cercanas se guarecía un dragón que estaba asolando la comarca. Los lugareños le pidieron que les librara del monstruo, y a pesar de su avanzada edad, no quiso negarse. Beuwulf fue a su guarida y le retó al combate. Pero las fuerzas del héroe ya no eran las de antaño, y la batalla sobrepasaba sus posibilidades. Sólo consiguió matarle gracias a la ayuda de su fiel amigo Wiglaf. Pero Beowulf había sido tan malherido que comprendió que no sobreviviría. El dragón escondía en su guarida un enorme tesoro que sería para su pueblo, por lo cual el héroe murió feliz, porque perdía la vida en una aventura heroica, que había además proporcionado riquezas materiales a su pueblo. Fue enterrado según su voluntad, en un montículo, desde el que podía verse el mar y que llevaría su nombre.