BADWATER 2.009 Puedo asegurar que la Badwater ha sido para mí la prueba más complicada a nivel de preparación logística que he participado hasta la fecha y también la carrera que más intensamente he vivido, teniendo todo tipo de sentimientos durante los días previos a la misma pero sobre todo durante la prueba. En definitiva, ha sido mi mejor carrera de mi vida deportiva aún obteniendo un tiempo muy lejos del que internamente pensaba obtener. Antes de nada tengo de agradecer al esfuerzo realizado por toda mi tripulación o CREW como dicen los americanos, ya que sin su ayuda no habría sido posible finalizar la prueba. Así que quiero agradecer a mi mujer y a mis hijos el gran esfuerzo realizado pre-carrera para soportar mis entrenos, así como el esfuerzo durante la carrera, a mi hermano Jaume por su ayuda moral, su motivación durante toda la carrera y sobre todo a Robert Coyne y Brad Youngblood por toda su ayuda en la difícil logística de la prueba. Esta es una carrera que a diferencia de otras muchas carreras que te apuntas con más o menos dificultad a lo hora de hacerlo y a partir de este momento solo tienes de preocuparte de entrenar, el material que usaras en la misma y la alimentación… en la Badwater todo esto se multiplica por mucho más, ya que la organización no te da absolutamente nada durante la carrera. Así que con toda la información ytodo el material necesario nos plantemos en USA. Tanto solo llegar al Death Valley te das cuenta que lo que te han explicado otros corredores no es exagerado, el calor y sobre todo el aire es abrasador. El día anterior a la carrera plateamos un poco la teórica estrategia de carrera basada en un principal objetivo, ser finisher. Al tener la suerte de tomar la salida en la primera manga de 30 corredores a las 6am (existen otras dos de 30 corredores más a las 8am y a las 10 am) decido de salir a un trote muy tranquilo, aproximadamente 8,5 km/h, alternar la carrera lenta con un caminar rápido en las subidas hasta el primer control Furnace Creek Ranche milla 17,4. La idea es aprovechar las teóricas horas de menos sol... aún que el termómetro marca ya 40º, pero a decir verdad se está bastante bien. Estos km los hago en compañía de Carles Cunill y son como un entreno, pero ya pre veo que no va ser mi día… noto mi pierna derecha dormida… el piramidal ha decidido ser protagonista. Aflojo aún más el ritmo y dejo que Carles vaya por delante en algún tramo y no paro de repetirme… Xesc has salido sin pulsometro, sin crono, no pienses ni en posiciones, ni en nada… ser finisher es el objetivo, se conservador ... piensa que a lo mejor como muchas veces ha pasado el dolor se ira... y si no se va… solo es dolor. Al llegar al check point uno se lo comento a mi hermano y no duda ni un segundo en darme un primer Voltaren… buena decisión, la cosa mejora pero el calor no. La temperatura empieza a subir, el aire empieza a quemar… Empieza la verdadera Badwater, empieza la parte más importante de la carrera… el gran trabajo de la tripulación. Agua, electrolitos, sales, hielo, paños húmedos y fríos, comida… todo lo que sea posible para mejorar el ambiente. Voy alternando carrera, marcha y los Km van pasando pero la factura llega antes de lo pensado, el calor me deja tocado... y la pierna vuelve a ir mal… el coco empieza a pensar… Xesc que está pasando no puede ser tanta mala suerte que mierda de año… desde la Nuria Queralt del año pasado no te ha salido ni una sola carrera bien, este año ha sido el que más sacrificios y entrenos has hecho.
Las respuestas son… tranquilo solo es un hobbie y has tenido la suerte de tener entrenos fantásticos, aguanta no pienses, déjate llevar, piensa en la gente que está aquí solo por ti. Así voy pasando Km pero no me veo capaz de aguantar hasta el final, no me entra en la cabeza poder aguantar tanto sufrimiento. A penas puedo trotar, la pierna es de corcho, el calor es insoportable, solo mejora en el momento de que me ponen hielo en el cuello y me refrescaran con el vaporizador.
Me confieso con mi hermano, me convence, hacemos un pacto… aguanto hasta las 21:00 y si no puedo abandono. La cabeza empieza a hacer un flash black de toda mi vida, recuerdo él porque me gusta correr, él porque me gusta hacer ultras, me repito una y otra vez las frases épicas que siempre comentamos, pienso sobre todo en una frase que siempre les comento a mis hijos… EL PODER MENTAL LO PUEDE TODO, QUERER ES PODER. No puedo retirarme por nada del mundo. Gracias a Dios la cosa cambia, mi mente no siente el dolor aún que mi cuerpo no puede correr, solo un trote cochinero de máximo 400 metros. Empieza otra carrera completamente diferente, disfruto de la carrera, del ambiente, me acompaña un montón de km mi hermano, tengo la suerte de poder compaginar las dos cosas que más quiero en mi vida, familia y correr. Parece mentida como puede cambiar la misma cosa dependido de la óptica que se mire, me siento feliz, me veo finisher cuando unas horas antes ni me lo podía imaginar. Llegamos a Lone Pine que es el km 200 y “solo” nos queda la subida hasta Whiney Portal 17km con un desnivel positivo de 1.700mts. La subida es preciosa, me acompañan mis hijos a tramos es fantástico, parece un sueño.
Por desgracia un fuego a 2 km de la meta obliga a mi mujer Rosa y a mis hijos a dar la vuelta por seguridad y solo continúa conmigo el vehículo de apoyo de Rob. A falta de 1 km vemos que es posible bajar de las 40 horas y la adrenalina llena mis venas, empezamos a correr, me noto fresco, como nuevo… realizo mi llegada más intensa, fantástica de toda mi vida, nunca la olvidare, no se puede explicar…
Al final han sido 39 horas 53 minutos y la 35 posición de los 87 escogidos, fantástico, no puedo pedir nada más, solo agradecer una vez más el esfuerzo realizado a toda mi tripulación y a toda la gente que desde casa me han apoyado y animado en conseguir este sueño. Es increíble lo que experimentado en esta carrera ya que a parte de mis “problemas” es una gran carrera que vale la pena hacer al menos una vez a la vida.
Xesc Terés.