El revés de la trama y el miedo a lo desconocido en relación a la Congregación de Cienciología Daniel M. Tirapu, Catedrático de Universidad. (Junio 2007) La primera noticia de esta organización me llegaba a través de la detención de uno de sus dirigentes al llegar a España, donde quedó detenido inmediatamente acusado de cargos muy graves, estafa, asociación ilegal, etc. , sin demasiado fundamento, al parecer, a juzgar por la total absolución de todos los cargos. Más tarde Motilla en su monografía "Sectas y Derecho" hablaba de esa entidad como de religión moderna, no sectaria, pública y legal en los países donde estaba implantada. Después, la Presidenta de la Congregación me mantuvo informado de sus publicaciones, noticias y demandas ganadas contra psicólogos y psiquiatras que pretendían apartar a algunos de sus miembros mediante una cierta reprogramación mental. El resto de mis noticias han sido variadas y confusas: la pertenencia de algunos destacados actores y actrices del cine mundial, el tema de un cierto elitismo o religión para ricos, control mental en sus miembros (cualquier empresa mercantil o ideológica controla en la medida que puede a sus empleados, a través recursos humanos, trabajo equipo, identificación con los fines de la empresa, etc). Por otra parte, colegas del Derecho Eclesiástico, que habían viajado invitados por la Congregación a ciudades americanas, para conocer más a fondo la organización, nunca se negaron a viajar y conocer, pero no tengo noticia de sus artículos, científicos o no, acerca de su experiencia. En privado oía comentarios del estilo: qué personas tan raras, económicamente les va bien, te tratan de maravilla, algo deben ocultar, tienen un aparato que sirve para santificarse que cuesta tres millones de pesetas y una sarta de estupideces poco creíbles para cualquier mente madura. Mi historia real con la Congregación de Cienciología comienza a finales del mes de marzo, cuando fui amablemente invitado como experto en cuestiones de derecho de libertad religiosa de confesiones religiosas en el derecho español, para que comentase una sentencia del Tribunal de Estrasburgo que amparaba y daba la razón a la Cienciología sobre una cuestión registral como ente religioso en Rusia. Fue el momento en que con toda sinceridad les dije que soy católico y que respeto y exijo respeto para el derecho de libertad religiosa, porque así me lo enseñó el Vaticano II en su declaración Dignitatis Humanae, en la que proclamaba solemnemente que el derecho de libertad religiosa, sin olvidar el deber de la persona a buscar la verdad del sentido de la vida y la verdadera religión, como derecho natural humano, debía ser reconocido en el Derecho de los ordenamientos. Tristemente media humanidad, unos tres mil millones no gozan de este derecho (China, Islam con diferentes identidades según los Estados y hasta hace poco el muro soviético). Si es verdad que en el orden existencial el
derecho más primario es la vida (pues sin ese derecho no hay otros o podríamos decir que se tendría el estatuto jurídico del cadáver), en orden esencial las libertades, religiosa, de pensamiento y de conciencia son más importantes. La vida queda muy devaluada en una cárcel o en un campo de concentración, donde no puedes rezar, hablar con libertad, decidir, etc. Fui muy claro con los dos dirigentes de la Congregación. Les conté todas mis dudas acerca de si son una religión: el tema del Ser Supremo, el por qué de la cruz cuando parece que no creen en un salvador externo, auxilios divinos, salvación, ministro de culto, situación de la mujer, matrimonio, cuerpo de doctrina moral, etc. También les conté el conjunto de cuestiones increíbles que les rodeaban: blanqueo de capital, extorsión, control, instrumentos caros para el aprendizaje de la religión, compensación de favores, y un largo etcétera acerca de su supuesto secretismo, opacidad, problemas con la justicia, doctrinas raras entre otras cosas. Sin embargo, fui informado detalladamente, pude acceder a sus libros litúrgicos, sus Estatutos que los pude sacar de la sede de su templo en Madrid (recuerdo que para un trabajo similar con una comunidad de religiosas católicas, me dieron un horario para consultar los estatutos), no me quitaron la cartera y me sentí bien tratado, respetado, cosa poco normal, hacia alguien que va haciendo preguntas íntimas a entidades eclesiásticas, católicas o no. Hasta ahí, mi toma de contacto para una posible investigación. Ahora viene el revés de la trama, desde que he hablado de esta visita al templo he recibido los siguientes mensajes: un abogado de cierto prestigio me dice que teme por mi, que pueden investigar mi vida privada, extorsionarme, ser comprado por dinero (un tanto contradictorio con la extorsión); un antiguo miembro del Ministerio de Justicia me dice que son lo más peligroso del mundo ¡sin más razón ni prueba alguna!; una secretaria de un grupo del Congreso me miró despectivamente al verme con algún material facilitado por la Congregación; un amigo me dijo que cómo un católico podía entrar en contacto con semejante gente. En fin todo esto me ha hecho interesarme a fondo por la Congregación de Cienciología, precisamente como reacción al cúmulo de asuntos contradictorios y falsos que me han contado. Es verdad que soy católico y no pienso poner en peligro mi fé pero también es verdad que soy un jurista experto en temas de libertad religiosa y confesiones y soy amante de la libertad, odio la murmuración y el chismorreo y me gusta escuchar a las dos partes, cuanto más en un tema de mi especialidad. No me han hecho oferta de ningún dinero, tampoco lo quiero y lo único que sugirieron era que participase en su reunión mundial en Inglaterra como observador externo. Estoy enfrascado en toda la documentación recibida, dictámenes, libros, vida del fundador, pero podría concluir de entrada algunas cuestiones: 1) Cienciología es una religión moderna, urbanita, especialmente dirigida al hombre y la mujer que agobiados por la vida moderna entrenan sus facultades mentales y volitivas en el auto-conocimiento y la comprensión del mundo que les rodea. Tiene éxito porque sus mensajes son muy sencillos y claros, y con un poco de constancia se observan cambios sustanciales: calma, paz, huir de lo negativo
buscando lo positivo, moral cívica intensa pero sometida a lo que nos ha sido dado como personas, varón y mujer. 2) Su código moral incluye cuestiones muy modernas: cuidado de la salud, medio ambiente, presentarse adecuadamente en el vestir, el aseo, moderación en la comida y bebida sin prohibiciones expresas, no a las drogas, sentido de fidelidad en la pareja hetero, no ser promiscuo, amar a los niños, respetar a los padres, no robar, no mentir, no asesinar, no al aborto, respeto de la naturaleza, ser un buen ciudadano que cumple las leyes aunque sabe que hay leyes que pueden ser injustas. 3) Creen en Dios o el Ser Supremo, tienen ministros de culto y un sistema ascético en el ejercicio de potenciales del espíritu, el comportamiento humano y la voluntad. 4) Su templo en Madrid es absolutamente transparente (literalmente todo ventanas), con dos entradas y dos salidas. No piden nada para entrar. Tienen un templo, servicios religiosos, asesoramiento espiritual, programas sociales contra la droga y para el tercer mundo. Evidentemente es una religión, para mí lo es pues cumple todos los requisitos y lo dicen expertos en religión y desde luego mucho más si el Ministerio de Justicia ha llegado a reconocer a grupos de treinta fieles, el Palmar de Troya, los Testigos de Jehová (muy problemáticos para el Estado, sangre, mili, etc) e incluso grupos "religiosos" que usan estupefacientes para ritos. Hasta el momento desarrollan su labor con arreglo al Derecho común como confesión no inscrita a la que asiste el derecho de libertad religiosa en su dimensión personal y colectiva. Por ultimo, me llama la atención que ante la oferta de la Congregación a entidades autonómicas o estatales para colaborar en fines sociales, no reciban la más mínima subvención aun sabiendo que los resultados en sus centros de rehabilitación son diez veces más baratos que los tratamientos de metadona y con mayor índice de éxito. ¿Por qué no colaboran con ellos? Veo en esta Congregación cierta impronta americana a través de su fundador, aunque aún así se integran perfectamente en las costumbres de ahí donde establecen una sede, cosa que he visto en España, donde en su inauguración contaron con la presencia de Dionisio Llamazares e incluso mucho flamenco. Para sus actos de proselitismo y de establecimiento, no piden ni quieren ninguna subvención por que se autofinancian. No puedo emitir más que conclusiones muy provisionales pero intentaré estudiar el asunto a fondo. Fdo. Daniel Tirapu