Somo Argentino...Somo... Para imprimir y colgar en lugar bien visible del taller, estudio, consultorio, o simplemente en la puerta de la heladera Ah!! Y léanlo hasta el final... No sean Argentinos...
Si pretendemos que cambie el país, empecemos por cambiar nosotros, porque hay más de 100 razones por la que los Argentinos somos un mal ejemplo:
Porque somo lo mejore...somo...
Para prometer y no cumplir Porque damos cátedra de lo que no sabemos nada Somos insuperables para poner excusas Porque fue necesario inventar la palabra “chanta” en el vocabulario Argentino Porque nunca llegamos puntuales Porque fumamos en lugares cerrados Porque llenamos de basura nuestras calles y si paseamos a nuestro perro, ni locos, levantamos sus deposiciones Porque no sabemos comer nada que no sea Pizza, milanesa o bife, e igual decimos que nada se compara con la comida Argentina
Y ademá...
Porque en cualquier aeropuerto del mundo, llamamos la atención con nuestros bolsos y nuestros gritos. Porque manejamos como salvajes, ya que las reglas de tránsito son para todos menos para mí, y siempre queremos pasar primeros aunque no estemos apurados, y las líneas de los carriles son solo adornos para el asfalto, y no sabemos lo que es el guiño, y la luz roja es opcional, especialmente en sus primeros y últimos segundos, y no importa que mueran miles de Argentinos en accidentes de tránsito al año, igual no vamos a cambiar.
Y sigue...
Por el absurdo machismo de los hombres, y el cómodo machismo de las mujeres. Porque nuestra diva nº 1 es Susana Giménez, a pesar de su vulgaridad y falta de talento. Porque la mejor fórmula de éxito televisivo es la de Tinelli: enalteciendo la burla al prójimo, y no requiere el menor esfuerzo intelectual. Porque ahora resulta que Roberto Galán era un genio. Porque nos gusta ver a Jorge Rial, y a Chiche Gelblung, y a Mauro Viale, y por toda la T.V. Basura, que es el 99% de la T.V. Porque no podemos ir a la cancha en familia, por las barras bravas, porque no tomamos el fútbol como un entretenimiento sano, porque no conocemos el espíritu deportivo.
Y además...
Por el autoritarismo Peronista, la ineptitud radical, el mesianismo y la violencia de la izquierda, el totalitarismo militar, y por la corrupción de todos ellos. Por nuestros funcionarios, y nuestros ñoquis, y nuestros políticos, y nuestros sindicalistas, y porque los seguimos votando. Porque si evadimos impuestos somos piolas y está bien. Porque despreciamos a los inmigrantes Bolivianos, Peruanos o Paraguayos, pero después nos aprovechamos empleándolos en negro, en condiciones insalubres, sin cobertura médica, ni social, porque nos sale más barato.
Y porque no...
Por la impunidad institucionalizada, por los jubilados estafados, los docentes humillados, la inequidad social, la política que tenemos. Porque preferimos echarle la culpa de todo a Estados Unidos, al F.M.I., a Mandinga, en lugar de reconocer que tenemos lo que nos merecemos porque lo hemos generado. Porque no somos racistas porque “gracias a Dios” en Argentina no hay negros, y porque sentimos alivio de ver que la mayoría de los Argentinos no tenemos sangre indígena y... pobre de vos si la tenés y se nota. Porque nos creemos Europeos, pese a no haber sabido conservar esas raíces.
Y también, por si fuera poco...
Por la bailanta mal entendida, por las estampitas y el santuario de Gilda y demás, y porque Rodrigo es para nosotros un parámetro estético, y a lo que él hacía lo llamamos música, respetando su carisma, peor aún: música Argentina. Porque en cambio no conocemos ni sabemos bailar tango, ni zamba, ni chacarera, ni chamamé, porque no apreciamos en general la música Argentina. Porque empezamos a festejar Halloween, y en cambio no festejamos ni tenemos idea de cuándo es el día de la Tradición.
Y sigue la lista...
Porque opinamos indignados que a Borges le debieron dar el Nóbel de literatura, aunque nunca lo hayamos leído, ni a Sábato, ni a Cortázar, ni a Bioy, pero si leemos Gente, y otras basuras. Porque en momentos de prosperidad, mostramos ser un país de nuevos ricos. Porque nuestras vacaciones ideales son ir de shopping a Miami, y estar en un hotel torre en Cancún, y volvemos creyendo que conocemos Estados Unidos y México. Porque alimentamos nuestra idea de glamur leyendo Caras, admirando a gente que nos muestra su casa con jacuzzi de mármol, o su nueva cirugía estética, o su enésima siliconada amante, y tratamos de copiarlo deseando tener una 4x4, y conversación pretenciosa, y si no podemos, nos conformamos ostentando un celular, al que hacemos sonar aunque estemos en el cine o teatro.
Y por último...
Porque ponemos obstáculos haciendo que parezca imposible curarnos de todo esto. Además de cacerolear a los políticos corruptos, a los empresarios evasores, a los sindicalistas traidores, a los jueces ladrones, y a los banqueros traficantes, hagamos un cacerolazo un día por esta sociedad Argentina que formamos, contribuyendo a generar, con nuestras acciones cotidianas, la dirigencia infame que hoy queremos cambiar.
Nota: Enviar sólo a contactos Argentinos. Los trapos sucios se lavan en casa.