Antonio Bujalance "a Diez Mil Años Luz". Catálogo

a mi esposa e hijos…

Coordinación de la edición: Carmen del Campo Romaguera. Organización exposición: Galería Carmen del Campo. www.galeriacarmendelcampo.com. Edita: Casededint, S.L. Fotomecánica e impresión: Imprenta Luque. www.imprentaluque.com. ISBN: 978-84-936997-4-1. Depósito Legal: CO-1324-04. © de la Edición: Casededint, S.L. © de los textos: Sus autores. © de la fotografía: José Carlos Nievas

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a diez mil años luz

Antonio Bujalance Autor de la obra. Pág. 9-31

Miguel Clementson Lope Prólogo. Pág. 5-7

Mario Antolín Textos. Pág. 12

Francisco Benítez Textos. Pág. 18, 30

LA LUJOSA LUZ DEL CIELO

En este año 2009 que termina, se conmemora el cuatrocientos aniversario de la

construcción de un telescopio suficientemente perfeccionado, por cuenta del genial matemático, astrónomo y físico toscano Galileo Galilei, que permitió al hombre por vez primera asomarse al Universo: observar la irregular superficie de la luna, descubrir la naturaleza estelar de la Vía Láctea, conmoverse con los anillos de Saturno, admirar las cambiantes fases de Venus… pero, sobre todo, corroborar la desde entonces incontestable solvencia del sistema heliocéntrico o copernicano, que continúa vigente aún hoy día, al menos para nuestro sistema solar. Hasta 1609 se había teorizado ampliamente acerca de los misterios del Universo; desde esa fecha en adelante quedó constituido el denominado método experimental, y asentadas las bases para el imparable desarrollo de la ciencia moderna, pese a que el Papa Urbano VIII —como sus antecesores—, hizo cuanto pudo por silenciar las teorías de Copérnico, ahora corroboradas por las observaciones empíricas formuladas a través del telescopio de Galileo. El Humanismo nos hizo ver el mundo como una unidad orgánica, de manera que sólo considerando su totalidad podía el hombre comprender los principios de la Naturaleza y las imbricadas analogías existentes entre los seres y objetos que habitan la realidad tangible, o remota, por distante. Los artistas de los siglos XV y XVI hicieron suyo este conceptualismo existencial y, con su proceder, al ejecutar sus obras, también aspiraron a hacer visibles las misteriosas fuerzas ocultas que actúan y rigen, al cabo, tanto en el mundo terrenal como celeste, aspirando a desvelar, en suma, los misterios ocultos de la Naturaleza. Leonardo da Vinci llegó incluso a comparar el proceder del artista con la labor del Creador, al conformar también aquél con su trabajo —ahora estimado de irrefutable rango intelectual— un nuevo microcosmos: “signore et Dio… signore d’ogni sorte de gente et tutte le cose”. El arte suponía el vehículo más adecuado para representar a la filosofía natural, tal y como la poesía hacía lo propio respecto a la filosofía moral, y el artista se convertía en un espíritu animado por la inspiración divina, en el “dios mortal” de que nos hablará Giorgio Vasari. Todos aquellos vaticinios de los visionarios astrónomos griegos de los siglos III y II a. C., que proporcionaron una adecuada visión del Sistema Solar (Aristarco de Samos, Hiparco…), luego reafirmados por Nicolás Copérnico en el siglo XVI, y corroborados por el propio Galileo en el XVII, se fueron confirmando dificultosamente con el paso de los siglos. En nuestros días contamos con una tecnología impensa-

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ble para todos estos prometeicos benefactores: el telescopio espacial Hubble, un cilindro de dieciséis metros de largo por cuatro de diámetro, de once toneladas de peso, que gira en órbita alrededor de la Tierra retratando incansablemente el Universo, proporcionándonos desconcertantes y sorpresivas imágenes, que amplían exponencialmente el horizonte del conocimiento humano; así se nos muestra un mundo insólito, que escapa aún a los códigos de la ciencia contemporánea: cuásares, supernovas, nebulosas planetarias, galaxias de toda suerte, objetos interaccionantes, cúmulos estelares de galaxias, gigantescas columnas gaseosas, glóbulos gaseosos de evaporación… Al candor de todas estas imágenes suscitadas desde la titánica e incansable retina del Hubble, o de la del más reciente VLT, del Observatorio Europeo Austral, Antonio Bujalance desde la Tierra, utilizando el sin par recurso de su imaginación —como antes hicieran también los filósofos presocráticos— se atreve una vez más a fundamentar de manera hiperbólica su histórico oficio de artista-pintor, decidiendo en acto volitivo instrumentar el color y la materia, actuando in creatore como un dios. Difícil empresa, pues lo representado ha de ser ajeno enteramente al dominio de la figuración; una constatación de que la Naturaleza, como el Cosmos, es abstracta en grado sumo si la fragmentamos, si la observamos desde un viaje programado y consentido hacia el universo de lo microscópico. Bujalance, una vez más, al autolimitar su ámbito de posibilidades, se lanza al vacío para remontar en heroico vuelo, celebrando con todos nosotros la constatación de su maestría. La propuesta expositiva se convierte así en una oportunidad para el regocijo conjunto de artista y público, esencializándose aquí en grado extremo el discurso plástico: demostrándose cómo es posible orquestar una composición con la única herramienta que proporciona el puro goce del color, distribuyendo adecuadamente las improntas gestuales de la materia pictórica, ayudándose de unas texturaciones instauradas desde la propia fase de imprimación del soporte… todo un compendio de posibilidades técnicas activadas, consecuencia de su contrastada y veterana experiencia en la práctica pictórica. En estos trabajos, la imaginación del artista, su capacidad de ensoñación para secuenciar los motivos —que ahora se tornan en protagonismos gestuales, cromáticos o texturales— se nos muestra más eficiente que el más sofisticado telescopio que la técnica disponer pueda en manos del hombre. Llegados a este punto no podemos sino rememorar aquella controversia suscitada entre la imitatio y la superatio en el Humanismo, y posicionarnos a favor de la libertad de acción, decantándonos por el superamento que preconizaban artistas y poetas como Poliziano.

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Al visitar la exposición el espectador percibe que se sumerge en un entorno extraño al propio hombre, habitado predominantemente por la masa azul del fondo cósmico. La técnica de elaboración desplegada en estos trabajos es muy parecida a la de la acuarela: concreción de reservas zonales, uso de transparencias, utilización del pulverizador para crear texturaciones; las improntas gestuales de materia pictórica, a veces muy fluidas, son respetadas en ciertas partes del cuadro, generando recursos evanescentes, de translúcido efectismo. Las composiciones responden a estructuras internas resueltas de forma concéntrica unas veces, mientras en otras se pretende, por parte del artista, generar una idea expansiva acerca de la materia representada, al parecer emerger el movimiento de su núcleo central. En todos estos trabajos lo aleatorio ha tenido un notable protagonismo: surgen de esta manera efectos sorpresivos como consecuencia de la aplicación del color, que en zonas concretas de los cuadros adquiere valoraciones propias del dominio de la cerámica, rememorándose con ello el propio vértigo evolutivo del Cosmos, su titánico y sublime desarrollo al margen de toda presencia y consideración humanas. Son cuadros lentos de ejecutar, y dificultosos de orquestar; casi siempre hay que dejar transcurrir bastante tiempo para que seque el pigmento acrílico y así valorar el efecto conseguido, de manera que las etapas de elaboración se secuencian con calma extrema hasta alcanzar el efecto final deseado. Muchos de los recursos técnicos aquí empleados son reconocibles dentro del repertorio de posibilidades habituales en el artista: aplicación ampulosa del color; ejecución precisa y meticulosa, ajena a toda afectación que pudiera interpretarse como manierizante; magistral secuenciación de las luces y las sombras en la superficie compositiva; magnífica orquestación de los recursos expresivos, manifiestos a través del trazo, las texturaciones y el puro uso del color. Aún dentro de esta dificultosa temática que supone la representación del Cosmos y sus arcanos, Antonio Bujalance nos demuestra, con estos concretos y tangibles acontecimientos plásticos, que la pintura, cuando es buena pintura —como ésta—, no precisa de argumento, ni de guión, ni de título… sólo del hilo conductor de la maestría. Y aquí está todo un Universo propio, habitado por su discurso generativo para confirmarlo.

Miguel Clémentson Lope

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OBRA CATALOGADA 8

Fondo luminoso Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm.

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Formas brillantes Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm.

Nebulosa VIII Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 10

Formas cálidas Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm.

Espiral Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 11

Su pintura se sitúa dentro de un expresionismo lírico, en el que la fuerza de la espátula robustece un cierto sentido dramático que subyace en el trasfondo de su obra, que ha ido evolucionando con el paso del tiempo llegando casi a los límites de la abstracción, y en la que la fuerza del color se diluye, en ocasiones, en un concepto poético de personal elegancia.

Mario Antolín

Ráfagas Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 12

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Expansión Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 14

Nebulosa IX Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 15

Nebulosa X Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm.

Sobre el espacio azul Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 16

Nebulosa XI Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 17

Son sus paisajes la visión de un mundo que es el nuestro, pero nimbado por un aura irreal donde habita lo desconocido; como si fuesen mirados por alguien que ve lo que nosotros no vemos: su estructura más íntima, sus colores más desvelados y más desnudo el espíritu que dentro de cada paisaje palpita.

Francisco Benítez

Interior en rojo Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 18

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Destellos de luz Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 20

Azules, grises y violáceos Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 21

(…) a pesar de lo poco propicio a sueños y fantasías del hombre actual, existen todavía seres en nuestro entorno que creen en esa especie de mágica transmutación de la pintura, artífice aún hoy de tantos maravillosos encantamientos.

A tres mil años luz II Acrílicos / Tablero 110 x 120 cm. 22

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Ráfaga luminosa Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm.

Nebulosa XIV Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 24

Rojos en círculo Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm.

Sobre azules Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 25

Nebulosa XII Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm.

Sobre las pinturas de Bujalance caben múltiples interpretaciones y lecturas, tan variadas como lo son en su riqueza plástica los infinitos matices cromáticos, texturas e impresiones luminosas que construyen a modo de orogénesis activa todo este mundo en expansión conformador de realidades sustentadoras también de cuán intensa y prolongada historia de la vida.

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Luz amarillenta Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm.

Más allá del tiempo y acotando en la medida de lo posible un espacio que se nos abre sin límite hacia los mismos confines de la tierra, parecen respirar unas pinturas, una materia que se transforma en ese milagro de hacer y deshacer quedando para siempre convertido el pigmento en entraña de un planeta ancestral (…)

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Nebulosa XV Acrílicos / Tablero 83 x 83 cm. 28

Círculos de luz Acrílicos / Tablero 45 x 45 cm. 29

Los paisajes de Antonio Bujalance son una fusion entre la ensoñación y lo terrenal, entre una imaginación ardiente de sentimiento y un ojo avizor que disecciona las tierras, las aguas y los cielos.

Francisco Benítez

A tres mil años luz III Acrílicos / Tablero 110 x 120 cm. 30

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B I O G R A F Í A 32

La dilatada experiencia pictórica de Antonio Bujalance comprende una extensa obra que abarca un amplio repertorio de técnicas artísticas, que van desde el dominio del dibujo, considerado éste en toda su amplitud, a la ilustración de libros, revistas, textos de prensa, carteles… siendo sin embargo en la pintura, donde su labor creativa ha sido más consistente y reconocida. Sus primeras exposiciones se caracterizaron por la consideración de temáticas diferenciadas, aunque ya predominaba en ellas la estimación de la figura humana en gran formato como sujeto exclusivo de composición, o formando parte de estructuras más complejas en las que quedaban igualmente integrados otros elementos adicionales. Más adelante, se fue interesando por el paisaje, que siempre ha valorado desde una conceptuación imaginaria, de tal forma que más que el tema, le seducía especialmente el tratamiento pictórico del color en absoluta libertad, la orquestación de los planos tonales, la paciente y sorpresiva eclosión de las texturas… Así, fueron surgiendo una serie de obras en las que el artista quiso cambiar el punto de vista habitual, concibiéndolas como observadas desde grandes alturas, donde podía verse la tierra, sus continentes, sus ríos, mares, islas… masas cromáticas, en suma, resueltas con gran expresividad y amplio despliegue de recursos. Fueron obras, éstas, que formaron parte de exposiciones celebradas en la Escuela de Arte “Mateo Inurria”, en la Sala CajaSur, y en la Galería Carmen del Campo de nuestra ciudad. Alternando con su actividad expositiva, Antonio Bujalance ha desarrollado igualmente una extensa labor dentro del dominio de la pintura mural, de grandes dimensiones, así como en el exclusivo ámbito especializado de las vidrieras artísticas, realizando ambiciosos trabajos en numerosos enclaves de la geografía española.

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1934 Nace en Doña Mencía (Córdoba). 1936 Reside con su familia en Bujalance (Córdoba) hasta los catorce años. 1948 Obtiene beca de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, para realizar estudios de Dibujo y Pintura en la Escuela de Artes y Oficios. 1963 Finaliza sus estudios de Pintura en el Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla. 1967 Realiza un curso de ampliación de la especialidad en la Escuela de Pintura Mural Contemporánea de San Cugat del Vallés de Barcelona. 1976 Realiza cursos en la Escuela de Cerámica de Manises (Valencia) y Burgos. 1998 Es nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. 2003 Ingresa como Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada.

En este mismo año el Ateneo de Córdoba le concede la Fiambrera de Plata.

2004 Premio de Arte Juan Bernier de la Asociación Arte, Arqueología e Historia de Córdoba. Alternando con su pintura, ha sido profesor titular de Dibujo Artístico en las escuelas de Artes Aplicadas de Baeza (Jaén), Sevilla y Córdoba. EXPOSICIONES PERSONALES 1971 Sala de la Escuela de Artes Aplicadas de Baeza (Jaén).

Sala de la Sociedad Económica Amigos del País, Jaén.

1974 Galería Studio 52, Córdoba. 1975 Galería CajaSur, Cabra (Córdoba). 1976 Sala de Arte del Castillo, Jaén. 1980 Galería Studio 52, Córdoba. 1985 Sala CajaSur, Monte de Piedad de Córdoba en Madrid. 1986 Galería Roglán, Barcelona.

Sala Arxiu Tobella, Tarrasa (Barcelona).

1987 Sala del Centro Cultural CajaSur, Córdoba. 1988 Casa de la Cultura, Doña Mencía (Córdoba). 1991 Galería Rafael García, Madrid. 1993 Sala Mateo Inurria, Escuela de Artes Aplicadas, Córdoba. 1997 Sala CajaSur- Gran Capitán, Córdoba.

Galería de Arte José Pedraza, Montilla (Córdoba).

1999 Casa de la Cultura, Doña Mencía (Córdoba).

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2001 Galería de Arte Trebellar, La Coruña. 2003 “Música y paisaje”, Galería Carmen del Campo, Córdoba. 2004 “Secuencias” 1968-2003, Sala CajaSur- Gran Capitán, Córdoba. 2006 “Sobre el paisaje”, Galería Carmen del Campo, Córdoba. 2009

“A diez mil años luz”, Galería Carmen del Campo, Córdoba.

RESUMEN DE EXPOSICIONES COLECTIVAS Desde 1953 ha participado con su obra en 130 exposiciones colectivas, aproximadamente, celebradas en España y el extranjero, entre las que destacan las siguientes: 1965 Exposiciones de Primavera y Otoño de Sevilla 1975 Pintores Cordobeses, Galería Grin-Gho, Madrid. 1978 Panorama 78, Museo de Arte Contemporáneo, Madrid. 1982 Primera Semana Cultural, Doña Mencía, Córdoba. 1983 Pintores y Poetas Cordobeses, Palacio de la Merced, Córdoba. 1984 Toros y Toreros en la Pintura Española, Banco de Bilbao, Madrid. 1989 Exposición Premio BMW de Pintura, Academia de San Fernando, Madrid. 1994 Pintura de España, Galería Paloma Navarrete, Colonia, Alemania. 1995 Colectiva Encuentros, Cámara Oficial Española de Comercio, Frankfurt, Alemania. 1996 Séneca y la Córdoba Romana, Escuela de Artes Aplicadas, Córdoba. 2004 El Salón Córdoba en la Memoria, Sala Puerta Nueva, Córdoba 2006 Exposición COPI-COP, Córdoba 2007 Exposición Art-Madrid, con la Galería Carmen del Campo, Madrid. 2008 Ciencia, Tecnología y Arquitectura, Sala Santa Inés, Sevilla. 2008 Autores de la Galería Carmen del Campo, Córdoba. PINTURAS MURALES Entre sus pinturas murales de grandes dimensiones destacan: 1968 “Faenas de Pesca”, Casa de la Cultura, Doña Mencía, Córdoba 1974 “Siega y Recolección, Oficina Central de CajaSur, Córdoba. 1982 “Homenaje a Sevilla”, oficina CajaSur, Sevilla. 1994 “Homenaje a las Bellas Artes”, sala de exposiciones CajaSur, Jaén. 1995 “Homenaje a Córdoba”, colección privada, Córdoba. 1998 “Las Bellas Artes”, Sala de Exposiciones Museísticas, Córdoba. 2008 Pintura mural para el Excmo. Ayuntamiento de Bujalance, Córdoba.

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VIDRIERAS ARTISTICAS Igualmente ha realizado numerosas vidrieras artísticas, entre las que destacan: “Inmaculada” en el Convento del Cister, Córdoba. “Diana Cazadora”, finca privada, Villaviciosa, Córdoba. “Catedral de Sevilla”, en una oficina de esa ciudad. Bóveda semiesférica sobre los signos del zodiaco que cubre el patio central de 109 m2, de una finca privada en la sierra de Córdoba. DIBUJOS E ILUSTRACIONES Desde 1986 ha colaborado con numerosas ilustraciones en Cuadernos del Sur del Diario Córdoba. Igualmente ha intervenido con ilustraciones en más de treinta libros de poesía, historia y literatura. En numerosas revistas como “Candil” de Jaén, “El Bermejino” de Doña Mencía, “Ánfora Nova” de Rute y “Clarín Taurino” de Bilbao. Ha realizado el cartel de feria de Doña Mencía de 1991; Cartel del Festival de Teatro, Música y Danza de Priego de Córdoba de 2002; Cartel de Semana Santa de Córdoba de 2002, Cartel de Feria de Córdoba de 2004 y Cartel de Feria de Bujalance (Córdoba). MUSEOS Y COLECCIONES Museo Provincial de Bellas Artes de Córdoba. Museo Diocesano de Córdoba. Ayuntamiento de Córdoba. Diario CORDOBA Ayuntamiento de Doña Mencía (Córdoba). Diputación Provincial de Córdoba. Real Academia de Córdoba. Museo del Paisaje Contemporáneo, Antonio Povedano, Priego de Córdoba. CajaSur, Córdoba. Colección particular en Colonia, Alemania. Museo de Cerámica contemporánea, Burgos. Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba. Colecciones privadas de Córdoba, Sevilla, Madrid, Barcelona, La Coruña, etc. BIBLIOGRAFÍA ABC Antonio Bujalance “dibuja” los sonidos, Córdoba, 7-11-2003 ALCAIDE, Jesús Los momentos musicales de Antonio Bujalance, El Día de Córdoba, 13-11-2003 36

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