La ansiedad es una emoción de los seres humanos y otros animales, que tiene por objeto un incremento de la activación fisiológica para ponernos en alerta ante posibles amenazas externas y movilizarnos hacia la acción para sortear dichas amenazas, y que sin duda ha sido fundamental para la supervivencia de nuestra especie. Desde este punto de vista la ansiedad es algo sano y positivo que nos ayuda en la vida cotidiana, siempre que sea una reacción frente a determinados peligros o problemas puntuales de la vida cotidiana. Sin embargo, en las sociedades avanzadas modernas, esta característica innata del hombre se ha desarrollado de forma patológica, y muchas personas la viven como una emoción negativa y muy desagradable, hasta el punto que una persona con un alto grado de ansiedad se considera que tiene un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), enfermedad mental reconocida por la Organización Mundial de la Salud. La ansiedad patológica se vive como una sensación difusa de angustia o miedo, y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los problemas de diverso tipo a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa acerca de sus problemas.
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1 Síntomas 2 Tratamiento 3 Incidencia 4 Prognosis 5 Ansiedad y miedo escénico
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Síntomas Los síntomas más comunes de esta condición son taquicardias, sensación de ahogo, sensación de pérdida del conocimiento, transpiración, rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades para la comunicación, pensamientos negativos y obsesivos, etc. Cabe notar que los síntomas de la ansiedad suelen parecerse a los de padecimientos no mentales, tales como la arritmia cardíaca y la hipoglicemia. Se recomienda a los pacientes someterse a un examen médico completo para descartarlos. La ansiedad también puede convertirse en un trastorno de pánico, en el cual la persona cree que va a desmayarse, fallecer o sufrir algún otro percance fisiológico. Es común
que las personas con ansiedad visiten la sala de emergencias con cierta frecuencia, y típicamente se sienten mejor después de ser atendidas.
Tratamiento Existen varios tipos de tratamientos y terapias que tienen cierta efectividad para una porción de las personas que padecen de ansiedad y pánico. Ellos incluyen: • •
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Fármacos ansiolíticos. Psicoterapia Cognitiva-Conductal (cognitive-behavioral therapy). Esta debería ser dirigida por un psicólogo competente y experimentado. La terapia incluye retos a creencias negativas o incorrectas; reemplazo de pensamientos negativos; técnicas para entablar auto-charlas positivas; técnicas específicas para tratar con el pánico; etc. Reducción de estrés, lo que puede incluir técnicas de relajación y respiración, mejor manejo del tiempo, ejercicio físicos, yoga, etc. Cambios en la alimentación; por ejemplo, eliminación gradual del café, chocolate, azúcar, tabaco y alcohol. Algunos pacientes reportan reducciones considerables en su ansiedad sólo tomando estas medidas.
En casos muy severos tal vez sea necesario utilizar fármacos durante el transcurso de la psicoterapia. Si la psicoterapia da los resultados esperados, los fármacos se podrían suspender. Lo más recomendable es seguir varias formas de tratamiento simultáneamente, según indique el profesional al que se acuda, pero evitar simultanear distintos profesionales o los consejos de profesionales con los de amigos, familia... No es muy útil seguir un curso de psicoterapia si se sigue tomando varias tazas de café al día, por ejemplo.
Incidencia En la actualidad se estima que un 20.6% o más de la población mundial sufre este trastorno.
Prognosis En general se considera que la ansiedad es una condición que existe de por vida en cierto grado. No todos los pacientes responden a los tratamientos, pero una porción de ellos pueden lograr una recuperación parcial o casi completa a largo plazo con la ayuda de la psicoterapia cognitiva. Se cree que la prognosis de la ansiedad es afectada por la creencia común (posiblemente una creencia negativa e incorrecta) por parte de los padecientes de que su condición es especialmente grave, más grave que la de cualquier otra persona que se haya recuperado.
Ansiedad y miedo escénico Una de las formas de ansiedad más padecidas en el mundo es el miedo escénico, que para Renny Yagosesky, es una forma de timidez que se manifiesta frente a grupos, ante la inminencia de tener que expresarse en público o por efecto de imaginar dicha acción, y puede ser tratado de manera cognitiva conductual, incorporando una o varias de estas técnicas: autoobservación, reestructuración cognitiva, terapia de relajación, ensayo de conducta, representación de roles, desensibilización sistemática, visualización y entrenamiento asertivo. Para el psicólogo cognitivo Ricardo Ros, autor del método Stop a la Ansiedad, la ansiedad está directamente relacionada con miedo al futuro y está basada en pensamientos relacionados con frases que empiezan con "¿y si...?" ("¿y si me mareo?", "¿y si tengo alguna enfermedad?", "¿y si pierdo el control?", etc) Para este psicólogo, el tratamiento de la ansiedad se tiene que basar en una recodificación de este tipo de pensamientos que permita a la persona vivir en el presente. La persona que tiene ansiedad, dice, siente el futuro como si fuera real, cuando la realidad es que en el presente, que es lo único que existe, no hay ningún motivo para que se genere ansiedad. Cuando la persona vuelve a recuperar su contacto con el presente, la ansiedad desaparece.