Almas Gemelas

Almas Gemelas ... El joven deslizándose en el aire a gran altura junto a su amada, detuvo su mirada frente a aquellos fascinantes acantilados, su corazón no quería partir de tanto disfrutar esos paisajes, de tanto compartir la dicha milenaria de la mano de su compañera eterna, un pedazo de alma que le fue quedando repartido en cada flor , en cada gema, en cada playa, en cada brizna de hierba, en cada surcar el firmamento estrellado, con su alma gemela en esos mágicos cielos descendieron sobre un verde valle de esmeraldas y musgos coralinos, el estrechó la cintura de su amor, acarició con sus largos dedos su rostro con la suavidad de una brisa, miró sus ojos luminosos y profundos como agua marina encendida, sintió una punzada en el pecho, ya no los volvería a ver durante eones, durante medidas de tiempo infinitas... Deberían marcharse cada uno por sendas opuestas hasta que algún día después de haber servido muchas vidas en dimensiones diferentes y envolturas físicas distintas, el Padre, Madre, Amor, les volviese a unir, después de cumplidas sus misiones... Se abrazaron proyectando el máximo posible de luz interior en cada uno de sus corazones, un estremecimiento hondo les revivió el anhelo de permanecer unidos por la eternidad, de convertirse en un sólo ser como tantas veces lo hicieron, pero el Dios Amor les habló desde muy adentro...era tiempo para crecer...cada uno por su lado... Sabiendo que perderían aquella elevada conciencia se miraron por última vez, "recuerda lo que soy en tu interior, llévame contigo como una presencia viva", se dijeron ambos, sin hablar, en aquellas alturas, no era necesario hacerlo..."no te dejes atrapar por la ilusión en las cumbres de la conciencia, permaneceremos siempre aquí volando juntos, sobre estos acantilados , sobre estos valles, sobre estas playas y praderas..." Los ojos de la joven quisieron ser asaltados por una lagrima inoportuna, pero la comprensión la trasformó en un sentimiento de esperanza...muy pronto volverían a estar unidos. Ahora, ingresarían en la dimensión de las distancias y los tiempos inconmensurables, soñarían la ilusión de envejecer y morir, olvidados de la realidad...pero luego despertarían nuevamente contemplándose a los ojos como si acabaran de regresar de un sueño sin tiempo. Sobre la pareja desciende lentamente una luz rosada, les envuelve, después se divide en dos, las esferas se retiran hacia opuestos lugares del firmamento pero por más que se alejen y se separen entre galaxias y estrellas, un tenue hilo luminoso se va prolongando desde la una hacia la otra... ............ "... Hola, mi amado ausente, una vez más te recuerdo, es curioso pero esta vez sin pena, tal vez sea la noche cálida y perfumada, casi alegre y perfecta, o esos astros infinitos que parecen que jamás brillaron así, como un resplandeciente beso universal, no sé, pero me siento bien, tanto que danzaría contigo en el jardín a la luz de la noche, sobre la hierba, bajo una sinfonía de estrellas al compás de los grillos serenamente unidos por ese Amor tan verdadero, tan sólido y seguro que a veces casi no importa que todavía no estés como ahora, yo se que alguna vez estarás..." Tomó un sorbo de té sin darse cuenta de lo que hacia, porque su mente estaba muy lejos, es ese extraño recordar a quien no se ha visto jamás con los ojos del rostro, porque sé que íntimamente estas conmigo desde antes de mi primer suspiro y si muero y no te encuentro seguirás aquí dentro, si la próxima existencia tampoco se acarician nuestras miradas será otra vez terrible, pero en mi continuarás, existe en mi pecho un trono esperando a su rey y nadie sino tú lo puede ocupar. Se levantó y empezó a danzar con los ojos entornados, imaginando estar en los brazos de su amor eterno, volvió a la silla y continuó expresando las fantasías de su alma..."es un poco triste danzar sola en la hierba, en la noche cálida bajo los astros infinitos, imaginándote en mis brazos, llenando el aire tibio de caricias inexistentes, iluminando el jardín con un encuentro ficticio, ensoñado una dicha que no está, sí es triste, pero así resultaron ser para mi las cosas, no importa, he esperado tanto ya que una daga más de ausencia tampoco me matará...."

Comenzo a recordar su infancia, comprendiendo que había dentro de ella un punto por el que el tiempo no pasaba porque a pesar de los largos años en ese espacio interior nada había cambiado..."era divertido cuanto tenia 6 años, pensaba que faltaba poco, y cuando 20 y 30, pronto será 40 y todavía no estás, que acostumbrada estoy a no tenerte y cuanta falta me haces y como te amo, estás en cada aliento mío más cercano que mi piel porque este pellejo mío se irá pero tu seguirás aquí conmigo, ni siquiera se tu nombre, de color serán tus ojos, tus cabellos, no me importa, siempre serás tu, esa presencia o ausencia amiga que me acompaña desde niña, ese ser que me comprende, al que amo y amaré siempre aun sin haber visto jamás con los ojos del rostro. Las pléyades descendían cada vez más acercándose al muro de la casa vecina tapizado de enredaderas..."me gustaría encontrarme contigo, ¿te imaginas que maravilloso final a tan larga espera?, tal vez todo lo que hice y hago sea sólo para hacer meritos, para merecer el encuentro, pero no has llegado y pasa el tiempo, creo que demasiado, a veces pienso que no valdría ya la pena, no podremos compartir juventud sino surcos de piel en la piel, otoñales cabellos, huesos más bien frágiles y tantas historias oscuras, tantos errores y equívocos anteriores, tantas tristezas, sueños incumplidos, esperanzas muertas, pero nada me importaría, todo volvería a florecer si pudiera mirar tus ojos, tomar tu mano otoñal, no, nada importaria, si fueses tu..."