POLÍTICA ANALÍTICA Por Juan Fernando Perdomo *
A UNA MAMÁ COMO MUCHAS Con cariño para la Mamás. Hace un año, el día de las Madres, encontré un texto muy interesante sobre el papel de la Mujer en la historia de la Humanidad y, basado en el escrito de Juan José Olivares, “Madre, sólo hay una”, decía yo: “Imagínate una sociedad en donde todo: Los ciclos productivos del campo, la procreación de los animales, la fertilidad de la tierra… estuvieran relacionados con la Mujer. Un lugar en donde el centro de la vida social, la transmisión de las costumbres, el conocimiento y el control de la actividad económica fueran tareas de las Abuelas, Madres, tías,… ¡De las mujeres! “Que los niños adquirieran el nombre de sus madres bajo un poder matriarcal y los ritos fúnebres reflejaran la “inferioridad” social de los hombres respecto de las mujeres. “Que los calendarios fueran Lunares y no solares. Que el mundo de lo fértil fuera representado por una deidad, generosa, “con rostro y cuerpo de Mujer y, por sus pechos y vientre, de madre”. “Todo, absolutamente todo, giraba en torno a la mujer. Tal vez reconociendo algo que algunas de ellas mismas han olvidado: Las diferencias que existen con el hombre. Y, no, por supuesto que no me refiero a las capacidades intelectuales, sino a su capacidad de amar, a su capacidad de ternura, a su capacidad de crear… que distan mucho de esas capacidades en el hombre. ¡Son distintas! Y punto. Juan José escribía;“Todo reinado encuentra su término, eventualmente. Luego de las invasiones de los Indoeuropeos hace unos 5 mil años, la adoración hacia las diosas desapareció”. Llegaron las sociedades verticales y la dominación viril, “de la lógica de la explotación de la naturaleza en aras de la civilización y de las novedosas formas estructuradas de la guerra,…” y con ellas nos encontramos con la presencia de los dioses varones, asociados con el sol. Así fue que en la “Grecia antigua, los hombres designaban y definían las actividades de las mujeres, que ya sólo podían ser madres que, en un mundo de estados guerreros, proveían nuevos combatientes”. Ahora, un año después, estoy convencido que las Mujeres juegan un papel mas contundente en la sociedad actual. ¡Se han ganado sus espacios y se los tienen más que merecidos! No por mi criterio o juicio personal, sino porque su función ya no es únicamente de compañera, o de Madre,… ¡Ni mucho menos de objeto sexual!
Todo cambio en la sociedad trae nuevos retos y el nuevo “rol” de la mujer no es la excepción. La familia sigue teniendo como pilar básico a la mujer. O, dime si no, nos seguimos reuniendo en torno a nuestras madres o abuelitas de manera regular y, cuando se nos van de este mundo, dejan un enorme vacío que ya nadie llena, hasta que otra mujer -y ojo, dije otra mujer, en la generalidad de los casos- viene a ocupar ese papel y une, en torno suyo, a los hijos, nietos, bisnietos,… Por eso, este día, quiero hacer un homenaje. No a las Madres Teresa, ni a las Sor Juanas, Ni a las Madame Curie,… Sino a la mujer del día a día. La del trabajo en su hogar. Aquella que, además de llevar a cuestas un hogar, trabaja porque es madre soltera. También la casada, que con su trabajo apoya a su marido en los gastos de la casa. Rindo homenaje a las Mujeres que llenan con su amor las enormes necesidades de grupos vulnerables: Ciegos, Adultos mayores, Huérfanos, Enfermos, pobres… Admiro a la mujer que educa a sus hijos, la mujer que apoya en la enseñanza de niños y jóvenes, la mujer que atiende bondadosamente a los enfermos en los hospitales, la que colabora en una oficina, la que participa en la vida política, en el ámbito empresarial, en la tienda de abarrotes, en una dependencia de Gobierno, en el Banco ó en los medios de comunicación. La madre y la mujer que lucha cotidianamente por superarse, por apoyar a su familia, a sus amigos, a su comunidad y a su País. A ellos se debe y por ella misma lo hace, generosa y fuerte. Porque la mujer tiene un solo corazón, pero es tan grande, que sólo lo podemos comparar con el Amor de Dios. Y eso, es decir: Todo. ¡Feliz día, hoy y siempre a las Mamás! Y que Dios nos las guarde muchos años, pues ellas son la caridad y entrega de esta tierra, y la defensa más grande de la familia. *Juan Fernando Perdomo es egresado del TEC DE MONTERREY Servidor público, empresario y político (
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