A LA HISTORIA DEL MIERDERO Los imbéciles aún no toman conciencia del daño que generaron, atizando el fuego. Los cementerios se llenaron de clientes y sobrevivieron los excrementos. Se llenaron de odio los corazones de adolescentes y niños, que vieron descuartizar a sus padres, como sacrificando cerdos o violar a sus hermanas o madres, en la más absurda y salvaje orgía… “Asesinar a un liberal, no es pecado…” se predicó en los pulpitos…hasta uno que llego a Cardenal….después de bendecirles las armas a los chuladitas…los buitres de la uvita… Boyacá…uvas de la amargura y mosto avinagrado…a muchos les arrancaban los testículos o la lengua…o los hicieron caminar sobre vidrios rotos… a otros les hicieron el corte de franela o del mico… por denunciar o hablar mal de sus libertadores…todos quedamos marcados o estigmatizados por el fuego y crecieron los gusanos y los polluelos carroñeros de los gallinazos murtes…al principio se vengaron: abuelos… padres… hermanos… hijos… amigos…. luego se embriagaron con tanta sangre, que se prostituyeron…los cuerpos de paz, nos convirtieron en marihuanas y los “Air América” de la CIA se encargaban de su exportación para Vietnam… luego el “business” mutó en coca, en perica, en nieve; hasta que la heroína se convirtió en mejor inversión… ¿Y los ideales? ¡A la mierda, los ideales! Si los viciosos del otro lado del charco, quieren vicio: ¡El
mejor vicio, les proporcionaremos! Y colorín colorado…la guerra se transformó: ¡en un mierdero! Héctor “El Perro Vagabundo” Cediel hé
[email protected] [email protected] 2008-02-12