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internacional
kosovares celebran la declaración de independencia de la ex autonomía serbia el pasado 17 de febrero.
Rusia
la cortina de humo de putin
el aún presidente ruso usa la independencia de kosovo para desviar la atención de unas elecciones bajo sospecha
N
o sienten vergüenza, ustedes los europeos, por estar midiendo con doble rasero problemas análogos en diversas partes del mundo?” Vladímir Putin, hasta mayo presidente de Rusia, no ahorró adjetivos en su rueda de prensa la semana pasada, en la que se refirió al –entonces inminente– reconocimiento de un Kosovo independiente 62 la clave
por parte de los países europeos. “Desde hace cuarenta años existe de hecho la república independiente del norte de Chipre. ¿Por qué ustedes no la reconocen?”, remachó en alusión al conflicto secesionista más enquistado en el seno de la UE. La lista de territorios que, según el Kremlin, merecerían un reconocimiento similar al de Kosovo es larga: “Tras la proclamación
de Kosovo, debe tenerse en cuenta la situación en Abjazia y Osetia del Sur”, lanzó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, tras el encuentro con los dirigentes de estos territorios separatistas de Georgia. También figura en la lista Transnistria, en Moldavia, donde Moscú mantiene tropas.
Escenificación Pero, probablemente, el discurso tajante del Kremlin se quede en una escenificación diplomática. “El reconocimiento de estas regiones no le interesa a ningún país en este momento, ni siquiera a Rusia”, cree Peter Semnebi, representante de la UE en el Cáucaso. La clave está en otra parte: “La declaración de independencia en Kosovo es una buena excusa para desarrollar durante varias semanas una política exterior muy agresiva y criticar el uso del doble rasero en Occidente, distrayendo la atención de las elecciones y las numerosas violaciones acontecidas en la actual campaña elec-
internacional economía dia a dia Liberal Democrático–, “el equipo de Medvedev sólo tiene un problema por resolver: hacer que no gane con más votos de los que consiguió Putin en las anteriores elecciones. Esto parece la competencia entre Fidel y Raúl Castro en Cuba”, ironiza el corresponsal portugués José Milhazes. Otro candidato, el ex primer ministro Mijail Kasianov, ha sido rechazado por la Junta Electoral porque un 13% de los dos millones de firmas –necesarias para presentarse– se consideraron inválidas. Ahora pide boicotear las elecciones, que califica de “farsa”.
Peones diplomáticos Kosovo divide al Kremlin. “Existe una lucha interna entre diferentes fuerzas políticas rusas respecto a la independencia de los Estados autoproclamados del espacio postsoviético. Unos apelan al reconocimiento inmediato, otros al incremento de las ayudas”, señala Sergéi Markov, diputado ruso y director del Instituto de Estudios Políticos. “Moscú pretende aumentar considerablemente la ayuda financiera, económica y humanitaria a Abjazia y Osetia del Sur”, reconocen funcionarios del Ministerio de Exteriores ruso. El motivo: utilizar estos territorios del Cáucaso para mantener el acoso a los pequeños Estados de la región que llevan años en la órbita de la OTAN. “Georgia puede ingresar en cualquier organización internacional –incluida la OTAN– pero sin contar con la república de Osetia del Sur”, recalcó en esta línea el líder osetoral”, asegura a La Clave Inna Gavrilova, periodista de la emisora Eco de Moscú y la agencia Business Novosti. El líder derechista ruso Vladímir Zhirinovski, candidato en las elecciones presidenciales rusas del próximo 2 de marzo, comparte este análisis: considera que el Kremlin tragará la píldora amarga de la independencia kosovar a cambio de una aceptación europea de los resultados electorales. No hay muchas dudas sobre el ganador: será Dmitri Medvedev, viceprimer ministro y –más importante– presidente de la Junta Directiva del gigante público Gazprom desde 2002. Medvedev se presenta como candidato por el partido Rusia Unida, pero ya antes fue designado por Putin, quien en diciembre declaró que aceptaría el cargo de primer ministro bajo una presidencia de Medvedev. Aunque teóricamente tiene rivales –aparte del nacionalista Zhirinovsky, se presentan el líder comunista Guennadi Ziuganov y Andréi Bogdanov, dirigente del Partido
las cifras
el poder electoral del gas
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personalidades que tenían intención de presentarse a las elecciones no lo harán finalmente. Entre ellos figuran el ex primer ministro Mijail Kasianov, descalificado por el comité electoral, y el ex ajedrecista Garri Kasparov, que pretendía presentarse pero al final no llegó a inscribir su candidatura.
80%
en intención de voto tiene, según las encuestas, Dmitri Medvedev, el candidato de Putin, frente al 10% del comunista Guennadi Ziuganov y el 9% del ultraderechista Vladímir Zhirinovski.
235.000
millones de euros vale Gazprom, el gigante del gas ruso que preside Dmitri Medvedev y que abastece de gas a toda Europa del Este y el Cáucaso.
creen los analistas. No obstante, la independencia de estas regiones no parece cercana. “En Abjazia y Osetia del Sur no existen negociaciones; espero que la independencia de Kosovo sirva para retomarlas”, explica Semnebi. Añade que las disputas entre Rusia y Georgia son uno de los principales factores de la situación de Abjazia. “La posición de Rusia no es apoyar completamente a Serbia, sino salvaguardar el principio de inviolabilidad de fronteras. Para Ru-
moscú silencia
con dinero a separatistas de chechenia e ingushetia tio, Eduard Kokoity, en una rueda de prensa ofrecida junto a su homólogo de Abjazia, Serguei Bagapsh. Días antes, el 18 de febrero, ambos se habían reunido con Sergéi Lavrov, en un gesto que refuerza la impresión de que ambos territorios serán utilizados como peones diplomáticos por Moscú. “Hay más bases políticas y jurídicas para reconocer Osetia del Sur y Abjazia que a Kosovo”, manifestó Kokoity. Rusia ha repartido pasaportes rusos a la gran mayoría de la población de estos territorios, así como a la de Transnistria. Estos documentos podrían legitimar una eventual intervención en defensa de los ciudadanos rusos si Moscú así lo deseara, según
sia, no se trata sólo de impedir que la OTAN haga lo que quiera, sino también de aplacar las tendencias separatistas en Yakutia, Chechenia o Ingushetia, territorios autónomos de la propia Rusia”, argumenta a La Clave Olga Chichenova, especialista rusa en política europea. “En Ingushetia y Chechenia, Moscú está gastando una inmensidad de dinero para mantener callados a los separatistas; es un dinero que no recibirían de Occidente ni conseguirían por su cuenta”, explica; “a diferencia de lo acontecido en los años noventa, Putin intentó centralizar al máximo el poder interno de la Federación, y lo ha conseguido”. De ahí que el Kremlin no esté interesado en añadir ejemla clave 63
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Medvedev cuenta además con una herramienta fundamental para defender los intereses de Moscú en Europa del Este y el Cáucaso: el gas que exporta Gazprom. La prensa rusa especula incluso que Medvedev, que deberá dimitir de la jefatura de esta empresa pública antes de aceptar el sillón de presidente, traspase su cargo a Putin.
putin, primer
ministro o director de gazprom
vladímir putin
conversa con Dmitri Medvedev.
plos al de Kosovo. “Ni Occidente ni la ONU ni Rusia van a permitir que esta tendencia se extienda”, concluye Chichenova. Mehmet Periçek, especialista en política caucásica de la Universidad de Estambul, asegura a La Clave que “la agresividad de Estados Unidos en la región hace que Turquía y Rusia incrementen su cooperación. Si Turquía pierde en Chipre –sólo Ankara reconoce la República Turca del norte de la isla– también pierde Rusia”. Un juego táctico que puede neutralizar la mayor potencia de la OTAN en la zona. La mayoría de los rusos es muy crítica con el nuevo Estado y el apoyo que recibe de
Washington. “En el fondo, Hashim Thaci, el ex guerillero y primer ministro kosovar, no es muy diferente de Osama Bin Laden. Los norteamericanos alimentaron a ese terrorista, que ahora explota sus casas. Thaci será otro Bin Laden”, asegura Markov.
golpe al kgb Parece seguro que Dmitri Medvedev, una vez contadas las papeletas y realizado el traspaso de poderes, el 7 de mayo, contará con un respaldo unánime en su política exterior. “La Duma –el Parlamento ruso– hará lo que Vladímir Putin diga que hagamos”, se despacha el diputado Markov.
la lista negra del kremlin Rusia no sólo critica la diplomacia europea. También denuncia que la UE no extradite a activistas políticos y empresarios que Moscú considera delincuentes comunes pero que gozan de estatus de refugiados políticos en Europa. Badri Patarkatsishvili, fallecido el día 13 en Londres en circunstancias sospechosas, sólo era uno de los empresarios influyentes cuya captura –¿o eliminación?– se ha propuesto Moscú. Mijail Gutseriev. Multimillonario. Como propietario de Rusneft, es uno de los primeros magnates del pe-
tróleo. Acusado de evasión de impuestos. Gran Bretaña rechaza su extradición. Boris Berezovsky. Muy influyente en la corte de Yeltsin, es el ‘enemigo público número uno’ de Putin. A pesar de perder su imperio ruso y vivir exiliado en Londres, sigue siendo el oligarca más poderoso. Yuly Dubov. Empresario de la corte de Berezovsky. Rusia exige su entrega desde 2003 por delito fiscal. Vladímir Gusinsky. Cabeza de un imperio mediático en los noventa, vive ahora entre España, Grecia e Israel. Ha sido detenido en España pero no extraditado.
Alexánder Temerko. Antiguo vicepresidente de Yukos. Gran Bretaña deniega su entrega desde 2005. Natalia Cheryshev. Ex gerente de Yukos. Londres le da refugio desde 2005. Leonid Nevzlin. Una de las cabezas de Yukos. Desde 2003 vive en Israel. Dmitri Maruev. Ex directivo de Yukos. Londres deniega su entrega desde 2005. Ajmed Zakaev. Político y ex guerrillero checheno. Rusia exige su extradición a Gran Bretaña desde 2003. Mahomed Uspaev. Activista checheno. Suecia deniega su entrega y le ha concedido estatuto de refugiado.
Eso sí, el nuevo presidente tendrá poderosos enemigos en el círculo de los ‘siloviki’, los ex responsables del aparato de seguridad ruso. “Eligiendo a Medvedev, Putin ha dado un golpe bajo a sus amigos del KGB, traicionándolos a todos. Irónicamente, los primeros beneficiarios serán los oligarcas supervivientes, liderados por Roman Abramovich”, sostiene Anders Aslund, del Instituto Peterson de economía internacional. “Aunque Putin y Medvedev se pongan de acuerdo en la división de roles, los burócratas –desde los ministros a las cabezas de distrito– no van a poder funcionar con normalidad si no tienen claro quién es el más importante. Eso puede provocar una brecha entre el poder central y los subordinados, como ocurrió con Gorbachev”, indica Grigory Melamedov, director del Instituto Ruso de Estudios para la Globalización. Gavrilova lo tiene más claro: “Putin es un político muy autoritario y pocos dudan de que conservará su capacidad de influencia, sea como primer ministro o como director de Gazprom”, sentencia. No cree que Medvedev sea “liberal, en el sentido occidental de la palabra. No es el peor candidato que Putin podía ofrecer, pero el que aún no use la retórica antiliberal no lo identifica como liberal”. Otros recuerdan que fue precisamente Medvedev quien coordinó la política rusa respecto a las elecciones de Ucrania en 2004, en la que la venta de gas tuvo un papel importante. Amigos suyos de la universidad dominaban los servicios estatales que desmontaron en 2006 el imperio de la petrolera Yukos, cuyo dueño, Mijail Jodorkovski, sigue encarcelado en Siberia. F. M. S. (San Petersburgo)
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