323-jubilaciones

  • May 2020
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INTERNACIONAL

Población

¿QUIÉN PAGARÁ LAS PENSIONES DE LOSRICOS? RUSIA, JAPÓN Y CHINA SON LOS PAÍSES MÁS AFECTADOS POR LA BAJA NATALIDAD, MIENTRAS QUE EUROPA Y NORTEAMÉRICA SE SALVAN POR LA INMIGRACIÓN QUE EQUILIBRA LA BALANZA

62 la clave

UNA ANCIANA

rusa se manifiesta durante el Día del Trabajo en Moscú.

R

usia está en grave peligro. Pero el enemigo no es un misil chino ni un radar norteamericano, sino algo más esquivo: mueren más rusos de los que nacen. Para el presidente, Vladímir Putin, la demografía es la mayor amenaza que acecha a la nación. La tasa de natalidad de Rusia —1,3 nacimientos por mujer, cuando hacen falta 2,1 para mantener la población— es igual que la de España o Italia. Pero se ve combinado con una alta mortalidad, que no para de subir desde 1989. Las causas: el alcoholismo,

SERGEI KARPUKHIN/REUTERS/CORDON PRESS

INTERNACIONAL ECONOMÍA DIA A DIA los accidentes laborales, los abortos e incluso los suicidios. La esperanza de vida de un hombre ruso está ahora en los 59 años, muy por debajo de países como Marruecos. El resultado: Rusia perdió a 10,2 millones de habitantes entre 1989 y 2005. Eso, a pesar de que recibió en el mismo periodo a más de 11 millones de inmigrantes. El problema no se limita a Rusia: todos los nuevos miembros de la Unión Europea, con tasas de natalidad del 1,3 ó 1,2, pierden población. Entre los motivos destacan “el intenso proceso de desestructuración social, empeorado por la falta de confianza en el Estado, el desempleo, la corrupción y la emigración de los jóvenes”, según explica a La Clave João Peixoto, experto en demografía de la Universidad Técnica de Lisboa. Peixoto cree que la baja natalidad en Italia, Portugal y España “es temporal y volverá a subir por encima de la media en unos años”, porque está “más ligada a la falta de infraestructuras para las familias, como las guarderías. Además, la transición económica en nuestros países se hizo hace poco; las mujeres se incorporaron al trabajo, mudaron sus hábitos de vida y atrasaron la edad de tener hijos”. De hecho, en los países nórdicos, con mejores sistemas sociales, la natalidad es superior a la de Europa del Sur. Actualmente, el país más ‘viejo’ del mundo es Japón. Las cifras son alarmantes: el 21% de la población tiene más de 65 años. El cataclismo demográfico está por llegar: cuando, en 2055, dos de cada cinco japoneses sean jubilados, el déficit de mano de obra y la reducción de los ingresos fiscales llevarán al colapso del sistema de pensiones, según un informe gubernamental presentado en

fica que cada jubilado debe ser financiado por los impuestos de dos trabajadores. La cifra no es del todo cierta, porque se basa en el número de personas dispuestas a trabajar, no en el de las realmente ocupadas. Alemania, tercer país más ‘viejo’ del mundo, con un 10% de paro, ya teme las consecuencias políticas: sumando jubilados, desempleados y participantes en programas de formación o reciclaje laboral —que no aparecen en las estadísticas del paro— el número de votantes que viven del Estado ya iguala el de los que lo sostienen con sus impuestos, según calcula la prensa alemana.

INMIGRANTES SALVADORES Quienes se salvan son otros dos países ricos: Canadá y Estados Unidos, con porcentajes de jubilados que no llegan al 14%. Pese a una natalidad por debajo de la necesaria —2,0 en EE UU y 1,5 en Canadá— mantienen un ligero crecimiento gracias a sus tasas de ‘inmigración neta’: la población canadiense aumenta cada año en 5,7 inmigrantes por cada mil habitantes, la estadounidense, en tres. España tiene una tasa de un inmigrante anual por cada mil; Japón un cero: no admite inmigración a gran escala. Precisamente serán los inmigrantes quienes resolverán la papeleta, cree Peixoto: “En torno a los ancianos se ha creado un mercado de trabajo pero ¿quién se encarga en España de asistirlos? Las ecuatorianas”, responde el experto, que no duda en denunciar la “hipocresía” de las políticas públicas: “Tenemos necesidad demográfica y económica de inmigrantes, pero al mismo tiempo hay un fuerte rechazo social. No es por casualidad que la patronal siempre es-

DOS TRABAJADORES

PAGAN IMPUESTOS POR CADA JUBILADO EN ITALIA Y JAPÓN Tokio este mes. “Japón se convertirá en una sociedad envejecida de forma improcedente como ningún otro país lo ha experimentado jamás”, advierte el documento. También en Europa “la mayor esperanza de vida hará cada vez más difícil mantener el sistema de pensiones, ya que sube el coeficiente de dependencia entre los que trabajan y los que no” advierte Peixoto. El país más afectado es Italia, cuya tasa de ancianos es muy similar a la japonesa, lo que signi-

tá a favor de una mayor inmigración, pues necesitan mano de obra barata. Por eso son tan hipócritas las medidas europeas para la inmigración: saben que son necesarios pero como la opinión pública está en contra, no se atreven a asumirlo”, denuncia Peixoto. Tampoco Rusia es un buen país para envejecer: si antes de la caída de la Unión Soviética, la pensión de un jubilado estaba cerca del salario medio, las privatizaciones y la transición económica redujeron estos ingresos la clave 63

INTERNACIONAL una etnia musulmana que vive en el sur de Rusia. La inmigración se concentra en Moscú y San Petersburgo y en las zonas fronterizas de Ucrania y Kazajistán.

LAS CIFRAS

ANCIANOS SIN PENSIONES

700.000

CIUDADANOS pierde cada año Rusia,pese a la fuerte inmigración que proviene sobretodo de las repúblicas ex soviéticas. El Kremlin intenta desesperadamente incentivar lanatalidad,hasta ahora con pocoéxito.

640

MILLONES de campesinos chinos no tienen seguridad social ni pensión en la vejez,excepto las ayudas que les ofrecen sus hijos,amenudo agobiados por tener que alimentar a dos padres y a cuatro abuelos desprovistos de ingresos.

21%

DE LA POBLACIÓN japonesa es mayor de 65 años. El sistema de pensiones se colapsará a más tardar en 2055, cuando habrá 1,3 trabajadores en activo por cada jubilado, una tasa insostenible. Italia tiene una tasa de 2,2, pero cuenta con la inmigración como salvavidas.

ALDEAS DESAPARECIDAS Nadie, en cambio, llega a las provincias orientales, donde han desaparecido del mapa unas 11.000 aldeas y 290 pueblos mayores. La fuga de los habitantes se debe en parte a las pésimas infraestructuras y a que las actividades industriales y mineras de estas zonas dejaron de ser productivas. El resultado: sólo el 20% de la población rusa vive en ese 75% del territorio que va desde los Urales a Vladivostok. Pero es precisamente ahí donde el subsuelo alberga grandes yacimientos de oro, cobre, estaño, carbón y hasta petróleo. Un asunto delicado, dada la cercanía de una potencia como China, ávida de recursos naturales. Pero no está nada claro que Pekín podría aprovecharse de una Rusia despoblada, porque tendrá que lidiar pronto con el mismo problema en su propio país, Actualmente,

EL PESO DE LOS JUBILADOS Canadá 17 3,9 (4,3)

SITO GRAPHICS

EE UU 149 35 (4,2)

Reino Unido 29,5 9 (3,2) Francia 27,5 10 (2,7) España 21 7 (3)

Alemania 41 16 (2,5) Italia 24,5 11 (2,2)

PEKÍN YA PIERDE

Rusia 73,5 20 (3,6)

China sin datos Japón 66,5 25,5 (2,6)

Población activa/ Población mayor de 65 años/ (Proporción entre trabajadores y jubilados). En millones de personas.

Fuente: OIT

al 35% de un salario normal, ya también por debajo de su valor antiguo. El resultado es un empobrecimiento alarmante de las personas mayores. Y Moscú no podrá resolver su problema por la inmigración: necesitaría a más de un millón de inmigrantes anuales. Algo que no agrada a los políticos: tres cuartas partes de la inmigración provienen de cuatro repúblicas ex soviéticas de Asia central y aumentan la proporción de ciudadanos islámicos —actualmente por encima del 10%—, que sube también por la mayor natalidad de las familias tártaras, 64 la clave

munista chino, que incentivó la natalidad en los años cincuenta y sesenta y ante la avalancha demográfica, limitó en 1978 los nacimientos a un bebé por pareja. El efecto es el llamado “problema 4-2-1”. Significa que un hijo único tiene que costear la vejez de sus dos padres y sus cuatro abuelos, además de su propia familia. Sólo 108 millones de trabajadores están cubiertos por un sistema de pensiones estatal y otros 27 millones están protegidos por su condición de funcionarios. El 80% de los 800 millones de campesinos, en cambio, no tiene seguridad social ni jubilación, algo que hace prever un escenario devastador. “Nadie creía que el problema sería tan grande. Pero en el futuro la presión para la población en edad de trabajar será mucho mayor que ahora”, explica Peng Xizhe, experto demográfico en la universidad Fudan de Shanghai. Los expertos señalan que es hora de armar una red social amplia y fiable para asegurar la vejez de los chinos y evitar que se desmorone el sistema actual, que deja toda la carga a los hijos. Porque sin duda, China será vieja antes de ser rica.

sólo el 7,5% de la población china tiene más de 65 años y aún hay cuatro trabajadores por cada anciano. Pero cada año se suman tres millones de viejos más y Pekín, Shanghai y Cantón, las tres ciudades más ricas del país, sufren ya pérdida de población. El problema está aún lejos —en 2040 habrá dos trabajadores para cada persona en edad de retirarse, la actual tasa italiana— pero es difícil imaginar una solución para frenar el proceso: no hay flujos de inmigración capaces de equilibrar la balanza. La situación es consecuencia de los errores del Partido Co-

POBLACIÓN POR LA BAJA NATALIDAD

Rusia, en todo caso, hace lo posible para vencer al “enemigo” con su propia fuerza. Según el centro de encuestas Instituto Levada, la mitad de las rusas no quiere tener hijos por el alto coste de vida, algo que explica por qué hay más abortos que nacimientos. Ante esta evidencia, el Kremlin promete ayudas de hasta 7.250 euros para el segundo hijo —aunque este dinero sólo se paga cuando el niño cumpla tres años— y ofrece un subsidio de 44 euros mensuales para el primer hijo y el doble a partir del segundo y la posibilidad de bajas maternas. Si estas políticas no hacen efecto, de nada le servirá a una Rusia cada vez más despoblada recuperar su estatus de superpotencia. Un misterio es qué piensa hacer Japón, todavía opuesta a la inmigración que salvará la economía de sus competidores en Europa y Norteamérica. Francisco Martínez/J. P. Cardenal (Shanghai)